La vida cotidiana en Babilonia Y Asiria – CONTENAU (PR)

CONTENAU, G. La vida cotidiana en Babilonia Y Asiria. Traducida por Pablo Herrero. Resenha de: TORRES, Ángel Luis González. Panta Rei – Revista de Ciencia Y Didáctica de la Historia, Murcia, p.157-179, 2007.

Estructura

La obra de Georges Contenau, traducida por Pablo Herrero, está dividida en cuatrocapítulos a los que se añade un apartado de Conclusión, precedidos de una introduccióny con dos apéndices finales con la bibliografía y las notas aclaratorias (Referencias).

Cada capítulo está a su vez dividido en múltiples epígrafes, de mayor o menorbrevedad, sin numeración1, siguiendo una secuencia más o menos ordenada por temáticasencadenadas.

La INTRODUCCIÓN de apenas dos páginas sirve a su autor para justificar laelección del periodo histórico, por ser a su entender el mejor conocido. Tras un brevísimobosquejo de la historia del Próximo Oriente en dicho periodo (apenas un párrafo)enumera las fuentes que ha utilizado y a la vez le han permitido decantarse poreste lapso de tiempo: las tablillas de Assur y Babilonia, en especial Anales, rituales,himnos, correspondencia (tanto real – funcionarial como privada), la biblioteca deAssurbanipal en Nínive y por último los monumentos y descubrimientos arqueológicos(en especial Korsabad, Nínive, Assur y Babilonia).

Dedica también especial atención a las fuentes exógenas, es decir, los historiadores– viajeros del mundo griego.

El primer capítulo, titulado NOCIONES GENERALES, se divide en noventa epígrafes:

  1. El país.
  2. Los habitantes.
  3. Historia de Mespotamia de 700 a 500 antes de Jesucristo.
  4. La cronología.
  5. Las clases sociales2.
  6. La familia. La habitación.
  7. El hombre libre y el matrimonio.
  8. El esclavo.
  9. Su venta.
  10. Los esclavos del templo.
  11. El rescate.
  12. La habitación.
  13. La casa.
  14. El empleo de la arcilla.
  15. El techo y el piso superior.
  16. La decoración18. El mobiliario.
  17. Alumbrado y calefacción.
  18. La ciudad. Su plan.
  19. Babilonia.
  20. Los grandes edificios. El Mermes.
  21. El Eufrates y su puente.
  22. Aducción de agua.
  23. Las murallas.
  24. Las puertas.
  25. El campo. Los canales.
  26. Fertilidad debida a la irrigación.
  27. La navegación.
  28. La espuerta y el <<kelek>>.
  29. La pesca.
  30. Los huertos.
  31. El huerto de Merodak-Baladan.
  32. Los corrales.
  33. La agricultura. Los cereales.
  34. La laya y el arado.
  35. La trilla.
  36. Ventas y préstamos en grano.
  37. El ganado. El asno.
  38. El asno salvaje y el caballo.
  39. El ganado bovino.
  40. Corderos. Cabras. La industria de la leche.
  41. El camello.
  42. Pastores y perros.
  43. Ventas de ganado.
  44. Animales salvajes. La caza.
  45. Los transportes por carretera.
  46. La caravana.
  47. La vida cotidiana3,50. El saludo matinal.
  48. El aseo. Cabello y barba.
  49. El jabón.
  50. El barbero.
  51. El traje masculino.
  52. Modas femeninas.
  53. El sello.
  54. Las comidas.
  55. El pan.
  56. La bebida. La cerveza y el vino de palmera.
  57. El vino.
  58. La palmera.
  59. La seudofecundación de la palmera en los bajorrelieves.
  60. Legumbres, pescado y carne.
  61. Los saltamontes.
  62. Queso, confitería y frutas.
  63. La vajilla.
  64. Las bebidas fuertes.
  65. Trabajo y comercio4.
  66. Relaciones entre en vendedor y el comprador.
  67. La responsabilidad.
  68. Organización del trabajo en Capadocia.
  69. Objetivos del comercio.
  70. La organización del trabajo en la caravana.
  71. El comercio en Nuzi.
  72. La firma Murashu en Nippur.
  73. Los salarios.
  74. El destajo.
  75. Los vigilantes.
  76. El coste de la vida.
  77. El patrón de cambio.
  78. Valor de las mercancías.
  79. Cobre y bronce.
  80. Hierro, oro y plata.
  81. La fundición de estatuas y sus dorados.
  82. Vasos y joyas.
  83. El alfarero.
  84. El cestero.
  85. El mercader de telas.
  86. El confitero.
  87. El vendedor de canciones.

Estos epígrafes pueden ser divididos en cuatro apartados, delimitados por el propioautor por el uso de la letra en cursiva.

El primer apartado sería propiamente el que contiene las nociones generales,como son el marco geográfico, la descripción étnica, lingüística, una breve historiadel periodo estudiado (700 al 500 a.C.) y el marco cronológico es decir, los seis primerosepígrafes.

El segundo apartado que el autor subtitula Las clases sociales así como los dosrestantes, La vida cotidiana y Trabajo y comercio, más que ser nociones generalesentran de lleno en el análisis de la vida cotidiana que lleva por título la obra. Epígrafestan específicos como El mobiliario, El saludo, El jabón, El coste de la vida o Elconfitero son prueba de ello.

El segundo capítulo, titulado EL REY Y EL ESTADO, lo conforman treinta ycinco epígrafes:

  1. El palacio real.
  2. El palacio de Korsabad.
  3. Las excavaciones.
  4. La planta del palacio.
  5. Los palacios secundarios.
  6. Jardines y <<jardines colgantes>> de Babilonia.
  7. La decoración. Los bajorrelieves.
  8. Los palacios provinciales.
  9. La idea de monarquía.
  10. Reglas de accesión al trono.
  11. La designación divina.
  12. El rey de Asiria no es un dios.
  13. Designación del sucesor.
  14. La consagración.
  15. La jornada civil del rey. El vestido.
  16. Joyas y armas.
  17. Los carros reales.
  18. El mobiliario real.
  19. El marfil.
  20. Diversiones. Banquetes. Música. Danza.
  21. La caza.
  22. El séquito real.
  23. El gobierno. La diplomacia.
  24. Recepción de tributarios.
  25. El tributo de cedros del Líbano.
  26. La guerra.
  27. Los dioses lo ordenan.
  28. El ejército.
  29. Zapadores y artilleros.
  30. El campamento.
  31. El botín.
  32. La octava campaña de Sargón.
  33. Saqueo de Musasir.
  34. La guerra de Elam y el saqueo de Susa.
  35. La marina de guerra.

