Imagen y Poder: representaciones, discursos y política en Iberoamérica/ Autoctonía. Revista de Ciencias Sociales e Historia/2023

  1. Introducción

“Y matar, además y especialmente el ojo, puntualmente cada ojo, pues uno solo es sarcástico, folclórico, agorero, matar, pues, sin asco los dos ojos y todo el ojo, porque el ojo es el hombre [y la mujer], es la parte del ser que contiene más cantidad del hombre [y de mujer]”. (Carlos Droguett, 2019: 58)

Con este dossier nos proponemos examinar las relaciones entre imagen y poder desde una perspectiva interdisciplinaria y, desde esa interdisciplinariedad, pensar cuestiones relativas a la cultura, la sociedad, la política, la historia, la comunicación y la estética. Como se sabe, la relación entre imagen y poder es de larga data y ha interesado a filósofos/as, historiadores/as, antropólogos/as, sociólogos/ as, semiólogos/as e historiadores/as del arte, entre otros/as. En este sentido, el antropólogo francés Georges Balandier (1994: 116), en su libro El poder en escena, plantea que “la demostración de poder acaba siempre recurriendo a la exhibición de poderío”, afirmación con la cual hace notar que uno de los componentes del poder consiste en la mirada, en el del ver y el ser visto; de ahí que el poder necesite recurrir a los distintos dispositivos visuales, pues las imágenes cumplen una función mediadora a través de la cual el poder puede ser representado, entendiendo que este, como observó Michel Foucault (1999: 239), “no es un cuerpo unitario en el que se ejerza un poder y solamente uno, sino que en realidad es una yuxtaposición, un enlace, una coordinación y también una jerarquía de diferentes poderes, que sin embargo persisten en su especificidad”. Por otro lado, el poder de las imágenes y las imágenes como poder sugieren, como ha observado Georges Didi-Huberman (2012: 26), intentar “distinguir ahí donde las imágenes arden, ahí donde su eventual belleza reserva un lugar a un ‘signo secreto’, a una crisis no apaciguada, a un síntoma”. En tal sentido, la importancia de las imágenes radica no solo en su capacidad para representar el mundo, sino también en la historicidad que las envuelve y que hace de ellas un índice histórico que, como nos recuerda Walter Benjamin (2016: 465), “no sólo dice a qué tiempo determinado pertenecen, dice sobre todo que solo en un tiempo determinado alcanzan legibilidad”. Por lo tanto, examinar la relación entre imagen y poder es pensar en un doble movimiento que nos conduce a reflexionar sobre la visibilidade del poder como imagen, así como pensar acerca de la legibilidad de las imágenes como poder.

Las imágenes, como ha observado Jean-Luc Nancy (2003), han estado sujetas, en Occidente, a un cierto desprestigio que ha sido tan intenso como su proliferación polimórfica. En una línea similar, Jacques Rancière (2014) sostiene que el exceso de imágenes que inunda a nuestras sociedades no tiene tanto que ver con la abundancia y la sobreexplotación de las imágenes, sino más bien con una reducción que opera y ordena una puesta en escena, un teatro de imágenes que nos ciegan, no porque disimulen la verdad, sino porque la banalizan. Es decir, se elimina “toda singularidad de las imágenes, todo lo que en ellas excede la simple redundancia del contenido significable” (Rancière, 2014: 74). Por otro lado, las imágenes no solo se han configurado como desconfianza, desprestigio o banalización de lo visible y lo enunciable (lo que la imagen dice, lo que la palabra da a ver), sino que también las imágenes se han ido constituyendo y posicionando como documentos de veracidad, como prueba irrefutable: “la evidencia del esto ha sido” (Barthes, 2006: 21), que se estabelece como un límite común que pone en relación, como diría Gilles Deleuze (1987: 94), las “dos caras asimétricas, palabra ciega y visión muda”. La oscilación constante que va de la imagen como mentira a la de la imagen como verdad, se constituye como un núcleo de poder que establece una problemática compleja que, como ha observado Didi-Huberman:

“Nunca antes, según parece, la imagen –y el archivo que ella conforma […]– se había impuesto con tanta fuerza en nuestro universo estético, técnico, cotidiano, político, histórico. Nunca antes mostró tantas verdades tan crudas y, sin embargo, nunca antes proliferó tanto y nunca había sufrido tantas censuras y destrucciones. Así, nunca antes (…) la imagen había experimentado tantos desgarramientos, tantas reivindicaciones contradictorias y tantos repudios cruzados, tantas manipulaciones inmorales y execraciones moralizantes” (2012: 10).

Siguiendo esta problemática compleja y candente, con este dosier buscamos abrir un espacio de reflexión en torno a los vínculos y relaciones que el binomio imagen/poder establece con los distintos objetos de estudio que son analizados en este volumen, los cuales son pensados desde distintos campos disciplinarios. Poner el foco de atención en el binomio imagen/poder exige de nosotros/ as, por un lado, hacer funcionar nuestra imaginación en relación con los imaginarios y los contextos culturales, sociales, políticos e históricos que nos envuelven para, desde ahí, intentar una interpretación sobre lo visible y lo enunciable, sobre el poder y las relaciones de fuerza que constituyen la conformación de saberes y subjetividades (Deleuze, 1987). Por otro lado, también exige de nosotros/as enfrentar la imagen y el poder como dispositivos situados que “supone[n] la implicación del ser-afectado” (Didi-Huberman 2014: 41) por aquello que miramos y que nos interpela acerca de la contingencia, la historicidad, el devenir y el habitar el mundo.

Antes de comenzar a reseñar los artículos que componen este dossier, quisiéramos poder consignar algunas cuestiones de orden teórica respecto del poder y la hegemonía de lo visible, así como de los estratos y regímenes de visibilidad que se articulan como dispositivos de enunciación visual, que permiten aprehender cuestiones relativas a la cultura, la sociedad y la política. Estas breves definiciones teóricas tienen el propósito de establecer un marco de referencia conceptual que nos permita situar el dossier y los textos que lo componen dentro de un campo teórico mayor que es, a la vez, discursivo, político y estético.

  1. Poder y hegemonía de los visible

Como sostiene Barry Barnes (1990), el poder se manifiesta –al igual que la gravedad o la electricidad– a través de sus consecuencias; por ello, siempre ha resultado más cómodo describir sus efectos que identificar sus fundamentos. Quizás esto se deba a que el poder posee una estructura variable, puesto que es dinámico, transitivo y fragmentario. El poder, como señala Michel Foucault (2017; 2013; 2010; 2005; 2000; 1999), no emana hacia el exterior a partir de un centro jerárquico, sino que se localiza en todos los lugares, no porque lo abarque todo, sino porque viene de todas partes, de todas las direcciones. Es decir, el poder no funciona socialmente de manera centralizada, ni siquiera de forma unilateral, sino que –como ha apuntado Jean Baudrillard (2006: 61)– el poder “es distribucional, vectorial, opera por relés y transmisiones. Campo de fuerza inmanente, ilimitado, no siempre se comprende con qué tropieza, con qué choca, puesto que es expansión, pura imantación”. El poder, visto como ubicuidad difuminada, se configura como algo que se intercambia, no en el sentido económico del término, “sino en el sentido de que el poder se consuma, según un ciclo reversible de seducción, de desafío y de astucia” (Baudrillard, 2001: 62). Entonces, podemos inscribir el poder como ese “algo” que circula y que funciona en cadena y que “nunca se apropia como una riqueza o un bien. El poder funciona. El poder se ejerce en red y, en ella, los individuos no sólo circulan, sino que están siempre en situación de sufrirlo o ejercerlo” (Foucault 2000: 38). Entendiendo que el poder se configura como un tejido que, no obstante ello, implica también una jerarquización de poderes operando dentro de un contexto histórico particular, de modo que no existe un solo poder, sino una pluralidad de aquellos. En ese sentido, poder en plural quiere decir diversidad de dispositivos de dominación, formas complejas de sujeción y subjetivación que operan, de acuerdo con Michel Foucault,

“[a través] de formas locales, regionales de poder, que poseen su propia modalidad de funcionamiento, procedimiento y técnica. Todas estas formas de poder son heterogéneas. No podemos entonces hablar de poder si queremos hacer un análisis del poder, sino que debemos hablar de los poderes o intentar localizarlos en sus especificidades históricas y geográficas” (2005:19).

Es decir, las relaciones de poder, los mecanismos y los dispositivos por virtud de los cuales el poder funciona, se constituyen como una problemática local, e incluso particular, que nos permiten comprender problemáticas de orden general. En ese sentido, los artículos reunidos en este dosier responden a objetos y momentos históricos particulares que nos ayudan en la comprensión de lo visible y lo enunciable como un poder que confecciona campos de visibilidad que conforman, producto de la preponderancia que ha ido alcanzado la imagen como discurso, una hegemonía de lo visible que establece un régimen de comunicación visual, que se instituye como un saber/poder que contribuye de manera significativa en la fabricación de subjetividades. En estas, los/as individuos/as no solo se encuentran inmersos/as y producidos/as por la hegemonía de lo visible, sino que también son ellos/as mismos/as quienes producen dicha hegemonía. De este modo, las imágenes y la mirada que ellas producen “supone[n] la implicación, el ente afectado que se reconoce, en esta misma implicación, como sujeto” (Didi-Huberman, 2012: 33). Las imágenes como poder se conforman a veces como documento y otras tantas como un objeto onírico, como obra y objeto de tránsito, de montaje, como imaginarios e imagen mental que, a fin de cuenta, va conformando un síntoma (una huella) que exige de nosotros una elucidación que abre la posibilidad para una legibilidad histórica y política de las imágenes como relaciones de poder.

Uno de los aspectos que interrogamos en este dosier, consiste en el modo en que el poder de las imágenes y las imágenes como poder van conformando una hegemonía de los visible que fabrica unos modos de ver modernos, según los cuales la imagen como poder no solo es una construcción cultural sino también es una estrategia, es decir, es un elemento que pone en juego cuestiones relativas a lo social, lo político, lo psicológico y lo estético, puesto que “sus efectos no son atribuibles a una apropiación, sino a dispositivos de funcionamiento” (Morey, 2001: 10). En tal sentido, la imagen como poder y el poder de las imágenes en tanto dispositivos de enunciación iconográficos, no son unívocos sino coyunturales y, por lo mismo, el poder nunca está fijo o consolidado, por el contrario, puede cambiar en un momento dado. Desde esta perspectiva, el binomio imagen/poder y su consecuente hegemonía de lo visible sitúa la subjetividad al menos dentro de dos tipos de relaciones: las de producción y las de significación, las cuales devienen en relaciones de poder (Foucault, 2017). Las relaciones de poder, tal como observa Michel Foucault (2013), no son exteriores a otros tipos de relaciones (procesos económicos y políticos, relaciones de conocimientos, saberes, sexuales, artísticas, entre otros), por lo tanto, el poder no es una superestructura ordenadora que cumpla un papel de prohibición o reconducción, sino que se trata de un componente activo que desempeña un papel productor (relaciones de fuerza que poseen una parcialidad objetiva) y de significación (relaciones simbólicas que se expresan discursivamente y que poseen un componente subjetivo) que da cuenta de “la multiplicidad de las relaciones de fuerza inmanentes que son propias del campo en el que se ejercen, y que son constitutivas de su organización” (Foucault, 2013: 89). De ahí que el poder, tanto en su capacidad simbólica o material, esté siempre bajo una condición descentralizada y productiva a la vez.

Esta reflexión se enmarca también en la concepción foucaulteana de que las relaciones de poder provienen de abajo, en el sentido de que no existe una matriz general que emane de un centro jerárquico que va de arriba hacia abajo, sino que el poder está en todas partes porque es multidimensional lo cual, en todo caso, no quiere decir que lo abarque todo, que lo englobe todo. Lo que el poder “tiene de permanente, de repetitivo, de inerte, de autorreproductor, no es más que el efecto de conjunto que se dibuja a partir de todas esas movilidades, el encadenamiento que se apoya en cada una de ellas y trata de fijarlas” (Foucault, 2013: 89). En ese sentido, el poder se configura mucho más como una estrategia que como una institución o una estructura; más bien, nos dice Foucault (2013: 90), se trata de “relaciones de fuerza múltiples que se forman y actúan en los aparatos de producción, las familias, los grupos restringidos y las instituciones, sirven de soporte a amplios efectos de escisión que recorren el conjunto del cuerpo social”. En esta concepción del poder lo relevante son las diversas relaciones que este adopta y que son posibles de identificar dentro de una sociedad dada y, por lo tanto, analizar sus especificidades y jerarquías permite captar los modos en que el poder circula y se expresa. En consecuencia, la hegemonía de lo visible que es posible determinar dentro de la episteme de la modernidad se constituye, a nuestro modo de ver, como un espacio privilegiado para captar la especificidad de las relaciones de poder.

Así, una de las aristas que buscamos problematizar con este dosier es la de la preponderancia de las imágenes en tanto dispositivos de enunciación dominante. De este modo, la hegemonía de lo visual, en tanto campo epistémico de la modernidad, implica entender aquellas relaciones de poder que se encuentran mediadas, representadas o inscritas en la producción de imágenes, las cuales van conformando un entramado o régimen de visibilidad en el que es posible advertir “que cada formación histórica ve y hace ver todo lo que puede, en función de sus condiciones de visibilidad, al igual que dice todo lo que puede, en función de sus condiciones de enunciado” (Deleuze; 1987: 87). Analizar y reflexionar acerca de estos estratos de visibilidad conlleva pensar la relación entre imagen y poder como un territorio dotado de una multiplicidad de tiempos sociales, culturales y políticos que establecen una historicidad a través de la cual es posible entender el estatuto visibilidad (o invisibilidad) del poder, en tanto discurso, representación y práctica.

  1. Estratos y regímenes de visibilidad

Hay una segunda cuestión teórica que nos parece necesario consignar y que tiene directa relación con el modo en que la visión y lo visible, la mirada y lo perceptible, se han estabelecido como elementos estéticos y políticos en el capitalismo. Fredric Jameson (2002) plantea que la historia de la modernidad encuentra en el campo de la teoría de la visión y lo visible un espacio propicio para pensar la episteme de la modernidad y que ella muestra, a lo menos, tres grandes etapas o momentos de visibilidad: un momento en el que predomina una mirada colonial, un momento en el que prevalece el ojo-burocrático y, finalmente, un momento en el que sobresale una visualidad de corte posmoderno (Silva-Escobar, 2019). Cada una de estas etapas puede ser comprendida como estratos de visibilidad que se constituyen –según Gilles Deleuze– como “capas sedimentarias hechas de cosas y de palabras, de ver y de hablar, de visible y de decible, de superficies de visibilidad y de campos de legibilidad, de contenidos y de expresiones” (1987: 75). En tal sentido, los estratos de visibilidad son formaciones históricas, positividades que se materializan en forma de discursos (hablados, visuales, escritos) y visibilidades (enunciadas, indexadas, significativas) que le son propias a un momento histórico, y se encuentran profundamente ligadas al carácter sociopolítico y cultural que permite su aparición. Al respecto, Deleuze señala:

“Una ‘época’ no preexiste a los enunciados que la expresan, ni a las visibilidades que la ocupan. Esos son los dos aspectos esenciales: por un lado, cada estrato, cada formación histórica implica una distribución de lo visible y de lo enunciable que se produce en ella; por otro, de un estrato a otro existe variación de la distribución, puesto que la visibilidad cambia de modo y los enunciados cambian de régimen” (1987: 76).

Veamos brevemente cómo se produce esta distribución de lo visible y lo enunciable en el estrato de visibilidad colonial. Las conceptualizaciones vertidas de la mirada colonial/ decolonial le debe mucho a la problematización filosófica desarrollada por Jean Paul Sartre (1993), quien en su libro El ser y la nada, publicado por primera vez en 1943, introduce la problemática de la mirada como un problema filosófico relativo a la objetivación del otro en objeto sensible, y postula así un quiebre “radical entre la vista y la conciencia, que planteaba un desafío directo a la ecuación del ‘Yo’ y del ‘ojo’ establecida por la tradición ocularcéntrica” (Jay, 2007: 216).1 La mirada sartreana nos proporciona un conjunto de reflexiones de orden fenomenológico que nos permite comprender el modo en que la problemática de la mirada se configura como dispositivo para cosificar al sujeto como objeto visible. Jameson argumenta que la conceptualización sartreana puso en el centro del debate filosófico europeo la idea de que “la mirada es lo que postula mi relación inmediata con los otros; pero lo hace mediante una inesperada inversión en la que pasa a ser primaria la experiencia de ser mirado, y mi propia mirada se convierte en una reacción secundaria” (2002: 142). La mirada, cuando actúa para objetivar, cosificar y colonizar al otro requiere ser inscrita dentro de ese proceso que dice relación con “ese fenómeno protopolítico llamado dominación” (Jameson, 2002: 142). Por otro lado, la problemática de la dominación conlleva procesos de resistencia y, por ende, el ojo colonial también abre paso a la emergencia de variadas corrientes políticas y estéticas que apuntan a “una nueva política de la descolonización (…), por ejemplo, en Franz Fanon; un nuevo feminismo en Simon de Beauvoir, y, en una especie de inversión reactiva, una nueva estética del cuerpo y su carne visible o pictórica en Merleau-Ponty” (Jameson, 2002: 142). De este modo, si el fenómeno de la mirada se constituye como un dispositivo para cosificar y dominar, al mismo tiempo ese proceso de colonización es resistido desde luchas descolonizadoras, pero siempre dentro de un contexto de asimetría entre el mirar dominante (o colonizador) y la mirada contrahegemónica (o descolonizadora).

A esta etapa colonialista le sigue lo que podríamos denominar estrato de visibilidad ojo-burocrático, en el cual “lo visible se convierte en la mirada burocrática, que busca por doquier la mensurabilidad del Otro y su mundo, de aquí en más reificados” (Jameson, 2002: 144). Michel Foucault (2010) ha sido uno de los filósofos que más certeramente ha logrado conceptualizar este proceso de burocratización de la mirada, y lo hizo a través de su reconocido libro Vigilar y castigar, en donde muestra cómo el ver y el poder establecen una relación simbiótica, que se estructura a partir de la institucionalidad del poder disciplinario.2 Desde esta perspectiva, la burocratización de la mirada tiene un sustento práctico en los distintos dispositivos de disciplinamiento –el más conocido sería el panóptico, cuyo modelo arquitectónico asegura que un vigilante pueda ver sin ser visto– que actúan no solo para reprimir y someter sino también para producir cuerpos útiles y dóciles o, mejor dicho, útiles en la medida de su docilidad (Foucault, 2010, Castro, 2018). La burocratización de la mirada se configura como un dispositivo de disciplinamiento que contribuye en el proceso mediante el cual se busca someter o dominar al individuo a través de la subjetivación; es decir, según el diagnóstico de Foucault, lo novedoso de los dispositivos disciplinarios es que se configuran como un poder centrado en controlar al individuo a través de un conjunto de técnicas, tendientes todas ellas, a intervenir, conducir, manipular el cuerpo del sujeto y, para ello, se conforma todo un entramado institucional que “trata de regir [sobre] la multiplicidad de los hombres [y de las mujeres] en la medida en que esa multiplicidad puede y debe resolverse en cuerpos individuales que hay que vigilar, adiestrar, utilizar y, eventualmente, castigar” (Foucault, 2000: 220). De algún modo, las técnicas disciplinarias buscan gobernar la singularidad de los sujetos y, con ello, se origina un conjunto de “efectos individualizadores, [que] manipula el cuerpo como foco de fuerzas que hay que hacer útiles y dóciles a la vez” (Foucault, 2000: 225). En consecuencia, el poder disciplinario le debe mucho a la posibilidad de institucionalizar la mirada como dispositivo de disciplinamiento, sujeción y subjetivación.3

La tercera etapa que describe Jameson es la posmoderna, la cual define como el momento en el cual “los verdaderos portadores de la función epistemológica son la tecnología y los medios, (…) [que posibilitan] una afirmación celebratoria de cierta visión macluhanista de la cultura mágicamente trasformada por las computadoras y el ciberespacio” (2002: 149). En este estrato de visibilidad se advierte una transformación en la producción cultural en donde la tecnología, principalmente aquella dedicada a la producción de imágenes hechas por tecnologías digitales, comienza a colonizar el espacio social hasta el punto de hacer de las imágenes no solo el lugar de la representación de una co-presencia, sino también el lugar en donde se articulan las relaciones sociales entre personas mediatizadas por imágenes. El estrato de visibilidad posmoderno encuentra en el pensamiento de Guy Debord (2007), principalmente en su libro La sociedad del espectáculo, un primer acercamiento teórico al predominio tecnológico de la producción de imágenes, en donde se anuncia que estas se constituyen como la forma final de la reificación de la mercancía. Un segundo acercamiento teórico al problema de la imagen, el ver y la mirada, lo encontramos en el libro el Ojo absoluto de Gerard Wajman (2011), quien despliega un análisis en el que sitúa el ver como un poder en el que la ideología de la transparencia se configura como un nuevo orden social. Desde las cámaras de videovigilancia hasta los diversos sistemas de captación de imágenes en medicina, pasando por los innumerables satélites que orbitan el planeta, así como incontables dispositivos de control, son ejemplos del modo en que el mundo se ha impuesto como el lugar de lo visible; un mundo dominado por las tecnologías de lo visible que hacen del escrutinio de la mirada una nueva forma de socialización. En esta fase se establece una política de la mirada que instituye formas de visibilidad, a partir de la circulación e implementación de una serie de dispositivos de tecnologías de visión (cámaras, celulares, dron, satélites, etc.), que se materializan en un conjunto de dispositivos socioculturales (selfies, exacerbación del yo, apatía social, indiferencia política, etc.), que van autorizando y legitimando una sociedad y una cultura de la mirada. Esto trae como resultado la naturalización de la transparencia como mecanismo de socialización y reconocimiento que se ejerce bajo la violencia simbólica, es decir, se despliega como un tipo de violencia respecto de la cual, observa Pierre Bourdieu:

“Una de las consecuencias de la violencia simbólica consiste en la transfiguración de las relaciones de dominación y de sumisión en relaciones afectivas, en la transformación del poder en carisma o en el encanto adecuado para suscitar una fascinación afectiva. […] La violencia simbólica es esa violencia que arranca sumisiones que ni siquiera se perciben como tales apoyándose en unas ‘expectativas colectivas’, en unas creencias socialmente inculcadas” (2002: 172-173).

