El Nuevo Topo. Los caminos de la izquierda latinoamericana | Emir Sader

El Nuevo Topo. Los caminos de la izquierda latinoamericana, publicado por primera vez en el año 2009, constituye el último trabajo de Emir Sader, uno de los sociólogos más brillantes entre los intelectuales de la izquierda latinoamericana. Con este nuevo estudio, el autor se propone recorrer las estrategias de poder que la izquierda latinoamericana ha adoptado durante el siglo XX. Nos invita a una comprensión íntegra del surgimiento del neoliberalismo y nos sumerge en la problemática de la construcción de un orden alternativo. A través de una correcta reconstrucción del contexto histórico de América Latina, filtrado por un tamiz crítico, Sader se plantea comprender y reinterpretar, cual alquimista en tiempos modernos, que “no estamos hoy ante una época de cambios, sino ante un cambio de época”, como proclamara hace algunos años el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

Retomando un concepto marxiano, consagrado en El 18 Brumario de Luis Bonaparte, afirma que el viejo topo no ha muerto. Este sale a la superficie en épocas de conflicto y luego regresa bajo tierra, no para hibernar pasivamente, sino para cavar sus túneles, perforar y avanzar, de forma tal que cuando el tiempo sea el adecuado saldrá nuevamente a la superficie. Pues bien, para Emir Sader, ese momento está próximo a llegar y su libro intenta, en ese sentido, investir de voz al topo, pues “sólo él puede retomar el hilo de la historia a partir de las formas concretas asumidas por la lucha anticapitalista contemporánea”. 2

El libro se encuentra estructurado en cinco capítulos, y orientado metodológicamente en tres ejes que ordenan en forma clara su desarrollo: la construcción y consolidación del orden neoliberal, su crisis hegemónica y la edificación de un nuevo orden llamado por el autor “posneoliberal”.

En cuanto al primer eje y bajo la premisa de que la historia latinoamericana está plagada de sorpresas, Sader reconstruye fácticamente, en el primer capítulo, los distintos ciclos de lucha desde la Revolución Cubana hasta el pasaje a un mundo unipolar bajo el dominio imperial estadounidense y un modelo hegemónico neoliberal. A los efectos de este desarrollo, Sader entiende que la crisis del petróleo fue clave, pues por primera vez, el mundo capitalista avanzado combinó bajas tasas de crecimiento con altas tasas de inflación y entró en una profunda recesión. La solución fue limitar los gastos sociales y las intervenciones económicas; en una palabra, se proclamó el fin del Estado de Bienestar quedando desarticulada la integración social que este último había propugnado durante tanto tiempo. La reforma del Estado en este marco, pone de relieve su contribución a la profundización de las desigualdades sociales y políticas. Sin embargo, a la par de las políticas neoliberales se daba un proceso de resistencia de diferentes movimientos sociales en América Latina a los cuales el autor no otorga mucho espacio en su análisis y que de alguna manera pudieron haber ayudado a concretar el marco referencial de este capítulo. El MST es un ejemplo claro de esto teniendo en cuenta que es considerado uno de los movimientos más importantes de América Latina. Autores como Raúl Zibechi, Manuel Pérez Ledesma y Margarita López Maya y experiencias de lucha popular como las de Bolivia y Venezuela, hubiesen sido funcionales a la tesis de Sader pues son claves para pensar la política emancipatoria de los nuevos movimientos sociales más allá del Estado. Estos autores, más allá de sus especificidades, analizan a este fenómeno en profundidad bajo la premisa de que son expresiones del malestar social como formas de actuación política no institucionalizada. América Latina fue el laboratorio de experimento neoliberal y la región que sufrió los efectos más adversos del modelo. Este no sólo atropelló a las mayorías populares, también condujo a la economía latinoamericana a perder posiciones en el mercado mundial. Por eso se transformó, como afirma Emir Sader, en el eslabón más débil de la cadena.

