La Historia Indígena y sus abordajes contemporáneos a los procesosindígenas de la Patagonia (siglos XIX a XXI)/Revista de Historia/2020

En los ámbitos universitarios argentinos, durante la última década del siglo XX, quienes decidían como profesores/as de historia o historiadores/as estudiar a las poblaciones indígenas de Latinoamérica y, en particular, de la región patagónica, debían abocarse al estudio  del  período colonial. Esto,bajo  el  supuesto de que las sociedades  indígenas habitaban previamente los territorios luego definidos como nacionales, fueron constituidos como el “pasado” del estado argentino, no sólo temporal sino en términos de un efectivo discurso de civilización y barbarie.

No obstante, dos situaciones  históricas presentes socavaron y cuestionaron en el transcurso de casi una década este aserto fuertemente instalado: por un lado, un fenómeno de  incidencia americana en  torno de los debates, críticas y, sobre  todo, resistencias indígenas  al  festejo  del  5° Centenario  del  arribo europeo al continente, mostró los procesos de reivindicación políticos y culturales, así como la presenciay pre-existencia de los Pueblos Originarios; por el otro, y a nivel específicamente local, la cercanía del segundo centenario de la Revolución de Mayo, momento fundante de la nación argentina para  un  conjunto  social  amplio,  abrió  un  largo  debate  sobre  qué  se consideraba  serpolítica, social  y  culturalmente  argentino.  Fue durante esos casi 15 años en los que se instaló un debate, sobre las condiciones de construcción histórica de la sociedad nacional, de alcances todavía efectivos y con expresiones de suma actualidad.

Transcurridas dos décadas del siglo XXI, quienes estudiamos la Historia Indígena, continuamos remitiéndonos a determinados procesos y discutiendo ciertos análisis, posicionadas/os desde una corriente de cambio y revisión que ha movilizado, en mayor o menor medida, a las ciencias sociales en general, a partir de reconocer y reparar el lugar que le corresponde a las sociedades indígenas o Pueblos Originarios en la construcción de nuestras sociedades. Y, en lo que compete al contexto argentino, y regional en particular, desde y sobre la Patagonia, el  conjunto de  trabajos  que  integra  este Dossieraborda  y analiza los procesos históricos y contemporáneos en torno a la pre-existencia, presencia y resistencias del Pueblo Mapuche.

La disciplina histórica ha reaccionado lentamente, comenzando a trabajar recién con el cambio de siglo en una visión autocrítica de su trabajo, atendiendo a su rol en la construcción de interpretaciones y significados respectode  los  procesos  históricos mencionados. En un trabajo de enorme referencia para los historiadores, Jacques Le Goff reflexionaba: “creo en definitiva que la historia es la ciencia del pasado, con la condición de saber que éste se convierte en objeto de la historia a través de una reconstrucción que se pone en discusión continuamente […] Esta interacción entre pasado y presente es lo que se ha llamado la función social del pasado o de la historia” ([1977]1995: 29). Escrito al calor de los debates y crisis disciplinares de los años ’70 en Francia (y en Europa), Le Goff intercambia  con autores  conocidos (Croce,  Collingwood,  Lèvi-Strauss, Bloch, Febvre, Braudel, Duby, Veyne, Carr, Godelier…) para quienes se formaron, investigaron y encararon la docencia universitaria durante los últimos 30 años. Está claro el rol de la historia como constructora de una narrativa sobre el pasado auncuando, con cierta lógica disciplinar interna y menos atentos al pulso de la realidad, se debate sobre los significados, funciones y efectos de esa narrativa.

Durante los últimos años,hemos presenciado una mayor manifestación de interés sobre los procesos históricos, políticos y culturales de los pueblos indígenas en Argentina y, en particular sobre el Pueblo Mapucheen la región. Es en este marco de atención y análisis crítico en el que se inscriben los artículos que componeneste Dossier. Los recorridos planteados por las autoras abarcan  desde  el  proceso  colonial  hasta  el  presente, y comprenden  abordajes  desde la historia regional y  la  sociohistoria, en nexo con otras disciplinas  como la  antropología  y la ciencia  política, a  dimensiones teóricas y perspectivas de estudio diversas, y con trabajos que enfatizan en el estudio del y desde el género.

