Enapinos. Los campamentos petroleros del fin del mundo. Un patrimonio industrial por armar. Etapa Fundacional (1945-1962) | Pía Acevedo e Carlos Rojas

La gran minería industrial ha sido retratada en la historiografía chilena, donde las extracciones de cobre y salitre han sido ampliamente abordadas y trabajadas desde distintas áreas de estudio. El caso del petróleo en Chile es incipiente y en primera instancia fue desarrollada por historiadores locales como Mateo Martinic (1983) y Silvestre Fugellie (1995) quienes se refirieron a las implicancias que la actividad petrolera generó en la región de Magallanes, desde los primeros vestigios de hidrocarburo en el sector, hasta las etapas de exploración, extracción y comercialización del llamado “oro negro” a comienzos del siglo XX.

Posterior a estas primeras investigaciones, surgen otras que desde diferentes disciplinas, buscan responder a las interrogantes respecto del auge petrolero en el fin del mundo. Es así como Romy Hecht (2002), arquitecta de profesión, realiza un estudio sobre las características arquitectónicas de Cerro Sombrero, poniendo especial atención en los atributos únicos de diseño del campamento y su entorno urbano. Tiempo después, la arquitecta local Pamela Domínguez (2011) retoma Cerro Sombrero y nos invita a mirar al, actualmente ex campamento enapino, desde los cimientos de la arquitectura moderna que lo posicionó como Zona típica y Monumento histórico el año 2014.

Ahora bien, dentro del espectro historiográfico que hemos revisado, hay una dimensión que no ha sido abarcada y que tiene completa relación con la obra que hoy nos proponemos reseñar. Enapinos. Los campamentos petroleros del fin del mundo Un patrimonio industrial por armar. Etapa Fundacional (1945-1962) pone en evidencia la necesidad de pensar nuestra historia industrial y minera desde el enfoque patrimonial, pero más aún desde la tipología del patrimonio industrial, enfatizando, por una parte, en los vestigios materiales que deja una actividad de esas características, pero por otra, en los sujetos y comunidades que vivieron y trabajaron en zonas productivas, entendiendo esto último, como la cultura obrera que comenzó a desarrollarse en Chile con mayor fuerza desde la segunda mitad del siglo XIX.

En ese sentido, el vínculo patrimonial al que se remiten los autores en el libro guarda relación con la definición realizada por ICOMOS1, que define el patrimonio industrial como los restos de la cultura industrial que poseen un valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o científico. Estos restos consisten en edificios y maquinaria, talleres, molinos y fábricas, minas y sitios para procesar y refinar, almacenes y depósitos, lugares donde se genera, se transmite y se usa energía, medios de transporte y toda su infraestructura, así como los sitios donde se desarrollan las actividades sociales relacionadas con la industria, tales como la vivienda, el culto religioso o la educación (ICOMOS, 2003, p. 2). Por lo tanto, aquellos vestigios materiales e inmateriales pertenecientes a la industria del petróleo en la zona de Magallanes pueden ser comprendidos desde esta tipología patrimonial.

Es así como la obra de Pía Acevedo y Carlos Rojas adquiere especial relevancia en el campo de los estudios patrimoniales, ya que estamos frente la primera investigación que se refiere a los campamentos petroleros del fin del mundo desde lo patrimonial, considerando, además, la tipología industrial, situación que permite adentrarse en la temática petrolera de Magallanes desde esta nueva perspectiva, ofreciendo nuevas problemáticas y desafíos para los futuros trabajos vinculados a este tema.

De acuerdo a esto, el libro se divide en dos partes. La primera se compone de tres capítulos y en ella emerge la revisión teórica del concepto de patrimonio cultural, así como también de la tipología del patrimonio industrial y su estado, tanto en el país como en la Región de Magallanes. En este sentido, en el primer capítulo se hace alusión a las transformaciones del concepto que, en primera instancia, estaba destinado a los edificios y monumentos históricos, pero que luego evolucionó haciendo partícipe a las comunidades, a los sujetos y sus expresiones. Asimismo, se sostiene en el texto la importancia de repensar el patrimonio industrial desde la creación y rescate de archivos, producción de testimonios y la creación de rutas e itinerarios que visibilicen y difundan este patrimonio. Con todo, se plantea que:

“pensar, gestionar y rescatar el patrimonio industrial implica abordar estrategias que van más allá de los vestigios materiales de los ciclos industrializadores, para afrontar justamente las dimensiones que durante tanto tiempo han quedado rezagadas, ocultas o subalternizadas, como las memorias obreras” (Alegría, 2015, p. 24).