En este capítulo prima el estudio de las estructuras de poder, centrándose casiexclusivamente en el Imperio Nesoasirio. Se detallan diversos aspectos de la vida cotidianadel monarca y de parte de su corte. La última parte se centra en varios puntosde lo que Georges Contenau denomina en múltiples ocasiones «la industria nacionalde Asiria», esto es, la guerra.

Analiza algunas de las motivaciones de los conflictos, así como uno de los principalesresultados de éstos, los tributos, terminando por analizar la maquinaria militardel Imperio, que demostró ser la más poderosa de su época.

Conviene destacar la narración que hace del descubrimiento y excavación del palaciode Korsabad (epígrafes 2 a 4), narrando de forma casi anecdótica los conflictosentre las misiones francesas e inglesas en el proceso. Más adelante trataremos estepunto con mayor detenimiento.

162Siguiendo un esquema característico del estilo del autor, tras detallar los aspectosgenerales, se centra en situaciones concretas que corroboran lo anteriormente detallado,en este caso campañas militares concretas de época sargónida.

Es éste uno de los capítulos más apropiados para conocer la cosmovisión del puebloasirio en su época de máximo esplendor. Su vinculación a la divinidad, en especialel dios Assur, que no sólo dicta sus acciones militares (epígrafe 27 Los dioses loordenan) sino que rige algo tan importante y vital como es la sucesión en el trono, locuál fue siempre fuente de conflictos, como el propio Contenau muestra con el casode Senaquerib y la sucesión de Asarhaddon.

El tercer capítulo, titulado EL PENSAMIENTO MESOPOTÁMICO, consta decincuenta y un epígrafes:

    1. ¿Qué opinaba el hombre de Babilonia?
    2. <<Doctrina del nombre>>.
    3. La voz. Los nombres de persona.
    4. El tono de los encantamientos.
    5. Poder de la escritura, del dibujo, de la estatuaria, de los cantos y de la danza.
    6. Necesidad de ocultar el verdadero nombre.
    7. Poder de los números.
    8. Juegos de palabras y de escritura.
    9. Los enigmas.
    10. El <<vestido de Marduk>>.
    11. BRG’YH rey de KTK.
    12. La simbólica asiria.
    13. La sabiduría5.
    14. La escritura. La educación del escriba.
    15. Evolución de la escritura.
    16. De la pictografía al silabismo.
    17. El desciframiento.
    18. La escritura criptográfica.
    19. La biblioteca de Assurbanipal.
    20. La literatura asiriobabilónica.
    21. La literatura religiosa. El poema de la creación.
    22. El diluvio.
    23. Los mitos de Zu y el dragón Labbu.
    24. El poema llamado de la caída.
    25. La leyenda de Ninurta.
    26. 5 En cursiva en el original.
    27. La exaltación de Ishtar.
    28. La realeza de los infiernos.
    1. La bajada de Isthar a los infiernos.
    2. La epopeya de Gilgamesh.
    3. Gilgamesh en el arte.
    4. Los mitos de Adapa y Etana.
    5. Narraciones morales. El <<Justo paciente>>. La sabiduría babilónica.
    6. Género lírico. Algunos himnos.
    7. Las fábulas.
    8. El género histórico.
    9. Estilo y valor histórico.
    10. Correspondencia particular. Correspondencia real.
    11. Las ciencias. Objeto de revelación.
    12. ¿Sociedades de misterios?40. Las matemáticas.
    13. Compilaciones de problemas.
    14. Geografía. Cartografía.
    15. El calendario. La astronomía.
    16. Tablas de estrellas fijas.
    17. Las Ciencias Naturales. Botánica. Zoología. Mineralogía.
    18. La Química.
    19. Convencionalismos artísticos.
    20. La estatuaria.
    21. El bajorrelieve.
    22. La perspectiva.
    23. Representación del galope.

Este tercer capítulo continúa la línea inaugurada por el anterior acerca de la cosmovisióndel hombre mesopotámico de los años 700 a 500. Partiendo de la que elautor denomina <<doctrina del nombre>>, con el ejemplo de BRG’YH rey de KTK(epígrafe 11), pasa a analizar el sistema de escritura, su aprendizaje y evolución,siempre teniéndola como un objeto de poder, casi de culto, regalo de los dioses.

Comenta posteriormente algunos de los textos más conocidos de bagaje mesopotámicoen sus versiones asiriobabilónicas (epígrafes 21 a 32) muy centrado siempreen el aspecto religioso, pasando de ahí a generalidades acerca de los distintos génerosliterarios y terminando con el arte representativo, en especial la escultura.

El cuarto y último capítulo se titula LA VIDA RELIGIOSA y está compuesto decuarenta y seis epígrafes:

  1. Documentación.
  2. Falta de unidad y contradicciones.
  3. Reforma de la primera dinastía babilónica.
  4. Religión naturalista primitiva y evolución.
  5. Lista de los dioses. Primera tríada: Anu, Enlil, Ea.
  6. Segunda tríada: Sin, Asmas, Ishtar.
  7. Inurta, Nusku, Nergal, Adad, Tammuz.
  8. Los demonios.
  9. Representación de la divinidad.
  10. Atributos y símbolos de los dioses.
  11. Números y astros de los dioses.
  12. Estatuas divinas.
  13. Intentos de sincretismo.
  14. El hombre <<hijo de su dios>>.
  15. Nacimiento de la mística.
  16. Valor moral de los dioses.
  17. Sus poderes. El Destino.
  18. El pecado. Su confesión.
  19. La duda.
  20. Los templos.
  21. El templo de Marduk en Babilonia.
  22. La torre escalonada.
  23. El clero. El rey sacerdote.
  24. Los adivinos. Los chantres.
  25. Los exorcistas.
  26. Clero inferior y personal de los templos.
  27. Robos y querellas en los santuarios.
  28. Los oficios.
  29. Las fiestas religiosas.
  30. La adivinación. Su justificación.
  31. Los dioses de la adivinación. Los sacerdotes.
  32. Diversos tipos de mántica. Los sueños.
  33. La hepatoscopia.
  34. La astrología.
  35. Presagios de nacimientos o de encuentros fortuitos.
  36. La magia. Las fuentes.
  37. Los dioses de la magia. Los sacerdotes y su técnica. El encantamiento.
  38. Posibilidades de la magia babilónica.
  39. La Medicina.
  40. Fase sacerdotal.
  41. Aparición del espíritu crítico.
  42. La fase prehipocrática.
  43. La muerte. El pueblo y los nobles. Los funerales. El Más allá.
  44. Los sarcófagos.
  45. El sustituto real.
  46. La condición de los muertos.

Este último capítulo podemos dividirlo en dos partes diferenciadas claramente.

