Gobernar es ejercitar. Fragmentos históricos de la Educación Física en Iberoamérica | Pablo Scharagrodsky

El libro Gobernar es ejercitar. Fragmentos históricos de la Educación Física en Iberoamérica reúne un conjunto variado de historias acerca de la Educación Física y de las prácticas corporales en Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia y España en diferentes períodos y desde una perspectiva crítica, a fin de identificar y analizar diversos aspectos de lo corporal que hacen a la salud, al poder, al género, a las políticas de exclusión, negación y omisión de otras alternativas posibles de vivir y experimentar la corporeidad. El texto recorre diferentes análisis sobre la Educación Física y las prácticas corporales en tanto “potentes formas de gobernar los cuerpos… Ejercitar los cuerpos se convirtió en una potente metáfora…” (Scharagrodsky, p. 14)

El historiador e investigador argentino en el campo de la Educación y de la Educación Física, Pablo Scharagrodsky, con lucidez, organizó el libro en tres secciones tituladas: fragmentos de una pedagogía corporal higiénico/moral; fragmentos de una pedagogía corporal en clave de género; y fragmentos de una pedagogía corporal en la historia reciente. El texto reúne diez brillantes investigadores/historiadores de los mencionados países, sumado a la distinción crítica y perspicaz de Estanislao Antelo quien, orientado por dos preguntas, prologa el libro interrogando la idea de cuerpo: ¿qué es un cuerpo físicamente educado? y ¿qué tipo de personas produce una escuela que dice intervenir metódicamente sobre los cuerpos de las nuevas generaciones, con el objetivo de mejorar su existencia? Antelo no alberga dudas: somos lo que nos ha sido enseñado corporalmente. Desmitificador de inocentes bondades de la Educación Física y de las prácticas corporales, especialmente en el territorio de la salud, propone una sugerente idea que, a la vez, oficia de síntesis “el libro que va a leer hace añicos la prosa bienintencionada y pueril, que promete bienestar en zapatillas.” (p. 11).

La primera sección, fragmentos de una pedagogía corporal higiénico/moral, es abierta por Carmen Soares con Educación Física escolar en Brasil: breve historia de la construcción de una pedagogía higiénica. La indagación se focaliza en los siglos XIX y XX, escogiendo como fuentes a manuales; normativas; anales de Congresos vinculados a la higiene, a la eugenesia y a la educación hasta la década del 30 inclusive. En el S. XIX, los ejercicios físicos en la educación escolar de masas parecen asegurar la homogeneidad social y vida saludable, bajo los preceptos médicos higiénicos y hasta normativos que los regulan. Se advierte que la Educación Física escolar brasilera refleja fielmente los procesos ocurridos en Latinoamérica respecto a la creación del sistema educativo en pos de una educación de masas: ideas referentes que provienen de EEUU y de Europa; el conocimiento científico médico como conocimiento oficial; la orientación médica- higiénica de la salud; el ideario moralista – eugenésico – militar. Las prácticas corporales hegemónicas reconocen a la gimnasia como matriz y, poco a poco, en especial en el S. XX, a los deportes, permitiendo su tránsito desde los espacios íntimos a los espacios colectivos (parques públicos, clubes, entre otros.) y acentuándose los “beneficios” para la salud. En defensa de esta mirada, las asociaciones gremiales brasileras, afines a una perspectiva higienista, eugenésica y educativa, promovieron políticas que involucraban sistemáticamente a la Educación Física. Los discursos de estas agremiaciones produjeron múltiples efectos, fundamentalmente raciales, en pos de supuestos que promoverían el progreso en Brasil. En palabras de Carmen Soares “la Educación Física del período es parte constitutiva del pensamiento educativo y del pensamiento médico. Protagonizando un cuerpo saludable, limpio y disciplinado, así como una sociedad aséptica, limpia, ordenada y moralizada, podría ser receta y remedio para la cura de innumerables males que afligían a la caótica sociedad brasileña en formación.” (p. 46). El cuerpo aparece como lugar visible donde se plasman las políticas y los proceso de civilización y urbanidad.

