Exploration/religion and Empire in the sixteenthcentury Ibero-Atlantic world: a new perspective on the history of modern Science | Mauricio Nieto

La era de los descubrimientos supusieron una transformación social y cultural del continente europeo, relacionada con la aparición de nuevos actores y su geografía. América, y su relación con Europa, produjo cambios estructurales. Dentro de este proceso, el conocimiento producido en el siglo XVI por cosmógrafos, pilotos, cartógrafos y cronistas fue fundamental para consolidar del proyecto imperial español sobre el Nuevo Mundo. El desafío más grande de tal expansión imperial y religiosa fue el problema de “controlar a distancia”. Este, que es esencialmente un problema de comunicación, no se puede pensar desde la historia de la ciencia sin referirse a la relación entre religión, exploración e imperio. Mauricio Nieto (2022) nos relata el proceso de conquista y expansión española como una empresa enfocada en la identificación y el control de una ruta para realizar el cruce atlántico de manera segura y consistente durante el siglo XVI. Esta empresa necesitó la creación de complejas redes tecnológicas e instituciones dirigidas a solucionar tal desafío, y a sostener el imperio y sus relaciones en los territorios de ultramar, dominando el mar con sus barcos. Leia Mais

The religion of life: eugenics/race/and Catholicism in Chile | Sarah Walsh

Las trayectorias biográficas del ex dictador militar Augusto Pinochet y el ex presidente socialista Salvador Allende parecen tener puntos de encuentro. Ambos, nacidos en las primeras décadas del siglo XX, fueron testigos de una serie de cambios culturales, políticos y sociales en la historia contemporánea de Chile. Pinochet y Allende realizaron sus estudios secundarios en prestigiosos colegios en la ciudad de Valparaíso, y ambos compartieron valores sociales que emergieron como ejes claves del bienestar del país: la familia, los vínculos matrimoniales y el compromiso público por la nación. Leia Mais

Corpos inscritos: vacina e biopoder: Londres e Rio de Janeiro/ 1840-1904 | Myriam Bahia Lopes

O livro Corpos inscritos: vacina e biopoder: Londres e Rio de Janeiro, 1840-1904, da historiadora Myriam Bahia Lopes (2021), resulta de uma pesquisa pioneira sobre a vacinação antivariólica, esse “monumento da medicina científica”. Sua leitura é essencial para compreender as raízes históricas dos debates entre aqueles que são favoráveis e os que são contrários às vacinas. Mais do que isso: além de explicar posições científicas e ideológicas, recuperando a história das lutas em prol da vacinação, Myriam interroga com habilidade os interesses em jogo na construção de diversas experiências fundadoras da modernidade, tais como a formação da opinião pública, as tentativas de estabelecer um biopoder em meio às propostas de higienização e de saneamento urbanos, assim como o campo das disputas científicas fomentado pela imprensa dos dois últimos séculos. E ainda: o livro ensina o quanto as desconfianças em torno da vacinação possuem uma longa e movimentada história, tecida em meio à persistência de antigos receios diante da ameaça do contágio, mas também atravessada pela progressiva invenção de novas técnicas de imunização. Em vez de seguir uma suposta linearidade dos fatos, a autora apresenta um rico mosaico de narrativas médicas, políticas e jornalísticas, propondo hipóteses e questionamentos tão instigantes quanto essenciais para o entendimento da história do corpo e da vida urbana. Leia Mais

Clínica/laboratório e eugenia: uma história transnacional das relações Brasil-Alemanha | Pedro Muñoz

Pedro Muñoz is a young historian and psychologist who is influenced by the philosophy of Michel Foucault. Clínica, laboratório e eugenia: uma história transnacional das relações Brasil-Alemanha ( Clinic, laboratory and eugenics: a transnational history of Brazil-Germany relations ) is a partially modified version of his PhD dissertation, part of which he conducted at Freie Universität Berlin with a scholarship from the Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (Capes) and Deutscher Akademischer Austauchdienst (Daad). His youth belies a classical approach to historiography. He is not a Rankean historian looking for absolute truths, but a creative researcher with a genuine appreciation for old and yellowed paper. For his dissertation and book, Muñoz visited 11 German archives and perused different issues of 23 journals. Leia Mais

Psiquiatria e política: o jaleco/a farda e o paletó de Antônio Carlos Pacheco e Silva | Gustavo Querodia Tarelow

Antonio Carlos Pacheco e Silva (1898-1998) nasceu no limiar do século, filho de abastada família paulista. Em seus textos memorialísticos, o renomado psiquiatra relatou o ambiente que o esperava quando veio ao mundo na capital de São Paulo: um lar “puro e coeso” ( Tarelow, 2020 , p.40). De certa forma, na obra Psiquiatria e política: o jaleco, a farda e o paletó de Antonio Carlos Pacheco e Silva, notamos que as noções atribuídas a esse lugar doméstico – “pureza” e “coesão” – serviram como coordenadas para suas atividades médicas e políticas ao longo da vida. Nelas se pautaram seu investimento em um ideal de povo brasileiro e suas contribuições como intelectual, principal tema que percorre a obra de Tarelow. Leia Mais

The gray zones of medicine, healers and history in Latin America | Diego Armus e Pablo Gómez

Detalhe de capa de The gray zones of medicine healers and history in Latin America
Detalhe de capa de The gray zones of medicine, healers and history in Latin America

En los últimos años, los historiadores sociales de la medicina se han interesado en las ideas y prácticas de la medicina no oficial, a veces llamada medicina popular, mostrando la inestabilidad de la medicina ortodoxa occidental defendida por profesionales formados y celebrados en las universidades (Farias, 2012Buisan, 2019; Hernández Berrones, Palma 2019; Sowell, 2001). Estos estudios demuestran que no existió una sola medicina popular, indígena o afroamericana, tampoco existió un solo tipo de practicante (podían ser curanderos, hueseros, parteras, homeópatas, herbolarios, creadores de remedios mágicos, o una combinación de lo anterior) y que estos podían tener un rol importante fuera de la medicina. Podían ser líderes entre las personas esclavizadas, conocidos vendedores de remedios y otras mercancías, líderes religiosos y hasta políticos. Desde un punto de vista metodológico, estos estudios han consolidado nuevas formas de investigación como la historia oral, la búsqueda sistemática de informaciones en noticias periodísticas o la indagación en los archivos para trabajar con los juicios. De esta manera, han permitido registrar las opiniones no oficiales sobre la salud y las epidemias que generalmente no aparecen en los materiales impresos de la época o en las fuentes primarias más convencionales de las instituciones médicas oficiales.

Este libro (Armus, Gómez, 2021) viene a enriquecer esta literatura con una serie de ensayos sobre diversos personajes en Argentina, el Caribe, Colombia, Guatemala, México, Perú, la República Dominicana y Brasil. En términos temporales, los estudios cubren desde el periodo del siglo XVII hasta la actualidad. Los editores del libro y los autores de los capítulos son distinguidos historiadores latinoamericanos y norteamericanos que ya han producido trabajos importantes en esta área de estudios. Todos los personajes que aparecen en los capítulos son figuras fascinantes y es importante destacar la participación de mujeres. Muchos de ellos eran itinerantes, se preocuparon más de la legitimidad popular de sus intervenciones que de las aprobaciones del poder, tuvieron una importancia fundamental en la resistencia a la esclavitud, explotación y discriminación y mantuvieron generalmente una estrecha relación con la religión. Según los editores, los personajes estudiados desafiaron el control y la persecución por parte de autoridades políticas y eclesiásticas quienes a veces los toleraban y en otras ocasiones no dudaron en condenarlos moralmente y en criminalizarlos. Como resultado, el conocimiento sobre el cuerpo humano y la enfermedad en la sociedad fue ambiguo, resbaladizo, incoherente y hasta contradictorio. Leia Mais

História da mineração brasileira | Iran F. Machado e Sílvia Figueirôa

Mapa de Vila Rica atual Ouro Preto centro da mineracao no Brasil no seculo XVIII feito em 1779 por Jose Joaquim da Rocha Imagem Biblioteca NacionalRevista Pesquisa
Mapa de Vila Rica (atual Ouro Preto), centro da mineração no Brasil no século XVIII, feito em 1779 por José Joaquim da Rocha | Imagem: Biblioteca Nacional/Revista Pesquisa

História da mineração brasileira é percorrida por Iran Machado e Silvia Figueirôa em densas 732 páginas, repletas de informações e análises sobre essa história até hoje bem pouco conhecida e valorizada, mesmo no país. O livro traz detalhes de episódios cruciais dessa trajetória – “as pedras no meio do caminho” de Drummond –, mencionados e não esquecidos pelos autores.

Resultado de suas práticas e pesquisas sobre a geologia brasileira que levaram Iran e Silvia para o Instituto de Geociências da Unicamp, de onde surgiu essa parceria, entre outras, o livro traz mais de 80 páginas de referências bibliográficas, apontando aspectos dos caminhos trilhados, para aqueles que quiserem saber por onde conduzir novos trabalhos. É impossível dar conta de comentar aqui a riqueza das 154 figuras, das 49 tabelas, dos 35 quadros ou dos diversos boxes, que longe de meras ilustrações facilitam a compreensão das situações políticas, econômicas, sociais, técnicas, que abrangem desde os famosos bandeirantes caçadores de escravos indígenas (Machado, Figueirôa, 2020, figura 19) até os maiores desastres ambientais causados pela mineração (quadro 32) ou a imagem da busca de sobreviventes em Brumadinho (figura 133). Tampouco é possível chamar a atenção para todos os detalhes e análises dessa história “lúcida e atraente” como Rogério Cerqueira Leite adianta no prefácio que abre os cinco capítulos em que se organiza a publicação. Leia Mais

La sombra de la sospecha: peligrosidad/ psiquiatría y derecho en España (siglos XIX y XX) | Ricardo Campos

Ricardo Campos Foto M.G.Diario de Sevilla
Ricardo Campos | Foto: M.G./Diario de Sevilla

Entre las penurias que dejó a su paso la pandemia de covid-19, el tiempo de encierro y la tragedia, también nos trajo una buena noticia como la aparición del libro de Ricardo Campos (2021), al cual pasaremos a referirnos. Se trata de un trabajo que amplía la vasta producción de su autor dentro del campo de la historia de la medicina, abordando ahora un objeto de larga duración que tiene su sustento en una sólida perspectiva cultural de la ciencia. Dentro de este planteo, el lector podrá sumergirse, a través de una narrativa amable, en ideas complejas que interpelan los vínculos entre saber y poder en España durante un período que se extiende desde mediados del siglo XIX hasta el final del franquismo.

Puede señalarse que los cruces constituyen el rasgo distintivo de un texto cuyo punto de partida queda planteado en el subtítulo al colocar un problema, el de la peligrosidad, entre dos disciplinas, la psiquiatría y el derecho. A partir de allí comienzan a desplegarse sucesivos cruces, que incluyen la vocación por integrar a un campo de debate trasnacional, identificados con mucha agudeza en España. Leia Mais

Memoria y disciplinas: aproximaciones a la historia de las ciencias | Rafael Guevara Fefer e Miguel García Murcia

Detalhe de capa de Memoria y disciplinas aproximaciones a la historia de las ciencias 2021.
Detalhe de capa de Memoria y disciplinas: aproximaciones a la historia de las ciencias (2021).

Los estudios en historia de la ciencia se encuentran cada vez más consolidados mundialmente, aunque son escasas las reflexiones en torno a los problemas insertos en el binomio ciencia-historia, tanto en las disciplinas que estudiamos como en las narrativas que construimos al abordar el análisis del devenir científico. Ello, a pesar de que las memorias e historias de las comunidades científicas se encuentran entrelazadas con la construcción de sus saberes, plasmadas tanto en los órganos de publicación como en los nombres de las calles y los monumentos que embellecen los edificios públicos, así como en las salas de los museos y los libros especializados de toda índole. Los seis capítulos que integran el libro Memoria y disciplinas: aproximaciones a la historia de las ciencias (Guevara Fefer, García Murcia, 2021) develan y analizan estos procesos de construcción, su expresión en piedra, exhibición o papel, y sus variopintos usos y destinatarios.

Son procesos de larga data, porque la historiografía de las ciencias surge entre los siglos XVIII y XIX, y acompaña los procesos de institucionalización de estos nuevos saberes en ambos lados del océano, expresando la axiología e identidad epistémica que construyen y sostienen los científicos para erigir disciplinas universales que, al mismo tiempo, se encuentran arraigadas en la localidad. Bajo estos planteamientos iniciales, los coordinadores de este libro, Rafael Guevara Fefer y Miguel García Murcia, plantean en el estudio introductorio los principales ejes de análisis que guían los trabajos expuestos en la obra colectiva para mostrar cómo los científicos mexicanos, al tiempo que construían sus disciplinas y espacios de saber especializado, imaginaron e impusieron “un pasado al servicio de sus agendas políticas y epistémicas” (p.12), en un proceso constante de reiteración que se alimentó del olvido y la memoria (la personal y la colectiva) y, con ello, construyeron un patrimonio e identidad colectivos que dio sentido a su práctica presente y futura. Porque el control sobre la memoria – proponen – es un acto político, una herramienta de poder y un instrumento de legitimización de las ciencias. Leia Mais

Morir en las grandes pestes: las epidemias de cólera y fiebre amarilla en la Buenos Aires del siglo XIX | Maximiliano Fiquepron

Juan Manuel Blanes Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires 1871 oleo sobre tela 230 x 180 cm Imagem Contraeditorial
Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires  (1871), óleo sobre tela de Juan Manuel Blanes | Imagem: Contraeditorial

Nuestros saberes sobre las epidemias se han modificado en el curso de muy poco tiempo gracias a la reciente pandemia, ya que las experiencias históricas individuales y sociales sobre los terrores, reales o ficticios, volvieron a la palestra con más rapidez que lo esperado. Morir en las grandes pestes (Fiquepron, 2020) es un relato hacia atrás, en un Buenos Aires que no era ya una aldea, pero aún sin el aire cosmopolita del fin de siècle . Su crecimiento se debía a la llegada en pocos años de miles y miles, supuestos heraldos del progreso y la modernidad. Esos esperados inmigrantes, a quien el país abría sus brazos, arribaban en buques ciertamente infectos, luego de viajar y sufrir privaciones, y se arracimaban en conventillos y otros espacios insalubres. La pobreza, suciedad, malnutrición, escasez de agua potable y proximidad expandieron las epidemias, como en otras ciudades de entonces.

El temor a la muerte y a la enfermedad fulminante a través de virus, bacterias y parásitos, en tiempos en que despuntaba la bacteriología y reinaba entre los médicos las teorías miasmáticas, permite afirmar – como lo hacía Charles Rosenberg (1992), y se recupera en el texto – la configuración de una obra dramática para el desarrollo de una epidemia. En su primer acto, la negación ante la masividad de los decesos; en segundo, ante la visualización de los óbitos, la huida del lugar, es decir, una resolución privada o familiar, con explicaciones de las catástrofes enmarcadas entre lo divino y lo profano. El tercer acto incluye las medidas para acabar con la epidemia; y el cuarto, antes del cierre del telón, las reflexiones y enseñanzas que llevarán (o no) a futuros quehaceres para evitar próximos eventos traumáticos.

Este giro de la narrativa, que va desde la indiferencia a la desesperación y la acción-meditación, es en parte la que el autor nos propone para, con gran habilidad, tejer la trama de Morir en las grandes pestes . La elección de ambas enfermedades y la ciudad portuaria se entremezclan en la narración histórica a través de diversas fuentes (censales, iconográficas, periodísticas, médicas). Se anuda así un relato sólido sobre las representaciones frente a la crisis, los héroes y las reacciones institucionales, así como sobre los gestos mortuorios, el desprendimiento de los cuerpos infectados, y, finalmente, las memorias de ese proceso en pos de una “modelización de la epidemia” hacia el siglo XX, cuando se suponían desaparecidos para siempre las escenas de luto y estupor por las enfermedades contagiosas. Y a partir del control de esas epidemias se organizaron, de acuerdo a la hipótesis del libro, una particular gestión de la muerte a nivel público que persiste hasta la actualidad.

El examen de obras significativas donde se representó la enfermedad ha sido un recurso clásico para observar la relación entre iconografía y nociones sobre las epidemias; en este caso, se retoma la célebre Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires , óleo de Juan Manuel Blanes, dado que incluye los dos elementos claves del texto: la enfermedad y su desarrollo fatal, en la mirada de un médico, impotente frente a su tardío accionar. Se trata, como argumenta también Malosetti Costa (2001) convincentemente, de una estrategia moderna que alude a las nuevas formas de la muerte; y tanto fue así que la reproducción de esta imagen, que abre el texto, es también en la actualidad una referencia obligada sobre las epidemias en general y para toda Argentina. En esa obra pictórica también se alude a la organización primigenia de la comunidad porteña, a través de sus organismos municipales, para atender a los enfermos en las diversas parroquias.

A través de su accionar se percibe a la generación de jóvenes higienistas, posteriormente muy activos en las reformas urbanas y, en general, en el impulso de la salubridad pública en distintos órdenes institucionales. El camino iniciado en Buenos Aires, cuyo foco fue el control epidémico, se amplió luego a los territorios nacionales, a través de las medidas estatales para fomentar espacios higiénicos, a salvo de las peligrosas miasmas. Y, aquí, los médicos, con los resortes estatales, confiaron en los afanes de educadores, criminólogos, psiquiatras, intelectuales y publicistas, todos ellos supuestamente comprometidos en pos de una nación construida sobre la noción de civilidad e higiene. Las enfermedades contagiosas y su cúmulo de muertos infecciosos y a la vez, evitables, también horadaban, como demuestra Morir en las grandes pestes, la imagen de una ciudad pujante que no hacía honor a su denominación. “Buenos Aires” llevaba implícita la benéfica influencia de los vientos, a cuya naturaleza y potestad los profesionales y otros especialistas médicos confiaban la salud de la población antes de la era científica.

El control del cólera y la fiebre amarilla han sido, junto a la viruela y la peste bubónica, quienes acumularon mayor preocupación médica en tiempos pre-bacteriológicos en virtud de varios factores: desconocimiento científico de la forma de contagio, nosología y presentación de síntomas, así como una terapéutica eficaz. En virtud de esas carencias y ante el avance de las epidemias, la población desplegó una variabilidad de recursos para hacerles frente, valiéndose de las opiniones de médicos reconocidos, de remedios publicados como de acción efectiva y, por supuesto, de curadores y terapias populares como indica con maestría el autor. Ciertamente, al examinar las prácticas para culminar con el ciclo de contagios y decesos, se demuestran además de las muy diversas formas de resolución, una intensa hibridez que hace difícil separar y dirimir entre conjuntos médicos “oficiales” o bien “populares”, indígenas, domésticos y tantos más (Armus, Gómez, 2021). Y lo que se percibe es la intensidad con que todas las sociedades a lo largo y ancho de América Latina, buscaron explicaciones dentro de sus marcos culturales para las crisis que provocaban las epidemias, con su cuota letal en comunidades aisladas y con baja inmunidad.

En tal sentido, la historia social de la salud y la enfermedad, con su cuota de estudios culturales y una clara visión antropológica, está bien presente en Morir en las grandes pestes con una narrativa consistente y un cuidado repertorio sobre los avances posibles de temáticas que no son nuevas, pero que sí renuevan los múltiples aspectos de interpretar el pasado de las epidemias.

Referências

ARMUS, Diego; GÓMEZ, Pablo (ed.). The gray zones of medicine: healers and history in Latin America. Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 2021.

FIQUEPRON, Maximiliano. Morir en las grandes pestes: las epidemias de cólera y fiebre amarilla en la Buenos Aires del siglo XIX. Buenos Aires: Siglo Veintiuno, 2020.

MALOSETTI COSTA, Laura. Los primeros modernos: arte y sociedad en Buenos Aires a fines del siglo XIX. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2001.

ROSENBERG, Charles. Explaining epidemics and other studies in the history of medicine. Cambridge: Cambridge University Press, 1992.


Resenhista

María Silvia Di Liscia – Instituto de Estudios Históricos y Sociales de La Pampa / Universidad Nacional de La Pampa -CONICET. Santa Rosa – La Pampa – Argentina [email protected]


Referências desta resenha

FIQUEPRON, Maximiliano. Morir en las grandes pestes: las epidemias de cólera y fiebre amarilla en la Buenos Aires del siglo XIX . Buenos Aires: Siglo Veintiuno, 2020. 190. Resenha de: DI LISCIA, María Silvia. Contagio, muerte y enfermedad en la Argentina decimonónica. História, Ciências, Saúde – Manguinhos. Rio de Janeiro, v.29, n.2,  Apr-Jun 2022. Acessar publicação original.

 

Desastres: velhos e novos desafios para a saúde coletiva | Vânia Rocha e Luciana de Resende Londe

Risco de desastre natural para a saude Imagem Fiocruz
Risco de desastre natural para a saúde | Imagem: Fiocruz

A obra Desastres: velhos e novos desafios para a saúde coletiva , publicada em 2021 pela Editora Fiocruz na coleção Temas em Saúde, foi escrita pelas biólogas Vânia Rocha, doutora em Saúde Pública pela Fiocruz, e Luciana de Resende Londe, doutora em Sensoriamento Remoto pelo Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais. Para apresentar uma imagem geral, insta apontar que o livro conta com 138 páginas, divididas em cinco capítulos: “Desastres, modelo de desenvolvimento e saúde”; “Ameaças naturais”; “Ameaças tecnológicas”; “Desastres, saúde e produção de conhecimento”; e “Desafios da saúde coletiva diante dos desastres”. Logo na apresentação Rocha e Londe (2021) abordam a questão da pandemia de covid-19, deixando explícita a especificidade do momento de produção do texto e a acentuada pertinência dos temas levantados no âmbito da saúde coletiva.

O mérito inicial da escrita é apresentar os traumas, os desastres ambientais e os seus reflexos na qualidade de vida dos seres, colocando em questão o desequilíbrio ecológico e os decorrentes riscos à vida. Em um esforço ímpar de análise do meio ambiente em sua conexão com a saúde coletiva, no primeiro capítulo, “Desastres, modelo de desenvolvimento e saúde”, as autoras estreitam laços com uma abordagem histórica, ao buscar interpretar as ocupações urbanas irregulares, que se intensificaram nas décadas de 1950 e 1960. A abordagem reflete também sobre a ocupação urbana nos morros ou/e margens de rios, feita por grupos socialmente marginalizados, que acabam vulnerabilizados ao se instalar em áreas de risco. Leia Mais

Peripheral nerve: health and medicine in Cold War Latin America | Anne-Emanuelle Birn e Raúl Necochea López

Anne Emanuelle Birn Imagem University of Toronto
Anne-Emanuelle Birn | Imagem: University of Toronto

Scholars of Latin America are familiar with the narrative of the Cold War in the region. The stories we tell about the second half of the twentieth century often rely on narrative scaffolding provided by the Cold War; after all, the global influence of the ideological, political, economic, and military battles between the United States and Soviet Union permeated all aspects of people’s lives to various degrees. In these stories, the Latin American Third World is presented as influenced, persuaded, and pressured by the two global superpowers while politicians and policymakers made decisions about the path nations would take towards development and globalization (see, e.g., Smith, 2007). In Peripheral nerve: health and medicine in Cold War Latin America , Anne-Emanuelle Birn and Raúl Necochea López present a different way to look at the Cold War era in Latin America, with a more nuanced view of how different people in different places experienced, reacted to, and acted during the Cold War. This is not an alternative approach meant to decenter the Cold War: on the contrary, the authors and editors illustrate the complexity of the Cold War on the ground, on the so-called peripheries of development. This book demonstrates that people in Latin America had the “nerve” to face international pressures and make choices that, while under the veil of the Cold War dichotomy, had more to do with the individual local realities than the larger battle between First and Second Worlds. To learn how Latin Americans dealt with the Cold War on a local and international level this book is essential. Leia Mais

Manual de sobrevivência para divulgar ciência e saúde | Catarina Chagas e Luisa Massarani

Catarina Chagas e Luisa Massarani
Catarina Chagas e Luisa Massarani | Imagens: COVID19 DivulgAção Científica

A pandemia decorrente da covid-19, doença causada por vírus, impactou nossas rotinas, que precisaram ser redimensionadas para viver o momento complexo e desafiador. Tivemos que ficar em isolamento social, o que nos desafiou a trabalhar em home office e, além disso, adaptar-nos ou mesmo conhecer os artefatos tecnológicos propostos pela internet. A comunicação científica ganhou protagonismo em um momento em que foi preciso informar a todos como se mover dentro desse novo mundo.

Nesse quadro brevemente descrito, a divulgação científica feita por cientistas e divulgadores é a ação que maior realce oferece à comunicação de ciência. Ela passa a ocupar mais espaços nas plataformas digitais por meio das redes sociais, em especial Instagram, Facebook, YouTube e Twitter e, ainda, os podcasts , que ganharam mais produtores e ouvintes. De acordo com Lemos (2021) , um dos mais relevantes fenômenos atuais é a plataformização, que apresenta uma miríade de artefatos e age a partir de viabilidades. Além da internet, a divulgação de ciência esteve presente na mídia massiva, como é o caso de TV, rádio e jornais. Leia Mais

Laboratorios en la selva: campesinos mexicanos/proyectos nacionales y la creación de la píldora anticonceptiva | Gabriela Soto Laveaga

Gabriela Soto Laveaga Imagem Duke University
Gabriela Soto Laveaga | Imagem: Duke University

La producción global de hormonas esteroides sintéticas entre las décadas de 1940 y 1970 alteraron de manera profunda la medicina moderna, posibilitaron importantes avances en la terapéutica de diferentes enfermedades y permitieron que millones de mujeres asumieran el control de su reproducción debido a la fabricación de anticonceptivos orales. En este cuidadoso y original estudio, publicado por primera vez en inglés en 2009, Gabriela Soto Laveaga analiza con detalle y detenimiento cómo múltiples actores formaron parte de la búsqueda, comercialización, traslado y transformación del barbasco en la materia prima para la producción de hormonas esteroides a nivel global durante buena parte del siglo pasado. Presta cuidadosa atención a las labores, disputas y negociaciones entre diferentes laboratorios y compañías farmacéuticas mexicanas e internacionales, estudia los trabajos realizados por químicos, biólogos, botánicos, médicos y otros científicos de diferentes nacionalidades en torno al barbasco y las hormonas esteroides sintéticas, y sobre todo, destaca la cotidiana y creciente participación de miles de campesinos procedentes de algunos de los estados más pobres de México, los que durante años buscaron, recolectaron y comercializaron el barbasco.

Laboratorios en la selvaUn argumento central de este importante estudio es que los cambios y las innovaciones científicas en torno a los esteroides sintéticos difícilmente habrían acontecido sin la participación de los habitantes de las regiones húmedas y tropicales de los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas, y en particular los de Oaxaca. La autora narra y expone con claridad cómo los campesinos de esos estados conocían las condiciones del suelo, los ciclos de crecimiento del barbasco y, en ocasiones imperceptibles, las distinciones entre las diferentes especies de tubérculos que crecían abundantemente en esos estados. Lo anterior la llevó a cuestionar la centralidad que la historia de la ciencia ha otorgado al trabajo al interior del laboratorio y a la investigación científica en general, así como a destacar la importancia que reviste considerar y analizar el “poder social maleable y transformativo de la ciencia una vez que deja los confines del laboratorio” ( Soto Laveaga, 2020 , p.24). Asimismo, y a lo largo de su estudio, cuestiona una afirmación de larguísima historia: la “ciencia solo se podía copiar, más no producir en América Latina, una región que para muchos se encontraba en el mejor de los casos en la periferia de la generación de conocimiento” ( Cueto, 1989 , p.18). Leia Mais

Capital científica: práticas da ciência em Lisboa e a história contemporânea de Portugal | Marta Macedo e Tiago Saraiva

Observatorio Astronomico de Lisboa Imagem OALWiki
Observatório Astronômico de Lisboa | Imagem: OAL/Wiki

Este volume colectivo explora a dimensão urbana das práticas científicas em Lisboa entre meados do século XIX e meados do século XX, assim como a sua relevância para a história de Portugal. O livro apresenta dez casos de estudo divididos em três partes com uma periodização política canónica (Regeneração, República e Estado Novo). O objetivo dessa organização é duplo: por um lado, os editores procuram estabelecer diálogo com a historiografia contemporânea de Portugal e, por outro, vêm problematizar as continuidades e discontinuidades da ação de cientistas e engenheiros entre esses diferentes regimes políticos.

Capital CientificaNa primeira parte (“Ciência e Regeneração”), Marta Macedo estuda a forma como as práticas epistemologicamente renovadas do ensino “politécnico”, a par das operações de crédito que financiaram as infraestruturas projetadas pela elite de engenheiros regeneradores saint-simonianos, construíram a cidade em diferentes níveis, desde a arquitetura da Escola Politécnica e da Escola do Exército até a expansão urbana da avenida da Liberdade. Pedro Raposo trata do Observatório Astronómico de Lisboa na Tapada da Ajuda e de como a construção de um tempo estandarizado por meio da determinação astronómica da hora oficial e a sua transmissão telegráfica (porto, comboios, faróis) possibilitou uma gestão coordenada dos crescentes fluxos materiais do capitalismo. Teresa Salomé Mota, Ana Carneiro e Vanda Leitão olham para os espaços e as práticas científicas dos serviços geológicos, analisando o papel das cartas geológicas como instrumentos de construção do Estado liberal, por meio da sua capacidade de reestruturação territorial (caminhos de ferro, recursos minerais, florestação etc.). Finalmente, Tiago Saraiva e Ana Cardoso de Matos mobilizam elementos aparentemente heterogéneos, como os sistemas de iluminação a gás, a noite dos proletários (Jacques Rancière), as fábricas do bairro de Boavista, o ensino técnico no Instituto Industrial de Lisboa, os poetas flâneurs da modernidade lisboeta (Cesário Verde), os cafés e as óperas da sociabilidade burguesa, ou a estética do sublime tecnológico, para reescrever a história do romantismo português a partir da tecnologia, das ideologias liberais e da transformação urbana de Lisboa. Leia Mais

La ciencia de la erradicación: modernidad urbana y neoliberalismo en Chile/1973-1990 | César Leyton Robinson

Cesar Leyton Robinson Imagem Werken TV2
César Leyton Robinson | Imagem: Werken TV2

Dentro de la historiografía que ha renovado el estudio de fenómenos y procesos incipientemente incorporados al análisis más clásico, se encuentra aquella que se ha fijado en la intervención de la ciencia en la elaboración de lo social. Desde el siglo XIX, en Occidente, los “saberes normativos” como la medicina y sus derivas, darwinista, degeneracionista, alienista, eugenésica e higienista, entre otras, se desplegaron como “árbitros de la realidad” ( Vallejo, 2010 , p.75), ejemplo evidente del clivaje saber/poder. Sin embargo, el positivismo científico legitimó su discurso definiéndose como neutral en lo político y objetivo en la construcción del conocimiento. La que podríamos llamar “nueva historia” de las ciencias, ha logrado desmitificar esta pretendida neutralidad. Precisamente, es el aporte que nos entrega el libro La ciencia de la erradicación: modernidad urbana y neoliberalismo en Chile, 1973-1990 , de César Leyton Robinson (2020).

ROBINSON C La ciencia de la erradicacionEn el contexto de la dictadura militar de Pinochet, el libro describe y analiza la intervención socio sanitaria de radicación y erradicación de los campamentos habitados por la población más pobre del país, iniciado a partir de 1979. Luego, profundiza en el proceso histórico que explica la praxis sociopolítica de la dictadura en cuanto al orden y la salubridad pública, remontándose a la tradición de orden higienista y médica del último tercio del siglo XIX, encarnada en Chile en el intendente de Santiago (1872-1875) Benjamín Vicuña Mackenna y el médico alienista Augusto Orrego Luco (1849-1933). El análisis es problematizado por un elemento distintivo colocado por el autor: los principios higienistas y el darwinismo social, desplegados para limpiar, segregar, aislar, controlar y someter a la población pobre y al conjunto de la sociedad, fueron implementados por los militares que derrocaron al presidente Salvador Allende (1973) como parte de una experimentación neoliberal, que despojó a la población de sus derechos sociales, que privatizó la economía y fomentó el individualismo extremo. Higiene, geopolítica y mercado, según el autor, serían los tres ejes de esta intervención. Leia Mais

Ecos do Atlântico Sul | Omar Ribeiro

Em 1993 participei de uma reunião social na qual estavam presentes: um padre jesuíta do Timor, um professor de história da Universidade de Lisboa (nascido em Moçambique), um professor de literatura luso-americano judeu e eu, socióloga brasileira, carioca. Sentados na sala de uma casa de estilo new-england, em Providence, Rhode Island, conversávamos em português. De repente fui tomada pelo ineditismo daquela situação e pelo sentimento de espanto diante da extensão e da sobrevivência do que fora o império português. Aquilo se chocava com o imaginário do senso comum brasileiro, e meu também, que pensava Portugal como a “terra do avozinho”, bonitinha, atrasadinha, sem importância, uma peça da memória folclórica… Foi então, com esse novo registro, que assisti a algumas apresentações da pesquisa de Omar Ribeiro Thomaz e li, com o maior interesse, o seu livro Ecos do Atlântico Sul.

A área de pesquisa de Omar, seu saber sobre Portugal e África, é maior do que o tamanho desse livro. Penso que deve ter havido um enorme esforço para encaixar na narrativa a história portuguesa, a trajetória da antropologia, as múltiplas preocupações relativas aos Estados nacionais remanescentes do antigo império português e às culturas de seus povos. Ao dizer isso não quero diminuir o valor do livro, e sim aguçar nosso interesse por outros textos que certamente o autor irá publicar. Leia Mais

A irresponsabilidade médica | Philippe Meyer || Contra a desumanização da medicina: crítica sociológica das práticas médicas modernas | Paulo Henrique Martins

No último século, a medicina sofreu profundas transformações, fruto da incorporação de recursos diagnósticos e terapêuticos inimagináveis ao final do século XIX. Da eletrocardiografia à tomografia computadorizada, da descoberta da penicilina aos modernos marcapassos cardíacos, muitas das melhorias foram aplicações diretas da física, da química e da biologia ao ato médico de cuidar dos enfermos. A medicina adquiriu status de ciência e, antes de tudo, alcançou uma eficácia anteriormente imprevista na capacidade de curar, aumentar o tempo de vida e fazer viver melhor.

Com sucesso variável, cada nação desenvolveu seus esforços de universalização do acesso da população a tais recursos, cada vez mais caros e eficazes. Formou-se, assim, um mercado consumidor de produtos farmacêuticos, médico-hospitalares e serviços de saúde, movimentando hoje gigantescos orçamentos públicos e privados. O ato médico passou a ser objeto de interesses econômicos e, por que não dizer, ditado também por uma dinâmica de mercado. O conhecimento de como funciona a medicina e, principalmente, a definição de como ela deve funcionar deixou de ser interesse da classe médica e passou a ser objeto de atenção de toda a sociedade. Leia Mais

Um sopro de destruição: pensamento político e crítica ambiental no Brasil escravista (1786-1888) | José Augusto Pádua

Cerca de cinqüenta autores escreveram em torno de 150 textos que José Augusto Pádua usou como fontes primárias para escrever um livro inédito na produção de história e de ciência política no Brasil: Um sopro de destruição: pensamento político e crítica ambiental no Brasil escravista (1786-1888). Na verdade, trata-se da bem cuidada tese de doutoramento de Pádua, agora apresentada sob forma de livro de acessível leitura, sem jamais abrir mão do rigor da pesquisa acadêmica.

Logo no princípio, o autor reconhece quatro grandes visões de natureza. A primeira desvaloriza a natureza não-humana — não se incomodando com sua destruição, quer por indiferença ou pela desqualificação —, ao considerar a natureza tropical inferior à temperada. Esta concepção foi mais vivida que pensada no Brasil pelo pragmatismo dos proprietários rurais, apenas interessados em extrair do ambiente o máximo que ele pudesse lhes render. A segunda reconhece a importância da natureza não-humana, mas a considera um obstáculo ao pleno desenvolvimento das antropossociedades. A terceira tece loas à natureza não-humana, mas entende a sua destruição como um ônus a ser pago pelo país que deseja se desenvolver. Pádua aponta o poema ‘O ermo’, de Bernardo Guimarães, como exemplo desta postura. A quarta, típica do romantismo, louva intensamente a natureza, mas não se engaja em qualquer luta política para defendê-la. Leia Mais

Gripe, a história da pandemia de 1918 | Gina Kolata

Nos últimos anos, a historiografia nacional foi farta em trabalhos sobre os efeitos da pandemia de gripe espanhola de 1918 nas principais cidades brasileiras.1 Vários autores debruçaram-se sobre diversos aspectos do evento, analisando as modificações cotidianas geradas pelo contexto epidêmico, as práticas dos profissionais do campo médico em relação à epidemia, a atuação dos serviços de saúde pública e, até mesmo, o conjunto de sentimentos da população no conturbado contexto que se apresentava. A americana Gina Kolata mostra que nos Estados Unidos foi diferente, explicando que em sua terra a literatura sobre o tema quase que se resume ao livro America’s forgotten pandemic, de Alfred W. Crosby, e que essa escassez de literatura sobre o tema incentivou-a a escrever. Gina Kolata é jornalista científica, formada em microbiologia, e estudiosa de biologia molecular. Já escreveu vários textos sobre temas científicos, destacando-se o livro Clone: os caminhos para Dolly e as implicações éticas, espirituais e científicas (Rio de Janeiro, Campus, 1998), fruto de seu sistemático acompanhamento, para o New York Times, da trajetória que culminou com o nascimento da ovelha Dolly. Seu livro, Gripe, a história da pandemia de 1918, caracteriza-se como um abrangente relato dos esforços da ciência em busca de compreender as causas da doença e evitar o seu possível retorno. Na verdade, o título original da obra, Flu: the history of the great influenza pandemic of 1918 and the search for the vírus that caused it, revela muito mais do que a tradução nacional que, ao suprimir toda a parte do subtítulo, dá a entender tratar-se de um relato centrado nos eventos de 1918. Segundo a própria autora, trata-se de uma história de mistério envolvendo ciência, política, pesquisadores e um vírus assassino. História de acasos e surpresas que merecia ser contada, tanto pelo drama da narrativa, como por suas implicações, pois a solução do mistério poderia ajudar os cientistas a evitar uma possível volta do microscópico vilão. Leia Mais

Febre amarela: a doença e a vacina/ uma história inacabada | Jaime Larry Benchimol

A historiografia das doenças e das ciências médico-biológicas no Brasil ainda prima por realizar pesquisas que, de regra, isolam algumas poucas variáveis, na tarefa explicativa do objeto estudado, convergindo para a produção de versões simplificadoras e caricaturais da realidade científica e médico-sanitária nacional. Postando-se contra esta cômoda tendência, a obra coordenada por Jaime Larry Benchimol lança a cada página a seguinte questão de escopo teórico-metodológico: quais são os pilares científicos, organizacionais, políticos e sociais necessários para se arquitetar a história conseqüente de uma doença e de sua vacina?

Benchimol, que já nos premiou com outro estudo de envergadura (Dos micróbios aos mosquitos: febre amarela e revolução pasteuriana no Brasil, Rio de Janeiro, Fiocruz/Editora da UFRJ, 1999), volta à febre amarela, agora abordando a perspectiva da presença em “longa duração” da doença no Brasil e dos empenhos científicos, administrativos e políticos para controlar a disseminação da enfermidade pelo combate ao vetor e a obtenção de um imunoterápico eficiente. Nesta senda repleta de ramais e desvios, o ponto de partida da obra em pauta consiste no enfoque das primeiras menções à febre amarela como ameaça epidêmica no território brasileiro, datadas de meados do século XIX. Leia Mais

Florentino Ameghino y Hermanos: empresa argentina de paleontología ilimitada | Irina Podgorny

Florentino Ameghino (1854?-1911) dispensa apresentações para os historiadores das ciências, em especial da paleontologia, da zoologia, da antropologia, da etnografia, da arqueologia. Sua vasta obra, referência obrigatória para os especialistas europeus e norte-americanos de sua época, de Paris a Princeton, permanece consulta imprescindível, não só para a história da geologia, da paleontologia, da antropologia, da historiografia latino-americana, como para o esclarecimento de prioridades de pesquisas.

É certo que desde sua morte não faltaram obituários, biografias laudatórias do “sábio”, notas nas revistas científicas internacionais das diversas áreas disciplinares para as quais Ameghino deixou suas inúmeras contribuições. Leia Mais

Sex, skulls, and citizens: gender and racial science in Argentina (1860-1910) | Ashley Elizabeth Kerr

Todos nuestros huesos persisten al paso del tiempo. Son los últimos registros del archivo viviente que llamamos cuerpo. Frágiles e indestructibles, los restos óseos resisten archivados bajo tierra (o minan) nuestro vínculo con el pasado. Esto parece aún más evidente en una Argentina en la que los restos humanos se han transformado en poderosos agentes de las narrativas históricas. Quizás un ejemplo paradigmático de esto sean los restos de las víctimas del terrorismo de Estado de la última dictadura militar, que, activados por los equipos de antropología forense y los organismos de derechos humanos, se transformaron en actores indiscutibles en los procesos por la verdad, la memoria y la justicia.

Sex, skulls and citizens aborda otros restos: aquellos que durante décadas permanecieron como botines de guerra en las vitrinas de los museos. Este libro se ocupa de aquellos cuerpos violentados por el proyecto expansionista del Estado argentino para indagar sobre los puntos de contacto entre ciencia, raza y sexualidad en la formación de la argentina moderna. Leia Mais

Framing animals as epidemic villains: histories of non-human disease vectors | Christos Lynteris

Em 2020, o historiador e ambientalista Donald Worster publicou texto sobre a pandemia (covid-19) que irrompera no final do ano anterior e que continua devastando o mundo. Em seu texto, Worster (2020) chamava a atenção para o silêncio deixado nas cidades pelo afastamento da população dos possíveis caminhos capazes de cruzar com o tão temido coronavírus SARS-Cov-2, e que estava a se propagar de continente a continente, alcançando novas vítimas. Agora, a causa do silêncio não mais seria o pesticida DDT, como alertado por Rachel Carson em 1962 em seu livro Silent spring, mas um inimigo silencioso, não humano, que chegava desequilibrando a ordem social mundial. Como em outros surtos epidêmicos e pandêmicos, são os animais silvestres e seus patógenos apontados como os grandes vilões da história, e, assim como ocorreu com o Sars ou Ebola, a falta de certeza científica sobre o verdadeiro reservatório é compensada por representações sistemáticas e generalizadas de poucos animais selecionados; no caso, os morcegos, como “bandidos” epidemiológicos (Lynteris, 2019). Leia Mais

Rodeo: an animal history | Susan Nance

Talvez a mais significativa tese sobre os artefatos culturais do Oeste norte-americano tenha sido apresentada por Henry Nash Smith (2009), um dos fundadores do campo intelectual dos american studies. Smith promoveu um profundo debate sobre as raízes civilizatórias da cultura dos EUA, sendo cultuado como um dos mais influentes pesquisadores da tradicional escola historiográfica iniciada por Frederick Jackson Turner (Worster, 1992). O fascinante livro de Susan Nance (2020)Rodeo: an animal history, reforça essa tradição ao trilhar um novo caminho – original e instigante – para compreender os símbolos e mitos do Oeste a partir do papel histórico dos não humanos. O seu estudo privilegia os animais de rodeio, entendidos pela autora como representação sui generis desse arcabouço cultural. Enquanto Smith privilegiava as personagens humanas, Nance procurou descrever os não humanos. Na obra, a indústria cultural do rodeio se manifesta como a instituição responsável por manter vivos os mitos da fronteira e seus atributos: rusticidade, virilidade, independência, resiliência, entre outros. E, nesse sentido, a principal influência teórica é o trabalho do historiador Richard White (19911994) nas escolhas dessa nova abordagem do Oeste.

Importante ressaltar que a experiência pessoal da autora com o mundo rural foi uma energia capital para a pesquisa. Essa subjetividade se apresenta na problematização dos rituais do rodeio, como celebração coletiva da conquista humana sobre o território e os não humanos. E, por racionalizar o rodeio como “comoditização” do Oeste e dos seus símbolos: autodeterminação, independência e liberdade. Esse é um argumento essencial, diluído nos seis capítulos do livro, no qual os não humanos desempenham um papel protagonista. Leia Mais

Zoo studies: a new humanities | Tracy MacDonald e Daniel Vandersommers

O livro de Tracy McDonald e Daniel Vandersommers (2019) é um ótimo sinalizador do potencial e dos limites que o campo de investigações identificado como zoo studies possui. Associados a campos similares, como animal studies, os zoo studies têm uma particularidade: são centrados em uma instituição que, segundo os organizadores, normaliza uma determinada maneira de estar no mundo, apartada dos demais seres viventes. Essa instituição é acusada de legitimar, por meio do cativeiro, a supremacia dos humanos sobre os não humanos, assim como de desqualificar o direito destes últimos ao mesmo planeta que habitamos. Os zoo studies surgem, portanto, não apenas para dar visibilidade aos habitantes cativos dos zoológicos, mas também para questionar o nosso próprio conceito de “humanidade”, em oposição, desde o Iluminismo, ao de “animal”.

Esses princípios são interessantes e oportunos. A academia tem, de fato, muito a investigar sobre a história dos zoológicos, assim como há muito a ser discutido, nas mais diversas áreas de conhecimento, sobre o papel que os zoológicos desempenham na sociedade contemporânea e em diversos contextos socioculturais. Não são os princípios, portanto, a razão de minha crítica ao livro de McDonald e Vandersommers. Não divergimos quanto a eles, mas na plataforma política que subjaz a esses princípios. Antes de levantar questões para um debate, farei um breve sumário do conteúdo do volume. Leia Mais

The political lives of Victorian animals: liberal creatures in literature and culture | Anna Feuerstein

No cenário tecnológico e ambiental contemporâneo, sob a égide do conceito de Antropoceno, ascende a demanda pela problematização dos sentidos de “humanidade” e “humanismo”. Nessa perspectiva, a produção de conhecimento orienta-se para a exploração de objetos e abordagens que transcendem as sociedades humanas e as reposicionam em relação a outros sujeitos igualmente dotados de interioridade e agência.

Abraçando a pesquisa historiográfica e a crítica político-cultural, o trabalho de Anna Feuerstein, professora da Universidade do Havaí em Manoa, inscreve-se nesse contexto. The political lives of Victorian animals divide-se em duas vertentes principais: a incorporação dos animais na comunidade política liberal forjada ao longo do século XIX inglês e a representação da subjetividade animal pela produção intelectual da época. Leia Mais

City of beasts: how animals shaped Georgian London | Thomas Almeroth-Williams

Durante a Era Georgiana (1714-1830), Londres consolidou sua posição como centro financeiro mundial. A cidade se expandia com a construção de edifícios, de ruas e avenidas e a criação de parques e jardins. No porto, as grandes docas fervilhavam com embarcações nacionais e estrangeiras, trazendo produtos e mercadorias vindos de diferentes partes do globo. A cidade se tornara uma metrópole, com mais de 700 mil pessoas, mas a população de viventes era ainda maior. Invisíveis à primeira vista, os animais possuíam importante papel na conformação social, econômica e urbana, como assevera Thomas Almeroth-Williams (2019), pesquisador associado do Centre for Eighteenth Century Studies da Universidade de York, em seu livro City of beasts: how animals shaped Georgian London.

Fruto de uma pesquisa de 10 anos, Almeroth-Williams expõe a contribuição dos animais no cenário londrino e os desafios enfrentados por esses e por seus senhores. Londres, no começo do século XVIII, consumia semanalmente cerca de três mil ovelhas e bois, em conjunto com toneladas de outros gêneros alimentícios. Na época, era considerada uma cidade que a tudo e a todos devorava. Além do trânsito desses animais para abate, mais de 31 mil cavalos e milhares de cães e gatos circulavam em seus parques, ruas e avenidas. Números impressionantes, mas que não obtiveram a atenção por parte da historiografia britânica, como observado no Cambridge urban history of Britain e em outras biografias da cidade. A preocupação dessas e das demais pesquisas sobre o tema, segundo o autor, residia nas questões associadas à crueldade animal e ao surgimento do apelo humanitarista. Leia Mais

Geografia das ciências, dos saberes e da história da geografia | Larissa A. de Lira, Manoel F. de Souza Neto e Rildo B. Duarte

Larissa Lira 2
Larissa Alves de Lira | Foto: Epistasthai

Geografia das ciencias dos saberesGeografia das ciências, dos saberes e da história da geografia aborda a história das ciências e das técnicas a partir de vários temas ligados à geografia. Isso porque é a coleção de diversos artigos escritos por diferentes pesquisadores (salvo um historiador, todos geógrafos) a partir de suas pesquisas atuais. Esse livro pode ser interpretado como um convite e uma provocação aos historiadores das ciências e das técnicas, especialmente os que se dedicam à pesquisa sobre história da geografia.

Quando se fala em uma geografia do Brasil, por exemplo, costuma-se visar a uma ciência geográfica própria aos geógrafos brasileiros ou realizada a respeito do território brasileiro, ou, também, originada pela atividade desses geógrafos nacionais ou nesse contexto territorial. Assim, o livro de Lira, Sousa Neto e Duarte (2020) nos convida a interpretar as implicações dessa identificação coletiva com um dado espaço geográfico e nos provoca a considerar o fazer científico nessa condição espacial. Leia Mais

Madre y patria!: eugenesia, procreación y poder en una Argentina heteronormada | Marisa Adriana Miranda

Marisa Miranda
Marisa Adriana Miranda | Foto: Universidad Nacional de La Plata

Madre y PatriaEl último libro de la investigadora Marisa Miranda es una obra crucial para el desarrollo de los estudios sobre las sexualidades, la eugenesia y los cuerpos en Argentina. Situado y crítico, este trabajo establece una línea de tiempo de larga duración, donde da cuenta de los complejos dispositivos que legitiman el ideario de la preocupación por la descendencia. Atraviesa y desnuda las lógicas que construyen el ideario eugenésico en el país, en clave de género, y propone volver a mirar la preocupación poblacional bajo la lupa de la maternidad y la raza como obligaciones patrióticas durante el siglo XX. Este libro constituye un aporte superador a los debates sobre la eugenesia en Argentina. El lugar de la heteronormatividad – como dimensión futura del eugenismo –, el catolicismo, sus dimensiones legales y culturales, y sus instituciones son parte esencial del análisis innovador de la prolífera investigadora.

Miranda avanza en el estudio de las lógicas que imperaron en el modelo patriarcal en Argentina. Desde una matriz foucaulteana, propone ejes que ordenan su trabajo y provocan a sus lectores a la hora de construir una problematización sobre los cuerpos. La temporalidad abordada requiere de una dimensión densa y profunda de variables relacionadas. Leia Mais

O que os jovens brasileiros pensam da ciência e da tecnologia? | Luisa Massarani, Yurij Castelfranchi, Vanessa Fagundes e Ildeu Moreira

As mudanças climáticas, suas origens e seus impactos estão entre os temas mais estudados das últimas décadas. Existe um significativo nível de concordância entre diferentes correntes de pesquisas científicas sobre o tema ( Bastin et al., 2019 ). A comunicação dos resultados dessas pesquisas amplia a importância do desenvolvimento científico e tecnológico e fortalece o nível de percepção da sociedade sobre esse fenômeno. Estudos mostram que os jovens tendem a um maior engajamento nesse contexto quando conhecem a dimensão dos impactos dessas mudanças, contudo, com raras exceções, são excluídos das discussões sobre a dimensão desse problema que os desafiará em breve (Lee et al., 22 fev. 2020). E no contexto nacional, o que pensam os jovens sobre mudanças climáticas? Sobre pesquisas científicas? Sobre tecnologia? Esta resenha trata de uma produção muito importante que responde a essas e outras incertezas sobre os jovens brasileiros. Leia Mais

As ciências na história das relações Brasil-EUA | Mgali Romero Sá, Dominichi Miranda de Sá e André Felipe Silva

Organizado pelos pesquisadores da Casa de Oswaldo Cruz Magali Sá, Domichi Sá e André Silva, As ciências na história das relações Brasil-EUA reúne textos que analisam as conexões estabelecidas entre esses dois países tendo como ponto de partida projetos e redes de pesquisa que sinalizam como a diplomacia cultural foi, muitas vezes, também científica. Interesses econômicos e políticos não estão apartados nessas narrativas, sinalizadoras das múltiplas convergências que marcaram essas relações ao longo do século XX. Os 17 capítulos que integram o livro compõem esse recorte temporal amplo, assim como os campos de investigação que são eleitos para análise: agronomia, medicina, física, genética, antropologia, ciências sociais, biologia, entre outros.

