Palabra de médico. El doctor Luis Guillermo Ibarra Ibarra y la historia de la medicina de rehabilitación en México | María José Garrido Asperó

Desde el título de la obra Palabra de médico. El doctor Luis Guillermo Ibarra Ibarra y la historia de la medicina de rehabilitación de María José Garrido Asperó encuentro la importancia y pertinencia de su publicación y edición en la colección Testimonios. Son varias las razones, entre otras, están: su contribución y aporte al campo de los estudios de la Historia de la Medicina de Rehabilitación en México, pero también al campo de estudios de la Educación Especial y de la Discapacidad en México en la primera mitad del siglo XX y las primeras décadas del XXI; su aportación fundamental está en el conocimiento que brinda de los procesos sociales del acontecer contemporáneo en México, en este caso, de la salud y la medicina desde la visión de los sujetos, protagonistas y testigos de la historia de la rehabilitación en México, a través de la trascendental trayectoria profesional del doctor Luis Guillermo Ibarra Ibarra. De ahí que se desprende la tercera contribución de la obra de Garrido Asperó al campo de estudio de la Historia Oral, como lo afirma Graciela de Garay (1997) “campo de estudio que se interesa considerar el ámbito subjetivo de la experiencia humana concreta y del acontecer sociohistórico como lo expresan los sujetos históricos considerados” (p. 10).

Desde mi especialidad en los estudios sobre la Educación Especial y de la Discapacidad en México lo primero que destaco es el gran valor que significa el difundir la historia de la medicina de rehabilitación en México a partir de la trayectoria profesional del Dr. Luis Guillermo Ibarra principal protagonista e impulsor de esta rama de la salud. Se trata de una obra que refleja el interés de Garrido Asperó por recuperar la evidencia de un testimonio personal y del ámbito colectivo del narrador. En este sentido, recupera una historia de vida, ejemplo “de una memoria personal de una persona inserta en un contexto sociocultural específico” (p. 11), es una historia de vida del doctor Ibarra singular y significativa de una Profesión Médica en Mayúscula, amplia y vasta en el que encontramos enfoques diferentes de la medicina y de la medicina de rehabilitación, distintas instituciones, una diversidad de actores, así como visiones de la discapacidad en México con las enfermedades, condiciones y situaciones que la provocan, el mapa de los modelos de atención y prácticas médicas rehabilitadoras, sin dejar de lado, el papel que desempeñaron y desempeñan la formación de recursos humanos a diferentes niveles, desde la preparación terapéutica de expertos auxiliares a la carrera médica a diferentes grados (licenciatura, pregrado, maestría, doctorado, especialidad).

De manera puntual, el libro Palabra de médico. El doctor Luis Guillermo Ibarra Ibarra y la historia de la medicina de rehabilitación en México contiene un completo estudio introductorio de la autoría de Garrido Asperó y el testimonio del doctor Ibarra organizado en tres partes que corresponden a los diferentes ámbitos en los que transcurrió su experiencia de vida y trayectoria profesional. Primero su formación académica en una primera parte titulada Formación del Doctor Luis Guillermo Ibarra Ibarra; su trayectoria profesional con su labor …en la consolidación de la medicina de rehabilitación, título de la segunda parte y …su labor …en la creación del Instituto Nacional de Rehabilitación nombre de la tercera parte, con lo que desde mi punto de vista culmina su obra. Por último, un epílogo a manera de conclusión, con lo que Garrido Asperó cierra el testimonio de vida profesional del doctor Luis Guillermo Ibarra Ibarra1.

En el estudio introductorio del inicio, Garrido Asperó trata diferentes temas que permiten al lector situar el testimonio del doctor Ibarra. Por ejemplo, a manera de contexto, el debate que se generó entre las esferas médicas a partir de la década de los cincuenta del siglo pasado para resignificar el rol de la medicina de rehabilitación como tercera misión de la medicina, labor que le llevó al doctor Ibarra y a sus maestros más de 20 años; el origen del ramo rehabilitador con la epidemia de la poliomielitis “que afectó a varios países entre las décadas de los cuarenta a los setentas, (y que) se manifestó en México a principios de los cincuenta”. Para los interesados en el estudio de las epidemias en México durante el siglo XX basta revisar la sección El Escenario “Epidemia de la Poliomielitis”, en el que se brinda su definición inicial como “enfermedad exótica”, concibiéndola como “enfermedad infantil grave, invalidante y mortal”, convertida en un problema de salud pública, predominantemente urbana; los síntomas de la enfermedad, el grupo de población infantil afectado (entre el 0.34% al 3.4% del total de infantes) , las instituciones y fundaciones como la Fundación Nacional contra la Parálisis infantil, el Comité Nacional contra la Polio que se crearon para su atención en la que el joven doctor Ibarra y sus discípulos colaborarían. Afectación que disminuyó y controló a partir de 1956 cuando “el Dr. Jonás Salk, inventó y puso a disposición del mundo la vacuna contra esta enfermedad…” (p. 26)

