Militantes de la izquierda latinoamericana en México/1920-1934. Prácticas políticas/redes y conspiraciones | Sebastián Rivera Mir

El libro de Sebastián Rivera Mir que ahora presentamos tiene la virtud de abordar el papel desempeñado por México como centro de atracción de diversos militantes de izquierda latinoamericanos desde una óptica novedosa que aglutina una gama de facciones y grupos de exiliados que conformaron redes de acción política, de cooperación, pero también de confrontación. Impresiona la pluralidad de actores y de organizaciones que el autor presenta de manera fluida e interesante a lo largo de los seis capítulos que se incluyen en la obra. Como todo buen historiador, Rivera Mir se dio a la tarea de revisar una multiplicidad de fuentes primarias resguardadas en archivos nacionales y extranjeros: documentos, periódicos y revistas provenientes de España, México, Chile, Perú, Cuba, Argentina, Colombia, Uruguay y Estados Unidos. Además, todo este esfuerzo investigativo también se sustenta en una amplia bibliografía que recorre la problemática desde diferentes frentes teóricos y metodológicos: el estudio de las sociabilidades, el análisis de redes y la perspectiva transfronteriza. Así, el lector encontrará un dialogo recurrentemente con la historiografía especializada, con autores y escuelas fundamentales para el análisis de los militantes de izquierda latinoamericanos en el periodo de estudio. Desde el inicio reconocí la dificultad inherente de la empresa emprendida por el autor: desentrañar y explicar las labores intelectuales, político-partidistas, e ideológicas de hombres y mujeres que por asares del destino, como se suele decir, coincidieron en México. Particularmente, considero sumamente complicado lograr un equilibrio entre la multiplicidad de experiencias de vida que aparecen en el estudio. Dicho de otra manera, Rivera Mir logra analizar las labores de asociaciones como las del Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), el Partido Revolucionario Venezolano, el Partido Socialista Peruano, la Liga Antiimperialista de las Américas, entre muchas más, sin privilegiar a una sobre las otras. Por supuesto, es también cierto que personajes de la talla del peruano Víctor Raúl Haya de la Torre, del cubano Julio Antonio Mella, del boliviano Tristan Marof, del venezolano Carlos León, del peruano José Carlos Mariátegui (desde fuera de México) y del nicaragüense Augusto C. Sandino, aparecen a lo largo del texto como ejes que articulan la indagación. Sin embargo, insisto, el autor logra configurar una visión global del fenómeno estudiado. Es fundamental en el planteamiento la reconstrucción del escenario o “territorio” del exilio. En este sentido, más allá de los “marcos ideológicos estáticos”, el abordaje de la vida cotidiana de los militantes extranjeros que llegaron a México permite entender el desenvolvimiento político de estos emigrados: ¿quiénes fueron el soporte emocional y material de los recién llegados? ¿Quiénes fungieron como mediadores en la articulación de estas redes? ¿qué papel desempeñaron los gobiernos y las instancias de inteligencia en estas circunstancias? Son algunas de las preguntas que guían el análisis de los diferentes apartados. Un militante, nos advierte Sebastián, no sólo podía cambiar de un partido a otro, “de aprista a comunista (por ejemplo), sino que además podía generar conexiones con miembros de otras organizaciones que comúnmente se enfrentaban en el ámbito internacional. Así, el énfasis de la investigación se encuentra en las “estrategias de supervivencia, en los intercambios culturales y en las prácticas políticas” de las diferentes oleadas de exiliados, privilegiando los vínculos transfronterizos, evitando, de esta manera, las visiones limitadas que se concentran únicamente en la Nación como unidad de análisis. Además, queda claro, tras la lectura del libro, que detrás de los eventos y preocupaciones de estirpe latinoamericana, el escenario internacional determinó de manera importante las acciones de esos militantes: la Revolución Rusa, la crisis financiera del 29, y la irrupción del fascismo, son algunos ejemplos de esto.