Desse modo, o primeiro capítulo trabalha com uma perspectiva de aproximação dos EUA a partir da retórica do pan-americanismo, tomando como objeto as narrativas do Boletim da União Pan-americana do começo do século XX, enquanto o segundo analisa a expedição Roosevelt-Rondon (1913-1914). Já o último capítulo examina a constituição e a institucionalização do campo da biologia da conservação e os projetos a ele relacionados durante a segunda metade do século XX. As diferenças temporal e disciplinar se refletem no modo como os vocabulários pelos quais essas relações se estabeleceram também foram mudando de significado. Assim a “natureza” dos boletins da União Pan-Americana ou da viagem de um Roosevelt “aventureiro” e “caçador” (Sá, Sá, Silva, 2020, p.59) não é a mesma dos projetos de conservação desenvolvidos em parceria pelos ambientalistas, brasileiros e estrangeiros. Entre uma natureza e outra, cabe ao leitor estabelecer uma linha por vezes impossível de ser definida, porque heterogênea em suas associações. O mesmo pode ser dito se tomarmos a Amazônia como elemento aglutinador de alguns dos capítulos. Leia Mais

The Sexual Question: A History of Prostitution in Peru, 1850s-1950s | Paulo Drinot

A few years ago, while reviewing archival material on Valparaíso, Chile, I ran across reports of women engaging in sex work in temporary housing after the 1906 earthquake. The authorities quickly made it clear that sex work itself was not the main issue; much more important was where it was happening. I thought there was a much larger story to be told, but since I was researching a rather different topic, I took a picture and made a note of it. Paulo Drinot, in his new book The Sexual Question: A History of Prostitution in Peru, 1850s-1950s, takes on the subject of sex work in Peru and does so by drawing on an enormously wide range of sources, care for geography, and an attention to historical change from various angles. Leia Mais

Zika no Brasil: história recente de uma epidemia | Ilana Löwy

O livro de Ilana Löwy, lançado em 2019 pela coleção Temas em Saúde da Editora Fiocruz, faz um balanço das principais questões de saúde pública envolvendo a epidemia de zika no Brasil a partir de 2015 e a sua relação com os casos de microcefalia. Historiadora das ciências biomédicas e atualmente pesquisadora do Instituto Nacional Científico e de Pesquisa Médica da França (Inserm), Löwy apresenta diferentes ângulos científico-políticos dessa epidemia de forma didática, articulando uma questão fundamental: o que de fato conhecemos sobre a trajetória do vírus da zika no Brasil?

A autora articula as diferentes dimensões em um campo temático com o qual já possui bastante familiaridade. Exemplo disso são seus trabalhos anteriores sobre as práticas científicas e de saúde pública em relação à febre amarela – doença que também é transmitida pelo Aedes aegypti –, (in)visibilidades dos objetos das ciências biomédicas, diagnósticos e direito reprodutivo. Essas abordagens são mobilizadas com naturalidade e fluidez na sua proposta de uma história “recente”, como está no título, ou “do presente” e seus desafios ( Löwy, 2019 , p.13). Leia Mais

El dinero no es todo: compra y venta de sexo en la Argentina del siglo XX | Patricio Simonetto

Los arreglos por los cuales una o varias mujeres accedían a tener sexo con un varón o un grupo de varones a cambio de dinero o bienes variaron en el tiempo y el espacio. Las mujeres, mayormente jóvenes o menores de edad, podían complementar esta actividad, que podía ser ocasional, con otras vías para conseguir ingresos. Podían realizar los actos en sus domicilios, en los de los varones, en bares, sitios laborales o burdeles próximos a destacamentos militares. Con frecuencia hubo intermediación de otros varones – maridos, concubinos, rufianes, taxistas –, que se quedaban con parte del dinero, o a veces con todo. Los grados de coacción y violencia implicados en la actividad variaron. Su relación con policías, jueces y el servicio penitenciario parece haber sido frecuente. Catalogadas por los jueces como prostitutas, pocas veces y solo avanzado el siglo se nominaron a sí mismas ante la ley con dicho mote, definiéndose a partir de otras actividades ligadas a lo doméstico.

Como se desprende de este recuento, Patricio Simonetto (2019) ofrece una mirada de la compra y venta de sexo en la Argentina que no se pretende totalizante, exhaustiva ni oclusiva, sino que se presenta ante el lector o lectora como la unión de una serie de historias dispersas y en ocasiones inconexas, que el autor urde en una trama que sin pretensión de completitud, logra dislocar las miradas habituales con las que se ha pensado a dicha actividad y a quienes participaron en ella. Leia Mais

José Reis: caixeiro-viajante da ciência | Luisa Massarani, Mariana Burlamaqui e Juliana Passos

Tratar sobre a história da ciência e divulgação científica no Brasil perpassa por importantes colaboradores, entre eles, sem dúvida, José Reis (1907-2002). Com uma atuação ampla e longeva no cenário científico brasileiro, aposentou-se como bacteriologista do Instituo Biológico, foi fundador e secretário-geral da Sociedade Brasileira para o Progresso da Ciência (SBPC), integrante do Instituto Brasileiro de Educação, Cultura e Ciências (Ibecc), criador e editor do suplemento “No Mundo da Ciência” e diretor de redação da Folha de S.Paulo , divulgador da ciência em diversos veículos, como nas revistas Chácaras e Quintais, Ciência e Cultura e Anhembi , e no programa “Marcha da Ciência”, da Rádio Excelsior, presidente da Associação Brasileira de Jornalismo Científico (ABJC), além de um incansável ativista e incentivador pela melhoria do ensino de ciência nas escolas e da formação de futuros cientistas, promovendo o concurso “Cientistas de Amanhã” e feiras e clubes de ciências pelo país. É sobre essa trajetória que os livros José Reis: reflexões sobre a divulgação científica , de Luisa Massarani e Eliane Monteiro de Santana Dias, e José Reis: caixeiro-viajante da ciência , de Luisa Massarani, Mariana Burlamaqui e Juliana Passos, são dedicados.

Em comum, as duas obras são frutos do projeto Acervo José Reis da Casa de Oswaldo Cruz (Fiocruz), criado para promover a recuperação e preservação de todo acervo pessoal doado pela família Reis à Casa de Oswaldo Cruz/Fundação Oswaldo Cruz, em 2018, e para fomentar estudos sobre a história da ciência brasileira e da divulgação científica no país. As diferenças em cada obra encontram-se, sobretudo, pelo olhar direcionado pelas autoras ao conteúdo do acervo. Leia Mais

O feroz mosquito africano no Brasil: o Anopheles gambiae entre o silêncio e a sua erradicação (1930-1940) | Gabriel Lopes (R)

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Gabriel Lopes | Foto: Academia.edu |

SCOTT The common wind 6Em 1930, Raymond Shannon, entomólogo da Divisão de Saúde Internacional (DSI) da Fundação Rockefeller, verificou a presença, em Natal, do mosquito Anopheles gambiae, o mais letal vetor da malária na África. Nos anos seguintes, a espécie se alastrou por Rio Grande do Norte e Ceará, adaptando-se às condições geográficas e climáticas da região sem, no entanto, causar novos surtos de malária. Preocupadas com outras questões políticas e sanitárias, em particular a febre amarela, as autoridades brasileiras relegaram o combate ao “invasor africano” a segundo plano. As consequências não tardariam. Em 1938, o Nordeste foi palco da maior epidemia de malária já ocorrida nas Américas.

É a história da chegada, do “alastramento silencioso” e do extermínio do Anopheles gambiae do Brasil, nos anos 1930, que nos conta o historiador Gabriel Lopes (2020) em seu livro O feroz mosquito africano no Brasil: o Anopheles gambiae entre o silêncio e a sua erradicação (1930-1940), lançado pela Editora Fiocruz. Fruto de sua tese de doutorado, vencedora do Prêmio Oswaldo Cruz de Teses 2017, na categoria Ciências Humanas e Sociais, o livro articula com sucesso os aspectos políticos e científicos, bem como os condicionantes históricos e sanitários, que contribuíram para transformar a questão em um importante projeto de cooperação sanitária internacional entre o governo brasileiro e a Fundação Rockefeller, materializada na criação, em 1939, do Serviço de Malária do Nordeste (SMNE). Leia Mais

La solución del enigma botánico de las quinas. ¿Incompetencia o fraude? | Joaquín Fernández (R)

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Cinchona calisaya. Ilustração do botânico alemão Hermann Adolf Köhler (séc XIX) e sua casca (à dir.) | Foto: QNI – SBQ |

SCOTT The common wind 7En historia de la ciencia, es difícil hacer aportes originales sobre temas muy analizados. Es el caso de la historia de las quinas, Cinchona spp., plantas medicinales sobre las cuales se han escrito miles de documentos. Si se hace una búsqueda en Google Scholar usando los términos “historia + Cinchona”, aparecen cerca de cinco mil documentos. En inglés son más de treinta mil, y, en francés, más de dos mil referencias.

Una consecuencia de tal profusión de trabajos ha sido una enorme cantidad de confusiones, malas interpretaciones, rectificaciones, entre otros. Por eso, puede ser difícil hilar la historia de las exploraciones, de las prácticas médicas, de actores, de cuestiones comerciales, y otros temas de la historia de esas plantas. Cuando nos aventuramos en el tema, tras leer algunos artículos y libros, creemos estar en conocimiento de los asuntos más importantes, pero pronto encontramos nuevas fuentes, primarias y secundarias, que refutan las interpretaciones y explicaciones previas. Un clásico en esa línea es el trabajo de Haggis (1941), que contribuyó con análisis decisivos para cuestionar definitivamente el mito de la Condesa de Chinchón, asociado con la planta. De ese modo, la historia de las quinas puede suscitar desesperados sentimientos de extravío entre los historiadores, casi tantos como los que enfrentan los taxónomos por el alto grado de hibridación de esas plantas. Leia Mais

A miscarriage of justice: women’s reproductive lives and the law in early twentieth-century Brazil | Cassia Roth (R)

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Cassia Roth | Foto: UCLA |

SCOTT The common wind 8De autoria da professora doutora Cassia Roth, vinculada à Universidade da Georgia, nos Estados Unidos, a obra A miscarriage of justice: women’s reproductive lives and the law in early twentieth-century Brazil, publicada em 2020, aborda a tutela reprodutiva de mulheres pelo Estado, na primeira metade do século XX, na então capital federal, Rio de Janeiro. Ao longo de sete capítulos, Roth contribui para os estudos da história da saúde reprodutiva no Brasil e, a partir de uma produção multifacetada, oferece um diálogo interdisciplinar entre medicina, justiça, polícia e sociedade na prescrição de um modelo do exercício maternal.

Sustentada por uma análise criteriosa dos Códigos Penais e Civil, a obra inicia o argumento de que, durante a Primeira República e o período Vargas, a cidadania feminina só poderia ser exercida pela maternidade. A utilidade da mulher das classes pobres e urbanas seria a de reproduzir a mão de obra para o futuro da pátria. O funcionamento desse modelo se pautava em médicos, formados no bojo de instituições organizadas, que concediam explicações técnicas para o reforço do papel maternal, e juristas, que por meio das leis afirmavam a criminalização de práticas de controle de fertilidade e deram base para ações policiais atentas aos usos da sexualidade. Leia Mais

Nuestro viaje a la Luna: la idea de la transformación de la naturaleza en Cuba durante la Guerra Fria | Reinaldo Funes Monzote (R)

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Reinaldo Funes Monzote | Foto: YU |

SCOTT The common wind 10Os processos de transformação da natureza no século XX, sobretudo relacionado à revolução agrícola nesse período, continuam a instigar pesquisadores em diferentes disciplinas, e vêm ganhando destaque no campo da história da ciência, ou mesmo da história da agricultura. Ultimamente, a história ambiental tem procurado analisar essas transformações, sublinhando o papel governamental, de instituições, pesquisadores, políticos e ativistas. A própria natureza aparece como agente histórico em muitas dessas análises. Donald Worster (2020), mais recentemente, tem analisado a transformação da natureza como o avanço científico sobre o mundo pós-fronteira, que envolve tanto o desenvolvimento como as críticas à nova revolução na agricultura.

O tema da transformação da natureza é ainda urgente, pertinente e cheio de possibilidades. E o texto de Monzonte (2019) reforça essa assertiva, na medida em que se apropria das análises da geotransformação na construção do seu argumento, um desafio compartilhado com outros historiadores e cientistas sociais no estudo das transformações de paisagens e ecossistemas negligenciados e ameaçados, como o Cerrado brasileiro, por exemplo (Dutra e Silva, 2020). Apesar de os estudos agronômicos destacarem os avanços científicos na produção de grãos e commodities, essa realidade aponta para uma crise ambiental sem precedentes. Nesse sentido, a obra cumpre o importante papel de procurar evidenciar a instabilidade entre a busca pelo desenvolvimento econômico e a conservação dos recursos naturais. A despeito dos enredos político e geográfico de Cuba, o contexto da transformação da natureza não é visto apenas do ponto de vista regional, mas dialoga com contextos históricos globais, sem negar o valor histórico dos enredos regionais, detalhadamente apresentado por meio de ricas fontes documentais. E isso é muito bem orquestrado por Monzote, que transita confortavelmente na descrição da política local com as teorias do desenvolvimento na América Latina e os modelos de planificação do bloco socialista. Leia Mais

Infectious change: reinventing Chinese public health after an epidemic | Katherine A. Mason

Between 2002 and 2003, a coronavirus epidemic broke out in China and spread across the world, infecting more than 8,000 people and causing approximately 10% of this contingent to die. In the months when the Severe Acute Respiratory Syndrome (SARS) was active in China, severe sanitary measures were adopted, such as quarantines, isolation, the closing of public places, the use of large-scale diagnostic tests, and the construction of isolated health units in record time. The world has witnessed very similar protocols in China’s current fight against the SARS-Cov-2 epidemic in 2020.

The 2002-2003 epidemic drastically changed the structure of China’s health services. And the book Infectious change: reinventing Chinese public health after an epidemic , by Katherine A. Mason, published in 2016 by Stanford University Press, was written to bring to light and analyze these transformations and their impacts on public health in that country. Leia Mais

Science and society in Latin America: peripheral modernities | Pablo Kreimer

La preocupación central de Science and society in Latin America: peripheral modernities , el último libro de Pablo Kreimer (2019) , es el estudio de las particularidades de los procesos de producción y uso del conocimiento científico y tecnológico en América Latina como región periférica. El texto es una síntesis, una rendición de cuentas, de 25 años de investigación en el campo de la sociología política e histórica de la ciencia.

Primero, el autor comparte confesiones y anécdotas personales como acertada excusa para pasar revista, en América Latina, a algunos de los tópicos más importantes de los estudios sociales de la ciencia y la tecnología – o campo Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS). A partir de su encuentro con Jean-Jacques Salomon, su director de tesis doctoral y un cómplice en sus preocupaciones políticas, estudia el rol de las políticas de ciencia y tecnología (PCT) en el desarrollo de la región. Lo también anecdótico es que para muchos de los recién llegados al campo CTS en América Latina las preocupaciones políticas y el estudio de las PCT han sido un punto de paso obligatorio o una suerte de rito de iniciación. Luego, bajo la inspiración de Latour y Woolgar (1979) , inicia un segundo gran momento de trabajo. El autor pasó por varios laboratorios de biología molecular de Francia, Londres y Argentina para observar cómo los científicos producen conocimiento. Es decir, para trabajar “a lo Latour”. Años después llega a un tercer encuentro crucial. Kreimer, bajo la inspiración de Hebe Vessuri, pionera del campo CTS en la región, inicia sus investigaciones sobre ciencia periférica. Leia Mais

Una historia de la verdad en Occidente: ciencia, arte, religión y política en la conformación de la cosmología moderna | Mauricio Nieto Olarte

Un destacado historiador de la ciencia es el autor de este libro, un colombiano quien previamente había producido valiosos análisis sobre las expediciones científicas y el naturalismo en España y América en las postrimerías del período colonial ( Nieto Olarte, 2006 , 2007 ). En este ambicioso trabajo analiza el desarrollo del conocimiento racional y la emergencia del eurocentrismo político, cultural y científico a partir del siglo XVIII. La mayoría de los 21 capítulos de este estudio se concentran en los saberes producidos en Europa durante la Edad Moderna (1492-1789). Es decir, se ocupan de temas como el Renacimiento italiano, la astronomía de Galileo, el empirismo de Francis Bacon y la física de Isaac Newton. Los capítulos iniciales se remontan a las discusiones filosóficas de Platón y Aristóteles sobre los límites y la esencia del conocimiento, así como a la noción de una única verdad del monoteísmo cristiano. En sus capítulos finales aborda la construcción del carácter enciclopédico de la obra de Alexander von Humboldt y hace un recuento del positivismo de Auguste Comte. Para encontrar una obra de envergadura parecida en América Latina es necesario remontarse a Aldo Mieli (1952) , el inmigrante italiano que publicó en varios volúmenes una historia de la ciencia europea en la Argentina de los años 1950. Luego de este esfuerzo, la mayoría de los historiadores latinoamericanos de la ciencia y de la medicina nos ocupamos de la recepción, la negociación y la participación de investigadores latinoamericanos en circuitos internacionales del conocimiento. Leia Mais

Genealogías de la reforma sanitaria en España | José Martínez-Pérez e Enrique Perdiguero-Gil

La reforma del sector de la salud hay que entenderla, en sus principios programáticos generales, como un proceso cuyo objetivo es mejorar la equidad, la calidad y la eficiencia mediante cambios en la organización y financiación de los servicios de salud. El análisis histórico de los sistemas sanitarios contemporáneos nos permite valorar y entender el modo como los distintos países se enfrentaron a los formidables retos planteados para hacer frente a la salud y enfermedad de las poblaciones. Este es el núcleo en torno al cual se articula el libro Genealogías de la reforma sanitaria en España, intentando responder a las preguntas del por qué, el cuándo y el cómo tuvo lugar ese proceso en el Estado español de la segunda mitad del siglo XX. El interés de una obra de estas características, coordinada por dos historiadores de reconocida valía y dilatada trayectoria investigadora, reside, en gran medida, en la singularidad de su enfoque, en la potencialidad de las fuentes utilizadas, en la novedad de muchos de sus contenidos, que hacen que su lectura rebase con mucho las fronteras de un estudio país para transformarse en un modelo de trabajo que sin duda va a ser de utilidad a nivel internacional. Examinemos brevemente el contexto político y social en el que el libro se desenvuelve. Leia Mais

The politics of vaccination: a global history | Christine Holmberg, Stuart Blume e Paul Greenough

A literatura recente do campo da saúde tem se dedicado amplamente ao debate sobre a relação entre proposições que ganham o tom de “medidas globais” e as tensões referentes à aplicação de tais modelos em nível local. A ideia de que determinados agravos e temas podem ser pensados em termos de uma “saúde global” impõe a gestores, profissionais da ponta e pesquisadores reflexões sobre os limites da relação entre o aspecto local das práticas de saúde e suas conexões com outras instâncias. Nesse sentido, um ponto central parece emergir: como articular estratégias globais a contingências e caracteres locais? Ou melhor, quais os limites das políticas e práticas no contexto da saúde global? As perguntas são importantes em um momento no qual as vacinas estão no centro de críticas e ataques de grupos negacionistas, sobretudo religiosos. Ponderações eloquentes a esses questionamentos e ao negacionismo científico contemporâneo estão na base da coletânea The politics of vaccination: a global history , organizada por Christine Holmberg, Stuart Blume e Paul Greenough.

O livro é dividido em três partes temáticas e prioriza estudos que versam sobre as décadas de 1950 em diante, abrangendo, assim, experiências de regiões pertencentes a Ásia Oriental, África Ocidental, Américas e Europa. A primeira seção, “Vaccination and national identity”, acompanha políticas de vacinação e sua contribuição para o fortalecimento das identidades nacionais. Nela se destacam três estudos. Paul Grennough investiga a contribuição do combate à varíola no Paquistão Oriental em 1958, durante a Guerra Fria, para o modelo de erradicação global da doença. Em seguida, Niels Brimnes contextualiza os movimentos de oposição à campanha contra tuberculose (BCG) na Índia nos anos seguintes à independência. Posteriormente, Dora Vargha Examina a ação dos Estados comunistas da Europa Oriental e aponta como o combate contra a poliomielite na Hungria, em 1959, serviu de inspiração à OMS, no ano seguinte. Leia Mais

The World Health Organization: a history | Marcos Cueto e Theodore M. Brown

La obra es el resultado de la colaboración estrecha, a través de casi dos décadas, de tres historiadores importantes, de dilatada y fecunda trayectoria, que han confluido felizmente para realizar un trabajo de alta calidad y envergadura, hasta tal punto que constituye una referencia obligada no solo para el estudio del organismo sanitario stricto sensu sino, a lo largo de todo el periodo histórico que abarca de la salud internacional todas sus facetas y, aún más, de la historia, los cambios en las políticas de carácter global, como señala Randall Packard en la contraportada. Y una ausencia dolorosa: la de Elizabeth Fee, fallecida cuando la obra ya estaba completa, pero que ha dejado su impronta en la misma.

Políticos, gestores, diplomáticos, sanitarios, son actores privilegiados de esta historia. Una historia que los autores se encargan bien pronto de decir que no se trata de una historia oficial o semioficial, como las que abarcando los diferentes decenios de la Organización Mundial de la Salud se han ido publicando. El estudio se apoya en muy abundantes y muy bien escogidas fuentes primarias – muchas archivísticas e inéditas (una relación de las cuales se encuentra en p.341-351), incluyendo testimonios orales de personalidades tan emblemáticas cono Halfdan Mahler o Ilona Kickbusch. Leia Mais

Renato Kehl e a eugenia no Brasil: ciência, raça e nação no período entreguerras | Vanderlei Sebastião de Souza

O livro de Vanderlei Sebastião de Souza, professor adjunto da Universidade Estadual do Centro-oeste (Unicentro-PR), consiste em um estudo sobre a atuação do médico Renato Kehl (1889-1974) como organizador do movimento eugênico brasileiro, entre 1917 e 1932. Originalmente apresentada como dissertação de mestrado no Programa de Pós-graduação em História das Ciências e da Saúde, da Fundação Oswaldo Cruz (Fiocruz), no Rio de Janeiro, a pesquisa se baseou em amplo repertório de fontes bibliográficas e do arquivo pessoal de Kehl, incluindo atas e anais de congressos, artigos de periódicos e correspondências, contido no acervo do Departamento de Arquivo e Documentação da Casa de Oswaldo Cruz/Fiocruz.

Souza analisa os fatores que levaram a mudança nas concepções eugênicas de Kehl, a partir de finais da década de 1920. Conforme o argumento desenvolvido no livro, tal mudança se traduz pela passagem de um conceito amplo de eugenia e que esteve muito próximo dos ideais de reforma do ambiente social do movimento médico-sanitarista, para uma eugenia com fronteiras mais bem delimitadas e caracterizada por medidas radicais como o exame médico pré-nupcial obrigatório, a esterilização compulsória e a seleção dos imigrantes segundo critérios raciais. Leia Mais

La psiquiatría más allá de sus fronteras: instituciones y representaciones en el México contemporáneo | Andrés Ríos Molina

O livro La psiquiatría más allá de sus fronteras: instituciones y representaciones en el México contemporáneo, como o próprio título indica, tem como objetivo explorar as formas como a psiquiatria se relacionou com os campos sociais, políticos e culturais no México, ultrapassando as fronteiras da clínica. Coordenada por Andrés Ríos Molina (2017), a obra reúne autores que, a partir de metodologias e aportes teóricos diversos, procuram explorar as relações estabelecidas entre sociedade e psiquiatria sob o viés da história cultural. Para desenvolver esse tipo de análise, eles partem de um primoroso, variado e inovador conjunto de fontes, que envolve desde planos educativos, correspondência administrativa, cartografias, imagens publicitárias, fotografias, fotonovelas até comics.

Os cinco capítulos que compõem a obra se estruturam em torno de um duplo viés historiográfico, privilegiando, por um lado, o estudo das instituições educacionais, médicas e governamentais onde a psiquiatria desempenhou um papel relevante e, por outro, as representações culturais sobre a loucura, tanto no âmbito do discurso como da prática, disseminadas em múltiplos espaços da Cidade do México. Nesses capítulos são apresentados outros atores sociais, além dos médicos e psiquiatras, como pedagogos, administradores públicos, empresários e fotógrafos, entre outros, que também se preocuparam em alguma medida com questões relacionadas às enfermidades mentais. Leia Mais

Pasteur’s empire: bacteriology and politics in France, its colonies and the world | Aro Velmet

Fruto de tese de doutorado, Pasteur’s empire combina ferramentas analíticas próprias à história da ciência, à história da medicina e à história global a fim de mapear as consequências políticas e científicas do encontro entre a microbiologia e o império francês. Cronologicamente, o livro abarca uma faixa de tempo compreendida entre o início da colonização francesa na Indochina, na última década do século XIX, até a capitulação de 1940, que encerra oficialmente a Terceira República. Geograficamente, embora tenha uma pretensão quase totalizante expressa em seu título, o livro recobre sobretudo a França e as colônias da Indochina (atuais Vietnã, Laos e Camboja), da Tunísia e do Senegal (este último parte integrante da então África Ocidental Francesa).

Aro Velmet trabalha um tema em particular em cada capítulo, indo desde a gestão de doenças epidêmicas como a peste bubônica, a febre amarela e a tuberculose em alguns desses espaços coloniais, passando pela tentativa dos pasteurianos em estabelecer um monopólio sobre a produção e venda de álcool na Indochina ou pela transformação geral dos pasteurianos, “monges ascetas” na metrópole, em grandes capitalistas coloniais. Após essa viagem por pelos menos três continentes ao longo de quase 50 anos, Velmet conclui que essa época pasteuriana na história da medicina possui características muito próximas da era atual: trabalho em rede, conectado ao mercado global e capaz de fornecer soluções orientadas para as causas biológicas e não sociais dos problemas. Em razão dessa similaridade, Velmet afirma que o deslocamento da microbiologia da França para as suas colônias desvela uma possível origem da saúde global. Leia Mais

The death of nature: women, ecology, and the Scientific Revolution | Carolyn Merchant

Lançado em 1980, The death of nature completa, em 2020, 40 anos de publicação e ainda carecia de uma resenha em português. Apesar do tempo passado desde o lançamento, o livro de Carolyn Merchant apresenta algumas reflexões e contribuições ainda atuais.

Merchant é professora emérita da University of California, Berkeley, e possui publicações nas áreas de epistemologia feminista, história ambiental e história das ciências. É uma das referências do ecofeminismo, movimento que associa ecologismo e feminismo, identificando relações entre a exploração da natureza e das mulheres. Contudo, ainda hoje a autora tem pouca inserção nos cursos e programas de história ambiental e das ciências no Brasil, sobretudo quando a comparamos com outras autoras feministas, como Evelyn Fox Keller e Donna Haraway. Entretanto, isso não é exclusividade brasileira. Apesar do interesse do campo ambiental e feminista, o livro foi marginalizado por historiadores anglófonos e filósofos da ciência moderna, além de ter encontrado um “clima frio” para sua recepção dentro da historiografia da ciência ( Park, 2006 ). Leia Mais

Hospitais e saúde no Oitocentos: diálogos entre Brasil e Portugal | Cybelle Salvador Miranda

Por um vasto oceano uniram-se dois continentes, com uma língua e um passado partilhados. Entre as viagens, sobreveio um profícuo e interessante linguajar oitocentista entre vários actores e instituições portugueses e brasileiros. Essas “conversas”, influenciadas por uma Europa de referência elitista, por um maior poder económico e um rápido incremento de estatuto social, foram cruciais para a apropriação e a utilização de conceitos na arquitetura da época. Cybelle Salvador Miranda e Renato da Gama-Rosa Costa, no livro Hospitais e saúde no Oitocentos: diálogos entre Brasil e Portugal , publicado em 2018, pela Editora Fiocruz, organizam relatos históricos de uma viagem icónica entre esses dois mundos que, aparentemente diferentes, beberam da mesma fonte.

Os diversos poderes imperiais e não imperiais que, nesse arco cronológico, sofreram metamorfoses são, também, agentes produtores de registos cruciais, pois, em última análise, a decisão é um poder executivo. Nessa obra, não são apenas os detalhes históricos centrados em sistemas governativos, mas também as visões dos doentes para com os seus decisores, invertendo a narrativa para ilustrar a importância da doença e do tratamento – o relato pelas elites resulta, normalmente, numa linha histórica rapidamente solúvel. As diversas peças do puzzle são extensivamente analisadas nos textos, entre as quais a questão da mudança da direcção médica das instituições, a consolidação científica, a título de exemplo. A arquitetura é um “espelho de Alice” que, além de refletir imagens da sua realidade, revela, por detrás, um mundo desconhecido de premissas e locuções – as mesmas que, também, o livro desvenda. Leia Mais

Mandarin Brazil: race, representation, and memory. | Ana Paulina Lee

A obra Mandarin Brazil , premiada como melhor livro em humanidades na seção Brasil pela Latin American Studies Association, é uma leitura importante para a compreensão das representações dos chineses na cultura popular brasileira. O livro remonta a construção e ressignificação dos estereótipos raciais associados ao imigrante chinês na literatura, na música e no teatro nos séculos XIX e XX. A obra extrapola o enfoque da historiografia nacional sobre os debates e as construções raciais em torno da imigração chinesa entre 1850 e 1890. Ana Paulina Lee (2018) priorizou a elaboração, reprodução e apropriação da chinesness , expressões culturais que elaboram conceitos e estigmas raciais referentes à China e aos seus habitantes. Essas imagens foram concebidas e apropriadas em meio a um intenso diálogo global fortalecido após a abolição do tráfico negreiro. Tais representações circulam dentro de uma memória circum-oceânica, um processo criativo por meio do qual a cultura da modernidade se inventa ao transmitir um passado que pode ser esquecido, recriado ou transformado em uma memória coletiva. Leia Mais

El trabajo clínico psiquiátrico en el Buenos Aires del siglo XX | Alejandra Golcman

El libro de Alejandra Golcman El trabajo clínico psiquiátrico en el Buenos Aires del Siglo XX es el resultado de una tesis de doctorado en ciencias sociales, producto de una investigación de 5 años de duración. El texto explica principalmente cómo las prácticas de los médicos del hospital psiquiátrico de mujeres J.A. Esteves, de Buenos Aires, Argentina, fueron influenciadas, atravesadas e, incluso, modificadas por el contexto social y cultural, durante el período 1908-1971. Este trabajo se aleja de la histoedria tradicional, con foco en las grandes figuras o corrientes teóricas, y se inscribe dentro de una perspectiva de historia cultural de la psiquiatría.

Los principales aportes del libro residen, en primer lugar, en la estrategia metodológica utilizada a lo largo del texto. El planteo cuantitativo y cualitativo le ha permitido a la autora analizar, tanto la población hospitalaria en general como los casos particulares del hospital. En segundo lugar, es destacable el trabajo realizado con historias clínicas. Golcman adhiere a un enfoque donde cobra relevancia la pregunta por la cotidianeidad del trabajo clínico de los profesionales y la vida de los pacientes dentro de las instituciones psiquiátricas. La centralidad de estos aspectos en el libro resulta, entonces, su contribución fundamental. Cabe aclarar que Golcman inscribe su investigación en perspectivas que ya vienen siendo trabajadas, hace por lo menos 10 años, fundamentalmente por equipos de investigación de España y México ( Huertas, 2012 ; Ríos Molina, 2017 ) en el marco de la Red Iberoamericana de Historia de la Psiquiatría. De esta manera, en lo que se refiere específicamente al contenido del libro, la autora comienza su texto brindando una mirada sobre los diagnósticos de demencia precoz y esquizofrenia en el plano teórico, como los cuadros clínicos emblemáticos de la época, y también como los cuadros más representativos dentro de los casos clínicos analizados por la autora. Golcman realiza un abordaje de las ideas de los psiquiatras argentinos de aquel momento por medio de un análisis de artículos en revistas médicas, libros y tesis doctorales. Así, en el primer capítulo, la investigadora desarrolla el trabajo de esos autores, teniendo en cuenta las apropiaciones que ellos realizaron en el contexto local y mostrando que esas nociones también fueron redefiniéndose y reconstruyéndose con el correr de los años, en ese país. Leia Mais

Vacina antivariólica: ciência/ técnica e o poder dos homens (1808-1920) | Tania Maria Fernandes

O livro de Tânia Fernandes, recentemente lançado pela Editora Fiocruz, é produto de sua dissertação de mestrado defendida na Escola Nacional de Saúde Pública (ENSP), da Fundação Oswaldo Cruz (Fiocruz). Aqueles que apenas passarem os olhos pelo título do livro e o tema tratado com certeza se lembrarão do também recente trabalho de Sidney Chalhoub, que aborda a questão da vacina antivariólica (Cidade febril: cortiços e epidemias na corte imperial, São Paulo, Companhia das Letras, 1996). Entretanto, as semelhanças entre os dois livros terminam aí. As diferentes abordagens escolhidas pelos autores e a originalidade da trajetória e do enfoque de Tânia Fernandes tornam-se evidentes à medida que nos debruçamos sobre o livro da pesquisadora da Casa de Oswaldo Cruz. Enquanto o trabalho de Chalhoub está mais voltado para uma história cultural e procura resgatar as resistências da cultura popular carioca à prática da vacina, Fernandes volta sua atenção para a história da ciência, privilegiando a história da vacina propriamente dita, incluindo-se neste aspecto não apenas a história dos institutos encarregados de produzi-la e aplicá-la, mas também o conhecimento técnico e científico envolvido na sua produção.

Registre-se que, ao estudar as práticas científicas e as técnicas envolvidas na produção da vacina, Fernandes preocupa-se em mostrar como as concepções científicas não podem ser dissociadas das práticas políticas e dos interesses profissionais da comunidade médica, fugindo de qualquer compromisso com uma história ‘heróica’ da ciência. Esta perspectiva fica bastante evidente no capítulo três, onde analisa os conflitos políticos entre o barão de Pedro Affonso e Oswaldo Cruz em torno da concepção de a quem caberia o monopólio de produzir e aplicar a vacina: ao Estado ou à iniciativa privada. O barão de Pedro Affonso, primeiro médico a produzir com sucesso a vacina antivariólica animal e diretor do Instituto Vacínico Municipal do Rio de Janeiro entre 1894 e 1920, defendia seu monopólio privado conquistado ainda no final do Império, quando conseguiu reproduzir a vacina animal no país. Oswaldo Cruz, diretor do então Instituto Soroterápico e representante de uma tendência centralizadora e estatista, defendia a incorporação do Instituto Vacínico ao Instituto Soroterápico e o fim do monopólio privado de Pedro Affonso. Leia Mais

Love, order, and progress: the science, philosophy, and politics of Auguste Comte. BOURDEAU et. al. (HCS-M)

COMTE Auguste

BOURDEAU M Warren Love order and progress 151BOURDEAU, Michel; PICKERING, Mary; SCHMAUS, Warren E. Love, order, and progress: the science, philosophy, and politics of Auguste Comte. Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 2018. 416p. Resenha de: SANDOVAL, Tonatiuh Useche. Una visión sinóptica de Auguste Comte en inglés. História Ciência Saúde-Manguinhos v.27 n.1 Rio de Janeiro Jan./Mar. 2020.

En el Capítulo 86 de Rayuela de Julio Cortázar (2008) se puede leer: “Quizá haya un lugar en el hombre desde donde pueda percibirse la realidad entera. Esta hipótesis parece delirante. Auguste Comte declaraba que jamás se conocería la composición química de una estrella. Al año siguiente, Bunsen inventaba el espectroscopio”. Nada se aleja tanto de la estructura fragmentada de la novela de Cortázar como la obra sistemática del fundador de la religión de la humanidad. El presente volumen reúne nueve artículos en inglés que, descartando una comprensión fragmentaria de la obra de Comte, tanto de sus aciertos como de sus insuficiencias, resaltan que sus vertientes científica, filosófica y política son solidarias. Leia Mais

Darwin y el darwinismo desde el sur del sur – VALLEJO et al (HCS-M)

GALASSO P Darwin y el darwinismo desde el sur del surVALLEJO, Gustavo et al. (ed). Darwin y el darwinismo desde el sur del sur. Madrid: Doce Calles, 2018. 446p. Resenha de: GALASSI, Paolo. Darwin en las pampas: revisitando la recepción del darwinismo en Iberoamérica. História, Ciência, Saúde – Manguinhos , Reio de Janeiro, v.27 n.1 Jan./Mar. 2020.

Concebido en el marco de los debates generados por la Red Iberoamericana de Estudios de Historia de la Biología y de la Evolución – fundada tras el XIX Congreso Internacional de Historia de la Ciencia (Zaragoza, 1993) y desde entonces alma mater de encuentros celebrados a lo largo de toda América Latina –, Darwin y el darwinismo desde el sur del sur (Vallejo et al., 2018) reúne las contribuciones de un heterogéneo núcleo de docentes e investigadores en torno a las problemáticas generadas por la irrupción, propagación y recepción del pensamiento evolucionista en el mundo iberoamericano. Leia Mais

El seguro social: evolución histórica, crisis y perspectivas de reforma | Miguel Ángel González Block

El libro de Miguel Ángel González Block (2018) es un estudio crítico y propositivo, con un sólido sustento teórico e histórico, que analiza con detenimiento las múltiples causas de las problemáticas, rezagos, desigualdad y desafíos a los que se enfrenta la seguridad social en México. Para realizar lo anterior, el libro está organizado a partir de una serie de preguntas clave, entre las que destacan las siguientes: el seguro social ¿fue una conquista de los trabajadores? ¿Se trató de una respuesta a las necesidades de desarrollo? ¿Se puede realmente hablar de seguridad social? ¿Proporciona protección de la cuna a la tumba? ¿Tiene un gasto eficiente? ¿Finanzas sanas? ¿Es equitativo? Las respuestas a esas y a otras interrogantes son en todos los casos negativas y se sustentan en un detallado y riguroso análisis de los orígenes, retos, desafíos y problemas políticos, económicos e institucionales que formaron y que forman parte de la seguridad social en el país. Además, González Block enuncia una serie de posibles reformas para evitar que la seguridad social continúe perpetuando una protección social crecientemente estratificada, fragmentada e ineficaz. Leia Mais

Piedra, papel y tijera: instrumentos en las ciencias en México | Laura Cházaro, Miruna Achim e Nuria Valverde

Piedra, papel y tijera: instrumentos en las ciencias en México (Cházaro, Achim, Valverde, 2018) es un conjunto de estudios que se centran en la historia de los diversos objetos que se han utilizado para construir, comunicar y aplicar conocimientos científicos. El libro se divide en 15 capítulos, que siguen tres ejes temáticos: “tecnologías de papel”; “prácticas y conocimientos médicos, materialidad in-corporada”; e “instrumentos, disponibilidad y objetividad en el México del siglo XX”. Se indaga por los usos, los mercados, el trabajo manual y las habilidades de los objetos y artefactos de las ciencias, así como por la dimensión política de la creación, producción y circulación de éstos. Los objetos que aparecen en este libro muestran una flexibilidad y ambigüedad que dificulta una fijación espacial y temporal: los mismos objetos, al igual que las interpretaciones de ellos, dependen de sus relaciones con otros objetos, decisiones políticas, y de las personas que interactúan con ellos. En ese sentido, los objetos que se discuten se constituyen por un continuo devenir que es difícil de definir de antemano. Leia Mais

Arroz negro: as origens africanas do cultivo de arroz nas Américas | Judith Carney

Finalmente é publicada em língua portuguesa a obra Arroz negro: as origens africanas do cultivo de arroz nas Américas , de Judith Carney (2018) . A versão editada em inglês ( Carney, 2001 ) atraiu a atenção de leitores mundo afora pela originalidade e abrangência multidisciplinar na mais clara representação da tradição na qual a autora se insere. Seu trabalho reflete a tradição da geografia cultural de Carl Sauer em Berkeley. Esse background pode ser percebido de forma significativa na transposição de barreiras disciplinares e na utilização de modelos metodológicos que hoje são norteadores de muitas práticas investigativas no campo das humanidades ambientais ( Carney, 2016 , 2017 ). Nessa obra, Carney revive essa importante tradição ao transitar com fluidez e pertinência científica em diferentes campos do conhecimento.

O leitor atento perceberá a forma confortável como a autora utiliza as explicações culturalistas e a interação entre sociedade e natureza. Dessa forma, a interação entre os ambientes sociais e naturais foi fortemente considerada na produção de manifestações e patrimônios culturais. No caso específico de Arroz negro , destacamos a forma como a autora aborda as evidências de uma cultura específica, que ela chama de “cultura do arroz”, fundamentada em relação a um contexto geográfico distinto na África Ocidental e sua transposição para outros territórios e paisagens nas Américas. O roteiro metodológico em construir a “cultura do arroz” e suas origens africanas nas Américas, sobretudo na região da Carolina do Sul, revela práticas e processos históricos do comércio atlântico e do complexo intercâmbio colombiano ( Crosby, 1972 , 2009 ), que envolvia uma troca biológica e cultural de sementes, culturas, etnias e saberes, entre outras. Nesse sentido, a autora procura dar ênfase a essa faceta do intercâmbio colombiano nas Américas, abordando, além dos EUA, exemplos na América Central e no Brasil. Leia Mais

História da saúde no Brasil: uma breve história | Luiz Antonio Teixeira, Tânia Salgado Pimenta e Gilberto Hochman

A obra História da saúde no Brasil: uma breve história , organizada por Luiz Antonio Teixeira, Tânia Salgado Pimenta e Gilberto Hochman (2018) chega em momento marcante do país, em meio às ameaças que cercam, de forma profunda e decisiva, a democracia brasileira. Como um espelhamento de si, aprendemos pelas análises tratadas que, se os poetas podem ver na escuridão, os estudiosos da história da saúde podem ver através da neblina dos sofrimentos humanos e dos diversos modos de se tentar aplacar essas aflições, indicando o entrelaçamento de saberes, tecnologias, políticas e práticas que moldam o Brasil e o brasileiro.

O livro aqui examinado possui valores distintos, exatamente por deixar registrado o empreendimento de décadas, fundamentalmente, dos pesquisadores da Casa de Oswaldo Cruz, da Fundação Oswaldo Cruz (COC/Fiocruz), em sua conjunção de esforços desde 1986. Isso pode ser acompanhado pelo leitor que reconhecerá, por meio das notas biográficas dos autores, desde os que participam da criação da Casa até os mais recentes, numa comprovação evidente da consolidação do trabalho desse grupo nesses mais de 30 anos da COC, considerada referência na produção de conhecimento e formação em história da saúde e medicina do país. A obra está dividida em 11 capítulos com dois eixos fundamentais – temporal e temático –, abarcando perspectivas que envolvem a própria trajetória profissional desses pesquisadores. Leia Mais

The scramble for the Amazon and the lost paradise of Euclides da Cunha | Susanna Hecht

Essa obra merece uma crítica inicial: trata-se de “vários livros” encadernados sob título e capa únicos. Além da descontinuidade entre seus componentes, a obra é um conjunto de livros enorme e heterogêneo, difícil de ler. Ainda assim, o conteúdo é valioso para quem se interesse por Euclides da Cunha e/ou pelo prolífico trabalho de Hecht sobre a Amazônia; no entanto, a obra não é para iniciantes.

Hecht é doutora em geografia pela University of California (Berkeley) e professora da University of California (Los Angeles). É veterana estudiosa do Brasil e da América Latina, sobre os quais publicou livros e artigos, especialmente a respeito de questões socioambientais, como The fate of the forest: developers, destroyers, and defenders of the Amazon (com Alexander Cockburn; edição atualizada em 2011) e Soy, globalization, and environmental politics in South America (com Gustavo L.T. Oliveira, 2017 ). Leia Mais

Madhouse: psychiatry and politics in Cuban history | Jennifer Lambe

This history of Cuba’s main psychiatric asylum, Mazorra – named after the owner of the slave plantation upon which the hospital was built – aims to be much more. Impressive in scope, historical detail, and thoughtful analysis, Madhouse largely meets its two parallel, if overlapping goals: to trace the history of attitudes towards and the experience of mental illness in Cuba, and to introduce a set of new historically-informed concepts for understanding Cuban mental states. Lambe evokes the latter in a line on the very first page of the book’s Introduction: “In the borderlands of indifference and on the margins of meaning lies Mazorra, primordial laboratory of the fifth dimension” ( Lambe, 2017 , p.1) The book fulfills the first goal well and provides a lot of insight into the second.

Lambe’s goal is not just to reconstruct Cuba’s attempts to deal with mental illness, but to understand the contours and effectiveness (or lack thereof) of the Cuban state through three or four very different eras. From the late nineteenth and early twentieth centuries, with its two US occupations, to the years of corruption, the Revolution, and beyond, Lambe documents the tremendous changes in the Cuban psych fields, as well as some continuities. The first sixty-plus years of Mazorra’s existence were marred by brutal levels of neglect; the mid-twentieth century attempts at reform had minimal effect. After the revolution, the government harnessed the power of a strong, centralized state and clear sociological objectives to broaden and deepen the treatment of social pathologies. Throughout, Lambe argues, Mazorra remained an enduring symbol of the island, including its best and worst images. Leia Mais

A ordem do tempo | Carlo Rovelli

O livro A ordem do tempo foi lançado originalmente em 2017, pelo renomado físico teórico italiano Carlo Rovelli, e traduzido para diversos idiomas. Seus dois livros anteriores, Sete breves lições de física ( Rovelli, 2015 ) e A realidade não é o que parece ( Rovelli, 2017 ), também foram publicados no Brasil, tendo sido o primeiro um bestseller internacional com mais de um milhão de exemplares vendidos, o que configura um fenômeno para um livro de divulgação da física e rendeu ao autor a alcunha de “novo Stephen Hawking”.

Assim como em suas obras literárias anteriores, o objetivo de A ordem do tempo é trazer para o grande público uma análise retrospectiva da compreensão humana a respeito dos mistérios que compõem o tempo, desde um passado remoto até o estado da arte atual. A abordagem metodológica é praticamente a mesma dos livros anteriores: resumir conceitos contemporâneos da ciência, evitar detalhamentos e focar no essencial ( Rovelli, 2015 , 2017 ). Contudo, dada a natureza complexa e densa do tema escolhido, resta a sensação que dificilmente compreenderão a obra, ao menos em sua totalidade, os leitores não familiarizados com os conteúdos acadêmicos do ciclo básico de física comum a diferentes carreiras universitárias (física, química, engenharia, entre outras), assim como aqueles que não possuam conhecimentos prévios de filosofia, epistemologia ou história da ciência. Leia Mais

As “novas” políticas sociais brasileiras na saúde e na assistência: uma produção local do serviço e das relações de gênero | Isabel Georges e Yumi Garcia dos Santos

O livro apresenta uma análise teórica, histórica e social sobre o lugar central ocupado pelas mulheres nas políticas públicas voltadas para o controle dos pobres em regimes liberais ou progressistas. Baseia-se em extenso material coletado pelas autoras em suas pesquisas individuais e em conjunto, realizadas na zona leste da cidade de São Paulo ao longo das primeiras décadas do século XXI. O trabalho envolve observação em organizações sociais (OS) e nos serviços por elas oferecidos em parceria com o Estado, e entrevistas com gestoras, agentes de saúde e usuárias dos programas.

A primeira parte da obra recupera o histórico de desenvolvimento, em níveis internacional, nacional e local, de uma “gestão sexuada” da pobreza que orienta a elaboração de políticas públicas para determinada parcela da sociedade. As autoras se debruçaram sobre a construção da ideia de proteção social desde o século XVIII e seu trânsito entre a caridade, a filantropia e o mercado. A figura feminina emerge como a mediadora na concretização dos objetivos do Estado, na gestão da população pobre. A partir da figura moral da mãe-mulher com cuidadora “natural”, responsável pelo bem-estar da família, as políticas de proteção social familistas do século XX mostram-se herdeiras dessa caracterização. Seja em contextos liberais, neoliberais “humanizados” ou progressistas, a família constitui-se como categoria consensual, e a mulher como responsável por sua saúde. Leia Mais

The restless clock: a history of the centuries-long argument over what makes living things tick | Jessica Riskin

The restless clock ( Riskin, 2016 ) é a mais recente obra da historiadora das ciências Jessica Riskin, professora da Universidade de Stanford e autora também das obras Science in the age of sensibility (2002) e Mind out of matter (2007). O presente livro analisa cinco séculos de intensos debates sobre agência: a capacidade intrínseca de qualquer entidade, seja ela humana ou não humana, de agir no mundo. A autora mostra como a emergência de santos, demônios, divindades gregas e criaturas autômatas no fim da Idade Média e a visão mecanicista de mundo do realismo cartesiano no século XVII originaram um dos maiores problemas ainda sem solução no âmago da ciência moderna: o das origens da vida e do movimento das coisas.

São variados os personagens dessa longa viagem pelos meandros do debate sobre agência: relojoeiros, autômatos, médicos, filósofos, matemáticos, engenheiros, androides, biólogos, teólogos, geneticistas, robôs, só para mencionar alguns. As máquinas são personagens ativos nessa história, favorecendo com suas presenças materiais e seus movimentos, em meio a olhares de espanto, admiração e curiosidade, a emergência de uma série de análises e debates sobre as origens da inteligência, dos movimentos, da fisiologia dos seres vivos, entre outros. Questões que permeiam esses debates são: a origem dos movimentos está em uma agência externa ao mundo (regida por um designer divino, por exemplo)? A origem dos movimentos e da vida está na própria natureza (sendo o mundo composto por entidades que possuem agência)? Ou os movimentos do mundo exibem uma agência aparente, mas são regidos por aleatoriedades? Leia Mais

Darwinismo, raça e gênero: projetos modernizadores da nação em conferências e cursos públicos (Rio de Janeiro, 1870-1889) | Karoline Carula

A década de 1870 assinala o momento da chegada ao Brasil das “ideias novas”, como destacou Silvio Romero. Entre estas ideias, uma, o darwinismo, logrou grande sucesso entre os pensadores que buscavam fazer do Brasil um país moderno e civilizado. O darwinismo sofreu diversas apropriações e direções discursivas, sendo isto perceptível nas discussões que ocorriam nos jornais e revistas da Corte. Como exemplo dessa ampla difusão do darwinismo, temos o encontro do cientista francês Louis Couty com um fazendeiro de nome Tibiriçá. Dizia Couty (1988, p.98): “Estava eu percorrendo os títulos dos livros que via sobre a mesa de meu anfitrião, [Charles] Darwin, [Herbert] Spencer” e admitia “sem surpresa que os via ali, e que os via trazerem as marcas de uma leitura prolongada”.

