Sermones patrióticos en el comienzo de la República de Colombia, 1819-1820 | Armando Martínez Garnica

Decisiva fue la influencia ejercida por el estamento eclesiástico en Colombia durante las guerras de Independencia. Así entonces, las ceremonias religiosas fueron un componente vital, dado el poder que inspiraba la Iglesia y la amplia ascendencia que tenían los curas en cada población1. Sobre este particular, se refirió el historiador Hermes Tovar Pinzón: “Para una sociedad en la cual el púlpito era el mejor y más eficaz método de comunicación y, la religión el mejor método de control social y espiritual, el Estado no vaciló en emplearla cuando fue necesario”2.

Los actos litúrgicos llevados a cabo durante estos años entrañaban un trasfondo político en el propósito por afianzar las adhesiones. Un ejemplo de ello eran las frecuentes misas de acción de gracias por los triunfos militares y las rogativas. Vale mencionar además la habitual bendición y ayuda divina ofrecida a través de los sermones, por medio de los cuales se pretendía infundir en los habitantes los principios rectores del sistema político imperante y llenarlos de razones sobre los nefastos desatinos e injusticias de los adversarios3. Para ello, los oradores solían retomar pasajes bíblicos como base para sus disertaciones políticas4.

Tanto los realistas como los republicanos procuraron ganar legitimidad recurriendo a los argumentos de carácter religioso. Los primeros, usándola como instrumento de dominación al plantear que sin Rey no había fe católica y arremetiendo contra los aliados del movimiento independentista, tildándolos de pecadores e impíos. Los segundos, proclamando las naturales coincidencias entre el sistema americano y el cristianismo y, asimismo, impulsando una campaña anti-española que pretendía menoscabar el sistema político monárquico articulando el terror vivido durante el período de Reconquista con la destrucción y opresión impuesta por espacio de tres siglos de dominio hispánico5.

Las autoridades políticas y militares de la naciente República eran conscientes de la importancia de contar con la protección celestial y, por ello, no vacilaron en impartir instrucciones precisas a las instancias religiosas para acrecentar las oraciones y plegarias en torno a consolidar el proyecto político en marcha.

El 2 de diciembre de 1819, es decir casi cuatro meses después de la victoria obtenida en la batalla de Boyacá, el vicepresidente Francisco de Paula Santander ordenó desde el cuartel general de Santa Fe a todos los jefes militares y políticos para que se programara una rogativa con misa a las imágenes de los patronos de los pueblos, se cantaran letanías6 y preces invocando la protección celestial en favor del naciente gobierno y, para que además, los curas elevaran una exhortación en la cual se manifestara la concordancia del sistema de Independencia con la doctrina de Jesucristo y se alertara a los feligreses sobre los males que sufriría la Nueva Granada si sucumbía ante una nueva opresión española. A los mismos jueces y comandantes se les encomendó la tarea de asistir a dichas ceremonias y exigir a los religiosos copia escrita de estas plegarias para ponerlas en conocimiento del presidente Simón Bolívar7.

Al parecer, la orden del vicepresidente, que había sido notificada de manera inmediata a través del ministro del Interior Estanislao Vergara a todas las provincias8, no fue acatada oportunamente por todos los clérigos ante lo cual fue necesario lanzar advertencias e incluso imponer penas sancionatorias9. En el fondo, esto revelaba una compleja dinámica en la cual las convicciones vacilantes todavía prevalecían en estos primeros años de vida republicana.

Estas rogativas desarrolladas en aquellos territorios ya liberados de la zona andina central, occidental y nororiental se consideraban cruciales en momentos en que se hacían ingentes esfuerzos para legitimar el proyecto político republicano y en una coyuntura en la cual las huestes republicanas tenían pendiente el reto de liberar aquellos territorios, como la Costa Caribe y la provincia de Pasto en donde aún estaba viva la resistencia monárquica.

La Academia Colombiana de Historia y el Archivo General de la Nación aunaron esfuerzos con miras a entregarle a la comunidad académica la recopilación y transcripción de 199 de estos sermones patrióticos ordenados el 2 de diciembre de 1819, manuscritos que reposan en dos legajos empastados del fondo Libros Manuscritos y Leyes Originales de la República del Archivo General de la Nación. La compilación agrupa en dos volúmenes esta serie de textos predicados en los púlpitos entre diciembre de 1819 y agosto de 1820.

