El helenismo en el siglo II d.C. La cultura griega a través de la Anábasis de Arriano de Nicomedia | Leslie Lagos Aburto

Los estudios sobre historia clásica en Chile generalmente en los planes y programas de las universidades suelen articularse sobre dos ejes principales: la historia de Grecia y la historia de Roma. La presente publicación es una reflexión que toma un matiz diferente, enmarcándose en la interpretación de los problemas culturales que atañen a ambas materias desde los estudios helenísticos, invitándonos a una reflexión integrada que apertura nuevas interpretaciones sobre el pasado que no se encasillen en las áreas ya mencionadas.

El presente texto es el resultado de la investigación doctoral realizada por la Dra. Leslie Lagos Aburto. Titulada La Defensa Y Propaganda Del Helenismo En La Anábasis De Alejandro Magno De Arriano De Nicomedia y presentada durante el año 2013 en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, es un trabajo de carácter historiográfico que tiene como problema el papel de la Anábasis de Alejandro Magno, de Arriano de Nicomedia, en el contexto del movimiento cultural denominado Segunda Sofistica. Partiendo desde este punto, el trabajo, además de tener una perspectiva interesante, resulta ser un aporte debido a que este movimiento se caracteriza por ser estudiado a través de autores que se relacionan con la retórica, sin embargo, este libro parte de una obra de carácter histórico que, desde una perspectiva diferente, se integra en las interpretaciones sobre este movimiento cultural.

La obra tiene la siguiente distribución: un prólogo escrito por Juan Manuel Cortes Copete, Dr. en Historia y Catedrático de la Universidad Pablo de Olavide, en Sevilla, España; una Introducción, cuatro capítulos y consideraciones finales. Se agrega a esto un anexo en el cual se encuentran las Cartas entre Darío y Alejandro (Arr. Anab. 2.14) y el Discurso de Calístenes contra la Proskýnesis (Arr. Anab. 4.11), además de un índice de fuentes, un índice de nombres y la respectiva bibliografía.

La introducción nos presenta la contextualización espacial y temporal del siglo II d.C. expresada en tres elementos que resultan fundamentales para realizar el análisis de la Anábasis de Arriano de Nicomedia. El primero es la relación entre griegos y romanos y la articulación de la identidad griega bajo el dominio romano como una dinámica diferente que tiene sus propias manifestaciones. De este punto se plantea la idea de una Roma helenizada. El segundo es la definición y desarrollo del movimiento cultural denominado Segunda Sofística, que se manifestó en las póleis griegas bajo un marco jurídico romano. El tercero se remite a las fuentes y escritos de este periodo, para introducirnos en la figura y obra de Arriano de Nicomedia quien, bajo este marco cultural, realizo la escritura de su obra, la Anábasis Alexándrou.

El capitulo I, titulado «El helenismo» (p. 37), se remite a una discusión teórica que nos presenta dos problemas esenciales: el primero guarda relación con la diferencia de los conceptos de helenismo y helenístico, dos términos que usualmente tienden a ser tomados como sinónimos, pero definen dos cosas completamente diferentes; y el segundo se remite al problema de la conservación del helenismo. El concepto de helenismo se plantea desde una perspectiva cultural que trasciende las convenciones temporales que la historiografía le ha atribuido, de ahí que se proyecte durante el dominio romano y tenga su expresión en la Segunda Sofística. Por su parte, el concepto de helenístico responde más a una cuestión de espacio temporal que data de las conquistas de Alejandro Magno hasta la batalla de Actium (31 a.C.) y la anexión de Egipto como un protectorado romano. El segundo problema se enfoca en estudiar la conservación del helenismo, para ello se han de establecer algunas cuestiones en torno a los agentes que permiten el proceso de helenización: la pólis helenística, la religión y el filohelenismo.

El análisis historiográfico de la fuente comienza desde el capítulo II, «Arriano y el Helenismo» (p. 77). Introduciendo elementos de la vida de Arriano, se mencionan datos biográficos, destacando su posición como un griego nacido fuera de los territorios físicos de la Hélade, pero en una pólis altamente helenizada en los territorios de Bitinia, actualmente Turquía. Con una metodología claramente hermenéutica y con mucha habilidad, la autora establece las interpretaciones de Arriano sobre la pólis helenística, la importancia y sentido personal sobre esta y la postura de Arriano hacia el sistema político de las póleis. Esto se clarifica cuando Arriano menciona a ciudades como Atenas, a la cual le tenía cierto aprecio. Al estudiar la pólis en su individualidad, la autora deriva necesariamente en la revisión de los regímenes políticos griegos presentes en la obra de Arriano, al que no le bastaron los modelos tradicionales para explicarlos, sino que se remitió a realizar un cuadro comparativo con el mundo romano, todo esto dentro de sus propias limitaciones como funcionario del mismo imperio. Arriano, como un griego, sostuvo que uno de los factores para poder conservar el helenismo era la autonomía de las póleis (p. 93).

La autora, para esclarecer la visión que tuvo Arriano sobre el helenismo, centró su atención en los contrastes de la figura de Alejandro Magno, quien fue observado a ojos de Arriano como el salvador del helenismo. Junco con esto identificó, a través de la fuente, las críticas hacia la stásis, el sistema de mercenarios y el aislacionismo espartano. En Arriano se identifica la insinuación de un agradecimiento de las póleis, en vista de que se les permitió conservar su autonomía interna.