O leitor que abrisse os jornais, como a Gazeta de Notícias ou o Jornal do Commercio , entre as décadas de 1870 e 1880, encontraria várias chamadas para conferências e cursos públicos na Corte que tratavam dos mais diversos assuntos discutidos pela ciência na época, quase todos perpassados pela perspectiva do darwinismo. O homem de letras desse período tinha uma ampla programação de ciência para realizar nos espaços públicos da capital do Império. Decorriam disso discussões e sociabilidades novas, permeadas pelas várias interpretações da teoria de Charles Darwin. Esse assunto é objeto de exame do livro Darwinismo, raça e gênero , escrito por Karoline Carula e publicado pela Editora Unicamp. O livro é resultado de sua pesquisa de doutoramento em história social defendida na Universidade de São Paulo. Atualmente, Carula é professora de história na Universidade do Estado do Rio de Janeiro. Leia Mais

Cuando la enfermedad se silencia: sida y toxicidad en el oriente boliviano | Susana Ramirez Hita

Este nuevo estudio de Ramírez Hita (2016) presenta un doble interés para la antropología médica. Por un lado, el valor académico del trabajo con material de campo y fuentes secundarias. Por el otro, el interés de salud pública de problematizar la toxicidad y la relación con el padecimiento del sida.

El estudio, producto de dos consultorías que Ramírez Hita realizó sobre el sida en Bolivia entre 2009 a 2011 y del 2013 al 2015, fue editado en el 2016 y consta de dos partes. La primera sobre la construcción del concepto del sida y la segunda, sobre las condiciones de los servicios de salud y de las personas viviendo con sida. Leia Mais

High Hitler: como o uso de drogas pelo Führer e pelos nazistas ditou o ritmo do Terceiro Reich | Norman Ohler

O livro High Hitler: como o uso de drogas pelo Führer e pelos nazistas ditou o ritmo do Terceiro Reich foi lançado em 2015, pelo romancista, roteirista e jornalista alemão Norman Ohler, e tornou-se imediatamente um bestseller na Alemanha, EUA e Grã-Bretanha, sendo traduzido até o momento para mais de 25 países. Essa é a primeira obra não ficcional do autor, que assume no prólogo que não pretende conceber um ensaio historiográfico, mas sim “uma perspectiva inconvencional e distorcida” ( Ohler, 2017 , p.13).

Embora Ohler tenha se valido de fontes documentais inéditas e valiosas, ao não adotar um procedimento teórico-metodológico mínimo, acaba por fazer afirmativas sem respaldo empírico. A polêmica obra descreve em tons fortes e com linguagem jornalística a necessidade crescente da utilização de estimulantes sintéticos pela sociedade alemã em geral e pela cúpula do Terceiro Reich em particular no período de 1933 a 1945. Além disso, o autor apresenta um amplo panorama no qual aborda historiograficamente a grande importância do segmento industrial químico-farmacêutico alemão na síntese de anfetaminas e “narcóticos que marcaram os acontecimentos no Estado nazista e nos campos de batalha da Segunda Guerra Mundial” ( Ohler, 2017 , p.12). Leia Mais

La medicina popular peruana (Contribución al folklore médico peruano) | Hermilio Valdizán e Ángel Maldonado

La casi centenaria Medicina popular peruana demanda mucho a sus lectores, no solo por su extensión, sino por la riqueza y la densidad de las informaciones recogidas y sintetizadas por el doctor en medicina y psiquiatra Hermilio Valdizán (1885-1929) y por el doctor en ciencias Ángel Maldonado (1890-1955). Esta edición de la Universidad del Altiplano de Puno es el mayor esfuerzo editorial planteado desde la aparición de la primera edición limeña en 1922. En efecto, entregan al lector dos volúmenes con todas las abreviaturas desarrolladas en el cuerpo del texto además de una reconstrucción de la bibliografía, que originalmente era mínima, ya que la investigación actual arroja 257 referencias de autores y obras citadas, las cuales sirven de insumo a la traducción de todas las citas que estaban en idiomas extranjeros y que ahora disponemos paralelamente en castellano. Suman índices y vocabularios, tales como un glosario de 135 palabras quechuas y populares; un vocabulario popular con 427 entradas de nombres de uso corriente sobre remedios, enfermedades, medidas para los preparados medicinales entre otras empleadas por los estudiosos de la farmacopea entre los siglos XVIII y XX, y un vocabulario médico occidental con 112 entradas cuya fuente son los tesauros especializados. Este extenso aparato de referencias es un instrumento de lectura que implica importantes consecuencias para la investigación actual. Finalmente, el lector tiene nuevas referencias para penetrar en una obra clásica del folklore médico y, a su vez, acalla la crítica de quienes consideraban que el principal defecto era “el poco análisis y sistematización realizado por los autores” ( Devoto Bazán, 2016 , p.79). Leia Mais

Eugenics: a very short introduction | Philippa Levine

Eugenics: a very short introduction, de Philippa Levine, publicado pela Oxford University Press em 2017, tem dimensões modestas, mas presta um belo serviço ao tratar de assunto tão controverso e espinhoso. Os recentes estudos sobre o tema no Brasil e a constante associação entre eugenia e nazismo fazem com que o debate não seja novidade e a publicação de livros que abordem os movimentos eugênicos não seja uma surpresa. Mas, em tempos de radicalismos, intolerância de gênero, racial, social, posições políticas exacerbadas, polarizações e extremismos, a eugenia, toda a rede construída ao redor de seu movimento, seus usos, sua aplicação, suas conseqüências e suas permanências, torna-se assunto de extremo interesse e é essencial que seja sempre revisitado e discutido.

O livro faz parte da coleção “A very short introduction”, publicada desde 1995; atualmente com cerca de 450 títulos, tem como proposta a apresentação dos mais variados temas, de forma “acessível e estimulante”, bastante semelhante à série “O que é” publicada no Brasil pela Editora Brasiliense. Philippa Levine é professora do departamento de História da Universidade do Texas, com vasto currículo e experiência em pesquisa sobre eugenia e temas correlatos.1 Leia Mais

Los pacientes del Manicomio La Castañeda y sus diagnósticos: una historia de la clínica psiquiátrica en México, 1910-1968 | Andrés Ríos Molina

Los pacientes del Manicomio La Castañeda y sus diagnósticos: una historia de la clínica psiquiátrica en México, 1910-1968 (Ríos Molina, 2017) traz boas contribuições não somente para o campo dos estudos sobre a história da psiquiatria, mas para o conjunto de pesquisas que enfoca a trajetória dos pacientes psiquiátricos, os diagnósticos e as instituições asilares a partir da análise de documentos clínicos.

Fruto do trabalho coletivo de ampla rede de pesquisadores, a obra organizada por Andrés Ríos Molina, publicada em 2017, confirma a importância da concretização do longo e audacioso projeto de elaboração de uma base de dados que abriga mais de 12 mil registros pertencentes a indivíduos internados no Manicomio General de La Castañeda durante todo seu período de funcionamento (1910-1968). A cifra corresponde a apenas 20% de todos os documentos encontrados, por meio dos quais foi possível recuperar informações sobre aproximadamente 15 variáveis, entre elas sexo, idade, estado civil, profissão e diagnóstico. Leia Mais

Marx, Espinosa e Darwin: pensadores da imanência | Maurício Vieira Martins

Ser imortal é insignificante; exceto o homem, todas as criaturas o são, pois ignoram a morte … Israelitas, cristãos e muçulmanos professam a imortalidade, mas a veneração que tributam ao primeiro século mostra que somente creem nele, uma vez que destinam todos os demais, em número infinito, a premiá-lo ou castigá-lo ( Borges, 2008 , p.19).

Pela parte do fogo 1 é que se reconhece um filósofo. Se o pensador tem a coragem para se entreter exclusivamente com a busca de causas que devem ser procuradas nesse mundo físico e material e na atividade humana; ou se apela, ou se submete, a causas transcendentais, religiosas, produtos de Deus ou de deuses. Marx, Espinosa, Darwin: pensadores da imanência , primeiro livro do sociólogo e filósofo Maurício Vieira Martins, demonstra que o conceito de imanência é central ao filósofo holandês Baruch Espinosa (1632-1677), ao sociólogo (ou economista) alemão Karl Marx (1818-1883) e ao naturalista (evolucionista) inglês Charles Darwin (1809-1882). E que esse conceito, mobilizado nas obras desses pensadores, permite que a filosofia e a ciência contribuam na luta contra a ignorância, o conservadorismo e o obscurantismo, que levam à violência, física e mental. Desde o prefácio, Martins (2017 , p.9) nos alerta para o “crescimento exponencial de movimentos religiosos pelo planeta afora”. O livro não é um libelo contra as religiões, mas desenvolve um argumento que nos leva a considerar crises atuais de uma perspectiva mais progressista e política. Leia Mais

Um papel para a história: o problema da historicidade da ciência | Mauro Lúcio Leitão Condé

A produção acadêmica mostra a importância de que as teorias e as práticas científicas sejam investigadas à luz de seu desenvolvimento desde o passado, motivo pelo qual a história da ciência se instituiu como domínio autônomo do conhecimento. Construída em debate (e também embate) disciplinar com a história, a filosofia e a sociologia, a história da ciência tem proposto questionamentos teóricos, alguns respondidos de diferentes maneiras ao longo do tempo, outros ainda não totalmente solucionados. Produzir uma narrativa em história da ciência suscita problemas metodológicos e epistemológicos para o pesquisador. De um lado, a escolha das fontes e a adoção do referencial teórico podem gerar dificuldades práticas para o trabalho investigativo; de outro, o caráter histórico da constituição da ciência interroga a escrita da história da ciência. É nesse cenário que se insere o livro Um papel para a história: o problema da historicidade da ciência ( Condé, 2017 ). Leia Mais

Chronic disease in the twentieth century: a history | George Weisz

 

Resenhista

Luiz Alves Araújo Neto – Doutorando. Programa de Pós-graduação em História das Ciências e da Saúde/Fiocruz. orcid.org/0000-0001-7965-2957 E-mail: [email protected]


Referências desta Resenha

WEISZ, George. Chronic disease in the twentieth century: a history. Baltimore: Johns Hopkins University Press, 2014. Resenha de: ARAÚJO NETO, Luiz Alves. Muito além da transição epidemiológica: doenças crônicas no século XX. História, Ciência, Saúde-Manguinhos. Rio de Janeiro, v.26, n.1, jan./mar. 2019. Acessar publicação original [DR]

 

El estado de la ciencia: principales indicadores de ciencia y tecnología iberoamericanas/ interamericanas 2017 | Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología – Iberoamericana e Interamericana

No ano em que completou 22 anos de trabalho, a Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología – Iberoamericana e Interamericana (Ricyt) publicou a edição de 2017 de El estado de la ciencia . Editado em espanhol, o relatório é publicado anualmente desde 2000 e representa o esforço conjunto dos países em compilar e sistematizar os dados da ciência e tecnologia (C&T) da região. Inclui indicadores comparativos de investimentos, recursos humanos, publicações e patentes, além de estudos sobre a ciência regional. Publicado em formato eletrônico, está disponível para acesso livre em: <www.ricyt.org/publicaciones>.

A edição de 2017 reúne informações estatísticas de 2006 a 2015 e estudos sobre a situação atual e tendências da ciência, tecnologia e inovação na Ibero-América. Os indicadores são apresentados no primeiro capítulo, “O estado da ciência em imagens”, já tradicional no relatório. Elaborados com base em dados de organismos nacionais, da Organização para a Cooperação e o Desenvolvimento Econômico (OCDE) e do Instituto de Estatísticas da Unesco, os indicadores revelam as dinâmicas da C&T na região em relação ao contexto global. Compreendem dados econômicos, de investimentos e recursos humanos, além de contagens da produção científica dos países. Leia Mais

O reino do encruzo: história e memória das práticas de pajelança no Maranhão (1946-1988) | Raimundo Inácio Souza Araújo

O livro de autoria de Raimundo Inácio Souza Araújo, professor do Colégio de Aplicação da Universidade Federal do Maranhão, apresenta-nos, de uma maneira sensível e respeitosa, as práticas culturais associadas à pajelança no Maranhão, dando visibilidade às transformações ocorridas com a intensificação do êxodo rural e com a pluralização do campo religioso, principalmente com a chegada da prelazia católica e dos evangélicos de viés neopentecostal no município de Pinheiro e em outros municípios maranhenses, avessos aos entrecruzamentos e trânsitos culturais que marcavam as religiosidades locais. Com uma narrativa rica de significados, o livro é um convite à reflexão sobre (in)tolerância religiosa no contexto contemporâneo e ao ato de narrar o outro a partir da negatividade, a exemplo do catolicismo e do (neo)pentecostalismo, interpretações cristãs que viam nas práticas de pajelança crenças e costumes que deveriam ser abandonados.

A pajelança emerge nas 288 páginas do livro como uma manifestação cultural que integra o complexo religioso afro-maranhense, marcado por um regime de entrecruzamentos que dialoga com o tambor de mina, o catolicismo popular, o espiritismo e as práticas curativas. O pajé insurge textualmente como uma autoridade no plano dos cuidados terapêuticos, incluindo a realização de partos no meio rural, num período histórico marcado pela ausência de médicos na cidade e no campo, territórios pontilhados pela presença de curandeiros e seus unguentos, permeando as sensibilidades e sociabilidades do tecido rural-urbano e sua interface com os ritos lúdico-religiosos. A gramática musical está por toda parte, desde os sons dos tambores, as ladainhas, as cantigas e as doutrinas que convocam os encantados, incorporando-se inicialmente no pajé e, depois, nos demais filhos do terreiro. O estado de transe, a voz alterada e a performance desenham o corpo dos incorporados e contribuem para a construção da teatralidade da festa. Leia Mais

Latin eugenics in comparative perspective – TURDA; GILLETTE (HCS-M)

TURDA, Marius; GILLETTE, Aaron. Latin eugenics in comparative perspective. London: Bloomsburry, 2014. 320p. Resenha de: VIMIEIRO-GOMES, Ana Carolina. Uma agenda científica para a eugenia latina? História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 23  supl.1 Dec. 2016.

A obra Latin eugenics in comparative perspective, publicada por Marius Turda e Aaron Gillette em 2014, é uma audaciosa contribuição para a história dos conceitos e práticas do movimento eugênico em perspectiva transnacional. Diante de um tema bastante explorado pela historiografia, o diferencial desse livro está justamente em tomar como objeto a “Eugenia Latina, reinterpretando essa categoria polêmica e ainda pouco explorada”. Para tal empreitada, os autores propõem uma abordagem comparativa envolvendo os sentidos e usos científicos, culturais e políticos da eugenia desenvolvidos em alguns contextos locais europeus e latino-americanos. Entretanto, o livro busca explorar as idiossincrasias da dimensão intraeuropeia da eugenia latina, mobilizando como ponto de diálogo a ideia de uma eugenia “latinizada” na América Latina – antes desenvolvida por Nancy Stepan (2005) em A hora da eugenia – mas propondo avançá-la.

Latin eugenics in comparative perspective é estruturado em sete capítulos, com a conclusão seguida de um epílogo. Essa estruturação segue organizada segundo duas dimensões: temporal, com capítulos que tratam da eugenia em fins do século XIX, no entreguerras e no pós-guerra; e temática, em que são debatidas as especificidades da eugenia latina no que diz respeito à esterilização, à religião, ao racismo científico e à sua comunidade de praticantes, com a criação de uma Federação de Sociedades da Eugenia Latina, nos anos 1930. Aliás, os autores dedicam capítulos separados para a eugenia latina intraeuropeia e a eugenia na América Latina, de forma a pôr em evidência as aproximações e as diferenciações dos movimentos eugênicos nessas duas regiões. Dentre esse conjunto narrativo, destaca-se a interpretação sobre a eugenia no período entreguerras, momento em que, para os autores, as especificidades da agenda científica da eugenia latina se afirmaram e consolidaram no cenário científico internacional. Salta aos olhos a tentativa de mobilizar uma variedade de fontes primárias e o esforço de síntese dos autores, buscando, por meio de revisão bibliográfica, percorrer o debate sobre a história da eugenia em diversos contextos nacionais.

Afinal, como Turda e Gillette caracterizam a eugenia latina? O que diferenciaria sua agenda científica da de outros movimentos eugênicos?

Os autores abrem o livro com a afirmação de que a eugenia latina seria um dos ramos da eugenia que acabou por conformar um conjunto de ideias e práticas adotadas por muitos eugenistas europeus, que consideravam seus países pertencentes a uma comunidade cultural latina, de abrangência internacional. Os países considerados latinos que são tratados no livro são: França, Itália, Espanha, Bélgica, Portugal e Romênia, na Europa; Argentina, México, Cuba, Brasil e Peru, na América Latina. Essa cultura latina seria baseada na concepção de panlatinismo: uma tradição inventada desde fins do século XIX e supostamente partilhada pelos países latinos – definida principalmente em termos histórico-genealógicos (herança romana), por aspectos culturais e linguísticos partilhados e por concepções religiosas comuns (catolicismo). A partir desse pano de fundo, tentam demonstrar que existiu dentro do movimento eugênico latino europeu certo compromisso com essa latinidade, embora os eugenistas de cada país tivessem buscado criar e desenvolver sua própria eugenia nacional, segundo valores culturais e científicos locais próprios. Para Turda e Gillette, o caráter distinto da eugenia latina estaria na crença no poder da ciência como meio de modernizar o Estado-nação, ao mesmo tempo preservando alguns dos valores dessa tradição cultural.

Desse modo, para os autores de Latin eugenics in comparative perspective, esses valores culturais orientaram as particularidades da agenda científica da eugenia latina e, assim, os fundamentos de oposição à eugenia nórdica e anglo-saxã. Nessa direção, um dos argumentos dos autores é o de que a eugenia latina, no entreguerras, mas principalmente nos anos 1930, desenvolveu-se em um conjunto coerente de ideias sociais, biológicas e culturais dirigidas mais às noções de indivíduo e de comunidade nacional, e menos à ideia de classe e de raça, enfatizada pela eugenia nórdica e anglo-saxã. Em jogo nessa perspectiva estavam tentativas de atingir os contornos sociais e [bio]políticos para o “Estado de bem-estar moderno”. Na agenda científica da latina, diferente da vertente anglo-saxã e nórdica, buscava-se a melhoria biológica do indivíduo e do coletivo por meio da medicina preventiva, da higiene social, dos estudos demográficos e da saúde pública, em vez da engenharia genética, da seleção racial e esterilização compulsória. A eugenia latina tinha, então, como principais fundamentos intelectuais o neolamarckismo, a puericultura, a biotipologia e a homicultura. A faceta política dessa eugenia expressou-se na sua mobilização pelos nacionalismos e pelo fascismo e até mesmo na aproximação com o catolicismo, como na Itália. Tais argumentações são demonstradas no livro por meio da revisão bibliográfica e pela empiria, a partir dos discursos e práticas dos cientistas e de instituições eugenistas tais como sociedades, revistas médico-científicas e organizações governamentais e políticas dos vários países privilegiados na análise. Indícios, conforme destacado pelos autores, de uma diacrônica e efetiva influência do pensamento da eugenia latina desde fins dos Oitocentos. Mesmo com risco de conduzir o leitor à simplificação e à superficialidade interpretativas comuns a esse tipo de recorte abrangente envolvendo vários cenários, o livro apresenta problematizações renovadas e várias evidências empíricas de conexões entre países, da circulação internacional e das apropriações locais desse modelo de eugenia latina, que foram pouco exploradas e merecem ser mais bem estudadas.

A obra termina com uma observação instigante sobre o pós-guerra. Os autores levam-nos a interpretar a eugenia latina como empreendimento bem-sucedido, ao afirmar que vários elementos da sua agenda científica acabaram por sobreviver aos ataques políticos e acadêmicos à eugenia depois dos anos 1950, deflagrados pelas trágicas consequências das políticas eugênicas da Segunda Guerra Mundial. Menos associados ao nazismo e às concepções racialistas e racistas radicais, argumentam os autores, os fundamentos intelectuais da eugenia latina necessitaram de poucas mudanças para se acomodar à nova cultura política do pós-guerra. A reformulação da eugenia nesse novo contexto inspira estudos críticos e aprofundados sobre o tema, o que torna Latin eugenics in comparative perspective leitura importante para os pesquisadores que se interessam pela história das variadas propostas de intervenção nas sociedades modernas a partir de teorias biológicas visando ao suposto progresso da humanidade.

Referências

STEPAN, Nancy Leys. A hora da eugenia: raça, gênero e nação na América Latina. Rio de Janeiro: Editora Fiocruz. 2005. [ Links ]

Ana Carolina Vimieiro-Gomes – Professora, Departamento de História/Universidade Federal de Minas Gerais. [email protected]

Eugenetica senza tabú: usi e abusi di un concetto – CASSATA (HCS-M)

CASSATA, Francesco. Eugenetica senza tabú: usi e abusi di un concetto. Turim: Giulio Einaudi, 2015. 130p. Resenha de: PIETTA, Gerson. Eugenia: uma ciência estigmatizada. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 23  supl.1 Rio de Janeiro Dec. 2016.

Foi lançado em 2015, pela editora Giulio Einaudi, o livro Eugenetica senza tabú: usi e abusi di un concetto, de Francesco Cassata, professor do Departamento de Filosofia, História e Geografia da Universidade de Gênova. Cassata tem trajetória significativa no que diz respeito a pesquisas e produções acerca de eugenia, raça e genética no contexto italiano. O livro é organizado em três capítulos: o primeiro discute o processo de nazificação da eugenia e de banalização do nazismo; o segundo propõe um modelo de descontinuidade no que se refere a um tabu negativo quanto aos usos da eugenia no pós-1945; o terceiro capítulo discute a inadequação heurística do conceito de “retorno à eugenia”.

Eugenetica senza tabú analisa como se produziu no debate público italiano um aparato discursivo hostil em relação à biomedicina e à genética contemporâneas, produzido, em tese, a partir do caráter negativo que o termo “eugenia” adquiriu após a experiência nazista. A eugenia passou a ser vista como sinônimo de pseudociência reacionária, sexista, racista e antissemita, além de fonte de violência e discriminação, interpretada em todas as especificidades históricas, entre elas a italiana (p.4). Tal interpretação deixa de lado definições conceituais como as de Daniel J. Kevles (1985), Mark Adams (1990) e Nancy Stepan (2005), pioneiros no estudo da história da eugenia, que distinguiram variantes da ciência eugênica a partir de ligações com diferentes contextos nacionais ou regionais. Essa historiografia, à qual a obra de Cassata se associa, reforça a essência não monolítica da eugenia e seu caráter multiforme, nas variantes políticas, sociais e culturais.

Para desconstruir a visão estigmatizada do termo “eugenia” no debate público, Cassata cita como exemplo seu uso pelo movimento sionista em prol do novo hebreu ou mesmo seu caráter modernizante e tecnocrático que atraiu o interesse de grupos distintos como os novos liberais, o fabianismo britânico, as sociais-democracias alemã e escandinava, o progressismo americano, o radicalismo e o comunismo francês. Além da eugenia bolchevista e reformista, chama atenção seu uso por grupos feministas, demonstrando as várias orientações ideológicas e políticas possíveis. Em contraposição aos usos anglo-saxões e nórdicos, como as esterilizações e os exames pré-nupciais, o autor enumera os usos do conceito no mundo latino: a assistência materna e infantil, a medicina social preventiva, o natalismo demográfico, o controle biotipológico e endocrinológico (p.7).

O interesse do autor não é produzir uma história sintética da eugenia, mas refletir sobre o “uso público do conceito, seus tropos, suas contradições e suas funções” (p.7). Segundo Cassata, no debate público italiano houve um movimento de nazificação do conceito de “eugenia” a partir do processo de Nuremberg, ocorrido entre 1946 e 1947, e da conclusiva relação entre genética médica e os crimes de Auschwitz. O autor propõe uma descontinuidade em relação ao tabu da eugenia, que, para ele, não ocorreu com o fim da Segunda Guerra Mundial, e sim no final dos anos 1960 e início dos anos 1970. Ou seja, até a segunda datação, na Itália, a eugenia possuía significado positivo, ligado aos aconselhamentos genéticos na esfera da saúde pública.

O autor faz crítica à forma como o reductio ad Hitlerum – expressão cunhada pelo filósofo alemão Leo Strauss – opera duplamente nos autores André Pichot e Rinhard Weikart, seja pela redução do termo “eugenia” ao contexto nazista e sua ligação ao racismo e ao antissemitismo, seja pela banalização e descontextualização do conceito, interpretado como pseudociência e privado de sua dimensão racional. Há também a reflexão em torno da representação construída no debate público, em que os eugenistas italianos são tidos como aceitáveis, e os eugenistas alemães como reprováveis. Ou seja, em contraposição à eugenia nórdica coercitiva, criou-se a ideia de uma eugenia latina mais branda: católica, sem excessos, moderada e humana, com práticas ligadas à hidroterapia, helioterapia, eletroterapia, aos banhos termais, à biotipologia ortogênica e à endocrinologia de Nicola Pende (p.26). O autor reforça que foi excluída do debate público a campanha racista e antissemita de Pende, que a defendeu em meados de 1930.

Cassata afirma que o uso obsessivo da analogia nazificante da eugenia produziu uma contra-argumentação falaciosa, apontando que o fim da Segunda Guerra Mundial, a descoberta de Auschwitz e o processo dos médicos de Nuremberg teriam inaugurado uma nova era dominada pela recusa de múltiplos preconceitos, seja de raça, de classe ou de gênero, e pela afirmação de um consentimento livre e esclarecido na esfera da reprodução. Utilizando-se de interrogações de Carlo Alberto Defanti, o autor reflete: seria correto falar em colapso do eugenismo? De um lado, menciona o autor, houve a emergência de uma genética, entre 1920 e 1930, que teve como modelo uma eugenia reformadora, solidamente estabelecida sobre a matemática mendeliana e politicamente hostil ao racismo e ao classicismo da eugenia ortodoxa. Por outro lado, a eugenia ortodoxa, coercitiva e violenta, prosseguiu até a década de 1960, como no caso da Carolina do Norte.1 Fica evidente, para Cassata, que, depois da Segunda Guerra Mundial, a eugenia recontextualizou-se em um processo histórico gradual e complexo, presa a ambiguidades e contradições.

No trabalho de Casssata, além da emergência do que é conhecido como “aconselhamento genético” (genetic counseling), o desenvolvimento de controle médico de duas patologias genéticas é considerado historicamente relevante para compreender a transformação do conceito de “eugenia”: a fenilcetonúria e a talassemia. Isso porque a forma de pensar maneiras de lidar com as patologias havia se alterado: de uma forma ortodoxa e coercitiva de eugenia – considerada insensata moral e cientificamente – para uma forma de eugenia mais sensível e humana.2 A partir da pesquisa de Lionel Penrose, aponta Cassata, foi possível uma mudança substancial da eugenia para a genética humana na abordagem da fenilcetonúria, também ocorrendo uma mudança semântica, posto que era sugerida uma solução preventiva para uma doença mental. Na esteira dessa interpretação, o autor investiga a talassemia.3 A pesquisa sobre a doença, realizada entre 1946 e 1961 na Universidade de Roma, foi financiada pela Fundação Rockefeller. Foram examinadas, em todo o território italiano, mais de trinta mil pessoas. A investigação concluiu que a doença era hereditária, e, assim sendo, com o emprego de testes de triagem, seria possível fazer uma campanha para prevenir a união matrimonial entre os portadores da doença, e mesmo alcançar a eliminação da enfermidade.4 A partir dessas mudanças no campo da genética humana, emerge a expressão genetic counseling, cunhada por Sheldon Reed em 1947. Com esse novo olhar, alterou-se o termo “paciente” para “cliente”, além de se praticar o ensino da autonomia e da não coerção. Esses casos são sinais e evidências de que Nuremberg não representou censura nas pesquisas eugênicas, conforme apontou Cassata.

Cassata trabalha com um terceiro uso público do conceito de “eugenia”, ao referir-se a uma categoria monolítica denominada “retorno à eugenia” (p.48), que desconsidera a complexa dinâmica de desenvolvimento da engenharia genética e da medicina individualizada do século XXI. O autor traz à tona e relaciona dois eventos: a sentença do caso Buck versus Bell, de 1927, no qual estava em julgamento a esterilização de uma família dita degenerada; e uma sentença de 2013, o caso Myriad, no qual a empresa Myriad Genetic pretendia patentear produtos da natureza – genes humanos isolados. A pretensão do autor ao relacionar os dois casos foi refletir sobre processos jurídicos envolvendo o público e o privado.

A perspectiva utilizada por Cassata para refletir sobre como ocorreram os debates em torno da eugenia, sobretudo a partir da opinião pública italiana e em três momentos diferentes, é relevante porque expõe os equívocos nas interpretações que são divulgadas popularmente e aceitas pelo público não acadêmico. Tal abordagem instiga também trabalhos para a compreensão da eugenia no contexto público, nacional e internacional, não só na Europa mas também na América Latina, possibilitando alargar a discussão sobre o conceito de “eugenia latina”, fortemente enfatizado na historiografia recente.

Referências

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STEPAN, Nancy Leys. A hora da eugenia: raça, gênero e nação na América Latina. Rio de Janeiro: Editora Fiocruz. 2005. [ Links ]

Notas

1 O estado da Carolina do Norte, nos EUA, continuou a autorizar esterilizações eugênicas sem consenso legal até o fim dos anos 1960, sobretudo em mulheres afro-americanas em condição de extrema pobreza.

2 A fenilcetonúria, ou PKU, é uma grave anomalia do metabolismo, que se transmite como caractere autossômico recessivo, causando lesão cerebral irreversível.

3 Uma anomalia no sangue, de caráter hereditário, que era frequente em regiões da Itália mediterrânea e insular e nos anos 1920 estava ligada à etiologia de uma grave enfermidade conhecida como a doença de Cooley (na nomenclatura atual, denominada talassemia maior, ou anemia mediterrânea).

4 Caso interessante ocorreu em outubro de 1949, durante o 50º Congresso da Sociedade Italiana de Medicina Interna, no qual os pesquisadores apresentaram os resultados da pesquisa. Na ocasião, o hematólogo Giovani Di Guglielmo propôs a esterilização de todos os portadores da doença. Já o antropólogo Sergio Sergi invocava um exame de sangue obrigatório para todos nas áreas afetadas (p.39).

Gerson Pietta – Doutorando, Programa de Pós-graduação em História/Universidade Federal do Paraná. [email protected]

Historia cultural de la psiquiatría – HUERTAS (HCS-M)

HUERTAS, Rafael. Historia cultural de la psiquiatría. Madrid: Catarata. 2012. 224p. Resenha de: RIBEIRO, Daniele Corrêa. Da história da psiquiatria à construção de uma nova clínica: as contribuições de Rafael Huertas para os debates historiográficos. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22  supl. Dec. 2015.

Desde a década de 1960, com a publicação e repercussão de História da loucura na Idade Clássica, de Michel Foucault (2010), os olhares sobre a loucura e os saberes que dela se apropriavam foram se diversificando e tornando complexos. O privilégio da narrativa médica sobre seus próprios fenômenos foi avassalado pelos mais diversos vieses, desencadeados a partir da contribuição do filósofo, trazendo à tona a ideia da loucura como produto cultural. Diante dessa abordagem, que desconstruía a naturalização da loucura como doença, abriu-se um mar de articulações teóricas e metodológicas que, apoiando as teorias foucaultianas ou questionando-as, se apropriaram da loucura como objeto, seja no campo da história, da filosofia, das demais ciências humanas ou da própria psiquiatria.

O impacto daquela e de outras obras de Foucault acabou por criar um cenário de reprodução ou de negação daquele aporte teórico. Mais recentemente, essa dicotomia vem sendo superada por meio de análises que têm retomado e problematizado os argumentos foucaultianos, ao mesmo tempo que os articulam com novas interpretações, abrangendo outros contextos temporais e geográficos. Rafael Huertas, médico psiquiatra, fundador da Red Iberoamericana de Historia de la Psiquiatría, é um dos autores que têm contribuído para esse debate. No seu livro de 2012, Historia cultural de la psiquiatría, oferece uma sistematização de algumas das correntes teórico-metodológicas que têm desenvolvido novas propostas para a historiografia da ciência psiquiátrica e de seus objetos.

Além de apresentar as análises de alguns autores e obras fundamentais para o campo, Huertas aponta uma agenda de temas, objetos, fontes e questões, demonstrando sua preocupação com a construção de saberes que possam enriquecer o debate historiográfico, mas também impactar e qualificar a clínica psiquiátrica. Ainda que a maioria das análises apresentadas diga respeito à historia da psiquiatria no contexto europeu – especialmente França e Espanha –, a clareza com que aborda os temas e questões relativos às obras nos permite refletir sobre a trajetória da ciência, dos seus saberes, atores e instituições no Brasil.

Segundo o próprio autor, muitas das reflexões que apresenta em Historia cultural de la psiquiatría vêm sendo por ele desenvolvidas desde 1991, quando o congresso “Penser la folie”, realizado em Paris, marcava os 30 anos da publicação deHistória da loucura – o que aponta a importância atribuída por Huertas à obra de Foucault. No entanto, apesar de reconhecer as inovações da literatura crítica inaugurada pelo pensamento do filósofo, em contraposição à historiografia memorialística, escrita pelos próprios psiquiatras que destacavam seus feitos, Huertas enfatiza o comprometimento ideológico de ambas as vertentes. Para ele, tanto os médicos que vangloriavam a evolução de sua própria ciência quanto os novos historiadores, que denunciavam os vínculos entre a produção científica e os preceitos culturais e morais de determinada época, incorriam em erros metodológicos, justamente por não esclarecer seus objetivos e comprometimentos, já que considera impossível anulá-los. Nesse sentido, Huertas defende que os objetivos de cada autor sejam sempre muito claros e explicitados nas obras e segue a análise das várias vertentes.

No primeiro capítulo, Huertas analisa as abordagens foucaultianas, a partir da produção do próprio filósofo, mas também de um dos seus principais seguidores, Robert Castel. Essas interpretações teriam sido marcadas pelo enfoque nos discursos de ordem e controle social. Para ele, a principal questão desses e de outros autores naquele contexto1 era o controle social. A loucura teria ganhado destaque justamente por ser o resíduo do que não se enquadrava nas sociedades liberais, desde o fim do Antigo Regime.

Rafael Huertas apresenta, então, muitas das críticas dirigidas a esse enfoque teórico, especialmente as voltadas para a centralidade do poder atribuído aos médicos psiquiatras. Além de apontar as fragilidades empíricas dessas abordagens foucaultianas, destaca a necessidade de um maior investimento na pesquisa sobre a resistência que se estabelecia em relação a esse poder e sobre os interesses diversos, incluídos os profissionais, que moviam esses atores sociais.

Duas críticas nos parecem, no entanto, mais relevantes nesse capítulo. A primeira delas diz respeito ao pilar científico das instituições psiquiátricas, negligenciado por Foucault e Castel. Em relação ao caso brasileiro, na perspectiva de uma revisão historiográfica, Gonçalves (2010) apresentou o modo como os médicos da corte do Rio de Janeiro tinham a preocupação frequente com o papel terapêutico e curativo do Hospício de Pedro II. A autora demonstra que, apesar de entraves, a reivindicação do papel terapêutico e científico da instituição sempre esteve em pauta nos debates médicos.

Outro aspecto que merece destaque está relacionado ao poder psiquiátrico. Apesar de criticar a visão mais geral da abordagem foucaultiana, que enxerga um poder médico estabelecido, com objetivo claro de dominação, Huertas enfatiza as matizações elaboradas pelo próprio Foucault. Aponta, então, os momentos da obra do filósofo em que o poder aparece de forma mais fluida, como uma rede de relações. Nessa rede de relações, sobressai a ideia de subjetivação da norma, já trabalhada por Huertas (2009), dando conta de como os pacientes pactuavam e corroboravam determinadas normas. Em dissertação de mestrado, trabalhamos essa perspectiva em relação à participação das famílias nas internações no Hospício de Pedro II, buscando dar conta da apropriação que a sociedade fazia daquele espaço (Ribeiro, 2012).

Já no segundo capítulo, Rafael Huertas trata de uma das principais releituras do contexto francês fora do viés foucaultiano, principalmente a partir das análises de Marcel Gauchet e Gladys Swain. Segundo Huertas, nesse caso, a quebra teórica em relação à literatura foucaultiana é justamente explorar um projeto terapêutico ou, ao menos, de conhecimento do subjetivo, que teria permeado a construção do pensamento psiquiátrico. Assim, demonstra como, por detrás da medicalização das paixões, do exercício de um determinado controle e das estratégias disciplinares, estava em voga uma preocupação com o sujeito da loucura.

Huertas nos apresenta detalhadamente o debate entre Gladys Swain e Foucault, apontando suas contribuições para a historiografia. Para o autor, a lente lançada sobre a subjetividade proporcionou outro panorama para a história francesa, opondo-se, pelo menos nas conclusões mais gerais, à tese foucaultiana. Se, para o filósofo, o mito fundador do alienismo teria justamente significado uma libertação para a posterior exclusão social, Swain demonstra como o pensamento pineliano inaugura uma nova concepção de indivíduo, a partir do momento em que o louco deixa de ser visto como “o outro” e passa a constituir o próprio eu moderno. Essa visão está relacionada à perspectiva defendida por Pinel de uma parcialidade da loucura, que contava com um “resto” de razão e seria, portanto, passível de cura. O debate brasileiro com essa perspectiva se apresenta nos trabalhos de Duarte (1986, p.57) e de Venancio (1993, p.123-124)

Esse viés analítico traz também uma nova visão sobre as instituições psiquiátricas e o tratamento moral. Para Swain, citado no livro aqui resenhado, o asilo, por meio do tratamento moral, objetivava a “reconstrução da individualidade do sujeito”, justamente pelo que lhe sobrara de racionalidade (p.56). Tanto nessa abordagem quanto nas críticas de Huertas à perspectiva foucaultiana, o que podemos destacar é uma tentativa de reconstruir o pensamento psiquiátrico, buscando entender em seus próprios meandros, o projeto terapêutico que estava sendo defendido.

A terceira linha teórica abordada por Rafael Huertas estaria diretamente relacionada à superação do debate internalismo x externalismo na história e na sociologia das ciências. Embora já fosse problematizada por autores como Nietzsche e Foucault, a ideia da verdade científica como convenção e contingência ganhou força com o Programa Forte em Sociologia das Ciências, representado pelas obras de Steven Shapin (1999), David Bloor e Barry Barnes. À medida que as normas universais são questionadas como padrões puros da produção científica, emergem aspectos de foro social, cultural e, principalmente, profissional, que ganham relevo nesse viés analítico.

A contribuição de Jan Goldstein sobre as políticas de patronagem na consolidação profissional do alienismo francês é uma das mais enfatizados por Huertas. A patronagem configuraria estruturas informais nas quais um profissional de reconhecida projeção na comunidade científica se torna defensor de discípulos que, em troca, disseminariam suas ideias, sendo, portanto, decisiva para o sucesso ou fracasso das teorias científicas (p.76). Essa abordagem é relevante como agenda teórica posto que aponta a importância de círculos sociais e interesses profissionais para a produção científica. O destaque a esse tipo de interesse faz ainda mais complexa a análise sobre as teorias e interpretações científicas que se tornam consensuais em determinados contextos. Ian Dowbiggin, segundo Huertas, teria demonstrado, por exemplo, como as teorias hereditárias foram imprescindíveis para a legitimação profissional em um momento de crise de legitimidade dos manicômios, uma vez que remetiam o fracasso à incurabilidade da loucura.

Esse tipo de abordagem nos parece relevante e merece destaque especial para as análises sobre a construção do Hospício de Pedro II e a consolidação da psiquiatria no Brasil. Embora a ideia de patronagem, em Goldstein, apareça mais relacionada aos círculos científicos, trazer os interesses profissionais para o debate pode ser interessante, especialmente se articulados a outros círculos sociais. Como alguns autores têm analisado (Engel, 2001Meyer, 2010Ribeiro, 2012;Teixeira, 2012), o Hospício de Pedro II tem uma carga simbólica bastante expressiva em relação ao seu vínculo com a corte imperial e a Irmandade da Misericórdia. Parece-nos que o entrecruzamento dos círculos científicos, caritativos e senhoriais da corte teve papel definitivo na consolidação daquela instituição e do saber psiquiátrico ao longo da segunda metade do século XIX.

No quarto capítulo, Huertas elabora uma análise sobre o construtivismo e a ideia da loucura como construção social. Embora esse aspecto já aparecesse em Foucault e alguns de seus contemporâneos e também tangencie o questionamento sobre a verdade científica, o autor trata mais especificamente da elaboração dos diagnósticos. Primeiro, ele apresenta Charles Rosenberg (1977) e sua teoria do enquadramento das doenças, na qual são tratadas como acontecimentos biológicos, mas também como repertórios de construções verbais que refletem o contexto social e cultural em que os diagnósticos são elaborados.

No entanto, o grande avanço em termos de possibilidades de análise, segundo Huertas, está na abordagem de Ian Hacking e sua aproximação com as teorias de rotulação. A novidade aqui seria a ultrapassagem do estudo dos diagnósticos, conforme proposto por Rosenberg, para estudar-se o impacto que as classificações e nomeações das doenças promovem sobre os indivíduos. O making of people de Hacking busca dar conta do processo de constituição de uma nova classe de indivíduos, a partir do momento em que um grupo é diagnosticado (rotulado). Ao mesmo tempo, a nova classe de indivíduos interagiria com a produção do conhecimento sobre si, por meio do looping effect, ou efeito looping. O destaque para esse aspecto interativo entre especialista, diagnóstico e rotulado, enfatizando a violência dos diagnósticos e da estigmatização da loucura, é a contribuição crucial dessa linha de trabalho.

Em seguida, no capítulo cinco, o autor trata basicamente da proposta de história conceitual da psiquiatria, elaborada por Germán Berrios, corroborando a importância desse tipo de abordagem para transformações na clínica psiquiátrica atual. Depois de apresentar um histórico da psicopatologia descritiva no século XIX, Huertas corrobora a argumentação de Berrios de que, nos dias atuais, haveria certa degradação das construções teóricas por parte da clínica psiquiátrica, que estaria rigidamente vinculada a classificações impostas por manuais e compilações de diagnósticos.

Na agenda metodológica da história conceitual, a análise das teorias descritivas das psicopatologias deveria estar articulada e complementando as análises de filósofos, sociólogos e historiadores. Berrios critica a postura de muitos dos cientistas sociais pelo fato de eles se apropriarem da loucura sem se aprofundarem nas questões conceituais a ela relacionadas. Embora não apareça explicitamente na análise de Huertas, o enfoque nas questões conceituais tem sido explorado por autores da história de outras ciências, como pelo próprio Bruno Latour, citado em outros capítulos.

A proposta de articular conteúdo científico e “ruído de fundo”, como chama Berrios, é uma das grandes bandeiras dos dois autores. Para eles, essa aproximação nos estudos históricos seria a chave para trazer as mesmas reflexões para o presente. A partir do diálogo entre psiquiatras e historiadores sobre os conceitos psicopatológicos do passado, seria possível estimular o aprofundamento e a reflexão teórica entre os estudantes de psiquiatria. A proposta de Berrios e Huertas se apresenta promissora, mas também corre o risco de retomar o debate internalismo/externalismo que parece presente na ideia do “ruído de fundo”, de Berrios, conforme apresentada por Huertas: como se existisse algo de universal e puro na ciência, mas que estaria sujeito a deturpações por fatores externos. Em perspectivas mais recentes da história das ciências, incluindo outras apresentadas no mesmo livro, fica claro que não existe um ruído de fundo, mas que o contexto social e cultural é totalmente decisivo na conformação dos próprios pressupostos científicos, que, por sua vez, também conformam o mundo.

Com relação à história da psiquiatria no Brasil, Facchinetti (2010) dialoga com essa bandeira ao reunir uma série de análises históricas sobre diagnósticos debatidos por psiquiatras brasileiros nas primeiras décadas do século XX. Adotando suportes teóricos diferenciados, os trabalhos escritos por historiadores, antropólogos, psiquiatras e psicanalistas analisam conceitos científicos observando-os na sociedade; a sociedade certamente podendo ser expressa de diferentes formas: ela pode ser as posições políticas e de prestígio social adotadas pelos médicos em questão, exatamente devido à importância desses atores na conformação de uma elite com projetos para a nação brasileira; pode ser também as representações sociais sobre o humano e sobre o estatuto de seus estados físico, mental e moral; ou pode estar expressa nos mecanismos de controle coletivo.

No capítulo seis, Huertas apresenta a relação entre a exploração de fontes documentais relativamente inéditas, que são as histórias clínicas de internos, e as diversas abordagens teóricas delas decorrentes. O autor demonstra como histórias clínicas, livros de registro, além de cartas e outros documentos que muitas vezes são encontrados junto desses registros, e outras fontes que deem conta do cotidiano das instituições psiquiátricas, podem contribuir para a construção de novas questões. Para ele, os primeiros trabalhos com esse tipo de material já apontam perspectivas interessantes para pensar a diferença entre o que os médicos defendiam em seus tratados e artigos científicos e o que era executável na prática.

O mais interessante da análise de Huertas nesse capítulo é a diversidade de possibilidades que ele apresenta em relação às fontes. A primeira grande chave interpretativa seria a da história vista de baixo, justamente pela polifonia dessecorpus documental, que daria conta da vida cotidiana e de diversos atores sociais, e não apenas dos teóricos mais renomados da psiquiatria. Por conta dos dados seriados que podem ser mapeados, os registros clínicos são apontados como ferramentas interessantes também para estudos demográficos e para a história social. Podem ser valiosos também para a chave do controle social, além dos estudos de gênero.

Mesmo para a história conceitual da psiquiatria, o registro seriado de diagnósticos e as transformações nos modelos das histórias clínicas aparecem como aspectos inovadores nos estudos sobre os pressupostos teóricos. Por meio da análise em recortes temporais mais longos, seria possível mapear importantes transformações, tanto das classificações diagnósticas quanto da terapêutica posta em prática.

Ainda em relação às fontes clínicas, Huertas destaca o viés consagrado por Roy Porter, que aborda o ponto de vista dos pacientes. Para esses autores, essas fontes são inovadoras por permitir, direta (cartas ou narrativas transcritas) ou indiretamente (pela fala do médico), abordar a visão do louco sobre a loucura e a sua própria experiência no manicômio. Assim, entrando no cotidiano da instituição, seria possível enxergar os pacientes e suas famílias, até então silenciados pela fala da autoridade médica.

No Brasil, as abordagens com esse tipo de material têm se ampliado consideravelmente, contribuindo muito para a historiografia. Maria Clementina Pereira Cunha (1986) inaugurou esse projeto teórico-metodológico, fazendo uma história social do Hospício do Juqueri, justamente amplificando a fala e o olhar do louco. Mais recentemente, temos tentado explorar os arquivos médicos do Hospício de Pedro II e reconstruir o perfil dos alienados, além de mapear as redes sociais que eram ali manejadas (Ribeiro, 2012). Cassília (2011) utilizou as fontes clínicas da antiga Colônia Juliano Moreira para demonstrar o modo como pacientes daquela instituição pensavam sua própria loucura e sua internação a partir da sociedade em que viviam. Wadi (2006) reconstruiu trajetórias de vida com a documentação do Hospício São Pedro. Lorenzo (2007)mapeou aspectos do controle social com base nos livros de entrada da Santa Casa de Misericórdia do Rio Grande do Sul. Muitas outras pesquisas têm usado esse material como fonte acessória.

Concordamos aqui com Rafael Huertas em relação aos problemas metodológicos encontrados para o trabalho com esse tipo de material, especialmente em relação às condições de preservação e organização. No entanto, pelo menos no Rio de Janeiro, temos assistido a iniciativas interessantes, mas ainda lentas, de preservação dessa memória.

No sétimo e último capítulo, Rafael Huertas apresenta um compêndio das contribuições analisadas anteriormente, propondo sua questão-chave, que é a articulação entre história da psiquiatria e clínica psiquiátrica. O grande fio condutor da obra de Huertas é a preocupação com a construção de um novo modelo de clínica, cuja solução passe pela pesquisa histórica. Segundo ele, a clínica vem se conformando como mera reprodutora de práticas, das quais está ausente a reflexão teórica e, logo, o conhecimento das várias determinações sociais, culturais, históricas e biológicas ali implicadas.

Para Huertas, a necessidade exponencial dessa reflexão estaria relacionada à frágil objetividade dessa ciência e, especialmente ao objeto incerto, que é o ser humano e suas condutas. Esse fator tornaria a psiquiatria mais vulnerável às condições políticas, sociais e econômicas. Se mesmo os estudos históricos das ciências chamadas “duras” têm demonstrado essa vulnerabilidade, de fato, talvez essa seja uma preocupação ainda maior, tendo em vista a complexidade do objeto.

Apesar de defender essa agenda de pesquisa, o autor de Historia cultural de la psiquiatría ressalta os problemas metodológicos dela decorrentes, especialmente aqueles relacionados ao risco do anacronismo, uma vez que defende o passado como ferramenta de transformação do presente. No entanto, ele sustenta que existiriam dois tipos de anacronismo. O primeiro deles, que seria totalmente prejudicial, é julgar a ciência do passado partindo das categorias do presente. Já o outro anacronismo, do qual não poderíamos fugir, ele relaciona ao anacronismo estrutural de Marc Bloch, já que sempre analisaremos o passado imbuídos do universo mental do presente.

Nesse sentido, Huertas defende uma teoria da prática, ou seja, que o olhar para o passado seja feito a partir de perguntas do presente, mas que isso sirva para dotar a prática de um aporte teórico que seja transformador. Ainda que, de certa maneira, esse utilitarismo possa ser visto com certa estranheza por nós, historiadores, não podemos deixar de concordar com o autor quando defende que esses objetivos estejam claros. E, nesse quesito, Huertas não deixa a desejar, apresentando com bastante clareza o seu projeto. Aliás, o próprio autor destaca que os objetivos de médicos e historiadores sempre serão diferentes, justamente pelo universo mental em que estão inseridos. No entanto, é inegável que a interação dinâmica entre historiadores e psiquiatras, por ele defendida, tem belíssimos frutos a gerar.

A obra de Rafael Huertas tem muito a contribuir para os historiadores e para os clínicos em formação. Para os primeiros, os vieses teóricos e metodológicos didaticamente apresentados são uma importante e facilitadora porta de entrada nos estudos sobre a história da psiquiatria. Para os clínicos, o livro pode ser ponto de partida para as muitas reflexões propostas por Huertas. Os exemplos perfeitamente escolhidos, tanto para demonstração dos autores quanto para seus questionamentos e proposições, transitando entre quase dois séculos de história, abrem um mar de possibilidades para quem quer que se interesse pelas temáticas da mente.

Referências

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Notas

1 Robert Nye (2003) também comenta a relação entre esse tipo de abordagem e a esfera política e cultural contestatória dos anos 1960-1970.

Daniele Corrêa Ribeiro – Doutoranda, Programa de Pós-graduação em História das Ciências e da Saúde/Casa de Oswaldo Cruz/Fiocruz; coordenadora de História e Memória, Centro de Estudos/Instituto Municipal Nise da Silveira. E-mail: [email protected]

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Ecologia, evolução e o valor das pequenas coisas – COSTA (HCS-M)

COSTA, Felipe A.P.L. Ecologia, evolução e o valor das pequenas coisas.2.ed. Viçosa: Edição do autor. 2014. 137p. Resenha de: MAGALHÃES, Gildo. Defesa da ecologia, distância do ambientalismo. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22  supl. Dec. 2015.

A comunicação é uma atividade inerente ao próprio fazer científico, que se transformou ao longo dos séculos numa empreitada profissionalizada, envolvendo a publicação em veículos especializados de ideias, métodos e resultados relativos às ciências (Vickery, 2000). No entanto, cada vez mais essa comunicação tende a empregar uma linguagem por demais hermética, servindo primordialmente para uma troca entre os colegas pertencentes a campos específicos do conhecimento, fora do alcance de outros cientistas, para não dizer dos leigos, daqueles que têm, no mais das vezes e quando muito, um conhecimento de nível básico, proporcionado pelo ensino médio. Adicionalmente, verifica-se que muitos cientistas, até mesmo alguns de áreas voltadas para as humanidades, não escrevem bem. Para servir de ponte entre a comunicação científica e o grande público, surgiu o campo que é comumente denominado divulgação científica, também chamado na França de “vulgarização científica” (lá, sem nenhum sentido pejorativo que aqui possa eventualmente ter a palavra “vulgarização”).

