Investigación y prácticas en didáctica de las ciencias sociales: tramas y vínculos – FUNES; JARA (REH)

FUNES, A.G.; JARA, M.A. (comp.). Investigación y prácticas en didáctica de las ciencias sociales: tramas y vínculos. Neuquén: Educo, 2019. 250p. Resenha de: MISKOVSKI, Silvina. Reseñas de Enseñanza de la Historia, n.17, p.215-222, ago. 2019.

El libro Investigación y prácticas en didáctica de las ciencias sociales: tramas y vínculos, compilado por Graciela Funes y Miguel Jara presenta una selección de conferencias y trabajos que se desarrollaron en el marco de las XVII Jornadas Nacionales y VI Internacionales de Enseñanza de la Historia; II Jornadas Nacionales Red de Docentes e Investigadores en la Enseñanza de la Geografía y IV Encuentro Iberoamericano de Investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales: Los aportes de la didáctica de las ciencias sociales, de la historia y de la geografía a la formación de la ciudadanía en los contextos iberoamericanos1.

El texto organiza las participaciones de diversos docentes, especialistas e investigadores en didáctica de las ciencias sociales de América Latina y España en capítulos que responden a tres ejes temáticos vinculados, en primer lugar, a la formación, investigación, innovación y colectivos profesorales; en segundo lugar, a los aprendizajes, prácticas, memorias y lugares, y en tercer lugar, a las ciudadanías desde las disciplinas, contextos y formaciones. Esta distribución que no presenta temáticas excluyentes se podría entender como operativa para organizar la presentación de los capítulos, debido a que los análisis están vinculados, como indica el nombre el libro, en una trama constituida por la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias sociales en diversos niveles educativos.

En la primera parte se presentan reflexiones que tienen que ver con la formación profesional docente, con la investigación en didáctica de las ciencias sociales y con propuestas de innovación educativa en ese campo. Así, el trabajo de Graciela Funes, Víctor Salto y María Esther Muñoz (UNCO) titulado “Formación, investigación y colectivos profesorales” propone articular los tres núcleos temáticos mencionados. Los autores conciben la formación docente en Ciencias Sociales e Historia como un campo de intersección de diferentes dominios disciplinares que va construyendo una orientación epistemológica desde la cual pensar la práctica profesional. En este primer capítulo, los autores presentan algunos aspectos fundamentales de esa orientación que tienen que ver con prácticas de enseñanza situadas, colaborativas, cuya finalidad sea la emancipación y la igualdad. Constructos sobre los que han orientado desde la década de los noventa su investigación educativa en un contexto caracterizado por la diversidad, la fluidez y la hibridación de formas de posicionarse y vincularse con el conocimiento.

En el segundo capítulo, titulado “Tems, problemas y desafios en la formación didáctica de las ciências sociales, geografia e historia” de Víctor Salto se hace referencia a la formación docente en Ciencias Sociales, Historia y Geografía. El autor realiza una síntesis de las producciones que fueron presentadas con relación a la temática en el marco del encuentro iberoamericano indicado al comienzo de esta reseña. Este trabajo propone un estado de la cuestión actualizado de problemas que se plantean investigadores y docentes de diversas latitudes y están organizados en tres núcleos analíticos: diseños y planes para la formación del profesorado, líneas y perspectivas para la formación del profesorado y dispositivos para la formación del profesorado. Entre los problemas de investigación que se enuncian, algunos refieren a: la reorganización de diseños y planes de estudio que asuman la necesidad de una mayor articulación entre la formación y la realidad escolar en las que se inscriben las prácticas de enseñanza; la urgencia de propuestas epistémicas que promuevan una educación para la ciudadanía democrática.

En cuanto al tema referido a la investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales el trabajo de María Celeste Cerdá y Fabiana Ertola: “La investigación en la enseñanza y el apredizage de las ciências sociales, geografia e historia en Iberoamérica: una cartografia desde el sur del sur” ofrece al lector una recopilación de temas y problemas que se plantearon en el encuentro iberoamericano mencionado anteriormente. Como indica el título de este capítulo, las autoras trazan una cartografía que permite visualizar y sistematizar las producciones que se están desarrollando en el campo de la Didáctica de las Ciencias Sociales. Entre ellas se mencionan: la enseñanza de las Ciencias Sociales e Historia y TICs; la evaluación; libros de textos, cuadernos y carpetas de los estudiantes; las regulaciones sobre la enseñanza.

Puntos de interés que constituyen un corpus orientado a promover alternativas en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Con respecto a estas demandas el capítulo que presenta María Esther Muñoz, “Preocupaciones y ocupaciones en la Enseñanza y Aprendizaje de las Ciencias Sociales, Geografia e Historia, Experiencias en y desde la práctica”, ofrece una vista panorámica de propuestas de innovación de profesores e investigadores de diversos niveles educativos y de distintos países iberoamericanos.

