As reduções da Companhia de Jesus na América Colonial: diálogos de realidades missionárias e debates intelectuais sobre a ação jesuística / Antíteses / 2018

Las reducciones de la Compañía de Jesús: una introdución

Las poblaciones indígenas de América, desde los comienzos de la empresa de Conquista, se constituyeron como un escollo para el avance de las principales potencias imperiales. Un impedimento que movilizó todo el aparato conceptual y jurídico del Viejo Mundo con el claro fin de la dominación y control de los nuevos y forzados súbditos. Para alcanzar estos objetivos España y Portugal dispusieron sobre el territorio de América del Sur una serie de dispositivos de poder con el claro fin de sujetar los ánimos de los nativos. Las reducciones jesuíticas fueron una de las herramientas tecno-bio-políticas desde las que se impulsó un proceso de aculturación, inacabado por cierto, que tenía como objetivo modificar prácticas y usos culturales propios de las poblaciones nativas. Sobre todo lo que se pretendía era controlar los inconstantes ánimos de indígenas que ralentizaban, cuando no impedían, el avance colonizador por medio de estrategias políticas que mostraban un alto grado de dinamismo político y cultural de su parte.

La Compañía de Jesús, desde sus comienzos misionales en América y desde la experiencia recabada mediante su actuación en los Andes y en las costas del Brasil, como dos centros desde dónde la Orden iniciaría su andar por el continente, proponía al misionero como el baluarte de un modo civilizatorio en dónde prácticas aglutinantes nativas, como las borracheras, la hechicería y las guerras no deberían de tener lugar dado que las mismas, según la justificativa construida por los ignacianos, hacían posible que los indígenas dieran rienda suelta a pasiones carnales que desembocaban en una indolencia idolátrica contraria al ideal de Humanidad al que se debería de arribar por medio de la reducción como práctica instrumental civilizatoria.

Las tan afamadas borracheras y las consecuentes prácticas asociadas a una expresión corporal orgíastica en donde sensualidad y violencia se conjugaban para un horror jesuítico que justificaba desde ese lugar su combate contra el demonio y por ende su presencia en tierras americanas en dónde el martirio podría acontecer sin más; la hechicería con sus formas y el rol protagónico que muchas mujeres detentaban en aquella práctica así como hombres especializados en la comunicación y tratamiento de lo divino y lo cosmopolítico disputando el rol de líder religioso de los sacerdotes y, la práctica de la guerra con una ceremonialidad, simbología y temporalidad propias –por momentos intencionalmente comprendidas de modo reduccionista pero descriptas con una sutileza notable- se conformaron como la contraparte de la tríada nominal que identificaba a los pueblos americanos considerados como ‘Sin Fe, Sin Ley y Sin Rey’.

Para alcanzar la civitas cristiana, entonces, había que evangelizar y eso suponía una transformación que generara una sociedad nativa de nuevo cuño. Un modelo de orden social que no eliminaba las jerarquías y distinciones sociales propias de la indianidad, si no que partía de dichas diferencias para proponer un nuevo ordenamiento que, bajo la tutela de los sacerdotes y su esquema de control administrativo, generaría una geografía social en donde aquellas prácticas, que parecen identificar y englobar a priori a la totalidad de los pueblos nativos americanos, perderían significado estético y las performances que las mismas estructuraban mudarían de sentido hasta desaparecer como tales. Quizás por ello la atención misional, manifiesta de modo condicionado en las instrucciones y crónicas redactadas durante la experiencia reduccional así como ya en el Exilio, fue puesta sobre los niños y en las mujeres; paradójicamente, los ‘ausentes’ en algunas lecturas e interpretaciones de las mismas crónicas ignacianas desde donde se obtiene la información necesaria para construir una historia de aquellos por medio de la exégesis de un reflejo indirecto de una sociedad que es descripta mayoritariamente desde la potencialidad heurística que detenta la guerra en la trama argumental de las etnografías culturales de marras.

La escritura jesuítica es un rasgo distintivo de la Orden, tanto por las normas que rigen aquella ‘escritura para mostrar’3 así como por las interpretaciones que se construyeron desde, incluso, los comienzos mismos de la Compañía. Si bien la Compañía de Jesús no fue la única orden que ha legado escritos4 que dan cuenta de un número importante de rasgos de los avatares sociales y políticos que experimentaron las colonias españolas y portuguesas, entre los que debemos de contar a las poblaciones indígenas y su relación con los dispositivos de poder coloniales, sí el empeño jesuítico por la necesidad de informar a sus Superiores parece ser el que más producción escrituraria ha legado y de lo que mayormente se han apropiado los investigadores preocupados por el pasado colonial.