En tal sentido, la transparencia puede ser vista como un tipo de imposición coercitiva que funciona de manera internalizada o naturalizada, puesto que “la coacción de la transparencia nivela al hombre [y a la mujer] […] hasta convertirlos en un elemento funcional de un sistema. Ahí está la violencia de la transparencia” (Han, 2013, p.14). Ahí está también una de las caras que adopta el poder en el capitalismo avanzado, pues al someter al individuo a un proceso de internalización de la exhibición del yo como mecanismo de reconocimiento social, trae como consecuencia “que nuestra libertad no se restringe únicamente al hecho de ser vigilados, sino que, siendo vigilados, nuestros hechos y gestos son puestos en escena por la mirada, controlados en su producción misma” (Wajman, 2011: 192). Esto último trae aparejado la instalación de un tipo de poder –sea este político, cultural, simbólico, económico, geográfico– que “agrega una nueva modalidad a las potencias de la mirada: la de la ciudad que se mira a sí misma, que se vigila. Lo cual perfila esta nueva configuración según la cual el peligro no está afuera, sino adentro” (Wajman, 2011: 165). Por consiguiente, en la fase pós-moderna la imagen como mercancía, la transparencia como dispositivo de socialización, la mirada como mecanismo de control, van hilvanando una sociedad fundada sobre una suerte de “alquimia simbólica […] [que] produce, en beneficio de quien lleva a cabo los actos de eufemización, de transfiguración, de conformación, un capital de reconocimiento que le permite consecuencias simbólicas” (Bourdieu, 2002: 172). Es decir, capital simbólico acumulado como propiedad.4

Si nos ha parecido necesario traer a colación y caracterizar estos tres estratos de visibilidad, es porque ellos permiten inscribir el dominio de la mirada y lo visible dentro de un régimen de historicidad, a partir del cual intentar una eventual interpretación acerca de las relaciones que las imágenes establecen con el poder y el poder con las imágenes. Es decir, estos tres estratos de visibilidad se establecen como un entramado que nos permiten pensar las condiciones de posibilidad histórica, antropológica y política de las imágenes como poder (lo visible y lo enunciable se distribuye por el campo social) y el poder de las imágenes (el poder mediado por las imágenes, las imágenes significando el poder como relaciones de fuerza). En tal sentido, podemos pensar la relación entre imagen y poder como un campo de formas (estéticas, visuales, retóricas) y de fuerzas (políticas, discursivas, sociales, culturales), que positivan visualidades que no solo muestran, crean o representan una determinada realidad, sino también producen o contribuyen a conformar social, política o culturalmente aquellas realidades representadas o creadas visualmente (Didi-Huberman, 2015). Dicho de otra manera, la relación entre imagen y poder se estable como un campo de formas y de fuerzas que se materializa a través de “la incesante dialéctica de una descomposición fecunda y de una producción que jamás encuentra reposo ni resultado fijo, justamente porque su fuerza reside en la apertura inquieta, en la capacidad de insurrección perpetua y de autodescomposición de la forma” (Didi-Huberman, 2015: 284-285). Así, la dialéctica que se establece entre forma y fuerza, entre composición y descomposición, entre producción y consumo, entre estética y política, entre imagen y poder “conservan su fuerza activa solo si se las considera como fragmentos que se disuelven al tiempo que actúan. (…) Las imágenes poseen un sentido solo si se las considera como focos de energía y de intersecciones de experiencias decisivas” (Carl Einstein citado en Didi-Huberman, 2015: 285).

  1. Acerca de los artículos de este dossier

Los artículos que componen este dossier muestran una diversidad de problemáticas y temáticas que son posibles de analizar respecto de la relación entre imagen y poder. También evidencian la complejidad y el desafío que implica pensar la relación entre imagen y poder en términos teóricos y metodológicos. El conjunto de los textos aquí reunidos da cuenta de análisis y reflexiones que muestran una mirada interdisciplinar, en la que es posible observar las intersecciones entre la historicidad de las imágenes y las problemáticas políticas, culturales, sociales y estéticas que se desprenden del poder, en tanto relación de fuerzas. Los artículos han sido organizados en cuatro ejes que permiten estructurar el dossier a partir de sus vínculos temáticos, temporales o disciplinares en los que es posible observar perspectivas de análisis que buscan establecer relaciones que aportan nuevas miradas acerca de la relación entre imagen y poder.

El primer eje aborda la problemática de la historicidad de las imágenes, la religiosidad y el poder a partir de tres tipos de representación visual: arquitectura, pintura y fotografía. El artículo que abre este eje es “Cuando las cruces hablan. Análisis de los rastros de ritualidad popular sobre la pared desde una óptica antropológica”, de Pedro Javier Cruz Sánchez. En este trabajo se analizan tres escenarios de arquitectura religiosa en la comunidad de Castilla y León en España, presentándonos un relevante estudio acerca de las cruces y la ritualidad popular. A través del concepto de escrituras expuestas, Cruz Sánchez interrelaciona varios campos de estudio, como son la historia social de la cultura escrita, la antropología de las imágenes y la etnografía como mecanismo para la recolección de datos. A partir de una mirada antropológica de las escrituras expuestas, este trabajo nos ofrece una interpretación acerca de la intencionalidad cultural y política de dichas manifestaciones. El segundo artículo de este primer eje es el de Catherine Burdick, “La colección artística del obispo de Santiago de Chile, Luis Francisco Romero, 1707”. En este texto, Burdick desarrolla un acabado estudio de historiografía del arte, a través del cual analiza documentos y obras pictóricas que pertenecieron a la colección del obispo Luis Francisco Romero, ofreciendo no solo la identificación de los contenidos inscritos en las obras, sino también una interpretación acerca del rol diferenciador de estatus social que jugó dicha colección. Este eje se cierra con el artículo “El sonido del silencio: fotografías de Doroteo Giannecchini y Vicenzo Mascio en Turín”, escrito por Josefina Matas, Valeria Paz Moscoso y Mónica Navia. En este texto, las autoras desarrollan un estudio acerca de algunas de las fotografías de Vincenzo Mascio que acompañaron el proyecto de divulgación en Turín de las misiones franciscanas en el Chaco boliviano. Desde una hermenéutica de la imagen se busca explorar las diversas significaciones que pueden adoptar las fotografías como dispositivos de poder cultural. A partir del uso de fuentes primarias, este artículo nos sumerge en los rasgos significativos de las acciones evangelizadoras que emprendieron los franciscanos, así como el rol que desempeñaron los nativos en ese proceso evangelizador y, por último, se problematiza acerca de la mirada externa (fotográfica) que se tejió durante dicho proceso.

El segundo eje aborda la problemática de la imagen, lo político y la representación de la diferencia. El artículo “Arturo Alessandri Palma y la teatralidad de lo político durante su segundo gobierno: La estatua de Manuel Bulnes y el Barrio Cívico (Santiago de Chile, 1937)” de Guillermo Elgueda Labra, analiza en términos históricos-políticos la inauguración de la estatua ecuestre de Manuel Bulnes, que se llevó a cabo durante el segundo gobierno de Arturo Alessandri Palma. A partir de un análisis discursivo y sociopolítico, se argumenta que la ceremonia de instalación de la estatua de Bulnes en el Barrio Cívico de Santiago, tuvo el propósito de legitimar e instalar en el espacio público un imaginario político de orden liberal. El otro artículo que completa este segundo eje es el trabajo de Rodrigo Ruz y Michel Meza, “Fotorreportajes de los semanarios ilustrados Sucesos y Zig-Zag. Representación de la diferencia peruana, boliviana y chilena en la postguerra del Pacífico”. En este texto, los autores reflexionan acerca de la representación de la alteridad peruana, boliviana y chilena en los semanarios Sucesos y Zig-Zag, a principios del siglo XX. El hito relevante que hay detrás de estas construcciones identitarias es la postguerra del Pacífico y sus consecuencias en la conformación de las identidades nacionales en esos tres países. A partir de conceptos como modernidad y progreso, que se inscriben en los fotorreportajes, los autores nos revelan las ideas asociadas a la alteridad en las mencionadas naciones, examinando cómo se establecen relatos y discursos virtuosos respecto a Chile y la chilenidad mientras que, para el caso peruano y boliviano, se hace circular una trama discursiva negativa respecto de la cultura, la sociedad y el pasado de ambas naciones.

El tercer eje aborda la problemática de los medios de comunicación y las redes sociales como dispositivos de poder estético-político, cultural y social. El artículo de Orietta Marquina y Valeri Hernani, “Jóvenes e Instagram: narrativas políticas más allá de la transgresión en el Perú” nos propone una lectura crítica acerca de la utilización de Instagram como herramienta de comunicación estético-política de los jóvenes en la actualidad. Desde un análisis cualitativo, el texto realiza una interpretación crítica de las imágenes y los textos del perfil de Instagram de Rupachay, uno de los tantos jóvenes que han participado en las movilizaciones sociales del último tiempo, en Perú. Estos análisis buscan explicitar aquellas narrativas políticas que subyacen a los conflictos sociales y, de esta manera, entender la forma que adopta la participación política de las y los jóvenes peruanos. El otro texto que compone este eje es el de Juan Pablo Silva-Escobar, “Imagen, poder simbólico y vida cotidiana: Los noticiarios de televisión y la construcción mediática de la realidad social”. Este ensayo propone un acercamiento conceptual acerca de la relevancia que tienen los noticiarios de televisión en la construcción de ideologías e imaginarios y las implicancias sociales en la construcción de la realidad social. A partir de la relación que se establece entre imágenes, poder simbólico y vida cotidiana, el autor problematiza la legitimidad social de los noticiarios de televisión para distribuir informaciones acerca de los acontecimientos del día a día y las implicancias ideológicas que ello conlleva.

El cuarto eje aborda la problemática de la imagen y el poder en la producción simbólica del cine, el teatro y la literatura. El artículo de Heber Leal “La insumisión en las narrativas de Pedro Juan Gutiérrez y Fernando Vallejos”, analiza el contenido político y transgresivo que es posible detectar en las narrativas de estos dos autores. Desde una perspectiva interdisciplinaria que hace uso de conceptos que provienen del campo de los estudios literarios y nociones teóricas que provienen de la filosofía, el texto va tejiendo un análisis crítico respecto de los mecanismos y trasfondos de poder y trasgresión que se inscriben en las ficciones analizadas, dando cuenta de una singularidad nómade que subyace a las narrativas escogidas. El segundo texto de este eje es el trabajo de José Aguirre Pombo, “Arrebato. La revancha de las imágenes”. En este ensayo, se analiza la película Arrebato, de Iván Zulueta del año 1979, la cual es interpretada en dos dimensiones: por una parte, se nos ofrece un análisis detallado acerca del contexto sociocultural en el cual se inscribe la película de Zulueta y se pone en relación los cambios estéticos y políticos que tuvieron lugar durante la transición española y, por outro lado, se nos ofrece una reflexión acerca del modo en que esos cambios estético-políticos se inscriben en la representación del cuerpo dentro del filme, en tanto alegorías de esos cambios. De este modo, para Aguirre Pombo, a la transición política española se le superpone una transición estética que daría cuenta de un giro icónico que la película Arrebato estaría evidenciando. El tercer trabajo que compone este cuarto eje, es el artículo “Una rearticulación de las imágenes que representan el poder de las distinciones de género dominantes a través del teatro feminista chileno”, de Alejandra Morales. En este texto, se analiza una serie de obras de teatro chilenas que en el último tiempo han buscado reconstruir y tensionar la noción de lo femenino a través de una propuesta visual que tiene como finalidad activar un punto de vista crítico respecto de ciertos signos utilizados por la cultura patriarcal para perpetuar la dominación masculina. Para Morales, las imágenes que giran en torno a las problemáticas de género se constituyen como un poderoso medio de control social que el teatro feminista ha logrado repensar, a través de puestas en escena que vienen a mostrar la forma en que el género ha sido definido y como esas definiciones configuran la subjetividad femenina y evidencian el carácter ideológico que subyacen a esas representaciones.

Por último, queremos agradecer a Germán Morong, director de Autoctonía. Revista de Ciencias Sociales e Historia, y a Nelson Castro, su editor general, por abrirnos las puertas de la revista para abordar esta problemática compleja y facilitar, en todo momento, el intrincado camino de las publicaciones académicas. También queremos agradecer a los/as evaluadores/as, quienes a través de sus comentarios y sugerencias contribuyeron a mejorar cada uno de los artículos aquí reunidos. Esperamos, con el dossier Imagen y Poder: representaciones, discursos y política en Iberoamérica, contribuir a la discusión y reflexión acerca de esta problemática y que los textos aquí reunidos resulten estimulantes para los/as lectores/as y motiven nuevas preguntas y reflexiones sobre este tema que nos ocupa.

Notas

1 Como ha observado Martín Jay, si “para Sartre, (…) las imágenes pueden basarse en una analogía con los objetos de percepción, ellas mismas son irreales. De hecho, la imaginación es precisamente la función activa de la conciencia que trasciende o anonada la realidad del mundo percibido. En cuanto tal, sirve como modelo de la negación y de la carencia que Sartre pronto identificará con el ‘para-sí’ en El ser y la nada. Lo que resulta esencial para entender su argumento general es que Sartre distinguía imágenes y percepción, visual o de otro tipo, y en su lugar las identificaba con la intencionalidad de la acción. Como resultado, Sartre estaba en condiciones de describir la conciencia menos en términos de transparencia visual que en los de acción puramente anonadante. Aunque las imágenes no perceptivas no nos dicen nada sobre el mundo externo, su propia ‘nada’ o invisibilidad sugiere un vínculo crucial con la libertad humana, tal como Sartre la interpretaba” (2007: 215-216).

2 Acerca de esta relación simbiótica y dialéctica entre el ver y el poder, Michel Foucault sostiene que: “Tradicionalmente el poder es lo que se ve, lo que se muestra, lo que se manifiesta, y, de manera paradójica, encuentra el principio de su fuerza en el movimiento por el cual la despliega. (…) En cuanto al poder disciplinario, se ejerce haciéndose invisible; en cambio, impone a aquellos a quienes somete un principio de visibilidad obligatorio. En la disciplina, son los sometidos los que tienen que ser vistos. Su iluminación garantiza el dominio del poder que se ejerce sobre ellos. El hecho de ser visto sin cesar, de poder ser visto constantemente, es lo que mantiene en su sometimiento al individuo disciplinario” (2010: 218).

3 De acuerdo con Christoph Menke (2011: 280), “la subjetivación como sometimiento, el sometimiento como subjetivación, significa (…) impregnar en los individuos un concepto de subjetividad que es definido por una facultad de eficiente autocontrol –una facultad de autocontrol que a su vez sirve de eficiente control externo. La dominación sobre los sujetos se realiza en dispositivo de poder disciplinario por medio de la libertad de los sujetos”.

4 Pierre Bourdieu plantea que: “El capital simbólico es una propiedad cualquiera, fuerza física, riqueza, valor guerrero, que, percibida por unos agentes sociales dotados de las categorías de percepción y de valoración que permiten percibirla, conocerla y reconocerla, se vuelve simbólicamente eficiente, como una verdadera fuerza mágica: una propiedad que, porque responde a unas ‘expectativas colectivas’, socialmente constituidas, a unas creencias, ejerce una especie de acción a distancia, sin contacto físico. Se imparte una orden y ésta es obedecida: se trata de un acto casi mágico. Pero sólo es una excepción aparente a la ley de la conservación de la energía social. Para que el acto simbólico ejerza, sin gasto de energía visible, esta especie de eficacia mágica, es necesario que una labor previa, a menudo invisible, y en cualquier caso olvidada, reprimida, haya producido, entre quienes están sometidos al acto de imposición, de conminación, las disposiciones necesarias para que sientan que tienen que obedecer sin siquiera plantearse la cuestión de la obediencia” (2002: 172-173).

Referencias

Balandier, G. (1994): El poder en escenas. De la representación del poder al poder de la representación, Barcelona, Paidós.

Barnes, B. (1990): La naturaleza del poder, Barcelona, Ediciones Pomares-Corredor.

Barthes, R. (2006): La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía, Barcelona, Paidós.

Benjamin, W. (2005): El libro de los pasajes, Madrid, Akal.

Bourdieu, P. (2002): Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción, Barcelona, Anagrama.

Castro, E. (2018): Diccionario Foucault. Temas, conceptos y autores. Buenos Aires, Siglo XXI Editores.

Debord, G. (2007): La sociedad del espectáculo, Valencia, Pre-Textos.

Deleuze, G. (1987): Foucault, Barcelona, Paidós.

Didi-Huberman, G. (2012): Arde la imagen, México DF, Ediciones Ve.

Didi-Huberman, G. (2014): “La emoción no dice ‘yo’. Diez fragmentos sobre la libertad estética”, en Alfredo Jaar. La política de las imágenes, Santiago, Metales Pesados, pp. 39-67.

Didi-Huberman, G. (2015): Ante el tiempo. Historia del arte y anacronismo de las imágenes, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora.

Droguett, C. (2019): Los asesinados del Seguro Obrero, Santiago, Tajamar Editores.

Foucault, M. (1999): “Las mallas del poder”, en Estética, ética y hermenéutica, Paidós, Barcelona, pp. 235-254.

Foucault, M. (2000): Defender la sociedad, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.

Foucault, M. (2010): Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Buenos Aires, Siglo XXI Editores.

Foucault, M. (2005): “Las redes del poder”, en Christian Ferrer, comp., El lenguaje libertario: antología del pensamiento anarquista contemporáneo, La Plata, Terramar Ediciones, pp. 15-31.

Foucault, M. (2013): Historia de la sexualidad Vol.1 La voluntad de saber, Buenos Aires, Siglo XXI Editores.

Foucault, M. (2017): “El sujeto y el poder”, en Hubert L. Dreyfus y Paul Rabinow Michel Foucault. Mas allá del estructuralismo y la hermenéutica, Buenos Aires, Monte Hermoso Editores, pp. 353-380.

Jameson, F. (2002): “transformaciones de la imagen en la posmodernidad”, en El giro cultural. Escritos seleccionados sobre el posmodernismo 1983-1998, Buenos Aires, Manantial, pp. 129-179.

Jay, M. (2007): Ojos abatidos. La denigración de la visión en el pensamiento francés del siglo XX, Madrid, Akal.

Morey, M. (2001): “Introducción”, en Michel Foucault, Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones, Madrid, Alianza Editorial, pp. 7-21.

Menke, C. (2011): Estética y negatividad, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.

Nancy, J-L. (2003): Au fond des images, París, Éditions Galilée.

Ranciére, J. (2014): “El teatro de las imágenes”, en Alfredo Jaar. La política de las imágenes, Santiago, Metales Pesados, pp. 69-89.

Sartre, J.P. (1993): El ser y la nada. Ensayo de ontología fenomenológica, Buenos Aires, Losada.

Silva-Escobar, J.P. (2019). La insubordinación cinematográfica. Ensayos sobre el nuevo cine latinoamericano de Argentina, Brasil y Chile (1959-1976), Rosario, Prohistoria Ediciones.

Wajcman, D. (2011): El ojo absoluto, Buenos Aires, Manantial.


Organizador

Juan Pablo Silva-Escobar – Centro de Investigación en Artes y Humanidades (CIAH). Escuela de Animación Digital. Facultad de Ciencias Sociales y Artes, Universidad Mayor, Chile. https://orcid.org/0000-0001-5088-4332


Referências desta apresentação

SILVA-ESCOBAR, Juan Pablo. [Imagen y Poder: representaciones, discursos y política en Iberoamérica]. Autoctonía. Revista de Ciencias Sociales e Historia, v.7, n.1, p. 1-23, ene./jun. 2023. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Interfaces da arte no universo da história marítima e militar: estética, linguagens e representações |  Navigator | 2019

De longa data a arte relaciona-se ao universo militar. No Brasil, a guerra da Tríplice Aliança contra o Paraguai proporcionou aos artistas plásticos o engajamento na história presente. Foram chamados a produzirem a crônica cotidiana dos acontecimentos do front, ilustrando periódicos com suas gravuras, ou a construírem decorações efêmeras em homenagem à volta dos soldados. Pinturas monumentais, a exemplo do Combate Naval do Riachuelo, de Victor Meirelles, ou da Batalha do Avahy, de Pedro Américo, foram encomendadas, visando perpetuar a glória dos vencedores, reafirmando a força do Império brasileiro. Monumentos aos heróis foram construídos, enquanto algumas poucas pinturas e fotografias insistiram em apontar o custo humano do conflito. As Primeira e Segunda Guerras Mundiais, domínio já do fotojornalismo, não engendraram pinturas grandiloquentes no Brasil, mas alguns jovens soldados registraram em cadernos desenhos reveladores de suas emoções. Além dos conflitos, o cotidiano da vida marítima e militar foram igualmente representados.

