Un simple ciudadano, José Artigas [Catálogo] | Museu Histórico Nacional

La muestra “Un simple ciudadano, José Artigas” montada en el Museo Histórico Nacional (MHN – Casa de Rivera) como exposición permanente hasta la actualidad, es sin duda uno de los más importantes aportes a la conmemoración de los bicentenarios de la gesta revolucionaria. La muestra está conformada principalmente por pinturas, además de algunas esculturas y objetos, en su mayoría pertenecientes al acervo del Museo Histórico Nacional. Constituye el relevamiento de una enorme variedad de representaciones de una figura de fundamental importancia en la historia de Uruguay y la región y de la cual es de destacar que no existen prácticamente obras plásticas testimoniales, es decir, retratos tomados del natural. Por ello el ejercicio se torna más atractivo: reunir los rostros de “los Artigas” que resultan tan disímiles entre sí al verse juntos, y que de ese modo no sólo dejan en evidencia ideas e intenciones distintas en su creación, sino también, como los tiene toda interpretación, desconocimiento y “encubrimientos”.

El nombre de la muestra y de este catálogo alude a un intercambio de José Artigas con el Cabildo de Montevideo, en el cual Artigas rechazaba un título con el que se pretendía distinguirlo, para conservar el de “simple ciudadano”, advirtiendo del peligro que encierran los homenajes rimbombantes pero vacíos de contenido. Esa expresión es un buen nombre para una muestra y un catálogo que, lejos de centrarse en ensalzar las obras que se exhiben, apuesta a interpretarlas como huellas del pasado. El material que conforma la exposición pertenece en su casi totalidad al MHN, lo cual evidencia también el muy valioso acervo con que cuenta la institución. El catálogo incluye excelentes reproducciones de las obras que se exhiben y deja entrever un importante trabajo de conservación, restauración y documentación del Área Técnica del MHN que integran Ernesto Beretta y Fernanda González. Los textos elaborados por ellos, con la colaboración de Mirtha Cazet, completan un sólido trabajo. Las imágenes están acompañadas por breves descripciones, con datos de identificación (autor, título, técnica, dimensiones, fecha, origen y referencias documentales) y elementos de análisis iconográfico, así como menciones a la recepción y usos de época y posteriores. Además, los registros incluyen la documentación asociada que da cuenta del origen de las obras, de su historia o de sus usos.

El catálogo comienza con una introducción de Ariadna Islas, entonces directora del museo y curadora de la exposición junto a Ernesto Beretta y Fernanda González, que ayuda a comprender el sentido del trabajo y sus principales hipótesis; entre ellas, la misma estructura del catálogo que expone distintas “etapas” en la representación de la imagen de Artigas: desde el “jefe de bandidos” al “anciano venerable”, y de él al “general, paisano, ciudadano”, al “estadista” y al “Jefe de los Orientales”. Estas etapas muestran de algún modo cómo los ensayos para construir una imagen de Artigas acompañan inevitablemente los puntos de vista de los relatos históricos de cada época. El análisis presenta también ejemplos de apropiación y resignificación de las imágenes, en los que las intenciones iniciales y los sentidos posteriores son diversos e incluso contradictorios. Por otra parte, la colección de permite trazar con cierta claridad líneas genealógicas, es decir, relaciones entre una obra y sus antecedentes o interpretaciones posteriores.

Se parte de la base de reconocer que cuadros y esculturas son construcciones históricas y simbólicas, en cuya intención estuvo muy probablemente la idea de generar un arte con función pedagógica, una síntesis del pensamiento histórico predominante clara y rápidamente legible para un público general y amplio. Esto asimila a las imágenes a “textos” en los que es posible leer sentidos más allá de establecer juicios de valor asociados a lo estético. Los artículos que acompañan al corpus del catálogo conforman un aporte metodológico importante en ese sentido. Otorgan herramientas para abordar un material que no ha dejado de ser novedoso para la investigación, y preparan al observador para detectar elementos visuales que, una vez contextualizados, pasan a convertirse en fuentes para la comprensión de procesos sociales o políticos y no sólo para la historia del arte.

El capítulo de la investigadora argentina Laura Malosetti Costa comienza por enmarcar el caso de Artigas en un contexto más amplio, el de las figuras de las revoluciones latinoamericanas, y luego realiza un ejercicio de investigación particular sobre algunas de las imágenes icónicas incluidas en el catálogo, en base a sus características físicas y técnicas, su contexto de producción, su recepción, itinerario y usos posteriores.

El capítulo de Ana Frega es la primera edición uruguaya –había sido publicado en la década de 1990 en una revista brasileña- de un trabajo suyo en torno a la construcción monumental del héroe, que profundiza en los procesos de creación y transformación de sentido que implicó la utilización de la figura de Artigas en los relatos históricos nacionales, y observa particularmente el proceso de instalación del monumento a Artigas en la Plaza Independencia, en sus cuarenta años de duración entre la iniciativa legislativa (1883) y la inauguración del monumento (1923).

En el catálogo se menciona la intención del director del Museo Histórico Nacional, Telmo Manacorda, que en 1923 se refirió a la necesidad de hallar el retrato “verdadero” de Artigas, aquel que pudiera considerarse realmente verosímil y no una invención. Este trabajo parece querer, en parte, contestar a la inquietud de Manacorda con un crisol de imágenes, “verdaderas” todas ellas, si se las asume como construcciones históricas y no reproducciones miméticas.

Este catálogo representa a la vez una concepción museográfica renovadora, una idea del rol que debe tener un museo histórico estatal. En otras palabras, que la iniciativa de mostrar y comprender a las obras de arte como representaciones de ideas, construcciones históricas y simbólicas, objetos de uso y veneración parta de un museo y, en particular, del Museo Histórico Nacional, es un signo importante de que las imágenes están logrando trascender el rol de ilustraciones o adornos que se les ha otorgado durante mucho tiempo. Pero hay aún camino por recorrer en este sentido, y este movimiento ha de darse tanto a nivel de los espacios de investigación científica como de los educativos. En ambos ámbitos el Museo puede y debe jugar un rol primordial. Esta muestra y este libro son una prueba de ello.


Resenhista

Clara von Sanden – Universidad de la República, Uruguay.


Referências desta Resenha

MUSEO HISTÓRICO NACIONAL. (Org). Un simple ciudadano, José Artigas [Catálogo]. Montevideo: Museo Histórico Nacional, 2014. Resenha de: SANDEN, Clara von. Claves. Revista de Historia. Montevideo, v.1, n.1, p.183-186, dic. 2015. Acessar publicação original [DR]

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