El estado actual de las investigaciones que indagan sobre la Compañía de Jesús y su accionar misional reduccional, tan solo en América, exigiría una revisión que desbordaría en sí misma la propuesta de esta presentación así como los límites previstos para la misma por las nomas editoriales que las publicaciones académicas fijan. A pesar de ello y para brindar un marco mínimo de referencia sobre los aspectos abordados por la historiografía especializada, se impone mencionar, circunscribiéndonos a las obras publicadas recientemente así como de aquellas que ya poseen algunos años pero que aún resultan instigantes por sus resultados de investigación así como por las propuestas analíticas que impulsaron, las que dan cuenta de la expansión global de la Compañía de Jesús por el Orbe (FABRE; VINCENT, 2007) y cómo desde esa globalización se produjo una prolífica difusión y circulación de saberes locales que contribuyeron a la conformación y sostén de la globalidad como pretensión misma de la Orden(CASTELNAU-L’ESTOILE et al., 2011). Una circulación que, para un mejor contralor y funcionamiento de los miembros de la Compañía de Jesús, había dispuesto una serie de normas sobre las formas de la escritura5 así como el modo en que debía de circular esa información redireccionando toda la correspondencia hacia un centro prefijado: Roma(MORALES, 2005). Una centralización política que pretendía articular ideas y personas que conformaban los distintos Imperios de Ultramar (COELLO; JAVIER; MORENO, 2012).

Junto a todo ese arsenal de formas y normas para el control de las reducciones extraeuropeas se desplegó una notable actividad científica (FABRE; VINCENT, 2005), desarrollada por sus miembros, a los fines de alcanzar la sujeción de los nativos. Labor que se pone de manifiesto mediante un cúmulo de conocimientos obtenidos por medio de mecanismos científicos sistematizados y compartidos, en gran medida, por el mundo intelectual de aquella época (PRIETO, 2011). Una de estas labores científicas es la labor médico-botánica (FLECK, 2014, 2015) que tenía como fin brindar soluciones para el tratamiento de las dolencias que afectaban los cuerpos de nativos y europeos. Formas y modos de definición y ejercicio de la bio-política que antecede notablemente a la formulación foucaultiana. Para ponderar ampliamente el carácter de la presencia reduccional jesuítica se torna imperioso señalar que la misma se construyó a partir de un diálogo con las sociedades americanas; conversación en dónde éstas mostraron dinámica creadora y vitalidad a la hora de enfrentar sosiegos que colocaron las estructuras sociales nativas en un marco de tensión posible de ser superado, precisamente, por la vivacidad que caracteriza a la ontología amerindia.

El diálogo establecido entre miembros de la Compañía de Jesús y algunos sujetos de las comunidades indígenas americanas es posible de ser recreado mediante una exégesis de las normas y formas jesuíticas sobre la escritura, ya sea esta etnológica o de cualquier otro tipo. Si bien el registro de la interacción entre nativos y sacerdotes se muestra de modo dispar, inclinando el fiel de la balanza hacia el lado de la labor ignaciana, no podemos desestimar la presencia nativa en la toma de decisiones implementada por los jesuitas. Allí dos instancias necesitan ser revisitadas. Una de ellas, las fiestas y celebraciones indígenas (MARTINS, 2006) y, la escritura que cobró forma bajo la Letra de Índios (NEUMANN, 2015).