Neste dossiê, várias linguagens se cruzam. Pinturas, desenhos, gravuras, cartões-postais, projetos arquitetônicos e canções foram analisados. São pesquisas desenvolvidas a partir de variadas fontes, mostrando forte interesse pela representação da História Militar, em seus múltiplos aspectos. Leia Mais

Canibalismos Disciplinares. Entre a História da Arte e a Antropologia: museus, coleções e representações | MODOS. Revista de História da Arte | 2019

Em sua origem, aquilo que a história da arte e a antropologia apresentam de comum é a constituição de saberes sustentada pela constituição de coleções. O que as diferenciou ao longo do tempo foram os critérios de valores que as levaram a construir coleções e a acumular cultura nas instituições que ajudavam a legitimar ambos esses campos do saber – notadamente os museus. Hoje a antropologia já se distanciou dos objetos, dando lugar à arte que passa a se apropriar de um conjunto de referências culturais requalificando-as como obras. E a história da arte, por sua vez, abriu-se para questionar os mecanismos que formam os distintos sentidos do “artístico”, suas implicações e ativações sociais, ampliando seu campo de atuação para diferentes culturas visuais e formas de circulação poéticas1. A disputa iniciada no final do século passado entre a linguagem científica e a linguagem artística, já não apresenta validade para as análises sobre estes diferentes regimes de valor2 no contexto contemporâneo, sendo mais recentemente preconizadas as análises que consideram as intermediações entre um campo e o outro, e as práticas por detrás das apropriações culturais (Chartier, 2002) que, no presente número, escolhemos nos referir como “canibalismos disciplinares”. Leia Mais

Cultura escrita no mundo ibero-americano: identidades, linguagens e representações / Cantareira / 2019

Segundo Lucien Febvre e Henri Jean-Martin, o livro moderno surgiu a partir do encontro de dois fatores que, apesar de distintos, mantêm alguma ligação. Primeiro, foi necessário que o papel se firmasse enquanto mídia, o que não aconteceu antes do século XIV. Até então, as técnicas empregadas na produção das folhas, faziam com que seu preço fosse alto e sua qualidade inferior, mais frágil e pesado, com a superfície rugosa e repleto de impurezas. Concorrendo com o já estabelecido pergaminho de pele de carneiro, o novo material não oferecia aos copistas um suporte adequado para a transcrição de manuscritos, sugando a tinta, mais do que o necessário, e com possibilidades de duração limitada.[4]

O segundo fator apontado é a técnica de impressão manual, composta pela tríade: caracteres móveis em metal fundido, tinta mais espessa e prensa. Deixando a alquimia das tintas de lado, pela facilidade com a qual era possível produzi-las então, o grande avanço da época foi a composição em separado dos tipos móveis. Para cada signo fabricava-se uma punção de metal duro – composto de uma liga de chumbo, estanho e antimônio que variava de proporção conforme a região –, sob a qual se demarcava a matriz em relevo. Em metal menos duro moldavam-se as imagens em côncavo. A seguir, colocadas em uma forma se podia produzir os caracteres em quantidade suficiente para imprimir uma ou mais páginas. Sob a pressão do torno, o velino – pergaminho de alta qualidade, feito a partir de pele de bezerro ou cordeiro – não resistia à tensão imposta pela placa de metal que guardava os tipos. O papel, por sua vez, forçado à mesma pressão, continha a tinta mais espessa, apresentando uma nitidez regular de impressão. Eis o surgimento da indústria tipografia.[5]

Dos incunábulos impressos na oficina de Johann Gutemberg, em Mogúncia, até o final do século XVIII, o trabalho dos tipógrafos e impressores permaneceu o mesmo, com algumas pequenas alterações. A realização da segunda edição da Encyclopédie, a exemplo, seguia os “ritmos de uma economia agrária”, dependente da sazonalidade dos recolhedores de trapos e dos papeleiros.[6] Segundo Robert Darnton: “No início da Era Moderna, as tipografias dividiamse em duas partes, la casse, onde se compunham os tipos, e la presse, onde se imprimiam as folhas.”[7] Na composição alinhavam-se de forma manual e solitária um a um os tipos, formando linha a linha as placas. No trabalho de impressão eram necessários ao menos dois homens: um deles entintava as formas que estavam encaixadas sobre uma caixa móvel, com a prensa ainda aberta; o outro colocava a folha sobre uma armação de metal, onde eram fixadas as presas, e puxava a barra da prensa, fazendo o eixo girar em parafuso, produzindo uma das páginas. Terminada a resma, a atividade começava novamente, com a impressão no verso das folhas. Uma operação que requeria enorme esforço físico, tanto mais se tratando de uma tiragem grande. [8]

Portanto, até que se introduzissem efetivas mudanças técnicas, o período tratado compreende uma era de manufatura do livro. Entre o trabalho realizado pelos monges nos scriptoria e pelos copistas profissionais, que se instalaram sobretudo ao redor dos grandes centros e das universidades,[9] e a tecnologia adotada em 1814, com a prensa cilíndrica, e da força do vapor, a partir de 1830,[10] existe um intervalo de tempo no qual o trato com o livro é peculiar. Para os homens da época moderna, a relação com este objeto é diametralmente outra, opondo-se tanto daquela adotada pelos medievais, quanto da praticada hoje. O exame cuidadoso dos aspectos físicos era um expediente comum aos leitores do Antigo Regime. À qualidade das páginas era essencial uma espessura fina, de um branco opaco, com a impressão devidamente legível e em caracteres de bom gosto.[11] Uma preocupação material, de consumo, secular.

Junto à difusão dos livros, ocorreu a difusão dos formatos. Pouco a pouco, os pesados in fólio foram dando espaço a novos tamanhos, mais leves e com caracteres menores. Em pleno século XVII, quando a indústria já estava suficientemente estável, os impressores Elzevier lançaram uma coleção minúscula para a época, in-12, o que causou o espanto dos eruditos.[12] A partir de então, as pequenas edições invadiram o mercado com publicações in-12, in-16 e in-18. A predominância da literatura religiosa não cessou, mas o interesse por temas como Literatura, Artes e Ciências, nos circuitos legais, e literatura pornográfica, sátiras, libelos e crônicas escandalosas e difamatórias, que corriam nos circuitos clandestinos, só fez aumentar.[13]

A popularização de material impresso e a diversificação dos temas foram acompanhadas de um aumento do público leitor. A Europa experimentou um crescente processo de alfabetização entre os séculos XVII e XVIII. Analisando países como Escócia, Inglaterra e França, e regiões como Turim e Castilla (Toledo), o historiador Roger Chartier apontou, a partir de assinaturas em registros cartoriais, que a alfabetização demostrou avanços contínuos e regulares nesse período. E, na América, Nova Inglaterra e Virgínia, o movimento seguiu ritmos muito parecidos. Os ofícios e as condições sociais eram fatores determinantes para o ingresso, mesmo que de forma superficial, no mundo da escrita e da leitura. É quase certo que um clérigo, um notável ou um grande comerciante soubesse ler e escrever. Bem como, é quase certo que um trabalhador comum não dominasse essas habilidades.[14]

A imprensa não desbancou de imediato os textos manuscritos. A função e utilização dada à cópia e o público para quem ela se destinava, amplo ou restrito, condicionaram a forma de reprodução durante muito tempo. A sua imposição ocorreu devido à possibilidade de um aumento considerável da reprodução, ao barateamento do custo das cópias e a diminuição do tempo de produção de um livro. Cada leitor individual passou a ter acesso a um número maior de títulos e cada título atingia um número maior de leitores. Estes argumentos, porém, não justificam ou não explicam, por si, as “revoluções da leitura” experimentadas pelo Ocidente na época moderna. A mudança e aprimoramento das técnicas tiveram um papel relevante, mas não são as únicas determinantes.[1]5 Ao mesmo passo em que elas ocorriam, alteravam-se os paradigmas sobre as práticas de leitura e a epistemologia em relação aos livros. A revolução passou por dois movimentos. No final do século XIV, a leitura silenciosa se converteu em prática comum, ganhando um número cada vez maior de adeptos, e a escolástica foi perdendo força, tornando o livro um objeto dessacralizado, um instrumento de trabalho e de conhecimento das coisas do mundo. Segundo Chartier: “Essa primeira revolução na leitura precedeu, portanto, a revolução ocasionada pela impressão, uma vez que difundia a possibilidade de ler silenciosamente (pelo menos entre os leitores educados, tanto eclesiásticos quanto laicos) bem antes de meados do século XV”.[16]

Passou-se, gradualmente, do predomínio de uma forma de leitura intensiva, ler e reler várias vezes um número limitado de obras, decorando trechos, recitando e memorizando com um sentido pedagógico, até outra forma, extensiva. Tornava-se cada vez mais comum possuir alguns livros ou uma pequena biblioteca particular para estudo ou para lazer. Textos curtos, alguns efêmeros, impressos e manuscritos de hora, o comércio ambulante de livretos… em tudo contribuíram para esse novo costume. É sabido que as duas modalidades ocuparam o mesmo espaço de tempo e uma não fez desaparecer a outra, no entanto, as descrições, as pinturas, os escritos e outros testemunhos tendem a sublinhar a vulgarização dessa prática.[17]

Em estudo recente, publicado pelos psicólogos Noah Forrin e Colin M. MacLoad, do Departamento de Psicologia da University Waterloo, no Canadá, constatou-se que a palavra lida em voz alta aparece como uma atividade com “efeito de produção”. Ler e ouvir o que se está lendo, uma medida duplamente ativa – “um ato motor (fala) e uma entrada auditiva autorreferencial” –, faz com que os trechos ganhem distinção, fixando suas marcas na memória de longo prazo. Esta ação, realizada repetidas vezes operacionaliza a memorização de passagens longas.[18] Poemas da antiguidade ou do medievo, possuíam um sem número de versos que eram recitados, em maior ou menor proporção, por diversas pessoas e em diferentes locais. A leitura silenciosa (e extensiva), porém, implica em um vestígio distinto à lembrança, mais próximo da anamnese do que da fixação mnemônica.[19]

O resultado da pesquisa de Forrin e MacLoad pode ajudar a desvendar desencadeamentos que ocorreram no passado e que mudaram nossa relação com o livro. Por um lado, novos gêneros aparecem, uma forma narrativa mais alongada e menos rimada fez sentir sua presença: o romance.[20] Este, possui todos os aspectos necessários para agradar um leitor voraz, que folheasse um volume para seu entretenimento sem a preocupação de decorar passagens, mas, em alguns casos, o efeito foi justamente o contrário. Na lista dos best sellers da época moderna estão Nouvelle Héloise, Pâmela, Clarissa, Paul et Virgine, Souffrances du jeune Werther, Les aventures de Télémaque, dentre outros, novelas com capacidade de prender seus leitores por mais de uma sessão repetidas vezes.[21] Por outro lado, encadernados de caráter mais informativo, como os guias, as enciclopédias, os atlas históricos e geográficos, as cronologias, os almanaques, os catálogos, etc., ganharam cada vez mais espaço. Situação que provocava a queixa dos eruditos, como é o caso do suíço Conrad Gesner, que cunhou a expressão “ordo librorum”, mas não deixou de reclamar da “confusa e irritante multiplicação de livros”, provocada pelo significativo aumento dos números de títulos disponíveis no mercado.[22]

É sob esta arquitetura histórica que debruçam os estudos apresentados para a trigésima edição da Revista Cantareira, compondo o dossiê “Cultura escrita no mundo ibero-americano: identidades, linguagens e representações”. Fisicamente distante das metrópoles europeias, os súditos ibéricos instalados ou nascidos no continente americano não se furtaram a experimentar as consequências dessa nova invenção. Mais do que ler, eles refletiram sobre as ideias trazidas pelos livros e por outros impressos, transportados, muitas vezes, clandestinamente – “sob o capote”. Alguns assumiram uma postura conservadora diante das novidades; outros utilizaram as palavras como motivação para contestar a ordem social, a religião ou as autoridades estabelecidas. A historiografia brasileira avançou significativamente, nos últimos anos, sobre as temáticas abordadas aqui. Portanto, esses textos, ao mesmo tempo em que apresentam novidades relacionadas às pesquisas de historiadores em formação, nível mestrado e doutorado, também caminham por terreno consolidado.[23]

No artigo “A cultura epistolar entre antigos e modernos: Normas e práticas de escrita em manuais epistolares em princípios do século XVI”, Raphael Henrique Dias Barroso aborda os códigos e normas da escrita epistolar que circulavam os ambientes cortesãos do início do Quinhentos. Com base nas obras de Erasmo de Roterdã e Juan Luis Vives, o autor demonstra a presença destes códices nas missivas diplomáticas trocadas entre o embaixador D. Miguel da Silva e D. Manuel, monarca português entre 1469 e 1521.

O segundo artigo, intitulado “A incorporação de elementos da cultura escrita castelhana nas histórias dos códices mexicas dos séculos XVI e início do XVII” de Eduardo Henrique Gorobets Martins, mostra a importância que a cultura escrita possuía nas relações de poder no mundo ibero-americano. Longe de considerar os índios como vítimas passivas da colonização, o autor evidencia como diversos grupos indígenas, que se aliaram aos espanhóis contra os mexicas, se apropriaram da cultura escrita castelhana tanto com o objetivo de reescrever suas histórias a partir de novos vocábulos como se inserir na colonização para obter cargos e privilégios juntos aos espanhóis.

O artigo seguinte, de autoria de Caroline Garcia Mendes, também demonstra a importância da cultura escrita no campo político em um outro espaço: a monarquia portuguesa nos anos seguintes à Restauração de 1640. Intitulado “As relações de sucesso e os periódicos da Península Ibérica na segunda metade do século XVII: imprimir, vender e aparecer nos materiais de notícia sobre a Guerra”, a autora analisou duas dimensões do processo de profusão das notícias impressas em Portugal: a política e a econômica. Para tal, destaca a conflituosa relação entre impressores e cegos no que dizia respeito à circulação dos impressos. Do lado político, enfatiza a importância que certos feitos de alguns personagens adquiriam ao serem difundidos pela cultura escrita. No fundo de tal preocupação, estava a preocupação de se fazer ver diante de todos, especialmente do rei.

Em “Da devoção à violência: a atribuição da mentira como estratégia de discurso na Guerra Guaranítica”, escrito por Rafael Cézar Tavares, o exame recai sobre as estratégias discursivas de ambos os lados partidários dos eventos. Para tanto, o autor analisou três conjuntos documentais difusos: as cartas dos Guarani enviadas aos funcionários coloniais na iminência do enfrentamento; o relatório pombalino escrito já ao fim dos conflitos; e o Cândido de Voltaire, novela em que o protagonista visita o Paraguai no contexto da Guerra. Um estudo relevante acerca de um episódio pouco visitado pela historiografia geral, abordado pela chave da retórica como fonte de análise.

O artigo de Anna Beatriz Corrêa Bortoletto tem como centro a cultura escrita ao avaliar a confecção e a trajetória de um documento do século XVIII redigido por Luís Rodrigues Villares, um comerciante envolvido com a expansão da colonização no atual Centro-Oeste brasileiro. Inicialmente pensado como uma instrução para os comerciantes que atuavam na região, a autora demonstra com tal documento foi ressignificado a partir de sua trajetória e materialidade. Ao fazê-lo, destaca que, atualmente, o documento se encontra num códice com diversos documentos de autoria de Custódio de Sá e Faria, um engenheiro militar que também atuou na América portuguesa do século XVIII, em outras palavras, o documento era importante para a administração colonial. A partir disso, o artigo analisa que, provavelmente, o manuscrito analisado circulou até chegar às mãos do Morgado de Mateus, então governador de São Paulo, cujo um dos descendentes vendeu o códice que hoje pertence à Biblioteca Mario de Andrade em São Paulo que o adquiriu de um bibliófilo com o objetivo de preservar documentos que pudessem responder diversas questões referentes à história do Brasil, ou seja, diferentes temporalidades históricas conferiram diferentes significados ao manuscrito. Natalia Casagrande Salvador, em artigo intitulado “Cultura Escrita para além do texto: percepções materiais e subjetivas do documento manuscrito”, destaca a importância dos estudos da cultura material e da codicologia para a interpretação dos documentos históricos. A partir do Livro de Termos da Ordem Terceira de São Francisco da Penitência de Mariana, nas Minas Gerais, a autora analisa o papel enquanto suporte, os instrumentos e a escrita, o conteúdo e as posteriores rasuras e correções.

O último artigo deste dossiê intitula-se “Entre Livros, Livreiros e Leitores: a trajetória editorial e comercial da Guia Médica das Mãis de Família” escrito por Cássia Regina Rodrigues de Souza. A autora borda os manuais de medicina doméstica por meio do Guia Médica das Mãis de Família, publicado em 1843 pelo médico francês Jean Baptiste Alban Imbert com o objetivo de instruir mães e gestantes. Ao investigar a trajetória editorial e comercial, a fim de discutir os possíveis leitores da obra, a autora demonstra que seu alcance ultrapassou os limites da elite alfabetizada imperial e penetrou, de diferentes formas, na vida de mães recém-paridas, comadres e parteiras.

Por fim, encerra nosso dossiê entrevista gentilmente concedida pela Dra. Ana Paula Torres Megiani, professora da Faculdade de Filosofia, Letras e Ciências Humanas e Livre Docente em História Social pela Universidade de São Paulo. Em resposta a quatro diferentes provocações, ela nos contou primeiro sobre sua trajetória e formação, indicando os caminhos que levaram às suas escolhas temáticas e as tendências da historiografia principalmente nos anos 1990. Na sequência, abordou a questão da circulação dos livros manuscritos na época moderna, salientando a recente atenção recebida por essa fonte. Para, então, tratar das influências do desenvolvimento da cultura escrita, entre os séculos XVI e XIX, no mundo iberoamericano como uma das bases de sustentação da administração imperial. E, no último bloco falou sobre os chamados “escritos breves para circular”, atribuição de tipologia documental que, segundo nossa leitura, evidência o surgimento de um novo “regime de historicidade”, como classifica François Hartog, ou uma nova “experiência de tempo”, conforme Reinhart Koselleck.

Esta edição conta ainda com dois artigos livres e uma resenha. O primeiro, intitulado “O materialismo histórico e a narrativa historiográfica”, escrito por Edson dos Santos Junior, aborda o problema da narrativa e do pensamento materialista histórico a partir da obra de Walter Benjamin. No segundo, intitulado “Aleia dos Gênios da Humanidade: escutando os mortos”, Cristiane Ferraro e Valdir Gregory tratam da comunidade conscienciológica sediada em Foz Iguaçu e os lugares de memória do grupo que a compõe. Mathews Nunes Mathias resenhou a obra Coração civil: a vida cultural sob o regime militar (1964-1985): Ensaios históricos (2017), escrita pelo historiador Marcos Napolitano.

Notas

  1. FEBVRE, Lucien; MARTIN, Henri-Jean. O aparecimento do livro. São Paulo: Ed; USP, 2017, p. 76-80.
  2. Evidentemente, o processo histórico não é tão linear e simples quanto esta exposição, apresentando múltiplas inconstâncias. Nossa intenção, porém, objetiva explicar de forma sintética o aparecimento de uma ferramenta que transformou o mundo de variados modos. Para uma exposição mais cuidadosa, cf.: Ibidem, p. 105-108ss
  3. DARNTON, Robert. O Iluminismo como negócio: A história da publicação da “Enciclopédia”, 1775-1800. São Paulo: Companhia das Letras, 1996, p. 14.
  4. Ibidem, p. 176.
  5. Idem.
  6. VERGER, Jacques. Os livros. In: Homens e saber na Idade Média. Bauru, SP: EdUSC, 1999; FEBVRE, Lucien; MARTIN, Henri-Jean. O aparecimento do Livro… Op. cit., p. 59-63.
  7. DARNTON, Robert. O Iluminismo como negócio… Op. cit., p. 189.
  8. Ibidem, p. 150.
  9. WILLEMS, Afonso. Les Elzevier: histoire et annales typographiques. Bruxelles: G. A. van Trigt, 1880, p. 109.
  10. CHARTIER, Roger. As revoluções da Leitura no Ocidente. In: ABREU, Márcia (org.). Leitura, história e história da leitura. São Paulo: FAPESP, 1999, p. 95-98.
  11. Chamamos genericamente de “registros cartoriais”, os documentos analisados por Chartier, cuja tipologia varia de certidões de casamento até contratos comerciais. CHARTIER, Roger. Práticas de escrita. In: CHARTIER, Roger (org.). História da vida privada. Vol. 3: da Renascença ao século das luzes. São Paulo: Companhia das Letras, 1991, p. 114- 118.
  12. CHARTIER, Roger. As revoluções da leitura… Op. cit., p. 22-23.
  13. Ibidem, p. 24.
  14. CHARTIER, Roger. Uma revolução da leitura no século XVIII? In: NEVES, Lucia Maria Bastos P. (org.). Livros e impressos: Retratos do setecentos e do oitocentos. Rio de Janeiro: Ed. UERJ, 2009, p. 93-95.
  15. FORRIN, Noah; MACLEOD, Colin M. This time it’s personal: the memory benefit of hearing oneself. Memory, [s.n.t.].
  16. Utilizamos “anamnese” no sentido expresso por Platão no Fédon, que é o mesmo retomado pela medicina moderna, no qual a experiência é reconstituída pela consciência individual, por meio dos sentidos, como uma ideia; ao contrário da mnemônica, que se refere a um conjunto de técnicas para gravar de forma mecânica um conteúdo.
  17. CHARTIER, Roger. As revoluções da leitura… Op. cit., p. 26.
  18. Ibidem, p. 95-96
  19. BURKE, PETER. Uma História Social do Conhecimento. Vol I: de Gutemberg a Diderot. Rio de Janeiro: Zahar, 2003, p. 97; BURKE, Peter. Problemas causados por Gutenberg: a explosão da informação nos primórdios da Europa moderna. Estudos Avançados, São Paulo, v. 16, n. 44, p. 173-185, abr. 2002, p. 175; CHARTIER, ROGER. A ordem dos livros: Leitores, autores e bibliotecas na Europa entre os séculos XIV e XVIII. Brasília: Editora da UnB, 1994.
  20. Por ser profusa, evitamos listar a produção de historiadores brasileiros. O ato de enumerá-los, mesmo considerando somente os mais relevantes, seria exaustivo e injusto, pois em toda seleção sempre há esquecimentos por descuido ou por cálculo. O leitor interessado, de todo modo, estará bem informado consultando a bibliografia apresentada em cada artigo publicado adiante.

