Laboratorios en la selva: campesinos mexicanos/proyectos nacionales y la creación de la píldora anticonceptiva | Gabriela Soto Laveaga

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Gabriela Soto Laveaga | Imagem: Duke University

La producción global de hormonas esteroides sintéticas entre las décadas de 1940 y 1970 alteraron de manera profunda la medicina moderna, posibilitaron importantes avances en la terapéutica de diferentes enfermedades y permitieron que millones de mujeres asumieran el control de su reproducción debido a la fabricación de anticonceptivos orales. En este cuidadoso y original estudio, publicado por primera vez en inglés en 2009, Gabriela Soto Laveaga analiza con detalle y detenimiento cómo múltiples actores formaron parte de la búsqueda, comercialización, traslado y transformación del barbasco en la materia prima para la producción de hormonas esteroides a nivel global durante buena parte del siglo pasado. Presta cuidadosa atención a las labores, disputas y negociaciones entre diferentes laboratorios y compañías farmacéuticas mexicanas e internacionales, estudia los trabajos realizados por químicos, biólogos, botánicos, médicos y otros científicos de diferentes nacionalidades en torno al barbasco y las hormonas esteroides sintéticas, y sobre todo, destaca la cotidiana y creciente participación de miles de campesinos procedentes de algunos de los estados más pobres de México, los que durante años buscaron, recolectaron y comercializaron el barbasco.

Laboratorios en la selva Camponeses MexicanosUn argumento central de este importante estudio es que los cambios y las innovaciones científicas en torno a los esteroides sintéticos difícilmente habrían acontecido sin la participación de los habitantes de las regiones húmedas y tropicales de los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas, y en particular los de Oaxaca. La autora narra y expone con claridad cómo los campesinos de esos estados conocían las condiciones del suelo, los ciclos de crecimiento del barbasco y, en ocasiones imperceptibles, las distinciones entre las diferentes especies de tubérculos que crecían abundantemente en esos estados. Lo anterior la llevó a cuestionar la centralidad que la historia de la ciencia ha otorgado al trabajo al interior del laboratorio y a la investigación científica en general, así como a destacar la importancia que reviste considerar y analizar el “poder social maleable y transformativo de la ciencia una vez que deja los confines del laboratorio” ( Soto Laveaga, 2020 , p.24). Asimismo, y a lo largo de su estudio, cuestiona una afirmación de larguísima historia: la “ciencia solo se podía copiar, más no producir en América Latina, una región que para muchos se encontraba en el mejor de los casos en la periferia de la generación de conocimiento” ( Cueto, 1989 , p.18). Leia Mais