Moverse para no extinguirse. Trayectoria productiva y movilización social de pequeños lecheros de Chihuahua/México/1950-2018 | Luis Aboites Aguilar

Nativo de Ciudad Delicias, Chihuahua, Luis Aboites Aguilar emprende la tarea de analizar la movilización de pequeños propietarios agrícolas y las adversidades que han debido sortear para no extinguirse como productores de leche en esa ciudad. Las causas, las demandas y trayectoria del movimiento lechero que se expresan principalmente a nivel local son múltiples pero también adquieren sentido cuando el autor las contextualiza, las inserta y vincula con la producción y la industrialización de la leche, en otras regiones, en el país y en el mercado internacional. La investigación es atractiva por la complejidad del escenario de una movilización que, siendo local, está marcada por las lógicas del mercado lechero, el cambio tecnológico, las iniciativas de los gobiernos e instituciones estales y federales en distintas coyunturas políticas desde los años 1950 hasta 2018, año en que terminó el manuscrito.

En este sentido, la acción colectiva se comprende porque los procesos locales se describen e insertan en una perspectiva densa, que recuerda la descripción etnográfica microsocial desde la cual el autor aborda interpretaciones más amplias y abstractas, partiendo del conocimiento de cuestiones pequeñas y circunscritas. Así, en los capítulos dedicados a la movilización hay una interrelación entre el análisis antropológico y el económico, otorgando una imagen histórica llena de vida en los distintos periodos estudiados. Esta imagen nos presenta lo cotidiano y cultural, de acuerdo con la trayectoria de las estructuras económicas y políticas que los lecheros y los empresarios de la leche elaboran en la cotidianeidad del mercado y las sociedades locales. Cuando el autor se concentra en comprender las peculiaridades del movimiento de protesta e inconformidad a lo largo de los años, deja de lado las pretensiones de una explicación macro, a partir de una gran idea, y se dedica a enfocar el problema de estudio partiendo de contextos específicos y de relaciones sociales y políticas de mediano alcance. Esta aproximación le sirve para interpretar el significado que otorgan los actores al desarrollo de la producción lechera y la industrialización de la leche y sus derivados en los periodos estudiados.

Así, el libro se presenta como una historia que tiene sentido sobre todo para las generaciones nacidas entre los años cincuenta y fines de los setenta, que vivieron los ciclos de la pequeña producción lechera tanto en el campo como en los centros urbanos. También experimentaron las transformaciones posteriores del consumo derivadas de la industrialización de la leche y los productos lácteos producidos en gran escala por empresas nacionales, los que se entremezclan con los procesos globalizadores de los años recientes. De algún modo, esta historia adquiere sentido para el lector pues el autor nos recuerda que desde hace no tantos años los mexicanos ingresaron a un mercado que se diversificó y transformó completamente las formas de consumir leche en el país.

Si bien el autor es exigente con sus análisis estadísticos locales, regionales y nacionales que permiten comprender los ciclos económicos, una parte importante del mensaje del libro es mostrar que los procesos sociales de modernización y cambio deben ser aterrizados en las relaciones sociales y sus significados para la gente, evitando soluciones fáciles derivadas de macroexplicaciones, tales como la implantación del neoliberalismo en el país. De hecho, el autor reconoce el impacto del neoliberalismo y los cambios producidos a nivel político, pero su texto se concentra en el proceso de transformación de la vida cotidiana y en las relaciones y discursos locales derivados de macrodecisiones gubernamentales o empresariales.

En este marco, el libro se divide en una introducción, tres secciones y nueve capítulos. La primera sección nos habla de la lechería mexicana, la producción y las importaciones del producto, su geografía regional, los tipos de productores y las cifras de la extinción de los pequeños lecheros. Hay una segunda sección donde se relata y analiza la introducción de la nueva ganadería en el estado de Chihuahua, por la crisis y quiebre de la producción algodonera que el gobierno federal encara sustituyendo el algodón por un programa de ganado lechero.

La lechería de Chihuahua vive un ascenso centrado en Ciudad Delicias, pues las unidades de producción se multiplicaron y sus productos se integraron al mercado. Durante ese auge en el estado se crea un grupo de empresarios que participa con mucho éxito en la modernización del sistema de alimentación de las vacas y el cuidado de su salud, compran vacas Holstein y logran aumentar la producción de cada vaca. Otros que contaban con tierras sembraron alfalfa, y maíz forrajero para alimentarlas o arrendaban tierras y adquirieron derechos de agua. En un comienzo, con el objeto de obtener mayores rendimientos, la aplicación de la tecnología se centró en la alimentación y la salud del ganado.

