Exílios latino-americanos e solidariedade transnacional durante a Guerra Fria | Cuadernos de Historia – Serie economía y sociedad | 2022

Nacoes parte da OTAN em azul e do Pacto de Varsovia em vermelho Imagem Wikipedia
Nações parte da OTAN (em azul) e do Pacto de Varsóvia (em vermelho) | Imagem: Wikipédia

Na América Latina, o exílio, entendido como a exclusão de opositores das esferas públicas e do território nacional, foi um mecanismo central da vida política de diferentes países da região desde o período das guerras de independência e a consolidação dos Estados Nacionais no século XIX, até se converter em parte de sua cultura política.1 Do mesmo modo, o asilo, como correlato do exílio, configura se como figura recorrente, primeiro como tradição e em seguida como instituição jurídica, oferecendo proteção internacional por razões políticas.2

As ditaduras que se instalaram no subcontinente durante a Guerra Fria e seus métodos de repressão massivos provocaram a exclusão e a perseguição de dezenas de milhares de opositores políticos e setores descontentes das esferas públicas e das políticas nacionais. Este fenómeno de massificação dos deslocamentos na região começou com o golpe na Guatemala no ano de 1954 e teve sequência com a ditadura de Fulgêncio Batista em Cuba, até se tornar um padrão a partir da década de 1960. Caracterizou-se pela diversificação do perfil dos solicitantes de proteção internacional de asilo frente à inédita situação dos Estados da região que se aproximaram do sistema universal de proteção de refugiados.3 Leia Mais

La guerra fría en América Latina y los estudios transnacionales | Secuencia | 2021

Desde hace varios años atrás, las coordinadoras de este dossier encabezamos diferentes espacios de reflexión, investigación y docencia en ciencias sociales sobre la sociología histórica de América Latina, en los que, tradicionalmente, la guerra fría no se pensó como un problema. Las ciencias sociales analizaron procesos sociohistóricos como el colonialismo, la dependencia, el imperialismo, el desarrollo, las revoluciones y los populismos, como las dictaduras y las democracias, por ejemplo, pero no la guerra fría latinoamericana. Esta fue, más bien, un campo de la historia que, al demandar periodizaciones más largas y trascender el caso nacional, colisionó con una cierta tendencia de la disciplina a la especificidad, al relato, al detalle y a la escasa generalización. Por dichos motivos, a partir del año 2019 decidimos abrir un espacio de discusión en las Jornadas de Sociología y en las Jornadas del Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, en el cual pensar a América Latina como objeto de estudio, la especificidad de esos procesos sociohistóricos mencionados y su relación con el extenso y complejo conflicto que caracterizó a la guerra fría. Se trata de una invitación al diálogo entre las diferentes producciones de las ciencias sociales y la historia en una dirección inversa a la hegemónica: pensar primero América Latina y, desde ahí, la guerra fría. De dichas experiencias nació la intención de convocar a este dossier, el cual, finalmente, reúne artículos producidos por historiadores, pero también por cientistas sociales, con la vocación de transcender el espacio local e incluso la comparación de casos nacionales y abordar las llamadas “zonas de contacto”, zonas en las que se traslucieron los encuentros internacionales más intensos y confluyeron aparatos estatales, elites locales, grupos económicos, organizaciones de la sociedad civil, entre otros.

La guerra fría es uno de los conflictos sociohistóricos más importantes del siglo xx que permite dar inteligibilidad, compresión y explicación a una gran variedad de problemas y fenómenos sociales, políticos y culturales, tanto del pasado como del presente. El campo de estudios sobre la guerra fría cuenta con un vasto desarrollo que tradicionalmente ha privilegiado los análisis del accionar de las superpotencias sobre el “Tercer Mundo”, desde sus propios archivos y prominente bibliografía. Las perspectivas actuales, por el contrario, sin negar el colonialismo, el imperialismo y las relaciones de dependencia que se mantuvieron con Estados Unidos y la Unión Soviética, destacan los espacios de autonomía relativa y de negociación de las actoras y los actores latinoamericanos, los procesos internos regionales y nacionales, así como las condiciones estructurales en las que estos tuvieron lugar. Por esa misma lógica se aboga por la perspectiva “transnacional” en detrimento de la perspectiva “centrípeta” que “establece una jerarquía analítica según la cual los países de la región sólo pueden ser vistos como actores periféricos” que recibieron el impacto de las dos superpotencias (Armony, 2004, p. 348). Esto colabora a “descentrar” el análisis bipolar. Leia Mais