En el mismo “fragmento”, Claudia Ximena Herrera Beltrán escribe sobre las “prácticas corporales y subjetivación en el discurso pedagógico colombiano en la primera mitad del siglo XX”. La autora considera la potencialidad de la escuela en tanto productora de subjetividades y, de acuerdo a esta heurística histórica, contempla tanto las prácticas discursivas como las no discursivas en su proceso de inscripción en el cuerpo; procesos simultáneamente de subjetivación y de construcción social.

El análisis sobre el cuerpo, la escuela y sus dispositivos, toma como referentes documentales las revistas de educación entre 1920 y 1950; los manuales escolares, los planes de clases, leyes, cursos y conferencias, entre otros; con el objetivo de visibilizar las prácticas escolares discursivas y no discursivas en la sociedad colombiana a mediados del S XX.

Las prácticas corporales en Educación Física, de acuerdo a una lógica epocal, desplazaron su sentido de prácticas moralizantes a prácticas higiénicas; los cuerpos de los niños acompañaron este desplazamiento y de objetos morales se transformaron en cuerpos productivos. Entre 1920 y 1950 las prácticas corporales discursivas provienen, algunas, del ámbito del saber (ciencias, disciplinas, escuela) y otras, del ejercicio del poder (bajo dispositivos escolares moralizantes, disciplinarios; de formación del carácter, en pos de orden e higiene); garantizando los propósitos educativos de la época: el patriotismo, la salud, la utilidad y el rendimiento en el trabajo.

Dice la autora “los discursos y las prácticas que atravesaron el cuerpo, controlándolo y disciplinándolo, tenían que ver con el proyecto civilizador en donde lo más importante era formar al individuo en la moral católica, con un alto sentido patriótico de servicio a la nación, y bajo un estricto comportamiento social denominado urbanidad.” (p. 63)

En el mismo fragmento de una pedagogía corporal higiénico/moral, Ángela Aisenstein escribe “Tensiones en el discurso de la Educación Física: definiciones en la prensa pedagógica, Argentina, 1900-1940”. Escoge como referencias las publicaciones de la Educación Física en Argentina en el período de conformación de su matriz disciplinar. Estas publicaciones fueron: La Revista de la Educación Física (editada por la Escuela Normal de Educación Física en tres períodos, entre 1909 y 1936) y la Revista Fortitudo (1921 y 1922). Centra el análisis en 3 cuestiones: 1) su relación con el discurso pedagógico oficial; 2) la concepción de Educación Física y destinatarios que postulan; 3) las preocupaciones periodísticas. Ambas publicaciones pertenecen al campo pedagógico.

Si bien reconoce similitudes y diferencias entre cada publicación, en el caso de La Revista de la Educción Física, se puede mencionar que en un primer período el discurso político-pedagógico articula con el discurso hegemónico de la época: raza, nación, orden y progreso. Su perfil hacia el sistema educativo, la formación docente y la población escolar infantil, preocupaba también la necesidad de educar físicamente al pueblo y a los dirigentes. Se expiden con cierto desafecto por lo ejercicios militares y los batallones escolares; un discurso que denuncia a la Sociedad Sportiva por su perfil militar, a la vez que un discurso científico de la Educación Física traducida en prácticas corporales metodizadas para la enseñanza escolar. En el caso de la Revista Fortitudo su orientación es más gremial-sindical, con un discurso obrero y defensor del amateurismo deportivo, abordando la cultura física, gimnasia educativa y deportes.

Según advierte Aisenstein, lo común en la prensa se asocia al discurso oficial de la cultura física y la salud, el ejercicio físico como herramienta de prevención articulado con la versión de higiene. Podría decir que se corresponde con el discurso hegemónico y lo que aparece en común en los artículos del libro reseñado.