Na divulgação científica encontramos amiúde escritores com formação em jornalismo e que enfrentam o desafio de transpor a ciência para uma linguagem mais abrangente (Sánchez, 2003Massarani, Turney, Moreira, 2005). Se esse esforço costuma vir envolto numa roupagem literariamente atraente, por outro lado o jornalismo científico corre o risco, como se verifica tão frequentemente, de perder o rigor das ideias originais, e até mesmo falsear a pretendida tradução do erudito para o popular (Tognolli, 2003). Alguns jornais diários brasileiros, por exemplo, mantêm uma seção de ciência, com resultados nem sempre à altura do propósito da divulgação. Temos ainda o hábito, infelizmente bastante difundido, de pautar o conteúdo dessas notícias na mídia pela publicação de artigos vindos do exterior, como os dos periódicosNature e Science, em vez de matérias a resultar de trabalhos próprios do jornalismo local (Barata, 2010). Naturalmente, há exceções de bons jornalistas dedicados à divulgação científica que desenvolveram uma tradição respeitável, e há mesmo o caso excepcional de bons cientistas que se tornaram profissionais do jornalismo de divulgação científica – e para citar um nome conhecido, tivemos entre nós nesse perfil a figura pioneira de José Reis.

Embora também raro, é possível que um cientista, mesmo sem ser jornalista, tenha a preocupação de bem escrever, para que um tema fascinante do ponto de vista científico não se torne árido e possa então atingir um público maior. Um subproduto interessante desse empreendimento da redação clara é quando um texto de divulgação impacta uma pessoa que futuramente se tornará um cientista importante – como aconteceu com James Watson, para quem a leitura de O que é vida?, do físico e pensador Erwin Schrödinger, foi fundamental em sua decisão de estudar a estrutura molecular dos genes.

Não se pode perder de vista tampouco que não é muito nítida a fronteira entre a comunicação, em senso estrito, e a divulgação científica, como pode ser avaliado examinando-se uma boa antologia como a de Edmund Bolles (1997). Nela estão recolhidos textos científicos de importância fundamental que são ao mesmo tempo literariamente exemplares, e que perpassam vários séculos, indo desde a Antiguidade de Heródoto e Lucrécio até a contemporaneidade.

As considerações anteriores vêm a propósito de Ecologia, evolução e o valor das pequenas coisas, de Felipe A.P.L. Costa. Este é um biólogo especializado em entomologia e ecologia, conhecido pelas suas colaborações regulares noObservatório da Imprensa, em que emprega o rigor acadêmico para definir de forma certeira conceitos biológicos que a grande imprensa difunde com imprecisão e o público em geral propala incorrendo em erros de significado ou até mesmo de tradução. Naquele veículo eletrônico, o autor também tem divulgado obras e a vida de cientistas menos conhecidos, além de tratar de diversos outros temas, tais como a duvidosa eficácia da política científica brasileira. Uma faceta mais desconhecida e invulgar sua é a campanha pacifista desenvolvida no sítio da internet Poesia contra a guerra, em que reúne contribuições dessa natureza de poetas, principalmente brasileiros, alguns famosos e muitos outros que se inserem na produção poética dita marginal.

Nos textos da obra aqui focalizada, Felipe Costa exercita divulgação científica dirigida primordialmente a um público não especializado. Segue, portanto, na senda ilustre de cientistas como o saudoso zoólogo Stephen Jay Gould, famoso por suas páginas na revistaNatural History, depois reunidas em diversos livros de sucesso, vários deles publicados no Brasil.

Nessa segunda edição de Ecologia, evolução e o valor das pequenas coisas, Felipe Costa acrescentou mais seis capítulos aos vinte da edição anterior, divididos em cinco partes. De forma saborosa, discorre sobre evolução biológica, reservas e parques, a relação entre clima e populações, e práticas destrutivas do meio ambiente. São textos curtos, uma boa parte dos quais foi publicada por veículos como Ciência Hoje e Tribuna de Minas. O conteúdo é diversificado, embora focalize sempre aspectos ecológicos e evolutivos. Uma amostra dessa diversidade é a denúncia do relativo descaso dos nossos cientistas com a paisagem nativa da caatinga, ou a pouca atratividade dos insetos (75% das espécies animais) nas campanhas ambientalistas (e o autor revela como a ingenuidade do movimento ambientalista frequentemente se sobrepõe à ciência), a sugestão de forração com serapilheira nas trilhas de parques naturais, a crítica à falta de atenção dos pesquisadores brasileiros para com a fenologia de árvores tropicais, ou ainda uma queixa quanto à introdução funesta em nosso meio de espécies exóticas (como o mosquitoAedes aegypti e o caracol-gigante-africano). Ao final da obra, há notas e um pequeno glossário. Trata-se de leitura fácil de assuntos que se revelam politicamente intrincados, de interesse para o público geral, mas que pode ter também e mais especificamente uma aplicação didática no ensino médio.

Pode-se sugerir que no futuro o autor entenda a evolução biológica de forma não tão rígida, pois ele permanece firmemente ancorado dentro da tradição neodarwinista ortodoxa, sem uma abertura para correntes importantes dentro da biologia, mas discordantes dessa interpretação, como a evolução em quatro dimensões (Jablonka, 2010) ou a realimentação somático-germinativa (Steele, Lindley, Blanden, 1998). O paradigma neodarwinista tem sido recentemente confrontado por alguns cientistas renomados internacionalmente, como a falecida Lynn Margulis, cuja posição se afastou do dogmatismo darwiniano ao se filiar às teorias da simbiogênese, ideias que descendem dos trabalhos do botânico russo Konstantin Mereshkovski. É verdade que nada faz sentido em biologia fora da evolução, mas há teorias e teorias da evolução, e não apenas uma única,vencedora e inamovível, como defendem os adeptos mais ferrenhos da teoria sintética.

Principalmente o grande público é o que mais precisa ser informado de que as controvérsias dentro da ciência são permanentemente uma fonte de inovação e que elas são, aliás, parte do funcionamento normal da atividade científica, para além da ciência paradigmática que se oferece ao grande público nos veículos de divulgação científica. A história das ciências é também a das divergências, algumas das quais mostram uma notável longevidade, pois mesmo depois de declaradas mortas e enterradas ressurgem às vezes de formas inesperadas – aspecto que ainda escapa até a muitos historiadores e filósofos da ciência.

No caso específico da evolução há um agravante, já que qualquer divergência costuma ser erroneamente interpretada como expressão de uma suposta guerra entre religião e ciência – e para sermos justos, essa posição refratária e equivocada não se resume ao jornalismo de divulgação científica, mas integra a própria tradição acadêmica. Apenas quando a divulgação científica conseguir se aprofundar e, à maneira do jornalismo investigativo, se puser a trabalhar com a desconfiança de que cientistas não são tão objetivos e neutros quanto pretendem ser, o resultado será uma apreensão qualitativamente superior do que significa fazer ciência – em que até pequenas coisas podem ter grande valor, como propõe acertadamente o autor.

Referências

BARATA, Germana.Nature e Science: mudança na comunicação da ciência e a contribuição da ciência brasileira (1936-2009). Tese (Doutorado em História Social) – Faculdade de Filosofia, Letras e Ciências Humanas, Universidade de São Paulo. 2010. [ Links ]

BOLLES, Edmund B.Galileo’s commandment: 2,500 years of great scientific writing. New York: W.H. Freeman. 1997. [ Links ]

JABLONKA, Eva. Evolução em quatro dimensões. São Paulo: Companhia das Letras. 2010. [ Links ]

MASSARANI, Luísa; TURNEY, Jon; MOREIRA, Ildeu de Castro (Org.).Terra incógnita: a interface entre ciência e público. Rio de Janeiro: Vieira e Lendt; UFRJ/Casa da Ciência; Fiocruz. 2005. [ Links ]

SÁNCHEZ Mora, Ana Maria. A divulgação da ciência como literatura. Rio de Janeiro: EdUFRJ. 2003. [ Links ]

STEELE, Edward J.; LINDLEY, Robyn A.; BLANDEN, Robert V.Lamarck’s signature: how retrogens are changing Darwin’s natural selection paradigm. Reading: Perseus. 1998. [ Links ]

TOGNOLLI, Claudio. A falácia genética. São Paulo: Escrituras. 2003. [ Links ]

VICKERY, Brian C. Scientific communication in History.London: Scarecrow. 2000. [ Links ]

Gildo Magalhães – Professor, História da Ciência/Faculdade de Filosofia, Letras e Ciências Humanas/Universidade de São Paulo. Brasil. E-mail: [email protected]

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Lisboa, Rio de Janeiro, comércio e mosquitos – MORENO (HCS-M)

MORENO, Patrícia. Lisboa, Rio de Janeiro, comércio e mosquitos: as consequências comerciais da epidemia de febre-amarela em Lisboa. Lisboa: Chiado, 2013. 214 p.Resenha de: PROTÁSIO, Daniel Estudante. Epidemias, comércio e emigração Portugal-Brasil na segunda metade do Oitocentos. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22  supl. Dec. 2015.

Num mundo e num início de século como o nosso, em que o ébola, o HIV/Aids e a gripe N1H1 constituem sérias ameaças à segurança e saúde públicas internacionais, nem sempre é fácil entender como num passado relativamente recente outras epidemias podiam interromper os fluxos de circulação de pessoas, bens e serviços entre continentes e nações. Sobretudo para os não iniciados na medicina ou na respetiva história, que não se deleitem com densos estudos técnicos sobre questões epidemiológicas e sanitárias (como é o meu caso), encontrar uma obra como a que aqui me proponho recensar constitui uma verdadeira lufada de ar fresco e um magnífico momento de aprendizagem, sobre áreas e aspetos científicos afins daqueles a que me dedico a estudar nos últimos 20 anos de investigação.

Por outro lado e apesar de uma intensa e frutuosa colaboração e intercâmbio científicos e académicos entre o Brasil e Portugal, no que concerne a historiografia e a história académica dos séculos XIX e XX, nem sempre é fácil encontrar quem consiga transpor, em termos de texto, as naturais barreiras e distâncias entre duas realidades irmãs e similares, mas naturalmente específicas e idiossincráticas, como a portuguesa e brasileira.

Com a presente obra, Patrícia Moreno, investigadora e doutoranda portuguesa em história no Instituto Superior de Ciências do Trabalho e da Empresa, de Lisboa, membro da Sociedade de Geografia de Lisboa e estudiosa dos temas da história da medicina, da emigração e dos descobrimentos portugueses, consegue contribuir com um texto de leitura agradável, informação pertinente e narrativa organizada, sobretudo fruto de uma utilização inteligente de fontes da época e com uma intervenção mínima enquanto narradora dos acontecimentos descritos.

Ora tal não é fácil, num mundo editorial português em que as obras de divulgação científica e histórica abundam e num universo como o da Sociedade de Geografia de Lisboa, instituição fundada em 1875 e na qual Patrícia Moreno participa do trabalho de algumas secções e comissões há mais de duas décadas. Pode mesmo afirmar-se que, de uma maneira geral, a profusão de livros publicados em Portugal e a quantidade de comunicações proferidas na dita agremiação lisboeta são de tal magnitude que é difícil encontrar títulos sugestivos e pedagógicos, recreativos e científicos, cativantes e ligeiros na leitura, mas ao mesmo tempo estimulantes de outras pesquisas e que deixem no leitor a sensação de que uma porta intelectual se abriu no cenário dos seus interesses bibliográficos e intelectuais; ou seja, de que saiu enriquecido das horas a que dedicou sua atenção a um trabalho específico. Tal sensação é com frequência mais conotada com outro género de leituras, como a de livros de ficção policial ou de espionagem, de textos de blogues, de revistas, de jornais e newsletters on-line do que obras dedicadas a temáticas históricas. Por contraste, basta folhear as páginas do Boletim da Sociedade de Geografia de Lisboa, que já ultrapassou sua 131ª série (referente a 2013), para encontrar textos sobre temas e títulos históricos, geográficos ou etnográficos escritos em estilo por vezes pesado e de circunstância, nem sempre destinados ao interesse de um público não especializado nem particularmente inclinado a esse tipo de assuntos.

Em termos de estrutura, a obra de Patrícia Moreno divide-se em nove pontos, incluindo introdução, conclusão e bibliografia. De uma forma geral, a autora não abusa das notas infrapaginais, que alcançam o número de 190 em 206 páginas de texto, entre algumas dedicadas a fornecer informações biográficas das figuras de médicos e estadistas referidos, mas sobretudo a consubstanciar as fontes e bibliografia a que recorreu.

Na contracapa do livro, são deixadas as seguintes palavras e interrogações: “Como e quando chegou a febre amarela a Lisboa vinda do Brasil? E quais foram as medidas adotadas pelas autoridades portuguesas? A essas questões procurará esse livro lançar pistas e oferecer algumas respostas”. Essa é a mensagem essencial do primeiro ponto do livro, que se intitula “A razão deste livro, perguntas e dúvidas” e começa com uma citação de Rui Barbosa, proferida numa conferência de maio de 1917: “O mundo vê no Brasil um país de febre amarela. O Governo brasileiro o confessa. A medicina brasileira não o pode negar” (p.11). Numa outra citação, na mesma página, Barbosa informa-nos que em 1857-1858, 1860, 1864 e 1869 tal doença chega do Brasil a Portugal. Mas esse não será o âmbito cronológico da obra, mais alargado.

Num segundo ponto ou capítulo do livro, intitulado “Resenha histórica da febre amarela”, Patrícia Moreno resume, em cerca de uma dúzia de páginas, o que a literatura seiscentista e setecentista afirmava sobre a epidemia; suas principais características e alterações fisiológicas no indivíduo acometido dessa patologia; e a abrangência geográfica da mesma, num triângulo atlântico Américas-África-Europa. A autora recorre a tratados médicos, mas também a breves referências em literatura popular do século XIX, como Alexandre Dumas e Júlio Verne, e menciona terríveis momentos de dizimação coletiva, como aquando da invasão francesa da ilha de São Domingo (atuais Haiti e República Dominicana) em 1801, de Barcelona em 1821 e do surto do vale do Mississípi em 1878, tendo morrido, nestes dois últimos casos, cerca de vinte mil catalães e outros tantos norte-americanos (p.17, 20). Introduz a questão do debate médico sobre a forma de combater essa praga e como ela se propaga, matérias que dividirão opiniões científicas e a opinião pública mundiais durante várias décadas do século XIX.

Subitamente, num terceiro capítulo, “Portugal e o Brasil ou o Brasil e Portugal”, a autora aligeira o tom, alarga o âmbito do seu estudo, não agora meramente geográfico, cronológico, estatístico e médico, mas contextualiza a situação geral portuguesa e brasileira, de forma rigorosa, mas necessariamente breve, de modo a impedir que o leitor se perca em demasiados pormenores e perca literalmente o fio à meada, esquecendo o propósito primeiro desse trabalho – a febre amarela e seu impacto sanitário, comercial e político nos dois países. Vai, assim, elencando as várias formas de relações luso-brasileiras – familiares/dinásticas, comerciais, sociais – e os diferentes métodos de contacto transnacional: o transporte marítimo de emigrantes portugueses em busca de trabalho, legal e ilegalmente; as políticas lisboetas para travar tal fluxo demográfico, bem como o surgimento da figura do “brasileiro” em Portugal, na sociedade e na literatura portuguesas. Está então dado o mote para uma apaixonante reflexão sobre questões de história das mentalidades, social e política: as condições insalubres nos “cortiços” brasileiros aos quais chegavam os emigrantes portugueses, mas também nos bairros pobres de Lisboa e Porto, onde a febre amarela se propagará; o constante ambiente de guerra civil e de revolução em Portugal até à Regeneração de 1851 e a dificuldade que diferentes governos sentiram para inverter uma política de emigração maciça, devido à pobreza, desemprego e analfabetismo que grassavam deste lado do Atlântico. A intervenção de figuras gradas da política e das letras portuguesas como Alexandre Herculano e Ramalho Ortigão, o conde de Tomar (Costa Cabral), Fontes Pereira de Melo e José Luciano de Castro, tentando alertar a opinião pública e legislar para que a falta de condições de salubridade e de habitação não servissem de rastilho à propagação da febre amarela, como ainda sucedeu no Rio de Janeiro, de forma intervalada, nas décadas de 1870 a 1890. Em Lisboa, a Sociedade de Geografia, cujos estatutos foram reformados em 1895, contou imediatamente com uma Comissão de Emigração, tal a preponderância política, económica e social da saída de emigrantes e consequente perda de força de trabalho e destruição do tecido social nacional.

Nos pontos – ou capítulos, como lhes poderíamos chamar – 4 e 5, o primeiro com cerca de trinta páginas e o segundo com cerca de quarenta, a autora congrega o essencial da sua análise, dedicada primeiro ao “Rio de Janeiro e a epidemia de 1850” e depois a “Lisboa e a febre amarela – a terrível década de 1850”. Com inteligente e rigoroso recurso a fontes de ambas as nacionalidades, Patrícia Moreno estuda os casos brasileiro e português socorrendo-se de pontos de vista contemporâneos e divergentes, alguns cientificamente fundamentados, outros meramente propagandísticos e eleitoralistas. Em causa estava perceber a verdadeira origem do surgimento e transmissão da doença e quais as formas corretas de a tratar e prevenir. Numa época em que o comércio luso-brasileiro e as remessas financeiras de emigrantes portugueses bem-sucedidos no Brasil pesavam fortemente na balança comercial de Portugal, o vetor de transmissão da doença, o mosquito, estava fora da equação. O mosquito, ou pernilongo, que faz parte do título desse livro e cuja imagem figura na respetiva capa, não era ainda entendido como elemento preponderante e transmissor da patologia. As autoridades portuguesas e brasileiras insistiram, durante décadas, em políticas de quarentena (à imagem, aliás, das demais nações) e na criação e manutenção do lazareto de Porto Brandão, na margem sul do Tejo, defronte de Lisboa e no lazareto da ilha do Bom Jesus dos Frades, no Rio. Os higienistas, reunidos pela primeira vez em congresso internacional em 1852, dividiam-se entre os que defendiam a existência de contágio e a necessidade de isolamento dos doentes e de quem viajava em navios onde grassava a doença (os contagionistas) e os que defendiam in stricto sensu que “A higiene e a desinfestação são as únicas armas de que dispõem os médicos” (p.80), sendo necessário combater a infeção onde ela ocorria (os infeccionistas).

Em Portugal, foi apurado que morreram quase seis mil pessoas durante as epidemias de 1856-1858, o que constituiu um número dramático de vítimas. Duas das mais célebres vítimas mortais foram o cardeal patriarca de Lisboa e o renomado médico e membro da Academia das Ciências de Lisboa António da Fonseca Benevides. O casal régio, dom Pedro V e dona Estefânia, interviriam corajosamente no socorro e apoio moral aos doentes, mas ambos morreriam muito novos de outras doenças frequentes na época, respetivamente febre tifoide e difteria. “Lisboa, cidade insalubre” era uma das imagens transmitidas durante décadas, fosse pelo académico Oliveira Pimentel, pelo afamado Eça de Queiroz ou pela polémica princesa Ratazzi, com o primeiro a afirmar, em 1857, as seguintes palavras arrepiantes: “O estado das praias lodosas em frente da cidade [de Lisboa] é o mais deplorável que se pode imaginar; e, se as comparássemos com o delta do Ganges, onde se gera o cólera-morbo, não ficaríamos longe da verdade” (p.126). O congresso sanitário reunido sob os auspícios régios naquele ano, na Academia das Ciências, pouco ou nada conseguiu resolver e não só “Os lisboetas fogem da epidemia” como “Lisboa sofria e morria!”, como sugerem dois subtítulos utilizados pela autora neste seu quinto capítulo (p.127, 130). Chegando-se à conclusão de que a doença não era “nativa” de Portugal, embora prosperasse com as condições de insalubridade e no tempo quente (e que, portanto, provinha por via marítima, sobretudo do Brasil), persistiram as políticas de quarentena e de utilização do lazareto.

É a esses dois temas – quarentena e lazareto – que Patrícia Moreno vai dedicar o sexto ponto ou capítulo do seu livro, o último com uma extensão considerável na obra agora em análise. Enquanto de França não surgiram as notícias das descobertas de Pasteur e do Brasil os resultados práticos da obra salvífica de Oswaldo Cruz, esta já no início do século XX, Portugal teve de recorrer aos anacrónicos mecanismos de contenção de uma doença que nunca mais se tornou tão devastadora como em 1856-1858, mas cuja ameaça constante, durante décadas, foi alvo da chacota, da incompreensão e da raiva de parlamentares, de jornalistas e de viajantes que, em face do número reduzido de mortes devidas à epidemia, se revoltavam quanto à preponderância de medidas sanitárias ditas “incivilizadas”. Numa segunda metade do século XIX, sobretudo marcada pelo ritmo cada vez mais frenético da circulação livre de pessoas, ideias e mercadorias, em nível europeu e mundial, as restrições de entrada no porto de Lisboa eram incompreensíveis para comerciantes e para os setores da sociedade, da política e da economia mais interessados em que Portugal prosperasse pela via da circulação comercial do que em escutar as posições cautelosas de médicos e de académicos que defendiam a necessidade da quarentena de pessoas e bens e sua permanência no lazareto na margem sul do Tejo. Medidas públicas de aprofundamento do saber técnico sobre a demografia, como o primeiro recenseamento geral da população em 1864, a utilização internacional do telégrafo elétrico e a aprovação de um regulamento geral de sanidade marítima em Portugal, já influenciada pelas ideias de Pasteur, terão contribuído para manter baixos os números de mortalidade epidémica, mas tal não impediu que, por exemplo, ocorresse uma “gravíssima epidemia de peste na cidade do Porto em 1897 que tinha demonstrado que os regulamentos sanitários observados desde há várias décadas não protegiam totalmente as populações” (p.157-158). Ora o que em hoje em dia é um lugar-comum, que o isolamento dos potenciais doentes e das pessoas afetadas por doenças não evita totalmente sua proliferação sem que a causa e os fatores de desenvolvimento e de propagação da mesma sejam conhecidos e anulados na sua ação nefasta, não era consensual nessa época – longe disso. Tal como no início da introdução da inoculação vacínica em Portugal, nos anos de 1800 e 1810, pela Academia das Ciências, aquela medida experimental fora motivo de polémica e de espanto por parte da maioria da população e das elites, quase cem anos depois a sobrevivência da quarentena e do lazareto eram também altamente contestados e incompreendidos, porque “residualmente” – se assim se poderá dizer – os casos de febre amarela e de outras epidemias, por vezes muito mais mortíferas, continuavam a manter-se: seria um caso de “matar o mensageiro”, até certo ponto; nesse caso, os médicos favoráveis a tais medidas e os decisores políticos sobre saúde pública em Portugal.

Patrícia Moreno contextualiza e problematiza esses dois temas, o da quarentena de passageiros em navios e o das condições – também elas insalubres! – do lazareto de Lisboa, que o governo tratou de estudar no sentido de melhorar. Os conhecidos escritores humorísticos e satíricos portugueses, Eça de Queiroz e Ramalho Ortigão, referiram-se ao lazareto, e o imperador dom Pedro II, na sua visita de 1871, fez questão de demonstrar o caráter privado da sua viagem sujeitando-se, como os demais, às condições de isolamento no lazareto. Mas para além dos incómodos dessas e de outras figuras ilustres, como a de Sarah Bernhardt, que infelizmente a autora não nos explica como contornou – se o conseguiu – a proibição de pisar Lisboa sem passar pelo lazareto (p.171-72), a questão era também de natureza comercial: os produtos que não pudessem passar pelo porto de Lisboa ou por qualquer outro porto português que estivesse vigiado pelas autoridades sanitárias eram desviados para as Canárias, para o Mediterrâneo ou para qualquer porto onde a política pública de saúde não fosse tão apertada. Refere especificamente o caso da barca Imogene, que em 1879 é caricaturado pela imprensa política e humorística nacional e no qual o diagnóstico do distinto médico Sousa Martins é colocado em causa, vendo-se o mesmo obrigado a escrever um livro – cujo título a autora não cita – para defender sua reputação e sua honra como médico (p.180 e s.). Apenas com a abertura do posto marítimo de desinfeção de Lisboa, a 1 de janeiro de 1906, já iniciado o século XX, a velocidade de entrada de passageiros e de mercadorias no porto lisboeta atinge o ritmo e a desburocratização que os tempos exigiam. A imprensa julga, naturalmente, com bons olhos tal inovação, mas aparentemente esquece-se de que ela não poderia existir se a ciência não tivesse já conhecido e debelado, no Brasil, as causas da mortandade que a febre amarela provocara durante décadas.

É nos dois últimos pontos ou capítulos, o sétimo e o oitavo, do livro que Patrícia Moreno explica-nos o que verdadeiramente mudou e obstou a que a febre amarela deixasse de matar aos milhares em Portugal. Se o médico português Ricardo Jorge escrevia que em 1860-1880 “só 20 navios entrados na barra de Lisboa foram considerados infeccionados” e se se sabe que isso ocorreu em apenas outros quatro até 1900 (p.192), não parecem restar dúvidas de que “O Brasil liberta-se… e Portugal respira”: isto é, só com a ação de Oswaldo Cruz (1872-1917), médico brasileiro, foi possível “estancar a mortandade devida à febre amarela no Rio de Janeiro” (p.195-196). A luta contra o mosquito, entre 1903 e 1909, permite senão erradicar, pelo menos diminuir drasticamente a incidência da doença em Portugal e no Brasil: “Não é a cura, mas sim a profilaxia da propagação da doença que irá trazer a glória a este médico brasileiro” (p.203). E nas conclusões, Patrícia Moreno deixa-nos duas afirmações, talvez um pouco longas para serem transcritas na íntegra, mas que são decisivas para compreender o essencial da mensagem transmitida: “As autoridades sanitárias e o governo de Portugal souberam resistir às incursões de febre amarela e de cólera-morbo. Souberam também resistir a todos aqueles que propuseram, na maioria dos casos com intuitos meramente comerciais e de lucro fácil, um aligeiramento ou mesmo a eliminação da legislação rigorosa em vigor”. E termina seu texto relembrando como “página quase esquecida da nossa história recente” a temática abordada: a do “perigo da importação” de febre amarela e as medidas adotadas pelas autoridades políticas e sanitárias portuguesas, com consequências danosas no desenvolvimento das relações comerciais entre Portugal e Brasil” (p.205-206). É este seu papel, assumido, como autora: fornecer as pistas, as fontes e os factos para que consensualmente se possa chegar a tais conclusões, deixando ao leitor a liberdade de concordar ou não com tais assunções, que são apenas afirmadas no final do livro.

O nono e último ponto ou capítulo é o da bibliografia, talvez o mais frágil de todos. Poderia ser mais rigorosamente dividido em fontes, bibliografia e webgrafia. A “Bibliografia: Séculos XVII a XIX” poderia ser designada por fontes e a referente aos séculos XX e XXI, essa sim, listada como bibliografia, excetuando a que diz respeito às décadas de 1900 a 1920 ou 1930, dado que são de 1926 e 1938 dois títulos de Ricardo Jorge que podem ser considerados fontes. Também as caixas dos arquivos citados do Ministério português dos Negócios Estrangeiros e do Arquivo Nacional da Torre do Tombo deveriam ser mencionadas e as páginas de internet conter as datas de consulta. Mas essas são questões secundárias, mais do foro editorial do que autoral. Faria ainda falta um índice remissivo, pelo menos onomástico, para mais fácil localização de figuras referidas da medicina, literatura, política e jornalismo portugueses e brasileiros em duzentas páginas de uma obra que se lê com grande facilidade e proveito. Numa segunda edição, Patrícia Moreno poderá eventualmente acrescentar alguma bibliografia especializada brasileira, como artigos da revista História, Ciências, Saúde – Manguinhos a propósito de temáticas similares, consultáveis, também eles on-line, se eventuais acrescentos e aprofundamentos o justificarem, naturalmente.

Daniel Estudante Protásio – Pós-doutorando, Centro de Estudos Interdisciplinares do século XX/Universidade de Coimbra. Portugal. E-mail: [email protected]

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A doença e os medos sociais – MONTEIRO (HCS-M)

MONTEIRO, Yara Nogueira; CARNEIRO, Maria Luiza Tucci (Org.). A doença e os medos sociais. São Paulo: Fap-Unifesp. 2012. 440p. Resenha de: FERREIRA, Vanessa Nolasco. Um percurso sobre a história da doença e dos medos sociais. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22  supl. Dec. 2015.

O livro A doença e os medos sociais tem como foco a “história das doenças, dos medos, da discriminação e de sua repercussão no meio social” (p.9). Seu objetivo é instigar o debate sobre os referidos temas, levando em conta os diferentes campos de conhecimento que podem ser exemplificados pela riquíssima e diversa formação dos autores de cada capítulo. A coletânea de textos faz com que o objetivo seja extrapolado, visto que a leitura de cada capítulo proporciona um panorama da história da doença no Brasil e suas correlações com o cenário internacional.

As organizadoras, Yara Monteiro Nogueira e Maria Luiza Tucci Carneiro, apresentam a doença como um estigma, no qual se entrecruzam mito e realidade, ressaltando a relação direta existente entre o adoecimento e a exclusão. Tal noção é aprofundada ao longo de 16 capítulos, divididos em quatro partes. Nessa divisão se encontra o maior problema do livro, pois não há um texto introdutório que elucide o motivo pelo qual a obra se encontra organizada dessa maneira. Além disso, não é citado o objetivo de cada uma das partes, não são apresentados os textos que compõem cada parte nem é estabelecida uma correlação entre os ricos assuntos tratados pelos autores. A falta de um texto de conclusão também agrava o problema apontado.

“O imaginário sobre a doença” constitui a primeira parte do livro, na qual são apresentados conceitos como medo, cultura da segurança versus a cultura do risco, imaginário e estigma. O medo é definido como sinônimo da insegurança que “assegura a conformidade social e cultural” (p.38) e espelha a possibilidade de morte eminente. Dessa forma, a cultura ocidental apropria-se do medo para produção de normas e regras sociais devido a sua capacidade de assumir diferentes feições e formas de existência. O medo aparecerá, por exemplo, nas artes e pode ser exemplificado pelo impacto da peste nas cidades de Florença e Viena e nas “posturas medievais sobre a lepra” (p.101). A partir da apreensão do medo pelas culturas, principalmente a ocidental, emergem a cultura de segurança e a cultura do risco, sendo a primeira a que legitima ciência e tecnologia como os saberes determinantes e preponderantes, enquanto a segunda enfatiza a noção de risco como ideia de advertência que contém força em si mesma.

Os conceitos de estigma e imaginário aparecem imbricados e são muito bem explicados a partir de exemplos como o da lepra, cuja cura, quando descoberta, não ocasionou a alteração das representações sociais sobre os portadores de hanseníase. Os mesmos ainda são vistos como aqueles que devem ser isolados porque portam uma doença altamente contagiosa. Tal exemplo comporta a estigmatização do doente – o leproso – e a ação do imaginário sobre a realidade, apontando que mesmo uma doença que pode ser curada traz grande carga de preconceitos. As artes também servem como ilustração; no quadro A virgem e o menino, a saúde e a boa aparência demonstram uma preocupação com essa realidade, assim como ocorre em outras pinturas renascentistas. No entanto, a arte, por intermédio de obras citadas no livro, também pode resumir o medo e o estigma, como ocorre nas pinturas que retratam a peste negra ou portadores de enfermidades. Os capítulos que compõem essa seção, portanto, constroem a concepção do imaginário da doença como uma construção social que tem como base o medo e, como consequência, estigmatiza os doentes.

A segunda parte da obra apresenta caráter mais específico ao tratar das “Doenças e medos na formação da sociedade brasileira” por meio de narrativas sobre diferentes enfermidades e variados pontos de vista sobre elas. O banzo, melancolia que atingia majoritariamente escravos, é abordado como doença que contribuiu para a construção da hipótese de um imaginário de que o Brasil teria sido erguido com tristeza, conforme apresenta Gilberto Freyre (2006) no livro Casa-grande e senzala.

Uma contribuição interessante da seção é o ponto de vista dos viajantes, como observadores privilegiados da natureza brasileira e, por conseguinte, da doença. Sua visão permite que o leitor tome contato com o imaginário da doença no Brasil desde os primórdios de sua construção. “Constatamos que a literatura dos viajantes é uma fonte importante para o estudo da história da saúde e das doenças dentro das novas perspectivas historiográficas que, ampliando seu campo de pesquisa, possibilitam entender toda trama que tece a existência humana” (p.144).

Ao longo dos capítulos que compõem essa parte do livro, o medo, base do imaginário da doença, aparece de forma bastante explícita, seja como correlato da descrição, do isolamento, excesso e indiferença nas narrativas sobre a gripe espanhola em São Paulo; ou como a imagem da Hospedaria Central na ilha das Flores como local de exclusão e de difusão do medo. É interessante notar que o medo que parece estar no passado é apontado em um campo da doença bastante presente na atualidade: o do tabaco, que muitas vezes não pode ser citado ou tem sua historicidade abafada com base em argumentos médicos que remetem à cultura do risco. Essa hegemonia do medo é tão paralisante que a discussão é considerada muitas vezes criminosa, perdendo-se, com isso, interessantes estudos sobre o modo como o brasileiro fuma.

Tais reflexões são capazes de mostrar ao leitor que a doença, no arcabouço do imaginário apresentado na primeira parte, é um campo caracterizado pelo sofrimento e pela consciência da experiência mórbida. Dessa forma, a “cultura fornece aos indivíduos os limites dentro dos quais se operam as interpretações relativas aos fenômenos corporais e, em particular, a doenças e seus sintomas” (p.215).

Os medos, que perpassam toda a coletânea, são retomados na terceira parte, que se dedica ao estudo de sua difusão, e o expoente que perpassa os três capítulos da seção é a eugenia, como o gatilho que reedita rupturas e permanências acerca das doenças e medos sociais. Ela está presente nas “Metáforas roubadas à doença: particularidades do discurso racista” (p.251) que tomou conta do Brasil na Era Vargas, quando os judeus eram conhecidos como “cancro social” (p.255) e, nas palavras da época, “proliferavam como parasitas”, ou mesmo quando se acreditava que os estrangeiros poderiam ser abrasileirados – uma metáfora do “verniz social” (p.256).

Também é demonstrado que as ideias de uma raça superior e/ou melhorada apresentavam-se como paradigma universal; o 13o capítulo aponta como essas teorias estavam presentes nos EUA, na URSS e na Alemanha nazista por meio de sua produção cinematográfica. Esses ideais de perfeição são tratados como julgamentos morais e políticos que disseminavam o pânico de doenças não existentes e de medos sociais que fizeram nações tentar a destruição de outras nações ou culturas.

A quarta e última seção do livro se dedica à questão das fontes para a história das doenças. A apresentação do projeto “Guia dos arquivos das santas casas do Brasil, século XVI ao XX”, cujo objetivo é compreender as fontes sobre história e doença “explorando o modo como esses fragmentos [de documentos] assumem significados da tessitura de relações mais amplas” no contexto da relação das santas casas com a doença e os medos sociais e a polarização desses medos na cultura brasileira (p.337), busca sensibilizar o público – além de historiadores, arquivistas e biblioteconomistas – para a necessidade de realizar a preservação documental como responsabilidade de todos, por se tratar de um processo contínuo que contém mais do que memórias, mas o caráter identitário das doenças e medos sociais.

Outra vertente contemplada é a salvaguarda de documentos por uma instituição. Nesse contexto, é apresentado o Departamento de Arquivo e Documentação da Casa de Oswaldo Cruz, cujo objetivo é “reunir, preservar e dar acesso aos registros relevantes sobre a trajetória das Ciências Biomédicas e da Saúde Pública, bem como atuar como centro de referência e informação nessas áreas” (p.353). Vale ressaltar que a autora do capítulo destaca o projeto “Memória e história da hanseníase no Brasil através de seus depoentes (1960-2000)” como um exemplo do uso da história oral como forma de demonstrar a singularidade a partir da abrangência de aspectos tratados nos depoimentos.

O livro é encerrado com a apresentação da Rede Brasileira de História e Patrimônio Cultural da Saúde ressaltando que ela pode atuar como um dos braços da participação social na saúde, prevista na Constituição de 1988, e salvaguardar o que se refere à identidade, à memória e à ação da sociedade brasileira, em especial do Ministério da Saúde. Além disso, nesse último capítulo está contida a estrutura da Coordenação Geral de Documentação e Informação da Subsecretaria de Assuntos Administrativos da Secretaria Executiva do Ministério da Saúde e das instituições representadas na Rede, sendo um guia bastante rico para os que iniciam seus estudos sobre o tema.

É de suma importância reiterar que o objetivo de instigar o debate sobre a história da doença, sua correlação com os medos sociais e a repercussão no meio social, e a forma pela qual esse processo se dá tanto na cultura ocidental quanto, mais especificamente, no Brasil, é cumprido com excelência. Ainda há muito espaço para estudos sobre esse tema, e novos debates só têm a contribuir com o campo.

Recomendo o livro para os que estão iniciando tanto graduações em ciências da saúde quanto em ciências humanas devido à riqueza na ilustração da história das doenças e suas representações sociais com foco no contexto brasileiro. Aos que já estão na área há mais tempo a leitura pode incentivar novas ideias e promover debates sobre esse tema ainda pouco explorado.

Referências

FREYRE, Gilberto. Casa-grande e senzala. São Paulo: Global. 2006. [ Links ]

Vanessa Nolasco Ferreira – Doutoranda, Ciências da Saúde/Escola Nacional de Saúde Pública Sérgio Arouca/Fiocruz. E-mail: [email protected]

Acessar publicação original

Le médicament qui devait sauver l’Afrique: un scandale pharmaceutique aux colonies – LACHENAL (HCS-M)

LACHENAL, Guillaume. Le médicament qui devait sauver l’Afrique: un scandale pharmaceutique aux colonies. Paris: La Découverte, 2014. 283pp. Resenha de: CORREA, Sílvio Marcus. Uma chave para a África. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22  supl. Rio de Janeiro Dec. 2015.

Desde o início do século XX, a chamada doença do sono era um grande desafio à medicina tropical.1 Durante a Partilha da África, a doença tomou proporções alarmantes. Na década de 1920, a Alemanha já tinha perdido as suas colônias no continente africano, quando a imprensa deu notícias sobre uma nova wonder drug, considerada a “chave para África” (A key…, 1 set. 1922). O Bayer 205 foi tido como um medicamento promissor no combate à tripanossomíase africana. Estariam os alemães aptos a reaver suas colônias? (Das deutsche…, 22 set. 1922).

A Segunda Guerra Mundial poria fim a qualquer projeto colonial do Terceiro Reich. Quanto ao Bayer 205, sua eficácia foi superada por outro medicamento da indústria farmacêutica: a Lomidina®. A história da Lomidina corresponde a uma fase pouco conhecida, mas capital, da luta colonial contra a doença do sono. Sobre ela, tem-se, agora, o livro de Guillaume Lachenal, mestre de conferências junto ao departamento de história e filosofia das ciências na Universidade Paris-Diderot.

O “medicamento que deveria salvar a África” suscitou uma série de dúvidas e incertezas quanto à sua eficácia, à sua posologia etc. Apesar disso, o medicamento foi usado na quimioprofilaxia contra uma doença tropical que debilitava a saúde dos trabalhadores.2 Na África portuguesa, as campanhas de vacinação se intensificaram até os últimos anos do colonialismo.3 Em Angola, algumas sociedades de capital privado tinham o seu próprio serviço de saúde. Na Companhia de Diamantes de Angola (Diamang), por exemplo, havia uma sessão autônoma chamada Missões de Profilaxia Contra a Doença do Sono (Varanda, 2014).

Mas, durante a euforia da utopia higienista colonial, houve uma hecatombe em Yokadouma, um vilarejo na parte oriental dos Camarões, então sob domínio colonial francês. Em meados de novembro de 1954, dezenas de pessoas morreram depois de terem sido vacinadas por uma equipe do serviço de higiene e de profilaxia responsável pela aplicação da Lomidina. O acidente de Yokadouma se inscreve numa história da medicina tropical que revela o lado falível, presunçoso e geralmente encoberto pela grandiloquência do discurso colonial. Para tratar disso, o autor evoca o valor heurístico da noção de “besteira colonial”. Para Lachenal, a besteira não remete a uma deficiência da razão, mas a uma possibilidade intrínseca à razão. Pela confiança desmesurada nos procedimentos científicos, a razão pode tornar-se uma obstinação. A besteira não raro se confunde com arrogância. Por isso, ela se caracteriza pelo excesso e não pela falta de razão. A obstinação em erradicar a doença do sono e os métodos empregados como as campanhas de lodiminização preventiva fazem parte daquilo que o autor chamou de “besteira colonial”.

No entanto, diante da morte de dezenas de pessoas e dos graves ferimentos de centenas de outras, além dos traumas, humilhações e coerções a que foram submetidos milhares de indivíduos durante as campanhas periódicas de lomidinização, a “besteira” pode vir a significar muito pouco e não passar de mero eufemismo.

Embora a análise do autor tenha ficado circunscrita aos (ab)usos da Lomidina, cabe informar que outras “besteiras” como o desmatamento e mesmo a matança de animais selvagens foram práticas largamente adotadas nas campanhas de controle ou erradicação da tripanossomíase africana (Correa, 2014).

O “império da besteira” não se restringiu às fronteiras africanas. Enquanto Aníbal Bettencourt, Aldo Castellani, David Bruce, Robert Koch e outros buscavam decifrar a doença do sono, outras enfermidades preocupavam as autoridades sanitárias e de higiene nos trópicos. Suas técnicas e métodos no combate a certas epidemias não foram diferentes. Uma campanha de vacinação obrigatória contra a varíola levou a uma revolta no Rio de Janeiro em 1904 (Chalhoub, 1996). No Brasil meridional, campanhas sanitárias para erradicação da malária tiveram por alvo algumas bromeliáceas, reservatórios naturais à proliferação dos mosquitos anofelinos (Oliveira, 2011). Ou seja, a presunção ou arrogância de uma razão médica, o autoritarismo e a violência de certas medidas de higiene, sanitárias ou profiláticas não foram apanágios do colonialismo em África. Dito de outro modo, a “besteira colonial” teve suas similares em contextos pós-coloniais.

Ao tratar de um medicamento considerado “a chave para África”, Guillaume Lachenal brinda com uma abordagem inovadora, em termos teóricos e metodológicos, a historiografia da medicina tropical.

Referências

A KEY…A key to Africa. Rhodesia Herald. 1 set. 1922. [ Links ]

BETTENCOURT, Aníbal.La maladie du sommeil: rapport présenté au Ministère de la Marine et des Colonies par la Mission envoyée en Afrique Occidentale Portugaise. Lisboa: Libanio da Silva. 1903. [ Links ]

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PICOTO, José. Assistência médico-cirúrgica na Luanda pelo serviço de saúde da Diamang. Anais do Instituto de Medicina Tropical, v.10, n.4. (separata). 1953. [ Links ]

VARANDA, Jorge. Cuidados biomédicos de saúde em Angola e na Companhia de Diamantes de Angola, c. 1910-1970. História, Ciências, Saúde – Manguinhos, v.21, n.2, p.587-608. 2014. [ Links ]

VINTE ANOS DE LUTA…Vinte anos de luta contra a doença do sono, 1946-1965. O Médico, n.792, p.17. (separata). 1966. [ Links ]

Notas

1 Angola, por exemplo, acolheu uma das primeiras expedições científicas para o estudo da doença do sono (Bettencourt, 1903).

2 Para ficar num exemplo, ao elogiar a assistência médico-cirúrgica do serviço de saúde da Diamang, o doutor Fernando Correia afirmou que a referida sociedade mineradora acabava também “por lucrar economicamente, visto que a economia de saúde e de vidas se repercute sempre, mais cedo ou mais tarde, direta ou indiretamente, sobre a produção” (citado em Picoto, 1953, p.2703).

3 Em 1963, pelo decreto n.45.177, foi criada a Missão de Combate às Tripanossomíases (MCT) que, no ano seguinte, entrou em ação. O escopo da nova organização era “a luta total, em todos os campos, contra as tripanossomíases consideradas nos múltiplos aspectos-médico, veterinário, entomológico, agronômico, etc.” (Vinte anos de luta…, 1966, p.17). Entre outras atividades da MCT, a campanha de pentamidinização em Angola foi reconhecida do outro lado do Atlântico. Em 20 de agosto de 1970, em sessão realizada na Academia Nacional de Medicina, no Rio de Janeiro, o médico brasileiro Olympio da Fonseca Filho fez elogios à obra de Portugal no combate à doença do sono.

Sílvio Marcus de Souza Correa – Professor, Programa de Pós-graduação em História/Universidade Federal de Santa Catarina. [email protected]

Um sertão chamado Brasil – LIMA (HCS-M)

LIMA, Nísia Trindade. Um sertão chamado Brasil. São Paulo: Hucitec, 2013. 304p. Resenha de: BOTELHO, André. Um sertão chamado Brasil e o pensamento social: travessias, passagens, veredas. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22 n.4 Rio de Janeiro Oct./Dec. 2015.

Um sertão chamado Brasil, de Nísia Trindade Lima, chega à segunda edição. Não só o reconhecimento e a recepção obtidos desde sua publicação original o justificavam, mas também o que ainda nos tem a dizer. O livro abriu caminhos próprios na pesquisa das interpretações da formação da sociedade brasileira ao articular problemáticas como o imaginário espacial da sociedade, a construção do Estado-nação e as interpretações do Brasil. Concorreu ainda para a visibilidade não apenas de temas, como de fontes e interpretações até então pouco consideradas. Sua contribuição é fértil também do ponto de vista teórico-metodológico, juntando-se aos trabalhos que têm modelado o pensamento social brasileiro como área de pesquisa.

Publicado originalmente em 1999, para essa segunda edição, de 2013, ao lado do texto original revisto, a autora escreveu também um novo prefácio intitulado “O avesso do moderno”. Trata-se de peça reflexiva que confere dinâmica à trajetória que o livro ao mesmo tempo esconde e traz à tona. Assim, parte importante da efetiva recepção que as questões ali formalizadas conheceram é ponderada com muita propriedade. Questões perseguidas ao longo de uma trajetória consistente de pesquisa são revistas criticamente e ajudam a situar o livro num campo problemático mais amplo. Do mesmo modo, o leitor é valorizado com a incorporação de trabalhos posteriores da autora que são, ao mesmo tempo, um desdobramento e um diálogo – às vezes crítico – com suas inquietações intelectuais mais antigas. São também “veredas” de Um sertão chamado Brasil, para mobilizar a metáfora roseana, tão cara à sensibilidade sociológica de Nísia Trindade Lima.

Tanto na sociedade brasileira, ao longo de sua formação desde a colônia, quanto em nossa densa tradição intelectual, artística e científica, “sertão” costuma ser espaço geográfico, ora pensado como limites, ora como possibilidades quase infinitas. Mas não apenas, pois nele e a partir dele também se projetam metáforas, expectativas econômicas, programas estéticos e projetos políticos. Sertão é espaço social. Sertão é identidade social e, como tal, sempre implica relações. É um tipo de código simbólico que põe personagens, eventos e processos “em relação”. Nem sempre distante, às vezes o sertão é percebido surpreendentemente próximo, e frequentemente volta à tona de modo tragicamente violento. Como ocorreu, para dar apenas um exemplo, justamente quando Um sertão chamado Brasil ia ganhando forma final, com o Massacre do Eldorado dos Carajás, em 1996, acontecimento que pôs novamente a reforma agrária na ordem do dia, bandeira esmaecida desde os debates na Constituição de 1988, não faltando mesmo quem afirmasse, antes do massacre, que a questão agrária não tinha mais alcance político. O “sertão” ressurgia, porém, com toda a força para o conjunto da sociedade em meio ao avanço da “modernidade” representada pelo agronegócio. Os contextos históricos dos livros são da maior importância, e, às vezes, eles mantêm relações tão significativas entre si, que suas fronteiras parecem borradas. Nesta resenha, porém, vou limitar-me a situar o livro apenas em seu contexto intelectual. Meu argumento é que Um sertão chamado Brasil tanto se beneficiou dos desenvolvimentos contemporâneos da área de pesquisa chamada de “pensamento social brasileiro” quanto, simultaneamente, contribuiu para a sua modelagem cognitiva – ainda que sua autora venha dando contribuições decisivas, também em outras frentes, à institucionalização da área de ensino e pesquisa.

Um sertão chamado Brasil foi formulado como tese de doutoramento em sociologia, defendida em 1997 no antigo Instituto Universitário de Pesquisas do Rio de Janeiro (Iuperj), tendo recebido o seu prêmio de melhor tese de sociologia naquele ano. Deixando contingências institucionais de lado, chama a atenção o impressionante número de teses de doutorado defendidas no Iuperj na área de pensamento social brasileiro naquele ano (e nos seguintes). Menciono apenas, a título de ilustração, a tese de doutorado em ciência política do mesmo ano de 1997 pelas muitas afinidades que guarda com o livro em questão: Lembranças do Brasil: teoria política, história e ficção em Grande sertão: veredas, de Heloisa Maria Murgel Starling, igualmente premiada pelo Iuperj e publicada em livro e bem merecedora de uma nova edição por sua alta qualidade e alcance teórico.

Em pesquisa anterior (Botelho, 2012), investiguei as teses de doutorado do Iuperj defendias entre 1987 e 2006 como produtos típicos de uma experiência no campo da pós-graduação em ciências sociais no Brasil. Embora não seja a única frente de construção desse processo de institucionalização, e constitua uma exigência do sistema nacional de pós-graduação como política pública da Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior, procurei mostrar como a produção das teses de doutorado permitiu a expansão do papel intelectual do Iuperj nas ciências sociais brasileiras. Teses de doutorado constituem certamente uma modalidade especial de trabalho intelectual, entre outros fatores, porque são concebidas e desenvolvidas não apenas por seus autores, mas por eles em diálogo constante com os seus orientadores, professores e colegas, tendo em vista as linhas de pesquisa da instituição em que se inserem e também as disciplinas de formação nela ministradas e outros espaços e diálogos.

Segundo minhas contas, no período de 1989 a 1999 – em que se situa Um sertão chamado Brasil – foram defendidas nove teses de doutorado em sociologia e cinco em ciência política na área de pensamento brasileiro; sendo esta a terceira área de maior concentração de teses de doutorado do Iuperj no período de 1987 a 2006, com 19 teses contra as 22 da área de teoria e teóricos da política e da sociologia, que detém a maior concentração temática. Como se pode ver, aquele instituto foi uma importante matriz de titulação de doutores na área, sendo que, no caso da sociologia, pensamento brasileiro teve a maior concentração entre 1989 e 2006, com dez teses defendidas, entre elas Um sertão chamado Brasil.

Substantivamente, como também pude discutir naquela oportunidade anterior, a área temática do pensamento brasileiro no Iuperj no período pesquisado apresenta-se mais definida no sentido de uma sociologia das ideias, interessada na discussão não apenas da sua constituição social, como no marco mais tradicional da sociologia do conhecimento, mas apontando para o papel social das ideias na constituição da sociedade. Daí a clara disposição de diálogo que, em geral, apresentam não apenas com a história das ideias, mas diretamente com a teoria social, ao menos com as suas vertentes sensíveis à orientação semântica da vida social e ao momento hermenêutico, por assim dizer, de todo trabalho sociológico. Consideradas em conjunto, as teses da sociologia do Iuperj sobre pensamento brasileiro recolocam, no plano substantivo, a questão do papel ao mesmo tempo cognitivo e normativo desempenhado pelas chamadas “interpretações do Brasil” na via própria de instalação da modernidade cultural, social e política no país.