Otro tema de interés tratado por Garrido Asperó sobre todo para los interesados en la historia de la medicina de rehabilitación es el desarrollo y avance de este campo de conocimiento, en relación estrecha con la discapacidad objeto de su atención, que lo llevó a replantearla como un problema de salud pública y de la rehabilitación, en palabras del doctor Ibarra “por medio de la cuál esta no debería a limitarse e reparar los efectos físicos, sino debía de poner el acento en las acciones integrales o totalizadoras del proceso de atención: las sociales, psicológicas, educativas y vocacionales” (p. 37). Con relación a este punto, el doctor Ibarra nos comparte su intención muy definida de tratar, como lo relata, “la prevención de la discapacidad… ¿Qué hay que hacer? Primero conocer la dimensión del problema…después había que hacer las acciones para atacarla, …pues no hay más que dos, o la previenes o la curas, la rehabilitas. Son dos acciones la prevención y la rehabilitación, la prevención es a partir de que aparece la enfermedad o lesión, y …que se puede hacer para que esa enfermedad o lesión no deje secuelas que limiten al individuo y le causen la discapacidad. …En cada lesión y en cada enfermedad uno sabe cómo va a evolucionar eso se llama historia de la enfermedad…” (p. 179.) Todas enseñanzas y experiencias que va narrando en la que combina episodios cotidianos con anécdotas compartidas con personas, médicos, alumnos, funcionarios del sector Salud, en escenarios de hospitales, laboratorios, familiares.

En la sección introductoria aborda la creación desde 1953 de instituciones dedicadas a la atención rehabilitadora, entre otras, el Centro de Rehabilitación para Débiles visuales y Débiles Mentales, el Centro de Rehabilitación para Alcohólicos, la Dirección General de Rehabilitación (1971) que aglutinaba a la Escuela Nacional para Adultos, el Instituto de Rehabilitación para Niños Ciegos, el Centro de Rehabilitación de Niños Débiles Visuales, el Instituto Nacional de Comunicación Humana, el Sistema Musculo Esquelético. En el ámbito de política pública en su quehacer profesional distingo la formulación y elaboración del Plan Nacional de Rehabilitación incluido en el Plan Nacional de Salud (1974-1984). La trayectoria profesional también se enriquece con el papel que desempeñó en la formación de recursos humano, por ejemplo, destaca su impulso en la creación de la primera residencia de especialización en medicina de rehabilitación al respecto menciona que “formamos especialistas en medicina en rehabilitación, fortalecimos la residencia que ya existía en ortopedia en el Gildred, echamos a andar la residencia en medicina de comunicación humana, la escuela de terapistas físicos, terapistas ocupacionales, terapista del lenguaje, protesistas ortesistas y un programa de educación continua para mejorar el nivel de conocimientos de nuestros médicos” (p. 174).

Su visión por la atención integral de la discapacidad la extendió al ámbito de la educación con la creación de los Centros de Rehabilitación y Educación Especial. Como lo afirma Garrido Asperó, con ello se reconocía la necesidad de la labor conjunta de los expertos en salud y educación en áreas de medicina de rehabilitación, ortopedia, pediatría, medicina de comunicación humana, neurología, oftalmología, pedagogía, trabajo social, elaboración de prótesis aparatos visuales, capacitación para el trabajo y adiestramientos específicos en carpintería, artesanías, entre otras tantas.

El Instituto Nacional de Ortopedia (INO) destaca ente las instituciones que se vio fortalecida por la labor del doctor Ibarra cuando llegó a ocupar el cargo de director. Como lo anota Garrido Asperó logró transformarse en una institución de excelencia en calidad y productividad en las áreas de servicios de atención médica, enseñanza e investigación, adquisición de equipo e instrumental adecuado, además de un centro de investigación en medicina integral.

En palabras del doctor Luis Guillermo Ibarra “Cuando yo llegué le decían el Instituto de las tres mentiras…. ni es instituto ni es nacional ni es ortopedia…” Al paso de los años se convierte en una institución con reconocimiento de la ortopedia mexicana. Por su parte el Instituto Nacional de Medicina en Rehabilitación, antes Centro de Rehabilitación del Sistema Musculo Esquelético, se le encomendó continuar prestando los servicios de asistencia por medio de programas específicos de rehabilitación, en particular, para tareas de investigación científica y docencia para la rehabilitación de inválidos con la intención de generar recursos humanos y generar conocimiento en las materias de prevención de discapacidad y rehabilitación (p. 68).

Por su parte, el Instituto Nacional de Comunicación Humana producto de la fusión de la Escuela Nacional de Sordo Mudos y el Centro de Rehabilitación Auditivo Oral para la atención de niños, adolescentes y adultos respectivamente se suma como Institución dedicada a la atención de padecimiento propios de la comunicación (p. 70).

El interés del doctor Ibarra, siguiendo la pauta de instituciones de salud de Estados Unidos y Canadá, era modernizar a estos tres institutos en materia de los servicios, enseñanzas e investigación e integrarlos en uno solo, el Instituto Nacional de Rehabilitación.

