Las conexiones del mundo y el Atlántico/ 1450- 1850 | Marcello Carmagnani

El libro Las conexiones del mundo y el Atlántico, 1450- 1850, es una novedad editorial de la pluma de Marcello Carmagnani. En español, es una coedición de El Colegio de México, el Fideicomiso Historia de las Américas y el Fondo de Cultura Económica. 1 Es una contribución necesaria de una interpretación de la historia mundial que toma como escenario central el océano Atlántico. Lo hace mediante una serie de elementos que se constituyen en ejes de análisis de un problema extenso, complejo, diverso, con diferentes aristas y de gran aliento. Se ocupa de un espacio de amplias dimensiones, en el que se involucran de manera directa, tradiciones culturales de varios orígenes como las europeas, africanas y americanas; pero junto con ellas, también, las del continente asiático, sin dejar de ver las especificidades.

El libro se propone abatir las versiones persistentes que sostienen que las sociedades americanas y africanas originarias, fueron pasivas en el desarrollo y expansión del mundo atlántico ante la embestida de la sociedad europea. El autor muestra que es un mundo muy complicado de grandes dimensiones en que se dieron diversas dinámicas que derriban esas visiones. Es un universo plural, dice, en términos culturales y de organización, en donde la navegación, benefició las conexiones, pero también las interacciones mundiales. Es un aporte historiográfico que está en oposición clara a las visiones de carácter centrista que, por mucho tiempo han prevalecido en la historiografía tradicional.

El trabajo se integra por cinco capítulos, en que se seleccionan grandes ejes de análisis. En ellos, se toma como inicio el nacimiento del mundo atlántico, sigue por su consolidación y elige temas centrales como las plantaciones y las revoluciones. Con ello se pretende responder a las preguntas ¿por qué estudiar la historia atlántica? y ¿para qué sirve estudiarla? Hecho que, de manera inicial, es poner en la mesa de reflexión de los historiadores y demás disciplinas, ejes y temas de análisis que nos ayuden a entender la trayectoria histórica de este espacio, y con ello, explicarnos la realidad contemporánea. Así como darle un contexto amplio y horizontes de largo aliento a los temas particulares que se emprenden sobre este espacio.

El autor se apoya en una profunda consulta de obras que han tratado la historia desarrollada en el océano Atlántico. Es una revisión crítica de la historiografía que se ha generado y, a partir de los avances y aportes de esta, en el texto se formula un modelo de análisis de gran calado en una macro región, que tiene incidencias en el orden mundial.

Esta investigación tiene diversas estrategias de análisis, una es identificar los ejes que cruzan un proceso histórico de conformación de orden mundial en un espectro de largo alcance tanto espacial como temporal. Otra, es exponer los puntos claves dentro del mundo atlántico, entre ellos, las regiones en tierra como en el propio océano Atlántico. Como son las zonas de interés, las islas y los puertos (insulares y continentales) considerados puntos irradiadores o centros de poder; pero también, el mar, sus rutas, corrientes y dirección de los vientos.

En el libro, el proceso que se vivió en el Atlántico después de los viajes de Cristóbal Colón y de que el mundo europeo tomó conciencia de que lo que estaba frente a ellos era un nuevo mundo, fue el hecho que los exploradores, colonizadores y conquistadores, se dieron a la tarea de otorgar respuestas relativamente rápidas, a las interrogantes de lo desconocido y al desarrollo de prácticas marítimas novedosas ante la adversidad de lo inexplorado, para realizar las travesías que este nuevo espacio implicaba. Mismas que aprovecharon las prácticas y conocimientos de navegación previos en otros escenarios, como fueron técnicas y conocimientos náuticos. Las embarcaciones también tuvieron una evolución que favoreció el proceso de conexión entre las dos orillas del océano Atlántico. El texto es generoso en brindar una explicación de cómo fue este proceso y la forma en que se dio el establecimiento de puntos que definieron el mundo atlántico como fueron las rutas, los puertos, las plazas y los mercados.