La primera dedicada a la teología del pueblo mesopotámico, especialmente centradaen Babilonia, donde vemos la evolución desde la religión primitiva (naturalista) a lareligión más personalizada de época neobabilónica, pasando por las tríadas que hanconformado la base de su panteón, con múltiples contradicciones e intentos de sincretismoque den uniformidad al conjunto variopinto de divinidades que conformaban lareligión mesopotámica.

La segunda parte está dedicada a la práctica de la religión (epígrafe 20 y siguientes): exorcismo, encantamiento, magia, clero…

Especial atención merece el ámbitode la Medicina, con su evolución desde la magia a la física, con la aparición del espíritucrítico.

Termina el capítulo con un análisis somero de la muerte y su enfoque por parte delpueblo y de sus elites, así como del acto de los funerales y de la condición del Másallá, con un pequeño aporte, quizás algo desubicado, de la figura del sustituto realpara momentos nefastos.

La CONCLUSIÓN del libro, que ocupa apenas dos páginas, reincide en la tesisdel autor que impera en toda la obra acerca de las grandes similitudes existentes entrela forma de vida estudiada y la imperante en su actualidad (inicios de la segunda mitaddel siglo XX), así como en las diferencias notables dentro del ámbito del mundoespiritual, no sólo con nuestra época, sino también con sociedades contemporáneas al700-500 a.C. como la egipcia.

La BIBLIOGRAFÍA es característica del momento, con obras que van desde 1849hasta la más reciente de 1950. Las distintas obras van ordenadas por capítulos y dentrode éstos en bloques temáticos. En ellos tenemos autores tan relevantes como A. Layard,E. Cassin, L. Delaporte, R. Labat, A. Parrot, D. Luckenbill, J. Klima, y E. Ebeling.

La mayoría de las obras son de lengua francesa, siguiéndole en orden decrecientelas obras en lengua inglesa y alemana, destacando la total ausencia de obras en castellanoo incluso de autores de habla hispana.

Respecto a las REFERENCIAS, hay que destacar que la fórmula utilizada deagruparlas todas, debidamente ordenadas, en la parte final del libro, no favorece elritmo de lectura, siendo sustancialmente más incómodo este sistema que el de notas166al pie de página, que formalmente facilitan su accesibilidad y la propia comprensiónglobal del libro. No son estas referencias notas aclaratorias, sino citas bibliográficasen su totalidad.

Desarrollo de la obra

La obra de Georges Contenau posee un valor añadido, el de servir de bisagra entrelos modos decimonónicos y de principios del s. XX de hacer Historia y los usoscaracterísticos de la segunda mitad de ese siglo, más en línea con el pensamiento y elmétodo científico modernoSu obra La vida cotidiana en Babilonia y Asiria está plagada de claros ejemplosde ambos sistemas. Si bien para el lector actual las muestras del uso del método científicono llaman la atención por ser las imperantes en casi cualquier estudio histórico,los rasgos de esa forma de hacer la Historia tan característica de finales del s. XIX yprincipios del s. XX no dejan de resaltar en el conjunto de la obra.

El uso del lenguaje literario y sus recursos propios, en especial a la hora de introducirtemas, es quizás el primero de estos aspectos que llaman la atención. Epítetostales como «noble animal», «guerra desgraciada», «inauditas dificultades», «quejumbrosochirriar» o «saludable temor» son frecuentes a lo largo de toda la obra, asícomo el uso continuo de la primera persona del singular en sus afirmaciones interpretativas.

En todo momento se percibe cierta admiración por la historiografía del siglo XIX,aventurera, literaria y romántica. La narración de Contenau es muy descriptiva, conuna fuerte impronta de un destacado conocimiento del terreno de primera mano, condivertidas anécdotas que acercan su lectura al público general.

Una de las características que acompañan al historiador decimonónico es su carácteraventurero, viajero, que participa de la vida social de los pueblos que habitanel territorio estudiado y se sirve de este conocimiento para profundizar en su estudiohistórico. Este fenómeno devino en la etnología comparada actual y sin duda es unode los principales pilares en los que se basan las teorías de Contenau, tal y como manifiestade forma explícita en la breve Conclusión de la obra.

En referencia a esto, y a modo de una brevísima y no especificada historia de lainvestigación, Contenau nos narra, con su estilo literario y casi novelesco, con continuasreferencias casi anecdóticas, las excavaciones que tuvieron lugar en el palaciode Sargón II, en Korsabad. Resulta éste un relato de aventuras, casi heroico, donde senarran los conflictos existentes entre las misiones francesa y británica.

Huelga decir que Contenau deja entrever de manera clara su opinión sobre estosconflictos, con la tendencia propia de su nacionalidad. Los británicos, en especialRassam, habían «privado a Francia de un tesoro inestimable, pues, en vista de los re167sultados obtenidos en la zona inglesa, los arqueólogos franceses no hubieran dejadode excavar en su concesión»6. Ese tesoro inestimable es el botín de las excavacionesen Mosul. Para él el conflicto es una especie de competición entre el Louvre y el MuseoBritánico. No cabe plantearse siquiera los derechos de los iraquíes sobre los materialesencontrados. Prueba de esta actitud es la manifestación de su preocupaciónpor la falta de espacio en el Museo del Louvre: «Las copias fueron a parar al Museode las Colonias, con lo que se demostró una vez más que el Louvre ya no puede contenerla totalidad de sus colecciones»7.

La tendencia patriótica es más perceptible que nunca en este epígrafe (tercero delsegundo capítulo), como se puede apreciar a modo de ejemplo en la descripción dela nacionalidad de Botta: «nacido en Milán, cuando esta ciudad formaba parte delImperio»8.

La emisión de juicios de valor a lo largo de todo el desarrollo de la obra no essiempre tan velada. En ocasiones son directas y claras alusiones o declaraciones.

Probablemente el mejor ejemplo lo tenemos cuando habla de la esclavitud: «prácticadegradante, a la que se vuelve con gran facilidad cuando se subordinan los derechosdel individuo al Estado»9. También se puede percibir de forma clara cuando hablandodel concepto de responsabilidad en el ámbito del comercio establece el siguienteparalelismo con la actualidad: «Las compañías de navegación y ferrocarril actualespretenden en todo momento escamotear sus responsabilidades con el usuario»10.

Los paralelismos son una constante a lo largo de toda la obra. No sólo con elpresente, como se acaba de ver y se detalla más adelante, sino también con diversosperiodos históricos, como la Edad Media europea, e incluso con regiones tandistantes como Méjico para explicar procesos de riego, preparación de alimentos,cultivos, extracción de bebidas, etc. Pero sin duda el paralelismo más frecuente es eldel Egipto faraónico. Se aprecia en él cierta dosis de difusionismo, lo cual encaja conel chovinismo francés al que se hacía referencia anteriormente. Llega a comparar elcarácter de los egipcios (jovialidad natural) con el de los mesopotámicos (no sabenreír11). Las afirmaciones acerca del carácter de un pueblo concreto son frecuentes a lolargo de toda la obra.