Ciudad Delicias desplazó a Ciudad Cuauhtémoc como productora de leche, pero también fabricó quesos y vivió un auge recordado por todos. Sin embargo, con el paso del tiempo, en esta última ciudad y gracias a la presencia de los menonitas y a la instalación de grandes empresarios, se produjo una competencia que desplazó a los productores de Delicias. La competencia interna entre las empresas de Chihuahua no fue el único factor que influyó en la disminución de los precios de la leche y las ganancias en esta ciudad. El escenario económico, y posteriormente político, cambió con la crisis internacional de 2008 pues subieron los precios del dólar y del diésel y Liconsa no compraba leche sólo a pequeños productores sino también a los grandes, que entregaban leche limpia y de calidad. Durante ese año y hasta 2018, fecha en que termina la investigación, disminuyeron los productores de leche en Chihuahua.

Este periodo se vincula con la potencia y el auge de la producción lechera en otras regiones del centro y sur del país, pero también con el éxito de las grandes productoras de leche y productos lácteos en Coahuila y Durango (Alpura y Lala), lo cual permite comprender posteriormente la raíz de la inconformidad que surge en el caso de estudio en Ciudad Delicias y pensar en el origen y despliegue de la acción colectiva posterior en tres momentos de la historia.

En este contexto, se pasa a una tercera sección que trata de la acción colectiva contenciosa de los pequeños lecheros y sus protestas orientadas a defender la pequeña propiedad, así como las inversiones realizadas con mucho esfuerzo familiar y endeudamiento para permanecer en el mercado. Su lucha puede resumirse como una acción defensiva orientada sobre todo a evitar su extinción. Este movimiento se divide en tres etapas. La primera consiste en defender a Liconsa, que les ofrece apoyo político y económico y cierta seguridad para la venta de sus productos en el mercado local. La segunda etapa se desarrolla alrededor de la caseta de Jiménez y la tercera movilización se vuelve a desarrollar en esa misma caseta, alrededor de demandas de apoyo a Liconsa. El libro termina con un epílogo titulado “Por la nación y su mercado hablarán la leche y su caseta” y unas notas muy interesantes donde se reflexiona sobre la necesidad de orientar la producción de alimentos y de la leche aprovechando las posibilidades que ofrecen los pequeños productores del campo.

Las movilizaciones en Ciudad Delicias señalan que los pequeños productores tenían y aún tienen escaso poder político y buscaban y buscan alianzas con el gobierno estatal cuando los grandes productores habían acrecentado su poderío en el mercado nacional. Su búsqueda de apoyo en una institución de desarrollo rural como Liconsa señala su orfandad y la necesidad de contar con aliados para poder permanecer produciendo en el mercado nacional, donde predominan grandes empresas nacionales como Lala y Alpura. Además, deben enfrentar a las empresas lecheras transnacionales que han hecho su agosto. En este marco el autor plantea impulsar un modelo económico que cuide y fortalezca la pequeña producción agrícola y ganadera basado en un nuevo acuerdo político apoyado por el Estado. El libro termina con una serie de anexos que incluyen las fuentes y bibliografía, un índice de cuadros estadísticos, gráficas, mapas y un índice analítico.

Se trata de un libro muy serio en cuanto al recuento económico e histórico de la producción e industrialización de la leche, que tocará las vivencias de un público que ha sido testigo de estos cambios. El autor nos recuerda que, tanto en la provincia como en la Ciudad de México, hasta hace pocos años, hubo establos en distintas partes de la ciudad que repartían en carretas la producción doméstica de leche entre la población migrante que llegaba a la ciudad o en pequeños camiones en las zonas más urbanizadas. Este tipo de leche requería trabajo doméstico para su consumo y transformación en mantequilla, nata o búlgaros. Poco a poco, estos sistemas de producción y distribución de leche fueron desapareciendo por la importación de leche en polvo y su comercialización en supermercados y tiendas de autoservicio, y pronto la leche se transformó también en postres, licuados o batidos, yogures, quesos y otros productos lácteos que la gente consume directamente sin intervenir en su elaboración ni recordar que su origen es la leche fluida de antaño.

El estudio de los pequeños productores de leche en Delicias entremezcla la mirada antropológica con la historia económica y política para dar cuenta y comprender las peculiaridades de los movimientos de protesta e inconformidad de campesinos que no logran integrarse al mercado en los últimos años y obliga a reflexionar sobre las tendencias que erosionan la capacidad productiva en el país. Hay en el autor de esta investigación un interés genuino por repensar el modelo de desarrollo económico predominante que descuida a los pequeños propietarios.

