Historia de los Hermanos de La Salle en Chile – GARCÍA AHUMANA (RHYG)

GARCÍA AHUMADA, Enrique. Historia de los Hermanos de La Salle en Chile. Santiago de Chile: La Salle, 2013. 305p. Resenha de: SÁNCHEZ GAETE, Marcial Sánchez. Revista de Historia y Geografía, Santiago, n.30, p.203-205, 2014.

El ser humano es testigo en el día de hoy de la lamentable codicia que impone el dinero o lo material por sobre la misma persona; es un mundo donde muchas veces las palabras del bien caen en relojes de arena con tiempo limitado, es el tiempo de lo perecedero, lo eterno toma palco y solo queda en los anaqueles de algunos archivos. Pareciese que las estructuras de lo institucional se confunden entre lo colectivo y lo mundano. Estamos frente a las discusiones de lo mediático o de temas sin razón, solo referentes de algunos que quieren que pensemos como ellos piensan o peor aun, que actuemos bajo los parámetros instalados desde la ignorancia. En este panorama la Historia de la Iglesia, Historia eclesiástica o la historia teleológica del hombre cobra cada día mayor vitalidad porque nos interpela, no solo en lo cronológico o en el estudio de la creencia, sino más bien, porque nos muestra tiempos idos de personajes, situaciones o representaciones donde lo cotidiano y colectivo se tiñen con las búsquedas incesantes del amor, la justicia y la verdad.

El presente libro es parte de los estudios que nacen desde la impaciente búsqueda del pasado en el marco de la historia de la Iglesia. Es a saber un escrito que confiere vida a realidades de un grupo de hombres llegados a Chile con la fiel misión de dar a conocer la “buena nueva” desde los espacios por ellos conocidos, la educación. Así el texto está dividido en once capítulos más una presentación y bienvenida. Cada uno de los cuales a su vez tiene subcapítulos que ayudan al lector a desarrollar un ordenado seguimiento de los hechos.

El Capítulo I nos invita a reconocer a los primeros hermanos llegados al territorio, mostrándonos los diversos devenires en la preparación y posterior llegada de estos. El siguiente Capítulo da cuenta de la tesonera obra educativa de los hermanos de la Salle, colocando su impronta en lo técnico- profesional, destacando la generosa entrega de varios hombres en el logro de los objetivos planteados; estarán presentes en la Casa Talleres de San Vicente, Escuela Talleres San Vicente de Limache, Escuela de Artes y oficios San Vicente de Paul de Puerto Montt, Escuela Agrícola Superior Macul, Escuela Domingo Matte Mesías, Escuela Agrícola San Vicente de Las Condes y la Escuela Granja las Nieves. “Los iniciadores de la Congregación en Chile fueron obviamente seleccionados por su calidad espiritual y apostólica” [54], esto debido a la enorme responsabilidad que sobre sus hombros recaía, dentro de lo cual estaba la generación de la formación propia de los hermanos de la Salle. De esta forma, el tercer capítulo da cuenta de la calidad espiritual de los inicios y de la posterior consecución de la formación de los hermanos, destacando el noviciado, noviciado menor, escolasticado, pastoral vocacional, postulantado y la formación permanente. Como toda agrupación católica debía de ser visitada para observar el normal funcionamiento, cumplimiento de sus estatutos y normativas propias, tratado ampliamente en el capítulo siguiente.

Los capítulos cinco y seis son la médula de la obra de La Salle en Chile, porque dan a conocer la labor evangélica plasmada en la educación a través de sus escuelas básicas en Santiago y sus alrededores, como también de sus colegios secundarios en Santiago. Así, el quinto capítulo nos devela algunos pormenores de las escuelas de primeras letras destacando Nuestra Señora de la Esperanza o Francisco Javier Ruiz-Tagle, Escuela San Luis Gonzaga, desde 1919, Miguel Rafael Prado; Escuela San Carlos, desde 1919, Eduardo Edwards; Escuela San Miguel Arcángel, Escuela Manuel José Irarrázaval, Escuela San José de Calera de Tango, Escuela Nuestra Señora de la Providencia, Escuela San Alfonso, Escuela Mercedes Guzmán, Escuela Juan Francisco Bravo y la Escuela San Lázaro. Por su parte, el capítulo seis da cuenta del Instituto La Salle, Colegio San Juan Evangelista, Colegio San Jacinto desde 1907 a 1916 Colegio de la Salle, Instituto Zambrano, Colegio La Salle y Colegio San Gregorio de La Salle, el primero de ellos, que tiene sus inicios en la actual Comuna de Estación Central, posteriormente se emplazará en la Comuna de Ñuñoa y por último, trasladado a la Comuna de la Florida.

La obra no solo quedó en Santiago, sino también se hizo presente en Valparaíso, Temuco, Talca y alrededores. Lo que se podrá constatar en los capítulos siete, ocho y nueve, en cada uno de los cuales se palpa la impronta de la formación cristiana y de las actividades de grupos apostólicos, como también, de la formación de profesores seglares y de la permanente preocupación por los centros de padres, sin dejar de lado la educación científica, artística, física, deportes, ciudadana y desde luego la formación cristiana. El penúltimo capítulo nos llevará a conocer aspectos de la acción educativa y la pastoral distrital donde se destaca la editorial La Salle, la Escuela Normal del Arzobispado, la comisión de catequistas y pastoral, el Instituto Superior de Pastoral Catequética de Chile “Catecheticum”, entre otros. Por último, en toda institución hay hombres que se destacan, muchos de ellos con su halo de santidad. Es así como se hace el seguimiento de algunos de ellos en el plano educativo y vivencial.

No puedo dejar de destacar la calidad del autor de este libro, Hermano Enrique García, hombre dedicado por siempre al ámbito educativo, como también a la incesante búsqueda de las verdades históricas de la Iglesia que lo han llevado a ocupar responsabilidades y encargos en estos quehaceres, solo doy cuenta de su participación permanente en la Sociedad de Historia de la Iglesia en Chile, órgano que por más de treinta años ha cobijado en su seno a connotados historiadores e investigadores en el área de la historia de la Iglesia, entre los cuales se cuentan premios nacionales. La presencia del Hermano Enrique ha sido y es un aporte enriquecedor de humildad y perseverancia, como también de acuciosidad en los distintos estudios en los que se le ha visto embarcado.

Marcial Sánchez Gaete – Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad SEK. E-mail: [email protected]

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