Respecto a los paralelismos del presente, los hay generales, en base a un estudioetnográfico comparado, con los usos y costumbres del Próximo Oriente actual, comoes el caso de la habitación, la estructura de la casa tradicional o incluso de la alimentación. Los hay, por otro lado, mucho más concretos y dispares, como los que realizaentre ciertas tradiciones de la corte asiria y la del sultán de Marruecos en base al usodel parasol o incluso con la corte pontificia, con el mosquero o flabellum12.

Dado el frecuente uso de estas comparaciones con el presente, a veces el lectorpuede llegar a confundirse con la descripción de un motivo, al no quedar especificadosi pertenece al pasado, al presente o a ambos periodos.

No todos los paralelismos son externos. También los hay internos, en base a diferentesperiodos históricos. A veces se basa en costumbres documentadas en épocasanteriores, tan lejanas como Ur III o el reinado de Hamurabi, para sacar conclusionesacerca del periodo estudiado (750-500 a.C.). Las referencias al Código de Hamurabison constantes y recurrentes. Conviene destacar aquí una contradicción menor, perono por ello menos real. Si en la introducción afirmaba centrar su estudio entre losaños 700 y 500 antes de nuestra era, en el desarrollo del libro amplía este periodo conlos cincuenta años anteriores, es decir, a partir del 750 a.C.

Quizás el cenit del uso de los paralelismos sea la comparación que el autor hacede la filosofía intrínseca de los mesopotámicos, muy en especial de los babilónicos.

Es contrastada con la egipcia, la platónica e incluso con la occidental (como es elcaso de Schopenhauer). Un claro ejemplo de esto lo tenemos en el análisis que hacede la doctrina del nombre en los diferentes periodos anteriormente citados13.

La visión eurocentrista de base occidental también se ve manifestada en repetidasocasiones con las continuas referencias a las excavaciones francesas en Mesopotamia.

Considera en esa línea de pensamiento que la evolución de las ideas y de lasformas es más lenta en Oriente que en Occidente, lo cuál justifica con el «lento»progreso que se aprecia en Mesopotamia en los aspectos formales. Se aprecia entrelíneas cierta euforia triunfalista por los avances de la técnica occidental (transporte,irrigación, construcción) aunque sin menoscabo de los usos tradicionales.

Una de las principales preocupaciones del autor, es el de acceder a un uso históricode la rica tradición mitológica de los pueblos del Próximo Oriente, con especial atencióna los mitos mesopotámicos y egipcios. Se percibe en varias ocasiones su interéspor racionalizar, dando un sentido lógico y pragmático, los mitos y leyendas, como esel caso del unicornio, cuando hablando de la perspectiva escultórica en el galope delcaballo sostiene: «Cuando se trata de un cornúpeto visto de perfil, se imagina dichoperfil de modo tan riguroso que un cuerno oculta al otro, lo que puede haber dadoorigen al mito del unicornio»14.

Estos esfuerzos se suelen basar en análisis comparados de datos históricos conlos mitológicos, y si bien sus conclusiones no son siempre acertadas, como nos handemostrado las investigaciones posteriores, nunca llega a los extremos interpretativosde otros autores, como es el caso de R. Graves con la mitología griega15.

Una de las más destacada características del estilo histórico de Georges Contenauconsiste en valorar el carácter del conjunto de un pueblo de una forma un tanto generalistay quizás simplista. Junto a la comparación anteriormente detallada acerca delos caracteres de los mesopotámicos frente a los egipcios, insiste en este aspecto aldecir que «El mesopotámico es poco sensible a las bellezas de la naturaleza»16.

En otras ocasiones lleva esta cuestión más allá, diferenciando entre el refinamientobabilónico y los espartanos y rudos asirios. En realidad esto es un estudio de dosmotivos diferentes por oposición mutua. Justifica esta diferenciación en base a diversosfactores: el sustrato de población previo (sumerios), elementos exógenos (indoeuropeosy asiánidas) y la diferencia de clima, menos riguroso en el sur mesopotámico,aunque también caluroso y regular, aspecto al que da gran importancia.

Para Contenau, los sumerios son el elemento civilizador de la región. Los semitas(asirios y babilonios) se desplazaron desde el oeste de la alta Siria y adaptaron losingenios sumerios a su mentalidad, quedando manifiesta en todo momento su admiraciónpor sus predecesores. Cuando la Historia propiamente comienza en Mesopotamia,dice Contenau, los sumerios y semitas estaban ya muy mezclados.

El uso de las fuentesEl conocimiento directo de las fuentes es condición previa e ineludible para cualquierestudio histórico. Su número, así como la calidad de la información por ellasaportadas debe ser motivo de análisis. En La vida cotidiana en Babilonia y Asiria deGeorges Contenau no encontramos ningún capítulo o epígrafe completo dedicado acomentar las fuentes utilizadas por el autor. Ciertamente en la introducción encontramosuna sencilla enumeración de las éstas: las tablillas de Assur y Babilonia, enespecial Anales, rituales, himnos, correspondencia oficial y privada, la biblioteca deAssurbanipal en Nínive y los monumentos y descubrimientos arqueológicos (conespecial énfasis en Korsabad, Nínive, Assur y Babilonia). A esto suma la informaciónaportada por los historiadores griegos, con atención especial a Estrabón y sobre todoa Herodoto.

Junto a estas fuentes por él enumeradas, hay que añadir el uso que hace de la Biblia.

Se percibe cierto esfuerzo por acomodar los hallazgos arqueológicos modernos con el texto bíblico: «Cuenta la Biblia que Hazael, rey de Damasco (segunda mitaddel siglo IX), tuvo que abandonar en una de sus batallas contra el rey de Asiria, unalitera de gala adornada de marfil. Se trata, sin duda, de los ejemplares hallados enArslan-Tash, la antigua Hadatu, en la alta Siria, en un palacio asirio»17.

Encontramos también una referencia bíblica al Éxodo, situándolo cronológicamenteen el Imperio Nuevo Egipcio, tras la expulsión de los hicsos, bajo el reinadodel faraón Ramsés.

