Aqueous Territory: Sailor geographies and New Granada’s Caribbean World | Ernesto Bassi
Bassi inicia en su libro, cómo la historia ha sido reforzada a través de narrativas sobre el tiempo y muy pocas veces, se tiene en cuenta el espectro espacial. Es decir, los historiadores, a veces no tenemos en cuenta la dimensión espacial para analizar los procesos históricos que se estudian. En este sentido, Bassi pone de ejemplo a Cartagena y como su “horizonte de expectativa” se había ligado en algún momento a una Cartagena Británica, dada la lógica de la guerra de las independencias, y cómo este episodio, se toma como algo anecdótico dentro de esas narrativas para explicar estos procesos históricos y no como el espacio, había también influido para que los dirigentes cartageneros pensaran en esa posibilidad, dada la relación que tenía Cartagena con el Caribe.
Siguiendo la línea anterior, pensar por ejemplo las conexiones históricas que ha tenido la costa del Caribe colombiano, con el Caribe isleño, fuerza cómo los horizontes de expectativas, también se fundamentan en cómo las personas se imaginan dentro de sus espacios habitables y su relación con el mundo. El libro pretende más que todo, analizar, cómo los sujetos históricos desarrollan un sentido de lugar, es decir, cómo se ubican en el mundo de forma más amplia, y en esta misma medida logran proyectarse a futuros potenciales para sí mismos y para aquellos a quienes decían representar; en este punto, el autor hace hincapié, en el término de Gran Caribe Transimperial para explicar esto último.
Ernesto Bassi Arévalo es un barranquillero, profesor asociado del programa de historia de la Cornell University ―institución académica de educación superior que pertenece a la prestigiosa Ivy League― en Ithaca, New York. Dentro de sus obras, se encuentra, por ejemplo: “Enabling, Implementing, Experiencing Entanglement: Empires, Sailors, and Coastal Peoples in a British-Spanish Southern Caribbean Milieu, 1780s-1810s,” in Jorge CañizaresEsguerra (ed.), Entangled Empires: The Anglo-Iberian Atlantic, 1500-1830 (Philadelphia: University of Pennsylvania Press, 2018), 217-235 – Much More than the Half Has Never Been Told: Narrating the Rise of Capitalism from New Granada’s Shores,” The Latin Americanist 61, 4 (December 2017): 529-550 – The Space Between,” The Appendix 2, 4 (December 2014) y/o Beyond Compartmentalized Atlantics: A Case for Embracing the Atlantic from Spanish American Shores,” History Compass 12, 9 (2014): 704-716.
Para Bassi, el punto de vista geográfico es importante en la medida en que permite analizar cómo ese Gran Caribe Transimperial, es un espacio regional que es dinámico, flexible, que nunca esta estático y que no solamente vale estudiarlo con las islas, sino también con los territorios continentales. Dicho de otra forma, cómo se puede estudiar la historia desde el Caribe y no partiendo de un lugar de este; además de mirar, cómo las instituciones oficiales se extienden y contraen de manera desigual a través del espacio. La idea de analizar este Caribe como un Gran Caribe Transimperial, visto desde las costas de la Nueva Granada, implica reconocer que los actores históricos no vivían limitados por sus geografías políticas, sino antes bien, sus vidas estaban en constante interacción con el mundo. Es por ello la necesidad muchas veces de dejar de lado, ―aunque sin dejar de ignorar por supuesto― etiquetas como Nueva Granada o América para tratar de limitar experiencias históricas y comprenderlas bajo circunscripciones territoriales y bajo esta lógica, cómo desde un indígena hasta un soldado español, utilizan ese Gran Caribe: lo transforman y lo producen.
Bassi toma como referencia los territorios acuosos entre los que destacan en primer lugar, ―finales del siglo XVIII y principios del XIX― como los marineros frecuentemente se entrecruzan en las fronteras políticas sobre las aguas del mar Caribe y del Atlántico, para recolectar información que ayuda en gran parte a construir ese espacio de interacción social o región –Gran Caribe Transimperial―, y dos, cómo muchos actores históricos que a veces no aparecen en las grandes narrativas históricas, también utilizan ese espacio geográfico para concebir su presente y futuro posible y cómo además, lo configuran diariamente.