Las relaciones transnacionales de solidaridad con los movimientos revolucionarios latinoamericanos durante la guerra fría | Secuencia | 2020

Silvio Rodríguez publicó en el año 1982 el disco Unicornio, entre sus poemas se hallaba Canción urgente para Nicaragua:

Se partió en Nicaragua

otro hierro caliente [se repite]

Con que el águila daba

su señal a la gente [se repite]

Se partió en Nicaragua

otra soga con cebo [se repite]

Con que el águila ataba

por el cuello al obrero [se repite]

[…]

Ahora el águila tiene

Su dolencia mayor

Nicaragua le duele

Pues le duele el amor

[…]

Andará Nicaragua

su camino en la gloria [se repite]

Porque fue sangre sabia

la que hizo su historia [se repite]

Te lo dice un hermano

que ha sangrado contigo [se repite]

Te lo dice un cubano te lo dice un amigo [se repite]

[…]

Un año más tarde, en abril de 1983, pudo interpretarla en la propia Managua dentro del marco del festival de música sobre la nueva canción latinoamericana.1 Junto con otros artistas, como los hermanos nicaragüenses Luis Enrique y Carlos Mejía Godoy o Mercedes Sosa, publicaron un disco en directo que fue distribuido por todo el mundo. El concierto fue grabado gracias a la participación de la solidaridad con Nicaragua en Holanda. Hans Langenberg, miembro del comité, acordó con tres productoras holandesas su grabación y distribución. Además, se tenía apalabrada la emisión en la televisión griega y se estaba pendiente del acuerdo con la alemana.2 Leia Mais

Many Cold Wars: Reconceptualizing the Post-WWII World / Esboços / 2016

A little more than a quarter of century has passed since the Cold War ended. As the frenzy associated with it now appears odd, if not surreal, the nature of inquiry cannot be the same. It’s time to change our ways of thinking about the Cold War. To this end, we are co-editing a special issue of The Esboços, one of the leading historical magazines in Brazil on “Many Cold Wars: Reconceptualizing the Post-WWII World.” The key questions we are examining in this edition are as follows: How did local situations contribute to the shaping and maintenance of the Cold War? In what ways did local people utilize, or even take advantage of, Cold War narratives? How can we re-conceptualize the Cold War? How have studies of the Cold War developed in the last two decades, and what possible directions can we explore further? In short, what we are trying to do is to question the standard narrative of the Cold War, shedding light on diverse social conflicts, culture wars, and historical struggles at home that have often been obscured under the Cold War mantle. In doing so, we hope to draw attention to many “Cold Wars,” seen from many different places and diverse points of view, and fought for various purposes in many parts of the world. Ultimately we hope to foster discussions that will question the standard Cold War narrative that prioritizes the US-USSR conflict as the most important current in the history of the second half of the twentieth century.

In this special edition, scholars from different parts of the globe analyze diverse aspects of the Cold War. Some articles look into localized or regional conflicts enhanced by the global conflict played out by the two superpowers. Others examine various aspects of the global Cold War, exploring its historical meanings and functions in societies to understand this conflict that lasted for more than four decades.