Esse contexto, ao mesmo tempo institucional e intelectual, certamente favoreceu a formulação de Um sertão chamado Brasil, e pode ser tomado como ponto de partida para compreender sua circunstância comum e também sua feição própria, especialmente no que diz respeito ao interesse em problematizar as visões disjuntivas sobre as relações entre tradicional e moderno na construção nacional brasileira. Alguns desenvolvimentos mais amplos da própria área de pesquisa – contemporâneos à formulação da tese e publicação da primeira edição do livro – são importantes de ser assinalados. A área de pesquisa pensamento social vem atingindo, justamente desde a década de 1990, reconhecidamente, amplas condições de consolidação no âmbito das ciências sociais praticadas no Brasil. É isso que indica recente simpósio com especialistas sobre diferentes questões, que vão desde a atualidade da área de pesquisa do pensamento social, seus objetos, problemáticas e abordagens teórico-metodológicas, às suas conexões com outros campos disciplinares, passando pelas obras mais relevantes da área, sua inserção disciplinar na graduação e pós-graduação e suas possibilidades futuras (Schwarcz, Botelho, 2011). Simpósio que em grande medida corrobora balanços que vêm sendo realizados sobre a sua produção em livros (Miceli, 1999Oliveira, 1999Bastos, 2002Villas Bôas, 2007Bastos, Botelho, 2010), e como área de concentração temática no interior de instituições de pesquisa e ensino (Bastos, 2003,Botelho, 2012).Também indicativas de sua consolidação são as crescentes iniciativas de divulgação científica das interpretações do Brasil, objeto por excelência da área de pesquisa, uma vez que o diálogo com o público não especializado costuma ser um dos sinais mais significativos da maturidade de um domínio de conhecimento, como, por exemplo, nas coletâneas Um enigma chamado Brasil (Botelho, Schwarcz, 2009) eAgenda brasileira (Botelho, Schwarcz, 2011).

Na mesma direção deve-se observar ainda a vitalidade do pensamento social nos grupos de trabalhos (GTs) de associações científicas, como Associação Nacional de Pesquisa e Pós-graduação em Ciências Sociais, cujo GT Pensamento Social no Brasil se vem reunindo continuamente desde 1981, e do qual Nísia Trindade Lima já foi coordenadora. Em seu o 38º encontro anual, ocorrido em outubro de 2014, funcionaram exatamente cinco GTs cujos objetos são altamente intercambiáveis, como sugerem suas ementas. Isso para não falar dos GTs de pensamento social ou político no âmbito da Sociedade Brasileira de Sociologia e da Associação Brasileira de Ciência Política, além de congêneres na Associação Nacional de His-tória, como o GT Nacional de História Cultural.

É justamente esse crescimento que tem levado a iniciativas de cooperação inovadoras, como a da Biblioteca Virtual do Pensamento Social (BVPS), a propósito coordenada por Nísia Trindade Lima. A BVPS é uma iniciativa de cooperação entre pesquisadores e instituições acadêmicas com o objetivo de fortalecer e divulgar essa área de pesquisa, buscando maximizar o intercâmbio de informações, experiências e conhecimentos entre pesquisadores de modo a promover e sustentar redes de pesquisas. A BVPS busca, assim, ser um instrumento dinâmico cuja atuação se delineia em três campos básicos inter-relacionados: (١) produção de conhecimento; (2) memória da ciência e das tradições intelectuais; (3) subsídios didático-pedagógicos e de divulgação científica. Dados levantados no âmbito da BVPS indicam claramente um crescimento exponencial da área. Dou apenas dois exemplos a partir da pesquisa realizada na Plataforma Lattes do Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico. Primeiro, o número de pesquisadores. Aplicando como filtro da busca apenas currículos de pesquisadores que tenham indicado “pensamento social” como palavra-chave de pelo menos três publicações, chegamos ao resultado de 938 investigadores. Em segundo lugar, a evolução do recorte temático “pensamento social” na produção constante nessa plataforma pode ser resumida do seguinte modo: duas produções em 1974; 13 em 1986; 81 em 1997. A partir daí, o crescimento é exponencial: em 2000, já são 209; em 2010, o número chega a mais do dobro, são 423; em 2013, são 337; em 2014 foram 167.

Esse processo de expansão, porém, vem sendo acompanhado não apenas pelo crescimento quantitativo e pela percepção da importância crescente da área por seus praticantes (mesmo que também as suas definições constituam um claro campo de disputas), como ainda pela diversificação dos seus objetos, metodologias empregadas e teorias propostas. Hoje, as pesquisas desenvolvidas na área compreendem tanto os temas clássicos da formação da sociedade brasileira, em suas várias dimensões, como, por exemplo, modernização, modernidade e mudança social; construção e transformação do Estado-nação; cultura política e cidadania; quanto diferentes modalidades de produtores e de produção cultural em sentido amplo (literatura de ficção, artes plásticas, fotografia, cinema, teatro) e a própria “cultura” como sistema de valores e formas de linguagem – além da análise da rica tradição ensaística brasileira, ainda hoje centro das atenções na área.

Um sertão chamado Brasil possibilita esse conjunto mais amplo de pesquisas da área de pensamento social, que vem ajudando a modelar e ao qual se liga de várias formas. O mesmo se poderia dizer em relação ao conjunto de pesquisas na área de história das ciências e da saúde desenvolvidos com excelência na Casa de Oswaldo Cruz/Fiocruz sobre as representações da vida social formuladas em discursos e teorias científicas. Por falta de espaço, não posso situar o livro de Nísia Trindade Lima nessa direção, mas penso poder apontar algo fundamental: ele vem contribuindo também para a interação criativa entre agendas de pesquisa próprias, a da história das ciências e da saúde e a do pensamento social, o que tem despertado a atenção para novos problemas e questões em ambas as áreas disciplinares e, muito particularmente, vem contribuindo para o alargamento cognitivo da própria noção de pensamento social entre nós, nos termos aqui delineados.

Disse anteriormente que entre os principais desenvolvimentos cognitivos da área de pensamento social estão a revisão de temas clássicos da formação da sociedade brasileira, de um lado, e a valorização de diferentes modalidades de produtores e de produção cultural, de outro. Ora, sem deixar de contribuir em ambas as frentes,Um sertão chamado Brasil opera significativa rearticulação entre elas. Muito resumidamente, pode-se dizer que, partindo da discussão das teses sobre a dualidade litoral/interior e suas representações ambíguas no pensamento brasileiro, Nísia Trindade Lima mostra como o tema indica tanto a percepção daintelligentsia sobre as vias de modernidade abertas à sociedade brasileira como a sua própria inserção nela. Assim, esses aspectos são tratados sistematicamente como partes cruciais de dois processos centrais inter-relacionados a partir daquela dualidade central. Num plano, ao processo denation-building com suas dimensões de integração territorial e de diferentes estratos sociais. Num outro, ao processo de relacionamento da sociologia acadêmica com as interpretações do Brasil mais antigas e persistentes. No que diz respeito particularmente a esse ponto, ao mostrar que a dualidade litoral/sertão representa uma matriz constitutiva da imaginação social sobre o país em diferentes momentos, linguagens e níveis, e ao definir sua escolha por uma abordagem atenta aos temas da tradição intelectual brasileira, Nísia Trindade Lima consegue surpreender as continuidades eletivas entre eles, e, assim, questionar convincentemente a tese de uma ruptura linear das ciências sociais institucionalizadas com a tradição ensaística, e outras linguagens, assumida por várias vertentes da história das ciências sociais.

Está muito bem situada, nesse sentido, no novo prefácio escrito pela autora, parte importante da recepção que as questões formalizadas no livro conheceram desde sua publi-cação original, especialmente em diferentes pesquisas acadêmicas que se vêm debruçando, nas veredas abertas pelo livro, sobre os temas das representações espaciais de identidades, do papel da terra em diferentes modalidades de imaginação social, do mundo rústico, da violência e da política, das relações entre nação e região ou campo e cidade, entre outras. Meus próprios trabalhos sobre o tema do agrário na configuração da sociologia política brasileira (Botelho, 2007) e de meus orientandos sobre violência pessoalizada e mundo rústico (Carvalho, 2010Veiga Júnior, 2010), por exemplo, são devedores de Um sertão chamado Brasil. Penso que um dos desdobramentos mais interessantes em aberto nessa agenda de pesquisa, seguindo a compreensão mais geral de que um desafio premente posto à área de pensamento social brasileiro é a comparação transnacional, seria, então, pensar “sertão” em relação a outras categorias que também organizam delicada e densamente as representações de outras sociedades, como, por exemplo, a de “deserto” na Argentina (Torre, 2011). Como “sertão” no Brasil, “deserto” também parece constituir simultânea – e paradoxalmente nas visões mais positivistas – objeto e sujeito de conquistas em nome da civilização, do moderno. Afinal, nem sempre o “sertão” (ou “deserto”) parece poder ser apenas conquistado, como aparecia habitualmente nas narrativas do século XIX e início do XX, mas muitas vezes é ele quem conquista. Em linguagem sociológica, “sertão” (ou “deserto”) tanto é “agenciado” por atores e instituições sociais quanto às vezes é ele quem os agencia.

A atualidade de Um sertão chamado Brasil não se esgota, porém, na recepção que vem tendo ou nos desdobramentos analíticos e de pesquisa que favorece, mas, ainda, naquilo que, ao mesmo tempo, realiza tão bem e permanece como um desafio aos pesquisadores da sociedade brasileira: uma abordagem atenta à historicidade própria da nossa sociedade que não descura dos seus dilemas mais gerais e dos seus sentidos heurísticos para a sociologia histórica. O livro recoloca em questão, de modo heurístico a meu ver, o problema da historicidade da vida social em uma análise fina que busca esclarecer as conexões de sentido engendradas no processo histórico-social entre categorias e relações sociais nas interpretações do Brasil. Mas porque não reifica a visão mais historicista de que as ideias se encerrariam em seu contexto próprio, pode mostrar que as interpretações do sertão e do Brasil constituem antes espaço de comunicação reflexiva entre diferentes momentos, linguagens, atores e níveis da vida social. Mais ainda, são interpretações sempre reatualizadas do moderno vivenciado, sentido, pensado e politizado a partir do sertão. E visto desde aqui, do sertão, não exatamente como seu antípoda, como bem aquilata a autora, antes propriamente seu avesso, o moderno não comporta mesmo travessias disjuntivas, mas passagens, veredas. Ressoa aqui, quem sabe, as lições de Riobaldo, que lembra que o sertão “é dentro da gente” e também “do tamanho do mundo”.

Referências

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André Botelho – Professor, Departamento de Sociologia; Programa de Pós-graduação em Sociologia e Antropologia/Universidade Federal do Rio de Janeiro. [email protected]

Cecine: transformações no ensino de ciências no Nordeste – SILVA et. al (HCS-M)

SILVA, Ascendino Dias e; SILVA, Beatriz Coelho; LUCENA, Liacir dos Santos (Org.). Cecine: transformações no ensino de ciências no Nordeste. Recife: Editora da UFPE, 2013. 251pp. Resenha de: ZAIDAN, Tiago Eloy. Science centers and elementary education: teacher training and science communication. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22 n.4 Rio de Janeiro Oct./Dec. 2015.

O físico norte-americano Richard Feynman (1918-1988) já era famoso quando veio ao Brasil, na primeira metade da década de 1950. Chegou a desfilar em uma pequena escola de samba, no carnaval de 1952, conforme faz saber o físico pernambucano José Leite Lopes (1918-2006),

tocando uma frigideira com uma colher. Adorou as festas de carnaval, compareceu ao baile do Teatro Municipal fantasiado de Mefistófeles e neste baile foi buscar a saída de incêndio, uma preocupação que tinha em tais ambientes, quando encontrou a porta fechada à chave – de cujo paradeiro não tinham a menor ideia os auxiliares da portaria (citado em Silva, A., 2013a, p.24).

Em solo brasileiro, Feynman – que viria a ganhar o prêmio Nobel de Física em 1965 – colheu impressões sobre a educação no país, comentadas, mais tarde, no livro autobiográfico O senhor está brincando, Sr. Feynman? Aqui, o cientista relembra um episódio em que, ministrando aula para futuros professores, no mais avançado dos módulos, constatou a metodologia de como se “aprendia” física por estas paragens. “Depois de muita investigação, descobri que os estudantes haviam decorado tudo, mas não sabiam o que queria dizer…” (citado em Silva, A., 2013a, p.22).

O nobelista notou também a deficiência dos livros de física elementar, em que resultados experimentais eram ilustres ausentes. Tais carências poderiam estar por trás do seguinte paradoxo: a despeito do notável quantitativo de estudo em física pelos jovens brasileiros, o país registrava um baixo número de físicos. A ineficiência dos métodos e instrumentos utilizados não gerava resultados.

As palavras do visitante corroborariam as ações pioneiras do professor Isaias Raw, diretor do Instituto Brasileiro de Educação, Cultura e Ciências (Ibecc), de São Paulo, órgão criado pela Organização das Nações Unidas para a Educação, a Ciência e a Cultura. Ciente das lacunas na literatura de física elementar em circulação no Brasil, Raw, por meio do Ibecc, articulava a tradução e a publicação de livros editados no bojo do projeto Physical Science Study Committee (PSSC) nos EUA.

A falta de estímulo dos estudantes para o aprendizado da física também havia sido um problema nos EUA. No contexto da Guerra Fria, com os avanços significativos da rival União Soviética no campo científico, o governo norte-americano passou a apoiar um projeto desenvolvido por professores de física do Massachusetts Institute of Technology, que redundou na publicação da série de livros do PSSC.

Isaias Raw, que esteve nos EUA em 1957 e conheceu o projeto, tornou-se articulador da publicação dos livros do PSSC no Brasil, ação que se transformou em um dos emblemas do Ibecc. O instituto, dirigido por Raw, acabou por inspirar o Ministério da Educação, ainda durante o governo João Goulart (1961-1964), com a tradução dos livros norte-americanos e a idealização de centros de ensino de ciências no país – rede que ficaria conhecida por Ceci.

O primeiro dos centros nasceu em Recife, no ano de 1963, a partir de um convênio entre a Universidade Federal de Pernambuco (UFPE), a Superintendência do Desenvolvimento do Nordeste (Sudene) e a Fundação Ford. Surgia assim o Centro de Ensino de Ciências do Nordeste (Cecine). Ao Cecine,1seguiram-se a implantação do Centro de Ensino de Ciências de São Paulo; o Centro de Ensino de Ciências de Minas Gerais; o Centro de Ensino de Ciências da Bahia, o Centro de Ensino de Ciências da Guanabara2 e, por fim, o Centro de Ensino de Ciências do Rio Grande do Sul, todos em 1965.

O advento do Cecine contou com o particular esforço do professor Marcionilo de Barros Lins. Diretor do Instituto de Química da então Universidade do Recife, futura UFPE, Marcionilo foi o primeiro gestor da entidade, cuja repercussão geraria um efeito em cadeia.Com os cursos,

estimulou-se o aparecimento de lideranças em vários estados, que se organizaram para criar outros núcleos de ensino de ciência com objetivos mais restritos. No Rio Grande do Norte, por exemplo, foi criado o Cetene, Centro de Tecnologia do Nordeste, para capacitação de professores das Escolas Técnicas Federais (Silva, A., 2013a, p.49).

Isto, em uma conjuntura na qual “havia uma carência quase absoluta de professores de ciências em Pernambuco, em particular, e no Nordeste, em geral” (Silva, B., 2013, p.58).

Tais centros se diferenciavam, sobretudo, pela metodologia experimental, com uso de equipamentos como laboratórios, propiciando uma nova visão para os docentes do ensino básico. Pari passu à consolidação dos empreendimentos, houve a publicação de materiais didáticos e oferecimento de cursos, aos quais se somaram as traduções de livros norte-americanos. Em muitos desses projetos, houve interação entre os centros.

Exemplo de obra publicada por um professor do Cecine é o opúsculo “Uma vela no laboratório”, de Luiz de Oliveira, em 1967, cujo conteúdo “É um texto que apresenta uma série de experiências simples com uma vela” (Silva, A., 2013a, p.46) – passíveis, portanto, de ser apresentadas por professores secundaristas em suas escolas – além de versar sobre a história e a importância desse apetrecho no passado.

É sobre essa história de pioneirismo e dedicação à pavimentação de uma cultura científica no Brasil que versa a obra Cecine: transformações no ensino de ciências no Nordeste, organizado pelo professor da UFPE Ascendino Flávio Dias e Silva, em coautoria com a jornalista Beatriz Coelho Silva e o professor emérito da Universidade Federal do Rio Grande do Norte, Liacir dos Santos Lucena. O volume é composto por quatro artigos e um vasto apêndice, em que consta a transcrição de documentos da história da Cecine.

A concepção do livro é consequência de um projeto anterior, encetado pela professora Regina Maria Rabello Borges, da Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, cuja pesquisa inclui um resgate histórico dos centros de treinamento de professores de ciências. O artigo sobre a Cecine, no seio da pesquisa, fruto da investigação de Beatriz Silva, acabou inspirando a realização de um trabalho maior, que discorresse detalhadamente sobre o centro pernambucano.

A busca de recortes de jornais, fotografias e documentos que dessem conta da história da Cecine exigiu tempo e o apoio da Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior, através de edital do programa Pró-Cultura. O levantamento também não seria viável sem o mosaico possibilitado pela história oral. A colheita de depoimentos de pessoas que fizeram a história da Cecine ficou a cargo, sobretudo, da jornalista Beatriz Silva. Em menor escala, constam citações de depoimentos obtidos por Ascendino Silva e pelo também professor da UFPE Ari Luiz da Cruz, para um documentário em elaboração sobre a trajetória dos Cecis.

Um dos grandes méritos do livro é o de não resvalar para o ufanismo. Pressões vinculadas ao contexto histórico e os jogos de poder que permeiam praticamente qualquer atividade humana afetam, da mesma forma, as ciências e os esforços para popularizá-la. No artigo “Os centros de ensino de ciências em 1965”, Dias e Silva versa, por exemplo, sobre o fato de que as relações dos Cecis com a ditadura militar instaurada a partir de março de 1964 foram contraditórias. Foi sob o jugo da ditadura que os centros de ciências passaram a funcionar efetivamente, inclusive o Cecine, embora os primeiros movimentos de articulação da rede tenham sido engendrados durante o governo de João Goulart. Parte significativa dos professores envolvidos com o projeto não concordava com o regime instituído após a deposição de Jango.

A maior ironia, todavia, ficou reservada ao destino do intelectual Isaias Raw, pioneiro que buscou nos EUA as bases que, adaptadas à realidade local, inspiraram a criação dos centros de ciências e revolucionaram a educação científica no país. Raw acabou exilado (Silva, A., 2013a, p.34) por uma ditadura patrocinada pelo governo norte-americano, o mesmo país que exportou os livros do PSSC.

Com o decorrer dos anos de chumbo, inicia-se uma nova fase dos Cecis, que acontece no período em que o Brasil passa por ciclos que não foram muito bons para a educação nacional. Houve o período do Milagre Econômico (1969-1973) e em seguida a crise mundial do petróleo e o aumento da dívida externa, que fez o país amargar longo período de recessão (Silva, A., 2013b, p.116).

O governo federal, que se fazia presente por meio do Ministério da Educação e da Sudene, afasta-se dos centros de ciência e de seus programas de qualificação de professores. Em Pernambuco, o centro perde espaço e tem sua denominação alterada de “centro” para “coordenadoria”.

Em meados da década de 1980, mergulhada na ressaca dos anos da ditadura, mesmo enfrentado escassez de recursos, a Cecine emplacou, graças ao apoio de professores apo-sentados, as escolinhas de iniciação científica. Oferecidas aos estudantes do ensino básico nos períodos de férias, a iniciativa era mantida pela inscrição dos alunos – o que possibilitava a realização das oficinas, o fornecimento de lanche e a remuneração e despesas de deslocamento dos monitores.

Ainda assim, o legado da Cecine era indubitável: “Quase dois mil professores passaram por seus laboratórios, cursos e estágios de formação ou treinamento, apenas entre 1965 e 1981” (Silva, B., 2013, p.55). Com o passar das décadas, pode-se dizer, a Cecine mudou o seu foco: de formadora de professores de ciência para iniciadora de jovens e adolescentes no mundo da ciência.

Somente na metade da década de 2000, na conjuntura da política de investimentos na rede federal de ensino superior, a Cecine recuperou parte do prestígio. Inserida na Pró-reitoria de Extensão da UFPE, o antigo centro beneficiou-se de editais oficiais, publicados por agências federais e estadual, para obter recursos e tocar projetos como a série de programas televisivos “Falando de ciência e tecnologia” e a série radiofônica “Ondas da ciência”, exibidos nas emissoras do núcleo de rádio e televisão da UFPE e na TV Senado.

Cecine: transformações no ensino de ciências no Nordeste é um memorial à parte da história da ciência e de seu ensino no Brasil, especialmente no Nordeste. As conexões que a obra estabelece entre episódios do ensino de ciências no Brasil e a conjuntura sociopolítica a torna uma leitura para curiosos em geral. É interessante saber, por exemplo, como a viagem pioneira do cosmonauta soviético Yuri Gagarin ao espaço repercutiu no ensino de ciências no Brasil. O sucesso soviético foi o estopim para o desenvolvimento de uma nova metodologia na educação científica norte-americana, que, por sua vez, exportou seus métodos para o Brasil.

Referências

SILVA, Ascendino Flávio Dias e.Os centros de ensino de ciências em 1965. In: Silva, Ascendino Dias e; Silva, Beatriz Coelho; Lucena, Liacir dos Santos (Org.). Cecine: transformações no ensino de ciências no Nordeste. Recife: EdUFPE. p.17-51. 2013a. [ Links ]

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Notas

1 O Cecine, em dado momento, passou de centro a coordenadoria, motivo pelo qual, ao longo deste trabalho, ora é empregado o artigo masculino, ora, o artigo feminino, a depender do contexto temporal em que a sigla está inserida.

2Após a extinção da Guanabara, mudou de nome várias vezes. Atualmente é denominado Fundação Centro de Ciências e Educação Superior a Distância do Estado do Rio de Janeiro.

Tiago Eloy Zaidan – Professor, Curso de Comunicação Social/Faculdade Joaquim Nabuco. [email protected]

João da Silva Feijó: um homem de ciência no Antigo Regime português – PEREIRA; SANTOS (HCS-M)

PEREIRA, Magnus Roberto de Mello; SANTOS, Rosângela Maria Ferreira dos. João da Silva Feijó: um homem de ciência no Antigo Regime português. Curitiba: Editora da UFPR, 2012 (Coleção Ciência e Império, v.1), Curitiba: 1046pp. Resenha de: MOSCATO, Daniela Casoni. A vida de um homem de ciência no Antigo Regime português. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22 n.4 Rio de Janeiro Oct./Dec. 2015.

Como podemos, como historiadores, narrar a vida de um indivíduo? O que contaríamos, ou omitiríamos, nos caminhos e descaminhos de uma trajetória humana? Perguntas como essas perseguem os que decidem entrar nessa empreitada historiográfica. Reflexo disso pode ser percebido na contínua produção acadêmica dedicada ao estudo de indivíduos e em “pistas” que cada ensaio, em particular, aponta acerca desse tipo de análise. Essa produção biográfica, democrática e diversificada perpassa por personagens consagrados, como é o caso de Norbert Elias (1995), no estudo Mozart: sociologia de um gênio , e por indivíduos comuns, como o moleiro Domenico Scandella, o Menocchio, indivíduo construído belamente por Carlo Ginzburg (1998). Nessas relações e construções, os autores demonstram particularidades analíticas numa tentativa de apresentar caminhos possíveis, geralmente labirínticos, aos estudos biográficos.

A biografia encontra-se, assim, no centro das preocupações de historiadores, como aponta Giovanni Levi (1998) em seu clássico texto “Usos da biografia”. A própria ideia de biografia tornou-se variada e apresenta, atualmente, alguns gêneros que embasam as análises históricas, tais como “a prosopografia e a biografia modal”, que, com base em dados biográficos, objetivam uma prosopografia, descartando, muitas vezes, o interesse pela biografia particular, que, desse modo, apresenta-se como ilustração do comportamento de um determinado grupo, como é o caso da análise realizada em Intelectuais à brasileira , de Sergio Miceli (2001); a “biografia e o contexto”, em que o contexto – época, meio e ambiência – caracteriza uma “atmosfera que explicaria a singularidade das trajetórias” (Levi, 1998, p.175); a “biografia e a hermenêutica”, gênero mais utilizado pela antropologia interpretativa e pela história oral; e, finalizando, “biografia e casos extremos”, cujo exemplo principal é o já citado trabalho de Carlo Ginzburg. Esse gênero, geralmente, alcança o contexto histórico pelas “margens” do campo social, identificadas nas biografias de personagens singulares. Diante de tais variações biográficas e da leitura aprofundada da obra João da Silva Feijó: um homem de ciência no Antigo Regime português , pode-se afirmar que tal estudo não se define por uma dessas categorias. Ademais, não se atrela, meramente, à trajetória de João da Silva Feijó (1760-1824).

É importante esclarecer que a narrativa do naturalista João da Silva Feijó é o primeiro volume da Coleção Ciência e Império, um empreendimento nada modesto que tem como objetivo principal apresentar determinados personagens luso-brasileiros, bem como toda sua produção textual. Essa tarefa hercúlea é apoiada pelo Centro de Documentação e Pesquisa de História dos Domínios Portugueses, alocado no Departamento de História da Universidade Federal do Paraná. Essa incursão biográfica não se finda em João da Silva Feijó, e o segundo volume, dedicado a Francisco José de Lacerda Almeida, já foi publicado. Em seguida, virão outros nomes, como Luis Antônio de Oliveira Mendes, Elias Alexandre da Silva Correia, Joaquim José Pereira, Antonio Pires da Silva Pontes, Francisco José de Lacerda.

Esse primeiro volume tem 1.062 páginas, organizadas em duas partes. A primeira apresenta a longa trajetória do naturalista luso-brasileiro João da Silva Feijó; a segunda parte é uma compilação de sua produção científica e compreende 188 documentos – correspondências, remessas, memórias, textos científicos etc. – investigados em arquivos portugueses e brasileiros.

Pereira inicia sua narrativa respondendo, diretamente, à seguinte questão: “Quem foi João da Silva Feijó?”. Um dos raros luso-brasileiros que conseguiram viver, regularmente, da ciência, Feijó cursou filosofia pela Universidade de Coimbra, tal qual alguns brasileiros do Setecentos, e exerceu a profissão de naturalista na África, em Portugal e no Brasil, sempre a serviço do Império português.

Todavia, se nas primeiras páginas a resposta do autor se mostra um tanto didática, não se pode concluir que o mesmo constrói uma biografia clássica, que expressaria, com base na redução de escala focada no sujeito, as dimensões estruturais e a dinâmica social. Parte do texto, intitulada “Uma biografia nada exemplar”, é elaborada por meio de análise minuciosa de diferentes representações do naturalista, construídas por outros autores. Portanto, Pereira busca compreender como a figura de João da Silva Feijó se apresentou em outros estudos, entre eles, os da historiografia portuguesa e norte-americana.

Esse caminho metodológico é instigante e permite ao leitor conhecer as várias representações desse sujeito. A primeira delas é um verbete elaborado pelo geógrafo veneziano Adriano Balbi, em 1822, que destaca os manuais organizados por Feijó para o ensino de botânica e zoologia. Nessa exposição, Pereira apresenta fatos distorcidos e dialoga com cada referência identificada, como as de Carl Friedrich Philipp von Martius, de 1837, e as de Miguel Colmeiro, de 1858. O ápice de tal explanação é o momento em que esclarece o leitor sobre como o desconhecimento de partes da documentação, hoje disponíveis, permitiu a elaboração da imagem de um indivíduo pouco exemplar e a identificação de informações básicas distorcidas. Erros acumulados, que se repetiram ao longo do século XIX, talvez expliquem como esse personagem foi, aos poucos, esquecido pela historiografia brasileira.

Com o intuito de aventar tais representações, o autor analisa, minuciosamente, uma rica documentação – memórias científicas, cartas, periódicos, documentação escolar etc. – para esclarecer possíveis erros e amparar outra narrativa da vida desse naturalista. Nessa perspectiva, constrói o indivíduo biografado. Em “Fazendo-se naturalista”, destaca o jovem Feijó e seu período como estudante de filosofia natural, na Universidade de Coimbra; o desenvolvimento de relações com outros luso-brasileiros no Jardim da Ajuda, em Lisboa; e os estreitos laços estabelecidos com dom Rodrigo de Souza Coutinho, o conde de Linhares. Esses elementos são o pano de fundo para a análise de sua formação em história natural e da posição ocupada nessa sociabilidade científica, que era composta por nomes como Domingos Vandelli e Alexandre Rodrigues Ferreira.

Em “Um naturalista num ninho de cobras”, descreve os anos vividos em Cabo Verde, onde Feijó permaneceu entre junho de 1776 e dezembro de 1795. Tal descrição é fundamentada, especialmente, em um relato de viagem composto por um conjunto de cartas destinadas ao então ministro Martinho de Mello e Castro. Em tal documento, intitulado “O itinerário filosófico que contém a relação das ilhas de Cabo Verde disposto pelo método epistolar”, Pereira destaca: a descrição da fauna, da flora e dos costumes locais; os problemas enfrentados por seu biografado – como o da falta de uma equipe de apoio em suas pesquisas; e as funções burocráticas que começou a acumular a partir da década de 1790.

“Un certain Feijào” é dedicada ao retorno a Lisboa. Nessa parte, Pereira ressalta os trabalhos acadêmicos referentes à produção de salitre, o trabalho na Ajuda – onde organizou um herbário com as espécies botânicas enviadas do arquipélago africano – e a aproximação de Feijó com a República das Letras, comprovada pela publicação de alguns de seus estudos. Essa condição de “homem de múltiplos instrumentos” gerou grandes críticas, como as do naturalista alemão Herinrich-Friedrich Link. A esse respeito, Pereira pontua elementos importantes para a compreensão dos discursos de exclusão e exaltação presentes na ciência moderna: “Link buscava afirmar a sua superioridade como intelectual fazendo pouco daqueles colegas que pertenciam a ambientes científicos considerados provincianos ou periféricos” (p.76). Por outro lado, por ser considerado “homem de múltiplos instrumentos”, Feijó retornou ao Brasil como sargento-mor das milícias da capitania do Ceará.

Em terras brasileiras, recebeu a incumbência de checar as notícias sobre os depósitos de salitre natural, questão que ocupava lugar importante na política científica portuguesa para o Nordeste brasileiro, debate analisado no subtítulo “Um naturalista no Ceará”. Por aproximadamente 15 anos, o naturalista permaneceu na capitania e, além da busca ao salitre, recolheu diversos espécimes que foram enviados ao Jardim Botânico, ao Museu da Ajuda e ao Real Jardim Botânico de Berlim. O autor ainda destaca, sempre amparado pela vasta documentação produzida por Feijó e sobre ele, as publicações de textos referentes à sua atuação no Nordeste e o seu uso por viajantes que estiveram no Brasil no século XIX, como Henry Koster, Johann Baptiste von Spix e Carl Friedrich Philipp von Martius, e Wilhelm Ludwig von Eschewege.

Em toda a trajetória do naturalista Feijó, o autor esclarece seu envolvimento com as estruturas científicas, políticas e sociais presentes no Império português; e, sempre que possível e necessário, atenta para a atuação dessa elite naturalista, representada por seu eleito, em tais articulações. Para Pereira, Feijó tinha um “ar de modernidade” e circulava por espaços importantes, como o da maçonaria e o das Repúblicas das Letras. As últimas páginas são dedicadas à compreensão de como ocorreu a colaboração de Feijó no processo de Independência do Brasil, movimento ao qual ele aderiu, destacando-se no Manifesto do Povo do Rio de Janeiro, que pedia a permanência do príncipe dom Pedro I no país, e na reorganização da maçonaria em terras brasileiras.

João da Silva Feijó, como bem colocou o autor, foi um homem de seu tempo: participou do movimento português das Luzes, estudou os espécimes naturais de três continentes, vivenciou as construções e as mudanças de paradigmas científicos, acompanhou as rupturas do Império lusitano e, consequentemente, os primeiros embates políticos brasileiros. Contudo, apesar de sua presença em momentos importantes da história portuguesa e brasileira, o naturalista João da Silva Feijó foi esquecido, por um certo tempo, pelos estudos historiográficos. A esse respeito, o livro aqui resenhado não é somente uma tentativa de resgaste de sua vida e obra, mas uma importante ferramente para se “resgatar também um fragmento expressivo da memória científica do Grande Império Lusitano com o qual muitos dos ‘filósofos’ luso-brasileiros haviam sonhado” (p.119).

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MICELI, Sergio. Intelectuais à brasileira. São Paulo: Companhia das Letras. 2001. [ Links ]

Daniela Casoni Moscato – Doutoranda, Departamento de História/Universidade Federal do Paraná. [email protected]

Lepra, medicina e políticas de saúde no Brasil (1894-1934) – CABRAL (HCS-M)

CABRAL, Dilma. Lepra, medicina e políticas de saúde no Brasil (1894-1934). 2013. (Coleção História e Saúde), Rio de Janeiro: Editora da Fiocruz, 2013. 333pp. Resenha de: FARIA, Lina. A hanseníase e sua história no Brasil: a história de um “flagelo nacional”. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22 n.4 Rio de Janeiro Oct./Dec. 2015.

Fruto de uma tese de doutorado em história pela Universidade Federal Fluminense, orientada por André Luiz Vieira de Campos, Lepra, medicina e políticas de saúde no Brasil (1894-1934), de Dilma Cabral, representa uma nova contribuição à historiografia, que já se consolidou no Brasil e é discutida amplamente pela autora, pesquisadora do Arquivo Nacional. O período focalizado, dos primeiros anos da República até os anos da Revolução de 1930, é essencial para se entender a relação entre instituições nacionais e pensamento e ação sanitárias, quando se intensificou a interação com a conjuntura internacional.

Como se sabe, o termo hanseníase é criação recente no Brasil, a metáfora que procura abrandar um estigma, mas o título dado pela historiadora mantém o termo lepra, mais antigo e com tradução direta em vários idiomas, leprosy,lèpreLepra. Entre as doenças transmissíveis, a lepra, ou hanseníase – termos que utilizaremos indistintamente –, continua sendo, segundo a Organização Mundial da Saúde (OMS, 8 set. 2010), uma das principais causas de neuropatia periférica e incapacidade funcional no mundo. A doença faz parte da dramaturgia do sofrimento humano desde a Antiguidade, mas sua identidade etiológica remonta ao final do século XIX, quando o médico norueguês Gerhard Henrik Armauer Hansen, ao analisar material de lesões cutâneas, descobriu o Bacillus leprae, causador da doença (Castro Santos, Faria, Menezes, 2008).

Nas últimas décadas do século XIX, surgiu, nos meios científicos, um grande interesse na enfermidade. No Brasil, a história da saúde pública no controle da hanseníase demonstra a preocupação das autoridades sanitárias em extinguir a doença por meio do isolamento e confinamento do doente nos hospitais colônias. “Doença transmissível, incapacitante e mutilante” (Cunha, 2002), a hanseníase foi tratada durante décadas com severas políticas – públicas e privadas – de isolamento compulsório. A segregação constituiu a base da profilaxia e influenciou a maneira como a saúde pública brasileira lidou com a doença e com os doentes, ao atingir as instituições oficiais e filantrópicas. Os processos e contextos de isolamento se estenderam por várias regiões do mundo e, tanto entre nós como na Argentina, “as instituições privadas se assemelharam profundamente nas suas maneiras de atuação complementar às políticas públicas de então” (Leandro, 2013, p.921).

Ao identificar esse crescente interesse pela hanseníase, Dilma Cabral teve como objetivo observar o embate dos diferentes modelos explicativos da doença pela medicina e as incertezas e discordâncias quanto aos melhores meios de ação, entre 1894 e 1934. Esse período foi o cenário, segundo a autora, de dois momentos importantes nos modos de enfrentamento: o primeiro, a criação, em 1894, do Laboratório Bacteriológico do Hospital dos Lázaros; o segundo, a extinção, em 1934, da Inspetoria da Lepra e Doenças Venéreas (note-se que o Serviço Nacional de Lepra foi o arcabouço institucional em substituição à inspetoria, em maio de 1944).

A autora lembra, em sintonia com a literatura internacional, que o debate científico sobre a forma de transmissão e o controle confundia-se com outras questões presentes na agenda política e sanitária da época: eram os discursos e narrativas sobre contágio, eugenia, raça, moralidade, miscigenação, nacionalismo e construção nacional, como destaca o historiador da Casa de Oswaldo Cruz, Flávio Coelho Edler, nas orelhas do livro. Edler, desde logo, lembra que o estabelecimento do Laboratório Bacteriológico do Hospital dos Lázaros, fato crucial nas políticas da lepra, permitia perceber como a investigação nacional se alinhava aos novos referenciais científicos da medicina internacional.

A autora fundamentou sua obra em extensa pesquisa histórica, que incluiu a consulta a periódicos importantes, como o Brasil Médico, e levantamentos em arquivos institucionais, como os Arquivos da Academia Nacional de Medicina, para compreender e analisar o modelo interpretativo da hanseníase, nas décadas finais do século XIX e início do XX.

Num primeiro momento, analisa os discursos médicos brasileiros em torno da etiologia da doença; o surgimento de novas hipóteses e paradigmas sobre o conhecimento científico da hanseníase – os pontos de convergência e de divergência quanto à forma de invasão e disseminação do Bacillus leprae no organismo humano. A seguir, discorre a respeito da construção do consenso médico sobre a natureza bacilar da hanseníase, quando a teoria da hereditariedade cede lugar à teoria do bacilo. A difusão da microbiologia e da bacteriologia, e o avanço das pesquisas das causas da doença, em várias partes do mundo, contribuíram de forma decisiva para a hipótese bacilar na etiologia da hanseníase, ressalta Dilma Cabral. Esse processo deu lugar a um novo campo de debates sobre o conhecimento científico da doença e seus modelos explicativos. A partir de então, a explicação multicausal perde força no meio científico internacional, que passa a aceitar o bacilo de Hansen como causa exclusiva da doença.

O texto expõe, em densa narrativa de mais de trezentas páginas, “uma história brasileira da lepra”. Os contextos, processos e momentos decisivos são discutidos ao longo de capítulos bem construídos, em que se destacam os temas da lepra e o debate médico-científico da época, a discussão do “problema sanitário nacional” e o modo como a administração sanitária do período procurou enfrentá-lo. Os pontos centrais são arrolados: a doença gerou uma preocupação com a saúde pública e se tornou uma área importante da atuação do Estado brasileiro. O movimento sanitarista, no período a que vimos chamando de “primeira reforma sanitária” do início do século XX (Castro Santos, Faria, 2003), identificou nas precárias condições sanitárias do país o principal problema associado à difusão da doença como um “flagelo nacional”; posição que conferiu à doença, segundo a autora, um lugar de destaque entre as endemias nacionais. A obra analisa as estratégias utilizadas pelos leprologistas para conferir legitimidade e reconhecimento aos problemas da doença e os caminhos que os levaram à elaboração de um plano nacional de controle.

Ao começar o século XX, lembra a autora, a hanseníase era endêmica na maioria das regiões brasileiras, porque se alastrava de forma progressiva e incontrolável, em um quadro favorecido pelas precárias condições de vida e agravado pela falta de conhecimentos clínicos e laboratoriais sobre a doença. Em 1903, Oswaldo Cruz assume a Diretoria Geral de Saúde Pública e dedica à hanseníase uma atenção maior, resultando, no ano seguinte, na publicação do Regulamento Sanitário da União, com a exigência de notificação compulsória e isolamento obrigatório em domicílio, colônias agrícolas, sanatórios, hospitais e asilos (Brasil, 8 mar. 1904).

As dezenas de colônias de leprosários, preventórios e dispensários, mobilizadas pela ação da Inspetoria de Lepra e Doenças Venéreas, primeiro órgão federal de perfil campanhista, criado em 1920, dariam às medidas de profilaxia um alcance nacional. A criação da inspetoria foi um momento de “inflexão” no combate à doença no país, como mostra Dilma Cabral em seu livro. Ainda que marcada por limitações institucionais e financeiras, a inspetoria, subordinada ao Departamento Nacional de Saúde Pública, sinalizava uma “inflexão” nas ações de governo, como uma efetiva política pública. Foram tempos que boa parte de nossa literatura insiste em definir como “anteriores” às políticas nacionais de saúde (Mercadante, 2002) – a Primeira República, analisada apenas como o tempo de instauração do seguro social, das decantadas caixas de aposentadoria e pensões, de resto voltadas para a reduzida população trabalhadora urbana. Por vezes, coletâneas que arrolam tais argumentos, historicamente frágeis, abrigam também textos que apontam em sentido oposto, isto é, no sentido exaustivamente apontado pela obra de Dilma Cabral (ver Lima, 2002). Esse será o caminho mais promissor para a historiografia dos sistemas de saúde no Brasil.

Antes de 1920, a doença ainda não havia se convertido em política pública de alcance nacional, à diferença das medidas de profilaxia contra a ancilostomíase, implantadas no país, em grande escala, ainda nos últimos anos do governo de Venceslau Brás. Criado em maio de 1918, o Serviço de Profilaxia Rural dava prioridade àquela endemia, além da doença de Chagas e da malária; até a aprovação do Regulamento Sanitário de 1920 e da criação da Inspetoria de Lepra e Doenças Venéreas, o combate à hanseníase era executado pelos estados (Minas Gerais, São Paulo e Maranhão, com maior incidência de enfermos) e com auxílio de entidades filantrópicas, que adotavam de modo geral o isolamento dos doentes. O estudo de Dilma Cabral mostra os passos seguidos pelo combate à enfermidade, de questão filantrópica a problema de saúde pública, em âmbito nacional, a partir dos anos 1920 (ver também Mendonça, 1923Souza-Araújo, 1954Agrícola, 1960). Segundo a autora (p.269), 18 estados brasileiros estavam sendo cobertos pela ação da inspetoria três anos após a criação da inspetoria.

A inspetoria tinha por finalidade “superintender e orientar o serviço … em todo o território nacional” (Brasil, 16 set. 1920), assumindo o isolamento como principal medida profilática para o caso da hanseníase. O art. 136 previa a instalação e o funcionamento de leprosários, hospitais e dispensários em todo o território nacional. As ações da inspetoria previam também uma ampla campanha de propaganda e educação higiênica sobre sinais e sintomas, em colônias, dispensários, preventórios e hospitais especializados.

Deve-se enfatizar que o controle da hanseníase e das doenças venéreas exigia a ação educativa e a adoção, pela população, de medidas preventivas de cuidado com o corpo e com o meio ambiente. As atribuições da nova inspetoria permitiram que várias regiões mais pobres pudessem contar com o apoio federal para a ação preventiva de educação higiênica. As campanhas de esclarecimento à população objetivavam difundir preceitos de higiene e alertar sobre possíveis formas de transmissão. Esses aspectos têm sido discutidos nesse e em outros trabalhos sobre o tema, a exemplo de Faria (2007)Maciel (2007);Castro Santos, Faria, Menezes (2008); e Leandro (20132009).

Nos anos 1930, a centralização administrativa instaura-se sob o governo de Getúlio Vargas. Os ventos de expansão federal da década de 1920 ganham intensidade. Os programas de saúde pública e as medidas concernentes à profilaxia da lepra, por parte da União, impulsionados pelos processos de urbanização e industrialização, inserem-se no panorama geral de centralização técnica e administrativa. A década de 1920 marcara a inclusão da lepra, da tuberculose e das doenças venéreas na órbita das preocupações do Estado. Pela iniciativa de Vargas, em 1930, “a criação do Ministério da Educação e Saúde Pública dimensiona o grande valor que o problema havia adquirido no cenário político nacional” (p.296).

A obra transpõe o limiar da leprologia, os modelos médicos em discussão, os aspectos clínicos e o conjunto de intervenções e programas de controle, para conduzir o leitor a uma viagem pelas conjunturas histórica, política, social e sanitária do país entre 1894 e 1934. Vêm à tona, então, o discurso político de transformação da saúde em espaço de políticas públicas, as correntes de pensamento sobre a civilização brasileira e o “caráter nacional”, os debates políticos sobre as questões de higiene, o combate às grandes epidemias e endemias que castigavam o país.

Ao estudarmos a história da hanseníase e da busca da erradicação, percebemos a complexidade de aspectos envolvidos, que alcançam os níveis da política, da ciência, da cultura e da sociedade. Cabe destacar, em especial, a questão do estigma, presente nos discursos da época e até nossos dias. Associada ao estigma, a doença significou a exclusão do convívio social em função do isolamento, por vezes durante toda a vida, dos portadores da doença. O isolamento assume, no período estudado, certa naturalização, o que reforça uma percepção de continuidade nas propostas formuladas para o controle da lepra em diferentes momentos. Falar sobre a hanseníase no Brasil nos remete à discussão de “identidades deterioradas” e à contribuição da sociologia de Erving Goffman (1985). O trabalho de Dilma Cabral dá visibilidade a esses seres sofridos e invisíveis, quase sempre banidos dos direitos da convivência e da cidadania.

Referências

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Lina Faria – Professora, Instituto de Humanidades, Artes e Ciências (IHAC)/Universidade Federal do Sul da Bahia (UFSB). [email protected]

Luiz Antonio de Castro Santos – Professor, IHAC/UFSB. [email protected]

Ciência e arte: a trajetória de Lilly Ebstein Lowenstein entre Berlim e São Paulo (1910-1960) – CYTRYNOWICZ M; CYTRYNOWICZ R (HCS-M)

CYTRYNOWICZ, Monica Musatti; CYTRYNOWICZ, Roney. Ciência e arte: a trajetória de Lilly Ebstein Lowenstein entre Berlim e São Paulo (1910-1960). São Paulo: Narrativa UM, 2013. 238p. Resenha de: LACERDA, Aline Lopes de. Arte e técnica a serviço do conhecimento: as ilustrações científicas. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v.22, n.3, July/Sept. 2015.

Art and technique at the service of knowledge: the scientific illustrations

Para uma abordagem reflexiva sobre os usos e funções de ilustrações nas atividades científicas, podem ser adotadas diversas perspectivas de análise. A mesma pluralidade de enfoques está presente nos estudos sobre o desenvolvimento do papel da representação figurativa como dispositivo didático na trajetória da ciência como campo de conhecimento.

É possível, por exemplo, investigar essa rica relação na perspectiva da avaliação do papel das imagens na produção e divulgação do conhecimento. Imagens tanto produzidas manualmente quanto provenientes dos principais dispositivos técnicos de representação visual disponíveis, principalmente a partir do século XIX. Em um passo adiante, é possível estudar a própria constituição de uma forma mediadora de alcance do conhecimento da ciência na sua dimensão propriamente visual, que se tornará permanente e irremediavelmente associada ao trabalho científico. Assim, as interconexões entre a escrita científica e as ilustrações que a acompanham são debatidas por linhas de estudos que discutem as dimensões artísticas, pedagógicas, de popularização e difusão do conhecimento científico conjugadas no exercício de ilustrar por meio de imagens. As funções das ilustrações parecem ser tema que gravita em torno dessas discussões (Fabris, Kern, 2006).

É possível também abordar as conexões entre ciência e arte numa perspectiva de desenvolvimento institucional do ofício do desenhista ou ilustrador científico. No caso do Brasil, o foco incidiria sobre a institucionalização da ciência no país, principalmente na última metade do século XIX e, sobretudo, durante o século XX, quando são formados e consolidados institucionalmente centros importantes de produção científica em várias áreas. Nesse processo, as práticas científicas são também desenvolvidas de forma a dotar os trabalhos do rigor e da excelência pretendidos. Certos ofícios são requeridos como peças fundamentais ao desenvolvimento dos próprios trabalhos científicos nos seus cenários principais – laboratórios e trabalhos em campo – e, fundamentalmente, para compor o discurso científico a ser registrado, traduzido figurativamente, utilizado como prova, divulgado, ensinado e, finalmente, arquivado. Todas essas funções estão embutidas na valorização, nos espaços edificados para o trabalho científico, na existência de setores de desenho, fotografia, cartografia e de profissionais habilitados para exercer a função de “tradutores” entre linguagens distintas.

E é igualmente possível refletir sobre o tema das ilustrações científicas a partir da reconstituição analítica de uma trajetória individual, cujo ator foi peça importante em sua área de atuação, com projeção e reconhecimento entre os pares e que tenha desenvolvido um trabalho constante, alinhado às questões maiores – institucionais, profissionais, estéticas, técnicas – que constituem o contexto do modo de exercer o ofício no seu tempo.

O livro Ciência e artea trajetória de Lilly Ebstein Lowenstein entre Berlim e São Paulo (1910-1960), de Monica Musatti Cytrynowicz e Roney Cytrynowicz, parte desta última forma de abordagem, mas articula elementos analíticos das três possíveis abordagens apresentadas acima. Tendo como mola propulsora o desejo da neta de Lilly Ebstein Lowenstein – e guardiã de sua memória – de reconstruir a trajetória da avó, o livro serve de veículo para o acionamento da lembrança no âmbito familiar e a transformação dessa lembrança em memória compartilhada por meio de pesquisa e análise dos registros que dão suporte empírico à narrativa analítica presente na obra.

No caso de Lilly, a essas dimensões das relações entre imagem e conhecimento científico que seu trabalho oferece como fonte vêm se somar aspectos singulares de sua trajetória. Imigrante alemã que chega ao Brasil em 1925, formou-se, ainda em Berlim, em escola para moças que oferecia estudo técnico e científico no campo do desenho, da fotografia e das técnicas operacionais envolvendo essas áreas. Ao mesmo tempo mulher, imigrante e portando as credenciais necessárias para atuar profissionalmente no campo da ilustração científica, se insere como profissional em instituições científicas renomadas no Brasil e conquista uma carreira reconhecida num espaço profissional predominantemente masculino. Nas palavras dos autores na introdução do livro,

a trajetória de Lilly Ebstein Lowenstein pode ser narrada sob várias perspectivas que se integram e se entrelaçam. A primeira delas é a de uma vida que sintetiza o percurso das mulheres nas primeiras décadas do século 20, período de consolidação da emancipação e do acesso ao estudo e às profissões técnicas em países como a Alemanha, onde Lilly realizou a sua formação … A trajetória de Lilly é também a de uma mulher profissional, entre a ciência e a arte, que se lançou à imigração no Novo Mundo e conquistou um lugar de reconhecimento social, profissional e intelectual … É também uma trajetória no mundo da ciência e da pesquisa científica (p.11).

Fartamente ilustrado, como era de esperar, o livro não se atém apenas à exploração dos desenhos e ilustrações produzidos por Lilly – todos de técnica e estética impecáveis – e articula bem diversos tipos de fontes provenientes de ampla pesquisa documental. Todos os registros transformados, por sua vez, em imagens que integram uma boa narrativa visual que, em paralelo ao texto escrito, contribui para dar forma ao todo, ao objetivo do livro, o de oferecer múltiplos caminhos de observação dessa trajetória permeada pela interpenetração de aspectos tão singulares.

Partindo de dois documentos pessoais da desenhista – sua certidão de nascimento e seu boletim escolar – a pesquisa documental articula registros provenientes de diversos locais que Lilly percorreu, num movimento de construção narrativa biográfica multifacetada do ponto de vista da exploração das fontes, o que é um ponto alto do livro.