Arriano fue un hombre devoto de sus creencias. A través de ellas manifestó elementos que son propiamente griegos. La religión surge como un factor de unidad del helenismo, en ella estaba la manifestación de una cultura propiamente griega. Para fundamentar esto, además de remitirse a utilizar referencias en la Anábasis, se suma un epigrama encontrado en Córdoba, cuya reproducción se puede observar en el volumen (p. 110) y demostraría la devoción de Arriano hacia la divinidad. La Anábasis es una obra que se encuentra entre dos esferas culturales: la griega y la romana, y fue pensada y escrita para un grupo selecto de la autoridad romana, para que pudieran comprender el helenismo a través de la figura de Alejandro. Su circulación favoreció la conservación del helenismo en el público que realizó la lectura de su obra.

El capitulo III, «Arriano y la Helenización», apunta principalmente al estudio del proceso de helenización a través de la obra de Arriano, buscando establecer los medios de difusión y las herramientas por las cuales la cultura griega logró expandirse a través del orbe cultural del siglo II d.C. El establecimiento de la idea del bárbaro en este periodo no sufre mayores cambios en la significación peyorativa que le fue tributada en el periodo Clásico; sin embargo, ante los romanos existen variaciones en torno a su función civilizadora, que fue alentada por los griegos. Los factores que fomentaron la helenización y que la autora rescata fueron principalmente cuatro: a) las elites locales y las bodas mixtas, que promovieron la cultura griega por las elites locales de las ciudades de oriente, siendo las bodas el símbolo y la representación de la unificación de las culturas. Un ejemplo de ello son las bodas de Susa, evento que, a ojos de la autora, fueron un medio necesario para helenizar oriente (p. 131); b) la fundación de nuevas ciudades y el uso del idioma, que se manifestó en las instituciones, la distribución y la configuración de la urbanidad, que permitió el desarrollo de las costumbres griegas en un contexto romano. Un ciudadano de la pólis era, a la vez, parte de Roma. La pólis helenística, en compañía del lenguaje, articularon el esquema cultural de los helenos del siglo II d.C.; c) la conformación del Ejercito y la integración de tropas extranjeras dio por resultado su helenización, sin embargo, todo esto es un proceso de larga duración, porque el aprendizaje de valores no es automático; d) los dioses y la divinidad, con un especial énfasis en el culto a Dioniso, lo que se condice con las inclinaciones religiosas de Arriano, quien realizo una comparación de Alejandro Magno con Dioniso.

Finalmente, en el capitulo IV, «Arriano y la paideia», la autora establece una reinterpretación de este último concepto, el cual no es entendido como educación, sino como un grupo de códigos y valores éticos relacionados con la areté aristocrática. Este elemento resulta necesario para comprender cómo se articulan estos valores a través de la aristocracia griega presente en la administración política del Imperio Romano (p. 149). Para acercarse a esta cuestión, se trabaja el problema de la delimitación del concepto de bárbaro en la Anábasis como una cuestión ideológica de la Segunda Sofistica presente no solamente en la escritura de Arriano, sino también en la de Plutarco y Elio Arístides, integrantes del movimiento. Para poder justificar estos ideales griegos, los autores de la Segunda Sofistica se remontaron inclusive a Homero, cuestión que no es de extrañar si consideramos que durante el periodo helenístico muchísimos autores consideraron la Ilíada y la Odisea como obras insignes del helenismo. Todas estas ideas presentes en la mentalidad de los griegos de la Segunda Sofistica observaron en la figura de Alejandro Magno la expresión de la areté. Arriano uso la imagen de Alejandro como portador de los ideales griegos, como recordatorio del pasado celebre de Grecia, como salvador del helenismo (p.191).

Podemos afirmar que la obra construye detalladamente las ideas de Arriano en su condición de griego en un contexto político romano. Con una perspectiva historiográfica clara, una metodología aguda en la selección y revisión de fuentes, acompañada de una bibliografía abundante que abarca variados idiomas, confrontando perspectivas amplias y diferentes, se demuestra que los procesos culturales son independientes de las convenciones temporales: se manifiestan como una continuidad, conservando elementos y modificándolos en la medida que sea necesario. En una actualidad en la que se ha sobrepuesto la carrera por la publicación de artículos indexados, en el loco afán to publish or to perish, ante las exigencias del trabajo académico, el texto de Leslie Lagos nos recuerda la necesidad de investigaciones amplias y la importancia del libro como lugar en el que se pueden plantear y resolver grandes problemas con fineza y gran delicadeza, como lo ha demostrado la autora.


Resenhista

Felipe Montanares Piña – Universidad de Concepción. E-mail: [email protected]


Referências desta Resenha

ABURTO, Leslie Lagos. El helenismo en el siglo II d.C. La cultura griega a través de la Anábasis de Arriano de Nicomedia. Concepción:  Editorial Universidad de Concepción, 2016.  Resenha de: PIÑA, Felipe Montanares. Grecorromana. Revista Chilena de Estudios Clásicos. Santiago, v. 2, p. 160- 164, 2020. Acessar publicação original [DR]

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