Sin contrincante en el frente. El poder en el México contemporáneo/Historia y Grafía/2011

Cada época encuentra en Shakespeare lo que le atribula. Por eso mismo es posible reconocer en la monstruosidad moral y física de Ricardo III la deformidad de nuestro propio tiempo político. Por sus disformidades internas y externas, este personaje le viene muy bien al pasado reciente del sistema político mexicano. Aquel que se explica por la obsesión –casi manía– del poder. La astucia, la fina simulación, la crueldad, la capacidad para conspirar, las fobias, todo ello ha sido utilizado por el sistema de partido único, sin importar cuán lejos se vaya, para no desprenderse del poder. Al igual que el usurpador conde de Gloucester, el partido hegemónico en México desplegó, desde sus inicios, un discurso y una práctica que buscaban seducir a una sociedad que apenas salía de una cruenta guerra fratricida y así persuadirle de que el suyo era el mejor camino para la reconstrucción nacional. Leia Mais