Luego de esta revisión, se expone la trayectoria que ha recorrido la tipología del patrimonio industrial, poniendo especial atención a su situación en Chile. En el segundo capítulo, se hace alusión a esta tipología, reconstruyendo 100 años de historia (1915-2015), una tarea ardua, no obstante ofrece interesantes reflexiones al momento de analizar el estado actual de este tipo de patrimonio, señalando que “se puede sostener que el patrimonio industrial tiene un valor significativo, en tanto sus protagonistas han sido líderes en movimientos activos para su gestión y protección” (Ibarra, 2015, p. 39). Desde esta perspectiva, se atribuye a los sujetos la importancia de proteger aquellos espacios que constituyen parte importante de su identidad individual y colectiva, promoviendo la memoria y sentido de pertenencia de los trabajadores del sector industrial.

Para cerrar esta primera parte, se da cuenta del estado del patrimonio industrial en Magallanes, repasando la importancia que ha tenido la actividad industrial para la región, sin embargo se señala el escaso reconocimiento del que ha sido objeto, sobre todo los vestigios materiales e inmateriales que aún se conservan de las distintas industrias que se han desarrollado en la zona. De acuerdo a esto,

“el patrimonio industrial de Magallanes debe relacionarse intrínsecamente con sus componentes sociales que le han dado sentido de identidad. Esto porque este patrimonio está ligado al mundo del trabajo y por ende, revela toda una condición social del momento. Es a través del patrimonio industrial, que poseen ciertos monumentos, que los colectivos sociales se reconocen e identifican con este en su momento histórico” (Rivera, 2015, p. 60).

En este sentido, se destaca el rol que juegan las comunidades en el reconocimiento y puesta en valor del patrimonio industrial en la Región de Magallanes.

Ahora bien, considerando el contexto inicial sobre el patrimonio cultural y la tipología del patrimonio industrial, los editores configuraron la segunda parte del libro destinada a la situación de los vestigios materiales e inmateriales de la industria petrolera, así como también las posibles herramientas que existen para poder gestionarlos desde la perspectiva patrimonial. Así, se hace referencia a la etapa fundacional del petróleo magallánico que comienza en 1945 con las primeras exploraciones de hidrocarburo en la isla de Tierra del Fuego, el posterior hallazgo de yacimientos en la zona y la posterior creación de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP). Cabe destacar que la creación de esta última permitió la construcción de los tres primeros campamentos petroleros destinados a las labores productivas, así como también sociales y familiares: Manantiales, Clarencia y Puerto Percy en 1950. La etapa fundacional culmina con la inauguración de los dos últimos campamentos: Cerro Sombrero en 1958 y Cullen en 1962.

La extracción de esta materia prima no solo modificó el espacio en términos urbanos y demográficos, sino también, en la constitución de una comunidad local con un profundo sentido identitario, es decir, los cinco campamentos articulan un engranaje geográfico, urbano y social, y son sus propios habitantes quienes se autodenominan “enapinos”, situación que deja entrever el arraigado sentido de pertenencia que esta labor dejó en sus trabajadores y sus núcleos familiares quienes sentían estar “haciendo patria” en el fin del mundo.

