Las Historias que nos unen. Episodios positivos en las relaciones peruano-chilenas, siglos XIX y XX | Sergio González Miranda e Daniel Parodi

La Historia entre Perú y Chile, desde finales del siglo XIX, se encuentra marcada por la Guerra del Pacifico o también llamada Guerra del Salitre (1879- 1883), la cual estableció las políticas, la diplomacia, e inclusive la interacción entre ambos pueblos hasta nuestros días. Esta guerra sigue siendo una herida abierta para el caso peruano, y una gesta ‘gloriosa’ para el caso chileno. La Historia oficial se ha encargado de levantar este hecho como el ‘único’ o al menos el acontecimiento más historiable en la larga data de relaciones entre estos países vecinos. Precisamente el libro Las Historias que nos unen. Episodios positivos en las relaciones peruano-chilenas, siglos XIX y XX busca generar un nuevo análisis y una nueva perspectiva de las relaciones y la convivencia entre ambos países, pero esta vez resaltando, tal como lo dice su título, los hechos positivos que han sido olvidados por la historiografía oficial, pero que demuestran un carácter mucho más profundo en la interacción chileno-peruana.

Las Historias que nos unen. Episodios positivos en las relaciones peruano-chilenas, siglos XIX y XX en sus 633 páginas reúne 30 artículos de especialistas en la materia, tanto chilenos como peruanos, para que muestren todas aquellas historias que quizás para muchos sean tan solo pequenas historias, pero que sin embargo tienen el peso suficiente para demostrarnos que las relaciones entre chilenos y peruanos se han encontrado más cercanas a las relaciones de hermandad que a la separación y odiosidad generada a partir de la última guerra entre ambos países, hace ya más de 130 años, la cual sigue siendo tema recurrente en el último tiempo.

Este libro es una recopilación histórica de los hechos que unen tanto a chilenos como peruanos más allá de una convivencia fronteriza. Los artículos presentados se encuentran divididos en dos grandes temas: “Aspectos políticos, sociales y económicos” y “La vida cotidiana”.

La primera parte del libro nos presenta estudios que acentúan su análisis en la forma en cómo se aunaron fuerzas entre ambos países fronterizos para combatir enemigos en común, ya sea el virreinato español durante los procesos de independencia, o la ayuda prestada durante la guerra contra España (1865-1866); a su vez podemos apreciar la convivencia y confluencias llevadas a cabo a partir del intercambio político y social durante los exilios y la persecución política, así como también en las luchas sociales tanto en uno como en otro lado de la frontera. Otro hecho de relevancia que convocó tanto a chilenos como peruanos fueron las luchas sociales que se llevaron a cabo comenzando el siglo XX, por parte de los trabajadores de la zona de Tarapacá, especialmente los salitreros.

La segunda parte, enfocada en la vida cotidiana nos presenta hechos tan transversales y disímiles entre sí, pero que guardan relación en la confraternidad peruano-chilena. Las historias presentadas en este apartado atraviesan el deporte, la religiosidad, la música popular, las influencias culinarias y por último las familias binacionales; todos estos trabajos siempre desde la influencia y la convivencia entre ambos países del sur del pacífico. Esta segunda parte del libro, la cual atañe a los hechos de la vida cotidiana, nos presenta muchas de las influencias directas que la gente puede ver en la cotidianeidad hasta el día de hoy y que provienen de las relaciones sociales y culturales entre Chile y Perú.

El libro Las Historias que nos unen. Episodios positivos en las relaciones peruanochilenas, siglos XIX y XX nos deja en claro que las diferencias que se enarbolan tanto en este lado de la frontera como al norte de ésta, no son más que construcciones ideológicas elevadas precisamente para realizar una separación de ambos pueblos, para que de esta forma tanto chilenos como peruanos sean incapaces de trabajar en conjunto con un propósito a fin. Trabajo fraterno y de apoyo mutuo, que sí se llevó a cabo en el pasado tanto en el ámbito político, social como en lo cultural.

Por otra parte, este libro, nos recuerda que el norte de Chile una vez fue territorio peruano, por lo tanto la influencia socio-cultural de Perú en Chile es aún mayor de lo que se quiere reconocer. A la vez, en pleno siglo XXI, no podemos negar que las relaciones se llevan en una lógica transfronteriza en la cual lo cotidiano, ya sea la música que escuchamos, la comida, o la misma religiosidad han sufrido una transformación y han adoptado características extranjeras, en este caso específico,  por lo cual sin darnos cuenta como sociedad chilena poseemos mucha influencia positiva de Perú.

Por este motivo, este libro no debe quedar solo dentro del círculo academicista, debe difundirse dentro de la sociedad en su conjunto, como una herramienta sumamente útil, didáctica e inclusive, en ciertas ocasiones, pedagógica para así enseñarnos y mostrarnos las diversas implicancias y relaciones de hermandad que se han dado entre Chile y Perú. Con el fin de poder construir una sociedad más inclusiva y a la vez poder eliminar las viejas rencillas que poco o nada tienen que ver con la realidad actual de ambos países.

Los autores de esta obra nos dejan en claro que existen muchas más aristas de las que se creen en las relaciones chileno peruana, y que a la vez ambas sociedades comparten y poseen mucho más en común de lo que se cree. Por otra parte, al analizar todos los estudios presentados en este libro queda una tarea pendiente para las nuevas generaciones de historiadores, ya que ha quedado en evidencia el amplio campo existente entre las relaciones binacionales en cuestión, quizás resulta más fácil escribir desde el lugar común, historiar desde lo que nos ha dividido, en lugar de hacerlo desde lo que nos une; ahora ese es el reto, escribir e historiar desde lo ajeno, desde lo que siempre la historiografía tradicional y la escuela nos ha ocultado, y a la vez nos ha inculcado que es muy difícil que suceda: la cooperación entre dos naciones hermanas. Sin embargo esta obra es el fiel reflejo de la colaboración entre chilenos y peruanos, colaboración que se da en la gestación misma de este libro, el cual cumple a cabalidad su cometido de dejar en claro que Chile y Perú se encuentran más conectados que divididos, dejando atrás las rivalidades y heridas provocadas por una guerra fratricida acaecida hace ya más de 130 años.


Resenhista

David Robles Gatica – Licenciado en Historia Universidad Academia de Humanismo Cristiano. E-mail: [email protected]


Referências desta Resenha

MIRANDA, Sergio González; PARODI, Daniel. (Compiladores). Las Historias que nos unen. Episodios positivos en las relaciones peruano-chilenas, siglos XIX y XX. Santiago: Ril Editores; Universidad Arturo Prat, 2014. Resenha de: GATICA, David Robles. Tiempo Histórico. Santiago, n.7, p. 121-123, 2013. Acessar publicação original [DR]

Deixe um Comentário

Você precisa fazer login para publicar um comentário.