El uso de la técnica de navegación fue decisivo y junto con ello, el aprovechamiento de otros conocimientos como los de origen chino, que se adoptaron en la empresa de navegación del Atlántico, cuando se determinó que no era una prolongación del Mediterráneo, sino un mundo muy grande que amplió literalmente los horizontes.

Las naves fueron un elemento fundamental en la construcción del espacio atlántico, fueron puentes y microcosmos que trasladaron a la gente de un continente a otro. 2 El libro le dedica una explicación de estos ámbitos y su evolución al ritmo de las necesidades que se fueron dando en este tiempo. De igual forma, el despliegue que se realizó para la construcción de estos en el establecimiento de los astilleros americanos, como el caso de Cuba y el uso de la caoba americana. Mismos que poco a poco fueron atendiendo las necesidades como mayor tonelaje y nuevo diseño de las naves. Aunado a ello, el despegue y competencia de las potencias marítimas.3

El autor también se ocupa de los asentamientos urbanos que se fueron realizando a lo largo de la conformación del mundo atlántico, que en el texto se confirma fue desigual, con discontinuidades y provisionalidad, dependiendo del desarrollo del proceso. Quizá, el mejor ejemplo de ello fueron los puertos, que por lo menos para al Caribe, tuvo virajes y diferencias importantes entre los que allí se establecieron. Ello es posible observar desde la propia denominación, categorización o clasificación que se les fue otorgando: autorizados, de aguada, de bastimento o de abastecimiento; así como mayores y menores.

Para Carmagnani, los primeros contactos en el océano en cuestión no se pueden entender como un choque de civilizaciones, sino como una interacción, como él dice, extremadamente compleja. Es justamente esta hipótesis la que atraviesa el libro, pues una y otra vez el autor muestra esas interacciones y complementos entre unos y otros, que formaron lo que hoy llamamos el mundo atlántico. Pero no fue una formación de una sola autoría, sino de diversas contribuciones provenientes de las sociedades involucradas en el gran proceso, algunas ubicadas en los espacios atlánticos y otros de tierras lejanas.

Un tema ampliamente tratado es el demográfico. El comportamiento de la población en este espacio, el cual, sin duda, tuvo un desarrollo que respondió al proceso de exploración y conquista de los nuevos territorios. El autor recupera la tesis del desastre demográfico que significó la llegada de población ajena a las tierras recién develadas y con ella, enfermedades desconocidas que diezmaron a las poblaciones originarias. Así como, la creciente necesidad de mano de obra que derivó en el mercado negrero. Carmagnani inicia por determinar que la disminución de población amerindia comenzó desde los primeros contactos con los europeos. Atiende a la presencia de epidemias que deterioraron a las poblaciones originarias por más de 150 años. Epidemias como la viruela, el tifo, el sarampión, la difteria, entre otras, que comenzaron a recorrer los territorios del mundo atlántico y por momentos, fueron de efectos importantes. El autor también advierte que, es difícil establecer los índices de mortalidad, pues las causas estuvieron combinadas entre la presencia de epidemias que eventualmente resultaron mortíferas para la población nativa y junto con esto, las prácticas violentas de conquista, un ejemplo de ello, es posible observarlo en el Caribe con los taínos y los caribes.

El libro dedica un espacio al repoblamiento, el cual estuvo integrado por el restablecimiento de las poblaciones amerindias junto con la inmigración europea, libre o coaccionada, y los esclavos africanos. El texto realiza un análisis detallado y exhaustivo sobre el mercado negrero, inicia por las compañías, los mercados africanos, su travesía en los barcos negreros, el comercio en el continente americano y la forma en que se establecieron estos segmentos poblacionales, así como su contribución a la formación cultural del nuevo mundo. El papel que jugaron las Antillas mayores (Cuba, la Española y Puerto Rico) como puntos irradiadores de un proceso de repoblamiento. Así como lo estratégico que Veracruz resultó en las vinculaciones con los puertos de la Habana, Sevilla, Cádiz y demás puertos españoles.4