Es bien conocido ya que la escritura, como práctica institucionalizada, es a la Compañía de Jesús cuasi un fin en sí mismo así como se impone al investigador la labor de desentrañar los ribetes de un pacto etnográfico (KOPENAWA; ALBERT, 2015) que no parece, por momentos, desarrollarse sin que la intencionalidad propedéutica y epidíctica de la Compañía de Jesús intenten aminorar aquello que hoy consideramos como la capacidad de agencia de las poblaciones nativas. Cuestión que se sucede por la necesidad de captar voluntades nuevas en Colegios y establecimientos educativos de la Orden así como porque el modo en que fue pensado el registro de las actividades sociales imponía a los sacerdotes un modo de concebir el comportamiento indígena desde parámetros de pretensión inmovilista que circunscribían qué era considerado propio de bárbaros. En este sentido, desde los comienzos de las labores reduccionales y hasta los escritos producidos ya en el Exilio, los nativos son expuestos como sujetos que actúan en función de acciones y reacciones que, de desentrañar los impulsos que generaron aquellas, hacen posible al investigador construir explicaciones sobre el devenir de las comunidades indígenas así como indagar, crecientemente, en cómo la escritura jesuítica se presenta como un campo de estudio en sí mismo pero que no debe de replegarse constantemente sobre sí.

Durante el siglo XVIII, y a medida que nos acercamos al momento de la expulsión de los dominios americanos de España (1767) y Portugal (1759), la escritura, y por ende la profusión de documentación con la que contamos para nuestras investigaciones, parece, por un lado, alcanzar velocidades de circulación que refuerzan la idea de una empresa planetaria y, por otro, muestran una gama de conocimientos y matices sobre las sociedades americanas que señala una clara distinción con, por ejemplo, la escritura del siglo XVII. Así es como, entonces, contamos con un mayor caudal de investigaciones que reflejan lo acontecido durante el siglo XVIII. No obstante ello es necesario formular un llamado para la reflexión sobre cuántos tópicos propios del siglo XVII se hacen presentes durante el tiempo venidero y en qué medida los problemas de aquel tiempo se constituyen en sí mismo como barreras de contención que encauzan el registro ignaciano quitando entonces vivacidad al registro de lo acontecido. Siendo necesario, por lo tanto, descentrar nuestra mirada de aquellas cuestiones propiamente significativas para la Orden en la escritura que la misma realiza de sí misma y prestar mayor atención a la dinámica propia del mundo indígena latinoamericano en su convivencia con los distintos sectores de la sociedad colonial; incluso con otras Órdenes que significaban para la Compañía de Jesús un panóptico necesario de ser incorporado en los análisis de la escritura en sí misma. La escritura, no debemos de olvidar, poseía una clara intencionalidad que refleja, de modo indiciario, las disputas académicas y políticas en las que los black robes estaban insertos.

Si bien la escritura jesuítica es portadora de un cúmulo notable de reflexiones sobre el accionar misional reduccional, con sus indicaciones pragmáticas y sus disquisiciones teológicas, no todo el accionar reduccional debe de reducirse a la escritura jesuítica. De suceder aquella cuestión corremos el enorme riesgo de reducir una experiencia por demás vasta a una práctica institucionalizada dejando de lado la capacidad creadora de las sociedades nativas americanas. Por ello es que los artículos que aquí presentamos intentan dar cuenta, de forma somera por cierto, de aquellos asuntos y, lejos de agotar la problemática, esperamos que sean para el lector una instancia de generación de conocimientos así como, quizás, puntal inicial de nuevas investigaciones.

Bartomeu Melià abre la sección con una reflexión analítica profunda sobre la Escuela Ibérica de la Paz. Movimiento intelectual que debatía uno de los grandes problemas que planteó la Conquista: la libertad y el servicio personal de los indios. Allí el caso guaraní se constituye como un caso testigo, luego convertido en nodo argumental de la práctica reduccional, desde dónde se ensayaron mecanismos para que los indígenas no quedaran expuestos a la ambición de los conquistadores. Melià, para construir este análisis, formula un recorrido por aquellas autoridades intelectuales que se manifestaron para impedir la esclavitud indígena; confluyendo estos pensamientos en la Provincia del Paraguay, generando que las reducciones de guaranies se vincularan con algunas ‘extrañas y externas utopías’. Incluso, incidiendo en el devenir historiográfico así como en el imaginario social construido para con los jesuitas como custodios de la bondad nativa.

