Emotions and Temporalities | Margrit Pernau

Dos giros tuvieron lugar el último tercio del pasado siglo y marcaron un parteaguas en los supuestos epistemológicos y ontológicos de las ciencias sociales. Problematizando la concepción sociológica de la teoría de la elección racional y del funcionalismo, el giro cultural introdujo en la comprensión de la realidad la dimensión interpretativa de la acción social, atendiendo para ello los símbolos expresivos, las estructuras de significado y las experiencias rituales. La cultura dentro de este marco no se agota en las “elevadas expresiones del espíritu”, como denominabaa Jacob Burckhardt a los productos culturales destinados al consumo de las élites aristocráticas y burguesas; lo mismo es cierto para las expresiones de los subalternos como las tradiciones y las festividades, eso que Mijaíl Bajtín dio en llamar “la cultura popular”. El constructivismo reencausó las reflexiones sobre la cultura, acercándola más a “los movimientos del alma” de Simmel, para ahora aprehenderla como el mundo en general a la manera de un “texto”, conformado por símbolos y significados (Clifford Geertz); como un conjunto de “paisajes de sentido” en los que interactúan espacios, instituciones y actores sociales (Isaac Reed); o como la vida cotidiana de la gente, los objetos de los que se rodea y sus formas de percibir e imaginar el mundo (Robert Darnton). Leia Mais