Sin embargo, quisiera recalcar la gran calidad de la investigación de campo realizada pues, pese a la importancia dada al contexto y tendencias del mercado de la leche, el autor, como nativo, construye una microhistoria compleja orientada a comprender que lo local es una articulación de niveles geográficos, económicos, políticos donde se busca una interpretación de los sentidos que la gente común otorga a sus acciones y comportamiento.

Se trata de una tarea difícil pues, aunque el autor emigró muy joven, nació y se desarrolló en esa sociedad local donde logró encontrar interlocutores de confianza, se vinculó con varios habitantes conocidos que le presentaron a protagonistas de las movilizaciones, le facilitaron documentos, mapas, datos y bibliografía, e incluso lo ayudaron a precisar hipótesis.

La microhistoria de Aboites es distinta a la mayoría de estudios sobre historia local o regional pues su relato se desplaza del individuo y la comunidad hacia una historia que valora el peso de las estructuras y la desigualdad que existen en las relaciones sociales y políticas con representantes del gobierno estatal y federal, con las instituciones y la violencia desatada por el narcotráfico o en los intentos de cooptación de organizaciones y movimientos sociales oportunistas que buscan alianzas ajenas a las demandas de los actores. Logra así desentrañar, con gran sutileza y paciencia, la presencia de aliados, adversarios, proyectos, frustraciones y demandas que marcan en distintos momentos a los actores durante las protestas.

Tratando de resumir, se pueden distinguir ciertas características de la investigación que están implícitas: a) la articulación de escalas en la construcción de los actores y espacios geográficos que dan acceso a los niveles local, regional, nacional y global; b) el uso riguroso y ordenado de información cualitativa y cuantitativa que otorga validez empírica y solidez a las observaciones a lo largo del periodo estudiado; c) la construcción de un modelo interpretativo sencillo y convincente sobre los significados de las movilizaciones y la debilidad de las organizaciones de los pequeños productores de leche; d) la fuerza de las leyes del mercado de la leche a nivel local, regional, nacional y global que los productores sólo perciben e interpretan superficialmente por falta de información o en momentos muy críticos, cuando ya no tienen recursos para afrontar los costos de producción; e) el descuido de las autoridades, instituciones, organismos de desarrollo locales, estatales y nacionales que no asesoran y descuidan el trabajo y los esfuerzos de los pequeños productores del campo.

La investigación concluye sobre la necesidad de comprender que si el mercado les falla a los pequeños productores que quieren seguir siendo lecheros hay que modificar el modelo de desarrollo nacional no sólo para que ellos puedan vender sus productos en el mercado, sino también por el daño ambiental que producen actualmente. En su estudio explica que hoy en día un tercio de la producción nacional de leche proviene de establos ubicados en lugares áridos, por lo que la escasez de agua y la sobreexplotación del suelo para la alimentación de las vacas son problemas recurrentes. Además, al tema medioambiental debe sumarse el del respeto a los animales pues las tres ordeñas que realizan al día es un maltrato. Pone como ejemplo a Nueva Zelanda, donde hay producción lechera en pequeña escala, pero localizada en los lugares de mayor humedad, basada en rendimientos discretos y en la alimentación de pastoreo.

Finalmente quisiera manifestar que, si bien la investigación es de gran calidad y de gran interés, la estructura del libro dividido en tres secciones que contienen tres capítulos cada una impide una lectura fluida. El lector debe hacer un gran esfuerzo para integrar los diferentes niveles analíticos en que se desarrolla la acción de los protagonistas de las movilizaciones. No obstante, constituye un aporte sustantivo al conocimiento de una parte de la sociedad chihuahuense, articulada alrededor de la producción lechera en una época en que se experimenta el impacto de transformaciones económicas que la obligan a enfrentar un futuro incierto.


Resenhista

María Luisa Tarrés – El Colegio de México.


Referências desta Resenha

AGUILAR, Luis Aboites. Moverse para no extinguirse. Trayectoria productiva y movilización social de pequeños lecheros de Chihuahua, México, 1950-2018. Ciudad de México: El Colegio de México, 2019. Resenha de: TARRÉS, María Luisa. Historia Mexicana. México, v.72, n. 3 (287), ene./mar. 2023. Acessar publicação original [DR/JF]

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