Gender and Diplomacy. Women and Men in European Embassies from the 15th to the 18th Century | Roberta Anderson, Laura Oliván Santaliestra e Suna Suner

1 En marzo de 2016 varios especialistas provenientes de diferentes casas de estudio de Europa y Rusia se reunieron en las instalaciones del Don Juan Archiv (Viena) para reflexionar en torno a la relación entre género y diplomacia entre los siglos XV y XVIII. El evento contó con la coordinación académica de Suna Suner, Laura Oliván Santaliestra y Reinhard Eisendle. El libro que reseñamos, publicado en 2021, recoge los trabajos presentados en el mencionado simposio. Se trata de una publicación de referencia que desarrolla una línea de investigación con notoria actualidad en el mundo académico: la historia diplomática de las mujeres.

2 La obra se inaugura con una introducción integrada por dos breves apartados: el prólogo a cargo de Laura Oliván Santaliestra (Granada) y una editorial escrita por Roberta Anderson (Bath) y Suna Suner (Viena). Seguidamente, el libro se organiza en cuatro grandes partes o bloques temáticos: las mujeres como actores diplomáticos, la diplomacia de las reinas, el surgimiento de las embajadoras y etapas de la diplomacia masculina. El prólogo de Oliván Santaliestra rememora las situaciones personales y profesionales que hicieron posible la organización del simposio en 2016 y la subsiguiente publicación de esta obra colectiva. La historiadora utiliza este espacio para esbozar algunas reflexiones sobre la imagen que se utilizó para promocionar el simposio, y que ahora se presenta en la portada del volumen. Se trata de una pintura conservada en el Museo Nacional de Ámsterdam (Rijksmuseum) que muestra a la reina regente Mariana de Austria (1634-1696) junto con el embajador holandés Hieronymus Beverningk (1614-1690) con motivo de una audiencia que tuvo lugar en el Alcázar de Madrid el 2 de marzo de 1671. En la representación aparecen la esposa del embajador y un miembro femenino de su familia. En la perspectiva de la prologuista, la pintura aludida nos permite visualizar la importancia de las esposas de los embajadores en las cortes modernas, así como otros aspectos vinculados al género que estructuran toda la obra. Sobre esto último, en la nota editorial de Anderson y Suner se destaca que a pesar de que el género suele asociarse a la mujer y al universo femenino, los trabajos que integran el libro proporcionan un equilibrio entre ambos géneros, contemplando igualmente los aspectos culturales más relevantes que conciernen al género masculino. Las relaciones de género se comprenden así en el marco de una red de conexiones imbricadas entre sí que incluyen contextos maritales, culturales y diplomáticos. Tras realizar estas presiones teóricas, Anderson y Suner resumen las ideas centrales del volumen y realizan algunas particularidades sobre los trabajos que lo integran.

3 El primer bloque del libro se dedica a analizar el rol diplomático de las mujeres, y presenta cuatro estudios escritos por María Concepción Gutiérrez Redondo (Madrid), Annalisa Biagianti (Pisa), Camille Desenclos (Mulhouse) y John Condren (Oxford). Todos los trabajos están centrados en el siglo XVII y contribuyen a profundizar el conocimiento de las relaciones internacionales entre la monarquía hispana, el Imperio, Francia y distintos territorios italianos. Gutiérrez Redondo presenta un trabajo sobre las mujeres involucradas en la carrera diplomática de Juan Antonio de Vera, conde de La Roca (1583-1658), embajador español en Saboya y Venecia, y autor de uno de los tratados diplomáticos más influentes de su tiempo: El Enbaxador (Sevilla, 1620). La importancia de las mujeres en las redes diplomáticas del siglo XVII queda evidenciada también en el trabajo de Biagianti. Su investigación trata sobre la embajada de Lorenzo Cenami (1613-1686), diplomático de la República de Lucca en la corte española entre 1662 y 1674, y su relación con las mujeres de la corte de Mariana de Austria. Los trabajos de Desenclos y Condren sondean la participación femenina en los entramados diplomáticos y cortesanos tomando como punto de partida el análisis del caso francés. Por un lado, Desenclos se ocupa de pensar cuál fue el estatus de la mujer en las fuentes epistolares y diplomáticas francesas entre 1610 y 1633. Por otra parte, Condren estudia el papel de la mujer en las negociaciones de Luis XIV de Francia con la familia Gonzaga-Nevers de Mantua entre 1665 y 1691.

4 El segundo bloque, titulado “Diplomacy of Queens”, se inaugura con la investigación de Tracey A. Sowerby (Oxford) y continúa con las contribuciones de Roberta Anderson (Bath) y Rocío Martínez López (Madrid). En el primer caso, la autora expone la relación entre el ideal caballeresco y la diplomacia en tiempos de Isabel I de Inglaterra. A través del análisis de las cartas de un embajador de la reina, Sir Henry Unton (c.1558-1596), Sowerby explora no sólo esta interrelación sino los conflictos inherentes a la misma. El capítulo subsiguiente, escrito por Anderson, nos introduce en el contexto posterior a la muerte sin descendencia de Isabel I. En 1603, la corona inglesa recayó sobre las sienes de Jacobo, quien fue el primero en reinar con aquel nombre en Inglaterra e Irlanda y era VI del mismo nombre reinante en Escocia. En su trabajo, Anderson analiza los distintos candidatos propuestos para casarse con la princesa Isabel, hija del rey Jacobo, y las negociaciones diplomáticas que condujeron al matrimonio de la princesa con Federico V del Palatinado. Concluyendo esta sección, Martínez López observa las crisis dinásticas y examina sus efectos en el mercado matrimonial de princesas y la política internacional europea durante la segunda mitad del siglo XVII. En particular, refiere a la situación de la corte española en la década de 1690 y a la actividad político-dinástica de Mariana de Neoburgo y sus conexiones con Baviera frente al problema de la sucesión.