Para Carmagnani, una idea central en su análisis es que el mundo atlántico se formó y desarrolló gracias a la interacción cultural y social de la población europea, africana y amerindia. Para él, es claro que cada grupo fue portador de intereses políticos y económicos, pero también, de elementos sociales y culturales que fueron diversos. En conjunto, esos elementos dieron vida y sentido a la nueva realidad, no sin dejar de reconocer las dificultades, divergencias y enfrentamientos que ello provocó. El libro es magnánimo en elementos sociales y culturales que muestran lo complejo del proceso de construcción del nuevo mundo. Se presenta el gran movimiento de gente y la diversidad de orígenes; así como los usos y costumbres que la gente portó consigo.5

El estudio reconoce que un análisis del mundo en general y el papel que el Atlántico juega en él, implica situarse en perspectivas de gran aliento, tanto en términos espaciales como temporales. El autor señala que, entre 1450-1850 el espacio del océano Atlántico se convirtió en un elemento central en las conexiones mundiales, entre las que estuvieron involucrados los continentes de Europa, África y América, pero con alcances hasta Asia; con lo cual se rompió el viejo orden mundial, para dar paso a una nueva conexión de redes y relaciones, un cambio en términos de productos y comercio, con elementos innovadores como el crédito y las redes mercantiles.

El tema de los esclavos negros es explorado a profundidad en dimensión, impacto y transcendencia, así como un drama humano marcado por la extracción de su lugar de origen, el traslado, el mercado, el destino y su condición de esclavos. El autor advierte de los suicidios, enfermedades, condiciones de vida, pero también, de sus rebeliones y manifestaciones de resistencia. La historia de la esclavitud y mercado negrero es muy grande, el libro proporciona elementos para continuar con su análisis y comprensión de esta. Tan solo por citar un ejemplo, nos recuerda sus estrategias de liberación como fue el cimarronaje o su incorporación a la piratería que en este espacio se desarrolló.

Un eje importante de la publicación es la actividad económica. Finalmente, un peso significativo de los elementos que impulsaron este proceso histórico fue el económico, el cual se acrecentó conforme se desarrolló la conquista y colonización del nuevo mundo, así como su expansión. En este terreno, el autor destaca al modelo de plantaciones, que es calificado como una de las contribuciones más significativas a la historia atlántica. Un modelo dentro del ámbito económico en el que la economía se cimentaba en las conexiones intercontinentales vía la navegación, con las cuales se intercambiaban bienes y servicios, así como mano de obra cautiva, toda vez que se tejieron grandes redes económicas. 6

El modelo de plantación se tradujo en una organización productiva, de innovación tecnológica, de financiamiento y de trabajo esclavo. También en un modelo de organización social jerárquica, fundamentada en el poder económico, el honor y el prestigio; que mostró una faceta de competencia, pero también su cooperación por el desarrollo del proyecto mayor que significó el gran comercio. Fue una institución política que organizó a los gobiernos locales y regionales. Es a partir de este proceso histórico, que es posible entender la economía que se desarrolló en el área americana y que se convirtió en el gran comercio atlántico e incluso del pacífico.

Un capítulo especial merece lo que el autor llama las revoluciones atlánticas. Sobre las cuales, inicia por desmitificar la idea que fueron en un sentido ascendentes y en una trazabilidad clara y lineal. Los deseos de libertad llegaron y se desarrollaron por motivaciones diferenciadas, ciertamente el concepto de libertad fue global, pero estuvo determinado por las condiciones regionales y en tiempos diversos. No hay una independencia de América como concepto único, sino movimientos que se fueron articulando a partir de condiciones locales y de formas de organización regionales, toda vez que se nutrieron ideológicamente de elementos más grandes que tampoco vinieron y se insertaron en el pensamiento de insurgentes americanos. Las ideas fueron, vinieron y regresaron al continente americano y su importancia radica en que cambiaron al mundo occidental en la búsqueda de nuevas formas de gobierno en que intervino el consenso, las constituciones políticas y los derechos de los ciudadanos en contra oposición a la esclavitud. Con ello, se dio un cambio de cultura política marcada por el tránsito de las ideas predominantes en el siglo XVIII al liberalismo del siglo XIX, en el que el papel de la nación fue un eje dominante.