From Australia, we have three contributions. First, in “The Indonesian Coup and Mass Killings, 1965-1967: A Reconceptualization of the Influence of the Cold War,” Angela Keys and Drew Cottle investigate how Indonesian local situations contributed to the occurrence of two vital and connected Cold War events, the Indonesian coup and massacre. The authors demonstrate how an Indonesian Army General, Suharto, was able to manipulates Cold War narratives to prompt anti-communist fervour, which triggered the massacre of more than half a million supposed “communists.” The authors show that domestic factors were vital to the development of these events, which can be understood as a kind of localized Cold War.

Second, in “Seeing ‘Reds’ in Colombia: Reconsidering the ‘Bogotazo’, 1948,” James Trapani investigates an event known as the Colombian Bogotazo—a series of massive riots that followed the assassination of Liberal leader Jorge Eliécer Gaitán in 1948, which brought Colombia to the verge of civil war. The author points out that the Soviet Union had scant influence on the region prior to the Cuban Revolution, and that the U.S. State Department recognized that the Colombian Bogotazo was not related to the global Cold War. The event involved its own social struggles and local backgrounds, and did not pose any legitimate threat to the region, nor to the United States. Nevertheless, U.S. Secretary of State George Marshall, according to the author, seized the opportunity as a pretext to intervene in Latin American affairs as part of the global Cold War. Trapani contends that similar cases can be seen in other parts of the region, characterizing a pattern of Latin American ‘Cold War’ that resulted in devastating national and regional consequences.

Third, Mitchell Yates and Drew Cottle’s “Conceptualizing Localized Cold Wars in Southern Africa” investigates what its authors call “little Cold Wars” in southern Africa between 1961 to 1989, during which ‘brushfire’ conflicts erupted in the Portuguese colonial territories of Angola and Mozambique, as well as in Rhodesia (and later Zimbabwe), South-West Africa (now Namibia), and the Republic of South Africa. This article intends to reconceptualize the history of the Cold War in southern Africa by demonstrating that, although intrinsically linked, these conflicts constituted not one homogenous conflict but several “little Cold Wars,” and that localized conditions, such as the consequences of colonization and decolonization, as well as racial and ethnic tensions, were the driving forces for conflict, not solely the global East-West ideological confrontation.

From the Ukraine, Viktoria A. Sukovata’s “Soviet Spy Cinema of the Early Cold War in the Context of Soviet Cultural Politics” examines Soviet cultural consciousness during the Cold War, which was echoed in the genre of spy cinema and literature. The article points out that the spy movie was one of the most representative genres of the Cold War period, and shows that this genre emerged and evolved because spy films were expressions of basic cultural notions of the epoch, public fears, and media clichés. In the article, the author closely investigates how images of spies and secret agents transformed Soviet cinema. Sukovata contends that Soviet cinema during the Cold War focused not on nuclear fears, but on the genre of the spy and military detectives because they were more representative of the perceptions of Soviet society of the clash between Soviet and the Western societies. Finally, she argues that Soviet spies and detectives were a metaphorical representation of Soviet intellectuals’ opinions concerning the nature of Soviet authorities.

From Argentina, Fabio Nigra contributes “The Victory Was Also Ideological: The Cold War of Reagan and Hollywood,” which examines the early 1980s, when the conflict with the Soviet Union took on a new impetus following Ronald Reagan’s triumph in the presidential election. The author shows how the new president sought to defeat the enemy by pushing on all fronts, even in the cultural sphere, and how Hollywood, particularly the major studios, collaborated with what was called the “Second Cold War” through producing popular films such as Rambo, Rocky, and Terminator, among many others, which created a new consensus. According to the author, these Hollywood films constructed the image of the abnormally muscular superman, who only with his own efforts could triumph in a situation where the world was against him. The author finds a parallel between this image of a solitary man struggling against the world and the fight of Reagan against the pessimistic atmosphere in his country, showing the power of Hollywood in fighting the Vietnam Syndrome.