La pertenencia, entendida como la capacidad y necesidad de relacionarse con otros, da cuenta del profundo sentir de las familias y trabajadores que habitaron los campamentos enapinos, teniendo en cuenta que las sociedades humanas están ancladas en el diálogo y la interacción con otros, dentro de un espacio común de significados compartidos (Jelin, 2011, p. 94). Desde esta perspectiva, Acevedo y Rojas señalan que hablar de un patrimonio enapino está estrechamente relacionado a la ocupación del sector norte de Tierra del Fuego, situación que nos remite a la etapa fundacional (1945-1962) donde los sujetos atribuyen significado e identidad a los vínculos con el petróleo y la ENAP. De la vida diaria se desprenden una serie de actividades que mantenían unida a la comunidad enapina, destacando olimpiadas, actos cívicos y patrios, festivales de canto y danza, primeras comuniones, boletines informativos, entre otros. Todos estos elementos dan cuenta de la activa participación de la comunidad local en actividades recreativas, en las que establecieron los cimientos de un profundo sentido de identidad y memoria colectiva.

En esta parte del libro, los autores consideraron integrar como fuente los testimonios de ex pobladores de estos espacios, revelando una dimensión íntima y, hasta ahora, escasamente abordada sobre la experiencia de nacer, crecer, vivir y trabajar en los campamentos enapinos petroleros más australes del mundo. He aquí, una de las fortalezas de este título, que no solo se refiere a la urgencia de resguardar los recuerdos, los espacios y la memoria de los ex habitantes enapinos, sino también a dar cabida a aquellas voces y experiencias olvidadas que no habían sido consideradas para estudios de estas características. Los testimonios nos ofrecen una mirada íntima y familiar de lo que podríamos llamar la diáspora enapina que, a pesar del paso del tiempo, persiste en identificarse con aquellos elementos cotidianos de la comunidad que alguna vez fueron parte. En esta línea, el título que nos convoca constituye un archivo de memoria enapina que rescata la memoria colectiva de un proceso histórico y social ocurrido en la zona austral de nuestro país, y que a la fecha, aguarda por mayores investigaciones y trabajos orientados a profundizar el conocimiento sobre esta materia.

Finalmente, la metodología mostrada por los autores guarda relación con una revisión y sistematización de fuentes primarias y secundarias relacionadas con el patrimonio cultural, el patrimonio industrial y la historia del petróleo en Magallanes. En relación a las fuentes primaras, se abordaron los boletines de la ENAP denominados “Infórmese”, así como también la prensa regional de la época y las alusiones a esta actividad productiva. Por otra parte, se revisaron los principales trabajos realizados por investigadores y académicos sobre el petróleo magallánico. De otro lado, los autores consideraron la realización de entrevistas a diversos testimoniantes enapinos bajo la metodología de la historia de vida, situación que permitió conocer la experiencia de haber sido parte constitutiva de la historia del petróleo desde sus propias voces, además de obtener información inédita sobre la vida petrolera en el fin del mundo. Esto último, se perfila como una oportunidad para futuras investigaciones, toda vez que, como se expresó anteriormente, son escasos los trabajos y fuentes vinculados a la situación del petróleo en el país.

En conclusión, el trabajo de Pía Acevedo y Carlos Rojas resulta un título imprescindible para entender la lógica patrimonial actual y los desafíos que esta disciplina proyecta hacia el futuro. A partir del texto, logramos identificar la necesidad y urgencia de rescatar y poner en valor la experiencia petrolera austral, desde los elementos más tangibles como el resguardo de sus instalaciones hasta la documentación y posterior archivo de la historia contada por sus propios protagonistas, ex pobladores y trabajadores del fin del mundo.

Nota

1 ICOMOS: International Council on Monuments and Sites. Traducido al español como Consejo Internacional de Monumentos y Sitios.


Resenhista

Rosario Medina Medina – Directora Biblioteca Viva Sur-Fundación La Fuente. E—mail: rosario.medina8@gmail.com


Referências desta Resenha

ACEVEDO, Pía; ROJAS, Carlos (Editores). Enapinos. Los campamentos petroleros del fin del mundo. Un patrimonio industrial por armar. Etapa Fundacional (1945-1962). Santiago de Chile: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, 2015. Resenha de: MEDINA, Rosario Medina. Sophia Austral. Punta Arenas, n. 19, p. 103-106, 1º semestre, 2017. Acessar publicação original [DR]

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