La autora presenta propuestas alternativas a la enseñanza tradicional no solamente en cuanto a metodologías sino también en cuanto a contenidos y materiales que son seleccionados a partir de problemas sociales relevantes.

El quinto capítulo de esta primera parte corresponde al trabajo de Joan Pagés, “Qué formación en didáctica de las ciências sociales necesitan los y las docentes del siglo XXI? Reflexiones a la luz de diferentes situaciones”. Allí, convoca a pensar sobre lo que está sucediendo en la enseñanza escolar de las Ciencias Sociales, la Geografía y la Historia y sobre los desafíos que asume la formación docente frente a una realidad educativa que exige prácticas reflexivas desde el punto de vista de las finalidades, es decir, desde el para qué aprender estas disciplinas y el qué aprender de ellas.

A partir de la presentación de noticias que hacen referencia a la enseñanza escolar de la Historia, el autor acerca de manera interesante ejemplos que permiten pensar la formación docente relacionada a la enseñanza y aprendizaje de contenidos sociales.

En la segunda parte del libro, el eje de los trabajos se vincula al aprendizaje en distintos contextos y desde diversos lugares, prácticas y memorias. En este sentido, Beatríz Aisenberg revisa algunos supuestos que tienen que ver con la puesta en juego de ideas previas de los estudiantes a la hora de aprender contenidos escolares vinculados a las Ciencias Sociales. En su capítulo “Razones para no explorar los conocimientos prévios de los alunos al iniciar um proyecto de enseñanza en Ciencias Sociales”, cuestiona la práctica habitual de comenzar las propuestas didácticas con la indagación de las ideas previas de los estudiantes. A partir de contar con un amplio trabajo empírico ha podido evidenciar que los marcos de referencia con los que cuentan los estudiantes, elaborados a través de la experiencia social, les permiten construir significados sobre nuevos contenidos, tal como propone el constructivismo. Según Aisenberg, los estudiantes ponen en juego sus conocimientos previos cuando están abordando nuevos contenidos con lo cual entiende que esos en las situaciones de aprendizaje desde una anterioridad lógica y no temporal.

Otro de los trabajos de esta sección es escrito por Antoni Santisteban y se titula “Investigación y cambio em la enseñanza de las ciências sociales”. Allí plantea la relación fundamental entre la investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales y las transformaciones en favor de una mejora en la enseñanza y el aprendizaje de las mismas y la innovación en las prácticas de formación del profesorado. El autor ofrece una descripción de algunas investigaciones que permiten visualizar problemas relacionados con el aprendizaje de las Ciencias Sociales como por ejemplo, la temporalidad, la conciencia histórica, la comprensión sobre problemas sociales, las capacidades básicas del pensamiento social.

El tercer capítulo de esta segunda parte del libro: “Qué no nos disse la investigación sobre enseñanza de la historia?” de Paulina Latapí invita a pensar sobre la responsabilidad que asumen los investigadores e investigadoras en enseñanza de la historia frente a las situaciones presentes que refieren a la pérdida de derechos y libertades ciudadanas. Para ello, la autora expone de manera detallada un estado de la cuestión acerca de las producciones más recientes del contexto iberoamericano en las que se abordan muchos de los problemas que se expresan en los capítulos reseñados hasta aquí. Sin embargo señala algunos puntos que todavía no han sido suficientemente indagados y que tienen que ver con la relación entre cognición y emoción y el abordaje transdisciplinario.

Jéssica Ramírez Achoy, presenta un trabajo que aporta a la discusión sobre el aprendizaje de las Ciencias Sociales por parte del profesorado en formación y sobre la manera en que puede impactar de forma crítica en las clases de secundaria. Este capítulo, “Aprender a enseñar ciências sociales: reflexiones en torno a la investigación”, propone una revisión bibliográfica sobre investigaciones en torno a la formación inicial docente y destaca aquellas experiencias que constituyen una ruptura con la enseñanza magistral y positivista.

Con referencia a las prácticas de formación docente, se presenta el Capítulo “Qué se enseña del espacio rural en la escuela primaria? Una investigación en el marco de una propuesta de integración de funciones universitárias” de Oscar Lossio. En él se relata una interesante experiencia en la que confluye investigación, formación docente y extensión universitaria. Se indaga en las prácticas de enseñanza de la Geografía del espacio rural en la escuela primaria a partir de una experiencia conjunta con docentes de la misma. El carácter extenso de la investigación permitió comprender las concepciones de los docentes de primaria acerca del espacio rural y visualizar cómo se fueron transformando a través de los aportes teóricos y metodológicos que se desarrollaron durante la experiencia.

Augusta Valle Taiman, en su trabajo”La importancia de la reflexión sobre las representaciones de la enseñanza y de los contenidos en la formación inicial del professorado” parte de la pregunta acerca del impacto de las investigaciones en didáctica de Ciencias Sociales y de la Historia en la formación de los docentes. La autora plantea que contribuyen a conocer las representaciones iniciales de los profesores y ofrecen la posibilidad de repensarlas epistemológicamente a la luz de las prácticas de enseñanza.