Para la reconstrucción de aspectos primordiales de la vida cotidiana, en especialen el Capítulo segundo EL REY Y EL ESTADO, con los usos y costumbres de la corteasiria, se basa principalmente en los relieves palaciegos. Un caso paradigmático eneste aspecto es el del mobiliario real. Para su descripción usa un relieve de época deAssurbanipal citándolo en la referencia correspondiente, pero dado el detallado análisisque hace de su descripción, se echa en falta la reproducción del relieve, de modoque el lector pueda seguir de forma asequible el texto, tal y como hace con otrasrepresentaciones que no son analizadas con tanto detalle, pero sí que son ilustradas amodo de ejemplo general.

Para los usos y costumbres propios de la vida cotidiana en Mesopotamia, Contenaurecurre sobre todo a las fuentes neobabilónicas, incluso al Código de Hamurabi.

Por el contrario, para el estudio de la vida en la corte y de la realeza, se centra demodo casi exclusivo en Asiria, muy en especial en Sargón II y en su bisnieto Assurbanipal.

La Arqueología es estimada en todo momento por el autor. Prueba de ello lo tenemosen la descripción que hace de los hallazgos de las excavaciones del ya mencionadoBotta en el palacio de Sargón II y de la posterior misión norteamericana de1929.

Siguiendo su técnica de explicar generalidades partiendo de la descripción decasos particulares, así como su estilo literario, con frecuentes anécdotas, nos narracomo en la excavación de este palacio se encontró un conjunto de edificaciones contres patios con sus respectivos edificios y dentro de cada uno de ellos una entrada,una sala y una alcoba.

Contenau nos cuenta que al principio se creyó que era el harén para las «tres reinasprincipales18» dado que esto podía ser verosímil en base a la ley musulmana19, sintener en cuenta lo disparatado de esta idea por ser tan diacrónica. Con posterioridad,en base a estudios más recientes, se llegó a la conclusión de que se trataba de capillasanexas al palacio real.

Pese a estos «desajustes», Contenau sostiene que la asiriología nació con Botta, em 1842, con las excavaciones llevadas a cabo en el palacio de Sargon II en Korsabad.

El principal corpus de fuentes utilizadas en esta obra es sin duda el de las fuentesescritas. Son estas las que permiten una datación cronológica más o menos exacta,como son las listas de epónimos (limu) y la Historia Sincrónica. Es gracias a descubrimientosde este tipo que podemos obtener una cronología absoluta que nos ofrezcaun adecuado marco para el estudio del periodo, como es el caso del reciente (para elautor) descubrimiento de la contemporaneidad de Hamurabi de Babilonia y Samsi-Adad de Asiria.

Estos descubrimientos deben ir siempre acompañados de un estudio crítico, quesirva para obtener datos verificados y consecuentemente verídicos.

Es probablemente en el tercer capítulo, titulado EL PENSAMIENTO MESOPOTÁMICO, donde el uso de las fuentes escritas deja patente con mayor claridad suutilidad. Del epígrafe 14 al 20 nos habla de la destacada importancia de la escrituraen las sociedades mesopotámicas, con especial atención a los escribas, garantes deesta arcana sabiduría.

Del epígrafe 21 al 37 Contenau nos ofrece un estudio de los principales textosreligiosos de la literatura de la época. El propio poema de la Creación Enuma elish20encontrado en la biblioteca de Assurbanipal, constituye la base de la religión neobabilónica.

Más allá de su interés literario, esto ofrece al estudioso una ventaja añadida parael estudio de la vida cotidiana, ya que, como sostiene el autor, el mesopotámico sefiguraba a los dioses a su imagen y semejanza, por lo que el estudio de las relacionesentre ellos puede ofrecernos ciertas claves para comprender las relaciones existentesentre los miembros de la sociedad humana, muy en especial para el estudio de lasrelaciones familiares.

Esto último se puede percibir con mayor claridad en la época más tardía del periodoestudiado, con la aparición del fenómeno que Contenau denomina Hijo de midios. La relación mostrada entre el fiel y la divinidad asume situaciones sociales yfamiliares existentes con gran frecuencia en el mundo familiar, como es la adopción,el repudio y la propia nomenclatura de atributos paternofiliales que se establece entreel hombre y el dios.

El trabajo con las fuentes escritas en las tablillas no está exento de problemas. Elpropio autor se queja del grado de desconocimiento existente aún sobre los idiomas queusaban la escritura cuneiforme, en especial del sumerio. Aunque contrastando con esto,él mismo usa traducciones propias del acadio para ciertos términos, pero no adjunta eloriginal ni su transcripción, lo cual fomentaría el aprendizaje del lector interesado.

En ocasiones encontramos terminología acadia cuyo uso ha sido sustituido porotras formulaciones más acordes con el estado actual de los conocimientos filológicosdel mundo mesopotámico, como es el caso de tartan para el actual turtanu (generalen jefe), o incluso discordancias con la nomenclatura actual, como cuando serefiere al rey asirio Tiglaht-Pileser como Teglat-Falasar.

Esta terminología no por ser antigua es menos correcta en ocasiones. El uso de laforma Teglat-Falasar es reivindicado actualmente por varios estudiosos de la lenguaacadia como el más correcto por su mayor similitud con el original, aunque en términosgenerales la otra nomenclatura está más extendida.

El último de los pilares sobre el que se asienta La vida cotidiana en Babilonia yAsiria con respecto a las fuentes utilizadas lo conforman los historiadores – viajerosgriegos. Estas fuentes exógenas se centran casi exclusivamente en Estrabón y Herodoto,con notable preponderancia de este último.

En ocasiones el propio Contenau aporta datos de autores griegos dándolos prácticamentepor ciertos, sin proceder a contrastarlos ni a acompañarlos de aparato crítico.

Podemos ver un ejemplo de esto cuando hablando de los caballos medos en época persa,hace referencia a un dato indicado por Herodoto: «El sátrapa de Babilonia, que gobernabala región más rica del Imperio, poseía un acaballadero con más de ochocientossementales y dieciséis mil yeguas; así lo afirma el mismo historiador (refiriéndosea Herodoto)»21. Evidentemente es éste un dato anecdótico difícilmente contrastablecon fuentes más verificables, pero el autor adolece aquí de una apostilla crítica.

Pero este fenómeno no es siempre el ofrecido por Contenau. En otras ocasionesvemos como dedica amplios esfuerzos a contrastar los datos de los historiadores– viajeros griegos con los aportados por las otras fuentes, en especial la Arqueología.

Claro de ejemplo de esto es la comparación que realiza entre los datos de los autoresgriegos, Herodoto y Ctesias en este caso, y los aportados por la arqueología sobrelas murallas de Babilonia. Concluye con una frase reveladora de este espíritu crítico:«Conviene, pues, acoger con circunspección todas las cifras que las excavaciones nohayan verificado»22.