Claudio Miranda Correa – Mestrando do Programa de Pós-graduação em História da Universidade do Estado do Rio de Janeiro.

Gabriel de Abreu Machado Gaspar – Mestrando do Programa de Pós-graduação em História da Universidade Federal Fluminense.

Pedro Henrique Duarte Figueira Carvalho – Mestrando do Programa de Pós-graduação em História da Universidade Federal Fluminense


CORREA, Claudio Miranda; GASPAR, Gabriel de Abreu Machado; CARVALHO, Pedro Henrique Duarte Figueira. Apresentação. Revista Cantareira, Niterói- RJ, n.30, jan / jun, 2019. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Exercício do poder na idade média e suas representações: novas fronteiras, novos significados / Anos 90 / 2019

Esta publicação é fruto da intensificação de debates dirigidos por um grupo multi-institucional e internacional de pesquisadores(as) latino-americanos(as) que a cada dois anos, desde 2016, tem se reunido nas atividades da Rede Latino-Americana de Estudos Medievais.1 A Rede não se propõe nem se apresenta como uma Associação. Os(as) pesquisadores(as) nela reunidos(as) consideram que entidades como a Sociedad Argentina de Estudios Medievales (SAEMED) e a Associação Brasileira de Estudos Medievais (ABREM) cumprem esse papel. A ideia é, portanto, estimular diálogos e atividades sistemáticas de modo a intensificar e qualificar cada vez mais a produção historiográfica sobre o medievo para além dos espaços europeus, sem, obviamente, abrir mão dos convênios, acordos e parcerias com instituições desse continente.

As atividades da Rede começaram a concretizar-se a partir do Foro Internacional Estudios Medievales en Red, ocorrido na Universidad Nacional de Costa Rica, e no II Encontro, realizado na Universidade Federal da Fronteira Sul, em Chapecó (2016 e 2018 respectivamente). Desses encontros foram definidas ao menos duas publicações que colocam em perspectiva diferentes formas de se pesquisar Idade Média: a obra La edad media en perspectiva latinoamericana2, publicada em 2018, e este dossiê publicado pela Anos 90.

Esta proposta visa a ampliar a visibilidade da produção historiográfica latino-americana no campo dos estudos medievais. Objetivo que consideramos plenamente alcançado. A justificativa fundamenta-se no fato de ser possível perceber um crescimento substancial e cada vez mais especializado na área. Junto a este crescimento quantitativo, observa-se, ainda, uma diversidade e originalidade nas abordagens historiográficas, temáticas e conceituais. Cabe ressaltar que a Anos 90 se insere, com esta publicação, em um contexto de recente interesse de periódicos nacionais pela temática da Idade Média, como a Revista Brasileira de História, Revista de História, Tempo, Esboços e História em Revista. 3

Exercício do poder na Idade Média e suas representações: novas fronteiras, novos significados reúne dez trabalhos de pesquisadores(as) do Brasil, Chile, Costa Rica, México e França. Pode ser compreendido como uma publicação dividida e pensada em ao menos dois eixos: o primeiro remete às recentes disputas sobre o ensino escolar de história medieval e às reflexões de cunho historiográfico. O texto de Douglas Mota Xavier de Lima abre o dossiê à medida que toca em temas candentes e extremamente atuais sobre os usos públicos da Idade Média – não apenas no Brasil – e, principalmente, no contexto da elaboração / implementação da Base Nacional Comum Curricular (BNCC). Este primeiro artigo do dossiê se dedica, especialmente, a discutir a presença do tema da Idade Média na educação escolar, tendo como documento principal de suas análises três versões da BNCC.

Outros dois trabalhos foram feitos por historiadores mexicanos. No artigo “Claudio Sánchez- -Albornoz y la preocupación por el método o cómo hacer historia medieval desde América Latina”, Martin Federico Rios Saloma investiga o trabalho deste medievalista espanhol, especialmente sua atuação durante seu período de exílio na Argentina. Seus vínculos com medievalistas europeus e seu conhecimento sobre fundos documentais espanhóis serão as bases para a análise de seu trabalho como docente e pesquisador em História Medieval.

Diego Carlo Améndolla Spínola, por seu turno, traz no artigo “Feudalismo: estado de la cuestión, controversias y propuestas metodológicas en torno a un concepto conflictivo, 1929-2015” um estudo não de um historiador em especial, mas de um conceito: o feudalismo. Para tanto, o aporte historiográfico utilizado pelo autor lida com medievalistas alemães, franceses, ingleses e italianos, não com o objetivo específico de definir o conceito, mas de verificar as transformações em sua compreensão e seu uso.

O segundo eixo do dossiê está organizado a partir de aspectos cronológicos, sendo composto pela maior parte dos artigos aqui presentes. Contempla, portanto, diferentes abordagens que assim se caracterizam seja pela diversidade de objetos (relações entre romanos e bárbaros, concílios, mosteiros), espaços (França, Itália, Inglaterra, Alemanha e Castela) e tipos documentais (narrativos, jurídico-normativos, tratadística, arqueológicos).

Neste segundo eixo, Renato Viana Boy apresenta uma discussão historiográfica sobre as relações de poder e autoridade no mundo mediterrânico do século VI entre romanos bizantinos e bárbaros. Mais do que perceber neste espaço e período apenas as disputas e conflitos, o autor tenta encontrar possíveis relações políticas que poderiam aproximar populações, à primeira vista, distantes.

Outros três artigos lidam com reflexões que têm a Península Ibérica como recorte geográfico. No primeiro deles, intitulado “A imagem historiográfica de Hugo de Cluny em Leão (séc. XI-XII)”, Maria Filomena Pinto da Costa Coelho apresenta uma análise historiográfica sobre a força política do abade Hugo de Cluny, para além de seu espaço de atuação nos domínios da religião, durante o reinado de Afonso IV. Em “O poder sacralizado dos clérigos de Castela (século XIII e início do século XIV)”, Leandro Alves Teodoro analisa, para os séculos XIII e XIV, o processo de sacralização da Eucaristia e a celebração de missas como parte do revigoramento da ação pastoral dos bispos ibéricos, ampliando o espaço de atuação das igrejas paroquianas. Ainda sobre o recorte ibérico, Armando Torres Fauaz, no artigo “Representación y delegación de poderes. Los usos públicos del mandato en el ducado de Borgoña (siglos XIII-XIV)”, apresenta-nos um estudo sobre o exercício de um governo laico no Ocidente medieval, a partir da prática romana do mandato no ducado da Borgonha dos séculos XIII e XIV, como sendo uma atividade central nas práticas de representação de autoridade. Os outros artigos deste dossiê lidam com temáticas aplicadas para além do espaço ibérico. Em “‘Assembled as one man’. The councils of Henry II and the political community of England”, José Manuel Cerda se dedicou a analisar a presença das communitas ou universitas regni como uma comunidade de nobres que eram peça-chave na compreensão das origens parlamentares inglesas. O artigo “Redes e centros de poder no Centro-Oeste Gaulês na primeira Idade Média (séculos V-X)”, de autoria de Adrien Bayard, trabalhou a relação entre fontes de natureza escrita e arqueológica para o estudo das redes estabelecidas entre grupos aristocráticos locais e representantes do poder visigodo e, depois, franco, nas dioceses de Angolema e Saintes, entre os séculos V e X. E, fechando o dossiê, no artigo “O abade, o poeta e o charlatão: reflexões acerca de esoterismo e política nos séculos XV e XVI”, onde o historiador Francisco de Paula Sousa Mendonça Júnior trabalhou com a relação entre esoterismo e política no processo de transição do regimen animarum para a Razão de Estado. Para tanto, Francisco se utilizou de fontes de origem alemãs e italianas.

Assim, entendemos que a reunião de artigos presentes no dossiê Exercício do poder na Idade Média e suas representações: novas fronteiras, novos significados apresenta não apenas um apanhado de recentes pesquisas sobre o medievo, mas também demonstra uma forte articulação da produção historiográfica brasileira e estrangeira (em especial, latinoamericana) sobre a Idade Média. Além desse diálogo mais próximo entre pesquisadores de diferentes países, os artigos que compõem este dossiê demonstram, ainda, uma variedade que se dá em aspectos distintos: temático, cronológico, geográfico, documental e metodológico. Assim, acreditamos que os objetivos traçados nos momentos de encontro dos pesquisadores da Rede Latino-Americana de Estudos Medievais, que se fundamentavam basicamente na produção e divulgação de trabalhos que prezam pela qualidade, atualidade, diversidade e intenso diálogo entre medievalistas de diferentes espaços, tenham sido alcançados neste dossiê.

Notas

1. Informações sobre a Rede em: http: / / edadmedia.cl / rede-latino-americana-de-estudos-medievais /

2. TORRES FAUAZ, A. (org). La edad media en perspectiva latinoamericana. Heredía: EUNA, 2018.

3. Considerando de 2016 a 2019, e incluindo este dossiê da Anos 90, foram / estão para ser publicados ao menos 6 dossiês sobre o medievo. Este número é mais amplo se considerarmos outras publicações, como a Antíteses e a Diálogos Mediterrânicos. Essa inserção / ampliação das publicações se dá além das duas revistas mais específicas da área, Signum e Brathair. Importante considerar também a Revista Chilena de Estudios Medievales e a Temas Medievales, Argentina. Todas podem ser acessadas online e gratuitamente.

Igor Salomão Teixeira – Professor do Programa de Pós-Graduação em História da Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS). E-mail: [email protected] http: / / orcid.org / 0000-0002-6866-9654

José Manuel Cerda Costabal – Professor da Universidad Gabriela Mistral, Santiago, Chile. Doutor em História pela University of New South Wales, Sydney, Austrália. E-mail: [email protected] http: / / orcid.org / 0000-0002-6175-774X

Renato Viana Boy – Professor da Universidade Federal da Fronteira Sul (UFFS), Campus Chapecó, SC, Brasil. Doutor em História Social pela Universidade de São Paulo (USP). E-mail: [email protected] http: / / orcid.org / 0000-0001-5500-6256


BOY, Renato Viana; COSTABAL, José Manuel Cerda; TEIXEIRA, Igor Salomão. Apresentação. Anos 90, Porto Alegre, v. 26, 2019. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Artes, estéticas e vanguardas no Brasil: cultura, subjetividades e representações / Fato & Versões / 2019

Consideramos isso história, mas não nos esqueçamos de que são apenas palavras em uma página, palavras que foram parar lá por causa de certas regras para encontrar evidências, produzir mais palavras de nossa própria autoria e aceitar a noção de que elas nos dizem algo sobre o que é importante no terreno extinto do passado.

Robert A. Rosenstone

A História nos filmes, os filmes na História

Nas últimas décadas, a historiografia brasileira tornou-se um espaço propício para que debates novos se conformassem, notadamente no campo da chamada História Cultural. Na medida em que a ampliação das fontes históricas, a partir das décadas de 1970 e 1980, ousou contemplar objetos tais como filmes, jornais experimentais, produções musicais, peças de teatro, obras de artes plásticas, histórias em quadrinhos, campanhas publicitárias, etc., no Brasil, experiências históricas tais como os movimentos de vanguardas estéticas, notadamente aquelas que emergiam nos séculos XIX e XX, ocuparam espaço em trabalhos acadêmicos e demais obras que concernem ao ofício da História.

Trata-se, pois, de um campo que, a despeito de sua aparente especificidade, contempla caminhos que perpassam a conformação de grupos, conflitos sociais, movimentações cotidianas, relações familiares e de gênero, questões micro e macropolíticas, e, necessariamente, ajudam a demarcar diferentes experiências do tempo. Nas inúmeras pesquisas dessa ampla área de conhecimento, os objetos artísticos são elencados como elementos capazes de subjetivar uma dada realidade, possibilitando, a partir deles, a compreensão de processos históricos que ali se desdobravam.

Os artigos apresentados nesse dossiê demonstram a pluralidade de possibilidades advindas pela escolha em se trabalhar no campo da História Cultural, especificamente com as linguagens artísticas. Apesar das especificidades, observa-se que o elemento interdisciplinar entremeia cada um dos escritos aqui apresentados ao público, em um exercício crítico de acuidade teórico-metodológica de pesquisadores de diferentes instituições de ensino brasileira. Tal como a musa Clio, que tece o tecido da história com os fios colhidos em outras disciplinas, os objetos artísticos apresentados pelos autores demonstram as potencialidades de se dialogar com outros campos de conhecimento, estabelecendo-se trocas, diálogos, possibilidades, etc. sem que se perca, no meio do caminho, as especificidades do metier do campo historiográfico.

Sendo assim, há um duplo desafio a ser enfrentado nesse tipo de pesquisa. Por um lado, é necessário se compreender as particularidades da produção / elaboração dos objetos artísticos elencados, tanto no que diz respeito à sua natureza (cinema, teatro, moda, etc.), quanto ao seu contexto, recepção, autoria, temática. Por outro lado, é preciso compreender os desdobramentos teóricos e metodológicos advindos pela escolha dessa documentação, a fim de se possa delinear, a partir do olhar do historiador de ofício, os diálogos estabelecidos entre os binômios Arte e Sociedade, História e Cultura.

Tendo em vista essas e outras inquietações, o artigo “‘Lutar com o Super-8 é luta mais vã’: O Palhaço Degolado (1977) ou a maquiagem sorridente de um corpo sem cabeça”, de Fábio Leonardo Castelo Branco Brito, apresenta uma interessante análise do película do pernambucano Jomard Muniz de Britto a partir de um referencial teórico constituído a partir de autores tais como Georges Didi-Huberman, Gilles Deleuze, Félix Guattari, Michel Foucault e Paul Veyne.

Por sua vez, a historiadora Grace Campos Costa, em “Diálogos entre moda e cinema: Prêt-à-Porter (1994) de Robert Altman”, amplia o binômio Cinema / História ao trazer para o campo de discussão os diálogos estabelecidos entre o campo da moda e sua representação cinematográfica, em um duplo processo de influência. Sendo assim, o artigo tem como objetivo demonstrar que esses dois campos de produção são constantemente entrelaçados, seja porquê os filmes influenciam hábitos e vestimentas, seja porquê a indústria da moda serve, constantemente, como temática de diferentes películas, as quais se propõem pensar os impactos da mesma nos diversos campos da sociedade.

Ainda no campo dos estudos cinematográficos, a pesquisadora Lais Gaspar Leite, em seu artigo “O corpo do Vagabundo e o contraste com o Tempo Moderno”, apresenta aos leitores uma possibilidade da análise da personagem Carlitos, mundialmente conhecida pela produção de Charlie Chaplin em Tempos Modernos. A autora, em suas reflexões, busca estabelecer as relações existentes entre a commedia dell’arte e a produção cinematográfica chapliniana, a fim de demonstrar as marcas desse diálogo na construção da personagem vagabundo, especialmente na obra acima referenciada.

Tal como para Chaplin, observa-se nas produções do grupo carioca Dzi Croquettes uma grande influência dos vaudevilles e comédias populares. A criação do seu primeiro espetáculo, Dzi L’Internacionalli, é o objeto de análise do artigo produzido pela historiadora Talitta Tatiane Martins Freitas, no qual ela se propõe discutir a estrutura, as escolhas estéticas, bem como os índices de recepção da referida obra teatral. Sendo assim, em “Dzi L’Internacionalli: as ambiguidades sócio e cênica dos Croquettes em seu primeiro espetáculo”, os leitores poderão ter contato com o impacto produzido por esse grupo de 13 homens que, ao longo dos anos 1970, levaram para os palcos do Brasil e da Europa uma estética considerada transgressora por mesclar elementos femininos e masculinos, questionando os constructos sociais de gênero e de sexualidade.

Fechando o dossiê, a pesquisadora Stéfany Marquis de Barros Silva apresenta, nas páginas do artigo “As travessuras históricas da Curtinália teresinense: Sensibilidades e corporalidades urbanas em Teresina na década de 1970”, as condições históricas que propiciaram o surgimento do grupo de jovens Curtinália, o qual colocava em xeque os discursos normatizadores da sociedade teresinense em meados dos anos 1970. Analisando os escritos e filmes experimentais produzidos pelo referido grupo, a autora busca desvelar a maneira como esses jovens problematizaram os códigos de gênero e sexualidade estabelecidos socialmente, decodificando os seus corpos e relações para além dos moldes tradicionais de pensamento.

A partir dessas breves apresentações, esperamos que a diversidade e riqueza de análises reunidas neste dossiê possam encantar e inspirar nossos leitores. Uma boa leitura a todos!

Fábio Leonardo Castelo Branco Brito

Talitta Tatiane Martins Freitas


BRITO, Fábio Leonardo Castelo Branco; FREITAS, Talitta Tatiane Martins. Apresentação. Fatos e Versões, Campo Grande – MS, v.11, n.21, 2019. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Representações, identidades e literatura na América Latina / Varia História / 2017

A presente edição da revista Varia Historia traz o dossiê “Representações, identidades e literatura na América Latina” com a finalidade de contribuir para o sistemático e profícuo debate sobre as interfaces entre a história e a literatura. O dossiê tem como objetivos apresentar um enfoque interdisciplinar, trazer perspectivas diferenciadas acerca do tema e colocar em destaque a percepção de que diferentes narrativas, história e literatura, podem ser construídas, quase sempre, nas fronteiras. Utiliza-se fronteira como um espaço privilegiado para estabelecer laços, trocas, intercâmbios e não como um dado rígido e intransponível. Aliás, a fronteira é também movediça e sofreu no passado diversos deslocamentos (Pomian, 2003). O diálogo do historiador com diferentes linguagens, como a narrativa literária, possibilita-o “sondar outros terrenos de linguagem, construídos em torno de outros fazeres interpretativos, de outras experiências narrativas” (Pinto, 2004).

As diferenças e semelhanças entre história e literatura já foram amplamente debatidas. Debate que privilegiou as discussões sobre os limites e as especificidades das narrativas historiográfica e ficcional. Embora partilhem de recursos literários comuns, história e a ficção possuem metas distintas, com diferentes resultados. O discurso ficcional põe a “verdade” entre parênteses, enquanto a história procura fixá-la como conhecimento sobre o passado, ou seja, prima pela busca da condição de veracidade. Luiz Costa Lima sustenta que ambas são modalidades discursivas que “mantêm circuitos dialógicos diferenciados com a realidade”. Além do mais, cada uma, história e literatura, “ocupa uma posição diferencial quanto à imaginação”. A imaginação “atua na escrita da história, mas não é o seu lastro. Porosa, a história não há de ser menos veraz. Mas veraz, ela não pode pretender, como as ciências da natureza, a formulação de leis porque não pode renunciar à parcialidade”. A ficção tem fronteiras muito mais fluidas que a história e não tem limites para a imaginação. Portanto, do ponto de vista dos seus respectivos princípios de organização, história e literatura são formações discursivas que guardam suas especificidades.

Mesmo sendo formações discursivas diferenciadas, a literatura se nutre da história e a história, da literatura. Desde a epopeia antiga, observa-se que a história tem servido frequentemente de inspiração para as mais diferentes formas de produção literária, do poema épico às canções de gesta, do romance medieval ao romance moderno. Outro exercício possível, que se relaciona com o que foi dito, é a inserção da obra literária no contexto histórico em que ela foi produzida. Há uma interação do texto ficcional com o contexto ao qual ele se insere, isto é, a uma determinada época em que foi produzido. Para Dominick LaCapra (1983), é fundamental privilegiar a leitura de um texto literário em relação a seu contexto, articulando a obra com a formação social e cultural de seu autor e o momento histórico em que ela foi produzida. Desse modo, a literatura pode ser também compreendida como a expressão ou sintoma de formas de pensar e agir dos homens em um certo momento da história. Para o autor, ao analisarmos os textos literários, é mister compreendermos que, quase sempre, eles propõem articulações gerais com os grandes problemas do momento e tendem a deslocar-se das questões parciais e específicas para as perspectivas globais, instalando-se na esfera pública e ali construindo sua interlocução.