En consonancia con los temas, hasta aquí reseñados del primer “fragmento”, el artículo de Raumar Rodríguez Jiménez “La moral es para el espíritu lo que la higiene para el cuerpo” indaga acerca de la constitución del cuerpo moderno en el discurso fundante del sistema educativo uruguayo. Para ello recurre a los escritos de José Pedro Varela (considerado “Padre” de la escuela laica uruguaya) La educación del Pueblo y La Legislación Escolar, consideradas fuentes claves en relación a la matriz fundacional del sistema educativo uruguayo. A fines del S XIX el conocimiento legitimado del cuerpo proviene del saber médico; la educación incluye a las masas (hijos de clases populares); la imagen del cuerpo fuerte y sano proviene de la eugenesia y de la estética anglosajona y alemana: cuerpo fuerte – imagen de progreso, cuerpo débil – imagen de un cuerpo contrariado en su desarrollo. Una fuerte apuesta a la herencia biológica. Por ello, la apuesta ideológica es “la degeneración o la corrección”, la apuesta a la ejercitación, a la repetición. El trabajo sobre lo físico y lo intelectual no es suficiente, hace falta una ortopedia de la conducta. Lo normativo se convierte en la gran misión del docente, sus códigos morales son códigos de clase. El autor recupera a Foucault para este análisis, que ilustra sobre una de las preocupaciones centrales de la burguesía: “darse un cuerpo” sobre los valores de las clases dominantes. Esta preocupación se constituye en una política sobre el cuerpo en base a la disciplina, la vigilancia, el cuidado personal y el bienestar individual.

Se podría advertir, en este análisis de Raumar Rodriguez, la fórmula resultante de una relación causal entre componentes: enfermedad – pobreza – crimen = mal; y salud- mejoramiento de la raza – progreso económico y social = bien. Es central la pregunta que se formula el autor “¿cómo una política educativa implica una política de los cuerpos?” (p. 85). Reconociendo que, al ciudadano que alude Varela, es típicamente moderno: la mirada sobre su cuerpo es mirada racional, anátomo-fisiológica y medicalizada, en pos de una vida ordenada. Estas ideas no solo delinean el pasado sino el futuro de la educación uruguaya.

Cierra la primera sección Carmen Emilia García Gutiérrez con el artículo “Historia de los modos de la educación corporal en lo moral en la Educación Física decimonónica de Medellín”. La autora indaga cómo los discursos de la Educación Física escolar que elaboran un dominio de hechos, de prácticas y de pensamientos (de moral) son nociones de una experiencia estética y de cuerpo en lo cotidiano, orientadas a la educación de los sujetos y a la relación entre ellos. Prácticas, discursos, experiencias que van construyendo subjetividades impresas en el cuerpo. García Gutierrez analiza la institución escolar y la Educación Física en el siglo XIX, donde los sujetos generan sus experiencias estéticas e intercambios sensibles con otros. Escoge como experiencia para el análisis “el día de las recreaciones y hábitos de la vida moral”. El día de las recreaciones es una práctica educativa de comienzo del siglo XIX que se hacen manifiesta en los enunciados escolares de la Educación Física, el director viabiliza estrategias de efectos sensibles como lecturas en voz alta, paseos por el campo, juegos, y asistencia a misa. Experiencias vinculadas a “las buenas costumbres” cristianas, donde no se está proporcionando una sensibilidad para el conocimiento de sí sino una preocupación por el comportamiento mediado por una autoridad, por la complacencia a otros, por la pertenencia y aceptación a un grupo social. Confirmando en el niño su condición de pecador por poseer un cuerpo.