From Brazil, Flavio A. Combat contributes “The Centrality of William Appleman Williams’ Thinking in the Historiographical Debate on the Cold War,” discussing the importance of the founder of the Wisconsin School, William Appleman Williams. To Combat, Williams was the first American historian to offer a new interpretation in the late 1950s on the origins and consequences of the Cold War. The author explains the ways in which Williams challenged orthodoxy views through proposing a new interpretation of American society and its interests. The article aims at closely analyzing Williams’ viewpoint, with a particular focus on The Tragedy of American Diplomacy (1959), a masterpiece that summarized his interpretation of U.S. expansionism and its centrality in shaping U.S. foreign policy since the late nineteenth century. In particular, Combat looks into Williams’ “frontier thesis,” the foundation of expansionist U.S. foreign policy, contending that the “tragedy” of U.S. diplomacy in the twentieth century took place precisely as a result of the introjection of the “frontier thesis” in U.S. foreign policy.

Finally, also from Brazil, Sidnei J. Munhoz, contributes “Imperialism and anti-Imperialism, Communism and Anti-Communism during the Cold War,” which explores various regional and local conflicts during the Cold War. In particular, the article examines the ways in which the rise of dozens of new nation-states as a result of anticolonial struggles influenced international relations, impacting the superpowers’ global order projects. The author pays significant attention to regional wars, revolutions, and military coups d’état in the so-called Third World, and argues that, within each bloc, there were many rivalries and disputes among small partners in their search for the consolidation of regional hegemonies, as well as frictions inside of these societies. The article concludes that a cautious examination shows the limits of analysis based only on the bipolar perspective, arguing instead that there was less homogeneity inside of each bloc, where small actors acted in pursuing their own objectives.

As editors of this special issue, we—Sidnei J. Munhoz and Masuda Hajimu—hope that these articles will stimulate scholarly discussions about the Cold War, encourage new perspectives and approaches, and further expand the field to better understand what the Cold War really was.

Sidnei J. Munhoz – Universidade Estadual de Maringá-UEM. PhD in Economic History from the Universidade de São Paulo (1997). Associate Professor at the Universidade Estadual de Maringá and the Postgraduate Program in History (PPH-UEM, Maringá, Paraná, Brazil). Email: [email protected]

Masuda Hajimu – National University of Singapore-NUS. Ph.D. from Cornell University in 2012. Assistant Professor in the Department of History at the National University of Singapore, Singapore. Email: [email protected]

Organizers

Acessar publicação original desta apresentação

Acessar dossiê

[DR]

Transnational Knowledge During The cold War / História Ciências Saúde — Manguinhos / 2019

A recente perspectiva na história da ciência tem colocado ênfase na necessidade de escrever narrativas transnacionais baseadas no tratamento recíproco dos contextos globais e locais (Subrahmanyam, 1997). Essa abordagem transnacional abandona a nação como unidade de análise, as narrativas eurocêntricas, interpretações de difusão cultural, e as rígidas oposições das categorias “centro” e “periferia” para explicar as dinâmicas de circuitos transnacionais e a circulação global e local de conhecimento, pessoas, instrumentos e práticas científicas (Brown et al., 2006). Essa rica abordagem problematiza a percepção de “ciência internacional” e trata temas pendentes como definições mais claras dos conceitos de circulação, recepção, adaptação e criatividade. No entanto, a maioria dos estudos sobre ciência transnacional tem se focado no século XVIII e os naturalistas. Pouca atenção tem sido dada aos desenvolvimentos durante a Guerra Fria, momento em que as ciências da saúde, da saúde pública e as políticas se entrelaçaram, e os financiadores, assim como as novas e renovadas organizações bilaterais e multilaterais, desempenharam um importante papel na organização e produção do trabalho científico. Ocorreu uma expansão notável da ciência médica financiada pelo Estado e por meio do apoio militar ao trabalho cientifico nas ciências da saúde durante a Guerra Fria em países industrializados e em desenvolvimento. Os artigos neste dossiê compartilham a mesma linha de estudo, ao considerar a Guerra Fria como um fenômeno global e plural que moldou as condições e decisões internacionais, nacionais e locais do trabalho científico em meio à rivalidade entre os EUA e a URSS. A Guerra Fria influenciou não apenas a ciência e a tecnologia relacionadas à corrida espacial e militar, mas também a pesquisa em biomedicina e em outros campos.