A escrita da história está em constante movimento e se adaptando às “demandas” e transformações do seu tempo. A introdução de novos temas, novos objetos e o uso de novas fontes, permitiu aos historiadores a construção de novas metodologias de investigação histórica e novos métodos de produção do conhecimento. O alargamento do caráter interdisciplinar — ou a aproximação com outras áreas do saber — permitiu ao historiador aprimorar ainda mais a produção historiográfica. O texto literário passou a ser incorporado às pesquisas históricas como mais uma forma de acesso ao passado. O presente dossiê, nessa perspectiva, coloca em destaque o entrecruzamento de temas, ideias e fronteiras.

Na América Latina, a literatura esteve e está em constante diálogo com a história. No século XIX, foram intensas as conjunções entre política, literatura e cultura em textos ficcionais produzidos durante os intensos debates sobre a construção das identidades nacionais e os projetos de nação. No século XX, não foi diferente: as vanguardas, com seus manifestos e polêmicas; as revoluções mexicana e cubana que despertaram o apoio e a crítica de muitos escritores; o fenômeno do boom da literatura latino-americana; e as ditaduras caribenhas, centro-americanas e do Cone Sul, com seus mecanismos de poder autoritários, contribuíram enormemente para aproximar, cada vez mais, a literatura da história. Diferentes escritores como José Mármol, José Martí, Andres Bello, Machado de Assis, Ezequiel Martínez Estrada, Oswald de Andrade, Mariano Azuela, Gabriela Mistral, Jorge Luis Borges, Guimarães Rosa, Graciliano Ramos, Jorge Amado, Miguel Ángel Asturias, Pablo Neruda, Alejo Carpentier, Pedro Henríquez Ureña, Juan Carlos Onetti, Augusto Roa Bastos, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa, Clarice Lispector, Diamela Eltit, Héctor Libertella, Jorge Volpi — e muitos outros —, são exemplos de escritores que, a partir de diferentes concepções estéticas e diferentes formas discursivas, aproximam ficção e história e nos levam a compreender que a literatura está em constante diálogo com as tradições e a modernidade, com as mudanças socioculturais, com as representações e construções identitárias, com os ideários políticos. Uma literatura que, de um modo geral, se quis realista, militante, utópica, mágica, ciclópica e mítica, mas que nunca perdeu seu diálogo, mesmo que, às vezes, em filigranas, com a história.

Pensar literatura e identidades na América Latina pressupõe pensar também a história da literatura, não somente para compreende-la ou revisá-la, mas como uma forma de acesso ao passado. Importantes empreendimentos para compreender a história da literatura na América Latina foram realizados por pesquisadores e críticos literários, e também da cultura, com o intuito de compreender as realidades latino-americanas — em diálogo com as realidades nacionais — como Angel Rama, Antônio Cândido, César Fernández Moreno, Bella Josef, José Miguel Oviedo, Rafael Gutiérrez Girardot, Ana Pizarro, Alfredo Bosi e tantos outros. As ideias de Rama e Cândido, em especial, tiveram o mérito de demarcar a preponderância da escrita literária para a formação das sociedades latino-americanas.

Os artigos que compõem o dossiê abordam temas como as capacidades imagéticas e representativas dos textos literários em suas relações com a história, as conexões texto-contexto, os vínculos com a cultura e a política, as dinâmicas criativas dos textos e os posicionamentos públicos de intelectuais latino-americanos. O resultado é a constituição de um dossiê formado por três densos artigos que abarcam temáticas variadas, apoiadas em fontes como romances, contos, poemas e ensaios.

No primeiro artigo, “Identidades erosionadas: literaturas latinoamericanas, de la espacialidad ontológica a la atopía”, Cláudio Maíz mostra como a literatura se constituiu como um importante espaço para expressar diversas identidades: das mais ontológicas às étnicas, sexuais e ecológicas. No século XXI, diferentemente do século XIX, e mesmo de grande parte do XX, as espacialidades e as tradições deixaram de ser os marcos referências para construções identitárias mais “homogêneas”. Em sua análise, o autor explora desde os textos sarmentianos e martianos, produzidos nos oitocentos, aos textos polêmicos da Geração de McOndo e do Manifesto Crack mexicano produzidos mais recentemente.

Indagar por que e como o ensaio se tornou, a partir da década de 1970, um espaço por excelência para compreender e definir a literatura latino-americana é o propósito do artigo “Literatura latino-americana e representatividade cultural. Uma leitura dos ensaios de Héctor Libertella e Jorge Volpi”, de Ana Cecília Arias Olmos. A autora analisa os ensaios do escritor argentino Héctor Libertella e do mexicano Jorge Volpi como importantes estratégias discursivas que contribuíram para a “descentralização de uma noção ideologizada da literatura latino-americana que a sujeitou a funções de representatividade cultural”, exemplificada, principalmente, pela narrativa do boom e do “macondismo”.

O escritor uruguaio Juan Carlos Onetti é o centro da análise de Júlio Pimentel Pinto no artigo “Sobre fantasmas e homens: passado e exílio em Onetti”. Como o próprio título sugere, o foco da análise é compreender, por meio dos contos “La casa de la desgracia” (1960) e “Presencia” (1978), como o escritor abordou, nos respectivos contos, temas recorrentes, tais como o passado, a memória, o tempo e o exílio, com o intuito de problematizar as fronteiras e os diálogos entre história e ficção.

Para finalizar, agradeço a todos os que colaboraram com a viabilização do dossiê e saliento que o intuito foi o de despertar inquietações para além das fórmulas já consagradas de pensar as interações entre história e literatura. Espero que a leitura dos textos que o compõem possibilite reflexões enriquecedoras para a construção de novos conhecimentos e a ampliação dos debates sobre o tema.

Referências

LACAPRA, Dominick. Rethinking Intellectual History: Texts, Contexts, Language. Ithaca / London: Cornell University Press, 1983. [ Links ]

LIMA, Luiz Costa. História. Ficção. Literatura. São Paulo: Companhia das Letras, 2006. [ Links ]

PINTO, Júlio Pimentel. A leitura e seus lugares. São Paulo: Estação Liberdade, 2004. [ Links ]

POMIAN, Krzysztof. História e ficção. Projeto História, n. 26, p.11-45, 2003. [ Links ]

Adriane Vidal Costa – Departamento de História. Universidade Federal de Minas Gerais. E-mail: [email protected]


COSTA, Adriane Vidal. Apresentação. Varia História, Belo Horizonte, v.33, n.62, mai. / ago., 2017. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Revistas modernistas circulações, representações e a questão transnacional / Territórios & Fronteiras / 2016

Artefatos culturais expressando a temporalidade não contemplada pelo livro nem pelo jornal, as revistas revelaram-se dinâmicos laboratórios e privilegiados observatórios de ideias em que certos grupos sociais tomaram a palavra pública. Muitas delas constituíram-se em verdadeiras comunidades de pensamento e abriram canais inéditos de comunicação registrando a vida cotidiana, os debates em ebulição ao mesmo tempo em que divulgavam imaginários e práticas sociais.

No presente dossiê, discutiremos a circulação de culturas e mediadores como difusores de modelos, ideias, valores, percepções e sensibilidades sociais a partir das revistas modernistas. O contexto de discussão é o da modernidade e do modernismo, compreendido pelo século XIX até meados da década de 1960. É nesta conjuntura que intelectuais e artistas efetuaram de forma sistemática um balanço crítico das tradições visando a implementação de novos projetos estéticos e sociais.

Estudos sobre revistas, tratadas na sua materialidade ou como polo agregador de intelectuais e ideias, vêm ganhando crescente importância no campo da história da imprensa. Não se dissocia o entendimento do objeto revista e a revista como fonte da pesquisa histórica. Um e outro se explicam a partir desta relação dialógica. Em determinados contextos históricos, essa iluminação recíproca tornou-se particularmente notória, como ocorreu ao longo da instauração da cultura da modernidade.

Sob a perspectiva das abordagens que consideram tais suportes importantes para o estudo da circulação nacional e transnacional de ideias e modelos editoriais, temos artigos como os de Diana Cooper-Richet que abre o dossiê com um estudo sobre o que chamou révolution révuiste (revolução revisteira), no âmago da qual situa a emergência das revistas modernistas durante o século XIX. A autora evoca as matrizes inglesas das revistas literárias francesas, que são usadas e francamente reivindicadas como símbolo de prestígio. Traz nomes como os de Galignani, um angloitaliano radicado em Paris, que em 1807 publica nesta cidade The Monthly Repertory of English Literature dando início a um ciclo de aller-retour que se fechará em fins do mesmo século quando é uma revista francesa, a Revue des Deux Mondes, que serve de inspiração aos ingleses.

Sob a mesma ótica, a presença de um espaço midiático francófono em São Paulo e Rio de Janeiro da virada do século XIX para o XX é objeto de Valéria Guimarães. Concentrando sua análise na esfera da circulação e publicação de periódicos em língua francesa, trabalha catálogos e registros de livreiros e bibliotecários e a partir destas fontes constrói uma complexa cartografia das relações cruzadas França / Brasil que incidiriam na formação da comunidade de leitores. A diversidade de títulos do periodismo francês no Brasil, em amplo diálogo com a produção nacional, produziria distintos imaginários da modernidade e do modernismo.

É também no quadro dessas discussões, mas com o recorte no século XX do pós-primeira Guerra Mundial, que Monica Pimenta Velloso analisa a circulação de algumas publicações da cultura modernista francófona no cenário internacional, tomando como referência a revista belga Lumière (1919 / 1923), publicada em Anvers, dirigida por Roger Avermaete e que contou com a participação do brasileiro Sérgio Milliet, então radicado na Bélgica. Após o conflito, acentuou-se a necessidade de redefinir o lugar do país no contexto internacional das ideias e as revistas literárias foram vitais nesta função. Milliet foi importante mediador na divulgação do modernismo brasileiro para estrangeiros e vice-versa. Constituída em meio a uma densa rede de intelectuais de diversas origens, Lumière deu visibilidade e legitimidade a realidades desconhecidas ou ignoradas pelo cânone ocidental.

No que tange às abordagens voltadas ao conteúdo, Tania Regina de Luca destaca como o inquérito sobre os rumos da literatura brasileira levado a cabo no primeiro semestre de 1940 pela Revista do Brasil (1938-1943) é fonte de análise das especificidades do movimento modernista, circunscrito às condições particulares do Estado Novo. Quando questionados sobre os efeitos da cultura estrangeira no campo artístico nacional, os entrevistados fornecem pistas instigantes sobre as disputas de auto-representação dos grupos surgidos no seio do modernismo brasileiro.

Marcelo Robson Téo, por sua vez, explora este movimento artístico tanto pelo diálogo com as vanguardas europeias quanto pela via do nacionalismo, da música e do complexo sensorial fatores que exerceram papéis específicos no processo de invenção, tradução ou reelaboração estético-cultural. O autor analisa algumas das propostas de atualização estética da “inteligência nacional” nos escritos de Mário de Andrade a partir da leitura de revistas modernistas como a L’Esprit Nouveau. O intuito é compreender como, através da crítica, procurou vincular o país ao cenário da modernidade, tendo o universo sensorial como motivo e a arte como instrumento de renovação e divulgação.

Pedro Duarte de Andrade busca demonstrar que a publicação de revistas pelos movimentos de vanguarda na época moderna não foi apenas uma circunstância eventual, mas se devia à busca de circulação veloz de ideias em uma nova linguagem com autoconsciência histórica. Para isso, se vale dos referenciais analíticos do romantismo alemão no fim do século XVIII e do modernismo brasileiro no começo do século XX, por meio dos quais se pode concluir que o suporte material das revistas foi ao encontro do experimentalismo estético e da vontade polêmica dos posicionamentos da vanguarda cultural.

Ao rever alguns cânones da historiografia modernista, Aldrin Moura de Figueiredo explora o período que se estende de 1900 a 1929 e coloca em destaque a Revista Belém Nova. Defende a constituição de um modernismo amazônico e problematiza a dupla relação com as vanguardas nacionais / internacionais. Contatos com a Europa também se processavam de forma autônoma ao movimento paulista de 1922. Novas rotas de diálogo com referências alógenas incorporaram Madrid, Barcelona e Paris nesse ciclo de trocas culturais e possibilitaram conjugar ultraísmo e futurismo. O autor ressalta as especificidades de uma estética que incluía traços do repertório indígena e conferia sentidos transgressores locais à vocábulos das tradições universais.

O viés de um modernismo transgressor também é discutido por Avelino Romero por meio da revista La canción Moderna de Buenos Aires (1928). Identifica na publicação valores do que chamou de “cultura tanguera”, dotada de uma visão crítico satírica da cultura oficial, preferindo repertórios populares marginais e suburbanos. Capaz de elaborar criativamente traços do vanguardismo e práticas da comercialização musical, a revista marca-se pela circulação intensa das ideias. O autor defende a presença de uma vertente política na cultura do tango expressa através de um anarquismo lírico que se posiciona frente ao projeto modernizador.

Ao analisar uma série de cartas enviadas de diversas cidades europeias para a conhecida revista norte-americana Partisan Review, entre 1938 e meados da década de 1950, Matheus Cardoso Silva traz à tona um moderno epistolário. Ele insere o magazine no internacionalismo político da esquerda nova-iorquina de então, rumo ao internacionalismo literário, e trabalha com a emergência de um cenário que mescla guerra, modernismo e marxismo como parte do processo de busca de uma nova identidade para o magazine.

Joëlle Rouchou, por meio da revista Diretrizes, analisa a importância e o papel dos editorialistas na produção do discurso da imprensa. Lançada em maio de 1938, pelo intelectual conservador Azevedo Amaral, sete meses depois, esse mesmo periódico, então sob a direção Samuel Wainer, tomou uma linha progressista, nacionalista e de oposição a Vargas até o fim de sua publicação em 1944 o que redimensionou sua participação no meio editorial e intelectual brasileiro. Em meio a um cenário internacional e nacional conturbado, em que as bases do autoritarismo emergiram em toda sua força em um movimento de alcance mundial que ultrapassou fronteiras, a Diretrizes de Wainer constituiu-se em espaço de resistência ao totalitarismo em geral e ao Estado Novo em particular, além de ter sido importante plataforma de divulgação da cultura e dos ideais progressistas.

Para fechar o dossiê, um periódico singular, A Casa (1923-1940), revista voltada à difusão dos conceitos da arquitetura moderna, é analisado por Marize Malta que estabelece uma análise crítica da visualidade e conteúdo desse periódico, procurando inquirir o modo como as ideias de modernidade foram apresentadas e negociadas, tendo o “lar” e seus ambientes como lugares privilegiados de discussão. Discursos visuais e textuais eram ofertados ao leitor como construtores de sentido na condução de um olhar para o mundo dos objetos e da decoração. A autora opõe o universo da interioridade e do indivíduo, caracterizado pelo “lar”, à dimensão exógena à casa e mais ampla do internacionalismo característico das tendências modernistas, relação dada, assim, em suas dimensões simbólicas as mais cotidianas e prosaicas.

A diversidade das contribuições aqui apresentadas joga luz na história do periodismo e dos movimentos intelectuais dos últimos dois séculos. O tema é oportuno em momento em que os meios de comunicação ganham a centralidade do debate público. Nada mais adequado que se debruçar sobre questões que podem melhor esclarecer como foi possível formar, por meio das revistas modernistas, um pensamento sociocultural que está na base do projeto de nação no século XX, com desdobramentos no século XXI ainda não definidos e, por isso mesmo, suscetíveis de debate.

Boa leitura!

Os organizadores.

Monica Pimenta Velloso – Doutora em História Social pela Universidade de São Paulo (USP). Pesquisadora da Fundação Casa de Rui Barbosa (FCRB). Bolsista de Produtividade (CNPq). E-mail: [email protected]

Valéria Guimarães – Doutora em História Social pela Universidade de São Paulo (USP). Professora do Departamento e do Programa de Pós-graduação em História da Universidade Estadual Paulista (UNESP / Franca). Coordena os projetos “Imprensa Francesa Publicada no Brasil (1854-1924)” (Auxílio Regular / FAPESP) e “TRANSFOPRESS Brasil – Grupo de Estudos da Imprensa em língua estrangeira no Brasil” (Edital Universal / CNPq). E-mail: [email protected]

Aldrin Moura de Figueiredo – Doutor em História pela Universidade Estadual de Campinas (UNICAMP). Professor da Faculdade de História e do Programa de Pós-Graduação em História Social da Amazônia da Universidade Federal do Pará (UFPA). Bolsista de Produtividade (CNPq). E-mail: [email protected]


VELLOSO, Monica Pimenta; GUIMARÃES, Valéria; FIGUEIREDO, Aldrin Moura de. Apresentação. Territórios & Fronteiras, Cuiabá, v.9, n.2, jul / dez, 2016. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Identidades e Representações Sociais | Revista Latino-Americana de História | 2015

Em 2015 a Revista Latino Americana de História está completando quatro anos de existência e apesar das mudanças ocorridas na composição do Conselho Editorial, ela segue comprometida com o incentivo e a divulgação da produção historiográfica, sobretudo no que diz respeito à América Latina.

Na edição atual, a seção Dossiê reuniu um conjunto de artigos relacionados ao processo histórico de construção/desconstrução de identidades e representações sociais. Em tempos de valorização da História Cultural, a questão das identidades tem recebido uma expressiva atenção dos historiadores que exploram, a partir de diferentes perspectivas, os conflitos decorrentes da existência de múltiplas identidades e reconhecem que a conjuntura histórica exerce grande influência na aceitação ou rejeição de uma determinada identificação coletiva. Leia Mais

Espaços da cultura e representações do espaço: entre o simbólico e o concreto / Revista Espacialidades / 2015

A Revista Espacialidades, por meio do dossiê intitulado Espaços da cultura e representações do espaço: entre o simbólico e o concreto – voltado às discussões, manifestações e problematizações das diversas matizes que envolvem a ideia e o conceito de cultura –, apresenta seu 8º volume. Organizar este dossiê, como todos os outros, não foi uma tarefa simples, mas é o resultado final que nos faz, ano após ano, perceber o quão importante é esta publicação. A certeza de que nossa publicação é fundamental à comunidade científica e demais leitores interessados nos fez decidir que esta tarefa se tornará mais prazerosa e onerosa, visto que é este o último volume anual da Espacialidades – que passará a ser semestral a partir do ano vindouro.

Agradecemos ao nosso quadro de pareceristas, formado por profissionais de destacado renome nacional e internacional, que com seu profissionalismo atua para que a qualidade desta publicação se mantenha com o passar dos anos. Outrossim, os articulistas que nos confiaram a missão de divulgar suas produções merecem também nosso profundo agradecimento. É para nós salutar expressar também os mais sinceros agradecimentos a Tyego Flankim da Silva, que exerceu a função de editor-gestor na edição passada, pela valorosa ajuda também neste volume, e a Adriel Silva, aluno do Programa de Pós-Graduação em História (PPGH), cujo talento nos brindou com a belíssima imagem que ilustra a capa desta edição.

Este volume, cujo dossiê é voltado à discussão cultural, é contemplado ainda com duas entrevistas, uma resenha e um resumo de dissertação, nova modalidade de publicação que resolvemos acolher. De maneira igualmente fundamental apresentamos os artigos da seção livre, cujas temáticas abordadas são múltiplas, sem as quais não seria possível a diversidade desta publicação.

Recebemos textos de articulistas de diversas universidades, e mantivemos em nossa publicação um artigo escrito por um aluno de nosso Programa de Mestrado, como tradicionalmente defende a Revista. Doravante, apresentaremos esses textos e contamos com a divulgação e apreciação por parte de vocês, leitores – a parte central da engrenagem que forma e que motiva a Espacialidades e sua equipe editorial.

Abrindo o 8º volume da Revista Espacialidades, Carolina Ferreira de Figueiredo e Nicoll Siqueira da Rosa, ambas mestrandas em História pela Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS), apresentam o artigo “A eficiência cultural da forma: apontamentos sobre o uso de imagens nas áreas de história e antropologia visual”, e fazem uma discussão teórica acerca do uso das imagens como forma de produção do conhecimento, em um momento em que o debate acerca da cultura visual é relevante à compreensão do mundo contemporâneo.

Em seguida, Alicia Karina Valente, mestranda do Instituto de Historia del Arte Argentino y Americano – Facultad de Bellas Artes, da Universidad Nacional de La Plata (UNLP – Argentina), apresenta seu texto, “Palimpsestos visuales en un espacio cultural autogestionado”, que traz a análise de uma forma estética marcada pela presença do graffiti e do sténcil no interior e exterior de um espaço cultural autogerido, o Centro Cultural y Social El Galpón de Tolosa, da cidade de La Plata, na Argentina.

Aguiomar Rodrigues Bruno, mestre pela Universidade Federal Rural do Rio de Janeiro (UFRRJ), apresenta seu texto “Tractatus de arte et scientia bene moriendi: a literatura pedagógica da morte no interior Fluminense Oitocentista (Freguesia de Piraí)”, que busca evidenciar o alcance e a influência da literatura devocional da boa morte no imaginário e nas práticas populares mortuárias no interior do Vale do Paraíba Fluminense, especificamente na freguesia de Piraí, na primeira metade do século XIX.

Amanda Teixeira da Silva, professora da Universidade Federal do Cariri (UFCA), proporciona ao leitor o estudo intitulado “A fisionomia da pedra: um olhar sobre a escultura de Agostinho Balmes Odísio”, que aborda a influência da arte funerária sobre a escultura de Agostinho Balmes Odísio, escultor italiano que viveu em Juazeiro do Norte entre os anos de 1934 e 1940.