Entre la variedad de actividades políticas que desempeñaron estos militantes encontramos la permanente participación en la prensa y en revistas como Alma Mater dirigida por Julio Antonio Mella, y El Machete, órgano del Partido Comunista Mexicano, en mítines y en conspiraciones y expediciones armadas para derrocar los gobiernos dictatoriales de hombres como Gerardo Machado en Cuba y Juan Vicente Gómez en Venezuela. A lo largo del libro están presentes las disputas entre los diferentes actores que buscaban en la mayoría de los casos a toda costa defender la posición revolucionaria “antiimperialista” que fluctuaba entre los intereses comunistas y las facciones más cercanas a la experiencia mexicana. De esta manera, la Revolución Mexicana y la Bolchevique se convirtieron en los horizontes idóneos de acción política entre los latinoamericanos de izquierda. Para el caso concreto de México aparecieron diferentes mediadores que facilitaron la inclusión de los exiliados en el país: como los gobernantes Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, ministros, políticos e intelectuales como José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Juan de Dios Bojórquez, Vicente Lombardo Toledano, Luis Morones, Francisco J. Múgica, el hondureño Rafael Heliodoro Valle, entre otros.

Es importante hacer hincapié que la experiencia del exilio, como era de suponer, puso en marcha una complicada maquinaria institucional de control y vigilancia gubernamental en (México y los demás países involucrados). Así, son interesantes los casos del Departamento de Investigaciones Políticas y Sociales (Departamento Confidencial de México) y la División de Inteligencia Militar estadounidense cuyos informes se caracterizaron por el miedo constante al bolchevismo en la región. Además de conocer quiénes eran los emigrados, la continua vigilancia dio como resultado la participación de espías e informantes que trabajaban para diversas instancias. Esto ocasionó conflictos constantes entre los militantes radicados en el país. Uno de los espacios privilegiados para la interacción de los militantes fue la universidad. Particularmente, mediante la revisión del Archivo Histórico de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Archivo Histórico de la Secretaría de Educación Pública que resguarda los expedientes de estudiantes pensionados por el estado México, el autor logró desentrañar las vidas de algunos de estos exiliados. Sin duda, la Universidad fue una tribuna y un escenario de acción política en donde pusieron en práctica sus agendas y construyeron nuevas alianzas. Además, es importante destacar que el discurso autonomista que se había dado en Córdoba, Argentina, en 1918, impactaría a la circunstancia mexicana (desde una expectativa revolucionaria) durante la década de los veinte. Los estudiantes se transformaron en agentes capaces de intervenir en la vida pública: en salones, teatros, parques, plazas y calles. Por ejemplo, lograron vincularse con los movimientos obreros y campesinos, y las llamadas universidades populares. Otro factor de análisis dentro de la investigación es la tensión entre las posiciones nacionalistas y la perspectiva continental, muy característica durante el periodo. Definitivamente, la unión americana frente al imperialismo yanqui fue el motor de muchas de las iniciativas de estos intelectuales y activistas. En suma, Militantes de la izquierda latinoamericana en México deberá ser desde ahora una obra de consulta obligada para el estudio de las redes y vínculos, de las prácticas políticas transfronterizas en el escenario latinoamericano a lo largo del siglo XX ya que como afirma el autor en el epilogo “la mayoría de los actores citados a lo largo del texto continuaron sus procesos políticos y se transformaron en referentes en el desarrollo de proyectos de larga data.


Resenhista

Jesús Iván Mora Muro – Facultad de Filosofía. Universidad Autónoma de Querétaro.


Referências desta Resenha

MIR, Sebastián Rivera. Militantes de la izquierda latinoamericana en México, 1920-1934. Prácticas políticas, redes y conspiraciones. México: El Colegio de México; Secretaría de Relaciones Exteriores, 2018. Resenha de: MURO, Jesús Iván Mora. Revista Izquierdas, 50, 2021. Acessar publicação original [DR/JF]

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