El motivo de la família

Para poder comprender el conjunto de la obra La vida cotidiana en Babilonia yAsiria de Georges Contenau, siguiendo la pauta por él mismo establecida a lo largode todo el libro, conviene quizás analizar un motivo concreto para de ese modo verreflejado los aspectos generales antes mencionado en un tema delimitado claramente.

Para ello centraremos nuestro análisis en el motivo de La familia mesopotámica. Eséste un motivo de carácter primordial para entender el conjunto de la vida cotidianade una sociedad, ya que es el primer y principal ambiente donde se desarrolla en sudía a día, sujeto a unas leyes y normas sociales que sirven de guía a su evolución.

Su estudio y la comparación con el tratamiento que otros autores hacen del mismomotivo nos servirán para demostrar gráficamente los variados estilos de cada uno delos autores y de las obras que componen nuestro trabajo.

Pese a existir enormes diferencias entre los distintos estratos sociales, capas socialeslas denomina Contenau, el autor considera que se pueden analizar aspectos comunessuficientes entre los favorecidos y los no favorecidos para un estudio generalaplicable a ambos grupos. Para la vida del rey se dedica un capítulo aparte en la obra,el segundo en este caso.

La familia, sostiene Contenau, se funda principalmente en el matrimonio, teóricamentemonógamo, aunque en todo momento se admiten las esclavas concubinas. Lamujer depende del padre o de los hermanos varones (mayores o menores indistintamente)para la decisión matrimonial.

Los esponsales son el paso previo al matrimonio mismo. En ellos el prometidoderrama perfume sobre la cabeza de la prometida, entregando regalos y provisiones aella y a la familia de ella, de manera que la muchacha pasa ahora a depender exclusivamentede su nueva familia, la del novio, pues Contenau define el matrimonio comola entrega (definitiva) de la mujer a su marido.

Los regalos son asunto clave para comprender el fenómeno del matrimonio desde elpunto de vista jurídico y por ende social. La ceremonia del matrimonio iba acompañadade un contrato matrimonial. Frente a esto, el autor defiende que una cohabitación de almenos dos años podía equivaler al contrato, al menos en el caso de las viudas.

Al contraer matrimonio tanto el hombre como la mujer aportan bienes. En caso deque la mujer pase a habitar en la casa del marido, aporta el shirku, dote que se une alajuar. Esta dote queda para los hijos, con garantías que el autor define como exclusivas.

Contenau enumera una mayor variedad de regalos y donaciones por parte del marido,con diferentes características y fines cada uno.

El dumaki lo entrega el marido en caso de que la mujer, tras el matrimonio, decidapermanecer en la casa paterna, por lo que se hace esta donación para el cuidado dela casa. Si el marido muere sin hijos ni hermanos, la viuda puede disponer de él a suantojo, pero en caso de no ser así, los hijos o hermanos pueden reivindicarlo si no hasido consumido, lo cuál deben probar mediante testigos o, de ser necesario, con juramentosu ordalías23.

El marido podía entregar en otro caso el nudunnu, donación que hace a la posibleviuda solidaria de las deudas del marido en caso de ser necesario.

Existen dos clases más de entregas. El tirhatu es la donación que el marido hacedurante los esponsales y que será propiedad de la mujer en todo momento, incluso encaso de repudio. El zubullu consiste en un regalo en víveres y provisiones que segúnContenau se consume probablemente durante las festividades de la propia boda, o ensu defecto un regalo en plomo, plata u oro.

El autor resume así la tipología de las donaciones, a modo de conclusión: «Enresumidas cuentas: la diferencia entre estas donaciones es que una es irrevocable (latirhatu), mientras que las otras pueden ser revocables (dumaki y nudunnu) a menosque hayan sido consumidas (zubullu)»24.

El destino de estos regalos varía en términos generales en caso de fallecimiento dealguno de los cónyuges. Si el marido muere la mujer deberá casarse con un parientepróximo del esposo (hermanos o primos). En caso de no hacerlo vuelve a la tutelapaterna y debe entregar los regalos excepto los bienes consumidos.

En caso de que sea la mujer la que fallece, si el novio no desea casarse con algunahermana, recobra los regalos que no sean consumibles (en especial alimentos).

La ceremonia del matrimonio entre individuos libres consistía, según Contenau,en la colocación por parte del novio de un velo en la novia delante de testigos y ladeclaración: «Ella es mi mujer».

La cuestión del velo tiene gran importancia para Georges Contenau. El velo en laley asiria es distintivo de la mujer libre. Está prohibido a siervas y cortesanas. Comonuestra de este hecho, expone que el título de esposa sólo se otorga a la primera mujera la que se impone el velo.

La concubina (esirtu) sólo puede llevar velo cuando acompaña a la mujer legítimafuera de la casa. Este derecho concedido ya a los babilónicos por el Código deHamurabi persistió durante la totalidad de la primera mitad del primer milenio antesde nuestra era. La concubina, siendo por definición esclava, permanece siempre ensituación inferior a la de la esposa, conservando las obligaciones de su clase, destacaContenau.

En La vida cotidiana en Babilonia y Asiria Contenau sostiene la teoría ya demostradade que la situación de la mujer en Mesopotamia, distando mucho ser igual a ladel hombre, no era tan negativa como en otras sociedades de raíz semítica, aunquesin atribuir este factor diferenciador al elemento sumerio heredado como hacen otrosautores25.

Bajo Sargónidas y Neobabilónicos, la mujer libre no era oficialmente objeto decompra, pero Contenau defiende que hay documentos que indican claramente que sepodía hacer de forma más o menos solapada. Si bien varios autores coinciden en estateoría, Contenau aventura la tesis sin citar realmente las fuentes. Únicamente pone unejemplo concreto de una dama que compra una mujer y toma posesión de ella con elfin de de casarla con su hijo26.

Quizás este punto refleje mejor que el resto una parte importante del estilo deGeorges Contenau: enunciar tesis o afirmaciones sin citar en muchas ocasiones lasfuentes específicas que le llevan a su conclusión, a la vez que la acompaña de unejemplo concreto, que sin concretar si es significativo o no en base a un adecuadoaparato crítico, sirve para reflejar la teoría o idea expuesta.

La situación de la mujer puede percibirse con claridad en el hecho de que puedeservir a modo de fianza de las deudas del padre. Si durante esto queda sin parientesmasculinos, el acreedor, sostiene Contenau, puede llegar a disponer de ella. Estasituación, para el autor, no mejora con el tiempo, ya que la ley asiria silencia partede los derechos que una mujer tenía como madre en época de Hamurabi. De hecho,en caso de viudez y de no existir hijos, la ley, con tácita reprobación, se desinteresatotalmente de la viuda: «Irá adonde quiera».