O leitor acompanha os primeiros estudos de sua formação técnica, ainda na década de 1910, numa escola em Berlim que investe na formação sistematizada dos “fotomicrógrafos”. No capítulo dedicado à formação de Lilly na Escola Lette-Verein ficam evidentes as conexões do olhar instrumental valorizado pelo domínio dos novos dispositivos técnicos de captação de imagens – e a fotografia é o centro desse universo no período – com a área da medicina. Não bastava o domínio técnico de obtenção da imagem, era esperado também o entendimento mais profundo, pelo operador, do objeto a ser representado. Um pré-requisito na formação técnica era o conhecimento nas áreas biomédica e botânica para que o ilustrador científico entendesse o objeto que estivesse retratando. Em consequência, durante a sua formação na Alemanha, a desenhista é obrigada a conhecer anatomia, por exemplo, o que a torna representante de uma formação técnica com forte embasamento científico, aspecto que se reflete em seu trabalho. O livro explora bem o preparo e a formação pelas quais Lilly passou para ter destreza no ofício de fotomicrografia. As técnicas para a elaboração dos registros visuais variavam, passando por colorização manual de fotos, por produção de desenhos a partir de fotos etc. Era necessário, ainda, ter um domínio técnico sobre o uso de lentes, de revelação, bem como de formatos e suportes fotográficos.

Sua vinda para o Brasil e seu ingresso na Faculdade de Medicina e Cirurgia de São Paulo em 1926 – onde em pouco tempo se projeta como a principal desenhista e fotomicrógrafa – ocorrem num contexto de transformação do próprio campo científico, consubstanciado no incremento de pesquisas básicas, de atividades em laboratório, preconizados por uma medicina experimental. Esse contexto de desenvolvimento dos trabalhos científicos em outras bases metodológicas confere valor ao desenho científico como atividade integrante da estrutura operacional das instituições de ciência. Segundo os autores do livro, na Faculdade de Medicina e Cirurgia de São Paulo o desenho científico ganha novo status pelas publicações, nas quais servia a diversas cadeiras da faculdade, como anatomia descritiva e topográfica, anatomia patológica (parasitologia, microbiologia, embriologia, histologia, técnica cirúrgica, clínica cirúrgica etc.). Havia igualmente demanda por ilustrações nas teses defendidas.

Alguns detalhes ajudam a entender o processo de profissionalização de Lilly. O uso de créditos nos trabalhos é um deles. No período, era comum a ausência de créditos nas ilustrações. Em muitos casos, os próprios professores ou cientistas ilustravam seus trabalhos. Para os autores do livro, a presença de créditos nos trabalhos de Lilly, mesmo considerando a existência de trabalhos seus sem assinatura, é um indício de reconhecimento do desenho científico como atividade autônoma, conferindo a esse trabalho estatuto científico e profissional.

O trabalho se vale de pesquisa bastante minuciosa e ao mesmo tempo abrangente em termos de escolha de fontes e uso das informações obtidas. Por exemplo, os autores recorrem ao levantamento, no Diário Oficial da União, dos proventos recebidos nos cargos ocupados por Lilly no período – no caso, desenhista micrógrafo – para, numa análise comparativa com outros cargos na mesma instituição, inclusive de direção, aferir a importância da atividade pela remuneração a ela conferida (que era alta à época!).

Em relação às funções mais gerais atribuídas às ilustrações científicas, o livro levanta aspectos interessantes. Um deles é a centralidade que a imagem técnica assume como veículo dos registros, por se apresentar como um discurso visual mais objetivado, nos trabalhos científicos em todas as áreas. A fotografia, nesse sentido, considerada a reprodução exata e fidedigna do modelo, abre caminhos de descrição, de registro e de arquivamento bastante úteis ao método científico (Fabris, 2002, p.33). Mas e o papel do desenho nesse processo? Muito antes do advento das imagens técnicas, ele era o principal meio de representação. Se, por um lado, a representação claramente mediada pela mão humana se vê objeto de críticas na comparação com as novas formas de representação objetivas, por outro, nas ilustrações científicas, é ainda o desenho que desempenha determinados papéis didáticos e de divulgação de difícil transferência às fotografias, como o livro demonstra.

É interessante observar que a busca do “realismo instrumental” (Fabris, 2002, p.39), que impulsiona o uso das imagens fotográficas nos trabalhos científicos, não se impõe como conduta absoluta, uma vez em que nem sempre o “efeito de real” fazia face à performance requerida da representação visual nos inúmeros trabalhos desenvolvidos. Em algumas funções, as linhas dos desenhos foram facilmente substituídas por essas imagens mais realistas obtidas por contrastes de luz. Esse é o caso das imagens microscópicas que inauguraram a possibilidade de acesso ao que era imperceptível à visão humana ao mesmo tempo em que propiciavam o registro para o trabalho descritivo e analítico a partir dos elementos constitutivos do objeto retratado tornados realidade visualmente observável. Segundo Frizot (1998, p.276-277), “o progresso científico alcançado dependia não apenas do acesso ao invisível como também da transcrição do que foi feito visível opticamente – em termos de forma, diferença de material, limitações de substância – e sobre a explicação dessas diferenças”. Ao reter as qualidades do original, o registro fotográfico permitia a sua revisão e reinterpretação, funções caras ao métier científico.

Já o desenho, segundo Correia (2011), mantém algumas vantagens sobre as fotografias, principalmente nas funções didáticas – explicativas, de síntese ou de guia –, a partir da imagem de um objeto ou fenômeno cujo conhecimento se pretende transmitir. O objetivo da ilustração científica, notadamente do desenho, seria representar tipificando o objeto ou fenômeno, o “elucidativo/representativo” do objeto em causa, com vistas a facilitar o seu reconhecimento (Correia, 2011, p.228). Essa performance específica atingida pela ilustração manual fica evidente nas palavras do Dr. Mario Marco Napoli, professor emérito da Faculdade de Medicina da USP e ali estudante entre 1941 e 1946, citado em depoimento no livro, “o desenho tem a vantagem de documentar com pormenores que interessam e era bem mais real do que a fotografia, que não atingia esse resultado. … O que vale na medicina é a documentação. Por mais que a gente descreva, nunca é como o desenho, que fala, demonstra” (p.105).

Especificidades à parte, desenhos e fotografias se uniam na busca pela construção do discurso científico num processo que também alimentava a articulação discursiva desses dispositivos como arquivos da ciência. No caso em questão, as ilustrações, segundo os autores do livro, seriam, portanto, “parte importante do projeto de consolidação do ensino na Faculdade de Medicina, já que as imagens sistematizavam as práticas e permitiam a sua reprodução com exata precisão, seja para a identificação de uma doença, seu diagnóstico, seja seu tratamento, sejam as cirurgias, o que era ensinado em aulas práticas nas quais os alunos observavam e participavam e, principalmente, nas pesquisas” (p.74).

Acompanhando a linha cronológica do livro, em 1934 a Faculdade de Medicina e Cirurgia de São Paulo passa a fazer parte da Universidade de São Paulo, e, nesse processo, Lilly torna-se então funcionária da universidade. Nessa mesma época naturaliza-se brasileira. Em 1944 passa a colaborar profissionalmente para o Hospital das Clínicas, associado à Faculdade de Medicina. Torna-se chefe do Departamento de Desenho e Fotografia e ministra cursos preparatórios de assistentes de documentação científica em desenho e fotografia, num movimento de formação de mão de obra para o ofício. Envolve-se na atividade de ilustração de anatomia com o Dr. Alfonso Bovero, responsável pela cátedra de Anatomia na Faculdade de Medicina, passando a produzir trabalhos de ilustração para as pesquisas de Bovero, bem como de muitos de seus discípulos, utilizando o desenho e a fotomicrografia.

A partir da década de 1930, Lilly passa a colaborar com o Instituto Biológico de São Paulo, fundado em 1927 com vistas ao combate à broca do café. Tendo como primeiro diretor Arthur Neiva, o instituto passa a ter Lilly como ilustradora atuante para a sua seção de anatomia patológica, vinculada à Divisão Animal do instituto. Essa fase foi marcada sobretudo pela parceria que Lilly estabelece com o médico e pesquisador José Reis, atuante nos estudos da ornitopatologia. A função das ilustrações produzidas nesse trabalho era integrar folhetos impressos para distribuição a produtores rurais, com o objetivo de ilustrar procedimentos no trato com o controle de doenças na criação de animais. Nesse veículo científico encontravam-se conjugados os aspectos de “divulgação” de conhecimento acumulado nas pesquisas médicas do instituto; de “veículo pedagógico”, posto que os folhetos visavam informar o melhor procedimento e ensinar a sua reprodução no trato com os animais (desde a forma de criação dos animais, passando pela identificação dos sintomas das doenças, até a conduta a ser seguida no tratamento); e de “veículo de popularização” do conhecimento científico, uma vez que eram construídos esquemas, tanto de detecção de doenças quanto de formas de seu tratamento. Os desenhos cumpriam a função de descrever visualmente os métodos a seguir observando um público heterogêneo de criadores de animais, complementando a descrição textual com detalhes descritivos só possíveis de ser apreendidos por meio da narrativa visual. Interessante pensar na presença de um ideal de receptor para as ilustrações, orientando o desenhista na construção da representação visual a ser veiculada nos diferentes tipos de publicações, seja ela para públicos especializados, seja para públicos mais amplos. Sobre essa questão, a da consciência de um tipo de público a que se destina a publicação na própria idealização e produção do registro visual pelo artista, é interessante citarmos o trabalho de Oliveira e Conduru (2004. p.336-338), no qual afirmam que o uso cognitivo da imagem é sempre ligado à ideia de um leitor, de um perfil de consumidor da informação visualmente registrada. Todo um aparato sintático é articulado no sentido de produzir um discurso visual com objetivo claro: a representação deve manter com o referente uma relação de verossimilhança e, ao mesmo tempo, abordá-lo do ponto de vista de quem quer explicar mostrando. As formas figurativas podem ser variadas, mas a sua função nos trabalhos científicos é sempre caracterizar o objeto, restringindo as possibilidades de interpretações subjetivas num discurso que se pretende objetivado.

Lilly se aposenta em 1955, completando 29 anos de atividade na Universidade de São Paulo. Seu último e grande trabalho é o livro de anatomia topográfica de Odorico Machado de Souza, anatomista e professor da Faculdade de Medicina, intitulado Anatomia topográficaParte Especial. Membro Superior, de 1956. Os originais que serviram a essa publicação hoje estão reunidos em um álbum e, segundo os autores, se “constitui [n]o mais completo conjunto de desenhos originais de Medicina realizados por Lilly (p.155). Ainda segundo os autores, trata-se de um trabalho clássico de desenho de anatomia que se insere na tradição histórica de desenhos desse tipo produzidos desde 1543 pelo famoso anatomista Andreas Vesalius.

O livro dedica o último capítulo à discussão sobre o uso da fotomicrografia nos trabalhos científicos, técnica fotográfica de obtenção de imagens ampliadas que permite o registro das imagens captadas pelo microscópio. Seu uso nos trabalhos científicos significou a possibilidade de observação de detalhes de estruturas invisíveis à observação visual humana, tais como células e micróbios. Assim, um inventário visual de tecidos, culturas, peças anatômicas e outros elementos do trabalho científico era produzido graças à presença da fotografia nas etapas do trabalho científico, forjando uma nova fonte de demonstração de aspectos morfológicos desses elementos biológicos. Os autores do livro observam que a fotomicrografia torna-se peça central no estudo da bacteriologia, principalmente com os trabalhos de Robert Koch. Como já apontado, um aspecto marcante introduzido pelo uso sistemático de registros visuais com capacidade de reprodução e que vai ter impacto na própria dinâmica do trabalho científico é a incorporação da técnica fotográfica como instrumento tanto de registro dos processos de visualização demandados pelas próprias pesquisas quanto de documentação das etapas das atividades de trabalho, visando ao arquivamento e função de prova dos conhecimentos gerados pelos estudos, além da função propriamente ilustrativa e descritiva das imagens.

Por todos esses aspectos, e pelo prazer visual que o livro proporciona, é leitura recomendada aos que se interessam pelo desenvolvimento da atividade científica no Brasil, bem como aos que apreciam análises sobre as funções das representações visuais para campos profissionais específicos – numa linha de investigação histórica sobre os usos sociais de dispositivos de registro visual como a fotografia e o desenho, por exemplo.

Referências

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Aline Lopes de Lacerda – Chefe do Serviço de Arquivo Histórico, Departamento de Arquivo e Documentação/Casa de Oswaldo Cruz/Fiocruz. [email protected]

 

In search of the Amazon: Brazil, the United States, and the nature of a region – GARFIELD (HCS-M)

GARFIELD, Seth. In search of the Amazon: Brazil, the United States, and the nature of a region. Durham; London: Duke University Press, 2013. 368p. Resenha de: VITAL, André Vasques. Associações de agentes humanos e não humanos em perspectiva global na construção da Amazônia brasileira. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22 n.3 Rio de Janeiro July/Sept. 2015.

Lançado nos EUA em 2013, In search of the Amazon é o segundo livro do historiador Seth W. Garfield, professor do departamento de história da University of Texas at Austin. Garfield possui vários artigos lançados sobre temas que envolvem a Amazônia e a política indigenista brasileira na Era Vargas (1930-1945). Seu livro anterior foi traduzido para o português e lançado no Brasil em 2011 pela editora da Unesp com o título A luta indígena no coração do Brasil: política indigenista, a marcha para o oeste e os índios Xavante (1937-1988). O livro ora resenhado, no entanto, ainda não tem previsão de lançamento em português no Brasil.

In search of the Amazon analisa as redes constituídas por instituições, indivíduos, objetos e fenômenos no Brasil e EUA durante a Segunda Guerra Mundial que favoreceram uma série de processos que conformaram a paisagem amazônica e os modos de vida na região. Natureza e política não estão separadas nessa análise, que se constitui tanto como trabalho de história política quanto de história ambiental, embora o autor enfatize o seu afastamento em relação a referenciais teóricos da história ambiental. O aporte teórico-metodológico da obra baseia-se na noção de mediadores e redes compostas pela associação de humanos e não humanos, coprodutores de naturezas e sociedades. Trata-se do conceito de agência dissolvida entre humanos e não humanos do sociólogo da ciência Bruno Latour. Ao longo de cinco capítulos, seguidos de um epílogo, seringueiros, seringalistas, políticos brasileiros, produtos manufaturados de borracha, flagelados da grande seca na região Nordeste de 1941-1943, agências estatais brasileiras e norte-americanas, indústrias de borracha sintética dos EUA, políticos em Washington e outros emergem na obra enquanto protagonistas das transformações sociais e ambientais na Amazônia durante a Batalha da Borracha (1942-1945).

No primeiro capítulo é analisada uma conjunção de fatores de ordem interna e externa, que levaram o Estado brasileiro a realizar investimentos na Amazônia e adotar medidas visando à colonização e ao desenvolvimento econômico da região durante o Estado Novo (1937-1945). O aumento da demanda interna e externa por borracha devido ao estabelecimento de indústrias multinacionais de pneus em São Paulo e pela entrada dos EUA na Segunda Guerra Mundial foi entendido como uma nova oportunidade para a integração nacional da Amazônia. Longe de ser um objetivo novo, o autor aponta que a preocupação com o domínio estatal da região amazônica e sua transformação (de terra “selvagem” e abandonada para “civilizada” e fonte de riquezas para a nação) era uma questão antiga, já pensada e tentada ao longo dos séculos, desde o período colonial português. As principais diferenças das políticas implementadas pelo Estado Novo estavam na ênfase desenvolvimentista, que pregava a conquista da terra, o domínio das águas, a subjugação da floresta, ou seja, uma intervenção em larga escala para a reconstrução socioambiental da Amazônia.

Ainda no mesmo capítulo é destacado o papel de diversos agentes mobilizados pelo Estado visando à reconstrução da paisagem amazônica durante o Segundo Ciclo da Borracha. Oficiais militares, médicos sanitaristas, engenheiros, agrônomos, biólogos, geógrafos, literatos, cineastas e a máquina de propaganda do Estado Novo voltaram-se para a Amazônia, buscando sua remodelação material e imagética, dando caráter nacionalista à missão de seu desenvolvimento. O autor também destaca o papel das elites seringalistas no pacto oligárquico que, na prática, conformou os limites das políticas de Estado na Amazônia. Conhecedores do ecossistema local e associando essa condição à legitimidade política, as elites locais foram parte ativa no processo de transformação da paisagem amazônica.

O capítulo dois parte dos desdobramentos da drástica perda de suprimento de borracha dos EUA, com a invasão japonesa à península da Malásia, para analisar o histórico aumento da dependência social e política norte-americana a objetos feitos com látex. Essa dependência gerou a busca pela borracha da Amazônia e, ao mesmo tempo, intensificou diversos debates sobre modernidade e identidade nacional nos EUA. Contendo em torno de três mil peças de borracha, os automóveis ganharam cada vez mais espaço nos EUA ao longo das primeiras décadas do século XX, transformando as comunicações, a produção, o comércio, a saúde e a sexualidade dos indivíduos. A borracha, por meio do seu uso nos automóveis, tornou-se parte da vida humana, símbolo da modernidade e do progresso, além de ter fundamental importância na produção de material bélico. O início da Segunda Guerra Mundial gerou uma corrida pela estocagem de borracha por parte do governo norte-americano e da iniciativa privada das grandes empresas de borracha manufaturada, provocando tensões entre esses agentes. Diante da falta de suprimentos, as discussões no Congresso americano culminaram com a decisão de investir na importação de borracha vinda da Amazônia e no incentivo ao desenvolvimento de borracha sintética a partir de derivados do petróleo, de modo a acabar com a dependência externa. Em março de 1942, Brasil e EUA assinaram os “Acordos de Washington”, prevendo diversos investimentos em infraestrutura, suporte técnico, sanitário e militar no país e em especial na Amazônia, em troca de suprir a demanda norte-americana e de apoio contra a Alemanha. Os acordos previam também reestruturar o sistema de trabalho nos seringais, buscando promover bem-estar social aos seringueiros, mas Garfield enfatiza como as elites amazônicas, além de políticos e empresários conservadores dos EUA buscaram frear quaisquer intervenções estatais nos meios de produção.

O terceiro capítulo analisa o esforço binacional de prover a mão de obra necessária para a extração de borracha na Amazônia e modificar qualitativamente o perfil do seringueiro e sua relação com o meio ambiente, de modo a aumentar a produtividade nos seringais. Apontada como indolente e fisicamente degenerada, a população da Amazônia era vista como inapta para maximizar a produtividade. Após debates e propostas entre o governo brasileiro e o norte-americano, optou-se mesmo pelo incentivo à migração de pessoas vindas do interior dos estados do Nordeste brasileiro, como aconteceu no Primeiro Ciclo da Borracha. O Serviço Especial de Mobilização de Trabalhadores para Amazônia (Semta) ficou encarregado de promover a migração, selecionando os trabalhadores de acordo com o biótipo e as condições de saúde, dando assistência aos migrantes durante o trânsito. O autor analisa as estratégias de mobilização com o uso das mídias (jornais, revistas ilustradas, cinema e rádio), o apoio dado pela Igreja católica e o surgimento da expressão “soldado da borracha”, com a associação do seringueiro à defesa nacional brasileira e à liberdade do mundo diante da ameaça hitlerista. Garfield também analisa nesse capítulo o fracasso das tentativas dos governos brasileiro e norte-americano em padronizar as relações de trabalho nos seringais, que, na prática, mantiveram-se da mesma forma como ocorriam no Primeiro Ciclo da Borracha, por força das elites locais.

O capítulo quatro analisa, a partir das perspectivas política, social, econômica e cultural, as condições dos migrantes e famílias do interior do estado do Ceará e suas estratégias frente à grande seca de 1941-1943 e aos incentivos estatais de ida para a Amazônia. O autor destaca a crise econômica que se abateu sobre a região, as políticas públicas destinadas a minorar as condições de miséria das populações do interior, a ida de cearenses para a Amazônia, Minas Gerais e São Paulo, além do papel tanto dos incentivos estatais quanto das redes de transporte e informação na escolha dos migrantes pelo trabalho nos seringais. Cartas trocadas entre amigos e familiares, histórias de riquezas conquistadas e mortes trágicas durante o Primeiro Ciclo da Borracha, além da literatura de cordel, ajudaram na conformação do imaginário cearense sobre a floresta, levando muitos a optar pela longa travessia rumo aos seringais.

O último capítulo analisa como as autoridades brasileiras e norte-americanas, seringalistas e seringueiros, cada um com suas visões e projetos de poder, conformaram populações e paisagens na Amazônia. O Segundo Ciclo da Borracha favoreceu investimentos norte-americanos e brasileiros na região, dotando-a de infraestrutura, como aeroportos, rede de assistência à saúde nas principais cidades e políticas de bem-estar social. No entanto, os prejuízos advindos da suspensão dos trabalhos de extração no período de cheia dos rios, o fortalecimento das indústrias de borracha sintética e a própria dificuldade de intervir nos meios de produção na Amazônia levaram ao gradual rompimento dos acordos de cooperação por parte do governo dos EUA a partir de fins de 1943. Os seringalistas, remanescentes do Primeiro Ciclo da Borracha, economicamente conservadores e descrentes em relação ao discurso nacionalista do governo brasileiro, esforçaram-se por manter o antigo sistema de aviamentos, promoveram fraudes no sistema de crédito e contrabando, e desrespeitaram os contratos de trabalho assinados entre os seringueiros e órgãos do governo federal. Céticos de que o novo boom da borracha duraria, trabalharam para potencializar seus lucros, desafiando os ditames dos Estados e do mercado com o poder político advindo do controle da força de trabalho e do conhecimento que tinham do ambiente amazônico. Coube aos seringueiros desenvolver suas próprias estratégias individuais na floresta, o que incluiu o engajamento em outras atividades, a cobrança de indenizações na justiça e o uso do termo “soldado da borracha” na luta por reconhecimento e pensão na condição de ex-combatentes.

O epílogo analisa como o espaço amazônico foi sendo reconstruído em termos materiais e políticos nas décadas seguintes, especialmente durante o regime militar até a Conferência das Nações Unidas sobre o Meio Ambiente e Desenvolvimento, realizada no Rio de Janeiro em 1992. Garfield analisa brevemente como a Amazônia, novamente palco de projetos desenvolvimentistas durante o regime militar, virou alvo de atenção transnacional devido à emergência dos movimentos ambientalistas e da percepção de necessidade de conservação da floresta para evitar drásticas mudanças climáticas globais. Frente a esses movimentos transnacionais, os seringueiros tiveram a oportunidade de repensar suas identidades e formas de representação, aliando-as a práticas tradicionais que preservavam a floresta, em contraposição ao avanço da fronteira agrícola, que promovia a devastação, potencializando a violência e a marginalização dos extrativistas remanescentes.

Não é difícil para o pesquisador que trabalha com história da Amazônia e deseja utilizar a noção de agência dissolvida ou agenciamento recíproco entre humanos e não humanos conseguir empreender de fato esse modelo de análise. Trabalhar com história da Amazônia é vantajoso nesse sentido por ser difícil separar cultura e natureza nesse extenso espaço aquático e florestal (Leonardi, 1999, p.15). Nesse sentido, a obra de Garfield tem êxito em empreender uma análise que efetivamente combina associações que transgridem fronteiras entre o local, o nacional e o global, bem como o arcaico e o moderno, o social e o natural, seguindo os conselhos de Latour (1994) e lançando interessante contribuição para uma história ambiental transnacional (White, 1999). Justamente pelo esforço do autor em agregar diversos agentes conformadores das transformações da Amazônia durante o Segundo Ciclo da Borracha, emerge na leitura a pouca visibilidade dos povos indígenas em sua análise. As experiências desses povos foram fundamentais para o conhecimento que os seringalistas adquiriram do ambiente amazônico, possuindo intensa presença na sua conformação socioambiental (Ranzi, 2008, p.71-98).

O livro, no entanto, torna-se referência importante para pesquisadores que analisam tanto o Segundo Ciclo da Borracha quanto o primeiro, já que lança luz sobre as continuidades entre esses dois ciclos. De agradável e fácil leitura, também tem potencial de ser apreciado por leitores em geral, que se interessem pela história da Amazônia.

Referências

LATOUR, Bruno. Jamais fomos modernos: ensaio de antropologia simétrica. Rio de Janeiro: Editora 34. 1994. [ Links ]

LEONARDI, Victor. Os historiadores e os rios: natureza e cultura na Amazônia brasileira. Brasília: Paralelo 15; Editora UNB. 1999. [ Links ]

RANZI, Cleusa Maria Damo. Raízes do Acre. Rio Branco: Edufac. 2008. [ Links ]

WHITE, Richard. The nationalization of nature. The Journal of American History, v.83, n.3, p.976-986. 1999. [ Links ]

André Vasques Vital – Doutorando, Programa de Pós-graduação em História das Ciências e da Saúde/Casa de Oswaldo Cruz/Fiocruz. [email protected]

A história da poliomielite – NASCIMENTO (HCS-M)

NASCIMENTO, Dilene Raimundo do. A história da poliomielite. Rio de Janeiro: Garamond, 2010. 416p. Resenha de: FARIA, Lina. Poliomielite: várias histórias da doença e de seus efeitos tardios. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22 n.3 Rio de Janeiro July/Sept. 2015.

Proteger uma criança da pólio é tão fácil quanto protegê-la da chuva: trata-se de colocá-la sob o equivalente médico de um guarda-chuva. Kofi Annan (Salgado, 2003).

Ao discutir a luta contra a poliomielite no Brasil, a obra A história da poliomielite, organizada pela pesquisadora da Fiocruz Dilene Raimundo do Nascimento, traz alguns capítulos sobre o enfrentamento da doença no Peru (Marcos Cueto et al.), Portugal (Inês Santos), Espanha (Juan Rodríguez Sánchez) e Paquistão (José Verani). No Brasil (Dilene Nascimento, André Campos, Ângela Pôrto) e nos outros países, o livro aborda, entre vários temas, as questões correlatas de “controle e erradicação” da pólio, a evolução das campanhas e dos resultados obtidos, os distintos contextos sanitários e a eficácia ou o fracasso das políticas sanitárias postas em prática em cada país.

Dividido em quatro partes, o livro constrói uma narrativa histórica e analítica do ambiente da saúde nacional e internacional do pós-Segunda Guerra Mundial. Chama a atenção para a formulação e execução de políticas de saúde que foram postas em ação e que tinham como meta a erradicação da doença – as estratégias nacionais de combate; o desenvolvimento de técnicas laboratoriais para diagnóstico; as campanhas de vacinação, que buscavam mudar o quadro da poliomielite no Brasil e no mundo.

Os debates tiveram início nas primeiras décadas do século XX, quando a enfermidade passou a se manifestar sob forma epidêmica em várias partes do mundo. A epidemia assolou tanto países ricos, como os EUA, a Inglaterra e a Suécia, quanto países periféricos, como a Índia, a Somália, a República Democrática do Congo, o Paquistão e o Sudão. Cada vez mais incontrolável e destrutiva, fazia vítimas fatais e deixava milhares de crianças e adultos paralisados.

Médicos e autoridades sanitárias desconheciam por que caminhos a pólio se disseminava: os caminhos eram difíceis de ser previstos; a doença, difícil de ser evitada e de ser tratada de forma eficiente. A partir de 1950 surgem novas tecnologias de controle e erradicação da doença, além da descoberta das vacinas Salk (em 1955) e Sabin (em 1961). A obra sugere que o trabalho desses cientistas e de seus companheiros, bem como dos que os antecederam nas primeiras pesquisas com o vírus, conduzidas a partir do início do século XX, foram fundamentais na luta pela erradicação, em várias partes do mundo.

Desde os primeiros estudos a seu respeito, a poliomielite constituiu um ponto de interrogação para as autoridades sanitárias em todo o mundo. Interessante é o depoimento do médico João Risi, segundo o qual, quando as condições sociais são precárias, a criança mais cedo exposta ao vírus dificilmente assume a forma paralítica da doença. O contato precoce garante maior possibilidade de desenvolvê-la em sua forma benigna, ficando menos suscetível às manifestações neurológicas da doença.

Diante das incertezas que a pólio impunha sobre o conhecimento médico, da diversidade de modelos e de terapias pouco eficazes, era frequente a atitude de “negação”, pelas autoridades médicas e sanitárias de alguns países, o Brasil entre eles, da existência de epidemias de poliomielite. Os capítulos assinados por Sánchez e Campos trazem, a propósito, noticiários e manchetes em jornais e revistas que indicam a desinformação, as “responsabilidades não assumidas”, a insistência sobre a “não existência” de epidemia de pólio.

A poliomielite no Brasil

Temas como os mencionados nos parágrafos anteriores são a primeira pista, para o leitor, da relevância da obra. A apresentação cuidadosa, pela organizadora, traça o plano geral do livro. A história da poliomielite, em sua primeira parte, é dividida em cinco capítulos sobre a trajetória da doença no Brasil, que focalizam o desenvolvimento e a legitimação das políticas públicas de controle. Os autores discutem os modelos científicos explicativos da pólio, o debate e as controvérsias no país, os surtos epidêmicos em vários estados, as vantagens e desvantagens das vacinas, as campanhas de vacinação e os dilemas dos cientistas brasileiros em relação à descrição clínica da doença.

O trabalho de André Campos, que abre o volume, investiga as primeiras epidemias que ocorreram no Rio de Janeiro, em 1911, e em São Paulo, em 1917; apresentam-se os diferentes modelos científicos explicativos da doença, em especial, as discordâncias entre Fernandes Figueira e Francisco de Salles Gomes Júnior no tocante à descrição clínica e ao tratamento mais adequado. Nas décadas de 1930 e 1940 foram registrados surtos na capital federal e nos estados de Minas Gerais, Espírito Santo, Rio Grande do Sul e Santa Catarina; no Nordeste e Norte, foram atingidos a Bahia, Sergipe, Maranhão, Piauí e Amazonas. Neste período, a doença não havia recebido no Brasil a atenção que despertava em outros países, como nos EUA, Inglaterra e Suécia, com centenas de vítimas de pólio e de paralisia.

Chamava atenção a incapacidade da medicina de dar uma resposta eficaz ao problema e à forte influência do modelo de contágio direto para a pólio, dominante durante os anos de 1930 e 1940. De acordo com esse modelo, diz o autor, a pólio era transmitida por via respiratória – secreções nasais e bucais. Seu modo de transmissão era típico, portanto, das doenças respiratórias – o vírus penetrava pelas vias aéreas superiores e viajava diretamente para o sistema nervoso central, provocando uma paralisia flácida aguda em membros inferiores, com perda parcial ou total da capacidade de contração do músculo. Contudo, os avanços da virologia e o surgimento do microscópio eletrônico possibilitaram uma compreensão mais ampla da doença. No final dos anos de 1940 a pólio passou a ser vista não mais como doença neurológica e sim entérica, isto é, o vírus se multiplicava no trato gastrointestinal, e a infecção podia ser transmitida pela via fecal-oral.

O capítulo 2, que traz uma interessante discussão histórica sobre o desenvolvimento de vacinas, por Eduardo Ponce Maranhão, não focaliza o cenário brasileiro, apesar de constar da Parte 1 sobre o Brasil. Neste capítulo, o autor indica que a eficácia dos tratamentos dependia dos avanços científicos, que levariam à descoberta das vacinas Salk e Sabin, e dos ensaios e estudos de campo conduzidos em vários países em busca de medidas apropriadas para o isolamento dos vírus. Maranhão discute um capítulo fundamental da história da pólio no mundo: as pesquisas com cultura de tecido. Em 1949, cientistas dos EUA descobrem uma nova técnica para cultivar o vírus em tecidos mais simples (embriões de galinha) e não apenas em macacos. Em 1953 Jonas Salk anuncia as primeiras experiências de sua vacina em humanos com resultados positivos, e no ano seguinte a vacina é testada em grande escala. Em 1957 realiza-se o primeiro ensaio de campo com a vacina Sabin oral, em Cingapura. A vacina oral contra a pólio foi obtida a partir de um vírus vivo, diferentemente da vacina Salk, baseada em uma cepa morta do vírus. No Brasil, a vacinação pela vacina Salk é introduzida em 1955, em São Paulo e, no ano seguinte, no Rio de Janeiro. Em 1953, a epidemia atinge fortemente a capital federal.

É importante ressaltar que as ações de combate, iniciadas nos finais dos anos de 1950 no Brasil, se intensificaram nos anos de 1970 com o surgimento do Plano Nacional de Controle da Poliomielite estabelecido pelo Ministério da Saúde. Contudo, foi na década de 1980 que houve uma mudança de estratégia, de “controle”, para uma política de “erradicação” da poliomielite. Os anos 1980 marcam o processo de abertura política e da luta pela implantação de mudanças sociais. Na área da saúde, discute-se um novo modelo de atenção, mais abrangente, com a participação da comunidade em todos os níveis de governo, melhorando o acesso das populações menos favorecidas à saúde. A saúde passa a ser vista como uma questão social, o controle da poliomielite a inserir-se no movimento pela reforma sanitária. Alguns desses marcos históricos foram discutidos por Dilene Nascimento. A autora analisa o processo político na área da saúde, com base em seis marcos fundamentais: a introdução da vacina Sabin em 1961; o diagnóstico laboratorial do poliovírus, em 1961; o Plano Nacional de Controle da Poliomielite, em 1971; a implantação do Sistema Nacional de Vigilância Epidemiológica, em 1975; os Dias Nacionais de Vacinação, em 1980, e a estratégia de erradicação da doença a partir de 1985.

A pólio produz repercussões na construção da identidade individual dos atingidos que precisam enfrentar as sequelas, sobretudo o estigma, ao longo de suas vidas. O trabalho de Ângela Pôrto reúne três depoimentos de mulheres com sequelas motoras graves, que contraíram a doença nos anos de 1950. O recurso às fontes orais permite recuperar vivências e memórias da doença, dando voz aos enfermos. Crescem o interesse pelos aspectos do cotidiano do indivíduo ou de grupos específicos e o conhecimento das experiências individuais, das estratégias de enfrentamento da doença e de suas sequelas. Busca-se pensar a doença, ou o doente, dentro do seu contexto sociocultural; qual a percepção dos indivíduos sobre sua saúde, considerada nos valores dentro dos quais vive? Quais são os limites impostos pela doença e os efeitos na sua vida diária? Os depoimentos recuperam a memória e reconstroem as identidades dessas pessoas, diz a autora; a doença não pode mais ser discutida como um evento médico, mas sim como um acontecimento social.

O último capítulo da primeira parte do livro, também organizado por Ângela Pôrto, reúne algumas imagens das campanhas do Ministério da Saúde, especialmente os Dias Nacionais de Vacinação, instituídos em 1980. Esse material, coletado pela autora, mostra mudanças, ao longo dos anos, no tipo de mensagem que se queria fixar em relação à doença e ao portador de deficiência.

A poliomielite fora do Brasil

A segunda parte do livro, dividida em quatro capítulos, reúne artigos sobre o controle e erradicação da poliomielite em outros países. Intitulada “A poliomielite na América Latina, Europa e Ásia”, talvez venha a sugerir ao leitor um cenário mais amplo do que aquele focalizado pelos capítulos, restritos na verdade a poucos países. Isso não impede que se note a relevância dos estudos de caso expostos. Na apresentação do livro, há menção à “novidade incomum” de a obra vir a “possibilitar análises histórico-comparadas de outras experiências nacionais”. Aqui há controvérsia. Os casos nacionais, trabalhados sem preocupação metodológica com a análise comparativa, dificilmente permitem ao leitor estabelecer contrastes ou semelhanças. Talvez a ausência de tal esforço comparativo na própria apresentação feita por Nascimento revele a dificuldade de se encontrar no texto a “novidade incomum”. O único esforço comparativo digno de nota está no texto de Nascimento e colaboradores sobre o processo de erradicação da pólio no Brasil e no Peru, nos anos de 1980, com ênfase nos contextos políticos, sociais e sanitários. Os autores indicam que, diferentemente do Brasil, onde o movimento social pela reforma sanitária, inaugurado nos anos de 1970, vinha reivindicando a participação da comunidade (ainda que com imensas dificuldades e limitações de toda sorte, acrescentamos), no Peru não se assistia a iniciativas de estímulo à participação ou envolvimento da população.

Inês Guerra, em estudo sobre a experiência portuguesa, mostra como a doença foi negligenciada durante várias décadas pelas autoridades sanitárias e políticas. Segundo a autora, o elevado número de mortes e de crianças e jovens incapacitados pela doença não foi suficiente para que a poliomielite fosse considerada oficialmente um problema de saúde pública. Contudo, o trabalho discute uma iniciativa importante, representada pelo Refúgio da Paralisia Infantil, fundado em 1926, pelo médico neurologista Henrique Gomes D’Araújo, destinado à assistência e ao tratamento gratuito de crianças pobres da cidade do Porto, na época, uma das cidades mais insalubres de Portugal. Embora dependente de contribuições externas para manter tratamentos gratuitos, o Refúgio contava com uma estrutura na qual funcionava, além do Serviço de Fisioterapia, a Hidroterapia, a Recuperação Funcional e a Cirurgia Ortopédica.

Juan Sánchez discute as “responsabilidades não assumidas” pelo Estado espanhol em relação à erradicação da poliomielite no país, nos anos de 1950 e 1960. Lembra que no pós-guerra tanto Portugal quanto a Espanha eram países com governos ditatoriais e de tradição confessional católica, “dois elementos determinantes da sua resistência a conceber saúde e assistência em termos de direito” (p.195). Essas características se concretizaram em campanhas de vacinação tardias, pouco difundidas e sem a eficácia esperada. Além disso, lembra o autor, a vacina não era oferecida gratuitamente à população, logo não podia tornar-se obrigatória. Minimizava-se a importância do problema, criavam-se dúvidas sobre a eficácia da vacina e negava-se a gravidade e existência de surtos epidemiológicos – para o Estado a vacina “não era necessária”. “Repressão e autocensura se aliaram para minimizar o problema sanitário” (p.206). Mas, diferentemente de outras doenças como a cólera ou a gripe espanhola, a poliomielite tinha como consequência sequelas paralíticas visíveis para a população, que desafiavam qualquer ocultação ou negação de seus efeitos.

O Paquistão é também um caso de ações tardias de combate à poliomielite. Lá, todas as atividades de erradicação tiveram o apoio financeiro de organizações internacionais, como a Organização Mundial da Saúde e o Fundo das Nações Unidas para a Infância e não governamentais, como o Rotary Internacional. Nos anos de 1980 tiveram início as primeiras campanhas, a partir da criação do Programa Ampliado de Imunização – BCG, pólio oral, DTP e antissarampo. Os postos e centros de saúde desempenharam papel de destaque na oferta de vacina de forma rotineira. Em 1994 foi organizada a primeira Campanha Nacional de Vacinação Antipólio. Segundo Verani, entre os anos de 1994 e 2000, durante o governo talibã, as campanhas não conseguiram atingir a cobertura esperada pelas autoridades sanitárias, em função do caráter localizado dos programas. Além disso, os fluxos de refugiados, as fronteiras tensas entre Afeganistão, Irã, Índia e China e a própria cultura islâmica fundamentalista, dificultando a acesso às mães pelas equipes de saúde pública, constituíram barreiras para a erradicação da doença.

Os efeitos tardios da poliomielite: “uma nova doença velha”

A terceira parte do livro, dividida em dois capítulos, discute a síndrome pós-poliomielite (SPP), um dos efeitos tardios da poliomielite, que compreende um conjunto específico de novos problemas de saúde originados pelo vírus da pólio e que vem atingindo pessoas acometidas pela doença décadas atrás. No final dos anos de 1970, os sobreviventes começaram a sofrer novos problemas, tais como fadiga, dor e fraqueza, resultando na diminuição da capacidade funcional e/ou no surgimento de novas incapacidades. Em função do aumento de números de casos da SPP no Brasil e do escasso conhecimento, pela comunidade médica, acerca dos efeitos tardios da pólio, a Associação Brasileira de Síndrome Pós-poliomielite (Abraspp) luta para que se estabeleçam políticas públicas que beneficiem aqueles com sequelas da pós-pólio.

O capítulo dez, sobre a conceituação e aspectos clínicos da SPP, contou com a participação de profissionais do Setor de Doenças Neuromusculares da Universidade Federal de São Paulo (Unifesp)/Escola Paulista de Medicina (EPM). É importante destacar que a primeira linha de pesquisas sobre as características clínicas da SPP, teve início em 2003, sob a coordenação do fisioterapeuta Abrahão Augusto Juviniano Quadros, no ambulatório de SPP do Setor de Doenças Neuromusculares da Unifesp. O capítulo discute de modo cuidadoso a SPP, uma neuropatia motora degenerativa, de etiologia multifatorial e de progressão lenta, que se manifesta em indivíduos portadores da poliomielite anterior aguda. Ocorre em indivíduos que tiveram pólio há pelo menos 15 anos, com ou sem sequela paralítica, e se caracteriza por nova fraqueza muscular progressiva, fadiga, dores musculares e/ou nas articulações, resultando numa diminuição da capacidade funcional e/ou surgimento de novas incapacidades. Um critério importante que fundamenta o diagnóstico é a confirmação da poliomielite anterior aguda com evidência de perda neuronal, por meio de exame neurológico e da eletroneuromiografia.

No capítulo seguinte, Solane Carvalho de Lima, diretora da Abraspp, fala dos desafios dessa “nova doença velha” para os profissionais de saúde e para os sobreviventes da pólio, além da importância de criação de uma instituição que represente os portadores da síndrome. De acordo com essa autora, a primeira descrição clínica da doença no Brasil foi publicada na Revista de Neurociências, em 2002. No ano seguinte, teve início o atendimento de sobreviventes da pólio, com sintomas da SPP, no Setor de Investigação em Doenças Neuromusculares da Unifesp/EPM. Além da contribuição para as primeiras pesquisas sobre a SPP e seus efeitos no Brasil, o grupo da EPM participou também da criação, em 2004, da Abraspp – espaço de debates e difusão de informações sobre a SPP – que busca facilitar o acesso de pessoas com SPP ao tratamento.

Os depoimentos

A última parte do livro apresenta os depoimentos dos especialistas João Baptista Risi Júnior e Ciro de Quadros, material que compõe o acervo do projeto “A história da poliomielite e de sua erradicação no Brasil” – acervo de depoimentos orais da Casa de Oswaldo Cruz (Fiocruz). Esses dois médicos estiveram na direção dos processos de controle e erradicação da poliomielite no Brasil e na coordenação da erradicação nas Américas. João Risi narra passagens importantes no cenário brasileiro, enquanto Ciro de Quadros discorre sobre o tema em âmbito internacional. As entrevistas tiveram como temática principal a história da poliomielite, mas foram abordados outros assuntos importantes para o entendimento da trajetória da enfermidade no Brasil e nas Américas.

Os leitores da obra A história da poliomielite muito se beneficiarão da consulta a uma obra já clássica na literatura mundial, O fim da pólio: a campanha mundial para a erradicação da doença, organizada pelo fotógrafo Sebastião Salgado (2003), com textos traduzidos dos originais em inglês de vários especialistas e estudiosos internacionais, entre os quais os médicos epidemiologistas Katja Schemionek e Chris Zimmerman e a escritora Carole Naggar, a quem o doutor Ciro de Quadros também concedeu uma entrevista, em dezembro de 2002, reproduzida na íntegra. Imagens belíssimas e impactantes, fixadas por Sebastião Salgado, acompanham o registro das campanhas de vacinação em países estrangeiros não abordados na obra organizada por Nascimento (alem do Paquistão, incluem-se relatos sobre as campanhas na Índia, na Somália, no Sudão e na República Democrática do Congo). Os autores da obra brasileira poderiam, talvez, ter buscado um diálogo com os textos do livro organizado e ilustrado por Salgado. Isso por certo não impede que a presente obra publicada pela Garamond, com apoio da Faperj, seja uma contribuição extremamente relevante à literatura. Por certo haverá novas edições da importante obra; quando isto se der, será oportuna a montagem de um cuidadoso índice onomástico e de assuntos, imprescindível em um texto de consulta obrigatória como A história da poliomielite.

Referências

SALGADO, Sebastião. O fim da pólio: a campanha mundial para a erradicação da doença. Fotos de Sebastião Salgado; prefácio de Kofi A. Annan. São Paulo: Companhia das Letras. 2003. [ Links ]

Lina Faria – Coordenadora do Curso de Fisioterapia/Universidade Federal de Juiz de Fora. [email protected]

La ciencia del alma: locura y modernidad en la cultura española del siglo XIX – NOVELLA (HCS-M)

NOVELLA, Enric. La ciencia del alma: locura y modernidad en la cultura española del siglo XIX. Madrid: Iberoamericana; Frankfurt: Vervuert, 2013. 224p. Resenha de: FREITAS, Ricardo Cabral de. Novas percepções sobre a loucura e os primeiros passos da psiquiatria na Espanha. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22 n.2 Rio de Janeiro Apr./June 2015.

De autoria de Enric Novella, médico, filósofo e pesquisador da Universidade de Luxemburgo, a obra procura dar conta dos primeiros passos da psiquiatria na Espanha. Tomando como ponto de partida a mudança de atitude da opinião pública do país em relação à loucura, ocorrida na esteira da ascensão da ordem liberal nos anos 1830 e 1840, Novella analisa a presença crescente de discursos sobre a medicina mental em vários ramos da cultura letrada espanhola e o modo como, na segunda metade do século, esses mesmos discursos se tornaram parte de uma ordem moral de teor progressivamente autoritário e universalizante.

O livro se divide em quatro capítulos, e, ao fim, o leitor pode contar com um índice onomástico bastante útil que dá conta da variedade dos temas abordados no texto. O primeiro capítulo, “Ciudadanos y locos”, é dedicado a uma breve análise da cultura letrada espanhola desde o final do século XVIII, demonstrando a influência do romantismo sobre a mudança de percepção da loucura em curso desde então. No segundo, “Los paisajes del alma”, Novella explora a ascensão do liberalismo espanhol para mostrar como a noção de individualidade que se afirma a partir da década de 1830 contribui para disseminar de modo definitivo o interesse pela loucura e pelas ciências da mente no país. No terceiro, “La medicina del espíritu”, a ênfase recai sobre os debates médicos da época e a presença marcante de questões relativas à alma e às paixões, como forma de tentar desvendar seus efeitos sobre o físico e o moral humanos. O quarto e último capítulo, “El malestar en la cultura”, aponta como a assimilação dessas noções de enfermidade, loucura e desordem pelo discurso médico espanhol se transmutam num diagnóstico pessimista da civilização, combatido através de um discurso marcadamente moralizante e repressor.

A narrativa se desenvolve a partir de um estreito diálogo com as transformações sociopo-líticas que marcaram a vida intelectual do país na primeira metade do Oitocentos, sendo constantes as referências a romances, relatos de escritores da época e debates na imprensa médica que evidenciam o crescente interesse do público letrado espanhol pelo psiquismo. Segundo o autor, o louco era cada vez menos representado como um indivíduo completamente alheio à realidade e destituído de humanidade, e passava a ser visto como um indivíduo enfermo que necessitava de ajuda. Sobre esse aspecto, é sintomático o horror dos letrados espanhóis ao constatar o péssimo tratamento dispensado aos loucos do país, como descrito no primeiro capítulo.

De certo modo, podemos dizer que o processo explorado por Novella é uma expressão mais localizada das reformulações das concepções sobre a loucura ocorridas no século XVIII, como apontadas por Foucault (2012) em História da loucura na idade clássica. Ao deixar de ser vista como um estado irreversível de completo descolamento da realidade, a loucura passa a ser entendida como uma desordem das ideias, passível de reversão mediante intervenção externa. Apontada pela historiografia da psiquiatria como condição fundamental para o alienismo, essa transformação, em outras palavras, marca o fim do entendimento da mente como um domínio inacessível e abre espaço para sua apropriação pelo discurso médico, num processo que tem como um de seus principais marcos o tratamento moral pineliano na França da virada do século XVIII para o XIX.

No contexto espanhol, essa transformação só tomaria contornos sociais e institucionais mais definitivos nas décadas de 1830 e 1840. Para o autor, a morte de Fernando VII em setembro de 1833 põe fim a uma longa crise política no país e marca o sepultamento defini-tivo do antigo regime espanhol, abrindo caminho para o assentamento das bases de um regime de caráter liberal:

Assim, os anos e as décadas seguintes certificaram a progressão de uma série de fenômenos tão significativos da transição ao mundo contemporâneo, como a substituição do Estado patrimonial do absolutismo por uma monarquia constitucional sustentada em fórmulas de soberania compartilhada; a emergência de uma incipiente economia capitalista e a implantação de um modelo classista de organização social, baseado na hegemonia normativa dos princípios de liberdade, igualdade e, sobretudo, propriedade (p.78).

Para o autor, é somente a partir dessa entrada “tardia” da Espanha na modernidade que se forma uma conjuntura favorável à difusão de novas concepções sobre a relação mente/corpo no país, caracterizada pela reunião de quatro elementos fundamentais: (a) a paulatina extensão dos ideais democráticos, filantrópicos e emancipadores articulados na opinião pública liberal; (b) crescente projeção e problematização cultural de uma subjetividade dividida entre o cultivo de si mesma e sua constituição como o objeto de um conjunto de novas doutrinas e disciplinas científicas; (c) circulação dos pressupostos conceituais, ideológicos e culturais das novas ciências da mente; (d) ampla percepção de uma crise permanente na cultura moderna que exigia uma profunda regeneração moral e uma ilimitada intervenção dos médicos na regulação dos assuntos humanos (p.42).

Em parte, o interesse do público letrado espanhol pela medicina mental está relacionada à afirmação da sensibilidade romântica naquele ambiente intelectual, expressa num modelo de individualidade ligado às ideias liberais e marcado por uma preocupação maior com a “verdade interior” e a “experiência individual”. A afirmação desse interesse pelo que Novella chama de “esfera moral” foi sacramentada na aprovação pela rainha Isabel II do “Plano General de Estudios” em 1845. O plano, proposto pelo ministro Pedro José Pidal, criou a disciplina “Princípios de psicologia, ideologia y lógica”, que marca a entrada definitiva dos debates psicológicos no ensino secundário espanhol, em detrimento da religião e da moral.

Nesse amplo contexto, o autor identifica uma circulação alargada de teorias médicas que eram debatidas com força em outros círculos letrados europeus desde o fim do século XVIII – sobretudo na França – a exemplo da frenologia e do magnetismo. Destaca-se também a proliferação dos manuais e obras de inspiração espiritualista, representados por Elementos de psicologia (1848), de Pedro Felipe Monlau, que se tornou o livro de psicologia mais recomendado durante os governos isabelinos.

Segundo Novella, esse estado de coisas na cultura letrada espanhola desse período marca a aceitação definitiva do projeto ilustrado de reconhecimento da consciência. Assim, o saber médico apresenta-se cada vez mais como um saber de caráter antropológico, o que leva a uma ordenação da moral – pelo menos no plano discursivo – direcionada pela ciência. Um sintoma desse novo cenário é a entrada em território espanhol dos postulados da science de l’homme francesa, que passa a impregnar vários escritos médicos espanhóis da primeira metade do Oitocentos. A abordagem holística sobre o homem, característica fundamental desse discurso, contribui para o teor fortemente pedagógico dessas obras, fundamentadas na noção de que só o profundo conhecimento da natureza humana poderia gerar uma sociedade justa.

Ao final, Novella (p.165) procura mostrar como, ao longo do século, essa retórica médica renovada se transmuta no que chama de “moralização da medicina, em vez de medicaliza- ção da moral”. Diante da percepção de uma profunda crise social, na qual a civilização era apontada pelo discurso conservador espanhol como um “um manancial de excitações cerebrais” (p.165), a medicina se apresenta como instância capaz de intervir em prol da manutenção da coesão social. Por meio dos acalorados debates em torno dos efeitos da imaginação, da vontade e das paixões sobre a condição física e moral dos indivíduos, Novella demonstra o progressivo avanço médico sobre os processos de definição de padrões de conduta moral aceitáveis, de teor progressivamente universalizante.

