History in the age of abundance? How the web is transforming historical research | Ian Milligan

En History of the age of abundance? How the web is transforming historical research, Ian Milligan sostiene que enfrentamos un cambio de escala en el registro histórico que fue afectado, sobre todo, por la llegada de los repositorios nacidos digitales. En términos del autor, la edad de la abundancia o la era de la Big Data implican un acceso a los datos de una magnitud inabordable con los métodos tradicionales, pues actualmente son incluidas en la web los relatos de millones de personas que antaño quedaban por fuera de la historiografía. La preocupación de Milligan se encuentra en relación con sus trabajos previos sobre la historia canadiense y las fuentes digitales. En efecto, el libro presenta un estilo de escritura en la que predominan ejemplos de pesquisas que ponen de manifiesto los desafíos del trabajo histórico.

Los primeros dos capítulos de la obra están centrados en un problema fundante de los estudios históricos de Internet: la naturaleza moderna, dinámica y personalizada de la web elude inherentemente la preservación. En Exploding the Library, el primer capítulo, Milligan presenta de manera acotada, pero precisa, conceptos claves como Internet, web, hipertexto y lenguaje de marcado, siempre acompañados de una breve genealogía de los mismos. La web es definida como un conjunto de documentos conectados que pierde su efectividad si se la considera a partir de secciones pequeñas y aisladas, de allí la principal dificultad en su conservación. Según el autor, el trabajo con archivos web involucra el manejo de ciertos conocimientos técnicos ya que si no se archivan todas las páginas que se encuentran por detrás de los enlaces de un sitio, gran parte de la información se pierde. Lo mismo sucede con el lenguaje de marcado HTML que permite entender de qué manera se escriben las páginas web, ya que es aquello que codifica los recursos multimedia que se muestran en los navegadores. Sin embargo, esto no es ninguna novedad para la historia, dice Milligan, pues aprender a leer el código de marcado es similar a los estudiosos clásicos que aprenden griego o latín para comprender sus fuentes. Leia Mais