Del mismo modo vemos como en Mesopotamia, se da la tradición de «seguir elvientre de la madre», esto es, los hijos de un matrimonio entre una mujer libre y unesclavo son libres. Contradictoriamente, a poca distancia de esta afirmación encontramosotra en sentido totalmente opuesto: «Se nacía esclavo o se caía en la esclavitud;lo primero, si el padre lo era»27. Este tipo de contradicciones internas son escasas enla obra, aunque sin duda llaman la atención del lector y plantean interrogantes aclaratorios.

Para que un esclavo se casara con una mujer libre, su amo tenía que darle el consentimiento.

Como Contenau explica anteriormente, tanto ella como sus hijos permaneceránlibres. En el caso de que ella aporte una dote, ésta se invertirá en un negocioy cuando el esclavo muera, la viuda recuperará la cuantía de la dote y la mitad de losbeneficios, siendo propiedad la otra mitad del dueño del esclavo. Leyendo esta explicaciónpuede surgir la duda de si también sucede de esta forma en el caso de que elesclavo sea liberado, pero Contenau no hace ninguna referencia a ello.

La situación inicial de los hijos no dista tanto de la de la mujer, en rasgos generales.

Los derechos del padre son tan amplios que puede dejarlos también como fianzaa sus acreedores, del mismo modo que podía disponer de las hijas.

Contenau afirma que algunos documentos notariales consideran al padre dueño ypropietario del hijo. En esta afirmación podemos apreciar también el estilo característicodel autor, al no citar las fuentes concretas a las que se refiere y en las que basasu tesis, pero acompañándola de una comparación con el presente: «Estos términosnos muestran hasta qué punto la concepción mesopotámica del carácter paternal eradistinta de la nuestra»28.

El poder del padre era tal, que no sólo se podía vender a sí mismo como esclavo,sino a sus hijos y a su mujer también en caso de deuda. En teoría, nos dice Contenau,cuando se saldaba la deuda debían ser liberados, lo que no siempre ocurría realmente,por lo que la ley asiria procuraba impedir que los esclavos liberables no fueran retenidosindebidamente.

Las obligaciones de los hijos son varias. Contenau pone el ejemplo del caso defallecimiento intestado del progenitor. Los hijos deben mantener y ocuparse de la madreque permanecerá en la casa conyugal. En caso de existir hijos de un matrimonioanterior, los hijos del segundo matrimonio podrán remitirla a los primeros para queellos sean los que se ocupen de la mujer.

En la sociedad mesopotámica la concubina que daba un hijo a su dueño no variabasu condición, pero tras el fallecimiento del amo, tanto ella como su hijo eran liberados.

De hecho, cuando una esposa compra una esclava como sirvienta o concubina desu marido, si ésta le da hijos, deja de ser propiedad de la esposa.

El fenómeno de la adopción es otro aspecto fundamental de la familia en el queConteneau se centra en menos de una página, pero con un incesante aporte de datos,aunque de nuevo se echa en falta referencias a fuentes específicasExistan hijos o no, ya sea de la esposa como de la concubina, de la que Contenausostiene que puede formar parte de la familia, el matrimonio puede adoptar otros.

Éstos ostentarán los mismos derechos de herencia que el resto de hijos, pero nunca ensu detrimento.

El acto de la adopción se hace ante testigo. En él, el adoptado ofrece un regalo dediverso valor al padre como agradecimiento. Contenau expone en este caso que esteregalo dio a lugar a ciertos procedimientos para eludir la ley, sobre todo en ventas debienes que no se podían vender, sino únicamente transmitir por herencia, caso de feudosreales. De nuevo el autor aquí no nos da referencias de las fuentes específicas quedemuestran esta afirmación, pero añade un caso concreto de un mercader del sigloXV a.C. de la región de Kirkuk.

Los poderes del padre sobre los hijos llegaban también a los que lo eran por adopción.

Cuenta Contenau que el padre «puede, si quiere, invalidarla (la adopción) ydespachar al hijo adoptivo»29.

En la ley babilónica, vemos el caso contrario. Si un hijo renegaba de su padre o desu madre, éstos pueden mandar venderlo como esclavo, rasurándole la cabeza (unode los símbolos externos de los esclavos).

Según Contenau, la necesidad de abundante mano de obra por parte de la sociedady del Estado se tradujo en el considerable desarrollo de las familias numerosas, a lavez que favorece la extensión del fenómeno de la adopción. Para Contenau esto estáíntimamente ligado a la idea que vincula el poder rector del padre de familia con elpoder rector del jefe de la comunidad.

Junto a estos datos genéricos acerca de la estructura de la familia en Asiria y Babilonia,la obra está plagada de anécdotas sobre el modo de vida cotidiano, como es eldetalle de que las familias mesopotámicas se daban los buenos días besándose.

Conclusiones

El estudio de La vida cotidiana en Babilonia y Asiria de Georges Contenau nosofrece una amplia muestra de los últimos ejercicios de la tradición historiográfica característicade finales del siglo XIX e inicios del XX a la vez que se puede apreciar enella los primeros rasgos de la metodología científica actual. Es sin duda un ejemploparadigmático de la evolución de los estudios históricos hacía un mayor empirismo,pero acompañado de una formulación literaria que embellece el conjunto de la obracon un estilo más ameno y destinado no sólo al lector especializado en la materia,sino a todo aquel interesado en los aspectos más antropológicos y culturales de laHistoria en general y de la Historia del Próximo Oriente en particular.

Si bien la obra cuenta en el apéndice anteriormente mencionado con una ampliabibliografía, así como numerosas citas a algunas fuentes, o, más frecuentemente, acolecciones de fuentes, hemos podido comprobar a lo largo de nuestro análisis deltexto como éste adolece en múltiples ocasiones de referencias a las fuentes concretasque permiten a su autor establecer las conclusiones e interpretaciones que constantementeaparecen en el desarrollo de la obra.

Es característico del autor suplir esta carencia con ejemplos concretos que ilustransu tesis, pero éstos tampoco van remitidos a una fuente concreta en varias ocasiones.

Los ejemplos ofrecidos, generalmente basados en los textos recuperados en las tablillas,nos muestran situaciones específicas que responden, según el criterio del autor,a las afirmaciones anteriormente expuestas en la obra, aunque en algunos momentosestos ejemplos son adornados con ciertas dosis de fantasía, ya que a menudo las fuentesque el propio Contenau utiliza únicamente son registros contables o administrativos,que no permiten un desarrollo total de la historia que muestran.

Un ejemplo de esta situación son los epígrafes dedicado a los comerciantes deKul-tepé, en Capadocia (epígrafes 71 al 73 del primer capítulo), con especial aten178ción al comerciante Pushukin, así como los epígrafes 74 y 75 del mismo capítulodedicados a la firma Murashu en Nippur. Con estos dos ejemplos como punto departida, Contenau analiza el comercio en el Próximo Oriente.