Alexandra Lis Alvim, mestranda em História Cultural pela Universidade Federal de Santa Catarina (UFSC), apresenta seu artigo, intitulado “‘Anos 70, não deu pra ti…’: considerações sobrea memória, juventude e período autoritário através do filme “Deu pra ti, anos 70…” (1981) e da peça teatral ‘Bailei na Curva’ (1983)”, no qual a autora se propõe a fazer uma análise das produções culturais surgidas nos anos finais da última ditadura brasileira: o longa-metragem em Super 8, lançado em 1981,“Deu pra ti, anos 70…”, de Nelson Nadotti e Giba Assis Brasil, e a peça teatral “Bailei na Curva”, que estreou em 1983, pelo grupo Do Jeito Que Dá – duas produções que discorriam em tom nostálgico e reflexivo sobre a experiência da geração que cresceu sob o período autoritário.

Henrique Masera Lopes, aluno do Programa de Pós-Graduação em História da UFRN, oferece ao leitor seu artigo “A linha de fronteira se rompeu: poéticas musicais de um nordeste psicodélico nos anos 70”, que se ocupa em problematizar a emergência de novas culturas espaciais a partir da segunda metade do século XX através do que se convencionou denominar por corrida espaço-sideral.

Partindo à segunda parte desta publicação, cujas temáticas são livres, Ada Raquel Teixeira Mourão, docente da Universidade Federal do Piauí (UFPI), José Elierson de Sousa Moura, mestrando pela UFPI, e Larice Íris Marinho Moura, licenciada em História pela UFPI, através do texto “Picos nas sombras do tempo: a cidade pré-reforma urbanística como espaço da saudade” analisam o estranhamento identificado em alguns moradores com relação à cidade de Picos (Estado do Piauí) da contemporaneidade, evocado através do sentimento de saudade da cidade associado à década de 1950, período de destaque da economia agrícola às margens do Rio Guaribas, e da década de 1960, quando a cidade oferecia uma variedade de espaços de lazer e convivência para os citadinos.

Francisco Ramon de Matos Maciel, mestre em História e professor do Projovem Campo Ceará, apresenta em seu texto, intitulado “Territórios da Seca: ordenamento e resistência na cidade de Mossoró na seca de 1877”, um estudo das formas de ordenamento e controlo espacial encontrado na cidade de Mossoró durante a seca de 1877.

Cristiano Luiz da Costa e Silva e Ludmila Pena Fuzzi, ambos do Instituto de Pesquisa Histórica e Ambiental Regional (IPHAR), em artigo intitulado “Identidade sustentável: espacialidade, identidade e memória nos estudos sobre comunidades quilombolas”, tratam da relação das comunidades quilombolas com seu território, buscando na Identidade Sustentável do Instituto de Pesquisa Histórica e Ambiental Regional (IPHAR) respaldos para a manutenção e perpetuação das Memórias Solidificadas, propiciando a legitimação destes espaços.

Carlos Alexandre Barros Trubiliano, docente da Universidade Federal de Rondônia (UNIR), apresenta o texto “A fundação do homem público nos primórdios do coronelismo em Campo Grande – MT / MS (1905-1917)”, que trata do papel de Campo Grande enquanto principal centro econômico e político do sul de Mato Grosso. O artigo discute sobre a elite política formada por homens cuja principal fonte de riqueza provinha da criação de gado. Para esses coronéis, a administração pública era uma continuidade da sede da fazenda.

Edson Silva, mestre em História pela Universidade Federal de Campina Grande (UFCG), no artigo “A produção do lazer na urbe: a construção do Estádio Municipal Francisco Rocha Pires (Jacobina – BA – 1955-1959)” promove uma análise da edificação do estádio municipal Francisco Rocha Pires, inserida dentro de um processo de modernização urbana, ocorrido na cidade de Jacobina em meados da década de 1950. O autor procura descrever e examinar a construção do campo esportivo na medida em que esse espaço instituía no mapa urbano um ambiente de lazer e prática de esportes.

Julio César dos Santos, docente do Instituto Federal de Mato Grosso (IFMT) e doutorando em História pela Universidade Federal de Mato Grosso (UFMT), em parceria com Luciene Aparecida Castravechi, doutoranda em História pela Universidade Federal de Mato Grosso (UFMT), apresentam o texto “Alberto Torres: uma revisita historiográfica”. Os autores contextualizam os escritos de Alberto Torres dentro de um complexo processo de discussão acerca da identidade da nação brasileira, nos finais do século XIX e inícios do século XX, a partir de sua mais significativa publicação: “A Organização Nacional”, datada de 1914.

Elynaldo Gonçalves Dantas, mestre em História pela Universidade Federal do Rio Grande do Norte (UFRN), apresenta no texto “Gustavo Barroso, um intérprete do Brasil: a nação na escrita integralista barrosiana” uma reflexão sobre a organização do espaço nacional no pensamento integralista de Gustavo Barroso, utilizando-se dos livros “O Integralismo em Marcha” e “O Integralismo de Norte a Sul” como fontes.

João Paulo França, mestre em História pela Universidade Federal de Campina Grande (UFCG) e professor do Instituto Federal de Educação, Ciência e Tecnologia do Rio Grande do Norte (IFRN), através do artigo “A Rua do Esquecimento: a memória dominante nos logradouros centrais de Campina GrandePB”, apresenta uma visão acerca do processo de nomeação e renomeação das ruas do núcleo central da cidade de Campina Grande, alertando que as mudanças pelas quais passaram a cidade ficaram registradas nos nomes que foram conferidos às Ruas, demonstrando assim, um processo de transformação espacial e cultural.

Francisco Antônio Zorzo, Leda Maria Fonseca Bazzo, professores da Universidade Federal da Bahia (UFBA) e Lucian Conceição de Alcântara, discente da mesma universidade, apresentam seu texto “Território Urbano e Memória Coletiva – As Lavandeiras Comunitárias de Salvador e o caso do Alto das Pombas”, que trata de uma pesquisa em desenvolvimento em uma lavanderia pública estadual de Salvador, a saber, a lavanderia Nossa Senhora de Fátima. A pesquisa, além de levantar dados sobre o funcionamento do equipamento e da história das lavandeiras comunitárias mantidas pelo governo do Estado da Bahia, investiga as formas de resistência cultural empreendidas pelas lavadeiras para manter o seu modo de vida e garantir o seu espaço de moradia e de trabalho.

Rodrigo Pereira, doutorando pelo Museu Nacional (UFRJ), faz em seu texto “As transformações no matriarcado Nagô nos candomblés do estado do Rio de Janeiro (séculos XX e XXI): a figura do homem no comando dos axés”, a apresentação de uma amostragem de dados sobre candomblés fluminenses em que a quantidade de dirigentes do sexo masculino é maior que a feminina. O autor discute como o sexo masculino tem ganhado espaço em um processo histórico de aceitação destes na liderança dos axés.

Inaugurando a seção que engloba resumos de dissertações e teses, Rodrigo dos Santos apresenta as discussões realizadas em sua dissertação, intitulada “Discursos sobre imigração no jornal Folha do Oeste – Guarapuava, Paraná”, produzida na Universidade Estadual do Centro-Oeste (UNICENTRO), sob orientação do Prof. Dr. Fernando Franco Netto. O objetivo principal de seu texto é analisar os discursos do jornal Folha do Oeste sobre imigrantes, no período de 1946 a 1960.

Roger Diniz Costa, mestrando em História pela Universidade Estadual do Oeste do Paraná (UNIOSTE), apresenta a resenha intitulada “A construção do engenho e a saudade na literatura de José Lins do Rego”, cujo livro é de autoria de Diego José Fernandes Freire e se intitula: “Contando o passado, tecendo a saudade: a construção simbólica do engenho açucareiro em José Lins do Rego (1919-1943)”.

O fechamento deste volume ocorre com duas entrevistas com os professores doutores Flavia Galli Tatsch, professora adjunta de História da Arte Medieval na Escola de Filosofia, Letras e Ciências Humanas (EFLCH) da Universidade Federal de São Paulo (UNIFESP), e Paulo Roberto Tonani do Patrocínio, professor do Departamento de Letras-Libras da Faculdade de Letras da Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ). Os professores nos presenteiam com duas entrevistas sobre suas trajetórias acadêmicas, suas produções recentes e sobre os desafios enfrentados pelo pesquisador diante dos seus objetos.

Boa leitura a todos!

Marcia Vasques – Doutora, editora-chefe; Aledson Manoel Silva Dantas; Flávia Emanuelly Lima Ribeiro Marinho; Francisca Kalidiany de Abrantes Lima; Keidy Narelly Costa Matias; Livia Brenda da Silva Barbosa e Raphael Alves da Costa Torres, membros da equipe editorial do corrente ano.


VASQUES, Marcia Severina; MARINHO, Flávia Emanuelly Lima Ribeiro; et al. Apresentação. Revista Espacialidades. Natal, v.8, n. 01, 2015. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Representações e identidades / Monções / 2014

Saudações a todos os leitores.

Este é o primeiro número da MONÇÕES: revista do curso de História da Universidade Federal do Mato Grosso do Sul – campus de Coxim. A universidade brasileira em tempos recentes vive um processo de franca expansão e interiorização. Este é o resultado dos ventos democráticos que sopram na sociedade brasileira atual. A expansão da UFMS proporcionou o acesso a Universidade Pública ao povo coxinense e de sua região formada por cidades como Pedro Gomes, Rio Verde e Sonora. A Revista Acadêmica de História Monções representa um novo momento do curso de História da UFMS – campus de Coxim. Momento em que o curso de História recomeça um ciclo de produções acadêmicas que o projetará nacionalmente.

O nome da revista faz referência às Monções ou às expedições fluviais, também chamadas de Bandeirantismo Fluvial. Os monçõeiros encontravam em Coxim um importante ponto de parada e reabastecimento para a continuidade da viagem até as margens do rio Cuiabá. A História das monções é caríssima ao Mato Grosso do Sul, pois significa, sobretudo, um elo cultural e histórico entre a região sudeste e Centro Oeste do Brasil. Certamente, não existe nome mais apropriado para uma revista do curso de História da UFMS – campus de Coxim. Este fato confere legitimidade ao nome MONÇÕES que foi escolhido de forma unânime pelo corpo docente da UFMS/CPCX. A Revista Acadêmica de História Monções/História-UFMS segue na esteira do recente “boom” das revistas eletrônicas acadêmicas indexadas e submetidas ao sistema Qualis Capes. Uma política que confere economicidade, agilidade, otimização e ampliação das produções acadêmicas.

O campus da cidade de Coxim sempre priorizou, em seu projeto pedagógico acadêmico, os estudos do Movimento Monçõeiro. Esses estudos possuem como objeto as estórias da comunidade local que se relacionam com essa cultura ribeirinha, assim como os resquícios das monções paulistas. O curso de História também conta com a existência de importante projeto financiado pelo PROEXT intitulado: “monções, patrimônio cultural sul-mato-grossense”. É preciso destacar também a vinculação da Revista Acadêmica de História Monções ao Memorial e Centro de Documentação Regional denominado “Memorial das Monções Henrique Spengler” que recebe turistas, acadêmicos e a comunidade local.

A Revista Acadêmica de História Monções da UFMS/CPCX é uma contribuição para a circulação do trabalho intelectual que precisa sempre de espaços abertos e este é um deles. A profusão do conhecimento através do estabelecimento de veículos editoriais fomenta a pluralidade democrática, afasta as trevas da ignorância (que macula o avanço social) e permite o debate, necessário à consolidação da cultura democrática.

Samuel de Jesus – Professor Doutor. Editor Responsável

JESUS, Samuel de. Apresentação. Monções. Coxim, v.1, n.1, set., 2014. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Identidades e representações: pensamentos e práticas históricas / Oficina do Historiador / 2014

O século passado foi o mais mortífero de toda a história documentada, o número de mortes causadas pelas guerras foi estimado em 187 milhões de pessoas e mesmo tendo essa consciência o que o homem faz para conter? Eric Hobsbawm, um dos maiores historiadores contemporâneos, questiona como haveremos de viver neste mundo perigoso, desequilibrado e explosivo, em meio a grandes deslizamentos das placas tectônicas nacionais e internacionais, sociais e políticas? Tendo como centro do mundo uma política megalomaníaca dos Estados Unidos, principalmente após o 11 de setembro.[1]

Segundo o mesmo historiador: todo ser humano tem consciência do passado e na maioria das vezes lidamos com sociedades para as quais o passado é essencialmente o padrão para o presente. Para Hobsbawm, o historiador não pode ser apenas um simples reprodutor, deve ser criador. [2]

Em busca de criações e interpretações historiográficas, a Equipe Editorial da Oficina do Historiador: revista discente do Programa de Pós-Graduação em História da Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, apresenta ao público acadêmico a edição Identidades e representações: pensamentos e práticas históricas.

Criada em setembro de 2009 como resultado de um projeto coordenado pela Doutora Janete Silveira Abrão, a primeira edição foi lançada no 1º semestre de 2010 e desde então, contou com edições regulares a cada 6 meses. Posteriormente, o Doutor Marçal de Menezes Paredes, ocupou o cargo de editor até o 1º semestre de 2014, momento em que assumi a direção do periódico. Mantendo a tradição da autonomia discente, a OH que é classificada pela Qualis / CAPES como B1, define-se como um espaço de veiculação de produção científica e pesquisas desenvolvidas por docentes e principalmente, por alunos dos diversos Cursos de Graduação e Pós-Graduação em História do país.

Com a nova gestão editorial algumas mudanças foram implementadas na intenção de aprimorar a qualidade da revista em busca da internacionalização. A partir de agora os artigos em formato eletrônico da revista OH estão indexados no Directory of Open Access Journals (DOAJ), para acesso pela comunidade científica internacional. Com uma nova composição do Conselho Consultivo, formada por pesquisadores da Alemanha, Argentina, Brasil, França, Hungria, Portugal e Uruguai, o periódico possui uma excelente Equipe Editorial que é formada por doutorandos e mestrandos do PPGH / PUCS. Através da árdua dedicação acadêmica dos discentes a revista é mantida e projetos futuros são organizados de forma cada vez mais ativa. Dessa forma, parabenizo a equipe composta pelos doutorandos (as): Daniela Garces de Oliveira, Fernanda de Santos Nascimento, Geandra Denardi Munareto, Geneci Guimarães Oliveira, José Oliveira da Silva Filho, Leonardo Oliveira Conedera, Luciana da Costa de Oliveira e Priscila Weber, além da mestranda Egiselda Charão e do mestrando Waldemar Dalenogare.

A edição desse semestre apresenta algumas mudanças, como a ampliação do número de artigos, totalizando 12 sérios estudos que são resultado de pesquisas acadêmicas de vários institutos de investigação do Brasil (FEEVALE, PUCRS, UEG, UFMG, UFPE, UFPR, UFRJ, UFRN e UFSJ) e da Europa (Université Paris Diderot – Paris 7 – Università di Bologna). A diversificação das instituições demonstra o impacto do periódico e a aceitação entre os acadêmicos, contribuindo assim, com a possibilidade de ter acesso a pesquisas recentes e cada vez mais atualizadas no âmbito historiográfico. A nova edição da OH apresenta ao leitor duas resenhas, oriundas de pesquisadores da UFRGS e UNICAMP que trazem à baila reflexões de novas publicações editoriais.

A principal novidade está na última seção da revista. Em todos os números, haverá um espaço destinado à divulgação de um material extra que contribua com o debate e pesquisas universitárias. No v. 7, n. 2, temos a satisfação de contar com uma excelente entrevista do Presidente da Associação Nacional dos Historiadores (ANPUH), Doutor Rodrigo Patto de Sá Motta, professor da Universidade Federal de Minas Gerais (UFMG), que esclarece uma série de questões sobre a profissionalização do historiador, que é ainda hoje umas das poucas atividades sem regulamentação. Desde a década de 1960, o assunto é debatido no Congresso Nacional e sempre caiu no esquecimento.[3] A retomada do debate ocorre após um intenso envolvimento dos historiadores no processo de regulamentação através da ANPUH, principalmente na gestão dos últimos presidentes da associação, Doutor Durval Muniz de Albuquerque Júnior (UFRN), Doutor Benito Bisso Schmidt (UFRGS) e agora com o nosso atual representante, que mantém viva a esperança da profissionalização.

Agradecemos a todos os que fizeram possível mais este número, em especial aos autores que escolheram a OH para exporem suas pesquisas, à equipe editorial, à coordenação do PPGH / PUCRS por todo apoio e principalmente aos leitores, que correspondem ao principal objetivo da revista.

Notas

1. HOBSBAWM, Eric. O terror. In: ______. Globalização, democracia e terrorismo. São Paulo: Companhia das Letras, 2008.

2. HOBSBAWM, Eric. Tempos Interessantes: uma vida no século XX. São Paulo: Companhia das Letras, 2002.

3. GONÇALVES, Leandro Pereira. Historiador. In: SCHWARZ, Rodrigo Garcia. (Org.). Dicionário de Direito do Trabalho, de Direito Processual do Trabalho e de Direito Previdenciário aplicado ao Direito do Trabalho. São Paulo: LTr, 2012, p. 517-519.

Leandro Pereira Gonçalves – Professor do PPGH / PUCRS e Editor da Oficina do Historiador


GONÇALVES, Leandro Pereira. Apresentação. Oficina do Historiador. Porto Alegre, v. 7, n. 2, jul. / dez., 2014. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

História, memória e representações / Revista Trilhas da História / 2014

No Dossiê “História, Memória e Representações”, a Revista Trilhas traz um debate que contempla questões norteadoras da produção do conhecimento histórico, como a discussão das representações missionárias no continente africano; as representações da igreja dos pobres no Brasil; o significado das práticas religiosas populares; a memória da Umbanda; a memória de migrantes paranaenses e paulistas e o sonho da terra prometida; a cultura escolar e suas relações com o meio social; a memória dolorosa das enchentes, entre outros temas que se entrelaçam. Contribui, dessa maneira, para dar continuidade às ações da Revista, qual seja, propiciar espaços para que pesquisas de fôlego sejam publicadas e, assim, as trilhas possam ser percorridas na escrita da História e em sua reflexão.

No texto “O conceito de representações da Nova História Política: uma análise dos estudos de missionários na África Meridional de fins do século XIX e início do XX”, Yuri Wicher Damasceno trabalha o conceito de representações a partir da perspectiva da história política. O autor aborda o papel das missões e dos missionários em Uganda, destacando que o objetivo era levar “os ideais imperialistas” na “busca de uma regeneração da África”, ou seja, o desejo de “civilizá-la” nos moldes dos projetos colonialistas. Para essa reflexão, Damasceno destaca a ação da Church Missionary Society e suas práticas imperialistas, inspiradas na visão da Europa como o “centro civilizador” e o continente africano como o lugar da “barbárie”. O autor contribui para mostrar os limites desta interpretação e a necessidade de apreendermos as suas arbitrariedades.

O texto “Festa de Nossa Senhora Imaculada Conceição, padroeira de Dourados (1920-1960): conservadorismo e mudança de práticas culturais”, de Tiago Alinor Hoissa Benfica, analisa certas práticas religiosas populares, a exemplo da festa religiosa, por meio de fontes bibliográficas, periódicos e entrevistas. Observa o autor que sendo as festas espaços de convivência, solidariedade, trocas de saberes, elas se tornam instrumentos de poder e de controle da Igreja Católica, utilizados como forma de conter o avanço do protestantismo na localidade. Discorre ainda sobre a figura do festeiro e o seu papel na organização da festa, observando o status que isto lhe delegava. Mas chama a atenção a afirmativa de Hoissa de que a memória da festa, apreendida por meio de entrevistas, esconde os momentos de tensão vividos em seu interior, a exemplo das brigas e dos crimes que também eram comuns em Dourados, Mato Grosso do Sul, nas primeiras décadas do século XX.

Bruno Dias Santos, ao abordar o tema “Da Igreja Romana à Igreja dos pobres: crítica e utopia nas missivas de frei Betto (1969-1973)” propícia uma leitura das práticas e representações vividas por esse agente pastoral em meio ao cenário da Ditatura Militar e do nascimento da Teologia da Libertação nos anos 1970. Agente central no processo de denúncia das arbitrariedades do regime de exceção e, ao mesmo tempo, sujeito histórico das mudanças no interior da Igreja Católica, em especial, na opção pelos pobres, frei Betto tornara-se um dos ícones de luta de parte desta instituição. Porém, ao mesmo tempo, sentiria na pele, no corpo e no sangue, o peso desta postura.

O artigo “Salvos por Cacique Tartaruga: Memória, História e Mito na umbanda de Campo Grande- MS”, de Saulo Conde Fernandes, contempla o debate da religiosidade, por meio da memória dos pais e mães de santo em Mato Grosso do Sul. Associando a História Oral e a Antropologia, Fernandes destaca o diálogo entre ambas e apresenta histórias de vida que dão vida à memória e às representações da umbanda. Na discussão da incorporação do Cacique Tartaruga, um “caboclo de umbanda”, guia espiritual na cidade de Campo Grande, MS, o autor tece ainda uma etnografia dos terreiros chamando a atenção para a diversidade da religiosidade afro-brasileira nesses lugares. Estabelece uma crítica ao mito fundador da Umbanda, observando a amplitude de interpretações em torno de sua origem. Propõe, então, a teoria do rizoma como mais eficiente para a compreensão das religiões afro-brasileiras, já que, no seu entender, as várias linhas se entrelaçam e não há um continuum na história.

