Cómo hablar de los libros que no se han leído | Pierre Bayard

Pierre Bayard, profesor de Literatura francesa en la Universidad de París VIII y psicoanalista, nos entrega un particular ensayo bajo el título Cómo hablar de los libros que no se han leído, el cual puede sacar más de alguna mirada de extrañeza. El título – ciertamente, muy sugerente -resulta ser solo un estímulo hacia la lectura de una reflexión acerca de la percepción que tenemos socioculturalmente de la lectura y de todas las premisas y tabúes que nos asedian al momento de referirnos a tal o cual libro. Es precisamente ahí donde ahonda Bayard: en la relación que establecemos como individuos frente a los libros y cómo socialmente aceptamos tales relaciones.

El autor divide pequeños ensayos en tres grupos que confluyen linealmente en un gran ensayo que es la obra en cuestión: “Maneras de no leer”, “Situaciones de discurso” y “Conductas que conviene adoptar”. En el primer grupo, encontramos una tipología de lo que denomina “no-lectura”, en donde de clasifica gradualmente el nivel de conocimiento que tiene una persona con respecto a una obra en particular; así encontramos “los libros que no se conocen”, “los libros que se han ojeado”, “los libros de los que se ha oído hablar” y “los libros que se han olvidado”. En el segundo grupo, se presentan las situaciones en las cuales nos podemos ver obligados a hablar de libros que no hemos leído o, mejor dicho, de los que hemos hecho una no-lectura: “en la vida mundana”, “frente a un profesor”, “ante el escritor” y “con el ser amado”. Finalmente, en el tercer grupo engloba, a modo de consejo, la actitud que debemos adoptar frente a la inevitable situación de tener que referirse a un texto no-leído: “no tener vergüenza”, “imponer nuestras ideas”, “inventar los libros” y “hablar sobre uno mismo”.

El ensayo se sustenta en el análisis de situaciones extraídas de obras de autores como Válery, Eco, Musil, Montaigne y Sôseki – entre otros – para así poder acreditar sus reflexiones acerca de la lectura y, por exclusión, la no-lectura. Resulta interesante el planteamiento de Bayard frente a las actitudes que toman los personajes -y de momento los autores- cuando se refieren a libros que no han sido leídos, demostrando así que no es necesario haber realizado una buena lectura un libro para referirse con propiedad hacia el mismo. Es innegable que los ejemplos que toma corresponden a situaciones ficticias (literarias), pero no resultan estar alejados de las actitudes que alguna vez hemos tenido frente a otras personas cuando se trata de hablar acerca del acervo cultural que dominamos o deberíamos dominar casi por antonomasia, por “exigencia cultural”. En el prólogo, el autor ya señala que la determinación de referirse a la no-lectura como algo positivo de seguro le traerá duras críticas, sobre todo desde los sectores más intelectuales, sin embargo, su empresa sigue en pie hacia una valoración de las facultades que tenemos como individuos de crear a través del lenguaje, sin siquiera a veces conocer lo que debería tener como objeto nuestra creación, en este caso, los libros.

En cuanto a la naturaleza del ensayo, no creo que sea posible catalogarla en alguna disciplina en particular, puesto que resulta ser un híbrido que se mueve entre Literatura, Lingüística, Psicología, Sociología y Filosofía en beneficio de las múltiples perspectivas con las que se refiere a las situaciones analizadas; con lo que pretende -según menciona – teorizar acerca de la lectura y la no-lectura, destacando el provecho individual y social que una persona puede sacar de esta última.

Cómo hablar de los libros que no se han leído es un texto de fácil comprensión gracias al trato que le da su autor, aunque no simple en su contenido, pues se levantan categorizaciones (como “libro-pantalla” o “biblioteca interior”) y críticas que ponen en cuestión aspectos que a simple vista nos parecen muy naturales como, por ejemplo, lo que denominamos “real lectura”: ¿puede un libro ser “realmente” leído?

Así es como se desarrolla sutilmente el ensayo de Bayard en su intento de elaborar una teoría de la lectura, intento que desemboca en una finalidad pedagógica mencionada en las páginas finales de su obra, a propósito de lo beneficioso que resulta la práctica de la no-lectura y de la creación a partir de esta, a pesar de las restricciones socio-culturales que la condenan: “Toda enseñanza debería tender a ayudar a quienes la reciben a adquirir la libertad suficiente en relación con los libros como para que ellos mismos puedan convertirse en escritores o artistas” (Bayard, 2008: 194).

Para concluir, es necesario hacer patente el reconocimiento al autor y su obra por el hecho de ejercer tan abiertamente la reflexión acerca de aspectos que para nosotros resultan tan cotidianos como lo es la lectura, y que, muchas veces, pierden el sentido por esa misma cotidianidad de la que nos hemos encargado de dotarla. Asimismo, el texto permite la propia y consciente reflexión acerca del quehacer pedagógico en el mundo cada vez más diverso en el que estamos insertos como profesores y, primero que todo, como personas.


Resenhista

Christian Yáñez Farías – Pedagogía en Castellano, UMCE.


Referências desta Resenha

BAYARD, Pierre. Cómo hablar de los libros que no se han leído. Trad. Albert Galvany. París: Anagrama; Colección Argumentos, 2008. Resenha de: FARÍAS, Christian Yáñez. Contextos – Estudos de Humanidades y Ciencias Sociales. Santiago, n.26, p. 151-152, 2011. Acessar publicação original [DR]

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