No início da década de 1950, no encalço dos bombardeios de Hiroshima e Nagasaki, fomentou-se uma extensa pesquisa que possibilitou diversas experimentações em física e química. O artigo de Ana Romero é uma reflexão sobre os instrumentos que circularam e viajaram entre a Espanha e a Itália (contadores de radioatividade), e no poder político dessas duas nações num mundo convulsionado pela bipolaridade estabelecida no final da Segunda Guerra Mundial. De acordo com a autora, esses instrumentos foram usados como mediadores que definiram não apenas protocolos sobre como agir dentro e fora dos laboratórios, assim como estabeleceram redes de intercâmbio (a Espanha trocou urânio por assistência técnica) e participação na produção de energia nuclear e no poder político durante o regime de Franco. Os instrumentos e as técnicas viajaram junto com acordos e contratos, norteando laboratórios, estabelecendo agendas de pesquisa e tornando o desenvolvimento nuclear mais dinâmico. Estes foram utilizados por autoridades nucleares para demonstrar poder político. Por meio do trabalho da médica María Aránzazu Vigón, filha do general Vigón, ministro do primeiro gabinete do regime de Franco, Romero não apenas enfatiza como contextualizar os instrumentos traz à luz a circulação e as colaborações transnacionais, como demonstra a maneira pela qual os temas de gênero influenciaram a circulação dos contadores de radioatividade, uma vez que Vigón era responsável por estudar a construção e produção dos medidores de radiação na Espanha.

Após a Segunda Guerra Mundial, a biologia e a medicina também foram testemunhas de um intenso desenvolvimento que deu lugar ao campo da biomedicina. Novas práticas e técnicas foram desenvolvidas no campo da medicina em torno da herança humana, com a intenção não apenas de retratar, mas também de entender, as diferenças entre as populações e sua relação com a presença de certas doenças. Essas novas práticas também possibilitaram novas definições de conceitos clássicos como raça, variabilidade genética e populações naturais e humanas.

Erica Torrens, em seu artigo, discerne acerca da genealogia e a mudança dos conceitos de raça e racismo sobre os corpos mexicanos para demonstrar a nova cultura visual que resultou da fusão entre o conhecimento genético e o fenômeno do racismo durante a segunda metade do século XX no México. Os artistas e cientistas primeiro deram uma nuance visionária ao discurso sobre hierarquia racial na Europa do século XVIII, estabelecendo um poderoso aparato para manifestações de exclusão, racismo e xenofobia. Essas imagens circularam amplamente na Europa e suas colônias, influenciando debates sobre racismo e a formação de identidades nacionais. No México, durante o século XIX, o termo “mestiço” apareceu com força no discurso político como símbolo de identidade na formação do Estado-nação mexicano e como fator de homogeneização da identidade nacional. Para retratar o quadro local mexicano, Torrens primeiro discorre sobre o processo que impulsionou o racismo no país e suas mudanças devido aos diferentes conceitos de raça e à tecnologia disponível para estudar a evolução humana e sua variabilidade; e, segundo, analisa o impacto das teorias raciais e o conhecimento biomédico que imprimem uma visão dos corpos sob uma ótica racista nos materiais educacionais utilizados no México atualmente. A conclusão é problemática, pois revela uma percepção racista dos grupos humanos profundamente enraizada, impulsionada inadvertidamente por instituições cientificas e governamentais mexicanas.