Bassi cita a Jesse Hoffnung-Garskof en el sentido que, para él, la experiencia de estos marineros y otros sujetos históricos ―que influenciados e influyentes por el desarrollo de esta geografía transimperial― concibieron estos futuros potenciales y los llama como “un campo social transnacional [o transimperial]”. Seguidamente, estos sujetos históricos terminan desarrollando lo que para Micol Seigel, haciendo Bassi la citación, “mapas mentales transnacionales [o imperiales] que le ayudan a dar sentido al mundo que ocupan. Para Bassi, citando a Tim Cresswll y Peter Merriman, movilidad es “crear espacios e historias”. Por medio de la movilidad, las personas logran llenar los espacios de significado: desarrollan un sentido de lugar y confieren al espacio un significado. Son los marineros, inicialmente los principales actores históricos que, trasladándose de una frontera a otra, trazan senderos personales que dieron lugar a sus propias geografías vividas. Para el autor, esta región, que es una suma de movilidades individuales de marineros, es una región flexible, maleable, inestable, multicultural… donde más que convertirse en un intervalo o un mediador de lugares, se convierte en un lugar.
Para Bassi, el concepto de Gran Caribe Transimperial le permite analizar cómo los antepasados, “ordenaron su conocimiento [y experiencia] del mundo”. Y guiándose por Marx, así como “los hombres [y las mujeres] hacen su propia historia”, asimismo, las personas hacen también su propia geografía. Es decir, que tanto las narrativas históricas como la geografía, se configuran constantemente según las experiencias vividas en el tiempo, no se construye ni la una ni la otra, bajo circunstancias autoseleccionadas. En otras palabras, así como presuponemos que los hechos históricos no están pensados, tampoco se puede entender que la geografía y la forma en cómo se entendía y concebía, es de la misma forma en todos los espacios posibles a través del tiempo.
Otro de los términos que utiliza el autor, está el de la imaginación política: es entendida –bajo la mirada de John Agnew y Gearóid Ó Tuathail― como la forma en que las personas “visualizan el espacio global” y a través de esto, gestan argumentos sobre “la dirección futura de los asuntos mundiales” y “la forma venidera del mapa político mundial”. Bajo este término, el autor lo defiende en la mediad en que esta le permite a cada persona ser un analista geográfico –democratizando la geografía y la imaginación política― y que no solamente este derecho le es dado a los grandes actores de las narrativas históricas. Además de este, el autor utiliza también el término de comunidades imaginadas, de Benedict Anderson donde se usa como forma de precisar una nación y el sentido de pertenencia a esa comunidad política. Y este último se asocia con el concepto de “mapas mentales”, este término suele asociarse como “las formas en que la gente construye imágenes de otros lugares”, es decir, nos ayuda entender cómo los actores históricos imaginaban sus mundos imaginarios, además de ocasionar distorsiones geográficas que configuran el espacio absoluto en una construcción mental donde se usan otros métodos ―consciente o inconscientemente― para medir y experimentar proximidad. En ellos, citando Bassi a Sylvia Sellers-García, la distancia se vuelve una cuestión de perspectiva. Es decir, lejanía y proximidad se entienden bajo la lupa de quien lo conciba. El objetivo es analizar el Gran Caribe Transimperial como unidad geográfica de análisis.
Igualmente, cabe mencionar la falta de un análisis específico con respecto a la imaginación geopolítica de los marineros, esclavos, campesinos, libres de todos los colores, dada la falta de fuentes específicas como tal. La falta de las mismas, no indica tampoco que estos actores históricos, no tuvieran imaginación política o que sus horizontes de expectativas eran iguales a los personajes que constantemente se mencionan en las narrativas históricas o que sus horizontes, fueran menos que los últimos mencionados. Más bien, un territorio acuoso, sirve como herramienta ante cualquier resultado histórico donde se deben contemplar “otras posibilidades, otras formas de estar en el mundo y otras oportunidades que fueron excluidas figurativa y literalmente”.
Resenhista
Aneth Acuña Noguera – Universidad del Atlántico (Colombia). E-mail: anethacuna@mail.uniatlantico.edu.co
Referências desta Resenha
BASSI, Ernesto. Aqueous Territory: Sailor geographies and New Granada’s Caribbean World. Durham and London: Duke University Press, 2016. Resenha de: NOGUERA, Aneth Acuña. Historia Caribe, v. 15, n. 37, p. 251-254, jul./dic. 2020. Acessar publicação original [DR/JF]