Natalia Aguerre discute, desde un enfoque propio de las Ciencias de la Comunicación, cómo algunos escritos realizados por la Compañía de Jesús, como por ejemplo las Cartas Annuas así como la Predicación del Evangelio en las Indias, fueron instrumentos estratégicos para la producción de conocimientos necesarios para la acción evangelizadora. En esa trama cobra centralidad la figura de Joseph de Acosta, SJ., quién fue el artífice del diagnóstico necesario para impulsar la evangelización indígena en un área como los Andes que se constituyó como la antesala sin la cual, sin lugar a dudas, las intervenciones realizadas entre los guarani, así como sobre otras poblaciones americanas, hubieran tenido un tenor distinto de aquel que conocemos. Aguerre propone entonces reflexionar sobre algunos de los tópicos que se encuentran en un documento imposible de no ser consultado por cualquier estudio que tenga a las poblaciones indígenas como centro de una investigación; esto último si es que es posible indagar a la Orden sin confrontar las políticas ensayadas por los nativos en el curso de la presencia ignaciana en suelo americano.

La utilidad estratégica y performativa de la escritura producida por la Compañía de Jesús hemos de encontrarla, una vez más, en el artículo de Carlos Page. El autor se detiene a indagar en el proceso de re-construcción de la vida de dos jesuitas, Pedro Correia y João de Sousa, y cómo es que su muerte, en condiciones que la califican como martirio, fue narrada en una primera instancia por José de Anchieta al mismo Loyola por medio de una carta. En este estudio lo que el lector encontrará es una erudita reconstrucción de las trayectorias individuales y de la apropiación edificante que la Compañía de Jesús hace de ellos. Un artículo tan bien documentado como necesario para cuestionar las relaciones sociales constituidas con distintos grupos nativos con los cuales se tenían vínculos de carácter inestable y que necesitaban, por ende, de una mayor conversación. El martirio, desde su utilidad pedagógica, atraía nuevas voluntades para la Compañía, por la vía de la lectura edificante que se realizaba en los establecimientos educativos de la Compañía, al mismo tiempo que ayudaba a consolidar imágenes estáticas sobre los comportamientos nativos. Los cuales podemos confrontar por medio de exégesis que briden claves para comprender los mecanismos argumentales de aquellos escritos.

La práctica catequética fue el instrumento por antonomasia desde dónde se intentó deculturar a los indígenas para que depusieran aquellas actitudes hostiles que costaban la vida de insignes soldados de Loyola. Por ello la importancia de los catecismos redactados para diversos grupos étnicos como se observa por ejemplo, durante la porción central del siglo XVIII, en aquel destinado para la evangelización de grupos kiriri que habitaban porciones de los actuales estados de Bahia y Serpige en Brasil. Prospectar formas, modos y expresiones del lenguaje siempre es por demás útil a la hora de conocer algunas de las percepciones de los misioneros sobre los grupos indígenas y cómo es que estos vivían en sus estados de ‘gentilidad’. Silva Mecenas parte desde este planteo inicial para brindar explicaciones sobre cómo fueron abordadas ciertas prácticas nativas que debían dejarse de lado para alcanzar réditos en aquellas porciones de la cristiandad; práctcias que pujaban por mantenerse en actividad y desafiando la autoridad del misionero.

Protagonismo guaraní, de Cristo, Laroque y Machado, vuelve a colocar a aquellos indígenas en el centro de los análisis históricos, interpelando a los mismos desde una perspectiva etnohistórica; la misma que anima y dinamiza la mayoría de los debates historiográficos a los que hemos hecho referencia a lo largo de esta presentación. El Protagonismo, aquí, se hace presente desde un ingenioso abordaje sobre el ‘modo de ser guarani’ para adentrarse en conflictos propios de la sociedad nativa. Las disputas entre líderes nativos especializados, unos, en la administración de las relaciones sociales que podemos llamar, de modo reduccionista por cierto, como política y, otros, sindicados como aquellos encargados de la vida espiritual de la comunidad indígena, son expuestas claramente en la Carta Annua de 1635. Desde allí entonces los autores, sugestivamente, retoman cómo esta conflictividad incide y se manifiesta en la capacidad de formular alianzas con distintos sectores de la sociedad colonial. Dinamizando de este modo la política guaraní y ajustando la misma a intereses particulares de un determinado sector. Aspecto siempre necesario de ser tomado en cuenta al momento de reflexionar sobre el contexto que expone la documentación jesuítica.