La obra va precedida de un completo y bien sustentado aparato crítico que inicia con una nota metodológica editorial escrita por el antropólogo e historiador Luis Horacio López Domínguez, le sigue un texto del padre jesuita Fernán González y finaliza con la introducción a cargo del historiador Armando Martínez Garnica, quien a su vez fue el responsable de la labor de compilación y de coordinar la transcripción de los sermones. Buena parte de estos sermones incluyeron algunos fragmentos en latín cuyas traducciones fueron cuidadosamente revisadas y comentadas por el profesor Jaime Escobar Fernández.

En su condición de coordinador editorial, López Domínguez traza en su extensa nota metodológica editorial un ejercicio exploratorio documental y bibliográfico como referencia externa al sermonario patriótico en el intento por mostrar al lector profano los antecedentes políticos, ideológicos, sociales, económicos y militares que pudieron impulsar al vicepresidente Santander a dictar la orden que daría lugar al sermonario producido en estos primeros años de vida republicana. A través del análisis del cruce epistolar sostenido entre él y el presidente Simón Bolívar, intenta López Domínguez desentrañar la influencia del poder militar en el nuevo orden institucional y el complejo y fluctuante manejo que ambos líderes del proyecto republicano le imprimieron a los asuntos eclesiásticos.

Al final de esta nota metodológica fue incorporado un anexo documental compuesto por una serie de cartas propuestas por el compilador y por el coordinador editorial con el ánimo de arrojar más luces sobre aquellas motivaciones que gravitaron alrededor de la iniciativa de ordenar las predicaciones y que muestran el ambiente previo de deterioro de las relaciones con el estamento eclesiástico y el conflicto político con el arzobispado.

Por su parte, el padre jesuita Fernán González hace una aproximación historiográfica a las complejas relaciones entre la Iglesia y el poder político desde el periodo de dominio hispánico hasta la República. El texto centra además su énfasis en los pensadores que incidieron en los predicadores y evidencia con ejemplos concretos la heterogeneidad de los clérigos neogranadinos y la polarización política imperante al interior de este estamento.

En la introducción, el compilador Armando Martínez Garnica expone una guía útil al lector al analizar en detalle el contenido de los sermonarios y el contexto histórico que varios de los predicadores incorporaron en sus sermones a modo justificativo. Identifica los antecedentes de algunos de ellos en cuestiones de lealtad política en cuanto a los dos bandos en contienda, realista y patriota. Profundiza además sobre los recursos empleados por los predicadores, desde las alusiones al derecho de gentes y el derecho natural hasta los pasajes bíblicos citados de manera recurrente, especialmente del Antiguo Testamento. Se constata así la forma como se emplearon varios argumentos y recursos religiosos para construir un relato que legitimara la lucha emancipadora.

Con el fin de organizar este repertorio de oratoria patriótica, el compilador decidió agruparlos espacialmente por cantones: Bogotá, Bosa, Cáqueza, Zipaquirá, Ubaté, Chocontá, Tunja, Sáchica, Turmequé, Chivatá, Paipa, Chita, Gámeza, Tenza, Sogamoso, La Mesa de Juan Díaz, Mariquita, La Palma y Guadua. Fueron incluidos otros sermones pronunciados en Los llanos del Casanare y en las provincias del Socorro, Pamplona, Neiva, Popayán y Antioquia.

En el marco de la conmemoración del bicentenario de la Independencia de Colombia, este acervo documental de sermones constituye una valiosa fuente de investigación desde diferentes disciplinas. Historiadores, sociólogos, politólogos y teólogos cuentan con un extenso material cuyo análisis de contenido sin duda arrojará luces sobre el trasfondo político de aquella oratoria de carácter sagrado en esta etapa crucial en el que se estaban cimentando las bases de la República.

Al contar ya con este completo cúmulo de sermones patrióticos, queda entonces abierto el desafío para trabajar en la recopilación y análisis de los sermones producidos por el bando realista, los cuales no han merecido el mismo interés por parte de los investigadores. Con ello, además de llenar un nuevo vacío y de posibilitar una vía fructífera de trabajo comparativo10, se estaría respondiendo al reciente llamado que han hecho algunos historiadores que abogan por un mayor equilibrio al momento de sopesar las fuentes de uno y otro bando, todo con miras a reconstruir de una manera más integral y fidedigna el complejo entramado del proceso de Independencia.