El comercio y el móvil económico es un aspecto destacado en la obra de Contenau,aunque no tan fundamental como sugieren y defienden otros autores. Este hechole sirve para introducir otro aspecto característico de su obra, como son las reflexionespersonales sobre el devenir histórico e incluso el presente: «A primera vista pareceque los móviles de la historia han cambiado desde la Antigüedad; en realidadno han cambiado en absoluto y nos convencemos de ello cuando algún indicio nospermite entrever las razones de las grandes expediciones del pasado»30.

La continua emisión de extrapolaciones con el presente y de juicios de valor oreflexiones personales son una constante en la obra que si bien no aportan datos tangibles,si nos acercan a la mentalidad del autor que obviamente impregna toda la obray redunda en el carácter humanista que la Historia posee, o debe poseer, además de sucarácter puramente empírico.

Una conclusión que la obra nos proporciona es el interés que su autor demuestrapor constatar que es aún mucho el trabajo que queda por hacer. Además de lasreferencias a las ya referidas carencias filológicas del momento, plantea en variasocasiones cuestiones sin resolver todavía que, sin ser relevantes para la comprensiónde la temática de la obra, sirven para mostrar el amplio abanico de posibilidades yrespuestas que los estudios orientales pueden ofrecer aún.

No es ésta una manera de dejar temas abiertos formalmente. El planteamientode la problemática suele acompañarse las distintas interpretaciones que diferentesautores han ido dando como posible respuesta, lo cual no sólo incentiva el interés dellector, sino que tiene el valor añadido de insinuarle, aunque sea levemente, el nutridomundo de posibilidades interpretativas existente, siempre a debate.

Buen ejemplo de esto son las diferentes interpretaciones del bajorrelieve existenteen el Louvre donde vemos dos personajes entregados a la caza y de diferente altura;este detalle, sumado a otros que el propio Contenau enumera, ha provocado la controversiade si se debe a la existencia de una perspectiva artística o si es el resultadode una gradación social31.

Las conclusiones del propio autor expresadas en su correspondiente apartado nosmuestran sus sentimientos encontrados con respecto a los pueblos que habitaban laantigua Mesopotamia. Termina la obra de la siguiente manera: «La civilización mesopotámicaha sido una de las más brillantes de la Antigüedad y, sin embargo, ¡cuánpocos de entre nosotros hubieran querido vivir en Babilonia!»32.

Esta reflexión final de Georges Contenau se debe a que si bien constantementeiguala los aspectos más formales de la vida cotidiana de la antigua Mesopotamia conlos usos y costumbres del actual Próximo Oriente, en especial Irak, marca la diferenciaen el ámbito espiritual, la cosmovisión propia vinculada al ámbito religioso. Losdioses mesopotámicos son definidos por el autor como rudos, violentos, vengativos ygroseros, siempre prestos al castigo y fuente de inspiración constante de miedos entresus fieles. Estas divinidades, sumadas a los demonios y constantes presagios sembraríande temor y subyugarían la vida cotidiana de los mesopotámicos.

Reincidiremos por último en un aspecto determinante de la obra que se debe teneren cuenta para su uso. El autor recurre especialmente a las fuentes babilónicas parasu estudio de usos y costumbres, pero para el análisis de la vida de la realeza y la altanobleza se limita casi con exclusividad al ámbito asirio. Del mismo modo atribuye ala impronta asiria gran parte de los atributos usados por la realeza persa, herencia dela corte sargónida que los monarcas aqueménidas copiaron en abundanciaSi bien es obvio que las similitudes entre ambos pueblos son extremadamentenumerosas, conviene que el historiador moderno tenga en cuenta que sí existierondiferencias en determinados aspectos. La elección de unas fuentes u otras por partede la obra de Georges Contenau sin duda viene dada por su mayor o menor cantidaden uno u otro aspecto. Pero dado el amplio periodo de tiempo transcurrido desde queel autor escribió su obra hasta nuestros días, esa diferencia ha ido superándose conel abundante material aportado por las recientes excavaciones y sus consecuentesinvestigaciones.

La vida cotidiana en Babilonia y Asiria de Georges Contenau, con las posiblesdeficiencias que contenga, es pese a todo una obra de referencia obligada para los estudiosde vida cotidiana y mentalidades del Próximo Oriente. Es uno de los primerosesfuerzos coherentes de plasmar en un único texto los principales aspectos que contienela vida cotidiana de los pueblos de la antigua Mesopotamia.

La historiografía francesa ha demostrado ser guía para este tipo de estudios, comodemuestra la tradición mantenida por otros destacados autores como Jean Bottéro yGeorges Roux.

Estudios como éste de usos y costumbres están cada vez más en boga, demostrandoser imprescindibles para nuestra comprensión de los fenómenos históricos, másallá de la Historia plagada de batallas o de los grandes personajes que la forjaron nocon su sólo esfuerzo, sino conjuntamente con el total de los pueblos que protagonizaronla Historia de la Humanidad.

Notas

1 Para este estudio numeraremos los epígrafes para facilitar su manejo.

2 En cursiva en el original.

3 En cursiva en el original.

4 En cursiva en el original.

5 En cursiva en el original.

6 CONTENAU, G. La vida cotidiana en Babilonia y Asiria. Barcelona. 1951. Pag. 115.

7 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 122.

8 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 113.

9 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 30.

10 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 89.

11 Ambas afirmaciones se pueden encontrar en la conclusión de la obra, pag. 296.

12 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 136.

13 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 169.

14 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 239.

15 GRAVES, R. Los mitos griegos. Madrid. 1985.

16 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 237.

17 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 139.

18 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 117.

19 La ley musulmana sostiene que en caso de existir poligamia, las mujeres deben ser tratadas con

absoluta igualdad.

20 Cuando en lo alto… Frase que inicia el poema de la Creación.

21 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 64.

22 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 45.

23 Para un acercamiento al tema de las ordalías mesopotámicas nos remitimos al artículo de LAFONT, «El juicio del dios-río en Mesopotamia», Introducción al Antiguo Oriente. De Sumer a la Biblia. Paris. 1992. (Edición española de 1996, Barcelona).

24 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 22

25 BOTTÉRO, J. «Las libertades de las mujeres en Babilonia». Introducción al Antiguo Oriente. De Sumer a la Biblia. Paris. 1992. (Edición española de 1996, Barcelona).

26 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 21.

27 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 24.

28 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 22.

29 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 23.

30 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 93.

31 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 143.

32 CONTENAU, G. Ibidem. Pag. 296.

Ángel Luis González Torres – IPOA. Murcia.

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