José Antonio Anzoátegui. Accionar y forja de un héroe binacional (1810-2019) | Hancer González Sierralta

José Antonio Anzoátegui. Accionar y forja de un héroe binacional (1810-2019) es una obra robusta en lo heurístico y ambiciosa en lo hermenéutico, que refl eja bien tanto las inquietudes cuanto los logros de la historiografía reciente sobre la fi gura del héroe en Europa y América. Tributario del resurgimiento de la biografía en el marco de la investigación histórica, el estudio de González Sierralta ofrece, además, un detallado recuento de la otra trayectoria del caudillo de la Independencia: su biografía póstuma. Al explicitar sus deudas teóricas e historiográfi cas, el autor nos facilita la tarea de ubicar su propia obra en el contexto de un nutrido revisionismo historiográfi co que, desde fi nales del siglo XX y a lo largo de estas últimas dos décadas, trajo consigo nuevas y sugerentes visiones sobre las guerras de Independencia en América y sus connotados caudillos. La obra de González Sierralta aprovecha, en el mejor de los sentidos posibles, toda aquella historiografía que nos ha ayudado a entender mejor los derroteros de las luchas independentistas, ampliando el ángulo de visión hacia nuevos problemas como la historia social de la guerra; los procesos de articulación de las élites en el contexto de declive de la monarquía hispánica; y los intricados procesos de negociación política que hicieron posible la emergencia y consolidación de los estados nacionales en América, a lo largo del siglo XIX. Al cobijo de las más recientes interpretaciones sobre estos fenómenos, y con el respaldo de una sólida crítica documental, la primera parte de la obra nos explica con todo detalle y rigor la labor militar y política de José Antonio Anzoátegui (entre 1810 y 1819) a la luz de la compleja red de intereses y cambios sociales de esa época convulsa. En la segunda parte de libro, por su parte, se analiza la transmutación heroica del personaje como un factor relevante en la construcción del Estado venezolano y de su propia memoria histórica.

Un aspecto significativo de la obra reseñada, en el contexto más amplio de los estudios recientes sobre el héroe, es la comparación entre las dos grandes matrices de su imagen: la vital y la póstuma. Una y otra son construcciones que el historiador recupera de testimonios contemporáneos (en el primer caso) y de relatos históricos y gestos conmemorativos de diversa índole (en el segundo). La imagen esencialmente marcial de Anzoátegui se revela como el resultado de su aguerrida (a veces incluso despiadada) y disciplinada labor militar, pero también como una consecuencia de su lealtad a la autoridad máxima en que terminó convirtiéndose Simón Bolívar. Sin omitir las opiniones y juicios negativos sobre Anzoátegui, González Sierralta explica su éxito político militar pero también el triunfo de su imagen pública en razón de su férrea lealtad a la autoridad de Simón Bolívar. Dado que la imagen del Libertador se volvió, a la postre, constitutiva de la ideología dominante del Estado venezolano, la memoria en torno a ese personaje y a sus leales representantes, sufrió similar destino.

A reconstruir ese proceso de heroización póstuma está destinada la segunda parte del libro, en la cual se ofrece una conceptualización del héroe romántico que se ajusta bien a la figura póstuma de Anzoátegui. Al cobijo de referentes clásicos, pero también de estudios recientes, la obra asocia la construcción de los panteones heroicos en Latinoamérica con un ejercicio análogo: la “invención de la nación.” En ese sentido, la obra se inscribe rápidamente en la línea de trabajos que, desde la canónica obra de Germán Carrera Damas, se cuestionan sobre la relación entre el discurso patriótico y la legitimación del poder. Esto orilla al autor a reflexionar sobre el vínculo entre “el ídolo edificado” (construido en función de los intereses de las élites que asumen la conducción del Estado nacional) y el “héroe histórico” (que sería el producto del conocimiento del personaje real). A resolver esa tarea, a cuestionarse si ¿concuerda o es antípoda el hombre real de José Antonio Anzoátegui con el construido posteriormente?, están dedicados los últimos siete capítulos, acaso los más ambiciosos del conjunto.