Esta idea le permite sostener tajantemente, en el segundo capítulo, que el neoliberalismo comienza a revelar sus límites y a transitar por un camino de crisis – el segundo eje metodológico en el cual Sader estructura su obra –, cuya expresión máxima es la pérdida de legitimidad de los gobiernos que impusieron modelos neoliberales y el advenimiento de gobiernos progresistas que, con diversas dificultades, intentan construir proyectos alternativos. En este sentido, Sader adhiere a la clásica tesis de Anderson: “el neoliberalismo es aún un movimiento inconcluso”3 , por eso, la construcción de un modelo alternativo es todavía una incógnita. No obstante, Brasil se erige como una excepción en Latinoamérica, ya que cuando en el mundo la izquierda atravesaba su momento de mayor debilidad, este país iba a contramano de las tendencias generales, con Lula a la cabeza. Es por eso que Sader concede el tercer capítulo a analizar la política de este último a quien considera un personaje enigmático.

Tras un tedioso — pero necesario — recorrido por la historia de la izquierda brasileña antes de Lula y los gobiernos de impronta neoliberal de Collor y Cardoso, Sader se propone analizar lo que él considera como “el enigma Lula”. El autor lo percibe como un gobernante extraño, pues estableció una difícil convivencia entre la hegemonía del capital financiero y las políticas sociales redistributivas. Por eso, logró desconcertar tanto a sectores de derecha como a sectores de izquierda. Para Sader, Lula representa un híbrido – de ahí el “enigma” – que puede considerarse un buen gestor del neoliberalismo y que además de dar continuidad al modelo puede complementarlo con políticas sociales y recuperar la legitimidad del Estado, desgastada por los gobiernos más ortodoxamente neoliberales.

En el cuarto capítulo — el cogollo de la obra — Sader estructura el último eje metodológico de su obra, es decir, la forma de construir un orden alternativo. Bajo la fuerte crítica de que el continente jamás produjo la teoría de su práctica, analiza las tres estrategias de lucha que la izquierda latinoamericana fue adoptando con el paso del tiempo. Sader nos presenta un análisis breve de las dos primeras — la estrategia de reformas democráticas y la estrategia de la guerra de guerrillas — para concentrarse en la última, la cual es funcional a su tesis: las luchas de resistencia al neoliberalismo que constituyen la posibilidad hacia un nuevo modelo. La resistencia popular consolidó a Latinoamérica como el principal escenario mundial de cuestionamiento al neoliberalismo. Retomando un concepto gramsciano, el autor sostiene que en esta estrategia no existe una alianza subordinada de la izquierda latinoamericana con sectores de la burguesía — como sí lo hubo en la estrategia reformista — ni tampoco un aniquilamiento de las clases dominantes — como sí lo hubo en la estrategia insurreccional — sino que propugna una disputa hegemónica prolongada, es decir, una guerra de posiciones que aún hoy no se ha definido. La izquierda latinoamericana cuenta con fuerzas vigorosas y con procesos de profunda significación política, pero el problema central, para Sader, es la falta de reflexiones teóricas que sirvan a la formulación de nuevas propuestas que den cuenta de la construcción de un orden alternativo. Los movimientos sociales son claves, pero si no están sustentados teóricamente, el autor concluye que el resultado de su lucha será igual a cero. El desafío, entonces, no es en la práctica, sino en la teoría.

¿Cuál es el futuro de América Latina? ¿Cómo se construye ese futuro? ¿Qué perspectivas existen al respecto? Estas son preguntas que el autor se hace en el último capítulo del libro. Sobre todo porque entiende que las luchas contra el neoliberalismo hoy enfrentan una nueva etapa: la contraofensiva de la derecha. Esa derecha que había retrocedido ante el avance de los movimientos sociales hoy encuentra en el poder económico y mediático una forma de retomar la ofensiva. El destino del neoliberalismo es aún incierto, aunque el autor entiende que hay un elemento esencial para definir el futuro del continente: el ALBA que poco a poco se consolida como un bloque de integración regional contrapuesto a los tratados de libre comercio. Los años venideros — de elecciones en muchos países en América Latina — serán fundamentales para saber si los gobiernos progresistas continuarán o la derecha retornará. En palabras de Sader: “América Latina vive una crisis hegemónica de enormes dimensiones, en la que lo viejo intenta sobrevivir mientras lo nuevo encuentra dificultades para nacer”. 4