En los tres últimos capítulos de esta segunda parte se presentan las relaciones entre lugares y memorias en la enseñanza y el aprendizaje de las Ciencias Sociales. Así, el trabajo de Celeste Cerdá: “Lugares, historias y memorias en didáctica de las ciências sociales: una interpelación desde la Historia Reciente Argentina” entrelaza tres categorías: lugares, historias y memorias en una trama conceptual que permite problematizar la tensión deber de memoria/derecho a la memoria con relación a la última dictadura militar en la Argentina. La autora propone un modelo heurístico que permite analizar la enseñanza del pasado reciente desde dos categorías contrapuestas, es decir, desde una singularidad relativa o en contrapartida, desde una singularidad absoluta que vinculan desde distintas perspectivas epistemológicas la relación entre memoria e Historia.

A continuación Karina Carrizo presenta”Enseñar en contextos de diversidade cultural. El lugar de la Historia y ‘las historias’ “. Allí reflexiona, a través del relato de algunas experiencias, sobre los diseños curriculares en los que los saberes populares no son reconocidos para su enseñanza. Saberes, como indica la autora, deberían ser parte de la formación docente si es que se piensa en la preparación de maestros en clave intercultural para enseñar en contextos de diversidad.

El último capítulo de esta segunda parte es escrito por María Amalia Lorda, “Aportes desde la Didáctica de la Geografía para la construcción de una acción educativa situada”. En él desarrolla la tensión que se presenta en la práctica educativa entre una escuela pensada en el siglo XIX con docentes formados en el siglo XX y alumnos del siglo XXI. La autora reflexiona sobre los modos posibles de esa coexistencia desde algunas bases de construcción de una Didáctica de la Geografía para una educación situada.

La tercera parte de esta obra está estructurada en cuatro capítulos que comparten el interés por problemas vinculados a la construcción de la ciudadanía. En el primero de ellos “Qué apota la didáctica de la historia a la formación de la ciudadanía?” enseñanza de contenidos escolares. Advierte que desde el advenimiento de la democracia en Argentina las propuestas ministeriales hacen foco en la formación de una ciudadana democrática aunque en la selección de contenidos aún persista una mirada tradicional. Situación que plantea el desafío de pensar la formación inicial desde problemas socialmente relevantes, con una proyección hacia la construcción de una ciudadanía global.

En el segundo capítulo de esta sección, “¿Qué aporta la didáctica de la geografia a la formación de la ciudadanía?”, Viviana Zenobi reflexiona acerca de las finalidades de la geografía escolar de acuerdo a los contextos históricos. La autora considera que es fundamental en las instancias de formación docente reflexionar en el para qué enseñar Geografía en la actualidad y aporta algunos ejemplos didácticos que contribuyan a una Geografía que forme ciudadanos y ciudadanas democráticos.

Lucía Valencia Castañeda, en su artículo “Formar professoras y professores para formar ciudadanas y ciudadanos “¿Qué contextos, qué ciudadanías?” invita a pensar la formación docente desde el propósito de construir el pensamiento social en los estudiantes. Para ello aborda los supuestos epistemológicos de las disciplinas y cómo debieran contribuir con la construcción de una ciudadanía crítica, global y democrática.

En “Historia urgentes para ciudadanías mestizas”, Sonia A. Bazán propone analizar a los jóvenes que habitan las escuelas desde el concepto de ciudadanías mestizas. Este concepto habla de las identidades de las y los jóvenes, que en palabras de la autora, son menos largas, más flexibles también, más elásticas que permiten amalgamar ingredientes que provienen de otros mundos culturales.

Estas características tensionan con una enseñanza escolar para formar una ciudadanía nacional y homogénea.

Finalmente, Selva Guimarães y Maria da Conceição Martins escriben “Formarse professor de historia: ciudadanía y arte en las tramas curriculares”. En este artículo se propone vislumbrar la relación entre los derechos de ciudadanía, arte y formación cultural de los docentes de Historia así como considerar estas dimensiones en su formación profesional para contribuir con una práctica creativa.

Investigación y Prácticas en Didáctica de las Ciencias Sociales: tramas y vínculos, un libro que condensa actualizadas investigaciones, propuestas, reflexiones en torno a la enseñanza y el aprendizaje de la Historia, la Geografía y las Ciencias Sociales que renueva la convocatoria a seguir pensando alternativas posibles para la construcción de una ciudadanía democrática y global.

Notas

1 El encuentro se desarrolló en la Universidad Nacional del Comahue, sede Bariloche en el mes de octubre de 2018.

Silvina Miskovski – Prof. en Historia. Magister en Ciencias Sociales. Cátedra Didáctica de los procesos Históricos. Universidad Nacional de Río Cuarto.

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