Las derechas frente a la clase obrera y las izquierdas (1890-1970) | Archivos de Historia del Movimiento Obrero y la Izquierda | 2018

El actual contexto internacional ha reinstalado la preocupación en distintas esferas de las ciencias sociales por el desarrollo de fuerzas políticas de derechas invitando a involucrarse en el estudio de las mismas. Sin embargo, en la historiografía argentina su relevancia había sido definida tiempo atrás y es hoy un campo consolidado. En el último cuarto del siglo XX hubo una profusa producción de estudios motivados por el interés de comprender el origen y desarrollo de fuerzas reaccionarias y su incidencia en regímenes autoritarios, como los clásicos trabajos Nacionalismo y peronismo de Christian Buchrucker, Perón y la Iglesia Católica de Lila Caimari, La Argentina autoritaria de David Rock o Del Estado liberal a la nación católica de Loris Zanatta, que continuaban algunas de las líneas ya trazadas en el libro de José Luis Romero, El pensamiento político de la derecha latinoamericana.

Comenzado el siglo XXI, el eje derechas se independizó de estas preocupaciones. Ello permitió individualizar a los distintos actores, para lo cual fue decisiva la influencia de Contrarrevolución en Argentina y Las derechas de Sandra McGee Deutsch, especialmente en el estudio de los nacionalistas, como se observó en Nacionalismo, fascismo y tradicionalismo en la Argentina de Fernando Devoto, o en Nacionalismo y antisemitismo en la Argentina de Daniel Lvovich. En el campo dedicado al mundo católico hubo también un prolífico desarrollo en esta área que ha demostrado la existencia de un movimiento heterogéneo, diferenciado de la estructura y las posiciones de la jerarquía eclesiástica. En el mismo sentido, han surgido nuevas preocupaciones en torno a las derechas latinoamericanas, como los estudios centrados en sus redes y sus vínculos (Bohoslavsky y Bertonha, 2016; Echeverría, 2016), que han podido evitar el determinismo europeo (Finchelstein, 2010), o como aquellos que examinaron la participación femenina e introdujeron abordajes de género sobre los discursos y las organizaciones. Finalmente, otros han rescatado el interés por nacionalistas, católicos y liberales respecto a interpelar al conjunto de la clase trabajadora, lo que en consecuencia llevó a una disputa con las diferentes fuerzas de izquierda desplegadas a lo largo del siglo XX (Rubinzal, 2012; Rapalo, 2012).

En este último terreno se inserta el presente dossier: aportar al conocimiento de este complejo mundo a partir de su relación con la clase obrera y con las izquierdas. Con ese fin cabe señalar que las diversas expresiones de las derechas –conservadores, nacionalistas, fascistas, integristas católicos, etc.– encuentran un punto en común: oponerse a toda manifestación que cuestione el orden social. Esto nos conduce a un breve repaso de su historia, ejercicio necesario a la hora de definir un actor heterogéneo tanto en experiencias como en tradiciones políticas, ideológicas y organizativas.

¿Acaso las derechas son un fenómeno del mundo contemporáneo? El gran parteaguas que significó la Revolución Francesa y las respuestas a las grandes transformaciones de la revolución industrial emergen como el punto de partida de la llamada reacción. El discurso de la derecha adquirió a fines del siglo XIX los tonos de un nacionalismo racial y excluyente y de la defensa del antiguo régimen, valor enarbolado también por la Iglesia católica. El llamado “trauma liberal”, o el comienzo de la “decadencia”, constituyó la definición inicial de su enemigo a combatir (Saz Campos, 2013). En paralelo, el patriotismo, el antisemitismo y la xenofobia confluyeron en la constitución de movimientos reaccionarios, entre los cuales se destacó la Action Française. Sin embargo, otras variables comenzaron a verse presentes. La búsqueda de una base obrera implicó en algunas expresiones de la derecha transitar cierto reformismo social y apropiarse de nombres y prácticas de las organizaciones socialistas, tal como señaló George Mosse en su estudio sobre Les Jaunes (los sindicatos amarillos). Con la encíclica Rerum Novarum (1891), la Iglesia católica reconoció la gravedad de la cuestión obrera y dotó a su movimiento de un programa reformista que defendía la propiedad privada como un derecho natural. Así, el papa León XIII dio cuerpo a una alternativa ante los planteos del socialismo y sentó las bases de la doctrina social.