En este sentido Liliana Pérezen su artículo “Entre tolderías. Acuerdos, violencias y resistencias.  De Tecka al Genua.  1870-1905” se sitúaen el escenario de las campañas militares a fines del siglo XIX en el marco del avance estatal argentino para analizar los acuerdos, disputas y tensiones que se generaron por este cruento avance, utilizando diversidad de fuentes, entre ellas las crónicas de viajeros y datos censales.

Por su  parte  y  en  este  mismo  contexto de conflicto y concreción del Estado Nacional argentino, Carolina Villar Laz  nos introduce  en  la  incorporación  de  las  sociedades indígenas  a  las  agencias  estatales tomando como caso la escuela Granja Hogar de Ceferino Namuncurá.

Las autoras María Alejandra Pérez y Sabrina Aguirre se proyectan al siglo XX, al sur de la provincia de Neuquén para realizar um análisis de los procesos que atravesó y atraviesa el Lof Paicil Antriao, en dos momentos específicos que marcaron momentos diversos de territorialidad dominante. El Pueblo Mapuche, y esta comunidad en particular, lejos de ser pasiva frente a ello, expresaron y planteantácticas de persistencia y formas de vida ancestrales.

Desde una perspectiva de género nos encontramos con dos artículos significativos sobre la temática indígena y formas de resistencia. En primer lugar, Suyai M. García Gualda reflexiona sobre las formas de organización y participación de las mujeres mapuce como defensoras de bienes comunes y reconocimiento ancestral, por medio de “la toma de la palabra”, desde la década de los noventa. En segundo lugar, las autoras Aldana Ibarrola y Ana María Troncoso plantean una mirada acerca de la construcción práctica y simbólica de la meseta chubutense como espacio periférico. Parten del concepto de “desierto” para analizar el carácter fundante para la construcción de las identidades provinciales. Las fuentes que utilizan son diversas, material periodístico, entrevistas, que dan cuenta de la complejidad del planteo.

Por último, Carolina Di Nicolo estudia el conflicto territorial y el desarrollo turístico de Villa Pehuenia-Moquehue en la provincia de Neuquén. Identifica actores sociales claves que se vinculan con los procesos de desterritorialización y reterritorialización en el conflicto territorial. Su investigación tiene como base entrevistas realizadas a informantes de la villa y documentación legal, lo que resultan un aporte verdaderamente rico en su objeto de estudio.

Para concluir, consideramos que este Dossier y sus respectivos artículos son un reflejo no sólo de la necesidad de continuar estudiando y complejizando los abordajesa los procesos indígenas desde perspectivas críticas y actuales, sino de resaltar la vigencia, presencia y reivindicación política y cultural de los Pueblos  Originarios, y del Pueblo Mapuche en especial, ya que es el que habita, y de manera preexistente, en la región socio-geográfica en  la que se centran estas investigaciones, y  desde donde se produce esta revista. Las problemáticas que se abordan entraman realidades y actores sociales diversos (desde comunidades, hasta agentes estatales y privados) en tiempos y lugares remotos y distantes, a la vez, conectados, porque  lejos  dequedar circunscriptos al pasado, se manifiestan en la actualidad y configuran las realidades de las sociedades indígenas de hoy.


Organizadores

Sofia Stefanelli – IPEHCS-CONICET-UNco. E-mail: [email protected]

Melisa Cabrapan Duarte – IPEHCS-CONICET. E-mail: [email protected]


Referências desta apresentação

STEFANELLI, Sofia; DUARTE, Melisa Cabrapan. Presentación. Revista de Historia, n. 21, p. 72-75, 2020. Acessar publicação original [DR/JF]

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