El pueblo. Auge y caída de la clase obrera (1910-2010) | Selina Todd

En El pueblo. Auge y caída de la clase obrera (1910-2010), Selina Todd se propone analizar cómo la clase ha sido un componente ineludible de toda discusión sobre el curso de la política y la sociedad británica del siglo XX hasta nuestros días. Todd es una destacada historiadora británica, cuyas perspectivas analíticas se inscriben en la tradición de la historia social marxista. En este trabajo, como en el conjunto de su obra, recupera los trazos fundamentales de las nociones thompsonianas de la clase a las cuales le añade el análisis de otras dimensiones de la identidad y la experiencia como el género, la raza y la generación.

En el marco temporal amplio y complejo abordado en este libro para Todd existieron dos puntos de inflexión que indican el auge y el declive de la clase. La Segunda Guerra Mundial fue el primero. En este punto, despliega una de las ideas centrales de su hipótesis: luego de la contienda bélica la clase emerge como “pueblo”, representando el momento de máxima convergencia entre los intereses de clase y los intereses nacionales. Las necesidades de la producción armamentística crearon por primera vez el pleno empleo, lo que permitió, entre otras cosas, crecer como fuerza económica y política. El pueblo, remarca Todd, se aseguró que estas fortalezas prevalecieran una vez terminada la guerra, eligiendo a un gobierno laborista en 1945 que dejó un importante legado de conquistas sociales (Seguro Nacional de Salud, educación gratuita, seguridad social integral y pleno empleo).

No obstante, por más importantes que fueran esas conquista, la autora remarca que no se trataron de años de igualdad. Todd hace especial énfasis en el carácter “de arriba abajo” de las reformas laboristas. Lejos de idealizar los años dorados, la autora remarca algunas de sus limitaciones: el control sobre los lugares de trabajo y sobre la riqueza la seguían ostentando una minoría, la brecha salarial entre trabajadores cualificados y no cualificados se amplió, entre otras. El segundo punto de inflexión, que se corresponde con el declive, es la victoria de Margaret Thatcher en 1979. Selina Todd asevera que la incertidumbre comenzó mucho antes, cuando la crisis de 1973 hizo cada vez más difícil sostener los pilares del pacto social de posguerra, y la oleada huelguística que sacudió Gran Bretaña entre 1968 y 1977 acorraló a los sucesivos gobiernos laboristas y conservadores que, ante el reclamo por mejores salarios, mejores viviendas, disminución de los ritmos laborales y cierta participación obrera en la gestión económica, terminaron colocándose del lado de los empleadores. A pesar de que esta historia previa es muy importante, 1979 abrió una nueva etapa cualitativamente diferente en donde la brecha entre ricos y pobres no paró de ampliarse.

Todd manifiesta una especial preocupación por detectar los distintos ciclos de asertividad política de la clase obrera británica, lo que constituye un eje de su planteo. Esta asertividad, entendida como una experiencia de empoderamiento sobre la capacidad de agencia y movilización frente al Estado y los empleadores, es rastreada a partir de diferentes elementos, como los cambios de las actitudes políticas, las conquistas sociales y organizacionales y la reconstrucción de las aspiraciones de trabajadores y trabajadoras. Uno de los casos mejor logrados es el análisis que realiza en el primer apartado del libro, titulado “Criados, 1910-1939”, donde el foco está puesto en las empleadas domésticas y la manera en que el “problema de la servidumbre” se convirtió en una preocupación entre las clases medias y altas ante una clase obrera que se mostraba más determinada. De esta manera, reconstruye las ansiedades y los miedos de los empleadores ante la falta de “respeto” que ostentaban sus empleadas, destaca el impulso igualitaristas de estas que se negaban a seguir acatando los rígidos mandatos de vestimenta de cofias y delantales que consideraban humillantes o los gestos de desdén que en un contexto de reformas sociales y huelgas eran interpretados como una señal más de la guerra de clases. Las variables generacionales y culturales también alimentaban esa asertividad. En esta búsqueda, Todd se dedica a analizar la emergencia de una revolución cultural en Gran Bretaña a fines de los 50 y principios de los 60, en la cual “ser clase obrera se puso de moda”, convirtiéndose en una identidad política y cultural que permitió a los jóvenes conservar lo mejor de los valores de clase, reforzando el sentido de comunidad, de solidaridad y lealtad, al mismo tiempo que disfrutaban de una prosperidad económica novedosa que lejos de diluir la identidad de clase la reforzaba. Esto contribuyó a alimentar una nueva asertividad política y una conciencia alentada por el pleno empleo que se manifestaría en el ciclo huelguístico de los 70 en una generación menos propensa a que el ritmo de la vida estuviera regido únicamente por el ritmo de trabajo.