Os artigos de Tito Carvalho e Ana Barahona discursam sobre a caracterização das populações naturais e humanas. Carvalho aborda a pesquisa brasileira realizada pelo geneticista estadunidense nascido na URSS Theodosius Dobzhansky em meados da década de 1950 e a enquadra dentro da ciência da variabilidade genética e das políticas de diversidade. Ele demonstra como as personalidades científicas dentro da política dependiam das ideias sobre o papel dos cientistas na sociedade que avançavam paralelas à coprodução da ordem social e natural. O trabalho de Dobzhansky com as populações tropicais no Brasil foi fundamental para sua articulação da síntese moderna e fonte para seu apoio aos princípios liberais, cosmopolitas e democráticos no contexto da Segunda Guerra Mundial e dentro do tema racial. Carvalho aponta que Dobzhansky era tão comprometido com o desenvolvimento da teoria moderna da evolução como era da representação científica do mundo como meio de abordar temas sociais e políticos urgentes e de levantar questionamentos sobre o papel do cientista no compartilhamento do saber científico racional como um projeto político global. No mesmo sentido, o artigo de Barahona discute a caracterização das populações infantil e indígena pelos médicos mexicanos Salvador Armendares e Rubén Lisker no México durante a Guerra Fria. Utilizando-se das ideias de Lock, Nguyen e Anderson, que consideravam as populações como laboratórios de produção de conhecimento e espaços cognitivos, esse artigo explora as últimas tendências em genética de populações no México, a construção de populações, as redes de colaboração internacionais que permitiram a importação e adaptação de novas técnicas desenvolvidas, e o emaranhado de histórias que possibilitaram Armendares e Lisker unir a citogenética à genética de populações, e deram à genética humana sua vida social. Esses dois últimos artigos contribuem significativamente para nosso entendimento de genética no Brasil e no México, ao demonstrar como a prática da genética de populações nos trópicos serviu como base científica para as políticas de diversidade no Brasil (em Carvalho) e como a citogenética e a genética de populações se fundiram intelectual e institucionalmente no México (em Barahona), em um momento em que a biomedicina emergia como um projeto pós-Segunda Guerra Mundial devido às preocupações mundiais sobre os efeitos da radiação nuclear nas populações humanas e naturais dentro do marco de interseção da física nuclear com a genética no pós-guerra.

A ideia deste dossiê é fruto da interação entre os autores durante o simpósio “Conhecimento transnacional durante a Guerra Fria: o caso das ciências da saúde e da medicina”, que ocorreu no Rio de Janeiro, Brasil, em julho de 2017, dentro do Congresso Internacional de História da Ciência e da Tecnologia, organizado por Ana Barahona e Marcos Cueto, a quem quero agradecer por sugerir utilizar a revista História, Ciências, Saúde – Manguinhos para circular e dar visibilidade aos nossos estudos para além das fronteiras.

Referências

BROWN, Theodore M.; CUETO, Marcos; FEE, Elizabeth. The World Health Organization and the transition from “international” to “global” public health. American Journal of Public Health, v.96, n.1, p.62-72. 2006. [ Links ]

SUBRAHMANYAM, Sanjay. Connected histories: notes towards a reconfiguration of early Modern Eurasia. Modern Asian Studies, v.31, n.3, p.735-762. 1997. [ Links ]

Ana Barahona – Professora, Departamento de Biologia Evolucionária / Universidad Nacional Autónoma de Mexico. Coyoacán – México, DF – México. orcid.org / 0000-0001-7765-6444 E-mail: [email protected]


BARAHONA, Ana. Conhecimento transnacional durante a guerra fria: o caso das ciências da vida e das ciências médicas. História, Ciências, Saúde – Manguinhos, Rio de Janeiro, v.26, n.1, jan. / mar., 2019. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

 

Guerra Fria: entre o local e o global / Diálogos / 2018

Este dossiê reúne artigos produzidos por conta do simpósio internacional “Guerra Fria: entre o local e o global”, promovido pelo Instituto de Estudos Estratégicos da Universidade Federal Fluminense (INEST-UFF) em setembro de 2017, com apoio e financiamento da CAPES. Os artigos nele reunidos pretendem apresentar casos específicos das articulações entre questões locais e globais durante a Guerra Fria.