Al respecto el doctor Ibarra nos narra que a finales de los años ochenta “se presentó la oportunidad de hacer un instituto y no insistí en que se construyeran tres, yo además quería cinco … era demasiado, muy difícil que se hiciera… de mi parte, yo sí acepto… al igual que los respectivos directora y directores del Instituto de Medicina de Rehabilitación, del Instituto de Comunicación Humana y el del Instituto Nacional de Ortopedia”. La coordinación del proyecto del Instituto Nacional de Rehabilitación estuvo a cargo del doctor Ibarra. Como lo relata, implicó un proceso que abarcó un periodo de 10 años, con varias etapas, desde el proyecto médico arquitectónico, la adquisición de un terreno de una manzana de 58 mil metros cuadrados en Tlalpan y Periférico, la construcción, el diseño administrativo con la fusión de los tres institutos, una mudanza complicada, el museo del sitio y el patrimonio cultural.

En fin, desde su opinión la creación y conformación del Instituto Nacional de Rehabilitación implicó en términos administrativos, la definición del organigrama, con una Dirección y con tres subdirecciones, tres direcciones (las direcciones quirúrgica, de enseñanza e investigación), la constitución de una Junta de Gobierno, el manejo de recursos humanos, los espacios adecuados para trabajar, una modernización con la implementación del carnet único convertido en carnet electrónico, etcétera, entre otros temas. En la actualidad dicho Instituto lleva su nombre. En fin, en el libro encontramos la configuración de una identidad profesional sobre un individuo situado en un contexto donde se están implementando estrategias de cambio que explícita o tácitamente se orientan a generar nuevos modos de operar, tanto en el plano de concepciones y herramientas conceptuales como en el de su práctica. Partimos de esta idea para hablar del modo en que se constituyó la identidad profesional del doctor Luis Guillermo Ibarra Ibarra. Coincidimos con quienes apuntan que la identidad se construye utilizando elementos de la historia personal y social de las instituciones productivas y reproductivas, en su construcción tiene una importancia particular el campo de la formación, el trabajo y el empleo, ya que actúan como fuentes de reconocimiento de la identidad social y de la atribución de estatus social (véase Álvarez Martín, 2004; Gewerc, 2001).

Una vez concluida su lectura rescato la labor de María José Garrido Asperó en crear y construir este libro a partir de la realización de 12 sesiones de entrevista realizadas con el doctor Ibarra (entre 2015 y 2017) cuya amabilidad le dio oportunidad de visitarlos en su casa con el apoyo de su esposa, doña Yolanda Ponce de León de Ibarra. Distingo la tarea que implicó la transcripción y revisión en papel de las entrevistas, convertidas en fuentes documentales de información. Se trata de destacar el significado y valor de la obra al presentarnos la creación de una fuente documental de carácter histórico que contiene una historia de vida y profesional pero también una historia de la medicina de rehabilitación en México. Por otra parte, constituye una lectura obligada para los especialistas, médicos y estudiantes interesados en el campo de la rehabilitación y discapacidad en México, libro sustentando en una diversidad de fuentes de investigación e información a través de las cuáles arma las semblanzas curriculares de los profesionales de la rehabilitación, colegas, discípulos y alumnos del doctor Ibarra, con los que formó redes y grupos de investigación, cultivando con ello, las líneas de estudio como de investigación de la rehabilitación en México, también destaco las múltiples referencias documentales y bibliográficas de boletines, informes, diagnósticos y hallazgos de investigación médica así como el nombre de las instituciones que quedan claramente integradas en la sección de siglas al final de la publicación. Por otra parte, el índice onomástico se convierte en un interesante diccionario de temáticas, nombres y lugares que orientan y guían a los lectores al encuentro de la Palabra de médico. El doctor Luis Guillermo Ibarra Ibarra y la historia de la medicina de rehabilitación en México.


Nota

1 Cursivas mías.


Referencias

Álvarez Martín, F. (2004). Perfeccionamiento docente e identidad profesional. Docencia, 24, 69-76. https://repositorio.uahurtado.cl/bitstream/handle/11242/9021/txt754.pdf?sequen ce=1&isAllowed=y

Garay, G. de (1997). Un enfoque metodológico de las historias de vida. En G. de Garay, Cuéntame tu vida, Historia Oral: Historia de Vida. (Colección Perfiles). México: Instituto Mora.

Gewerc, A. (2001). Identidad profesional y trayectoria en la universidad. Profesorado. Revista de curriculum y formación del profesorado, 5(2). https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=56750203


Resenhista

María Concepción Martínez Omaña – Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, México. E-mail: [email protected]


Referências desta Resenha

ASPERÓ, María José Garrido. Palabra de médico. El doctor Luis Guillermo Ibarra Ibarra y la historia de la medicina de rehabilitación en México. México: Instituto Mora, 2021. Resenha de: OMAÑA, María Concepción Martínez. Secuencia. Reseñas, 2022. Acessar publicação original [DR/JF]

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