La salud de las poblaciones indígenas coloniales, así como de los pobladores del continente, fue una preocupación constante de la Orden; problema que se resolvió, de modo local, mediante la elaboración y circulación de obras referidas a la materia médica, como en el caso del Libro de Medicina recuperado desde el acervo documental de un Convento franciscano en la actual Catamarca (Argentina) y, estudiado por Deckmann Fleck y Obermeier. Un libro de medicina, como demuestran los investigadores por medio de una notable y sutil erudición, es un modo de acceder no sólo a los problemas de salud de las poblaciones para las cuáles fue pensado si no que permite hacer cuestionamientos sobre un problema de investigación que cada día reclama mayor atención y espacio: el cuerpo; considerando a este no sólo como un medio físico de expresión, negociación y control si no como una clave analítica para indagar sobre quién lo describe y quién aporta las informaciones sobre el mismo. Generando entonces un cruce de miradas –la del informante y de quién redacta- sobre qué aspectos son relevantes y necesarios de ser cuestionados, posibilitando además ponderar al cuerpo como una producción textual dado el peso que se puso en la descripción del mismo mediante estrictas descripciones de síntomas, patologías y conformaciones del mismo. Incluso del de las mujeres haciendo notar los autores sobre la necesidad de indagar más sobre ellas en la vida reduccional –aunque, como señalamos, no contamos aún con demasiados trabajos al respecto.

Da Silva y Lourenço, por su parte, analizan el periódico Mensageiro do Coração de Jesus; publicación utilizada como tribuna para formular críticas contundentes a la sociedad laica y sobre todo al modelo de Estado laico que Brasil poseía. Desde aquella publicación los jesuitas llamaban la atención sobre la relación conflictiva que existía entre religión y política, lo cual se había manifestado por medio de una turbulenta convivencia entre distintas expresiones confesionales hasta la conformación del Estado republicano. Cuestión que señala, claramente, cómo la Compañía de Jesús, a su regreso a Brasil, durante la segunda mitad del siglo XIX, fue un actor que detentó una fuerte impronta modernizadora al indicar cuáles aspectos conflictivos necesitaban corregirse, desde su criterio, para alcanzar el desarrollo y modernización del país. Esta ingerencia en la discusión sobre la convivencia de múltiples expresiones religiosas, sin lugar a dudas, es por demás importante de ser considerada no sólo como un aspecto del pasado sino como una clave analítica para proponer salidas a problemas que se encuentran presentes en la actualidad de nuestros países. Los mismos que cobran materialidad cuando algunas voces alzan críticas sobre el accionar de la Iglesia Católica y desde algunos sectores de la sociedad se quiere acallar formas de expresar dichas críticas impidiendo, en buena medida, una convivencia fundada en la multiplicidad de aquellas expresiones religiosas que conviven bajo el paraguas de la forma de Estado-Nación actual.

Cierra este Dossier una Entrevista realizada vía Skype a nuestro amigo y colega Prof. Dr. Alexandre Coello de la Rosa; Profesor Agregado en el Departamento de Humanidades en la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona (España). Autor de reconocidas investigaciones sobre el accionar de la Compañía de Jesús en Perú, Manila, Filipinas así como sobre Antropología Histórica y temas tan controversiales como actuales y polémicos: la corrupción. En esta oportunidad podemos acceder a algunas reflexiones de tan prestigioso y egregio investigador sobre el quehacer historiográfico vinculado a la Orden así como nos aporta prolíficas sugerencias para el trabajo a futuro tanto sobre el devenir de las investigaciones sobre la Compañía de Jesús así como sobre los mundos indígenas americanos. Por eso es que invitamos a leerla con el mismo placer que para nosotros significó realizarla. Contar con miradas de especialistas que colocan su interés sobre porciones del territorio consideradas marginales, en su tiempo, por la Compañía de Jesús, hace posible poner a prueba la idea de globalidad y circulación de saberes que anima la discusión historiográfica más reciente.

Notas

3. MORALES, Martín María. A mis manos han llegado. Cartas de los PP. Generales a la antigua Provincia del Paraguay (1608- 1639). Monumenta Historica Societatis Iesu. Nova Series, vol. I, Universidad Pontificia Comillas, Institutum Historicum Societatis Iesu, Madrid-Roma, 2005. La idea de una ‘escritura para mostrar’, hace referencia a una de las Instrucciones que Polanco, SJ, en 1547, exponía en sus Reglas acerca del Escribir para los de la Compañía. Allí se hace referencia a que el contenido de la documentación general remitida por los miembros de la Orden a sus superiores debía de manifestar el registro de acciones edificantes, o algunos avatares propios de la experiencia reduccional, que no comprometieran a la Compañía de Jesús ante alguna autoridad que pudiera sentirse cuestionada por los juicios de los ignacianos. Toda aquella información crítica hacia alguna persona o política implementada a contramano de los intereses jesuíticos debía de hacerse circular mediante hijuelas. Escritos que debían de remitirse por separado de la correspondencia ordinaria. Por ello no debe de olvidarse que la escritura institucional de la Compañía de Jesús es sólo un registro sesgado de los acontecimientos que narra.

