El Quijote en Chile. Primera edición y estudios bibliográficos de 1863 a 1947 | Raquel Villalobos Lara

El libro parte de la pregunta básica: ¿cómo y desde cuándo se leyó la obra cervantina en Chile? Para responderla este se divide en dos partes: 1) análisis sobre la primera edición realizada en Chile y 2) el análisis e interpretación de los documentos bibliográficos que dan cuenta de la recepción crítica que El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes tuvo en Chile desde 1863, fecha de la publicación del texto cervantino en Chile, hasta 1947, año de la conmemoración del cuadringentésimo aniversario del nacimiento de Cervantes.

Con el fin de ordenar la información bibliográfica y para entender de qué hablamos cuando se dice en forma genérica “el Quijote en Chile”, se debe distinguir las diferentes áreas de acción (pp.23-26):

  1. a) Reescrituras quijotescas
  2. b) Reescrituras cervantinas
  3. c) Influencias o huellas cervantinas y quijotescas en obras literarias chilenas.
  4. d) Poemas y/o textos en prosa dedicados a Cervantes y a don Quijote.
  5. e) Citas textuales o referencias del Quijote en textos literarios o periódicos.
  6. f) Estudios críticos en torno al Quijote escritos en Chile y por chilenos.
  7. g) Investigaciones sobre los ejemplares del Quijote que han circulado en Chile desde su llegada a América.

A lo anterior hay que agregar dos formas genéricas de agrupar los textos, estos son: la materia cervantina y la materia quijotesca. La primera se centra en el autor y la segunda en la novela.

Primera parte:

La primera parte analiza la primera publicación del Quijote en Chile y de Sudamérica, a cargo del español avecindado en Chile y conocido como el padre de las librerías chilenas, José Santos Tornero en 1863 en la ciudad de Valparaíso. Se titula El injenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha por Miguel de Cervantes Saavedra abreviado por un entusiasta del autor para el uso de los niños y de toda clase de personas.

Este análisis: “parte de la consideración del libro como un vehículo de expresión cultural; no solo desde el punto de vista material, sino de la relación con la sociedad en la cual se engendra, anida y es recibido por la comunidad de lectores” (p.17).

La hipótesis que sostiene esta investigación , nace de la consideración que la edición de Santos Tornero:

fue concebida a partir de las necesidades educacionales de la época; es decir, esta publicación se consideró, desde el campo editorial, como un texto utilitario a la educación formal que en ese momento se intentaba sistematizar y regular en Chile a partir de la Ley de Instrucción Primaria de 1860. Durante el desarrollo de este libro se pretendió demostrar que las motivaciones que impulsaron esta primera edición y las escisiones que realizó el editor José Santos Tornero responden al objeto para el cual fue publicado el texto cervantino en Chile: para responder a las necesidades educacionales desde el campo de la instrucción de la lengua española (p. 19).

Comparando la edición de Santos Tornero con otras de la obra cervantina se descubrió que la realizada en Chile no es totalmente original. En el capítulo 5.4 se evidencia que la obra de Santos Tornero es igual a la edición realizada por Fernando de Castro en Madrid en 1856 y que se titula El Quijote de los niños y para el pueblo. La edición de Santos Tornero y la de Castro El Quijote de los niños y para el pueblo son casi iguales, salvo que Santos Tornero “añade el capítulo XI, Donde se prosiguen las bodas de Camacho el rico, con el suceso de Basilio el pobre; y, el capítulo XII, Donde se da cuenta de la grande aventura de la cueva de Montesinos” (p. 107).

En el capítulo 4 de detallan los primeros ejemplares de la obra que circularon en Chile. José Toribio Medina en Cervantes en las letras chilenas (1923, Imprenta Universitaria) sostiene que los primeros ejemplares del Quijote de la Mancha se pueden datar en 1858. Medina realiza un estudio de los catálogos de las librerías y en las que se incluía ejemplares de la obra cervantina. Siguiendo este mismo criterio la doctora Villalobos descubre que sí existieron otros más antiguos en donde aparece nombrada la obra. Estas son:

  1. a) Catálogo de los libros españoles de la librería de Santos Tornero (Calle del Comercio, cerca de la Aduana, en Valparaíso. Valparaíso: Imprenta de M. Rivadeneyra) de 1841. “En este catálogo se menciona a grandes rasgos las obras seleccionadas de Cervantes sin especificar títulos, ediciones ni fechas. El catálogo lo menciona así: Cervantes Saavedra. Obras escojidas, con las notas de Arrieta, mapa, retrato y fascimile de la escritura de Cervantes, 10 t. 16º. Con esta mención tan poco detallada es imposible saber a ciencia cierta si contiene un extracto del Quijote, pues se lo menciona como una selección de obras que han sido escogidas para tal edición. Tampoco se especifica si el autor corresponde al escritor alcalaíno” (p. 53).
  2. b) Librería Hispano-Chilena: Catálogo de la Librería Hispano-Chilena, establecida en el puerto (Valparaíso: La Librería, 1845). Así se detallan los ejemplares del Quijote: a) Don Quijote de la Mancha compuesto por Miguel de Cervantes Saavedra. Nueva edición. Dos tomos en 8º, Madrid, 1844. b) Don Quijote de la Mancha. Edición de lujo con 800 grabados intercalados en el texto. Dos tomos en 4º, Barcelona, 1840.
  3. c) Catálogo general de la librería Cueto Hermanos: en Santiago, calle del Estado, casa del señor Arrieta Hotel Ingles (Santiago: Imprenta del Comercio, 1849). En este catálogo aparece, en primer lugar, mencionada una novela que está compuesta de una selección de varios autores –entre ellos se menciona a Cervantes– y, en segundo lugar, dos ediciones de la novela cervantina: la edición del Quijote en francés de Florian y la edición de Diego de Clemencín. Esta última está acompañada de una nota explicativa del editor del catálogo, aludiendo al excelente trabajo realizado por Clemencín, puesto que presenta un texto en el que da cuenta de las particularidades de España durante la vida del escritor (p. 54).

En conclusión, José Toribio Medina dice que los primeros ejemplares, según los catálogos de las librerías, empezaron a circular en 1858. Sin embargo, en la investigación desarrollada por Raquel Villalobos se menciona que la fecha es anterior a la propuesta por el bibliógrafo chileno, es decir, los catálogos de 1841, 1845 y 1849. Respecto a este capítulo hay que advertir que un ejemplar esté incluido en algún catálogo no asegura su lectura, pero sí su circulación.

Segunda parte:

La segunda parte del libro está centrada en los documentos bibliográficos que se escribieron y publicados en Chile, y que tienen a la obra cervantina como el motivo principal de análisis, es decir, los que se refieren a la materia crítica quijotesca. Sin embargo, por tratarse de material inédito también se incluyeron textos importantes en la trayectoria de la materia cervantina en el país, tales como obras literarias, documentos, poemas y otras publicaciones.

El primer estudio en torno a la temática quijotesca y cervantina en el país, fue la realizada por los bibliógrafos Leonardo Eliz (Apuntes para una bibliografía chilena sobre Cervantes. 1916. Valparaíso: Imprenta Royal.) y, tomando como referente la obra de Eliz, José Toribio Medina publica Cervantes en las letras chilenas en 1923 (Imprenta Universitaria).

Las referencias bibliográficas se inician con la edición, mencionada anteriormente, de José Santos Tornero en 1863. Pese a lo anterior, esto no significa que antes de esa fecha no hubiese menciones a la obra cervantina (Cap. 7.2). por ejemplo, están los escritos y discursos de Lastarria, Domingo Faustino Sarmiento (durante su labor en Chile y en sus textos publicados en El Mercurio), Andrés Bello en su Gramática y las menciones que hace Diego Barros Arana en su Manual de Literatura.

Esta parte es la que abarca la mayor parte del libro. La recepción crítica quijotesca tiene diferentes etapas:

1) Cervantes en la crítica literaria chilena y las escasas alusiones a la obra cervantina: 1863-1878.

2) Etapa de formación de los estudios cervantinos y quijotescos en Chile: 1878- 1885

3) Etapa de consolidación de la materia cervantina y quijotesca: 1885-1905

4) Desarrollo de la materia quijotesca: 1906-1947.

Se destacan los capítulos: 8.4 de las “Aventuras y andanzas de don Quijote y Sancho en los periódicos chilenos” y el capítulo 8.5 “Cervantes en las letras chilenas: Enrique Nercasseau, Leonardo Eliz y José Toribio Medina”. Por primera vez, y como resultado de un rastreo de campo exhaustivo, se sistematiza la información y las ilustraciones respecto a los periódicos que circularon en distintas ciudades chilenas bajo el nombre de los personajes cervantinos y cuya intención era, a través de la figura del caballero andante, denunciar los abusos de los poderes políticos y eclesiásticos en contra de los más desfavorecidos socialmente. Se instala entonces, los tópicos universalmente conocidos de la figura de don Quijote en el país, a saber, la locura, la libertad y la ayuda a los más débiles.