El libro es una muestra de los mecanismos que se desarrollaron en la historia atlántica en el gran arco histórico, 1450-1850. Mismos que cambiaron las trayectorias de la historia mundial. A decir del autor, estudiar la historia atlántica facilita interpretar y comprender los desequilibrios económicos internacionales, los cuales permiten vislumbrar las dinámicas del desarrollo y subdesarrollo en la historia mundial. He aquí parte de la respuesta a las preguntas ¿por qué estudiar la historia atlántica? y ¿para qué sirve?

Esta obra es una contribución a la historiografía de la historia mundial y de gran utilidad para los que nos dedicamos a la historia de América, sus regiones y vinculaciones de grandes calados y horizontes.


Notas

1 La edición original fue en italiano en el año de 2018 y fue editado por Giulio Einaudi editor s.p.a, en Torino, Italia.

2 Un autor destacado en torno a los navegantes y sus formas de vida en las travesías desde la óptica de la vida cotidiana es P. E. Pérez Mallaína (1992).

3 Para comprender a dos de las grandes potencias marítimas, España y Gran Bretaña, véase J. H. Elliot (2009).

4 En la historiografía mexicana G. Aguirre Beltrán es una referencia obligada para comprender este complejo y diverso proceso. Aguirre Beltrán (1994) estudió la presencia negra en México, el comercio, las formas de esclavitud y su trabajo en obrajes y trapiches.

5 Un trabajo relevante sobre el tránsito de personas en el atlántico es el de J. L. Martínez (1999).

6 Para el caso de Nueva España y sus vínculos con el mundo atlántico resultan claves las contribuciones de C. Marichal y otros colaboradores. Marichal y Rodríguez Venegas (1999); Marichal y von Grafestein (2012).


Referencias

Aguirre Beltrán, G. (1994). Obra antropológica. El negro esclavo en Nueva España. La formación colonial, la medicina popular y otros ensayos. México: Universidad Veracruzana/Instituto Nacional Indigenista/Gobierno del Estado de Veracruz/Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social/Fondo de Cultura Económica.

Elliott, J. H. (2009). Imperios del mundo atlántico. España y Gran Bretaña en América (1492-1830). México: Taurus.

Marichal, C. y Rodríguez Venegas, C. (1999). La bancarrota del virreinato: Nueva España y las finanzas del imperio español, 1780-1810: México: El Colegio de México/Fondo de Cultura Económica.

Marichal, C. y Von Grafenstein, J. (coords.) (2012). El secreto del imperio español: los situados coloniales en el siglo XVIII. México: El Colegio de México/Instituto Mora.

Martínez, J. L. (1999). Pasajeros de Indias: viajes trasatlánticos en el siglo XVI. México: Fondo de Cultura Económica.

Pérez Mallaína, P. E. (1992). Los hombres del océano. Vida cotidiana de los tripulantes de las flotas a Indias, siglo XVI. Sevilla: Sociedad Estatal para la Exposición Universal Sevilla/Servicio de Publicaciones de la Diputación de Sevilla.


Resenhista

José Ronzón – Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Azcapotzalco División de Ciencias Sociales y Humanidades Departamento de Humanidades.


Referências desta Resenha

CARMAGNANI, Marcello. Las conexiones del mundo y el Atlántico, 1450- 1850. México: El Colegio de México; Fideicomiso Historia de las Américas; Fondo de Cultura Económica, 2021. Resenha de: RONZÓN, José. Secuencia. Reseñas, 2022. Acessar publicação original [DR/JF]

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