O epílogo foi reservado para um esboço dos caminhos tomados pela psiquiatria espanhola a partir da segunda metade do XIX. Chama a atenção o fato de que só nos últimos parágrafos, Novella (p.177) dá pistas sobre as resistências enfrentadas pelo nascente discurso psiquiátrico espanhol, citando um único caso no qual médicos foram presos por ordem do governador civil de Valência após terem internado uma mulher pertencente a uma família abastada da cidade, sob o diagnóstico de “monomanía razonante”. Sem dúvida, a presença de controvérsias dessa natureza ao longo do livro teria sido de grande valia para dar a devida dimensão do alcance das transformações discursivas tratadas pelo autor.

Por outro lado, o recurso à produção literária de época – além das teses médicas – foi fundamental para dimensionar o alcance que o vocabulário do psiquismo teve em setores variados da elite letrada espanhola no período. Novella é bem-sucedido ao mostrar que a mudança de postura em relação à loucura foi um processo amplo, que apesar de dialogar intensamente com a esfera médica, nunca se limitou a ela.

Por fim, apesar da ênfase nas décadas centrais no século XIX, o autor mostrou preocupação em expor as conexões da nascente psiquiatria espanhola com o contexto iluminista das últimas décadas do século XVIII. Em certa medida, as referências à science de l’homme francesa localizam o início da psiquiatria na Espanha na esteira das concepções sobre a natureza humana e a relação corpo/alma forjadas nos debates médicos franceses a partir da segunda metade do Setecentos. São esses debates que, ao conceber o homem a partir da noção de “sensibilidade”, turvam os limites entre os domínios da alma e do corpo, rompendo com a intocabilidade da alma, tal como foi definida pela tradição cartesiana.

Ao analisar o alienismo a partir dessa perspectiva Novella oferece uma abordagem mais abrangente, que não se contenta em tomar o tratamento moral pineliano como ponto partida para o nascimento da psiquiatria. Além disso, ao trazer essas questões para um contexto ibérico, contribui para a compreensão de assunto ainda pouco explorado.

Referências

FOUCAULT, Michel. História da loucura na idade clássica. São Paulo: Perspectiva. 2012. [ Links ]

Ricardo Cabral de Freitas – Doutorando do Programa de Pós-graduação em História das Ciências e da Saúde/Casa de Oswaldo Cruz/Fiocruz. [email protected]

Nilo Cairo e o debate homeopático no início do século XX – SIGOLO (HCS-M)

SIGOLO, Renata Palandri. Nilo Cairo e o debate homeopático no início do século XX. Curitiba: Editora UFPR, 2012. Curitiba: 254p. Resenha de: MACHADO, Marilane. Homeopatia e alopatia em disputa no início do século XX. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22 n.2 Rio de Janeiro Apr./June 2015.

Resultado de pesquisa que deu origem inicialmente a uma tese de doutoramento em história na Universidade Federal do Paraná, a obra Nilo Cairo e o debate homeopático no início do século XX foi publicada pela Editora da Universidade Federal do Paraná em 2012 como edição comemorativa dos cem anos daquela universidade.

A autora, Renata Palandri Sigolo, concluiu seu doutorado em 1999. Desde 1996 é professora do Departamento de História da Universidade Federal de Santa Catarina. Sua trajetória acadêmica é marcada por estudos envolvendo temáticas como história da saúde e do bem-estar, discurso médico, representações sociais e medicinas alternativas.

Nilo Cairo foi um médico paranaense, nascido em 12 de novembro de 1874 em Paranaguá. É conhecido por ser um dos fundadores da Universidade do Paraná em 1912. Participou ativamente do debate homeopático, tanto no Rio de Janeiro quanto em Curitiba. Em 1903 elaborou sua tese inaugural na Faculdade de Medicina do Rio de Janeiro, Similia similimum curantur, sua primeira obra sobre medicina homeopática. A tese foi rejeitada pela academia, e Nilo Cairo escreveu O pé equino, em 1904, para conclusão do curso de medicina. Exerceu intensa atividade profissional, participando dos debates sobre as teorias médicas da época. Autor de vários artigos na imprensa homeopática e alopática e também na imprensa leiga, foi redator dos Anais do Instituto Hahnemanniano do Brasil – principal instituição da homeopatia do Brasil – e também da Revista Homeopática do Paraná, que transformou em Revista Homeopática Brasileira.

A publicação dessa obra possibilitou um olhar diferenciado sobre a criação da Universidade do Paraná e sobre o doutor Nilo Cairo da Silva, cuja memória foi construída em torno de sua participação na fundação da universidade. A autora visou analisar sua atuação como médico homeopata e compreender o debate médico nacional do início do século XX no qual esteve inserido. Para isso levou em conta que o surgimento da Universidade do Paraná, em especial da Faculdade de Medicina, fez parte de contexto mais amplo, que envolveu a luta da homeopatia para ser reconhecida como ciência, bem como a busca de hegemonia da alopatia em maio ao espaço acadêmico. A principal problemática do trabalho é compreender a história da homeopatia como um processo de luta por sua legitimação enquanto saber médico no início do século XX, pela atuação do médico homeopata.

A delimitação temporal da pesquisa é entre 1903, ano em que Nilo Cairo elaborou sua primeira tese para a Faculdade de Medicina do Rio de Janeiro, e 1914, ano em que ele inseriu matérias relacionadas à homeopatia nos cursos de farmácia e medicina da Faculdade de Medicina da recém-inaugurada Universidade do Paraná, disciplinas previstas, mas não lecionadas. Dentro desse recorte temporal, a autora fez uma verdadeira garimpagem em periódicos médicos alopatas e homeopatas, periódicos leigos e outras publicações médicas como almanaques, em busca de discursos publicados por Nilo Cairo e por seus interlocutores no contexto de disputas simbólicas na qual homeopatas buscavam a legitimação da medicina homeopática como verdadeiro saber médico científico e alopatas buscavam a deslegitimação desse saber.

No primeiro capítulo, “Hahnemann e Comte nos jardins de Hipócrates”, a autora inicia a narrativa a partir da formatura de Nilo Cairo na Faculdade de Medicina do Rio de Janeiro. Levanta como fator de sua distinção perante outros colegas sua idade e a experiência de vida que já havia acumulado. Em 1904, ano de término do curso de medicina, contava 30 anos de idade e já havia obtido o título de bacharel em ciências físicas e matemáticas na Escola Militar. A autora relata a reprovação da primeira tese de Nilo Cairo e a escrita da segunda, que lhe permitiu a formatura.

A partir daí descreve os princípios básicos da teoria hahnemanniana, segundo o discurso dos médicos homeopatas do período, apresenta os conceitos de força vital, saúde, doença e terapêutica e demonstra como os homeopatas buscavam sua aproximação com a teoria positivista, visando atender às necessidades de legitimação da homeopatia.

Para a escrita desse capítulo as fontes utilizadas foram artigos publicados nos Anais de Medicina Homeopática, órgão veiculador de ideias do Instituto Hahnemanniano do Brasil; na Revista Homeopatica do Paraná, fundada por Nilo Cairo em 1906, sendo que em 1908 sua circulação foi ampliada, quando se transformou na Revista Homeopática Brasileira, além de obras e teses de homeopatas, como a tese inaugural de Nilo Cairo.

No capítulo segundo, “A homeopatia no ‘Século dos Micróbios’”, são apresentadas as principais teorias defendidas pela medicina alopata no período: a dos miasmas, a dos humores e a microbiologia. A autora trata dos conflitos do discurso homeopático com o alopático a partir das publicações em periódicos. Dedica parte do capítulo à análise do que considera estratégias discursivas no contexto das discussões em torno da obrigatoriedade da vacinação antivariólica, quando a maior parte dos homeopatas colocou-se a favor do método terapêutico da vacinação, pois o princípio da vacinação estaria de acordo com a teoria homeopática de que o semelhante se cura através do semelhante, mas contra sua obrigatoriedade, pois os ideais positivistas, dos quais eram adeptos, defendiam o princípio de liberdade.

Para a redação desse capítulo a autora realizou pesquisas em periódicos de ambas as vertentes médicas: Anais de Medicina HomeopáticaRevista Homeopática do Paraná e Revista Homeopática BrasileiraBrasil-Médico (periódico médico oficial do Rio de Janeiro), em que encontrou críticas de alopatas endereçadas aos homeopatas; e Jornal do Comércio, do Rio de Janeiro, utilizado na abordagem sobre a vacinação obrigatória de 1904.

No terceiro capítulo, “A conquista do público”, Sigolo se dedicou aos discursos produzidos pelos homeopatas tendo como destinatário o público leigo. No desejado processo de transformação da homeopatia em medicina científica era importante obter o reconhecimento dos leigos, que proporcionaria a legitimação necessária. A autora demonstrou algumas estratégias discursivas para a conquista desse público, como, por exemplo, relatos de “conversões” de médicos alopatas à homeopatia e propagandas de obras homeopáticas, como guias, manuais e folhetos.

As fontes documentais em que esses discursos podem ser encontrados são os periódicos leigos, que atingiam o grande público. Foram consultados o Correio Paulistano, de São Paulo; o Jornal do Comércio, do Rio de Janeiro e o Diário da Tarde, de Curitiba, o último, local privilegiado dos discursos de Nilo Cairo. Além desses, também foram utilizados os periódicos homeopáticos citados, bem como as revistas alopáticas, como a Revista Médico-Cirúrgicado Brasil, do Rio de Janeiro, e a Gazeta Clínica, de São Paulo.

Por fim, no quarto capítulo, intitulado “Ensinando a Similia similibus curantur”, a autora buscou nos periódicos já citados, além do Diário da Tarde, nos relatórios e estatutos da Universidade do Paraná e em algumas obras de Nilo Cairo, acompanhar os debates em torno da legitimação de “porta-vozes” da medicina homeopática. Demonstrou a vontade e o empenho de Nilo Cairo e de alguns de seus companheiros em fundar uma pequena escola de medicina homeopática à sombra do Instituto Hahnemanniano do Brasil, por acreditar que mais do que os debates públicos com os alopatas, a formação de médicos em escolas homeopatas traria o estatuto de ciência reivindicado pela homeopatia. Esse foi, no entanto, um empreendimento frustrado pela falta de apoio político e talvez o fator determinante para que Nilo Cairo retornasse ao Paraná em 1911, quando se mudou do Rio de Janeiro para Curitiba e apresentou sua carta de demissão ao Instituto Hahnemanniano do Brasil.

A autora deu especial atenção ao período entre 1911 e 1914, quando se deram debates em torno do ensino da teoria hahnemanniana e das exigências para admissão nos quadros do Instituto Hahnemanniano do Brasil no contexto de alteração de estatutos, em 1912, ocasião em que houve forte reação de Nilo Cairo contra as alterações empreendidas, através das quais passaria a ser permitida a admissão no Instituto de pessoas sem o título médico.

Neste contexto se deu a fundação da Universidade Federal do Paraná, em 1912, e no ano seguinte foi criado o curso de medicina da instituição. Um de seus idealizadores e fundadores foi Nilo Cairo, que expressou a necessidade do ensino da medicina homeopática na universidade recém-criada e incorporou a seu currículo disciplinas da área homeopática, que, no entanto, logo foram eliminadas.

A obra traz uma pluralidade de contribuições importantes para a área de história. Aos que se dedicam aos estudos de história da saúde, as disputas simbólicas e discursivas envolvendo o saber médico e homeopático no início do século XX são abordadas de maneira aprofundada. É também uma contribuição interessante aos que se voltam para os estudos biográficos na história, pois toda a pesquisa empreendida pela autora se dá em torno da busca de discursos envolvendo um personagem, Nilo Cairo; seus discursos publicados em periódicos são o fio condutor da pesquisa, e a partir deles a autora consegue traçar um panorama de suas redes de relações, no que diz respeito aos debates entre defensores da medicina homeopática e da alopática no início do século XX. Por fim, questões metodológicas da pesquisa em periódicos podem ser apreendidas pelos que têm nos jornais e revistas suas principais fontes de acesso ao conhecimento histórico.

Marilane Machado – Doutoranda, Programa de Pós-graduação em História/Universidade Federal do Paraná. [email protected]

Crecer y multiplicarse: la política sanitaria materno-infantil argentina, 1900-1960 – BIERNAT; RAMACCIOTTI (HCS-M)

BIERNAT, Carolina; RAMACCIOTTI, Karina. Crecer y multiplicarse: la política sanitaria materno-infantil argentina, 1900-1960. Buenos Aires: Biblos, 2013. 165p. Resenha de: SOUZA, Luciana Maria Borges da Matta. Multiplicar para crescer. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22 n.2 Rio de Janeiro Apr./June 2015.

As políticas públicas voltadas para a infância desenvolvidas a partir do século XIX, inicialmente na Europa e EUA, sempre tiveram como objetivo básico a preservação das crianças, para garantia do crescimento populacional e constituição de mão de obra, necessária ao desenvolvimento econômico de uma nação. Crecer y multiplicarse: la política sanitária materno-infantil argentina, 1900-1960, obra organizada pelas historiadoras Carolina Biernat e Karina Ramacciotti, doutoras em história e ciências sociais, respectivamente, traz um conjunto de indagações sobre o processo de construção das políticas públicas de saúde argentinas, voltadas para o segmento materno-infantil, ocorrido na primeira metade do século XX. Por que nesse período? O recorte de análise privilegiou um momento sociopolítico-econô-mico no qual as certezas do crescimento populacional baseadas no aporte imigratório são postas em questão por um grupo que defendia o desenvolvimento da população a partir da preservação da vida e da saúde das mulheres argentinas e de seus filhos, o que foi, à época, deno- minado fator endógeno. A obra examina aspectos históricos dos debates e conflitos de interesses que ocorreram quando da criação dessas políticas, dissecando seus propósitos, seus sucessos, seus fracassos e seus limites ao serem colocadas em prática. Traz também reflexão sobre os bastidores políticos e econômicos que formavam o pano de fundo para o processo decisório não só na Argentina, mas também em outros países da América Latina, da construção da proteção social de mulheres e seus filhos.

O livro, além da introdução, foi estruturado em mais três capítulos, que trabalham diferentes aspectos do objeto de estudo: população e desenvolvimento econômico – a questão da crise demográfica; legislação de apoio à maternidade e as políticas de apoio à mulher-mãe e a seus filhos. De acordo com as autoras, o livro originou-se do desafio de converter a tarefa solitária do historiador em um projeto coletivo, momento em que abriram mão do seu ego e aprenderam a escutar e encarar o outro, nas diversas entrevistas e grupos que realizaram e que resultaram em críticas e sugestões ao material que foi, portanto, escrito a diversas mãos.

A introdução aborda os efeitos da política neoliberal dos anos 1990 e a crise de 2001, que trouxeram para a agenda política argentina um antigo problema, que se imaginava ter sido equacionado – a alta mortalidade materna e infantil. Partindo dessa situação, discorre-se sobre os programas desenvolvidos contemporaneamente para responder a essa questão, como o Seguro de Saúde Materno-infantil (2002), o Plano Nascer (2004) e a Assinatura Universal por Filho (2009) que, embora em conjunto tenham reduzido a alta mortalidade materna e infantil, não o fizeram de forma a causar grande impacto. Isso sugere, segundo as autoras, que o problema é mais complexo do que simplesmente garantir um pré-natal de qualidade, um parto seguro e recursos financeiros para famílias em situação de desemprego, estratégia largamente utilizada em países latino-americanos na atualidade. Surge no texto uma discussão, com fina ironia, sobre a criação de programas “inovadores” que têm a intenção de resolver problemas de longa data – há mais de um século a Argentina desenvolve estratégias para a redução da mortalidade infantil que, supostamente, deveria ter sido controlada por programas sociais preexistentes, apagados da memória do país por interesses políticos e ideológicos.

O texto traz como pressuposto a ideia de que as políticas sanitárias materno-infantis foram construídas em torno de duas preocupações essenciais: a alta mortalidade infantil e os baixos índices de natalidade, estes decorrentes de mudanças culturais que a sociedade argentina veio sofrendo ao longo do século, devido à urbanização e industrialização. Em certo momento o discurso estatal começa a ter um conteúdo moralizante, culpabilizando a mulher (como de costume!) por descuidar de seus filhos para se dedicar ao mercado de trabalho e por adotar um estilo de vida que estimulava a postergação do casamento, da primeira gravidez e consequentemente do número de filhos. O surgimento de um Estado com postura interventora nessas décadas inaugura um debate sobre a legitimidade da intervenção oficial em aspectos antes considerados de domínio privado.

No primeiro capítulo, intitulado “Muitos, porém sãos”, é discutido o lugar central das ideias eugenistas da primeira metade do século XX, período caracterizado por pessimismo acerca do futuro demográfico da “raça branca”, num contexto em que predominavam a alta mortalidade infantil, a baixa natalidade e a diminuição do fluxo imigratório (Bunge, 1984). Esse cenário traz um superdimensionamento do impacto da ideologia dominante nas decisões no setor público, numa lógica normalizadora e controladora, que entrelaçou propósitos econômicos, demográficos e sociais e acabou por construir o arcabouço da política social argentina (Biernat, Ramaciotti, 2008)

A política sanitária materno-infantil da Argentina nesse período é direcionada para a garantia do crescimento populacional (e sua necessidade premente!) – através de políticas de imigração e do aumento da fecundidade e da resolução da “questão social”, constituída pelos efeitos perniciosos do processo de modernização que ocorre após as crises mundiais, caracterizada pelo risco de aumento da pobreza, marginalidade, criminalidade, insalubridade, problemas habitacionais e conflitos trabalhistas (Biernat, 2005). Tudo isso para assegurar a existência de um grande número de cidadãos e soldados saudáveis e compatíveis com a pretendida homogeneidade racial e integração social, defendida à época. Em conclusão, o objetivo desse capítulo é analisar as distintas tramas discursivas que influenciaram essa ideologia, a fim de conhecer o pensamento, os atores e as instituições que participaram da construção da política materno-infantil da Argentina nesse período.

O segundo capítulo, “Para mais filhos, melhores mães”, é focado na análise do processo de construção das políticas de proteção das mulheres trabalhadoras em sua qualidade de mãe ou futura mãe. Apesar de os movimentos trabalhistas terem demandas para reconhecimento de outros direitos da mulheres, foi esse o único olhar dado pelo Estado à condição da mulher que trabalha, em consonância com a ideologia da época, já discutida. Propõe-se a revisar a distância entre as expectativas de uma sociedade a ser protegida em determinados aspectos e as capacidades efetivas de se pôr em funcionamento essa proteção social. Traz uma discussão sobre a preocupação do Estado argentino com relação à saúde das mulheres, mais especificamente em relação a sua capacidade reprodutiva, que se mostra presente desde as últimas décadas do século XIX (Coni, 1892). As políticas de proteção às mães, sejam as concretizadas, sejam as propostas, tinham propósitos fundamentalmente populacionistas e eugenistas, no sentido de diminuir os altos índices de mortalidade infantil, de prevenir a “degeneração da raça” ou de dar uma resposta à queda da natalidade, numa tentativa de “biologização da maternidade” (Nari, 2004). Eram conjugadas com as políticas de reordenamento social, melhora das condições de vida dos setores populares e moraliza-ção da população.

Para dar conta disso, existiam dois cenários privilegiados para essa intervenção estatal: o trabalho feminino e o processo de gestação, parto e criação dos filhos. O primeiro era considerado uma ameaça para a capacidade física reprodutiva das mulheres, por atrapalhar seu desenvolvimento corporal, deformar seu organismo e diminuir a possibilidade de surgimento da gravidez e de sua conclusão a contento. Além disso, o fato de a mulher trabalhar impediria a amamentação e criaria um obstáculo à constituição da figura materna. Apesar de todos esses obstáculos, a crescente e inevitável incorporação das mulheres ao mercado de trabalho gerava consenso em relação à necessidade da criação de legislação específica para regulamentar o trabalho assalariado, no sentido de compatibilizar duas funções da mulher: a de trabalhadora e a de mãe. O texto discorre sobre a relação do Estado com os sindicatos, que nem sempre se deu de forma pacífica. Enquanto o primeiro começa a pensar na proteção da mãe trabalhadora, o outro trabalha no sentido de apoiar a mulher trabalhadora que pode mãe não só para promover a redução da mortalidade infantil, mas também para reduzir os altos índices de mortalidade materna (Nari, 2004).

As autoras discorrem sobre os momentos distintos vivenciados na Argentina e nos países europeus em relação às políticas de proteção das trabalhadoras na sua qualidade de mães ou de futuras mães, capítulo importante na construção das intervenções sociais dos Estados contemporâneos. Enquanto a Argentina organiza políticas sociais em torno de um modelo pró-maternidade, a Itália, a França e a Espanha estabelecem leis pró-natalistas, nas quais surgem iniciativas de penalização do aborto e dos métodos contraceptivos, censura na educação sexual, imposto especial para pessoas solteiras e políticas de estímulo, como prêmios para nupcialidade e natalidade, além de empréstimos e isenções tributárias para famílias numerosas (Bock, Thane, 1991). Na Argentina, o aborto e os métodos contraceptivos não são penalizados energicamente, nem são incorporadas à legislação medidas de estímulo à natalidade, apesar de ser esse o discurso. Em seu lugar, nos anos 1920 e 1930 foram criadas várias estratégias que tendem a proteger a família e a desvincular a mulher do mercado de trabalho.

Nesse momento, partindo de diferentes pressupostos, socialistas e católicos são apresentados diversos projetos legislativos que se propõem a reforçar as “condições de reprodução” consideradas o “pilar fundamental da sociedade”. Mulheres com o papel exclusivo de reprodutoras… Isso direciona a uma política de constituição de um salário para o homem que seja suficiente para o sustento de sua mulher e seus filhos, reforçando a estrutura patriarcal, fenômeno que se vê ainda presente nos dias de hoje, quando constatamos que, em muitos cargos, o salário dos homens se mostra maior do que o das mulheres e as mesmas são preteridas quando concorrem com os homens. Por outro lado, no sentido de proteger as mulheres e seus filhos, promove-se a organização de um sistema nacional de assistência sanitária e social materno-infantil, criação de inúmeras instituições para controlar a saúde dos cônjuges através de exames pré-nupciais, estímulo ao aleitamento materno, amparo às mães solteiras e crianças órfãs e impulsiona-se a educação de mulheres na “arte de ser mãe” (Marpons, abr. 1935). Essa não é uma prerrogativa da Argentina, visto que observamos movimentos semelhantes na base da organização de programas materno-infantis em diversas partes do mundo, seja por uma preocupação de aperfeiçoamento da raça ou para garantir a eficiência econômica do fator humano (como ocorreu na Alemanha, no Reino Unido ou nos EUA), seja pelo processo de diminuição dos índices de natalidade (ocorrido na França) ou por todos esses motivos somados (como ocorreu em alguns países latino-americanos, como no Chile – vanguarda em matéria de seguro social –, no Uruguai e no Brasil).

No Brasil, a Consolidação das Leis do Trabalho, em 1943, estabeleceu a impossibilidade de demissão de mulheres grávidas; proibiu seu trabalho seis semanas antes e seis semanas após o parto, com permanência de salário integral; regulamentou descansos para a amamentação e estimulou a criação de ambientes de lactação/amamentação dentro das fábricas, proposta malsucedida até os dias de hoje (Freire, 2009). O que fica claro é que as políticas sociais e sanitárias para mães e seus filhos na Argentina são fruto de uma conflituosa relação entre o Estado e as demandas provenientes de diversos grupos políticos, sociais e acadêmicos.

O capítulo também discute a criação da Caixa de Maternidade, em 1934, modelo de política de saúde que se propôs oferecer às trabalhadoras licença remunerada a partir das últimas quatro semanas de gestação até seis semanas após o parto, medida que encontrou dificuldades de concretização política, visto que se restringiu à cidade de Buenos Aires e arredores. Interessante notar que na atual legislação argentina pouca coisa foi modificada desde então, só tendo ocorrido uma pequena ampliação da licença para duas semanas antes do término da gestação e o direito de intervalo para amamentação (Castel, 2008). Também é discutido o seguro social de saúde advogado nos primeiros anos do peronismo. Para o modelo de Estado peronista “rende mais à sociedade uma mulher cuidando de sua casa e tendo filhos do que os valores econômicos que possa produzir num emprego” (Rodriguez, 1947, p.3). Esses conjuntos de medidas transformam a maternidade em veículo por meio do qual as mulheres são incorporadas à ordem política, em um momento carregado de tensões sociais, mas que permite a ampliação dos seus direitos sociais e políticos e culmina na obtenção de sua capacidade civil plena.

O terceiro e último capítulo, intitulado “Mães e filhos na órbita estatal”, tem como objetivo estudar a mudança de dois aspectos centrais das políticas assistenciais da Argentina na primeira metade do século XX: o deslocamento do olhar para o sujeito a ser protegido, que deixa de ser a criança para ser o binômio mãe-filho; e a mudança do ator principal na organização dessa assistência, que deixa de ser o setor privado e o poder municipal para ser centralizado pelo poder estatal, ultrapassando as políticas inicialmente criadas para a cidade de Buenos Aires, por meio de um processo lento e conflituoso no período do peronismo clássico. Isso representa uma mudança na forma de pensar as estratégias para resolução das preocupações demográficas e sociais, assegurando, entre outras medidas, modificações socioambientais através de políticas de higiene, sociais e educacionais. As autoras apresentam os diversos dispositivos públicos e privados criados ao longo do período, como, por exemplo, o Patronato da Infância (entidade filantrópica) e a Diretoria da Primeira Infância, vinculada ao Departamento Nacional de Higiene, com seus dispensários de lactantes, institutos de puericultura e centros sanitários de internação, oriundos do poder estatal, inicialmente em Buenos Aires. O sucesso obtido na capital federal na redução da mortalidade infantil é atribuído ao Estado, que passa a reclamar para si a organização da tutela de mães e filhos, mediante a regulação do trabalho feminino, seus processos de gestação, parturição e criação de seus filhos. Não devemos ignorar que a intenção de solucionar a “crise populacional” enfrentada pela Argentina foi o gancho para um projeto político muito mais ambicioso: dotar o Estado de uma organização centralizada e racional de assistência sanitária e social (Guy, 1998Scarzanella, 2003). Ao longo de todo o capítulo é apresentada de forma bastante detalhada uma série de leis, portarias e documentos que tentam organizar a rede de apoio social e à saúde da mulher e seu filho em território argentino, caracterizada por superposição de tarefas e jurisdições e por escassez de recursos financeiros e humanos.

Em suma, a relevância desse texto é iluminar um momento de configuração da história argentina, apagado pela “revolução libertadora”. Iniciado com o golpe de Estado em 1955, esse movimento tenta anular todos os vestígios do período peronista e se propõe a obscurecer todas as discussões técnicas e políticas da primeira metade do século XX. Inaugura uma política materno-infantil argentina ainda preocupada com questões demográficas e sociais, mas baseada em acordos e recomendações internacionais, como a Ata de Bogotá e a Carta de Punta del Leste, tornando invisível toda a complexa política materno-infantil articulada até aquele momento. Isso nos faz pensar que não somente os argentinos, mas muitos povos são vítimas dessa perda de memória, que não nos permite ver as semelhanças e diferenças do passado e do presente e nos faz viver progressos e retrocessos ao longo da história.

Referências

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Luciana Maria Borges da Matta Souza – Professora, Departamento de Pediatria/Universidade Estadual do Rio de Janeiro e do Curso de Medicina/Universidade Estácio de Sá (Unesa); coordenadora adjunta, Mestrado em Saúde da Família/Unesa. [email protected]

Salud, interculturalidad y derechos: claves para la reconstrucción del Sumak Kawsay-Buen Vivir – FERNÁNDEZ JUÁREZ (HCS-M)

FERNÁNDEZ JUÁREZ, Gerardo (Ed.). Salud, interculturalidad y derechos: claves para la reconstrucción del Sumak Kawsay-Buen Vivir. Quito: Ministerio de Salud Pública. 2010. 238p. Resenha de: LOZA, Carmen Beatriz. Las medicinas tradicionales en la encrucijada intercultural. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 22 n.1 Rio de Janeiro Jan./Mar. 2015.

Esta obra colectiva, compilada por el antropólogo español Gerardo Fernández Juárez (Universidad Castilla-La Mancha), es fruto de un seminario-taller interdisciplinario, celebrado en Quito del 10 al 13 de noviembre del 2009. Agrupa diferentes maneras de entender la interculturalidad y la salud materna desde la antropología y la biome-dicina. La reseña de esta obra tiene un doble propósito. Por un lado, presentar el contenido en sus grandes líneas, resaltando el discurso oficial de la interculturalidad en salud en la subregión andina con énfasis en el Ecuador, y por el otro, evidenciar divergencias de criterios acerca de su implementación.

La intención de los autores es presentar los avances y desafíos en la incorporación de los enfoques de derechos humanos, interculturalidad y género en las políticas y modelos de atención en salud materna. A esa exigencia se suma otra, que de alguna manera resume y potencia las anteriores: analizar las cuestiones pendientes y profundizar la discusión crítica entre ministros, operadores y decidores de las políticas acerca del tema de la Declaración de Quito (13 de noviembre de 2009). Se pretende, con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, reducir las tres cuartas partes de la mortalidad materna (considerando el período 1999-2015). El hilo rojo que recorre los 35 textos es la implementación de la interculturalidad y el uso político desde el Estado en el ámbito de la salud. En cada texto se puntualiza y redefine la interculturalidad de manera recurrente, debido al carácter escurridizo y opaco de este concepto. La primera parte se centra en los derechos humanos, salud intercultural y en “el Buen Vivir” (un concepto filosófico-andino, retomado por los gobiernos de Rafael Correa y Evo Morales, como principio rector de sus acciones políticas para el bienestar de la población). La segunda parte examina la interculturalidad, género y salud, mientras la tercera parte refiere a la pertinencia cultural de los servicios de salud reproductiva: normas, regulaciones y gestión de servicios. Todo ese conjunto temático tiene como destinatario potencial a los decidores de las políticas públicas en salud en la subregión andina, pues muchas de las narraciones provienen de los responsables de programas en actual aplicación. Además algunos de los autores han dirigido la sistematización de las siete mesas que generaron propuestas y recomendaciones específicas acerca de la normativa, formación de recursos, gestión de servicios entre otros. La obra puede ser útil para los investigadores en ciencias sociales y politólogos interesados en las formas que asume la interculturalidad como política de Estado. Las narrativas de estos decidores y estudiosos, próximos a la cooperación internacional y las instituciones de salud estatales, son una oportunidad única para escudriñar en su pensamiento. La obra ofrece los antecedentes académicos del 68% de los autores dejando a un 32% de lado de un total de 31 participantes, sin ofrecer mayores explicaciones. Utiliza como complemento un anexo de 21 fotografías de los participantes.

La política intercultural en salud, particularmente centrada en el cumplimiento de la Reforma Constitucional en Ecuador y Bolivia, ocupa la primera parte. Las contribuciones son de diversos autores: de Gerardo Fernández Juárez, Luís Fernando Calderón, Luis Enrique “Katsa” Cachiguanco, Luis Maldonado Ruiz, Amilcar Castañeda, José Solá y Fernando Ortega Pérez. Una apretada síntesis de Gerardo Fernández Juárez presenta las paradojas de la salud intercultural a tiempo de realizar un balance crítico de su implementación estatizada. Por otro lado, Luís Fernando Calderón da cuenta de la forma cómo la administración del presidente Rafael Correa está trabajando en el campo de la salud. Este autor, a partir de una visión dicotómica, amplifica los defectos y males que aquejaron la política de salud del Ecuador desde 1985 hasta 2007 y ensalza aquellas en vigencia. Para ello señala que el modelo biomédico occidental habría sido el único mientras que actualmente se adopta a las medicinas tradicionales y las alternativas. Menciona 17 experiencias locales para el fortalecimiento de las redes biomédicas con miras a la implementación del Modelo de Salud Familiar y Comunitario. Calderón silencia el funcionamiento de las experiencias hospitalarias locales, sus resultados y problemas, dejando abierta la exposición técnica a sus colegas. Ensalza la acreditación de los terapeutas tradicionales y vislumbra que en el futuro se trabajará en “procesos de validación de las terapias complementarias y alternativas para evitar la mala práctica y la superchería en su ejecución” (p.59). En su artículo no existen datos específicos acerca del destino exacto de las medidas tradicionales indígenas en todo el proceso de la instauración de la salud intercultural.

La institucionalización de los terapeutas tradicionales y su empoderamiento dentro de los hospitales es defendida por la mayoría de los autores. Empero, el médico salubrista ecuatoriano, José Sola, la cuestiona frontalmente al señalar que:

La presencia de los agentes tradicionales en las unidades públicas de salud, les lleva a un proceso de institucionalización con su consecuente integración al sistema formal y la subordinación a un conjunto de normativas y jerarquías que obscurecen su propio referente filosófico (atender enfermos y no tratar enfermedades) y que desnaturaliza su autonomía, pero sobre todo se resquebraja una práctica que es esencialmente comunitaria, con lo cual se anula su sentido de solidaridad, se debilitan las redes sociales de apoyo y se maltratan las formas locales de la reciprocidad (p.121).

Esta cita evidencia claramente que los sistemas médicos tradicionales están siendo cooptados y sub-alternizados. La prueba es que se da fe que en el altiplano boliviano de Patacamaya, en el 2009, los terapeutas tradicionales no recibían salario por sus servicios (p.218).

La segunda parte muestra un diálogo entre interculturalidad y género. Cuenta con la participación de Lilia Rodríguez, Rocío Roser, Katherine Chalá, Irma Bautista, Gloria Lagos Roberto Campos, Margarita Sáez, Mario Tavera, Nancy Millán, Mónica Yaksic, Marcos Paz, Zulema Gambirazio, Daniel González, Jorge Hermida, Genny Fuentes, Steven Harvey, Juana María Freire, Miriam Cornejo y Jannine Crespo. Desde los distintos textos se abordan cuestiones tan diversas acerca de los avances realizados 15 años después de la Conferencia del Cairo (1994) resaltando la participación del Ecuador. Destaca por su esfuerzo de síntesis el artículo de Margarita Sáez, quien sintetiza brevemente los avances chilenos en la construcción de una estrategia para la pertinencia cultural en la organización y provisión de servicios de salud y la complementariedad de servicios médicos. Según la autora, a pesar de la política intercultural, “[el] modelo médico sigue siendo occidental y el proceso de cambio cultural es incipiente” en los 25 servicios de salud intercultural chilenos (p.231). La autora no sólo ofrece indicadores del éxito de la implementación de estas medidas sino también refle-xiones e interrogantes que cuestionan la asimetría de las relaciones entre sistemas médicos, una vez incorporada la interculturalidad. Según sus palabras, “[la] tendencia es ‘integrar’ [el parto] a un modelo oficial, que aunque ‘abierto’ y respetuoso sigue siendo dominante” (p.230).

La tercera parte, la más pequeña, cuenta apenas con dos contribuciones: de Ariuma Kowii, sobre sexualidad en adolescentes y jóvenes kichwa de Otavalo, y de Soledad Varea sobre las voces de los adolescentes acerca del cuerpo maternal y la resistencia. La relevancia de la problemática radica en el uso de las historias de vida y el rastreo de la participación de la mujer en diversos aspectos de la política y cultura. Cierra esta obra la sistematización del trabajo de los talleres (p.365-387).

En suma, la obra, a pesar de ser demasiado ecléctica y dispersa, es un esfuerzo por dar cuenta de la implementación de la interculturalidad por la cooperación internacional para cambiar los sistemas de salud andinos. Llama la atención que esta obra, producida y publicada en Ecuador, no haya contado con el aporte de la Universidad Andina Simón Bolívar (Quito). Allí funciona un exitoso Programa de Doctorado en Estudios Culturales, el cual ha publicado abundante bibliografía sobre la interculturalidad, recuperando estratégicamente los aportes de la escuela de los estudios de la sub-alternidad de la India y de múltiples vertientes latinoamericanas de reflexión crítica sobre la colonización y la descolonización. Esta ausencia es aún más notoria, porque desde ese espacio académico son los indígenas, los ecuatorianos y los afro-descendientes quienes han asumido una reflexión sobre la realidad de su país. Téngase en cuenta que en Ecuador, la interculturalidad ha surgido “desde abajo”, reflexionando intensamente acerca del concepto andino de “el Buen Vivir” en numerosas publicaciones, todas ellas ignoradas en la bibliografía de la obra reseñada. Y llamo la atención sobre esto, porque fue desde esa Universidad que se ha visibilizado el funcionamiento del multiculturalismo neoliberal y nada menos que un mecanismo encubridor por excelencia de las nuevas formas de colonización que se implementa gracias a la interculturalidad funcional, cuyos dispositivos de poder permiten la permanencia y fortalecimiento de las estructuras sociales establecidas con una matriz colonial (Walsh, 2009). Por ejemplo, como lo menciona la obra incidentalmente, el sistema de salud boliviano intercultural no asume la necesidad de que los médicos tradicionales incorporados en los hospitales gocen de derechos laborales y salarios. Muchos biomédicos todavía quieren que los pagos sean en especies (huevos, gallinas o cerdos), pero de ningún modo en salario digno. Este tema de inequidad salarial y de injusticia ha movilizado, desde el 2006 hasta la fecha, a las instituciones no oficiales de la medicina tradicional sin conseguir mayores avances.

La interculturalidad en salud en Bolivia fue impuesta “desde arriba” y tiene un desarrollo independiente, de tal suerte que no compartimos el punto de vista del editor. Él asume una continuidad histórica entre las “iniciativas” interculturales actuales y las supuestas acciones de los terapeutas tradicionales y sus organizaciones por establecer un acercamiento con el sistema biomédico para el reconocimiento que estaba en poder de estos últimos (p.24). Subrayamos que no sólo se trata de procesos históricos totalmente distintos temporalmente, sino que responden a proyectos conceptualmente diferentes. Los terapeutas tradicionales entre 1960 hasta 2005 actuaban en pleno proceso de despenalización de su práctica, mientras que hoy en día se apoyan en el respaldo constitucional. A pesar de ello, el discurso del fortalecimiento de la medicina tradicional por el Estado no deja de ser un mero enunciado, pues en la práctica se toman medidas que van en sentido contrario. Por ejemplo, en Bolivia, gracias a las compensaciones monetarias condicionadas (Bono Madre Niño-Niña Juana Azurduy de Padilla) se restringe a las parteras tradicionales a ejercer su práctica porque se cuestiona su calificación; ellas no pueden competir con los biomédicos asegurando el certificado de nacimiento del recién nacido, menos compensar a la madre con un monto de dinero desde el embarazo hasta el parto y desde el nacimiento del bebé hasta que cumpla 2 años. Lo paradójico es que a pesar de estas medidas, la mortalidad materna en Bolivia no ha descendido (Prieto, Cid, 2010Bolivia, 2008).

Apoyada en documentación histórica, aclaro que las dirigencias de la Sociedad Boliviana de Medicina Tradicional (SOBOMETRA) en ningún momento “menospreciaban su propio patrimonio” ceremonial (p.40), tal como lo afirma el editor. Esta antigua institución trabajó incansablemente por la defensa de numerosos sitios sagrados de curación en el altiplano y ciudades de La Paz cuando existía penalidad. Muchos espacios ceremoniales estaban prohibidos para los terapeutas tradicionales hasta 1978, pero SOBOMETRA y sus dirigentes los ocuparon. Basta mencionar las primeras ceremonias del solsticio de invierno en el área arqueológica de Tiwanaku bajo control policial (1978), las ceremonias públicas de Huaraku (1984) y Corazón de Jesús (1985), entre otras muchas celebradas en diversos sitios emblemáticos de La Paz. Las garantías escritas de lo afirmado se encuentran en la correspondencia recibida por el Ministerio de Previsión Social y Salud Pública, la Prefectura de La Paz y la Alcaldía de La Paz, pero, sobre todo, sustento mi afirmación en el archivo fotográfico privado del presidente vitalicio de SOBOMETRA, Walter Álvarez Quispe.

Si se continúa disociando teoría y práctica intercultural desde los Estados se producirá un efecto contrario al perseguido: reducir las inequidades y potenciar una salud de calidad para todos los ciudadanos en igualdad de condiciones. Por el momento, todo parece indicar que la asimetría entre biomedicina y medicina tradicional está siendo exacerbada en la implementación de medidas que crean contrasentidos en la subregión andina.

Referências

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WALSH, Catherine. Interculturalidad, estado, sociedad, luchas (de) coloniales de nuestra época. Quito: Universidad Andina Simón Bolívar. 2009. [ Links ]

Carmen Beatriz Loza – Directora de investigación, Instituto Boliviano de Medicina Tradicional Kallawaya. [email protected]

 

 

O lugar da diferença no currículo de educação em direitos humanos – RAMOS (HCS-M)

RAMOS, Aura Helena. O lugar da diferença no currículo de educação em direitos humanos. Rio de Janeiro: Quartet,2011. 195pp. Resenha de: COSTA, Hugo Heleno Camilo. Um convite ao lugar da diferença no currículo de educação em direitos humanos. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 21 n.2 Apr./June 2014.

Inicio este texto com a ideia derridiana de disseminação. Para o filósofo franco-argelino (Derrida, 2001), a disseminação, diferentemente da polissemia, produz uma infinidade de sentidos, tornando impossível o acesso à origem do pensamento, do conhecimento. Essa concepção é um convite que a produção derridiana nos faz para pensar os desdobramentos generativos da interpretação, e é com essa deixa que, neste breve texto, convido à leitura do disseminador livro O lugar da diferença no currículo de educação em direitos humanos, de Aura Helena Ramos.

A dívida assumida ao ler/resenhar um livro é impagável e sempre uma injustiça, porque há, de praxe, traição interpretativa, violência para com discussões singulares e importantes, que são muitas ao longo do livro e que não cabem neste contexto. Defender uma vigilância na leitura/apresentação do texto, ou um melindre para com esta resenha, é, entretanto, tão importante quanto desnecessário, porque é impossível a precisão total, o controle absoluto sobre o entendimento do leitor deste texto, que já é uma supervisão. Dominar o pensamento da autora é a impossibilidade que nos cabe. Estar na interlocução, por meio da leitura do livro, é, de todas as maneiras, a possibilidade parcial que o papel de leitor viabiliza.

Meu convite se dá, então, na interpretação de que o livro em questão é um trabalho com potência para disseminar novos sentidos no âmbito das discussões sobre currículo para a Educação em Direitos Humanos (EDH) e, em seu dinamismo, instabilizar muitas questões que, frequentemente, tendem a ser supostas como fundamentais. Termos como o humano, diversidade, igualdade e direito, perdem, pelo trabalho de Aura Ramos, seu status de pressupostos e são submetidos à crítica pós-estrutural e pós-fundacional a partir de um olhar atento à diferença.

Assumindo como problemática central a necessidade de uma reconceptualização do que se entende por “direitos humanos” e, especificamente, EDH, a autora se volta para a necessidade de operar uma densa discussão no campo em foco a partir dos estudos da diferença. Uma leitura de diferença como produção discursiva, produção cultural, como enunciação. Leitura que, articulada pela autora no campo discursivo da EDH, lhe permite defender tais direitos como não estando fixados em seus sentidos, como não sendo objetos de conhecimento a difundir nas escolas, mas como produção diferencial escolar.

Para Ramos, mais importante e produtivo do que pensar a EDH de um ponto de vista normativo e de regulamentação da vida escolar, é operar com a leitura de que se constitui em experiência a ser construída, uma ética própria a ser performada, produzida, desenvolvida na relação com a diferença, com o outro. Isto é, assumir o conflito e a assimetria como meio de também enfatizar a dimensão política que caracteriza a vida social e oportuniza a circulação de sentidos provisórios.

Para a defesa de uma ética da diferença no currículo para a EDH, Aura Ramos empreende uma escavação nos pressupostos que dão base às discussões sobre o tema. A autora se volta para as construções discursivas nas políticas sobre EDH instalando um constrangimento no caráter de verdade última a que se pretendem as visões críticas e liberais, que colonizam as discussões sobre direitos humanos. Dessa forma, longe de pretender colaborar para a manutenção de tais verdades, assume um exercício de desconstrução dos discursos modernos, dos quais derivam diferentes visões a respeito desse tema.

Em seu trabalho de crítica ao embasamento moderno das discussões em torno dos direitos humanos, Ramos focaliza os discursos liberal e crítico, chamando a atenção para o fato de que, embora também se desenhem como críticas aos princípios e valores modernos e se oponham entre si, não deixam de operar no mesmo registro e de aspirar à condição de verdades inquestionáveis. Tais construções, segundo a autora, favorecem uma perspectiva violenta para com sua leitura de cultura e diferença, constituindo-se em críticas que tendem a suavizar o conflito, o dissenso, a relação com o outro, a produção cultural híbrida que compõe o currículo para a EDH.

Sem negligenciar um interessante diálogo sobre cultura e globalização, com autores como Vera Candau e Boaventura de Souza Santos, Ramos parte de uma afirmação radical da diferença, apoiando-se, para isso, nos estudos pós-críticos de Bhabha, Laclau e Mouffe. Com base nas perspectivas teóricas desses autores, vai focalizar o significante/nome vazio “direitos humanos” a partir das ideias de “universal” e “igualdade”, que tendem a favorecer a subordinação do “outro”, impondo-lhe o “mesmo” como condição para ser. Dito de outra forma, a autora busca pensar as ideias mencionadas em suas potencialidades de se constituir como padrões e verdades. E, como decorrência de tal construção universal, focaliza a tensão entre “igualdade” e “diferença” no âmbito escolar. Tensão que coloca a escola como lugar privilegiado para a socialização dos saberes elaborados, considerados universais, cuja finalidade seria a formação do cidadão, que, uma vez alcançada, levaria à igualdade social, à justiça social. É justamente na universalização de um modelo de cidadão, de humano, e, portanto, de educação, de valor, que se configura o alvo das críticas na obra de Ramos.

Em seu ritmo, a autora analisa os diferentes sentidos atribuídos à expressão “direitos humanos”, chamando a atenção para o conflito em torno de sua significação. Para isso, retoma marcos das discussões de um contexto social mais amplo, atentando para questões como a globalização e a atuação da Organização das Nações Unidas (ONU), através da difusão da Declaração Universal dos Direitos Humanos, na tentativa de estabilização de uma visão universal de direitos humanos. Focaliza também, produções acadêmicas que tratam do tema, bem como lança mão de textos de entrevistas realizadas com lideranças nacionais que atuaram na produção de documentos de grande repercussão na definição de políticas de currículo para a EDH, tais como o Plano Nacional de Educação em Direitos Humanos (Brasil, 2003) e Subsídios para a elaboração das diretrizes gerais da Educação em Direitos Humanos (Dias, Nader, Silveira, 2007).

Tendo em vista tais documentos e pautada na teorização de Laclau e Mouffe, Aura Ramos propõe pensarmos as diferentes leituras que perpassam a denominação direitos humanos no cenário dos conflitos em prol da hegemonização de sentidos, de ideias. Conflitos que, para a autora, não devem ser entendidos nos termos de um “etapismo” histórico-social, mas como movimentos que, em cada contexto específico, produzem sentidos e fixam significados provisórios e contingentes. Com base nessa discussão, a autora pondera que não há um fechamento, ou significado, último em torno desse conflito, mas somente a produção de consensos conflituosos entre diferenças, entre diferentes demandas sociais.

Como via de acesso à parte de tais conflitos, ou consensos conflituosos, que marcam a produção das políticas de currículo para EDH, a autora chama a atenção para os processos de identificação e constituição dos grupos, compreendidos como elementos de uma comunidade política, que atuam no contexto de produção dos textos curriculares de EDH. A preocupação de Ramos, no que diz respeito aos fazeres de tais grupos, não está em destacar e culpar os atores envolvidos, mas em compreender as marcas de discursos, as tentativas de representação, que são provisoriamente constituídas nos documentos produzidos.

Trata-se, em sua opinião, de interpretar tais construções textuais para além de asserções objetivas, da superficialidade do que se coloca como pleito. Segundo Ramos, na abordagem aos textos da política, importa entendê-los como resultados contingentes das tensões entre distintos projetos envolvidos na política. Isso é conceber a produção da política como embate, negociação e hibridismo de sentidos, levando à hegemonização de verdades, presenças, ausências e silenciamentos.

Destaca-se, em termos de organização metodológica, a apropriação da teoria do ciclo de políticas de Stephen Ball, com vistas a pensar a produção da política como não detentora de uma gênese, um espaço originário, mas como uma produção textual discursiva contínua, que se dá no hibridismo de diferentes sentidos, no entrelaçamento de muitas verdades tramadas na política. Sentidos e verdades que circulam tanto em um cenário social mais amplo como naqueles que, em linhas gerais, se poderiam dizer mais restritos ou associados ao campo da educação.

Como resultado de seu trabalho de análise, Ramos propõe pensarmos “direitos humanos” como um significante vazio. Um significante, um nome, disputado em sua significação por diferentes grupos e que se desdobra para a/na escola com toda a sua rasurada significação, sendo ressignificado também na própria escola. A autora ressalta, como uma problemática, o desenvolvimento de tal conflito no campo discursivo da modernidade, no qual estão em confronto os discursos liberal e crítico, que se destacam em construções jurídico-políticas projetadas, marcadamente, por um viés universalista associado às perspectivas modernas.

Chama a atenção também para os deslizamentos de sentidos, no campo da corrente crítica, que tendem, na atualidade, a produzir sentidos híbridos, associados à discussão da diferença. O que, segundo a autora, tende a sustentar uma leitura de diferença nos termos da diversidade/pluralidade, cuja pretensão está na hegemonização das ideias de convivência multicultural e tolerância. A esse respeito, Ramos coloca sua crítica argumentando sobre a permanência da cultura como objeto de conhecimento, como repertório de sentidos a ser partilhados nas escolas.

Para Ramos, no âmbito das discussões sobre a EDH, a saída via a tolerância mantém a estratégia moderna de universalização de valores particulares que nada mais são do que uma visão particular que, entre tantas outras, foi universalizada. Um universal que não é considerado verdade a ser ensinada nas escolas, algo capaz de suplantar, negligenciar ou minimizar, a diferença, o local. Justamente por não considerar tal pretensão universal como uma totalidade fixa, mas mantida por muitas articulações, a autora vai chamar a atenção, a partir de Mouffe e Bhabha, para o fato de que, além dos binarismos (liberal e crítico), o ímpeto discursivo colonial, ou seja, toda tentativa de colonização do outro, precisa negociar seu reconhecimento com a diferença, com o particular.

No entanto, apesar da consideração acima, a autora não supõe que a negociação com a diferença seja capaz de anestesiar os discursos modernos universalizados. Antes, chama a atenção para a importância de que sejam problematizadas, no âmbito do próprio discurso moderno, ideias como autonomia e diálogo, uma vez que tendem a ser pensadas a partir de decisões já tomadas, de verdades já estabelecidas. Portanto, “uma” autonomia e “um” diálogo controlados, circunscritos ao terreno das verdades modernas.

Para a autora, ainda é novo o campo de investigação em EDH e significativamente (ainda) pensado nos marcos da modernidade. Pensar os direitos humanos a partir da afirmação da diferença e não da universalidade de valores é o cerne do trabalho de Aura Ramos, desenhado como uma proposta de “abordagem agonística”, expressão cunhada nas discussões de Chantal Mouffe e que supõe a negociação contínua com o outro. Uma proposta de “diálogo e consenso conflituosos” que, segundo a autora, reiteram a provisoriedade e contingência da política, da democracia. Um diálogo que não pretende estabelecer um último vencedor, mas favorecer políticas culturais que ampliem os espaços de negociação com a diferença, que preserve a interpretação do outro, que conceba a diferença como constitutiva e inerradicável do social.

