La redefinición de lo posible: Militancia política y movilización social en El Salvador (1970 a 2012) | Kristina Pirker

El libro de Kristina Pirker es recomendable para un amplio público. A aquellos que no conocen en profundidad la historia reciente de El Salvador, el texto les aportará una mirada que tiene la virtud de articular los estudios clásicos con investigaciones más recientes. Asimismo, el análisis de escala nacional y perspectiva de largo plazo se encuentra enriquecido por aquellos estudios que abordan procesos más acotados en tiempo y espacio. Finalmente, la claridad en la escritura permite recorrer -con profundidad analítica y, a la vez, fluidez- cuatro décadas claves y muy cambiantes de la historia reciente de El Salvador.

Para quienes, en cambio, estudian o conocen la historia reciente de este país, el libro no deja de ser un aporte significativo. En primer lugar, por la mirada de largo plazo, empresa ambiciosa y de difícil concreción, que no abunda en los estudios recientes sobre el caso. En segundo lugar, el libro de Kristina Pirker aporta una mirada que, pese a abordar procesos conocidos por los especialistas, no deja de ser original en tanto se analizan colectivos sistemáticamente relegados. Tal es el caso del análisis de las organizaciones sindicales en su vínculo con los frentes de masas y las organizaciones armadas, elementos estos que han merecido menos análisis que aquellos vinculados con el campesinado o el anclaje rural de las organizaciones armadas.

En esa línea, el libro también significa un interesante aporte a los debates generales sobre historia reciente latinoamericana en tanto enfatiza con acierto en organizaciones del movimiento popular que, pese a formar parte trascendental de las fuerzas contestatarias, han recibido menos atención que aquellos núcleos que optaron por la lucha armada. Esto es común en la historiografía latinoamericana en general, pero, en particular, en El Salvador, donde la guerrilla logró una penetración, alcance y poder de fuego (especialmente en el ámbito rural a partir de 1981) mucho mayor que el resto de las experiencias similares en la región. El foco de Pirker en las organizaciones populares se ve no solo en los entrevistados que seleccionó y en los temas que eligió profundizar con ellos, sino también en la reconstrucción histórica que acompaña y contextualiza cada uno de los períodos en los que dividió la experiencia militante.

Este énfasis nos permite hacer un recorrido por otros ejes, en función de la pregunta que orienta el libro, ejes entre los cuales seleccionamos dos, relativos a las décadas de 1970 y 1980, que surgen del análisis del vínculo entre las organizaciones populares y otros actores que propone el texto.

El primero de esos actores es la guerrilla y la forma en que el análisis de Pirker permite repensar su relación con las organizaciones populares no armadas. En ese sentido, abundan los estudios que analizan los ‘70 como una mera “antesala” de la Guerra Civil (1980-1992). Estas miradas destacan el desarrollo de prácticas de lucha armada que luego van a perfeccionarse, fortalecerse y extenderse a partir de 1981, durante la guerra. Este énfasis marcado en la cuestión meramente militar, suele perder de vista la riqueza del “repertorio de acción colectiva” (utilizando los conceptos del marco teórico elegido por Pirker, influido por Charles Tilly): repertorio que, observado en su particularidad (especialmente en la década del 70) se revela heterogéneo, rico y variado, tanto en prácticas como en sujetos que lo llevan adelante y que incorpora ciertamente la lucha armada como un elemento clave pero que no se reduce a ella. Un aspecto importante en ese sentido es la forma –que Pirker desarrolla en detalle- en que las diversas organizaciones se van articulando en frentes de masas transformando esta infraestructura organizacional en “vehículos de insurrección”. En ese sentido, en el estudio de la díada organizaciones populares–guerrilla, también suele ser subestimada la propia iniciativa y las capacidades de los militantes de estas organizaciones populares en su proceso de radicalización. El texto discute así con aquellas miradas que sugieren que dicha radicalización es fruto del accionar de “agentes externos” proponiendo una mirada más compleja, dinámica y matizada con base en los testimonios recabados y en diálogo con los estudios que analizaron dicho proceso en una escala local (como el clásico trabajo de Cabarrús). El énfasis en los intereses, deseos, historia y objetivos de los propios militantes de las organizaciones populares como claves para entender las decisiones tomadas por los mismos -y la evaluación de los beneficios que extraían de dicha relación en base a dichos intereses, deseos y necesidades- también colabora en la discusión que busca matizar tanto las miradas centradas en la “manipulación” por parte de la “vanguardia” armada, como también aquellas que desvinculan las organizaciones armadas de sus bases.