La autora, cercana al pensamiento foucaultiano, sostiene que “la actitud disciplinada del cuerpo depende en buena parte de una retórica corporal de la obediencia, que quiere corregir postura y comportamiento e incidir directamente sobre una acción de su cuerpo: el movimiento…, se comunica una relación estética en la que la sensibilidad que se quiere imprimir es la de la sujeción estricta.” (p. 102)

La segunda sección, fragmentos de una pedagogía corporal en clave de género, se abre con el artículo de Pablo Scharagrodsky “Entre la maternidad y la histeria. Medicina, prácticas corporales y femineidad en el Buenos Aires del fin de siglo XIX”. Las preguntas que orientan su escritura son “¿cómo y por qué el registro médico contribuyó a configurar una cierta femineidad?, ¿cómo y por qué el registro médico conceptualizó el par salud/enfermedad en las mujeres en el marco de ciertas prácticas corporales? y ¿contra qué modelos femeniles se enfrentó el registro médico?” (p. 108) Las fuentes utilizadas remiten a tesis de medicina de fines de siglo XIX, algunas de ellas relacionadas a prácticas corporales.

Las ciencias médicas e higiénicas se constituyeron en el saber autorizado llevado de la mano por los médicos, apostando al servicio público. La medicina de fines del siglo XIX, tornó al cuerpo femenino en prioridad para las políticas de Estado; razones de orden eugenésicas responsabilizaron a la mujer del futuro de la nación debido a la maternidad y a su “natural” función educadora. La contribución de la Educación Física, de la Gimnasia y de las demás prácticas corporales se orientaba a la maternidad.

Por otra parte, el discurso médico instala ideológicamente criterios de belleza y de diferencia fisiológicas entre la mujer y el varón, desde una relación jerárquica de desigualdad (superioridad/inferioridad), cuyo punto de referencia fue claramente androcéntrico. Un pasaje interesante aborda la idea de salud que, vinculaba a la mujer de la época a: la ausencia de enfermedad; la higiene; el deseo e instinto maternal; la heterosexualidad; la regeneración física y moral. Mujeres sumisas; calmas, amorosas y tiernas; suaves y bellas… Criterios médicos hegemónicos que se vieron resistidos y convulsionados por diferentes grupos feministas disidentes, también llamadas “histéricas”. Como bien analiza el autor, esta categorización fue una extraordinaria forma de controlar, desde el discurso médico, a las mujeres, especialmente a las disidentes. Las prácticas corporales, vinculadas al discurso médico oponían maternidad e histeria como juicio a la posición femenina.

En el mismo fragmento en clave de género, Silvana Vilodre Goellner escribe, “el deporte y la cultura fitness como espacios de generificación de los cuerpos”. El artículo recoge las naturalizaciones discursivas que vehiculizan representaciones de masculinidad y femineidad y que vinculan los binomios deporte/salud; salud/belleza; belleza/performance, este último asociado al espectáculo. Para analizar estas representaciones presenta tres fragmentos en los cuales se visualizan estos procesos de generificación de los cuerpos, especialmente de las mujeres.

Estas representaciones se encuentran consustanciadas con el determinismo biológico, cuyos discursos aprueban, desaprueban; incluyen o excluyen en determinadas prácticas deportivas a hombres y a mujeres, a la vez que, acreditan o descreditan logros deportivos bajo su condición de “bella” o “niña”. Por otra parte la autora hace visible tramas discursivas que producen “verdades” bajo el velo de la salud, la belleza, la calidad de vida y el bienestar corporal, donde se oculta el espectáculo del cuerpo femenino; el consumo de un tipo de cuerpo femenino y las intenciones políticas sobre los cuerpos. Sabido es que cuando esto actúa, educa otros cuerpos creando una lógica subjetiva y emocional. Este imaginario crea a la vez la aversión a las femineidades transgresoras.

De algún modo, se pueden cambiar las “figuritas” y los discursos, pero se siguen sosteniendo tradiciones estéticas y políticas que se han nautralizado. “Les inscriben marcas que son asociadas a representaciones hegemónicas de masculinidad y femineidad,…” (p. 152) Y si se habla de representaciones hablamos de construcciones culturales, las cuales son cambiantes, y plurales.