Asimismo, este libro indaga sobre los importantes y también poco estudiados aportes, de los escritores Enrique Nercasseau, Leonardo Eliz y José Toribio Medina.

En términos generales, “la divulgación del Quijote y de su autor se instalan en fechas claves (1905, 1916 y 1947). Del mismo modo, la preparación y difusión de estas actividades estuvieron a cargo de los círculos de inmigrantes españoles. El asentamiento de las colonias españolas hacia finales del siglo XIX estuvo mayormente concentrado en la ciudad de Valparaíso. Le siguen, en cantidad, Santiago, Concepción y, en menor medida, Iquique” (p. 440-441).

Los primeros temas que se escribieron en Chile, son específicamente sobre la figura del escritor alcalaíno y no precisamente de su obra. En esto se destaca el texto Aniversario CCLXII de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra. Libro compuesto para honrar la memoria del príncipe de los ingenios españoles por sus admiradores de Chile (Santiago, Imprenta La Estrella de Chile, 1878).

En cuanto a la materia quijotesca, eso cambia recién a partir de 1905, específicamente con la revista Chile Ilustrado. Número dedicado al Quijote (Nº 34, Mayo de 1905). Ahí se destaca el texto de Ronquillo, alias de Egidio Poblete (1868-1940), Don Quijote en Chile. Es el primer texto en donde se recrea y se instala la figura del caballero en la calle Ahumada y en el contexto social chileno (p.254-258).

1916 fue el año que se escribió más de Cervantes en el país. Destacan Homenaje a Cervantes. Realizado por la Academia Chilena de la Lengua y El Tricentenario de Cervantes en Chile. El Libro de los juegos florales cervantistas de Valparaíso. (Valparaíso: Soc. Impr. y Lit. Universo). Estos juegos florales se realizaron entre el 22 y 23 de abril de 1916 y fue una verdadera fiesta que involucró a toda la comunidad de Valparaíso (entre ellos bomberos, centro comunitarios y colegios). Estas festividades estaban coordinadas por un comité especial dedicado para tal efecto. Entre las actividades en torno a la figura de Cervantes se realizaron desfiles de carros alegóricos, reina de belleza, himno en honor a Cervantes y concursos literarios e incluso se citó a los alumnos para recibir un ejemplar de la obra cervantina en la plaza Victoria (p. 399- 400).

Finalmente, otros de los más importantes homenajes en torno a Cervantes son: Anales de la Universidad de Chile. Nº 67-68. Vol CV. 1947. Homenaje a Cervantes. Atenea. Revista de la Universidad de Concepción. Octubre 1947, número 268. Los motivos quijotescos que se desarrollan en los textos, ensayos y periódicos en Chile, son los siguientes:

  1. a) La crítica chilena rescata del Quijote la universalidad de la historia del caballero andante. La universalidad que se ve reflejado en los personajes y sus aventuras que representan a cada tipo humano y que transcienden todas las épocas.
  2. b) La fama del Quijote llega a Chile, por lo que no es necesario justificar ese reconocimiento en el país.
  3. c) El Quijote es un modelo formador y, por tanto, es el más indicado para difundir el idioma español.
  4. d) De don Quijote prevalecen en la crítica literaria y periodística, los motivos de la locura y de la libertad.
  5. e) Cervantes es la representación más alta y genuina del espíritu español en la cultura universal. (p. 446).

En resumen, esta obra viene a llenar un espacio que ha estado silenciado en la tradición crítica literaria cervantina en Chile. Ha sido la profesora Villalobos, la primera, después de casi un siglo, quien ha sistematizado ordenado y entregado al público materiales valiosos que estuvieron durmiendo para así volver a ver la luz.


Resenhista

Cristián Rodríguez Meza – Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. E-mail: [email protected]


Referências desta Resenha

LARA, Raquel Villalobos. El Quijote en Chile. Primera edición y estudios bibliográficos de 1863 a 1947. Chile: RIL Editores, 2017. Resenha de: MEZA, Cristián Rodríguez. Contextos – Estudos de Humanidades y Ciencias Sociales. Santiago, n.49, jul./dez. 2021. Acessar publicação original [DR]

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