El segundo de los actores cuya relación con las organizaciones populares es pasible de repensar a la luz de los planteos de Pirker, es la fuerza armada. Si pensamos la inserción de este libro en los debates amplios, la mirada de la autora aporta elementos que permiten discutir con la idea de que las dictaduras, en las diversas formas en las que se presentaron en América Latina en el periodo, constituyen una respuesta lógica al desafío armado que implicó el surgimiento y fortalecimiento de las guerrillas. Este tipo de miradas -además de coincidir con la idea que los propios militares buscaron instalar para justificar sus acciones- limita estos procesos a una cuestión meramente militar, desestimando preguntas relativas a la dimensión política. Entre estas destacamos la pregunta por los objetivos políticos de la represión y, en esa línea, los efectos de dicha represión en un período de tiempo más prolongado que el del conflicto armado y sobre una población más amplia que la restringida a los combatientes armados. En ese sentido, los testimonios muestran la forma en que la represión y el terror de los ‘70 modificaron la militancia popular, afectando los vínculos del conjunto social. Permite ver así, la represión como una tecnología de destrucción y reconstrucción del lazo social y no como una mera estrategia estatal de eliminación de la guerrilla, objetivo éste más militar que político, más acotado en el tiempo y más restringido en su población-blanco que el primero.

En ese sentido, la lectura de “La redefinición de lo posible…” logra confrontar también con aquellas miradas que en Argentina se conocen como “teoría de los dos demonios”. Dicha perspectiva tiende a conceptualizar la conflictividad de finales de los 70 en Argentina como una lucha entre dos “demonios” –uno de izquierda y otro de derecha-, asociales y deshistorizados, equivalentes en su carácter armado y desvinculados de una sociedad civil que permanece inerme y totalmente ajena a la conflictividad. Esta perspectiva otorga centralidad al análisis de los “bandos” armados y a su carácter militar, relegando a un margen a otros actores y víctimas, en un análisis reñido con las relecturas que los propios militares latinoamericanos hicieron de la Doctrina de Seguridad Nacional: en sus manuales, estos caracterizaron un “enemigo” que excedía en mucho al combatiente armado e incluyeron, como blanco fundamental de la represión y el terror, a la población en su conjunto. Prueba de esto la constituye, por ejemplo, el nombre que militares argentinos y bolivianos eligieron para caracterizar los procesos represivos que encabezaron (“Proceso de Reorganización Nacional” y “Reconstrucción Nacional”, respectivamente).

En esa línea de críticas a la llamada “teoría de los dos demonios”, y aún sin ser un objetivo explícito de la autora, Pirker da cuenta de la fluidez que tenía el recurso de la lucha armada, el hecho que no constituía el “punto cero” de la lucha, sino un momento dentro de un continuum y, en términos de Tilly, un recurso del que los militantes muchas veces echaron mano como respuesta a la intensificación de la represión, y no al revés (Pirker).

El libro de Kristina Pirker ayuda a repensar entonces estos vínculos y sostener la importancia de la pregunta por la particularidad de los lazos sociales que conformaron el heterogéneo campo popular, las características que estos adquirieron y la forma en que la represión y el terror logró modificarlos.


Resenhista

Lucrecia Molinari – Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA- Argentina). Líneas de investigación: Dictaduras, militarismo, represión y genocidio América Latina, siglo XX. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Centro de Estudios sobre Genocidio (CEG) Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), Argentina. E-mail: [email protected]


Referências desta Resenha

PIRKER, Kristina. La redefinición de lo posible: Militancia política y movilización social en El Salvador (1970 a 2012). México: Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 2017. Resenha de: MOLINARI, Lucrecia. Secuencia. Reseñas, 2022. Acessar publicação original [DR/JF]

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