Ao longo da Guerra Fria, os embates se acirraram não apenas nos campos de batalha, mas também entre os intelectuais. No primeiro artigo do dossiê, “A Guerra Fria na historiografia revisionista: a política externa dos Estados Unidos com a China, 1890-1909”, Flávio Alves Combat analisa as obras de William Appleman Williams e Walter LaFeber com o objetivo de verificar de que forma a historiografia revisionista analisou a chamada “Open Door Policy”, de fins do século XIX e início do XX, entendendo nela as origens de uma série de antagonismos da Guerra Fria.

Em “George Frost Kennan e a arquitetura da política externa dos EUA na gênese da Guerra Fria” são analisados os pressupostos intelectuais em torno da principal formulação de política externa dos EUA do período. Ao conectar a história familiar do diplomata, suas vivências na URSS, o acurado olhar sobre as tradições russas e os princípios políticos soviéticos, Sidnei J. Munhoz esmiúça a elaboração e os princípios por trás da chamada “Doutrina da Contenção” e as críticas de Kennan à forma como ela foi colocada em prática pelo Departamento de Estado.

Outro embate intelectual e suas conexões com a política externa estadunidense ocorreu entre neoliberais e neoconservadores diante da Revolução Nicaraguense, foco do artigo de Roberto Moll Neto. A partir da análise de dois periódicos vinculados a aqueles grupos políticos, o artigo demonstra não apenas a centralidade que o debate sobre o sandinismo alcançou na política externa dos EUA naquele momento, mas também as visões circulantes sobre a América Central e seus povos e as possíveis estratégias de atuação do governo Reagan. Como demonstrado, não havia um consenso e tampouco uma forma única de se analisar a situação, com propostas concorrentes e que expressavam não apenas as dinâmicas da Guerra Fria, mas também as disputas domésticas e aquelas internas aos dois principais partidos dos EUA.

A última década da Guerra Fria também é o foco do artigo de Vágner Camilo Alves e Mariana Guimarães Alves da Silveira. Em “A Guerra Fria e o inimigo comunista nas telas de cinema norte-americanas dos anos 1980”, são analisados os filmes de língua inglesa de maior audiência na década que abordaram diretamente temas da Guerra Fria. Conforme demonstrado, o pico de produções se deu na metade da década, no auge das tensões entre o governo Reagan e os soviéticos, com queda acentuada na quantidade, tipo e audiência após a ascensão de Gorbatchev e o início das reformas na URSS, quando o chamado “perigo soviético” foi perdendo sentido.

No auge da Guerra Fria, as disputas por informações sobre a outra superpotência levaram a um processo intenso de coleta de dados e vigilância, cuja faceta mais evidente foi o lançamento sistemático de satélites artificiais e de missões ao espaço sideral. Em “Bring data! Corrida espacial e inteligência”, Leandro Siqueira apresenta aquele momento, relacionando-o à simultânea corrida nuclear, destacando de que forma o lançamento de equipamentos secretos de vigilância de territórios, governos e populações foi parte essencial da Guerra Fria e marcou os elementos constituintes dos dispositivos de poder das sociedades de controle atuais.

O estudo de Elitza Bachvarova, em “A Polícia Política na Bulgária Socialista – A ‘Máquina de Legitimação’ do regime, 1944-1989” apresenta os mecanismos de controle da sociedade pelo partido na zona de influência da URSS. A partir do resgate da história de vigilância, controle e repressão política prévia ao controle soviético sobre o país, o artigo relaciona estruturas sociais arraigadas à constituição de um novo, mais complexo e disseminado aparato de controle por parte do regime comunista na Bulgária, apresentando também como ele foi somente parcialmente  desmantelado ao fim daquele período.

