Historia de una relación impensada. El catolicismo en los sindicatos durante el peronismo | Jessica Blanco

Con este libro, la historiadora cordobesa Jessica Blanco revisita la historia del catolicismo argentino de las décadas centrales del siglo XX. Recorre la temática a través de algunos tópicos clásicos –los procesos de secularización y laicidad, la relación entre el peronismo y la Iglesia, y entre esta y la sociedad– con una mirada centrada en la actuación del laicado católico en el terreno sindical. Ciertamente, son pocos los estudios que han asumido el desafío de abordar las influencias e identidades religiosas de los trabajadores, sus dirigencias y organizaciones.

El presente volumen sintetiza los trabajos de la autora sobre la acción política y gremial del catolicismo cordobés en el segundo tercio del siglo XX, la Juventud Obrera Católica (JOC) y, más recientemente, el universo sindical de las izquierdas tanto en Córdoba como en Mendoza. Su mérito consiste, justamente, en volver sobre esas preocupaciones clásicas desde una perspectiva que reconoce diferencias regionales y adopta un movimiento descendente; así, desplaza la mirada desde las jerarquías hacia el catolicismo social, desde las instituciones del laicado católico intervinientes hacia los trabajadores asociados, y desde las dirigencias hacia las bases sindicales.

Los cinco capítulos que conforman el libro ofrecen un panorama de distintos escenarios locales, como Córdoba y Mendoza y, en menor medida, Salta, Santa Fe y Rosario. En el primero, se reconstruyen las iniciativas de agremiación católica desde principios del siglo XX hasta los años 40. Para brindar un parámetro general, se señala que en la década del 30 –aun en un contexto de crisis del liberalismo y de reposicionamiento de la Iglesia en el escenario político nacional– el sindicalismo que podría considerarse como católico representaba solo un 2,5% del total reconocido por el Departamento Nacional del Trabajo.

Según sostiene Blanco, tras el golpe de 1943 se inició la etapa de oro de este sindicalismo. La oportunidad que representó este gobierno para el avance gremial de los Círculos de Obreros y para la Acción Católica Argentina –al permitirles ocupar espacios en disponibilidad debido a la acción legal y represiva contra otros sectores sindicales– es el centro del segundo capítulo. Aunque la situación resultó ser efímera, debido en buena medida a la política del naciente peronismo, es reveladora de algunas de las características y de los límites de las influencias del catolicismo entre los trabajadores. En varios casos, tales experiencias gremiales sirvieron como base social del peronismo. Justamente, el propósito del tercer capítulo es analizar, con cierto detalle, los vínculos que mantuvieron los católicos sociales con aquel. A pesar de los decretos en clave secularizadora dictados por el gobierno, el apoyo brindado por estos últimos perduró en el tiempo, al igual que la influencia católica sobre la política sindical como parecerían demostrarlo las denuncias de infiltración hechas por Perón. A diferencia de la Federación de los Círculos Católicos de Obreros (CCO) y la Acción Católica Argentina (ACA), la JOC conservó su afinidad con el gobierno hasta, prácticamente, el final. El particular vínculo sostenido por esta asociación se explica a partir de su identificación parcial con los valores defendidos por el presidente, aunque se exponen los señalamientos críticos hechos aun antes que la jerarquía.

Los dos últimos capítulos están dedicados a cómo se procesó en la JOC el antagonismo entre las identidades peronista y católica, desde que comienzan a manifestarse abiertamente las diferencias entre Perón y la Iglesia. Así, en el cuarto capítulo, se aborda la posición ambivalente de la JOC ante el segundo mandato de Perón y algunas escisiones que se produjeron en la institución, que representaron iniciativas secularizadas con base religiosa, pero alejadas de la tutela de la jerarquía eclesiástica y abiertamente antiperonistas. En la coyuntura más crítica, después de la quema de las iglesias en junio de 1955, la JOC finalmente tomó distancia del gobierno, mas no se trató de una ruptura definitiva. En el quinto, se explica lo ocurrido en la JOC y sus derivaciones sindicales después del golpe de Estado de 1955. En esos años en que la prédica cristiana entre los trabajadores peronistas se hizo casi imposible, Blanco sugiere que la revisión de las posiciones antiperonistas fue más temprana de lo que se había planteado previamente. En este sentido, es posible pensar en su participación en la resistencia peronista y, por ende, en cierta continuidad de la acción sindical de raíz católica.