El punto de inflexión que significó la Gran Guerra y la revolución bolchevique marcó el comienzo de una nueva etapa de extremismos dentro de conservadores y católicos. La posibilidad de erigir un nuevo orden económico-social, no simplemente político, se ubicó en el conjunto de peligros a combatir, de manera que la variable anticomunista comenzó a operar dentro del conjunto de las derechas como un nuevo elemento constitutivo del nuevo siglo (Traverso, 2005). De esa manera los fascismos buscaron erigirse como la verdadera alternativa “revolucionaria” en un escenario marcado por la posguerra y la crisis económica internacional, de acuerdo con Emilio Gentile en su Fascismo. Historia e interpretación. No obstante, se debe evitar observar a las derechas sólo en términos de ejecutoras de violencia política y analizar el desarrollo de elementos consensuales, como la elaboración de proyectos de representación gremial por parte de los nacionalismos reaccionarios latinoamericanos en los años 30. Así, la doctrina social continuó siendo la principal herramienta del mundo católico y de otros actores frente a la amenaza comunista, esta última concebida como una cosmovisión en competencia con el ideario cristiano.

La segunda posguerra, con el fin de la alternativa fascista y la consolidación del mundo bipolar, introdujo nuevos componentes y reorientó expresiones que pueden considerarse una continuidad con el escenario de entreguerras. La pacificación del llamado “mundo libre” aceptó el intervencionismo social del Estado limitando el alcance de las propuestas social-cristianas e incorporando la preocupación por la vieja cuestión obrera. Por otra parte, la extrema derecha debió abandonar la identificación con el fascismo y aggiornarse a una identidad democrática, al menos formalmente (Bohoslavsky, 2010). El peso de las transformaciones socioculturales de posguerra, así como los cambios en la juventud o el feminismo de la segunda ola, afectaron particularmente al tradicionalismo católico. Además, sucesos como la Revolución Cubana interpelaron, en particular en América Latina, a actores de extrema derecha como también a sectores del liberalismo conservador. Este último, crítico tanto de las políticas de bienestar como de los populismos de esa región (Vicente, 2015), encontró su propio giro a la derecha en el apoyo a medidas y procesos autoritarios.

Los artículos que componen este dossier, realizados por cinco especialistas en el área, reconstruyen en detalle distintas experiencias de la intervención de las derechas argentinas sobre la clase trabajadora en diversas regiones y momentos de la historia nacional. El ensayo de Miranda Lida repasa la relación entre el catolicismo y la clase obrera contemplando sus variaciones, alcances y limitaciones. De igual manera, el análisis sobre el Círculo de Obreros de Rosario a fines de los años 20, realizado por María Pía Martín, resulta un aporte relevante sobre esos vínculos. Asimismo, Mariela Rubinzal analiza la extrema derecha nacionalista y sus estrategias de interpelación a los trabajadores a lo largo de la conflictiva década de 1930. Por su parte, otras tácticas desplegadas en el mundo gremial por los católicos a partir de 1943 son estudiadas en los casos de Córdoba y Mendoza por Jessica Blanco. Finalmente, Silvia Simonassi examina las medidas desarrolladas por las patronales durante los años 60 según la lógica reaccionaria del anticomunismo de posguerra y del discurso liberal antisindical.

Referencias

Bohoslavsky, Ernesto (2010), “Las derechas en Argentina, Brasil y Chile (1945-1959): una propuesta comparativa”, Revista de História Comparada, 4-2, Río de Janeiro, pp. 19-42. – y João Fábio Bertonha (2016), Circule por la derecha. Percepciones, redes y contactos entre las derechas sudamericanas, 1917-1973, Los Polvorines: UNGS.

Echeverría, Olga (2016), “Las derechas de Argentina y Uruguay en tiempos de nazi-fascismos: radicalización, redefiniciones e influencias”, Oficina do Historiador, vol. 9, nº 1, enero-junio, Porto Alegre, pp. 151-170.

Finchelstein, Federico (2010), El fascismo transatlántico. Ideología, violencia y sacralidad en la Argentina transatlántica, 1914-1945, Buenos Aires: FCE.

Rapalo, María Ester (2012), Patrones y obreros, la ofensiva de la clase propietaria, 1918-1930, Buenos Aires: Siglo XXI.

Rubinzal, Mariela (2012), El nacionalismo frente a la cuestión social en Argentina (1930-1943), tesis doctoral, Universidad Nacional de La Plata.

Saz Campos, Ismael (2013), Las caras del franquismo, Granada: Comares.

Traverso, Enzo (2005), “Interpretar el fascismo. Notas sobre George L. Mosse, Zeev Sternhell y Emilio Gentile”, Ayer, nº 60: “República y republicanas en España”, pp. 227-258.

Vicente, M. (2015), De la refundación al ocaso: Los intelectuales liberalconservadores ante la última dictadura, La Plata-Los Polvorines: UNLPFAHCE-UNGS.


Organizadores

Mercedes López Cantera

Sabrina Asquini


Referências desta apresentação

CANTERA, Mercedes López;  ASQUINI Sabrina. Presentación. Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda, n.13, p. 9-12, sep. 2018/feb. 2019. Acessar publicação original [DR]

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