O artigo “A Guerra Fria vista a partir do Sul”, de Beatriz Bissio, abre outro bloco do dossiê, destinado às políticas não diretamente relacionadas às duas superpotências. Seu estudo apresenta as continuidades e rupturas no chamado “Espírito de Bandung”, isto é, os movimentos políticos dos países do Sul Global de crítica à ordem internacional. Atravessando largo período de tempo – das independências após a Segunda Guerra Mundial, à conformação do bloco BRICS já no século XXI – o artigo demonstra as permanências, dificuldades e crises internas enfrentadas pelos diferentes blocos constituídos com o objetivo de alterar a correlação de forças no sistema internacional.

Uma das mais longas e dramáticas crises da Guerra Fria foi a do desmonte do Império Português, marcada por intensas guerras de independência e encerrada com a Revolução dos Cravos. Na análise de Adriano de Freixo, em “A crise do último império: a Guerra Fria e as décadas finais do colonialismo português (1945-1975)”, entram não apenas os aspectos domésticos já intensamente estudados pela historiografia, como também as conexões estabelecidas com o capitalismo internacional e o oportunismo português ao lidar com o controle de espaços e matérias primas estratégicas, que proporcionaram décadas de sobrevida ao regime.

Outro conflito alheio às disputas entre as superpotências é analisado por Gabriel Passetti no artigo “A construção de uma crise: usos da história por intelectuais argentinos na contestação aos tratados com o Chile nas décadas de 1960 e 1970”. O embate entre duas ditaduras pelo controle de ilhas no extremo sul do continente foi marcado pelo engajamento de uma série de intelectuais na construção de um clima belicoso e de uma narrativa histórica sobre as relações entre os dois países. Como demonstra o artigo, a quase guerra pelo canal Beagle, em 1979, teve raízes assentadas em uma série de publicações e na construção de uma versão histórica nas duas décadas anteriores.

Dennison de Oliveira, em “Da Segunda Guerra Mundial à Guerra Fria: políticas militares estadunidenses para a América Latina (1943-1947)” apresenta vasta documentação inédita, guardada nos arquivos dos EUA, em que é possível verificar intensos debates entre os Departamentos do governo daquele país em torno de como proceder diante dos dilemas de Defesa impostos pela América Latina. O artigo apresenta os diferentes projetos elaborados para o reequipamento do Hemisfério após a Segunda Guerra Mundial, as distintas preocupações do Exército, da Marinha e do Departamento de Estado, e os interesses políticos, estratégicos e mercadológicos em torno da reconfiguração do sistema interamericano.

Muitas vezes as dicotomias da Guerra Fria se concretizaram em disputas intensas no interior  das sociedades. Este é o caso analisado por Paulo Cunha em “Os militares entre a paz armada e a Guerra Fria”. No artigo, são retomadas as histórias do nacionalismo militar de esquerda e as suas intervenções bem-sucedidas em torno do monopólio estatal do petróleo e da não participação brasileira no conflito coreano. Por intermédio da análise de material da Comissão Nacional da Verdade, o artigo demonstra de que forma a repressão sobre este grupo foi intensa ainda no início da década de 1950.

Com a publicação deste dossiê, pretendemos contribuir na disseminação dos resultados de pesquisas sobre o período da Guerra Fria, em especial naquelas que procuraram articular os aspectos globais do conflito aos dilemas, crises e embates em nível local. Os artigos demonstram que, de Washington a Bandung, de Sófia ao canal Beagle, aquelas pouco mais de quatro décadas articularam disputas entre duas superpotências que se disseminaram e foram instigadas por rivalidades e interesses pessoais e de grupos específicos, também em dinâmicas nacionais e regionais.

Gabriel Passetti –  Professor de História das Relações Internacionais e do Programa de Pós-graduação em Estudos Estratégicos, no Instituto de Estudos Estratégicos da Universidade Federal Fluminense (INEST-UFF), bolsista produtividade em pesquisa do CNPq. E-mail: [email protected]

Sidnei J. Munhoz –  Professor do departamento de História e do Programa de Pós-graduação em História da Universidade Estadual de Maringá (UEM), bolsista produtividade em pesquisa do CNPq. E-mail: [email protected]

Acessar publicação original desta apresentação

Acessar dossiê

[DR]