No artigo “A problemática dos sujeitos: o movimento migratório proveniente do estado do Paraná e São Paulo para Ivinhema-MT (1960-1970)”, de Nelson de Lima Júnior, também encontramos a reflexão da memória e das representações. Isso é possível a partir das lembranças tecidas e narradas pelos migrantes paranaenses e paulistas de sua terra natal e daquilo que se sonhara conquistar por uma vida inteira: a terra de trabalho como morada da vida. Mesmo em vista de todas as dificuldades em meio aos projetos de assentamento e às frustrações derivadas das ações governamentais para sufocar os movimentos sociais de sem terras em seus estados de origem, é possível encontrar na fala dos entrevistados, como narra Nelson, o sonho da conquista da terra, ou seja, aquilo que lhes conduzira à caminhada e lhes dera força para se deparar com as intempéries da vida.

Marilsa de Paula Casagrande, ao abordar “A Cultura e a Cultura Escolar”, discute, a partir de alguns referenciais teóricos que define como básicos, a apreensão do significado da cultura e da cultura escolar para a escola. Este debate é fundamental, pois, como é perceptível nas preocupações da autora, não são elucubrações teóricas sem uma preocupação com o “chão da escola”, ao contrário, já que Casagrande entende “a escola como representação da nossa visão de mundo”. Desse modo, as mudanças ou permanências vividas no ambiente escolar evidenciam o modo como o novo ou o velho se manifestam. Daí ser preciso apreender continuidades e rupturas desse lugar de produção do saber e de reprodução, muitas vezes, das práticas autoritárias da sociedade, se não nos dermos conta dessa dimensão.

No Ensaio de Graduação “Espectros da Catástrofe Entre o Trauma e a Solidariedade: Representações Iconográficas da Enchente de 1974 em Tubarão (SC)”, de Elias Theodoro Mateus, encontramos um diálogo profícuo entre as fotografias, como fontes históricas, e os referenciais teóricos, a fim de apresentar, em paralelo com os estudos da psicanálise que enfatizam as dimensões de “solidariedade e trauma”, a construção da memória da enchente em meio à tragédia vivida pela população de Tubarão nos anos 1970. O autor enuncia, por meio das imagens, o quanto fora impactante esse acontecimento para a memória dos moradores, (re)definindo modos de vida e de compreensão do lugar.

A Resenha de Laura Sanches da obra de Mercedes de la Garza, “El legado escrito de los mayas”, faz uma importante referência acerca do legado pré-colombiano, trazendo análises de escritos na língua maia, produzidos no período colonial. Nas palavras de Sanches, “Este libro es de consulta básica para quien desee conocer la trayectoria histórica maya desde el Clásico hasta fines de la Colonia, y para quienes investigan y enseñan temáticas relacionadas a las religiones y literaturas precolombinas, la historia de la Conquista de América, la evangelización y la resistencia”.

Por fim, na seção Fontes apresentamos a entrevista do Professor Dr. Eudes Fernando Leite (UFGD), historiador mato-grossense, realizada pelo Grupo PET – História Conexões de Saberes e estruturada por Vitor Oliveira (UFMS / CPTL). Na entrevista Leite explicita a sua concepção de história narrando a sua trajetória de ensino e pesquisa na área. A proposta do grupo PET consiste em desenvolver uma série de entrevistas com historiadores que trabalham ou trabalharam a história regional, (MT / MS). Objetiva-se, com este material, sondar em que pé está a historiografia regional, quais os trilhos e as trilhas percorridos, bem como as novas possibilidades de investigação da história, o que propicia um prato cheio de experiências para contribuir nos rumos da pesquisa regional e para além de Mato Grosso do Sul.

Maria Celma Borges

Caio Vinicius dos Santos

Verão de 2014


BORGES, Maria Celma; SANTOS, Caio Vinicius dos. Apresentação. Revista Trilhas da História. Três Lagoas, v.4, n.7, jul. / dez., 2014. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

O Caribe como espaço de representações / Revista Brasileira do Caribe / 2014

Desde los viajes de Colón, cuando este intrépido marinero comparó a la región del Caribe con el paraíso, se han formulado varias ideas acerca del conjunto de islas y mares que las rodean, ideas que han alimentado los imaginarios de muchas generaciones de diversas latitudes. En todas ellas la llamada región del Caribe aparece como un espacio que ha sido objeto de innumerables representaciones. Es decir, tras un proceso de percepción e interpretación se han presentado recreaciones de una cierta “realidad”, estructuras de comprensión, a través de las cuales “el sujeto mira el mundo: sus cosmovisiones, su mentalidad, su percepción histórica” (SZURMUK Y MCKEE IRWIN, 2009, p.250).

En el conjunto de trabajos reunidos en este número ofrecemos muestras de algunas representaciones del Caribe que circularon y que formaron parte de un sistema de prácticas sociales y culturales en las que los agentes que realizaron esas representaciones apelaron a referentes, reales o imaginarios.

En primer lugar hablamos de las representaciones cartográfi cas que a lo largo del siglo XX se difundieron mediante grandes mapas a colores que eran distribuidos como suplemento por la revista National Geographic. En ellos se percibe el cambio en el signifi cado de la región como zona de defensa, lugar ideal para la inversión, y ante todo espacio propicio para el turismo. En los diversos mapas vemos cómo se representa también la actuación de Estados Unidos sobre ese espacio. En particular, en el mapa elaborado en 1987, lo que constatamos es la representación de los diversos ciclos de la historia de la zona desde la llegada de Cristóbal Colón y hasta la consolidación del llamado siglo americano.

En el segundo trabajo reunido en este número, el Golfo- Caribe es el espacio de confrontación entre los intereses de la Real Hacienda novohispana y los intereses particulares de los contrabandistas. El mar representa el lugar idóneo para realizar las transacciones que generarán las subastas y con ellas los crecientes ingresos, pero sobre todo, lo que el artículo de Julio Rodríguez describe es el espacio de acción de las redes de poder entre contrabandistas y funcionarios reales.

En su análisis de la dinámica que siguió el partido de Bacalar y su área aledaña, durante el siglo XVII, la autora Gabriela Barke destaca cómo éste forma parte de un complicado proceso en el cual los sujetos que intervinieron en él “crearon un paisaje modifi cado de acuerdo a sus percepciones, acciones, relaciones y usos”. Fue, en primer lugar, contenedor de una enmarañada red de relaciones políticas, económicas y sociales, vinculadas tanto al ámbito local como al internacional, pero también, fue lugar de refugio y aislamiento para los nativos, y zona despoblada y fuera de control para los conquistadores. En la colaboración de Silvia Rábago percibimos cómo las representaciones que los encargados de la diplomacia mexicana construyeron del Caribe marcaron sus decisiones y su actuación en la región en el siglo XIX.

La educación rural en las islas del Caribe, producto de las intervenciones militares de Estados Unidos, es el tema del texto de Juan Alfonseca. Esa educación contribuyó a construir representaciones de las realidades donde se inscribió y, en función de esas representaciones, propuso la inserción del campesinado en el mercado agroexportador de las Antillas mayores.

En el texto de Yoel Cordoví somos testigos de cómo operaron las representaciones de lo que se percibía como la realidad cubana, nos adentramos en las estrategias expedicionarias concebidas y articuladas por las estructuras directivas de la Delegación Plenipotenciaria de la República de Cuba en Armas, constituidas durante la guerra de independencia (1895-1898), y conocemos los pasos seguidos para vencer los obstáculos que impusieron a los revolucionarios cubanos las autoridades de Estados Unidos. Estrategias en las que la astucia, las infl uencias y el dinero tuvieron un papel hasta ahora no sufi cientemente resaltado. Mientras, el artículo escrito por Erik del Ángel presenta a La Habana como el lugar en el que se podía conspirar, pero ante todo se identifi caba como el lugar idóneo para salvar la vida. Hilda Vázquez Medina continúa, en el siglo XX, la refl exión sobre las representaciones y la actuación de la diplomacia mexicana en el Caribe.

Finalmente, dos trabajos sobre música del Caribe son el medio utilizado para analizar otros ámbitos de representación. En el estudio de la salsa propone Alejandro Martínez mostrar la opresión sobre el afrodescendiente y la imagen estereotipada de éste. El rap ofrece, de acuerdo con Allysson Fernandes imágenes de la exclusión del negro en Cuba. Lo que los trabajos aquí publicados muestran es que el Caribe es mucho más que un espacio concreto. Es, más bien, sujeto y objeto de múltiples representaciones. Desde la geografía, la cartografía, la historia, la diplomacia, la educación, la música.

Referencias

SZURMUK, Mónica y MCKEE IRWIN, Robert Coords. Diccionario de Estudios Culturales Latinoamericanos, México: Instituto Mora/Siglo XXI, 2009.

Laura Muñoz – Instituto Mora/ Mex DF.


MÚÑOZ, Laura. O Caribe como espaço de representações. Revista Brasileira do Caribe, São Luís, v.14, n.28, jan./jun., 2014. Acessar publicação original. [IF].

Acessar dossiê

Memórias e representações / Fato & Versões / 2014

Os artigos deste número da Revista Fato & Versões tratam de questões ricas na historiografia contemporânea. São textos diversos que passam pela discussão de conceitos importantes como de memória e representação, que discutem o a noção de meio ambiente e outros que recuperam processos históricos vividos em regiões diferentes do Brasil e em temporalidades distintas. Estes variados conceitos e supostos estão presentes em artigos que centralizam sua discussão na análise teórica ou em outros que partem de fontes e registros históricos específicos para interpretar as ações dos sujeitos históricos. O objetivo deste número é contribuir para reflexão historiográfica sem limitar os textos em um enredo específico.

O primeiro artigo, de Marco Lunardi Escobar e José Otávio Aguiar trabalha com um tema caro para o tempo presente, a História Ambiental. Para enriquecer a reflexão os autores propõe um diálogo interdisciplinar com outras ciências, a exemplo da Biologia e do Direito. Importante afirmar que esta produção interdisciplinar é proposta sem que as ciências percam seus supostos teóricos e suas especificidades.

Marcelo Ferreira Lemes, Rodrigo Tavares Godoi e Vanessa Barbosa de Oliveira trazem uma importante contribuição para as discussões sobre o conceito de memória. Os autores utilizam do embate entre Maurice Halbwachs contra Henri Bergson para apontar as contribuições deste último para o entendimento deste conceito. Vale ressaltar o diálogo dos autores com pesquisadoras brasileiras sobre a temática como Jacy Alves de Seixas e Ecléia Bosi.

O artigo de Camilla da Silva Portela utiliza o acervo da Delegacia de Ordem Política e Social do Maranhão (DOPS / MA) para analisar as ações repressivas contra padres ligados a ala progressista de Igreja Católica. Portela recupera um conjunto de fatos políticos na esfera federal desde o final do governo de Jânio Quadros até o início da década de 1970 para explicar as posições dentro da Igreja no estado do Maranhão e as divergências de posições dentro desta instituição.

O texto de Erasmo Peixoto de Lacerda trabalha com fontes literárias para pensar a demonização do negro no pós-abolição. Sua fonte privilegiada é a literatura de Cordel produzida por Leandro Gomes de Barros. Lacerda analisa as relações sociais vividas no Brasil no final do século XIX para compreender as representações do Diabo e sua construção como um homem negro. Nesse percurso nos mostra como a mentalidade escravagista estava presente nos primeiros anos do Brasil República e foi um dos fortes elementos culturais que provocaram rejeição à cultura afro-brasileira.

Danyllo Di Giorgio da Mota aborda o conceito de memória interpretando o processo histórico conhecido como Revolução de 30. Para problematizar estas memórias traz como fonte principal a obra biográfica de Antônio Carlos Ribeiro de Andrada, um político mineiro de importante atuação nos movimentos da Aliança Liberal e da Revolução de 1930. Da Mota problematiza também a memória hegemônica deste processo conquistada pela herança varguista e o apagamento de ação de outros sujeitos que tiveram grande influência política. Outro conceito importante discutido no texto é o de tradição que o autor trabalha dialogando com autores como Reinhard Koselleck e Eric Hobsbawn.

A literatura também está presente no texto de Cássio Santos Melo que confronta duas obras para falar de populações da floresta. A obra À Margem da História de Euclides da Cunha e Coração das Trevas de Joseph Conrad. O foco do autor é a abordagem e o caráter de denúncia das condições de vida de populações destes lugares. A primeira obra trata das condições de vida e trabalho na floresta amazônica e a segunda no Congo. Melo recupera diversos aspectos da vida de Euclides da Cunha para encontrar indícios que ajudem na interpretação de sua obra. No caso de Conrad, Melo estabelece um diálogo com o crítico literário Luiz Costa Lima, para entender suas representações acerca da África e do imperialismo.

Por fim temos um texto sobre o protestantismo brasileiro e o integralismo, de João Marcos Leitão Santos. Santos parte dos supostos teóricos e metodológicos da história política para analisar as concepções políticas do protestantismo no início da república brasileira. O autor busca estas concepções na literatura e na imprensa e traz importantes considerações sobre os embates travados pelos protestantes contra a hegemonia da igreja Católica e contra os projetos políticos do integralismo.


SILVA JUNIOR, Renato Jales. Apresentação. Fatos e Versões. Campo Grande, v.6, n.11, 2014. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Militares, milicianos e policiais: instituições, representações e práticas / História Unisinos / 2012

O dossiê Militares, milicianos e policiais: instituições, representações e práticas reúne trabalhos cujo objeto são instituições militares e policiais no Brasil dos séculos XIX e início do XX, ou seus agentes, milicianos, guardas nacionais, praças da força policial e policiais da força pública. Em ambos os casos, tratam-se de textos que muito se distanciam das antigas histórias institucionais autocentradas e, nesse sentido, os seis artigos aqui reunidos podem ser vistos como amostra das pesquisas recentes sobre história militar e história da polícia feitas no Brasil, dois campos de estudo que vêm ganhando relevo nas últimas décadas, com o crescimento do número de publicações, dissertações e teses produzidas.

Embasada em sólidas pesquisas empíricas, a historiografia recente tem demonstrado outras faces dessas instituições que não as repressoras ou de “controle social”. Como é sabido, defini-las como tal não ajuda a explicá-las, pois a própria noção de “controle social” ao se expandir perdeu muito de seu poder explicativo. Nessas duas áreas de pesquisa, quando afastamos o foco dos projetos e discursos oficiais e nos aproximamos mais das práticas dos agentes, as instituições militares e policiais aparecem bem menos homogêneas do que nos acostumamos a acreditar que seriam. Vistas por meio dos indivíduos que as moldam nas suas relações de poder local, práticas e interações cotidianas, tais instituições disciplinares mostram suas dificuldades em se fazerem disciplinadoras para o público interno e externo. Nesse sentido, torna-se cada vez mais relevante o estudo de como essas instituições funcionavam localmente e como seus membros se relacionavam com outros grupos sociais. Estudos locais baseados em sólida pesquisa empírica e no diálogo com a historiografia permitem a análise comparativa do funcionamento de instituições nacionais em diferentes regiões, no caso das instituições militares imperiais, ou de instituições policiais provinciais e estaduais com objetivos semelhantes, mas organizações distintas dentro do território nacional.

Em que pese o crescimento da produção, da qual os autores reunidos neste dossiê constituem alguns dos principais representantes, a história da polícia, ou das polícias, no Brasil ainda tem muito campo a ser desbravado. A descoberta da riqueza da documentação policial para o estudo das condições de vida e da cultura populares desde os anos 1980, na esteira do deslumbramento com outros documentos da Justiça criminal, principalmente os processos crime, não implicou no aprofundamento do estudo da instituição que produzia essa documentação. Deste modo, embora as pesquisas venham se avolumando e se consolidando, ainda existem muitas lacunas a preencher em termos de estudos acadêmicos sobre a história do policiamento no Brasil, o que é grave se considerarmos que, ao menos nas décadas iniciais da República, era a polícia a face mais visível do Estado no contato com a população. Daí a relevância de artigos como os que tomam polícia e policiais por objeto nesta revista.

No Brasil a história militar, além de enfrentar os mesmos preconceitos que em outros países, também contou com a repulsa de muitos historiadores por lembrar nosso passado recente de ditadura militar. Contudo, a documentação existente sobre as forças armadas e a polícia é muito rica pra ser ignorada ou ser analisada somente através do viés do controle e da repressão. Conhecer melhor essas instituições e, principalmente, as pessoas que as compuseram é o principal objetivos dos artigos que aqui serão apresentados.

Este dossiê se inicia com o artigo de Luiz Guilherme Scaldaferi Moreira, que faz uma análise da bibliografia dedicada à história militar, do clássico Clausewitz a mais recente produção francesa e a anglo-saxônica, destacando as obras de André Corvisier e John Keegan. O autor discorre sobre as críticas da Escola dos Anais à história militar, pejorativamente chamada de “história batalha” que, justamente para fugir desse estereótipo, se chamou “nova história militar”, mais voltada à história social e cultural, que à descrição das batalhas ou a análise da estratégia. Moreira também ressalta que os estudos ligados à Nova História militar por vezes se aproximam bastante da antropologia e da sociologia e, frequentemente, estão relacionados à proclamada volta da narrativa.

Já o texto de Fernanda Claudia Pandolfi, intitulado “Política, imprensa e a participação dos militares na abdicação”, nas suas palavras, “pretende, especificamente, analisar como e por que os militares se uniram aos grupos liberais em oposição ao governo de D. Pedro I, focalizando nos acontecimentos que imediatamente precederam a abdicação. Sua tese principal será a de que a aliança entre militares e grupos liberais em 1831 somente foi possível devido à expansão do ‘espaço público’ na cidade no Rio de Janeiro, processo este em que a imprensa teve um papel fundamental, ao se transformar em lócus privilegiado das disputas políticas”.

O artigo de Luís Augusto Farinatti trata, principalmente, da relação de compadrio existente na estrutura das milícias nos inícios do século XIX na localidade de Alegrete, no Rio Grande do Sul. Na análise do autor, os oficiais milicianos eram verdadeiros “campeões de batismo”, qualificação que demonstra o quanto eram reconhecidos como protetores pela sociedade local. De fato, o poder dos oficiais de milícias era muito grande, pois: “Eles tinham a possibilidade de proteger aliados e escolher desafetos para onerar com as necessidades da guerra”.

O texto de Miquéias Henrique Mugge analisa a busca da inserção social de elementos que queriam se destacar dentre os imigrantes alemães em São Leopoldo, no Rio Grande do Sul. O autor apresenta dados que mostram uma realidade local muito particular, quando comparada a outros estudos locais. Em São Leopoldo, a maioria dos oficiais de milícia ocupava-se de profissões urbanas e tal como o apontado por Farinatti no seu estudo de caso sobre a história de Alegrete, também ali eram importantes as relações de compadrio que ligavam os oficiais aos seus clientes.

No texto “[…] que de polícia só tem o título, constando apenas de pobres crianças” Caiuá Al-Alam trata sobre a reorganização da polícia provincial no Rio Grande do Sul após a Guerra do Paraguai. A partir da análise de documentação variada, desde relatórios de Presidentes de Província e correspondências entre autoridades policiais até processos criminais nos quais policiais estiveram envolvidos, o autor mostra as dificuldades dos governantes em obter recursos humanos e materiais para o policiamento, bem como em impor disciplina aos policiais. Além disso, naquele contexto, os ex-combatentes do Paraguai haviam se tornado um problema administrativo e criminal para as autoridades, na medida em que capitalizavam sua experiência de participação na guerra como justificativa para a deslegitimação e desobediência à autoridade dos policiais.

Os artigos de André Rosemberg e Luís Antonio Francisco de Souza estudam a Força Pública do Estado de São Paulo nos primórdios da República.

Rosemberg analisa a organização da polícia paulista entre 1889 e 1894 e os desafios que se colocavam à instituição e seus agentes num contexto política e socialmente conflituoso onde, conforme o autor, convivia-se com temporalidades diversas: às expectativas republicanas estavam imbricadas permanências de uma herança escravista ainda plenamente arraigada nas relações sociais. Centrado no protagonismo dos policiais como produtores do policiamento, o que constitui uma das marcas da historiografia mais atual sobre polícia, o artigo mostra a importância do caráter militar assumido pela Força Pública do Estado de São Paulo nos anos iniciais da República e as permanências na instituição de práticas características do regime anterior, apesar dos discursos modernizantes republicanos.

O texto de Souza analisa um período posterior ao estudado por Rosemberg, quando o militarismo acabou por se converter em ideologia da Força Pública de São Paulo, ou pelo menos de seus superiores, a partir da contratação da Missão Francesa em 1906 para prestação de treinamento militar e disciplina para os policiais paulistas. A documentação interna da Força Pública mostra as vicissitudes e contradições da disciplina militar: ela não conseguia conter a indisciplina e as irregularidades na base da corporação – como a análise das práticas policiais cotidianas revela – mas, por outro lado, criou um espírito de corpo que dificultava a punição da violência cometida por seus soldados fora dos marcos da instituição e contra as pessoas comuns. Tais atos eram reprimidos com medidas administrativas, de forma que, dentro dessa lógica, deserções eram faltas mais graves do que violências contra a população.

O dossiê conta também com a resenha do livro “Homens e Armas. Recrutamento Militar no Brasil Século XIX”, produzida por Vítor Izecksohn; e na seção Notas de pesquisa com o texto “Contando policiais: os registros de pessoal como fonte”, de Cláudia Mauch.