4. Sobre este aspecto particular sugerimos consultar Palomo (2016).

5. Fernando Torres-Londoño nos recuerda que la Compañía de Jesús “nasceu e se estendeu no século XVI a quatro continentes sob o dominio da escrita” (TORRES LONDOÑO, 2002, p. 13). El propio fundador de la Compañía de Jesús, en las Constituciones, llamaba la atención sobre el hecho de que la “unión de los ánimos” se vería favorecida por medio de la escritura así como la uniformidad de vida y doctrina. Juan Alfonso de Polanco, secretario de Loyola, quién escribía en su nombre, instruyó a los jesuitas a que mantuviesen una práctica epistolar entre sí y con las autoridades de la Orden; entendiendo a la práctica epistolar como un medio de edificación y mutua consolación.

Referências

CASTELNAU-L’ESTOILE, Charlotte de et. al. (Ed.). Missions d’evangelization et circulation des savoires (XVIe-XVIIIe siècle). Madrid: Casa de Velázquez, 2011.

COELLO, Alex; JAVIER, Burrieza Sánchez; MORENO, Doris Moreno (Coord.). Los jesuitas en imperios de ultramar: siglos XVI-XX. Madrid: Sílex, 2012.

FABRE, Pierre-Antoine; VINCENT, Bernard. Missions religieuses modernes: notre lieu est le monde. Roma: École Française de Rome, 2007.

FLECK, Eliane Deckmann. As artes de curar em um manuscrito jesuítico inédito do setecentos: o Paraguay natural ilustrado do padre José Sánchez Labrador (1771-1776). São Leopoldo: Oikos, 2015.

FLECK, Eliane Deckmann. Entre a caridade e a ciência: a prática missionária e científica da Companhia de Jesus (América platina, séculos XVII e XVIII). São Leopoldo: Oikos, 2014.

FIGUEROA, Luis Millones; LEDEZMA, Domingo. El saber de los jesuitas, historias naturales y el nuevo mundo. Madrid: Iberoamericana, 2005.

KOPENAWA, Davi; ALBERT, Bruce. A queda do céu: palavras de um xamá yanomami. São Paulo: Companhia das Letras, 2015.

MARTINS, Maria Cristina Bohn. Sobre festas e celebrações: reduções do Paraguai. Século XVIIXVIII. Passo Fundo: UPF; ANPUH RS, 2006.

MORALES, Martín María. A mis manos han llegado: cartas de los PP. Generales a la antigua Provincia del Paraguay (1608-1639). Madrid: Universidad Pontificia Comillas, Institutum Historicum Societatis Iesu, 2005. (Monumenta Historica Societatis Iesu, Nova Series, v. 1).

NEUMANN, Eduardo. Letra de índios: cultura escrita, comunicação e memória indígena nas Reduções do Paraguai. São Bernardo do Campo: Nhanduti, 2015.

PALOMO, Federico. Written empires: franciscans, texts, and the making of early modern iberian empires. Culture & History Digital Journal, Madrid, v. 5, n. 2, Dec. 2016. Disponível em: . Acceso el: 15 mar. 2018.

PRIETO, Andrés. Missionary scientists: jesuit science in spanish south america, 1570-1810. Nashville: Vanderilt University Press, 2011.

TORRES LONDOÑO, Fernando. Escrevendo cartas: jesuítas, escrita e missão no século XVI. Revista Brasileira de História, São Paulo, v. 22, n. 43, p. 11-32, 2002.