Concluo pontuando o livro de Aura Ramos como uma grande contribuição à investigação em EDH. Argumento que a singularidade de sua produção consiste, também, no convite a um recuo estratégico na relação com o modo como são pensadas as justificativas, prioridades e metas para a educação em direitos humanos. Em seu trabalho investigativo, a autora provoca uma fratura no piso em que são assentadas as propostas no campo. Uma crítica severa aos significativos movimentos políticos/discursivos que tendem a assumir como problema os meios para a efetivação de ideais acertados pela modernidade, tanto por intermédio de perspectivas liberais, como críticas. O trabalho de Ramos vem de encontro à efervescência dos movimentos em prol da difusão de valores universais, tidos como absolutos e fundamentais ao social, à educação. Valores que, pretendidos à universalidade, tendem a ser incorporados ao campo da educação sem as devidas críticas e preocupações com a originalidade do local, da escola, da diferença. É na atenção para com essas dinâmicas que reside o convite da obra de Aura Ramos. Um convite a que desloquemos o olhar moderno sobre o humano e seus direitos (na educação), para pensar nos termos do direito humano à diferença.

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Hugo Heleno Camilo Costa – Professor, Faculdade e Programa de Pós-graduação em Educação/Universidade do Estado do Rio de Janeiro. E-mail: [email protected]

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Charles Frederick Hartt, um naturalista no império de Pedro II – FREITAS (HCSM)

FREITAS, Marcus Vinicius de. Charles Frederick Hartt, um naturalista no império de Pedro II. Belo Horizonte: Editora UFMG, 2002. 282p. Resenha de: TEIXEIRA, Karoline viana. Charles Frederick Hartt: romântico por formação e realista por profissão. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 21 n.2 Apr./June 2014.

Nos últimos anos, pesquisadores de diversas áreas têm-se dedicado à temática dos viajantes naturalistas que esquadrinharam o Brasil ao longo do século XIX. Desde o fim do exclusivismo português, a ex-colônia tornou-se destino estratégico não só para o comércio internacional, cioso de novos mercados, como também para academias e centros de saber que para cá enviavam seus representantes a fim de pesquisar biomas, fauna, flora e minerais até então vedados ao olhar estrangeiro. Um deles foi o geólogo americano Charles Frederick Hartt (1840-1878), cuja trajetória relevante, porém pouco conhecida, é abordada pelo estudo de Marcus Vinicius de Freitas.

Fruto de sua tese de doutorado junto ao Departamento de Estudos Portugueses e Brasileiros da Brown University, o livro analisa as incursões de Hartt no território brasileiro – como assistente de Louis Agassiz na Expedição Thayer; em duas viagens por conta própria, como membro da Expedição Morgan; e, por fim, a convite do Império brasileiro para chefiar a Comissão Geológica. Apesar da pretensão de implantar aqui um serviço de estudos geológicos, esta última comissão foi abreviada por questões políticas e pela morte prematura de Hartt, vítima de febre amarela no Rio de Janeiro. O americano dedicou 13 dos seus 38 anos de vida aos estudos do Brasil, abordando a formação geológica da América do Sul, como também aspectos da etnografia indígena, plantas e animais tropicais, língua tupi, entre outros.

Karen Lisboa (1997) define a viagem científica empreendida no século XIX como uma etapa do processo do conhecimento norteado por um “projeto ilustrado”, em que a atração pelo exótico, a pesquisa naturalista e o gosto pela errância se coadunam com interesses de esfera pública, como o desenvolvimento da ciência, a formação de coleções para museus de história natural e a investigação de recursos potencialmente exploráveis. Hartt vem pela primeira vez ao Brasil em 1865, na fase áurea do Segundo Reinado. O momento de estabilidade política e pujança econômica permitiram a arregimentação de forças em torno de um projeto ideológico de nação. A busca de uma origem indigenista, o estabelecimento de uma imagem harmônica para um país neófito permeado por contradições e o incentivo a instituições científicas e literárias foram balizadores importantes para os naturalistas estrangeiros que vieram para o Brasil nesse período.

Nomes como Eschwege, Martius, Spix, Saint-Hilaire, Agassiz e o próprio Hartt – este em certa medida, como o estudo busca demonstrar –, imbuídos de uma formação idealista que percebia a história natural como uma teologia natural, contribuíram para dar uma feição eminentemente romântica às ciências naturais aqui praticadas. A acepção do romantismo nesse caso vai além de um estilo literário, tratando-se antes de uma visão de mundo estruturante para uma nação que buscava se firmar como um império nos trópicos. Assim, como afirma o autor, “num momento em que uma visão racional e desencantada da natureza se afirmava mundo afora, sobretudo através da revolução darwinista, as ciências naturais ganham impulso na Brasil através de um estatuto romântico, através de uma visão teológica e finalista da natureza” (p.38).

O livro problematiza as matrizes ideológicas de Hartt e a importância do seu legado para a institucionalização das ciências no Brasil. Com texto fluente, que articula fontes escritas e imagéticas de arquivos do Brasil e dos EUA, o trabalho combina capítulos temáticos com uma narrativa cronológica, permitindo a condução de análises e digressões na descrição da trajetória intelectual do naturalista. Após contextualizar no primeiro capítulo o momento social e político acima citado, Marcus Vinicius de Freitas aborda a formação de um naturalista no período – levando em conta as especificidades do meio intelectual norte-americano, uma ex-colônia como o Brasil que à época sequer completara o centenário de independência. O autor faz ainda um paralelo entre as políticas de incentivo cultural e acadêmico no Brasil e nos EUA.

O terceiro capítulo investiga o estatuto dos textos produzidos por Hartt, localizando sua escrita e suas análises do Brasil em uma zona de transição entre as matrizes intelectuais dos fatalistas (entre eles seu mentor, Louis Agassiz) e dos evolucionistas (no esteio do inovador A origem das espécies, de Charles Darwin), tornando Hartt “o último representante de um certo tipo de naturalistas viajantes, e um dos primeiros cientistas da nova estirpe” (p.98). Ainda que com menor fôlego, o quarto capítulo volta-se para a análise do legado pictórico do naturalista, retomando o ritmo nos capítulos finais sobre o estudo das comunidades indígenas e a relação de Hartt com as instituições científicas brasileiras, ao assumir a Seção de Geologia do Museu Nacional em sua derradeira incursão ao Brasil.

A principal conclusão desse estudo é que a obra de Hartt transita entre as duas principais correntes intelectuais do século XIX, no livro personificadas por Agassiz e Darwin. O primeiro era o expoente da tradição romântica nas ciências naturais, que percebia cada espécie viva como uma criação única, sem elos entre si, cujo eventual desaparecimento só poderia ser explicado pela ocorrência de desastres naturais, definidos pelo plano geral da criação. Darwin, por sua vez, percebia a natureza sob um sentido evolutivo, em que os seres passam por processos de transformação e adaptação para sobreviver ao meio, determinando, assim, o surgimento ou o desaparecimento de espécies. Tais modificações não seriam, portanto, comandadas por um desígnio divino, mas seriam parte constituinte da dinâmica da vida na Terra. A própria Expedição Thayer, que permitiu o primeiro contato de Hartt com o Brasil, está no cerne da disputa entre catastrofistas e evolucionistas. Assim como outros cientistas buscavam provas para corroborar a tese evolutiva, Agassiz buscava comprovar a ocorrência de drifts nas formações geológicas brasileiras para suportar sua tese, o que posteriormente se mostrou equivocado.

Hoje sabemos qual concepção prevaleceu, mas é preciso atentar para o fato de que a ciência, em seu “fazer-se”, configura-se em um campo de incertezas, o que torna Hartt um “romântico por formação e realista por profissão”, segundo o autor. Apesar de reconhecer que o campo intelectual na segunda metade do século XIX ainda não era bem delimitado e que as ciências naturais sofriam a influência de outras searas, como a história e a literatura, Freitas constrói sua argumentação de forma anacrônica em vários momentos, como se a corrente catastrofista fosse menos “científica” que a evolucionista, quando na verdade se tratava de matrizes intelectuais distintas e, à época, igualmente válidas. Isso faz com que o autor apresente Hartt como alguém influenciado por uma teoria já defasada na origem, que, mesmo percebendo a falta de evidências sobre a ocorrência de drifts, não conseguia desvencilhar-se completamente da ligação intelectual e pessoal com seu mentor, Agassiz.

É pelo mesmo motivo que o autor adota um tom lamentoso ao analisar a principal obra de Hartt, Geologia e geografia física do Brasil. Ao identificar ali a presença de elementos romantizados, típicos de um relato de viagem, Freitas afirma que tal forma narrativa “encontra-se plenamente justificada na tradição de textos da qual o autor tende a se afastar, mas à qual ainda está ligado de forma indelével” (p.87), como se isso fosse um demérito para seu estudo. Mesmo admitindo que não se pode falar de uma precedência entre ficcionistas e não ficcionistas, é recorrente a visão de que a obra de Hartt não alcançaria a plenitude de um texto científico por conta da formação equivocada do geólogo. É como se ele cobrasse de Hartt uma postura que para nós só é possível diante do distanciamento temporal, fazendo com que seus argumentos se tornem contraditórios diante da tese que defende. Seria de bom alvitre que o autor procedesse a uma revisão desses trechos à luz da historiografia atual, a fim de eliminar tais contradições e preservar a grandeza das contribuições que esse estudo oferece ao leitor.

Referências

LISBOA, Karen Macknow. A Nova Atlântida de Spix e Martius: natureza e civilização na Viagem pelo Brasil (1817-1820). São Paulo: Hucitec. 1997. [ Links ]

Karoline Viana Teixeira – Doutoranda, Programa de Pós-Graduação em História/Universidade Federal do Ceará. [email protected]

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Políticas e sistema de saúde no Brasil – GIOVANELLA (HCS-M)

GIOVANELLA, Ligiaet al, Org. Políticas e sistema de saúde no Brasil. 2.ed. revista e ampliada. Editora Fiocruz; Centro Brasileiro de Estudos de Saúde, Rio de Janeiro, 2012. 1100p. Resenha de: OLIVEIRA, Suelen Carlos de. A consolidação de uma nova referência em saúde coletiva. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 21 n.2 Apr./June 2014.

A primeira edição do livro Políticas e sistema de saúde no Brasil, publicada em 2008, apesar de obra recente, tornou-se uma construção única e de referência para as principais instituições brasileiras de ensino de graduação e pós-graduação em ciências sociais e da saúde. A segunda edição do livro, recém-lançada, é fruto de um importante esforço dos organizadores e autores e resultou de processo exaustivo de consulta, análise, sistematização, revisão e atualização.

Lançado pela Editora Fiocruz em parceria com o Centro Brasileiro de Estudos de Saúde (Cebes), o livro tem estrutura abrangente e bem articulada, cobrindo aspectos gerais das políticas e dos sistemas de saúde e detalhando aspectos específicos do campo. Com o objetivo de manter a leitura didática e interativa com o leitor, a estrutura dos capítulos aborda a conceituação do tema discutido, uma sucinta referência histórica internacional e nacional e uma caracterização do assunto no contexto brasileiro. As questões para refletir e a recomendação de leituras, já incorporadas desde a primeira edição, possibilitam o aprofundamento e auxiliam os alunos na compreensão e apreensão dos conteúdos apresentados no livro. Dessa forma, o texto atende às demandas de diversos públicos interessados nas principais discussões da saúde coletiva, como estudantes, docentes, gestores, profissionais de saúde, pesquisadores, sendo também uma leitura agradável aos não especialistas da área.

A segunda edição provê a revisão e atualização de todos os capítulos que já compunham a primeira edição e incorpora outras importantes e atuais temáticas presentes na agenda da saúde: gênero, violência e meio ambiente. Com estrutura idêntica à da primeira versão e densas 1.100 páginas, a obra é organizada em cinco partes e composta por 35 capítulos elaborados por especialistas com vasta experiência nos temas abordados.

A primeira parte, “Proteção social, políticas e determinantes de saúde”, contextualiza a proteção social em saúde, a análise de políticas, os determinantes sociais, as desigualdades e as condições de saúde da população brasileira. Os primeiros capítulos dessa parte destacam o desenvolvimento histórico da proteção social e da cidadania, abordando a dinâmica de formação e gestão das políticas sociais e, mais especificamente, da política de saúde, além de introduzir a discussão sobre análise de políticas de saúde a partir do referencial de análise das políticas públicas, em especial o ciclo de políticas. Os sistemas de saúde, seus componentes, origens e dinâmica são abordados em capítulo específico de forma clara e sistemática. Outro tema discutido é a história dos modelos de causalidade e de intervenção sobre o processo saúde/doença, as abordagens dos determinantes sociais da saúde e da promoção da saúde, como busca de um novo paradigma. O capítulo “Condições de saúde da população brasileira” parte de uma visão epidemiológica e sociológica das mudanças ocorridas historicamente na sociedade brasileira, entendendo que resultam de “um conjunto amplo e complexo de fatores relacionados com o modo como as pessoas vivem” (p.143). Para finalizar a seção, os determinantes e as desigualdades sociais no acesso e na utilização de serviços de saúde são discutidos na perspectiva da equidade e da construção de sistemas públicos universais de saúde.

A segunda parte, “Saúde como setor da atividade econômica”, aborda o setor como importante componente da economia, englobando o complexo industrial da saúde, a área de ciência, tecnologia e pesquisa, e o trabalho e emprego em saúde. O Complexo Industrial da Saúde (Ceis) é analisado em relação com o desenvolvimento, a partir de uma perspectiva que articula as questões e os interesses sanitários e os econômicos. Além disso, são discutidas a dinâmica e a agenda da inovação em saúde no Brasil e os principais desafios do Ceis. A agenda do setor saúde incorporou também o debate do desenvolvimento da ciência e tecnologia, especialmente nas últimas décadas do século XX, momento no qual as pesquisas científicas e tecnológicas ganham terreno, trazendo assim uma ampliação desses temas em várias dimensões, incluídas as políticas e econômicas, em uma análise apresentada em capítulo específico. Ainda discutindo a saúde como setor econômico, o mercado de trabalho e o emprego em saúde são examinados nas esferas pública e privada de forma conjunta e complementar.

A história e a atual configuração do sistema de saúde brasileiro, contemplando o histórico das políticas de saúde no Brasil, a constituição do Sistema Único de Saúde (SUS) e os componentes relacionados com financiamento e com planos e seguros privados, são discutidas na terceira parte, “Sistema de saúde brasileiro: história e configuração atual”. Nela, é possível compreender de maneira plena, e minuciosamente descrita, o desenvolvimento das políticas de saúde no Brasil e contextualizar as transformações das práticas médicas e de saúde pública ao longo das décadas. Além disso, são tratadas de forma clara e crítica as análises dos principais componentes do SUS, como seus princípios, diretrizes, regulação e configuração institucional. O capítulo sobre financiamento e alocação de recursos na saúde permite uma leitura exemplarmente fluida e envolvente em assuntos comumente complexos e de difícil compreensão. Análises sobre as especificidades de um mercado de planos e seguros de saúde privados em plena expansão, a regulação implementada e o papel da Agência Nacional de Saúde Suplementar dão o tom final à seção. As diversas abordagens dos capítulos dessa parte demonstram os avanços, especificidades, impasses e desafios de um sistema público universal ainda em plena construção.

A parte que se sucede possibilita a discussão sobre os modelos de atenção à saúde no Brasil, além de especificar os principais setores da atenção, incluindo os cuidados individuais e as ações coletivas. A complexidade do desenho organizativo da atenção à saúde se desvela e é esmiuçada nas suas diversas partes constitutivas, iniciando-se no debate da atenção primária em torno da redefinição do modelo de atenção, com a introdução da Estratégia de Saúde da Família. Na seção ainda é abordada a atenção ambulatorial especializada com dados da estrutura da oferta da atenção especializada de média e alta complexidade e hospitalar baseada em sua evolução histórica e suas tendências atuais. As políticas de atenção às saúdes bucal e mental destacam o contexto nacional e internacional desses componentes, o que pode ser observado também nos assuntos tratados em cada capítulo do livro. A partir daí, o capítulo dedicado à assistência farmacêutica volta a articular desenvolvimento e saúde e amplia o espaço de discussão sobre a política de medicamentos no Brasil e a implantação dos acordos internacionais. Encerrando essa parte, são apresentados os principais componentes da vigilância em saúde, destacando as vigilâncias epidemiológica e sanitária. A vigilância epidemiológica sintetiza os aspectos históricos e a conformação do sistema de vigilância no contexto epidemiológico brasileiro, dando especial atenção aos sistemas de informação e às perspectivas desta área no SUS. O capítulo sobre vigilância sanitária, trabalhada sob o ponto de vista da promoção e proteção da saúde, oferece a compreensão da formação histórica, a conceituação de riscos, a regulação, o papel e as competências da Agência Nacional de Vigilância Sanitária, os principais campos de atuação, além dos desafios a enfrentar na área.

Ousado e criativo, o livro traz à luz debates sobre “Temas relevantes em políticas e sistemas de saúde”, sua quinta parte, cujos 12 capítulos agregam diversas temáticas atuais com linguagem clara e acessível aos diferentes públicos visados pela publicação. Introduzindo essa parte, o debate sobre bioética na atualidade, as reformas de sistemas de saúde em perspectiva internacional a partir dos anos 1980 e as políticas sociais no contexto latino-americano recebem cada qual um capítulo específico. Do mesmo modo, os capítulos sobre a formação superior dos profissionais de saúde e sobre a regionalização da saúde no Brasil trazem abordagens relativas às concepções que norteiam os temas e sua importância para a consolidação do SUS. O capítulo sobre a participação social aprofunda e amplia o debate sobre o reconhecimento e a legitimidade das instâncias participativas no espaço democrático, assim como os avanços e os desafios para a construção e a articulação de agendas de interesses gerais e específicos. As formas de cuidar em saúde são o fio condutor para o debate no capítulo sobre o cuidado continuado. As análises sobre os contextos nacional e internacional de temas como políticas de atenção em aids, saúde dos povos indígenas e políticas de saúde integral da mulher e direitos sexuais e reprodutivos descortinam panoramas de políticas específicas e debatem importantes questões relacionadas às minorias. Este último tema, incorporado à segunda edição do livro, discute as políticas governamentais formuladas nos últimos anos para a saúde da população feminina e a evolução da temática dos direitos sexuais e reprodutivos. Tomando como referencial a complexidade da saúde da população feminina, a autora Ana Maria Costa discute como a inserção social e cultural das mulheres na sociedade repercute sobre a saúde. Outro capítulo incluído na segunda edição, e elaborado por Maria Cecília Minayo, desenvolve o impacto da violência no setor saúde abordando os processos sócio-históricos e culturais para a compreensão dessa temática, analisa as principais causas externas de morbimortalidade da população brasileira e examina a formulação de políticas de enfrentamento do problema. Para finalizar o livro, Ana Tambellini e Ary Miranda, no capítulo sobre saúde e meio ambiente, abordam três elementos complexos e inter-relacionados: o desenvolvimento, tomado como um processo econômico e social; o ambiente, tomado como sistema socioecológico; a saúde humana, tomada em sua expressão coletiva. Os autores analisam os liames entre desenvolvimento, ambiente, e saúde, discutindo as estruturas, os processos críticos e as dinâmicas próprias que configuram diferentes perfis de saúde nas distintas populações.

De leitura fácil e envolvente, e com organização didática, o livro introduz o aluno de graduação ao SUS e às principais temáticas da saúde. Em minha atuação como docente em disciplinas de saúde coletiva, observo na prática o importante subsídio que a publicação fornece ao ensino na área. Possibilita que o discente de graduação e pós-graduação reflita sobre os principais impasses e desafios da saúde coletiva e o docente tenha informações amplas e abrangentes das temáticas discutidas. Em suma, o livro discute a partir de uma proposta vasta, e bastante detalhada, os principais assuntos no campo da saúde coletiva concernentes a políticas e sistemas de saúde. Esse foi, aliás, um compromisso mantido pelos autores e organizadores desde a primeira edição.

Impossível ler o livro e não se surpreender com a quantidade de informações, curiosidades, discussões e análises sobre os diferentes elementos da política e do sistema de saúde. Ele se apresenta como um dos melhores materiais existentes no momento sobre o SUS e seus componentes, tanto histórica como analiticamente, e se caracteriza como um dos principais compêndios sobre saúde no Brasil.

Suelen Carlos de Oliveira – Professora, Centro Universitário Uniabeu. E-mail: [email protected]

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O caráter oculto da saúde – GADAMER (HCS-M)

GADAMER, Hans-Georg. O caráter oculto da saúde. Petrópolis: Vozes, 2006. 176p. Resenha de: MENDONÇA, André Luís de Oliveira. O cuidado com a saúde na era da ciência e da técnica: o que é a saúde, afinal? História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v. 21 n.2 Apr./June 2014.

Desde que veio a lume sua obra Verdade e método (1997 [1960]), Hans-Georg Gadamer tornou-se um dos filósofos mais insignes da segunda metade do século XX, ao lado de Michel Foucault, Jürgen Habermas e Richard Rorty, entre outros. Como o subtítulo, Traços fundamentais de uma hermenêutica filosófica, permite inferir, o objetivo norteador da referida obra consistiu em advogar a tese em prol de uma hermenêutica como filosofia, ou de uma filosofia como hermenêutica. Herdando uma tradição que remonta a Friedrich Schleiermacher (1768-1834), tendo sido levada adiante por Wilhelm Dilthey (1833-1911), pode-se afirmar que Gadamer renovou profundamente os pressupostos, a natureza e o escopo da hermenêutica, a começar justamente por seu projeto de torná-la uma filosofia, procurando aplicá-la reflexivamente a si mesma também, e não mais, como seus pais fundadores almejaram, de fazer dela uma ciência da interpretação e da compreensão (uma espécie de epistemologia voltada para a fundamentação das ciências humanas ou das humanidades em geral). Influenciado, notavelmente, pelo diálogo socrático-platônico, pelo conceito aristotélico de phrônesis e pela analítica existencial/ontologia fundamental de Martin Heidegger, como também pelo conceito de “historicidade” hegeliano e de “mundo da vida” de Edmund Husserl, Gadamer foi responsável por instituir uma significação ontológica e universal para a hermenêutica, no sentido de uma postura de diálogo e abertura em face do mundo e das pessoas, partindo do reconhecimento de que somos finitos e de que, portanto, nosso conhecimento é sempre incompleto e provisório. Como argumentou Rorty (1994), quiçá a grande contribuição da hermenêutica gadameriana residiu em ter mostrado, de modo edificante, como é possível tornar “familiar” aquilo que nos aparece como “estranho” à primeira vista, graças à busca incessante em direção ao encontro com a alteridade do outro. É nesse sentido que, para Gadamer, a hermenêutica não era um mero método ou técnica de interpretar ou compreender textos, mas sim uma postura existencial frente a todas as facetas do humano, posto que a vida é repleta de dimensões e acontecimentos que escapam ao nosso controle e ao nosso entendimento imediatos.

Com a sua hermenêutica filosófica, Gadamer repensou, de forma singular e original, os velhos temas da história da filosofia, sobretudo da dita “tradição humanística”. Mais precisamente, ele deixou marcas indeléveis no debate gravitando em torno das três principais esferas da cultura humana que se teriam autonomizado com o advento do projeto da modernidade, a saber: ética, arte e ciência. Especificamente sobre a ciência, há uma interpretação difundida de acordo com a qual Gadamer fora um autor anticientífico, uma vez que ele teria chamado a atenção para os limites da racionalidade monológica engendrada pela ciência moderna e defendido a superioridade das humanidades frente ao “tecnicismo reducionista”. Faz-se oportuno, entretanto, ressaltar que Gadamer tão somente criticou uma ciência desprovida de responsabilidade social, e não a prática científica enquanto tal, como se pode depreender, por exemplo, da leitura do seu livro A razão na época da ciência (1983). Seu projeto filosófico pode ser compreendido como uma tentativa heroica de resgate do interesse pelo humano em sua integralidade: deveríamos valorizar, simetricamente, o aspecto estético-expressivo, ético-valorativo e epistêmico-cognitivo da nossa existência; e, além disso, talvez sua meta precípua fosse salvaguardar a dimensão humana mais relegada pela modernidade ao limbo da história: nosso pendor quase natural para as questões ontológicas e metafísicas (é bom lembrar que as questões sobre o Ser em Gadamer são colocadas levando em consideração a nossa historicidade). Não bastasse sua visão enciclopédica sobre as diversas áreas do saber, Gadamer foi decisivo em pelo menos mais duas searas pelas quais também enveredou grande parte dos seus contemporâneos: as discussões travadas sobre a história e a linguagem. Pertinentes ainda são suas críticas ao objetivismo histórico (Gadamer, 2006), bem como sua concepção de linguagem como diálogo hermenêutico (daí, aliás, seu pensamento ser também denominado “dialética dialógica”, devido ao papel central que o diálogo autêntico desempenha).

Coerente com sua hermenêutica universal – não se trata de um método de interpretação exclusivo para as artes e humanidades visando lhes extrair sentido dos aspectos que são aparentemente destituídos de compreensibilidade à primeira leitura, mas, na realidade, ela seria uma postura prudente e recomendável em toda e qualquer situação em que a aplicação de regras formais simplesmente não funciona –, Gadamer fez incursões sobre praticamente todos os campos do conhecimento, incluindo a medicina. O livro O caráter oculto da saúde é justamente uma feliz reunião de artigos e conferências de Gadamer – realizados em “conjunturas especiais”, como ele mesmo afirma na primeira linha do prefácio –, cobrindo um período de 25 anos (de 1965 a 1990), em que ele trata de questões referentes ao cuidado com a saúde no contexto da ciência e da técnica. A tese geral do pensamento gadameriano que permeia o livro consiste na assunção segundo a qual a ciência (medicina como ciência) – em que pese sua tarefa imprescindível e insubstituível – não é capaz de dar conta, sozinha, de todos os fatores que englobam o humano, enquanto a tese específica sobre a questão da saúde (a mais original do livro; expressa também no título) é aquela que afirma ser a própria saúde, e não a doença, o acontecimento verdadeiramente misterioso (miraculoso) a ser perscrutado. Em diálogo constante com os pensadores originários (nomeadamente, Platão e Aristóteles) e com alusão indireta aos seus contemporâneos (ouvem-se ecos, por exemplo, das ideias de Canguilhem e Foucault), Gadamer examina diversas facetas do cuidado com a saúde, sobre as quais discorro a passos largos, a partir dos capítulos do livro per se (13 no total).

O primeiro capítulo, “Teoria, técnica, prática”, o mais extenso do livro, funciona estrategicamente para colocar a questão de fundo do autor: vivemos na era da ciência. Traçando uma distinção entre as concepções grega e moderna acerca da teoria, técnica e prática, Gadamer nos adverte sobre a necessidade de realizarmos uma espécie de desmitologização da “desmitologização”: nem iconoclastia preconceituosa, nem crença supersticiosa na ciência moderna. A meu ver, ele traz à baila uma discussão incontornável: a relação (conflitante?) entre a ciência e as demais tradições e instituições da nossa sociedade, isto é, o choque entre a ciência e os valores do “mundo da vida”. A pergunta sobre a qual Gadamer medita diz respeito aos problemas relativos à possibilidade real de a ciência fundamentar, plena e satisfatoriamente, a vida social em bases racionais. Sua resposta aponta para a direção de um paradoxo de difícil solução: “quanto mais racionais as formas de organização da vida são modeladas, tanto menos é praticada e ensinada a capacidade racional de julgamento”, ou “quanto mais intensivamente a área de aplicação é racionalizada, mais falta o próprio exercício do juízo e, com isso, a experiência prática no seu verdadeiro sentido” (p.26). Esse paradoxo é atrelado a outra temática recorrente no livro: a especialização (sua questão norteadora parece ser o medo tanto do autoritarismo quanto do embotamento que o especialismo pode gerar). Ao longo do livro, Gadamer defende, com veemência, a necessidade de não abdicarmos da ideia de “totalidade”, no sentido de uma visão integral do saber sobre o homem. Sua “utopia” é a de que o progresso científico e tecnológico seja acompanhado de um desenvolvimento de uma consciência sociopolítica mais ampla. Nesse sentido, as ciências humanas desempenhariam uma tarefa decisiva, uma vez que são capazes de nos suprir com uma ampla perspectiva atinente à diversidade de se poder ser “ser humano”, como também são responsáveis por nos tornar conscientes de que toda e qualquer perspectiva está carregada de valores, o que implica, portanto, sempre uma normatividade, ainda que não declarada, mesmo no caso da ciência. De todo modo, de maneira interessante e autêntica, Gadamer conclama os cientistas naturais a reconhecer esses problemas como passíveis de ser pesquisados, embora não de forma totalmente “naturalizante” (experimental).

No segundo capítulo, “Apologia da arte de curar”, o autor sustenta uma das teses centrais do livro: o papel preponderante da natureza na saúde. A marca da arte médica consiste no restabelecimento do “equilíbrio natural”. A rigor, a genuína arte de curar consiste em tornar-se supérflua: “A arte médica se completa na retirada dela mesma e na liberação do outro” (p.51). A questão premente é saber a medida certa da intervenção médica (quando ela é “muito demais” ou “pouco demais”, ou seja, encontra-se aqui subjacente o problema da medicalização). Outrossim, Gadamer ressalta uma dúvida constitutiva: quem é verdadeiramente responsável pelo sucesso ou pelo fracasso da cura em “situações normais” – o médico ou a natureza?

“Sobre o problema da inteligência”, terceiro capítulo do livro, apesar de aparentemente deslocado das questões gerais pertencentes ao campo da saúde, serve para Gadamer reafirmar sua tese primordial de que o ser humano deve ser pensado em sua totalidade. Contrapondo-se ao conceito formal de “inteligência como desempenho”, predominante naquele momento, ele defende uma concepção de inteligência mais abrangente, de modo a impedir a instrumentalização da pessoa humana. Vale-se do exemplo da saúde mental justamente para mostrar como é preciso levar em consideração o estado da pessoa na sua integralidade.

Em “A experiência da morte”, o quarto capítulo, Gadamer aborda o tema crucial da vida, que, segundo ele, teria sofrido uma grande transformação com o processo de secularização desencadeado com a modernidade e consolidado com o predomínio da racionalidade técnica da sociedade atual. Estaríamos vivendo sob a égide de uma desmitologização da morte (desmitologização da vida). Não obstante a suposta superação da conotação mística ou religiosa da morte e da vida, haveria um paradoxo persistente: o avanço tecnológico no prolongamento artificial da vida confronta-se com o limite do nosso “ser-capaz-de-fazer” relativo à morte. Em todo caso, permanece viva nossa tensão essencial entre a consciência acerca da nossa própria finitude e o impetuoso não querer saber que somos seres para a morte.

À procura de um equilíbrio entre a razão instrumental científica e os valores humanos, no quinto capítulo, “Experiência corporal e objetivabilidade”, Gadamer remonta à arte de curar dos gregos para propor uma unidade entre corpo e alma, tendo em vista o homem integral. Nesse sentido, enfatiza os limites da ciência médica que se volta apenas para os aspectos biológicos (corporeidade instrumental), tomando o caso das doenças crônicas como o exemplo por meio do qual ficaria demonstrado, cabalmente, que outros fatores além dos aspectos meramente “biomédicos” atuam diretamente na saúde das pessoas.

Apesar de o título não aparentar, o sexto capítulo, “Entre natureza e arte”, aborda uma questão relevante com relação à saúde. Como é frequente ao longo do livro, Gadamer retoma o significado grego de “arte” como techné: o saber e o ser-capaz-de-fazer que sabe. Ora, no caso específico da saúde, a tarefa do médico não consiste em saber fazer uma obra, mas, pura e simplesmente, restituir o doente ao seu “estado natural” e à unidade consigo mesmo. Essa ideia de o médico ser um simples auxiliar da natureza é recorrente no livro.

No sétimo capítulo, “Filosofia e medicina prática”, Gadamer desenvolve um argumento que seria trivial se não fosse amiúde esquecido: a prática médica não se dá, como se pensa ser o caso na interface de teoria e técnica, como a mera aplicação de uma lei geral. Cada situação concreta possui sua singularidade (“o paciente é uma pessoa, e não um caso”). Daí os limites dos aparelhos tecnológicos de medição. Como, aliás, acontece em outros capítulos, Gadamer relembra o conceito de “medida” em Platão como aquilo que é “apropriado” (adequação moderada), de modo a superar a concepção meramente quantitativa de medição (qual seria a medida adequada da medicalização em cada situação concreta parece ser, mais uma vez, a questão subjacente). A dificuldade de se atentar para o “apropriado” nas clínicas modernas advém justamente da ausência do “olhar” e da “escuta”. Também nesse capítulo, pela primeira vez de modo mais explícito, apresenta-se a tese que dá título ao livro: a saúde é algo que se subtrai ao exame; ela pertence ao “milagre do autoesquecimento”. Por isso, a saúde não pode ser totalmente objetivada pela ciência médica. Essa tese reaparece no capítulo seguinte, intitulado justamente “Sobre o caráter oculto da saúde”. Nas palavras de Gadamer, a verdadeira singularidade reside no milagre da saúde, e não na doença. A doença, e não a saúde, é que é algo aparentemente auto-objetivante. Eis o verdadeiro mistério: o caráter oculto da saúde, uma vez que não há possibilidade de medi-la; trata-se de um estado de adequação interna e de conformidade consigo próprio. Mas o que seria a saúde, afinal? “Ela é o ritmo da vida, um processo contínuo, no qual o equilíbrio sempre volta a se estabilizar” (p.119).

Em “Autoridade e liberdade crítica”, nono capítulo, Gadamer parte de uma espécie de antinomia da modernidade – a autoridade da ciência conflitaria com a liberdade crítica –, com o intuito de defender a legitimidade da autoridade do médico quando ela é embasada no seu ser-capaz-de-fazer, ou, para colocar em termos mais contemporâneos, na sua expertise. Na realidade, Gadamer propõe um entrelaçamento indissociável entre autoridade e liberdade crítica, sublinhando uma dupla exigência ética do exercício da autoridade de um especialista: autocrítica e autodisciplina. Autoridade autêntica consiste exatamente na liberdade crítica consigo mesmo, reconhecendo os próprios limites; abuso de autoridade seria não transmitir a outrem (no caso, o paciente) uma verdadeira libertação por meio de compreensão própria.

A despeito da originalidade do capítulo em que trata especificamente do caráter oculto da saúde, é no décimo capítulo, “Tratamento e diálogo, que Gadamer se vale do conceito central de sua filosofia – “diálogo” –, para pensar a questão do cuidado em saúde. Começando com uma análise filológica – frequente no livro e no seu pensamento – sobre a palavra “tratamento” (oriunda de “apalpar”), ele nos adverte que a ausência do tocar, do ouvir e do olhar concorrem para obstaculizar a arte genuína de curar. Seu diagnóstico é o de que o problema mais grave da medicina atual está na falta de diálogo entre médico e paciente. Consoante Gadamer, o diálogo já constitui, em si, “tratamento”. Em virtude disso é que ele vai defender uma convergência entre diagnose, tratamento, diálogo e “colaboração do paciente”. Isso sem esquecer obviamente de outra tese recorrente no livro: a cura é o pleno poder da natureza, e não do médico. Para ser mais preciso, é preciso ressalvar que Gadamer destaca a “dúbia” relação que nós devemos ter com a natureza: “Precisamente esta é a nossa natureza, ter de nos impor também perante a natureza, até onde podemos. Mas, com maior razão, é próprio à natureza humana manter-se – em todo o saber e ser-capaz-de-fazer – em harmonia com a natureza. Esta é a antiga sabedoria estoica” (p.144).

O 11º capítulo, “Vida e alma”, é o mais “filológico” de todos, no qual Gadamer recorre especialmente às concepções gregas dos filósofos originários para contrastar os seus significados de “vida” e “alma” com os dos modernos, a partir da presunção de que teria havido, por um lado, uma restrição dos sentidos antigos e, por outro, uma permanência subjacente às mudanças. Já o 12º capítulo, “Angústias e medos”, é o mais filosófico de todos. Partindo das reflexões de Heidegger sobre angústia – em cuja obra “angústia” é uma categoria existencial que permite o despertar acerca da pergunta pelo ser/nada, e não uma disposição de humor psicológica, tampouco uma categoria psiquiátrica –, Gadamer pretende mostrar que, além de não ser doença, a angústia e os medos fazem parte da nossa “natureza” como seres humanos. Nesse sentido, a nossa busca de segurança e controle na era da técnica e ciência, por mais legítima que for, não pode esquecer que ela jamais apagará nossos traços mais essenciais.

O último capítulo, “Hermenêutica e psiquiatria”, como o título mesmo sugere, traça um paralelo entre as duas áreas. A rigor, hermenêutica e psiquiatria possuiriam uma preocupação em comum: o interesse nas grandes questões humanas. Ambas partem da premissa segundo a qual os conceitos de saúde e doença descrevem situações vitais que ultrapassam o nível do objetivável, uma vez que o ser humano é uma totalidade biopsicossocial.

Ainda que algumas das teses sustentadas por Gadamer no livro não constituam, pro-priamente, grande novidade para a saúde coletiva – dado que o próprio campo já se nutre do manancial hermenêutico, entre tantos outros referenciais teóricos das mais variadas tradições de pensamento, desde os seus primórdios –, penso que O caráter oculto da saúde é uma obra que deveria ser lida e relida sob inspiração do “espírito” da hermenêutica gadameriana, porquanto ela possui todos os ingredientes necessários para propiciar um diálogo franco e aberto entre todos aqueles envolvidos no cuidado com a saúde, desde “pacientes” (usuários do sistema de saúde) e médicos (pena que Gadamer não menciona os demais profissionais da saúde), até gestores e pesquisadores. Com efeito, não se trata de discutir apenas, como é mais usual, as questões referentes às doenças, senão perscrutar aquilo que, mesmo que continue sendo um “mistério”, merece ser examinado com cuidado: o conceito de saúde; sem deixar de atentar, com o fito de tentar responder o que vem a ser “saúde”, para o fato de que vivemos na era da ciência ou, no caso, da medicina pretensamente científica, bem como em um contexto social de medicalização da existência. Que ciência nós queremos? Que saúde nós queremos? Essas me parecem ser as questões prementes subjacentes ao belo livro de Gadamer.

Referências

GADAMER, Hans-Georg. O problema da consciência histórica. Rio de Janeiro: FGV Editora. 2006. [ Links ]

GADAMER, Hans-Georg. Verdade e método: traços fundamentais de uma hermenêutica filosófica. Petrópolis: Vozes. 1997. [ Links ]

GADAMER, Hans-Georg.A razão na época da ciência. Rio de Janeiro: Tempo Brasileiro. 1983. [ Links ]

RORTY, Richard. A filosofia e o espelho da natureza. Rio de Janeiro: Relume-Dumará. 1994. [ Links ]

André Luís de Oliveira Mendonça – Pós-doutorando, Instituto de Medicina Social/Universidade do Estado do Rio de Janeiro. E-mail: [email protected]

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Experimentum humanum: civilização tecnológica e condição humana – MARTINS; SÁNCHEZ GARRAFA (HCS-M)

MARTINS, Hermínio; SÁNCHEZ GARRAFA, Rodolfo. Experimentum humanum: civilização tecnológica e condição humana. Belo Horizonte: Fino Traço, 2012. 454p. Resenha de: KINOUCHI, Renato Rodrigues. O homem como experimento tecnológico de si. História Ciência Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v.21, n.1 Jan./Mar. 2014.

Outros há, que quando buscam as ciências, nelas buscam tudo, não só interesse, louvor, e aprovação dos homens, mas também um quase domínio deles.

(Mathias Aires, 2005, p.124)

A crença na técnica como força transformadora do mundo representa uma espécie de truísmo compartilhado por vários pensadores dos mais diversos matizes ideológicos. As consequências práticas inferidas dessa crença, entretanto, variam dramaticamente. Grosso modo, no contexto do socialismo utópico do século XIX, o avanço técnico era visto como capaz de fornecer os meios para a melhoria “contingente” das condições de vida da população, em especial da classe mais pobre e numerosa, o que por fim dissolveria as estruturas opressivas da exploração do homem pelo homem. Num registro marxista, visão semelhante era defendida, com a diferença de que nesse caso a melhoria seria “necessária”, no sentido lógico da palavra, tendo em vista a própria inexorabilidade do materialismo histórico. Já para escolas de pensamento com inclinações mais totalitárias, a técnica era a mais significativa expressão da vontade de dominação do mundo, vontade que em última instância visa a si mesma como meta e como destino da humanidade. Finalmente, em tempos neoliberais, a tecnologia parece significar, no mínimo, uma melhor utilização do capital material disponível e, no limite, a própria substituição do capital material pelo capital imaterial – com o advento da economia do conhecimento – o que criaria um ciclo de enriquecimento jamais visto. Na maior parte das vezes, tais ideias são bastante sedutoras, desde que façamos vista grossa aos embaraçosos incidentes nos quais ocorre a destruição daquilo que desejávamos transformar. Mas talvez – sejamos complacentes – isso ocorra porque nenhuma delas tenha alcançado o estado de perfeição em suas aplicações, a mesma desafortunada situação das ideias promovidas pela Academia de Criadores de Lagado, satirizada por Jonathan Swift em As viagens de Gulliver, em 1726.

Além da crença na transformação técnica da natureza, uma crença análoga, e de alcance mais espantoso, merece especial atenção, a saber, a crença na transformação técnica do homem. É fundamentalmente sobre isso que trata o livro Experimentum humanum: civilização tecnológica e condição humana, de Hermínio Martins, recentemente publicado no Brasil pela Editora Fino Traço. Composta por 11 capítulos que podem ser lidos independentemente, mas que guardam estreita relação entre si, essa obra recobre uma constelação de questões teóricas e práticas sobre a tecnologia, entre elas: as vinculações ideológicas e políticas envolvidas nos discursos sobre a tecnologia; a emergência de uma síndrome cultural representada pelo gnosticismo tecnológico, e os reflexos disso em outros fenômenos culturais tais como a arte; os riscos ambientais e sociais associados aos mais variados aparatos tecnológicos, em especial o papel da biomedicina nas guerras tecnológicas; e o processo generalizado de aceleração exponencial das mudanças ocasionadas pelas novas tecnologias, com repercussões no próprio entendimento do que seja o ser humano, dado que, para algumas dessas visões, em breve efetuaremos a passagem do humano para o pós-humano – o que significaria o derradeiro experimento-sobre-o-homem-pelo-homem, que o autor denomina Experimentum humanum.

O livro divide-se em três partes. A primeira delas apresenta questões preliminares sobre a filosofia da técnica, de tal maneira que os capítulos aí incluídos são particularmente interessantes como material de estudo para cursos voltados para tal área da filosofia. Destaco aqui o segundo capítulo, “Tecnologia, modernidade e política”, no qual Martins detalha as duas grandes visões de técnica seguindo a tradicional distinção entre prometeicas e fáusticas. O que faz sua interpretação ser notável é a riqueza dos detalhes fornecidos ao longo do texto, pois essas duas imagens de técnica, longe de serem pintadas com traços marcados, são expostas por meio de minuciosas e sutis pinceladas, de tal modo que a paisagem teórica mostra-se em seus variados matizes. Nesse ínterim, cumpre assinalar a análise que Martins faz do papel ambíguo desempenhado pelos pensadores adeptos da teoria crítica, que, no entender do autor, nunca “esmiuçaram as teorias fáusticas da técnica com a mesma energia intelectual que devotaram a zurzir o positivismo” (p.58).

A segunda parte do livro versa sobre “o trágico tecnológico”. Abre essa seção o instigante capítulo “Risco, incerteza e escatologia”, no qual Martins investiga questões tanto teóricas como práticas das análises de risco na sociedade contemporânea. Nesse contexto, é de fundamental importância a análise que o autor faz “da insuficiência do conceito de risco” quando nos deparamos com limitações epistêmicas que impedem que logremos avaliar as consequências das aplicações das tecnologias disponíveis, de tal sorte que precisamos agregar também o conceito de incerteza, pois o risco é “essencialmente uma questão de probabilidade numérica cardinal onde as probabilidades são conhecidas ou pelo menos determináveis a partir das soluções praticadas pela indústria de seguros … enquanto que a incerteza, pelo contrário, não pode ser avaliada probabilisticamente, pelo menos em termos de probabilidades numéricas cardinais e as opções pertinentes não podem ser sustentadas pelo recurso aos seguros” (p.181). É a partir do conceito de incerteza que Martins, mais adiante, discute o Princípio de Precaução, a ser aplicado quando não podemos avaliar o alcance e a irreversibilidade dos impactos das novas tecnologias.

No capítulo seguinte, intitulado “Experimentos com humanos, guerra biológica e biomedicina tanatocrática”, a questão do trágico tecnológico se manifesta no papel desempenhado pelas ciências da vida quando orientadas para os fins da morte. O referido capítulo pode ser considerado uma sinopse do que se denominaria “História Trágico-médica, da ciência e da medicina como tragédia, e não só como épica, como também uma reflexão filosófica sobre a experimentação científica, ou alegadamente científica, sobre humanos” (p.249). Nesse ínterim, em particular, a descrição fornecida pelo autor sobre “as justificações eugenistas” que embasavam atrocidades perpetradas em escala industrial, antes e durante a Segunda Guerra Mundial, chega a provocar calafrios. O problema é que é difícil

explicar ou compreender como uma grande elite biomédica nacional pôde participar por tantos anos desta guerra ‘Santa’ (como lhe chamavam os partidários japoneses da Guerra Biológica), convertendo-se, como disse, numa espécie de corpo expedicionário tanatocrático, praticando regularmente nos seus centros de trabalho ‘experimentos’ e vivisseções sem anestesia em seres humanos vivos … ou investigar a inanição, a desidratação, as transfusões de sangue de animais para humanos, etc., assuntos laterais na Guerra Biológica (p.234; destaques no original).

A última parte da obra é a de natureza mais especulativa. Nela Martins discorre sobre os processos de aceleração do conhecimento científico, das tecnologias e de suas aplicações, o que em última instância culminaria em um ponto de viragem no qual o homem “poderá deixar de ser um mero homo faber … e tornar-se finalmente o faber hominis, o Homem construtor do Homem” (p.344). É a chamada “Singularidade”, ricamente discutida no capítulo “Aceleração, progresso e Experimentum humanum”. Talvez o leitor considere que algumas dessas ideias sejam fantasias típicas da ficção científica e das subculturas associadas. Nesse caso, o leitor poderá se espantar com o número de autores importantes que, se não subscrevem as mesmas ideias, inclinam-se na direção de pensamentos congêneres. E, aliás, a própria realidade consumada algumas vezes parece já se haver tornado bizarramente fantástica. A título de ilustração, vale mencionar que as tecnologias reprodutivas têm engendrado a criação de um mercado de óvulos nos EUA. Nesse mercado, há uma enorme valorização de óvulos vindos de coeds de universidades prestigiosas – por exemplo, os de estudantes de Harvard chegam a ser avaliados em U$50.000,00 –, de tal maneira que se pode traçar uma correlação entre a posição das universidades em rankings universitários e o respectivo preço dos óvulos. Em suma, quanto mais bem posicionada, maior o valor dos óvulos de suas coeds (conferir o anexo ao capítulo “Biologia e política: eugenismos de ontem e de hoje”). O que espanta não é a tecnologia empregada, nem o mercado circundante, pois isso já era visto no contexto do agrobusiness, no qual as matrizes desempenham função ligeiramente assemelhada. O que espanta, de fato, é a banalidade com que tais práticas se estenderam para a esfera das relações humanas. Cumpre ainda assinalar que a edição brasileira contém dois capítulos a mais do que a edição portuguesa, intitulados “Verdade, realismo e virtude” e “Dilemas da república tecnológica”, os quais também merecem atenção da parte de pesquisadores da filosofia, sociologia, história da ciência e áreas correlatas.

Desejo encerrar esta breve resenha com algumas considerações acerca do autor. Hermínio Martins nasceu em Moçambique, em 1934, mas “na altura de escolher onde prosseguir os seus estudos, optou por um percurso que se distanciava do que seria mais natural – ir para a África do Sul – determinado a não trocar uma estrutura de dominação racial por outra idêntica” (Garcia, 2006, p.13-14). Rumou para a Inglaterra e ingressou na London School of Economics, nos tempos áureos da instituição, que contava com professores tais como Karl Popper e Ernest Gellner, este seu orientador de pós-graduação. Em 1972, publicou em inglês o primeiro ensaio de um sociólogo sobre o livro The structure of scientific revolutions, de Thomas Kuhn, apenas dois anos após o célebre volume organizado por Imre Lakatos e Alan Musgrave, Criticism and the growth of knowledge. Colaborou com inúmeros pesquisadores ao longo de sua carreira nas universidades de Leeds, Essex e Oxford, com passagens pelas universidades de Pensilvânia e Harvard. Atualmente é Emeritus Fellow no St. Antony’s College da University of Oxford e investigador sênior no Instituto de Ciências Sociais da Universidade de Lisboa. Com efeito, há várias apreciações a respeito da carreira e do conjunto da obra de Hermínio Martins, dentre as quais destaco a bela entrevista feita por Helena M. Jerónimo (2011), além das recensões de José Viriato Soromenho-Marques (2012) e José Luís Garcia (2012). Não obstante, transcrevo a seguir uma passagem de João Bettencourt da Câmara (1996, p.12), na qual discorre sobre o estilo de Hermínio Martins: “Os textos de Hermínio Martins são por norma densos, compactos, estanques e escritos com uma elegância e luxo vocabulares que faz as delícias do leitor especializado, mas, também, por vezes, o desespero do neófito e do tradutor. São exemplos de uma economia de estilo que permite escrever em trinta ou cinquenta páginas o que outros escreveriam num livro de duzentas ou trezentas, e sem grandes folgas”. De fato, os ensaios contidos no livro Experimentum humanum são densos, invejavelmente eruditos e, ademais, completamente atuais. A despeito de tais características, são particularmente prazerosos pelo fato de o autor saber, como poucos, como fazer com que a “última flor do Lácio” desprenda seus aromas mais sofisticados. Levando-se em consideração que a edição brasileira, publicada pela Fino Traço, contém 454 páginas, o leitor pode estar certo de que o livro é diversão garantida, e por bastante tempo.

Referências

AIRES, Mathias. Reflexões sobre a vaidade dos homens: carta sobre a fortuna. Lisboa: Imprensa Nacional; Casa da Moeda. 2005. [ Links ]

CÂMARA, João Bettencourt da. Hermínio Martins ou o Sociologus Rex. In: Martins, Hermínio. Hegel, Texas e outros ensaios de teoria social. Lisboa: Edições Século XXI. p.7-15. 1996. [ Links ]

GARCIA, José Luís. A plenitude tecnológica em questão. Hermínio Martins e o Experimentum humanum: civilização tecnológica e condição humana. Análise Social, Lisboa, v.47, n.2, p. 483-489. 2012. [ Links ]

GARCIA, José Luís. Razão, tempo e tecnologia em Hermínio Martins. In: Cabral, Manuel Villaverde; Garcia, José Luís; Jerónimo, Helena Mateus. Razão, tempo e tecnologia: estudos em homenagem a Hermínio Martins. Lisboa: Imprensa de Ciências Sociais. p.14-47. 2006. [ Links ]

JERÓNIMO, Helena Mateus. Entrevista a Hermínio Martins. Análise Social, Lisboa, v.46, n.3, p. 460-483. 2011. [ Links ]

SOROMENHO-MARQUES, Viriato. Hermínio Martins, pensador da crise contemporânea. Análise Social, Lisboa, v.47, n.2, p.479-482. 2012. [ Links ]

Renato Rodrigues Kinouchi – Professor no Mestrado em Ensino, História e Filosofia da Ciência e Matemática/Universidade Federal do ABC. E-mail: [email protected]

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