El recorrido por la trayectoria póstuma del prócer oriental no podría ser más amplio: arranca con su muerte, ocurrida en 1819, y culmina en 2019, apenas dos años antes de la publicación del libro. No conozco una obra sobre temática semejante que pretenda abarcar un periodo tan dilatado. Para preservar la amplitud, pero hacer manejable la complejidad el autor restringió la variedad de fuentes en las que puede rastrearse la construcción de la figura heroica. En ese sentido, el recuento de González Sierralta ofrece, a partir de la literatura conmemorativa e historiográfica, la construcción de lo que podríamos denominar el héroe oficial, pues se trata de fuentes elaboradas en función de los contextos celebratorios y por lo mismo promovidas desde el ámbito oficial. En “La deificación por la historiografía” (capítulo 9) el repertorio es variopinto, aunque algo monótono pues, como bien se afirma, la historiografía no hace sino reforzar el culto heroico que acaso se atestigua mejor en el análisis de los rituales fúnebres. En el capítulo 10 la obra vuelve, a mi juicio, a un cauce más interesante al analizar el culto marcial a Anzoátegui como una transmutación que sufre con el resto de héroes militares, pasan de ser “hijos de la patria” para convertirse en “padres de la nación.” Valorar adecuadamente la sublimación del personaje histórico en el ritual funerario es fundamental en este y otros casos porque ahí se construye la imagen inmaculada del héroe, tan necesaria para la instrumentalización de todo patriotismo oficialista. Al dar continuidad a la evolución del culto a Anzoátegui, la obra nos ofrece un repertorio más amplio de rituales y objetos conmemorativos y, más adelante, profundiza la historia póstuma del héroe al reconstruir la actuación de “las comunidades de culto”: asociaciones, cofradías o grupos de diversa índole cuyas tareas fueron decisivas en la preservación de la memoria patriótica. La imagen relativamente unitaria del héroe en la historiografía adquiere otra dimensión al analizar los acuerdos, pero sobre todo las disputas entre los distintos promotores del culto al héroe y la memoria nacionalista.

Con criterios similares, aunque ya anclados en las lógicas oficialistas y estatales del siglo XX, González Sierralta continúa su meticulosa reconstrucción de las grandes conmemoraciones oficiales (el 7 de agosto día de la Batalla de Boyacá, y el 14 y 15 de noviembre, natalicio y fallecimiento respectivamente). Cabe señalar que, aunque el análisis de los usos públicos (esto es oficialistas) de la memoria de Anzoátegui recorre toda la obra, es sobre todo en el contexto de finales del siglo XX y principios del XXI donde el autor hace un mayor esfuerzo por explicar la dimensión estrictamente política del culto al héroe. El análisis en varias escalas (internacional, nacional y local) de “la conmemoración bicentenaria” revela la nueva funcionalidad de los héroes patrios al insertarlos en contextos de legitimación que son ajenos a su circunstancia histórica para colocarlos, nos dice el autor, “al servicio de causas actuales.”

Al recorrer las páginas de José Antonio Anzoátegui. Accionar y forja de un héroe binacional (1810-2019), no he podido evitar el espejeo de algunos de sus contenidos con otras dos propuestas que me resultan complementarias: Men on Horseback. The Power of Charisma in the Age of Revolution (2020), obra en la que David A. Bell ofrece una reflexión muy sugerente sobre el carisma como un aspecto fundamental del culto al héroe romántico (típicamente militar). Y el más reciente estudio de Beatriz Bragoni sobre San Martín. Una biografía política del libertador (2019) que, al igual que la de Anzoátegui, incursiona en esa complicada pero necesaria tarea de mostrarnos a un mismo canto las dos facetas (vital y póstuma), tan necesarias y tan conflictivas entre sí, de la biografía histórica.


Resenhista

Rebeca Villalobos Álvarez – Universidad Nacional Autónoma de México. Ciudad de México-México. E-mail: [email protected]


Referências desta Resenha

SIERRALTA, Hancer González. José Antonio Anzoátegui. Accionar y forja de un héroe binacional (1810-2019). Mérida: Universidad de Los Andes, 2021. Colección Contraolvidos, 1. Resenha de: ÁLVAREZ, Rebeca Villalobos. Presente y Pasado. Revista de Historia. Mérida, v. 27, n. 54, p. 232-235, jul./dic. 2022. Acessar publicação original [DR]

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