Los miedos sin patria. Temores revolucionarios en las independencias ibero-americanas | Manuel Chust e Claudia Rosas Lauro

Quienes hacen investigación histórica saben que ciertos asuntos del pasado, ese país extraño del que hablara David Lowenthal, resultan particularmente escurridizos desde el mismo momento en que se intenta identificarlos. Entre ellos están las emociones y los sentimientos colectivos, temas difusos, a veces inasibles, que con éxito dispar han sido analizados por diferentes vertientes de historia social, historia cultural, historia de las mentalidades, de la vida privada, de las religiones y del arte.

Ese interés no es nuevo en la historiografía atlántica. Durante las décadas de 1930- 1940, varias publicaciones de Georges Lefebvre, Marc Bloch y Lucien Febvre —a las que podríamos añadir, con sesgo más antropológico y sociológico, escritos de Norbert Elias y Marcel Mauss—, echaron los cimientos de lo que sería una vasta y plural producción posterior. Desde entonces el miedo, sobre todo en su estrecha asociación con procesos violentos e inciertos como las revoluciones, ha ganado terreno como objeto de estudios históricos. En el último medio siglo se ha ido configurando el campo de la emocionología y la comunidad emocional; Barbara Rosenwein, Peter Stearns o William Reddy, entre otros, se ocupan de las emociones en cuanto construcciones culturales interactuantes con el cambio social en universos tan diferentes entre sí como la Europa medieval y la Norteamérica de entreguerras. Leia Mais