La tercera sección, fragmentos de una pedagogía corporal en la historia reciente, pareciera recorrer aleatoriamente diversos temas atravesado por la contingencia epocal. EL primer artículo de la sección es de Marcus Aurelio Taborda de Oliveira, “el deporte como contenido privilegiado de las clases de Educación Física en los años de la dictadura militar en Brasil (1971 – 1984): ¿qué tienen para decirnos los profesores escolares?”. Indaga sobre el currículum en tanto constructo social atravesado por múltiples determinantes, no reductibles a la prescripción. Para ello, el autor escogió la experiencia de los docentes, a fin de comprender históricamente las prácticas pedagógicas durante los años de dictadura militar en Brasil, donde se advierte el predominio del deporte como contenido privilegiado en las clases de Educación Física escolar. A la vez, recupera la historiografía de la década del 70 y 80.

Reconoce al deporte como fenómeno de masas, valorado como medio educativo y como espectáculo. El deporte, en los profesores de la época, ganaba significación escolar por su fácil didactización, entre ellos el Atletismo que ganaba adeptos por su consideración de base para los demás deportes. Por los relatos docentes que nos llegan a través del autor, se advierte que no todos se adaptaron pasivamente a las orientaciones oficiales, que consideraba a la escuela como almacén de atleta, selectora de talentos deportivos; o al hegemónico pensamiento académico, fundamentalmente crítico. Entre el profesor del hacer por hacer y el profesor del hacer crítico-reflexivo existió un conjunto impreciso de varias maneras de hacer.” (p. 161) Desde esta afirmación, el autor concluye que las experiencias de los docentes fueron ambiguas y revelan un sincretismo “intenso”.

Otro artículo que integra el fragmento es “estilo de vida activo: un nuevo orden físico-sanitario” de Alex Branco Fraga. El autor estructura su texto a partir de su tesis doctoral, con una pregunta de carácter heurístico, “¿cómo restaurar y promover el carácter lúdico y gregario de la práctica de actividades físicas y del tiempo libre” (p. 169). Para su análisis va haciendo visible las paradojas que presentan promociones de la actividad física y la salud en Brasil, especialmente en San Pablo.

Recorre históricamente el vínculo del binomio mítico actividad física –salud. Algunas justificaciones la podemos ver en la década del 50, por el bajo nivel de actividad física influía en las enfermedades degenerativas; por otra parte, se difundía que los ejercicios vigorosos aumentarían la capacidad cardiovascular; en los 70 con Cooper se divulga la resistencia aeróbica para conservar la salud. He aquí una paradoja, ante muertes súbitas y lesiones traumatológicas en la década del ´80, que rompe el mito actividad física–salud. Esto se consagra con la muerte de Fixx, autor del best seller “todo lo que hay que saber sobre aerobismo”, muere de un ataque cardíaco en sus prácticas habituales de carrera. Como estos ejemplos, se podrían seguir enunciando slogans de época.

El autor analiza estos referentes históricos para ingresar de un modo crítico al programa Agita Sâo Paulo, lanzado por el gobierno en 1996, proponiendo ´30 minutos de actividad física por día. Fraga, advierte cierta “palabrería” de la vida activa, reforzada por la bioestadística, apunta al carácter utilitario e individualista en el proceso de promoción. El Estado, asume la difusión a través de los medios masivos, direccionada hacia el rendimiento orgánico que la práctica física proporciona, desconociendo el impacto subjetivo sobre el cuerpo del otro; los lazos de sociabilidad y el aspecto lúdico. “… Parece importar menos el placer de jugar un `partidito de fútbol´ con los amigos, que el gasto energético…” (p. 176). Pues es para pensar por qué ante un programa menos exigente físicamente y con el nivel de difusión dado, el sedentarismo crece. Probablemente habría que elaborar estrategias que den visibilidad a las diferentes culturas corporales.