5 Los seis trabajos que integran el tercer bloque están centrados en el rol político y cultural de las embajadoras. El uso del término “embajadora” ha suscitado controversias entre los historiadores. Se trata de una categoría teórica que tiene tanto defensores como detractores. Para zanjar estos debates, Oliván Santaliestra se sumerge en el análisis del concepto desde sus orígenes en el siglo XVI y estudia su evolución y maduración en el siglo XVII. La prudente indagación de los diccionarios y tratados diplomáticos epocales le permiten a la historiadora clarificar qué entendían los contemporáneos por “embajadora”. Para concluir su trabajo, Oliván toma en consideración la acción diplomática de las embajadoras imperiales María Sophia von Dietrichstein, condesa de Pötting (1645-1711) y Johanna Theresia von Lamberg, condesa de Harrach (1639-1716) en la corte de Madrid durante la segunda mitad del siglo XVII. La figura de María Sophia von Dietrichstein es retomada en el trabajo de Wolfram Aichinger (Viena), quien se ocupa de observar las dimensiones y usos del lenguaje diplomático y teatral a partir de la lectura del diario del conde Franz Eusebius Pötting (1627-1678).

6 Los artículos de Armando F. Ivaldi (Ginebra/París) y Pía Wallnig (Viena) también exploran las figuras, personalidades y trayectorias de dos embajadoras imperiales. En el primer caso, Ivaldi se ocupa de demostrar la influencia cultural que Ernestine Aloysia von Weissenwolff (1732-1794), condesa de Durazzo y esposa del embajador Giacomo Durazzo, tuvo en Venecia. En el segundo caso, Wallnig esboza algunos rasgos biográficos sobre la embajadora Marie Ernestine, condesa de Harrach (1683-1745). Ésta gran aristócrata vienesa acompañó a su primer marido en su embajada en Roma y posteriormente, luego de un segundo matrimonio, se desempeñó como virreina de Nápoles. En las aportaciones de David García Cueto (Granada) y Ekaterina Domnina (Moscú) se realiza un acercamiento a las embajadoras españolas y rusas, respectivamente. Por un lado, el trabajo de García Cueto destaca la trayectoria de Leonor de Melo, II marquesa de Castel Rodrigo (1593-1641) durante la embajada de su marido en la Santa Sede, entre 1632 y 1641. Finalmente, el capítulo de Domnina rastrea las actividades sociales y diplomáticas de Marfa Feodorovna Baryatinskaya-Matveeva (1686?-1720), esposa del embajador ruso Andrei Matveev, en distintas cortes europeas en tiempos de Pedro el Grande. Con su trabajo, la historiadora evidencia el nuevo rol que asumió la mujer aristócrata en la sociedad rusa petrina.

7 El último bloque del libro lo integran cuatro investigaciones sobre diplomacia masculina. Se inicia esta sección con un artículo de Laura Mesotten (Lovaina) que analiza la importancia y el significado social y político de la vestimenta de los diplomáticos varones. El caso de François de Noailles (1519-1585), embajador francés en Venecia, evidencia las características que debía tener el guardarropa de un diplomático. Seguidamente, los capítulos de Luis Tercero Casado (Viena) y Osman Nihat Bişgin (Estambul) nos permiten profundizar nuestros conocimientos sobre las relaciones internacionales entre el Imperio Otomano y las grandes monarquías europeas de la Edad moderna. La pesquisa de Tercero Casado en archivos españoles y vieneses le permiten reconstruir las controversias políticas y socioculturales que suscitó la embajada otomana de Ahmed Aga, emisario del sultán Mehmed IV (1642-1693), en el Madrid de Felipe IV, particularmente en 1649 y 1650. Por su parte, Nihat Bişgin ofrece un capítulo sobre las impresiones del primer embajador otomano residente en París a finales del siglo XVIII. En el contexto de la revolución francesa, el embajador Seyyid Ali Efendi (1757-1809) viajó con el propósito de sellar un acuerdo de amistad y cooperación entre el gobierno republicano francés y el gran visir otomano. La lectura del informe de la embajada (sefâretnâme) le permite al autor reconstruir los grandes acontecimientos y los pormenores de la misión otomana en París.

8 En definitiva, esta obra colectiva evidencia que tanto hombres como mujeres actuaban como intermediarios en las negociaciones entre los príncipes, reyes, emperadores y grandes nobles. Sobre el rol diplomático de los hombres no es necesario insistir demasiado, ya que la importancia de su accionar ha sido puesta de manifiesto en los grandes anales de la historia de la diplomacia moderna. Lo novedoso de los trabajos que se incluyen en este libro es que rescatan las acciones de un conjunto de mujeres, otrora silenciadas por una historiografía construida encima de los cimientos del patriarcado. De esta forma, este libro colabora en la construcción de narrativas históricas más inclusivas, un desafío en el que deberíamos estar unidos todos los historiadores. La generación de nuevos discursos nos permitirá alcanzar la anhelada equidad de género y, como consecuencia de ello, se establecerán formas de interrelación horizontal y más saludable entre hombres y mujeres.


Resenhista

Ezequiel Borgognoni – Universidad Católica Argentina/CONICET, Argentina. E-mail: [email protected]


Referências desta Resenha

ANDERSON, Roberta; SANTALIESTRA, Laura Oliván; SUNER, Suna (Eds). Gender and Diplomacy. Women and Men in European Embassies from the 15th to the 18th Century. Vienna: Hollitzer, 2021. Resenha de: BORGOGNONI, Ezequiel. Ler História. Lisboa, n.79, p. 284-287, 2021. Acessar publicação original [DR]

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