Como se ve, el texto tiene aspectos novedosos en las tres dimensiones abordadas, pero aquí interesa destacar, ante todo, lo que atañe al vínculo entre religión católica y trabajadores. Esto no implica solo pensar en las creencias y los sentires personales más profundos, sino ocuparse también de los intereses y de las experiencias sindicales a las que dio lugar la militancia católica social. Según observa Blanco, dos fueron las estrategias seguidas en este terreno. Por un lado, tanto los CCO como la ACA promovieron la creación de sindicatos o asociaciones propias, tratando de crear un sindicalismo alternativo. Desde ese lugar, defendieron principios como la libertad o la pluralidad sindical por rama y chocaron, de manera explícita, con las políticas de sindicalización única y de aconfesionalidad del peronismo. De otra parte, la JOC promovió el ingreso de sus militantes a organizaciones ya existentes, cuya dirección podía ser peronista, comunista o sindicalista.

En lo que se considera aquí su etapa de oro, el sindicalismo católico ocupó vacíos generados por la persecución dirigida hacia las corrientes de izquierda o por la existencia de sectores de trabajadores sin sindicalización previa y aprovechó la existencia de diferencias políticas o ideológicas entre los trabajadores. Su principal explicación acerca del desarrollo desigual de estas experiencias en las distintas diócesis del país se apoya en el empeño personal de algunos sacerdotes. La jerarquía eclesiástica, por su parte, pareció confiar más en el peronismo para combatir al comunismo que en las propias organizaciones del apostolado sindical.

Las estrategias y las motivaciones que permitían ese acercamiento entre un Círculo de Obreros como el de Córdoba y un colectivo de trabajadores son cuidadosamente recuperadas a lo largo del libro. Por ejemplo, se destaca el modo en que la creación de la categoría de socios mutualistas buscaba integrar a los sindicatos a la vida institucional. No obstante, también emergen algunos problemas que parecen haber sido constantes en el mediano plazo dentro del sindicalismo orientado por el catolicismo social. Concretamente, se exponen las dificultades que encontraba esta propuesta para conseguir beneficios o mejoras laborales por vías pacíficas y negociadas, o la recurrente confusión entre una política propia –basada en la conciliación– con otra que defendía los intereses patronales.

En esta dirección, emerge la inquietud por la efectiva influencia religiosa y de la Iglesia en sindicatos que orbitaban alrededor de los CCO o que integraban las federaciones católicas, y por la presencia y participación en las decisiones de los asesores eclesiásticos, entre otras. En esa búsqueda, se exploran estatutos, actas y discursos de algunos dirigentes. El acercamiento a sacerdotes e instituciones sociales católicas podía tener que ver tanto con adhesiones religiosas o de identificación general con los valores de la doctrina social como con el hecho de que estos espacios podían representar lugares protegidos para la actividad sindical, permitir el acceso a ciertos recursos o beneficios mutuales y ofrecer asesoramiento. Recurriendo a una buena cantidad de testimonios orales, se analiza, también, la forma de experimentar lo religioso por parte de las propias militancias del laicado social, especialmente de la JOC y sus derivaciones. De modo que las fuentes del libro son variadas, incluyen prensa comercial nacional y local, publicaciones de diversas asociaciones católicas y testimonios. No obstante, está relativamente ausente la voz de las izquierdas, a pesar de ser un actor presente tanto en el escenario como en las explicaciones.

En suma, todas estas cuestiones invitan a seguir pensando en el lugar que ocupó la religión en la historia política del país y en la de los trabajadores, en cada etapa y región. Este libro recoge muchas de las preocupaciones y aportes que los estudios sobre historia de la Iglesia Católica y el catolicismo han ido recorriendo en las últimas décadas y, al mismo tiempo, permite seguir avanzando en estos terrenos de cruces entre identidades, de apoyos y desencuentros entre el catolicismo, el peronismo y la clase obrera. Todo lo cual nos plantea la posibilidad de enriquecer la historia del movimiento obrero, dando cuenta de la heterogeneidad política, cultural y religiosa de los y las trabajadoras.


Resenhista

Sabrina Asquini – Universidad de Buenos Aires. Centro de Estudios Históricos de los Trabajadores y las Izquierdas. ORCID: 0000-0002-3885-5181


Referências desta Resenha

BLANCO, Jessica. Historia de una relación impensada. El catolicismo en los sindicatos durante el peronismo. Buenos Aires: Eudem, 2021. Resenha de: ASQUINI, Sabrina . Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda, n. 20, p. 186-188, mar./ago. 2022. Acessar publicação original [DR]

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