Notas

1 En relación con la amplia ascendencia política de los curas a nivel local, vale traer a colación la percepción del joven viajero francés Gaspard-Theodore Mollien, quien advertía la autoridad absoluta y el inmenso respeto que se les tributaba. Gaspard-Théodore Mollien, Viaje por la República de Colombia en 1823 (Bogotá: Tercer Mundo Editores, 1992) 369.

2 Hermes Tovar Pinzón, “Guerras de Opinión y Represión en Colombia durante la Independencia (1810-1820)”, Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, No. 11 (1983): 221.

3 Un análisis detallado sobre el alcance de los sermones difundidos por patriotas y realistas en territorio neogranadino, puede encontrarse en: Margarita Garrido, “Los sermones patrióticos y el nuevo orden en Colombia, 1819-1820”, Boletín de Historia y Antigüedades, Vol. XCI, No. 826 (2004): 461-483; Fernando Muñoz, “Aproximación al imaginario religioso del período independentista”, Historia y Espacio, No. 35 (2010): 177-200; Viviana Arce Escobar, “El púlpito entre el temor y la esperanza: ideas de castigo divino y misericordia de Dios en la oratoria sagrada neogranadina, 1808-1820”, Anuario Colombiano de Historia Regional y de las Fronteras, Vol. 17, No. 1 (2012): 77-107; José David Cortés Guerrero, “Los sermones en la Independencia colombiana. De la defensa del monarca español a la defensa de la república”, en Bernardo Tovar Zambrano (ed.), Independencia: Historia Diversa (Bogotá: Universidad Nacional, 2010), 151-182.

4 Véase: Viviana Arce Escobar, “La Biblia como fuente de reflexión política en los sermones neogranadinos, 1808-1821”, Revista CS, No. 9 (2012): 273-308; Ivonne Vera Prada, “Religión, imaginarios nacionales y ritualización como forma del orden público post independentista en Colombia, 1821-1826” (Bogotá: Documento CESO No. 67, Universidad de Los Andes, 2004), 18-22. 5 Hermes Tovar Pinzón, “Guerras de Opinión”, 222-223.

6 Plegarias compuestas por una serie de cortas invocaciones en las que los fieles rezan en honor a Dios, a la Virgen o a los santos.

7 “Decreto del general Santander”, 1819, Archivo General de la Nación (AGN), Archivo Anexo, Fondo Historia, tomo 26, ff. 487r, 522r; tomo 27, f. 234r.

8 En vista de que a la fecha del 19 de marzo de 1820 eran muy pocos los sermones que se habían remitido a las autoridades de la provincia de Antioquia, el comandante José María Córdoba instó al vicario superintendente para que fijara un plazo perentorio a los curas que aún no habían enviado el reporte so pena de una multa de 50 pesos. Archivo Histórico de Antioquia, Época Independencia, Fondo Independencia, tomo 879, ff. 183r-184r.

9 Pilar Moreno de Ángel (Comp.), Correspondencia y Documentos del General José María Córdova (Bogotá: Editorial Kelly, 1974), tomo I, 179.

10 Sobre el estudio y recopilación de sermones en los procesos independentistas hispanoamericanos, véase: Gérard Dufour, Sermones revolucionarios del Trienio Liberal (1802-1823) (Alicante: Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”, 1991); Gabriela Zayas, Introducción al estudio de la oratoria sagrada novohispana en la segunda mitad del siglo XVIII y primera década del XIX (Barcelona: Publicacions Universitat de Barcelona, 1991); Verónica Zaragoza, “La oratoria sagrada novohispana: una revisión bibliográfica”, en IX Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia (San Miguel de Tucumán: Universidad de Tucumán, 2007); Carlos Herrejón Peredo, Del sermón al discurso cívico: México, 1760-1834 (Michoacán: El Colegio de Michoacán-El Colegio de México, 2003); Ana María Martínez de Sánchez, El valor de la palabra en sermones patrios: ¿libertad o independencia? (Córdoba: Universidad Nacional de Córdoba, 2010).


Resenhista

Roger Pita Pico – Academia Colombiana de Historia, Bogotá. Correo electronico: [email protected]  ORCID: https://orcid.org/0000-0001-9937-0228


Referências desta Resenha

GARNICA Armando Martínez (Comp.). Sermones patrióticos en el comienzo de la República de Colombia, 1819-1820. Bogotá: Academia Colombiana de Historia-Archivo General de la Nación, 2020, 2 tomos.  Resenha de: PICO, Roger Pita. Historia y Espacio. Cali, v. 17, n. 56, p. 447-452, ene./jun. 2021. Acessar publicação original [DR]

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