Maria Cristina Bohn Martins – Professora Doutora. UNISINOS. E-mail: [email protected]

Carlos Daniel Paz – Professor Doutor. FCH-UNCPBA. E-mail: [email protected]  e [email protected]

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A Companhia de Jesus e a política da Ilustração / História Unisinos / 2009

Em 1759, o Império Português expulsava de seu Reino e de suas colônias, a Companhia de Jesus. Logo depois, em 1767, esta medida seria seguida pela Espanha. Por ocasião da passagem dos 250 anos da expulsão dos jesuítas do Brasil –, o Dossiê A Companhia de Jesus e a política da Ilustração se propõe a reflexão sobre a construção discursiva de que foi alvo este tema tão caro às historiografias europeia e americana, sobre seus condicionantes históricos e sua inserção nos debates científicos e político-filosóficos que caracterizaram o Iluminismo na segunda metade do século XVIII. Há algum tempo, os esforços de reflexão sobre a temática têm se valido da renovação teórica e metodológica do campo historiográfico para atualizar sua agenda de pesquisa, o que pode ser observado nos artigos a seguir.

O primeiro artigo, de Adone Agnolin, enfoca a batalha antijesuítica travada no Oriente no contexto da Ilustração, a partir da análise da tragédia A Viúva do Malabar ou o Império dos Costumes, escrita pelo poeta e dramaturgo francês Antoine-Marin Le Mierre, em 1770. Nesta peça, segundo o autor do artigo, estaria refletida a disputa relativa ao projeto da missionação jesuítica na Índia do começo do século XVII, o qual teria se encerrado drasticamente – vinte e seis anos antes da encenação da tragédia – com a Constituição Apostólica Omnium Sollicitudinum, do papa Bento XIV.

Beatriz Helena Domingues e Breno do Santos avaliam a influência do pensamento ilustrado – em voga na Europa em meados do século XVIII – nas cartas escritas pelo padre David Fáy aos seus familiares húngaros, desde a Vice-Província Jesuítica do Maranhão e Grão-Pará, durante o ano de 1753. Nelas, os autores se propõem a diagnosticar a ocorrência de uma assimilação – ainda que seletiva e católica – de algumas ideias caras à Ilustração, visando relativizar a tradicional abordagem que atribui, à Companhia de Jesus, uma visão retrógrada e resistente às mudanças, tributária de uma tradição “medieval católica” e “barroca”.

O artigo de Carlos Engeman, Cláudia Rodrigues e Marcia Amantino se detém na análise da documentação relativa à administração da Fazenda de Santa Cruz – com sede no Rio de Janeiro – referente aos anos de 1793 a 1804, procurando evidenciar e justificar a retomada de algumas práticas administrativas jesuíticas num contexto de Ilustração e de anti-jesuítismo, por seu administrador Manuel Martins do Couto Reis.

Carlos Paz parte de uma caracterização das transformações sociais e econômicas experimentadas pelas populações indígenas que ocupavam as fronteiras santafesinas do Chaco argentino devido à instalação das reduções jesuíticas na região, durante a primeira metade do século XVIII, para refletir sobre as rupturas e as continuidades que as relações sociais engendradas entre os Abipones – delineadas durante o período jesuítico – sofreram após a expulsão da Companhia de Jesus.

O artigo de Antônio Astorgano Abajo enfoca os efeitos que a política repressiva pombalina exerceu sobre a produção literária dos jesuítas portugueses expulsos, a partir do exame da Biblioteca jesuítico-española, organizada pelo padre jesuíta Lorenzo Hervás y Panduro, e do Diário escrito pelo também jesuíta Manuel Luengo. Apresenta-nos não apenas um criterioso levantamento da literatura produzida por membros da Companhia de Jesus no exílio, como também uma ampla caracterização do panorama intelectual europeu da segunda metade do século XVIII.

Na seção Notas de Pesquisa, Josefina Cargnel apresenta a investigação que vem desenvolvendo sobre as obras Historia de la Conquista del Paraguay, Río de la Plata y del Tucumán, escritas por dois eminentes historiadores jesuítas do século XVIII – Pedro Lozano e José Guevara –, a partir das reflexões teórico-metodológicas propostas por Roland Barthes para a análise da escrita jesuítica.

Duas resenhas sobre obras recentemente publicadas completam o dossiê.

O presente número publica ainda, na seção Artigos, o texto A inserção dos pentecostais na política: uma ameaça à democracia? de autoria de Valdir Pedde e Everton Santos.

A Comissão Editorial


Comissão Editorial. Apresentação. História Unisinos, São Leopoldo, v.13, n.3., setembro / dezembro, 2009. Acessar publicação original [DR]

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