Continuando con el último fragmento, Miguel Vicente Pedráz escribe “el cuerpo sin escuela: ideario para una desescolarización de los aprendizaje corporales”. El autor transita por ideas que van poniendo en tensión ciertas lógicas escolares respecto al cuerpo. Propuesta disonante a las hegemonías de la Educación Física escolar. Afirmaciones con sombras de su propia contracara entre la intención y el acontecimiento. Afirma “el cuerpo no puede dejar de ir a la escuela ni de aprender en ella, porque el orden escolar es, (…) la presencia y la permanencia…” (p. 177) y aunque la propuesta se nomine “cuerpo sin escuela” y “desescolarización de los aprendizajes corporales” encomia un modelo de escuela corporeizada. Sin embargo, a su entender, no encuentra eco en la Educación Física ni en la escuela en su conjunto por su carácter arbitrario, selectivo y monolítico, cuando la retórica existente es la heterogeneidad, la emancipación, la diversidad e igualdad… Por otra parte, sitúa el cálculo ilusionado de la disolución de la Educación Física para replantear líneas críticas de la escuela en su conjunto.

Las ideas del autor gozan de cierto camino laberíntico, con la estrategia de poner en debate las ideas acerca de los mecanismos de significación social del cuerpo y su trasfondo epistémico y político, a partir de la escasa significatividad de los aprendizajes en Educación Física. Pues considera a ésta, como mero dispositivo de trasmisión del estilo de vida dominante. Su discurso, ciertamente provocativo, se va centrando en la Educción Física desde una mirada crítica y desmitificadora, hasta su consideración de disolución como materia obligatoria. Esto se confirma en algunas de sus afirmaciones sobre la Educación Física: práctica difusa y acumulativa de actividad física, en pos del desgaste energético; práctica que permanece igual durante épocas; práctica que asume la ideología dominante, esencialmente no corporal; asume el carácter contingente y cultural de los usos culturales del cuerpo y su clasificación ideológica.

La desescolarización que propone, a su decir, “liberaría a los alumnos de la obligación de moldear sus expectativas según los servicios limitados que pueden ofrecerle los profesores de Educción Física en torno al cuerpo.” (p. 192) A su entender provocaría un desacondicionamiento tanto para profesores como para alumnos y para el propio sistema, provocando múltiples formas, esquemas, horarios, etc. En pos de enseñar “a demanda”.

Un posicionamiento controvertido, y cuasi “extravagante”, como él estima se puede considerar. Una propuesta ilusionada, que a su entender “permitiría abrir paso a los cuerpos singulares que se resisten a ser (…) la copia de un modelo unitario y subyugante.” (p. 198) Mirada herética a lo “normal”, a lo hegemónico, a lo naturalizado. Desafiante proyecto para ejecutar.

De este modo cierran los escritos y cabe en mí subrayar que el libro, da visibilidad a un sinnúmero de cristalizaciones míticas sobre el cuerpo, las problemáticas y códigos de género; al binomio actividad física y salud; a los usos sociales de las prácticas corporales, a la Educación Física. Cada artículo trae en consideración y referencia a prácticas, investigaciones, publicaciones, documentos curriculares, entrevistas a sujetos involucrados en la Educación Física. Todas estas voces, se conjugan en una polifonía que dejan oír en el tiempo y en el espacio la exclusión de género; cierto orden y disciplinamiento corporal; negaciones y omisiones a otras alternativas posibles para vivir y experimentar la corporeidad. Polifonía que deja oír razones a lo aparentemente “natural”, para construir modos de pensar, prácticas discursivas y no discursivas y así creer que otro mundo es posible.


Resenhista

Marcela María Cena – Instituto del Profesorado de Educación Física Córdoba, Argentina. E-mail: [email protected]


Referências desta Resenha

SCHARAGRODSKY, Pablo (Compilador). Gobernar es ejercitar. Fragmentos históricos de la Educación Física en Iberoamérica. Buenos Aires: Prometeo libros, 2008. Resenha de: CENA, Marcela María. Recorde: Revista de História do Esporte, v.2, n.1, jun. 2009. Acessar publicação original [DR]

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