El futuro, sin dudas, es aún incierto. Aunque, en este sentido, Emir Sader propone un freno a las conceptualizaciones más radicales que propugnan por el socialismo, criticando duramente a presidentes como Hugo Chávez quien propone luchar por un “socialismo del siglo XXI” y al cual Sader responde argumentando que pretender salir del neoliberalismo yendo hacia el socialismo es generar interpretaciones erróneas del pasado histórico. Adhiriendo a la tesis de Pla, sostiene que “otro mundo es posible dentro del sistema capitalista”. 5

El autor, con una prosa amena y una forma literaria de notable claridad, se proyecta como un teórico que intenta, tras una larga revisión de la historia de la izquierda latinoamericana, mostrar el camino para la construcción de un orden posneoliberal en el que las mayorías sociales sean protagonistas. Considero que hubiese sido un despropósito finalizar el libro con predicciones de lo que espera a Latinoamérica, pues en un futuro cercano el contexto puede variar notablemente, como hemos detallado previamente. De todas formas, El Nuevo Topo. Los caminos de la izquierda latinoamericana — título acertado ya que se condice con el desarrollo de la obra y de su tesis — reconoce implícitamente que América Latina es la única región del mundo que posee alternativas al neoliberalismo. No tenemos la posibilidad exacta de saber hacia dónde vamos, pero sí de saber que la historia nos ha llevado hasta el presente y — siendo un gran mérito de la obra de Emir Sader — por qué. Sin embargo, algo es claro: “la construcción de sujetos sociales y políticos que superen el neoliberalismo responden, en gran medida a los obstáculos que impiden dejar atrás el esquema neoliberal”. 6 Sólo de esta manera podrá el viejo topo salir nuevamente a la superficie e indicar cuál es el camino que la izquierda latinoamericana deberá seguir.

Notas

2 EMIR, Sader. El Nuevo Topo. Los caminos de la izquierda latinoamericana. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2009. p. 30.

3 PERRY, Anderson. Neoliberalismo: un balance provisorio. In: SADER, Emir; GENTILI, Pablo (Comps.). La trama del neoliberalismo. Mercado crisis y exclusión social. Buenos Aires: CLACSO, 2003. p. 9.

4 EMIR, Sader. Op. cit., p. 198.

5 PLA, Alberto. Globalización-Mundialización. Otra vuelta de tuerca. In: ANSALDI, Waldo (Comp.). Caleidoscopio latinoamericano. Imágenes históricas para un debate vigente. Buenos Aires: Ariel, 2004. p. 203.

Referências

ANDERSON, Perry. Neoliberalismo: un balance provisorio. In: SADER, Emir; GENTILI, Pablo (Comps.). La trama del neoliberalismo. Mercado, crisis y exclusión social. Buenos Aires: CLACSO, 2003.

PLA, Alberto. Globalización-Mundialización. Otra vuelta de tuerca. In: ANSALDI, Waldo (Comp.). Caleidoscopio latinoamericano. Imágenes históricas para un debate vigente. Buenos Aires: Ariel, 2004.

SADER, Emir. El Nuevo Topo. Los caminos de la izquierda latinoamericana. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2009.

ZIBECHI, Raul. La mirada horizontal. Movimientos sociales y emancipación. Montevideo: Editorial Nordan Comunidad, 1999.


Resenhista

Nicolás Ventieri – Estudiante avanzado de la carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad Nacional de Buenos Aires). E-mail:: [email protected]


Referências desta Resenha

SADER, Emir. El Nuevo Topo. Los caminos de la izquierda latinoamericana. Buenos Aires: Siglo XXI, 2009. Resenha de: VENTIERI, Nicolás. Revista Eletrônica da ANPHLAC, n.10, p. 213-217, jan./jun. 2011. Acessar publicação original [DR]

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