Esta investigación supone también un ejercicio de reflexión en torno a las herramientas conceptuales y metodológicas para abordar la historia obrera. Preocupada en detectar la manera en que los sujetos reflexionaron sobre sus propias circunstancias y sus opciones, así como sobre las desigualdades de poder, el análisis de la autora se posa en cada uno de los lugares en donde acontece la experiencia de clase: de la fábrica al barrio, del sindicato y la huelga a los salones de baile y el cine. Sucesos especiales como terminar la escuela, independizarse del hogar de origen, casarse o divorciarse, ser padres o madres, acceder a una vivienda, disfrutar de tiempo libre, de ocio y de consumos culturales forman parte de un fenómeno complejo y ambivalente que modelan las actitudes sociales y colectivas de la clase. Uno de los pasajes donde mejor plasmado queda este abordaje es aquel dedicado a analizar la relación entre el sistema educativo de posguerra y la clase obrera. Allí analiza las expectativas y aspiraciones de las madres y padres de la clase trabajadora puesta en la educación de sus hijos e hijas como un medio para ampliar sus horizontes y construir un futuro que los eximiera de la monotonía del trabajo manual. Pero, al mismo tiempo, demuestra la manera en que esas expectativas chocaron con una realidad profundamente atravesada por los orígenes sociales que reforzaron en muchos de ellos y ellas una conciencia y una cultura de clase.

Finalmente, el libro muestra que la heterogeneidad es consustancial a la clase. Lejos del relato de una clase obrera blanca y masculina, Todd penetra en el interior de las fábricas y los barrios y amplía los contornos de nuestro entendimiento sobre la misma. Un lugar destacado en este análisis lo ocupan las actitudes sociales, que lejos de ser unívocas fueron amplias y variadas, ante la raza. Así lo demuestra en el abordaje de las relaciones entabladas entre las madres negras y blancas que llevaban a sus hijos al mismo colegio y que para ellas significó un proceso de enriquecimiento cultural. La relación entre clase y raza también es analizada en el ciclo huelguístico de 1968-1977, donde muchos trabajadores migrantes que habían ejercido papeles de dirección en sus países de procedencia utilizaron su experiencia en huelgas como la de Grunwick en 1977. El otro elemento central de este problema son las mujeres trabajadoras y su rol fundamental en la construcción de lazos comunitarios, como en los episodios de la conflictividad social y laboral.

En definitiva, el trabajo de Todd ofrece un retrato vívido y exhaustivo de la clase en un diálogo constante y creativo con la propuesta historiográfica desarrollada por Edward Thompson. De esta manera, nos permite reponer la centralidad que ostentó, y ostenta, la identidad de clase –como punto de convergencia y aglomeración de otras identidades (de género, étnicas, generacionales y culturales)– a partir de un diálogo permanente entre la historicidad de los procesos sociales y las necesidades de hacer más inteligible nuestro presente histórico.


Resenhista

Rodrigo López – Universidad Nacional de Rosario. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas


Referências desta Resenha

TODD, Selina. El pueblo. Auge y caída de la clase obrera (1910-2010). Madrid: Ediciones Akal, 2018. Resenha de: LÓPEZ, Rodrigo. Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda, n. 17, p. 204-206, sep. 2020/feb. 2021. Acessar publicação original [DR]

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