Para finalizar, agradecemos aos editores da História Unisinos a oportunidade que nos foi proporcionada de organizar este dossiê, e aos pareceristas pelas suas contribuições. Acreditamos que a reunião de artigos sobre história militar e história da polícia possa contribuir para a aproximação e o diálogo entre esses dois campos de pesquisa em processo de consolidação no Brasil.

Cláudia Mauch

Paulo César Possamai

Organizadores do Dossiê


MAUCH, Cláudia; POSSAMAI, Paulo César. Apresentação. História Unisinos, São Leopoldo, v.16, n.3., setembro / dezembro, 2012. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Humor gráfico: representaciones y usos / Antíteses / 2012

Sobre la definición imposible del humor o la fluidez de la palabra

Este volumen lleva por título “Humor gráfico: representaciones y usos” y propone un conjunto de artículos con el objetivo de consolidar un área de trabajo. Desde esta perspectiva, el volumen busca abordar el lenguaje en narrativa gráfica para debatir sobre el argumento hegemónico del arte, repensar la dimensión política de las representaciones visuales y problematizar los usos sociales de las mismas.

Me complace enormemente presentar esta edición porque pretende, también, funcionar como una intervención en “los márgenes del concepto” y problematizar esos bordes en los cuales el lenguaje se confunde con otra cosa, o sencillamente, desaparece. Quizá como nunca antes el humor gráfico se ha visto atravesado por la reflexión acerca de su propia consistencia. Sus contornos precisos se tornan borrosos y sus bordes inestables. Ya no estamos tan seguros de que sea posible asignarle al humor procedimientos retóricos precisos o circunscribir sus efectos. Por otra parte, gran parte de los problemas que suscita tienen que ver con la porosidad de fronteras entre el arte y el mercado. De ello, también trata este volumen.

Abordar los objetos, prácticas y contextos de las llamadas “narrativas gráficas” no puede ser otra cosa que una agenda en construcción. Durante buena parte del siglo veinte, sociólogos, comunicológicos pero también críticos y artistas, miraron “hacia otro lado” desentendiéndose de las historietas como materia de análisis e intervención crítica. Recién en los últimos años, asistimos a una transformación en este sentido lo que permite avizorar la concreción de un campo de estudios y un área especialización programática.

Este volumen pretende formar parte de ese movimiento más amplio ya que gira en torno a la historia y el presente de la producción académica sobre historieta y humor gráfico. Al mismo tiempo, se establece un contrapunto entre bibliografías globales y locales y ello es posible de ser rastreado en las citas bibliográficas de los autores. En los sistemas de referencias aquí utilizados y en los marcos teóricos que los sustentan, pueden advertirse las redefiniciones de los “estudios centrales”, el debilitamiento de las disciplinas dominantes del campo y más específicamente, los nuevos problemas y preguntas que se formulan los investigadores. Es en este sentido que frente a una diversidad aparentemente irreducible, se torna necesario construir un proyecto de estudios compartido, de integración regional y avanzar en las perspectivas comparadas.

Durante años, los especialistas del campo, han estudiado la historia del cómic de los países centrales sin prestar atención a lo que ocurría en las historias nacionales o bien han puesto el acento en el desarrollo local dejando de lado el contexto en el que se insertaban esas prácticas, imaginarios y significados. Al mismo tiempo, decir “narrativas dibujadas” o “artes secuenciales” designa un coto de investigación de características difusas que si bien ha experimentado un desarrollo alentador, aún no se encuentra plenamente consolidado ya que presenta un conjunto de problemas metodológicos y teóricos que reclaman su atención por parte de los especialistas.

En tanto producto de la industria cultural, las narrativas de la imagen participan activamente en la conformación de subjetividades y en la construcción de identidades. Ya se sabe que el campo de los estudios de las culturas visuales comprende desde preguntas filosóficas del tipo “¿qué es una imagen?” hasta análisis más específicos situados en enclaves históricos determinados y ligados a las inflexiones culturales, políticas y sociales en las que se insertan esas producciones. En este sentido, si el lugar que ocupa la experiencia visual en la cultura moderna es una realidad ineludible, el humor gráfico como artefacto o como objeto no ha sido trabajado de igual modo que otros medios o dispositivos vinculados a la representación.

Las literaturas gráficas constituyen un tema relevante para distintas disciplinas en tanto lenguajes privilegiados para indagar la cultura, la sociedad y la política. De allí que el propósito es reparar en ciertos rasgos de un objeto vacante cuya presencia insoslayable promueve la constitución de un área de estudios programática y anclada en contextos históricos precisos.

Se entiende la imagen dibujada como un lugar de síntesis epistemológica de nuestras representaciones de lo real y como una sofisticada técnica de persuasión. Los distintos ensayos aquí reunidos proponen indagar en su materialidad para poner en escena sentidos, representaciones del poder, prácticas de resistencia y posibilidades de producción visual. Dar cuenta de las interrelaciones entre lenguaje y experiencia, entre imagen y representación, cultura de masas y mercado fueron ejes centrales en la elaboración del volumen que aquí presentamos. Desde este enfoque, los debates sobre las literaturas dibujadas y las artes secuenciales ameritan el desarrollo de una atención específica y, al mismo tiempo, interdisciplinaria. De allí que antes que postulados concluyentes, las intervenciones de este volumen encuentran su mejor forma en la superposición, combinación y amalgama de ideas y escenarios.

Ahora bien, el cambio de siglo, podría decirse, enfrentó al “humor gráfico” al límite de su propio nombre y con ello a una apertura insospechada de sus alcances y potencias. Esta edición de Antíteses da cuenta de la extenuación o fatiga de lo que alguna vez se definió categóricamente como “humor”. La etiqueta es centrífuga y liminar y es así como el “humor gráfico” ya no es tanto una formar de nombrar como una gavilla de sentidos convergentes y divergentes. Sus límites y alcances nos muestran que las formas de hacer reír ya no son tal y como supimos, alguna vez, imaginarnos.

En las Artes Secuenciales hay plásticas narrativas y narrativas que son plásticas. Se trata de lectores de literatura y escritores de narrativa dibujada. Pero también de dibujantes que escriben y escritores que dibujan. Ello supone un tratamiento del relato que dificulta su encorsetamiento semántico. En este número, la meta final ha sido analizar las imágenes humorísticas como uno de los medios expresivos más singulares de la cultura contemporánea.

Finalmente, deseo expresar un especial agradecimiento a todos los especialistas e investigadores que colaboraron en esta edición y contribuyeron a pensar el campo del humor gráfico nacional e internacional. A los lectores, disfruten de la empresa.

Acessar publicação original desta apresentação

Acessar dossiê

[DR]

 

Espaço e tempo e suas representações entre celtas e germanos / Brathair / 2012

O presente dossiê abre um novo ciclo na existência da Revista Brathair, que culmina na indexação do periódico junto à Universidade Estadual do Maranhão (UEMA), bem como no estabelecimento de novas parecerias.

Contando com a colaboração de pesquisadores nacionais e internacionais, o presente dossiê apresenta Tempo e Espaço como categorias principais de análise, conforme assevera Markus Schroer em entrevista para este dossiê: “O tempo e da mesma forma o espaço não são fatos sempre encontrados na realidade, mas sim categorias, com cujo auxílio se pode ordenar o ambiente natural e social” (p. 199). Desta forma, os artigos aqui apresentados versarão sobre as representações dessas categorias entre celtas e germanos.

Iniciando esse dossiê, apresentamos o artigo do doutor em História Social Vinicius Cesar Dreger de Araujo, que discute as representações do espaço geográfico no mapa mundi de Ebensdorf. Já abordando o eixo temático tempo, do doutor em História Social Marcus Baccega foca a discussão acerca das concepção de tempo terrestre e sua relação com a atemporalidade da versão alemã da Demanda do Santo Graal (Die Suche nach dem Gral). Abordando as duas categorias de análise propostas por este dossiê, temos a contribuição da doutoranda romena Liliana Emilia Dumitriu, a qual se baseia no conceito vangennepiano de rito de passagem, mais especificamente o de liminalidade, para analisar e comparar as obras de Wolfram von Eschenbach (Parzival) e Richard Wagner (Parsifal).

A Privatdozentin1 Andrea Grafetstätter apresenta ao público brasileiro a obra Kudrun através da perspectiva da topografia do tempo e espaço. A doutoranda em História Comparada, Maria de Nazareth Corrêa Accioli Lobato, por sua vez, discorre sobre a sacralização do espaço na obra de Beda. Baseando sua análise na obra Lanzelet, de Ulrich von Zatzikhoven, Kai Lorenz, doutor em Germanística, apresenta a discussão acerca do espaço na literatura arturiana.

O artigo da doutoranda Marion Poilvez lida com a relação espaço, exílio e liminalidade, discutindo tais conceitos através da interpretação de diversas sagas islandesas. Encerrando a sessão de artigos, Paulo Duarte Silva, doutorando em História Comparada, centra sua pesquisa na análise do conceito de tempo / temporalidade durante a Primeira Idade Média, mas especificamente o calendário litúrgico.

À sessão de artigos, seguem-se a resenha Contribuições para a elucidação da etnogênese saxônia de Vinicius Cesar Dreger de Araujo e a tradução d’A Batalha de Maldon realizada pelo doutor em História Social Elton O. S. Medeiros.

Para finalizar o nosso dossiê, apresentamos uma entrevista sobre os ‘Estudos de Espaço’ (Spatial studies) e a ‘Virada Espacial’ (Spatial turn) com o especialista alemão em Sociologia do Espaço, Prof. Dr.2 Markus Schroer da Universidade de Marburg.

Os organizadores deste dossiê agradecem a colaboração dos articulistas, sem a qual a presente edição seria inviável. Desejamos a todos os pesquisadores e demais interessados uma excelente leitura e conclamamos a todos que possuem contribuições na área de estudos celtas e germânicos e visem o estabelecimento de diálogos acadêmicos frutíferos a enviarem suas propostas para as próximas edições.

Notas

1 Privatdozent designa um título acadêmico alemão conferido a doutores que completaram sua livredocência, mas que ainda não possuem uma cátedra própria dentro do sistema universitário.

2 Prof. Dr. É um título acadêmico conferido a doutores que apresentaram suas habilitações e possuem uma cátedra. O correspondente no Brasil seria o cargo de Professor Titular.

Álvaro Alfredo Bragança Júnior – Professor Doutor (UFRJ)

Daniele Gallindo Gonçalves Silva – Professora Doutora


BRAGANÇA JÚNIOR, Álvaro Alfredo; SILVA, Daniele Gallindo Gonçalves. Editorial. Brathair, São Luís, v.12, n.1, 2012. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

 

História Política: entre as práticas e as representações / Historiae / 2011

Em seu segundo número do segundo volume, a Historiae dá continuidade à publicação de dossiês temáticos, voltando-se tal edição à abordagem da História Política. Tantas vezes negligenciada, desprestigiada ou tratada com significativo preconceito, tal matriz histórica viria a progressivamente recuperar seu status de prática reconhecida no campo do fazer histórico. Esse menosprezo deveu-se essencialmente à confusão estabelecida entre a História Política e a história dita factual, à deliberada intenção de sonegar os resultados provenientes das análises realizadas pelo prisma político e as amplas implicações daí advindas e / ou tendo em vista as dificuldades em enquadrar as interpretações históricas de natureza política em modelos preestabelecidos, uma vez que, volátil, tal enfoque nem sempre se molda a explicações de caráter apriorístico.

Vencidos os desprezos advindos das visões reducionistas e / ou dos modismos historiográficos, renovada em sua essência teórico-metodológica e em contato íntimo e intenso com os mais variados segmentos do conhecimento humano, a História Política vem perpassando uma etapa de notória aceitação no seio da produção do saber histórico. Nesse contexto, a Historiae promove a publicação do Dossiê “História Política: entre as práticas e as representações” trazendo abordagens diversificadas envolvendo análises centradas nas relações entre história e política.

Dentre esses temas são apresentadas interfaces entre a política e a interpretação histórica no que tange à historiografia, à imprensa, à numismática, à memória, ao cotidiano, ao pensamento político, à guerra, às estruturas governamentais, ao jacobinismo e à justiça. Os trabalhos independentes em relação ao fulcro desta edição também têm seu espaço, com abordagem de questões em torno do feminismo, da teoria, da escravidão e as relações entre academia e industrialização.

Assim a Historiae – Revista de História da Universidade Federal do Rio Grande permanece em seu percurso, inaugurado ainda ao final dos anos setenta do século vinte, de divulgar a produção científica, acadêmica e cultural oriunda da pesquisa de natureza histórica.

Francisco das Neves Alves – Presidente do Corpo Editorial.


ALVES, Francisco das Neves. Apresentação. Historiae, Rio Grande- RS, v. 2, n. 2, 2011. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

Representações e imaginário político nas Américas | Revista Eletrônica da ANPHLAC | 2006

Este quinto número da Revista Eletrônica da Associação Nacional de Pesquisadores de História Latino-Americana e Caribenha (ANPHLAC) é mais um passo no cumprimento de nossas metas: divulgar as pesquisas em História da América Latina e do Caribe que se realizam no Brasil, e estimular o intercâmbio entre pesquisadores, professores e outros estudiosos da área.

Apresentamos aqui o Dossiê: “Representações e imaginário político nas Américas”. Luiz Estevam de Oliveira Fernandes e Anderson Roberti dos Reis, estudantes de pós-graduação da Unicamp, abrem nosso dossiê com “Os conflitos e as possibilidades de paz: as concepções políticas de Motolinía e Mendieta no México do século XVI”. Os autores examinam os relatos de dois missionários franciscanos, Toribio de Benavente Motolinía e Jerônimo de Mendieta, buscando identificar como ambos retrataram os conflitos em curso na Nova Espanha do século XVI. O propósito do ensaio é mostrar quais foram os conflitos percebidos, e quais foram as soluções propostas, buscando identificar as concepções políticas e morais de Motolinía e Mendieta, expostas respectivamente no início e no fim do “século de ouro” da evangelização da Nova Espanha. Sugerimos tomar desde aqui a problemática da construção de memórias (franciscana, neste caso), como um fio de quipu andino, ferramenta imaginária muito adequada para os leitores ativos de nossa revista. Leia Mais

O povo brasileiro: imagens e representações / Clio – Revista de Pesquisa Histórica / 2001

A Revista CLIO – de pesquisa histórica, a partir deste número, introduz algumas modificações: circulará com um Dossiê, e duas seções: Artigos e Resenhas.

O dossiê intitulado O POVO BRASILEIRO: imagens e representações, trata das ações de resistência de brasileiros, qualificados como homens de cor, camponeses enlouquecidos, curandeiros, cangaceiros, enfim, a “vilíssima canalha”.

Estes trabalhos são o resultado de pesquisas que sugerem a resistência como resposta à marginalização, sofrida por grande parte da população brasileira. Estes estudos, também apresentam as proposições que acompanhavam os movimentos de rebeldia.

Ubiratam de Castro de Araújo mostra como a “política dos homens de cor”, na Bahia, construiu uma rede abrangente com diversos segmentos sociais, que, se não chegou a ter completo êxito, contribuiu para identificar insatisfações nos grupos médios da população, nos negros mestiços de Salvador e nos desertores.

Kalina Wanderlei faz uma reflexão acerca do imaginário que a sociedade urbana da zona açucareira construiu sobre aqueles que compunham as tropas da Coroa portuguesa. Um texto escrito em parceria entre Alexandre Alves e Francisco Lima tem caráter mais especulativo – O que foi feito da escrava Leocádia? Contudo, fez-se uma leitura da forma como os proprietários, através das leis, se relacionavam com’ um “bem semovente”. O fato da escrava ser incluída no inventário dos bens e retalhada juridicamente, mas, não de fato, prova a complexidade da escravidão em uma sociedade supostamente liberal e de como os “furos” da lei podem representar alguma forma de resistência.

Mais tragédia, mais resistência. A da comunidade camponesa igualitária do Sítio do Caldeirão, artigo assinado por Tarcísio Marcos Alves; o trabalho de Elise Jasmin sobre o cangaço. A autora discute a presença de Lampião como “entrave a um projeto de nação unida e civilizada”.

Fechando o dossiê, o professor Carlos Miranda aborda a forma como através das noções de policia médica, medicina urbana e medicina da força de trabalho, o Estado se opôs às práticas dos curandeiros.

Na seção Artigos há dois que tratam da região sertaneja – História da Família de Erivaldo Fagundes Neves, no interior da Bahia e Bumba-Meu-Boi, uma representação social do sertão nordestino, centrado no Piauí, de Tanya Maria Pires Brandão.

Outros três se preocupam com questões sócio-urbanas. O que se refere ao Rio de Janeiro: Cultura e Cidade nos anos 1960-1970, assinado por Cléia Schiavo Weyrauch; Políticas Assistenciais no Recife (1935-1945) escrito por Ricardo Pinto de Medeiros, e o artigo sobre A Ponte Suspensa de Caxangá assinado por Paulo Martin Souto Maior. O último artigo dessa seção discute o conceito de História em Paul Veyne e está assinado por José Jorge Siqueira.

Finalizando esse número apresentamos duas resenhas de dois livros: Rompendo o Silêncio: uma fenomenologia feminista do mal, de Ivone Gebara – autora da resenha, Maria de Fátima Guimarães e Sobre o Tempo, de Norbert Elias, autor da resenha, Antônio Paulo Rezende.

Agradeço a todos os colaboradores que contribuíram para a edição deste número, que é dedicado ao professor Dr. Marco Antônio de Oliveira Paes, falecido este ano.

Socorro Ferraz

Editora


BARBOSA, Maria do Socorro Ferraz. Apresentação. CLIO – Revista de pesquisa histórica, Recife, v.19, n.1, jan / dez, 2001. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê

O povo brasileiro: imagens e representações / Clio – Revista de Pesquisa Histórica / 2001

A Revista CLIO – de pesquisa histórica, a partir deste número, introduz algumas modificações: circulará com um Dossiê, e duas seções: Artigos e Resenhas.

O dossiê intitulado O POVO BRASILEIRO: imagens e representações, trata das ações de resistência de brasileiros, qualificados como homens de cor, camponeses enlouquecidos, curandeiros, cangaceiros, enfim, a “vilíssima canalha”.

Estes trabalhos são o resultado de pesquisas que sugerem a resistência como resposta à marginalização, sofrida por grande parte da população brasileira. Estes estudos, também apresentam as proposições que acompanhavam os movimentos de rebeldia.

Ubiratam de Castro de Araújo mostra como a “política dos homens de cor”, na Bahia, construiu uma rede abrangente com diversos segmentos sociais, que, se não chegou a ter completo êxito, contribuiu para identificar insatisfações nos grupos médios da população, nos negros mestiços de Salvador e nos desertores.

Kalina Wanderlei faz uma reflexão acerca do imaginário que a sociedade urbana da zona açucareira construiu sobre aqueles que compunham as tropas da Coroa portuguesa. Um texto escrito em parceria entre Alexandre Alves e Francisco Lima tem caráter mais especulativo – O que foi feito da escrava Leocádia? Contudo, fez-se uma leitura da forma como os proprietários, através das leis, se relacionavam com’ um “bem semovente”. O fato da escrava ser incluída no inventário dos bens e retalhada juridicamente, mas, não de fato, prova a complexidade da escravidão em uma sociedade supostamente liberal e de como os “furos” da lei podem representar alguma forma de resistência.

Mais tragédia, mais resistência. A da comunidade camponesa igualitária do Sítio do Caldeirão, artigo assinado por Tarcísio Marcos Alves; o trabalho de Elise Jasmin sobre o cangaço. A autora discute a presença de Lampião como “entrave a um projeto de nação unida e civilizada”.

Fechando o dossiê, o professor Carlos Miranda aborda a forma como através das noções de policia médica, medicina urbana e medicina da força de trabalho, o Estado se opôs às práticas dos curandeiros.

Na seção Artigos há dois que tratam da região sertaneja – História da Família de Erivaldo Fagundes Neves, no interior da Bahia e Bumba-Meu-Boi, uma representação social do sertão nordestino, centrado no Piauí, de Tanya Maria Pires Brandão.

Outros três se preocupam com questões sócio-urbanas. O que se refere ao Rio de Janeiro: Cultura e Cidade nos anos 1960-1970, assinado por Cléia Schiavo Weyrauch; Políticas Assistenciais no Recife (1935-1945) escrito por Ricardo Pinto de Medeiros, e o artigo sobre A Ponte Suspensa de Caxangá assinado por Paulo Martin Souto Maior. O último artigo dessa seção discute o conceito de História em Paul Veyne e está assinado por José Jorge Siqueira.

Finalizando esse número apresentamos duas resenhas de dois livros: Rompendo o Silêncio: uma fenomenologia feminista do mal, de Ivone Gebara – autora da resenha, Maria de Fátima Guimarães e Sobre o Tempo, de Norbert Elias, autor da resenha, Antônio Paulo Rezende.

Agradeço a todos os colaboradores que contribuíram para a edição deste número, que é dedicado ao professor Dr. Marco Antônio de Oliveira Paes, falecido este ano.

Socorro Ferraz

Editora

BARBOSA, Maria do Socorro Ferraz. Apresentação. CLIO – Revista de pesquisa histórica, Recife, v.19, n.1, jan / dez, 2001. Acessar publicação original [DR]

Acessar dossiê